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Unidad I

Entorno de la empresa
Nadie se encuentra operando solo dentro de la actividad económica. Existe gran variedad
de elementos que se conjugan e inciden en la empresa, nos estamos refiriendo al entorno
en que se desenvuelve la organización.

Puede definirse el entorno de la organización como todos los elementos que influyen de
manera significativa en las operaciones diarias de la empresa, dividiéndolos en dos:
Macroambiente y Microambiente.

El Macroambiente lo constituyen todas las condiciones de fondo en el ambiente externo


de una organización. Esta parte del ambiente conforma un contexto general para la toma
de decisiones gerenciales. Entre los principales aspectos del ambiente externo se tienen
los siguientes:

Condiciones económicas: se refiere al estado actual de la economía relacionada con


inflación, ingresos, producto interno bruto, desempleo, etc.

Condiciones socioculturales: es el estado general de los valores sociales dominantes en


aspectos tales como los derechos humanos y el medio ambiente, las orientaciones en
educación y las instituciones sociales relacionadas con ella, así como los patrones
demográficos, etc.

Condiciones político-legales: se refiere al estado general de la filosofía y objetivos


dominantes del partido que se encuentra en el gobierno, así como las leyes y
reglamentaciones gubernamentales establecidas.

Condiciones tecnológicas: relacionadas con el estado general del desarrollo y


disponibilidad de la tecnología en el entorno, incluyendo los avances científicos.

Condiciones ecológicas: referidas a la naturaleza y al medio ambiente.

El Microambiente está integrado por las organizaciones y personas reales con quienes se
relacionan la empresa. Entre los principales se incluyen:

Clientes: constituido por los grupos de personas o instituciones que compran los bienes
y/o usan los servicios de la organización.

Proveedores: son los abastecedores específicos de la empresa, tanto de información y


financiamiento, como de la materia prima que la empresa necesita para operar.

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Competencia: empresas específicas que ofertan bienes y servicios iguales o similares a
los mismos grupos de consumidores o clientes.

Reguladores: que son las agencias y representantes gubernamentales, a nivel local,


estatal y nacional; que sancionan leyes y reglamentos que afectan las operaciones de la
empresa dentro de un país determinado.

LA TOMA DE DECISIONES

Se define como la selección de un curso de acciones entre alternativas, es decir que existe
un plan un compromiso de recursos de dirección o reputación. En ocasiones los ingenieros
consideran la toma de decisiones como su trabajo principal ya que tienen que seleccionar
constantemente qué se hace, quien lo hace y cuándo, dónde e incluso como se hará. Sin
embargo la toma de decisiones es sólo un paso de la planeación ya que forma la parte
esencial de los procesos que se siguen para elaboración de los objetivos o metas trazadas
a seguir. Rara vez se puede juzgar sólo un curso de acción, porque prácticamente cada
decisión tiene que estar engranada con otros planes. Los gerentes, por definición, son
tomadores de decisiones. Uno de los roles del gerente es precisamente tomar una serie
de decisiones grandes y pequeñas.

Tomar la decisión correcta cada vez es la ambición de quienes practican la gerencia.


Hacerlo requiere contar con un profundo conocimiento, y una amplia experiencia en el
tema.

LAS DECISIONES

Una decisión es un juicio o selección entre dos o más alternativas, que ocurre en
numerosas y diversas situaciones de la vida (y por supuesto, la gerencia).

EL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES

Los pasos en la toma de decisiones tal y como se aplican a la gerencia de recursos


individuales son:

Reconoce el problema: El proceso de toma de decisiones comienza reconociendo que


existe un problema: algo tiene que ser cambiado en la situación actual y hay posibilidades
de mejorarla. Generalmente los grandes problemas deben ser sub-divididos en
componentes más pequeños y fáciles de manejar.

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Analiza el problema: Una vez que el problema ha sido identificado, se hace necesario el
estudio cuidadoso del mismo con la finalidad de encontrar lo que lo está causando. Para
esto es necesario ser lo más específico posible.

Considera tus metas: Considera la o las metas que desees alcanzar. Las metas que
escoges están influenciadas por los valores que tienes – lo que es importante para ti.
Tener conciencia de tus valores y de las prioridades que éstos mueven te ayudará a ver
más claramente lo que realmente deseas. Con frecuencia, las decisiones que se toman sin
incorporar este aspecto no son puestas en acción pues aunque son las que convienen, no
son las que se desean.

Busca alternativas: Piensa y busca tantas alternativas prácticas como sea posible. En la
mayoría de los casos no es factible explorar todas las posibilidades debido al factor tiempo
y costo. Sin embargo, busca más alternativas o posibilidades que las obvias o las
habituales. Si la decisión es muy importante – en términos humanos o financieros – será
de mucho más valor invertir más tiempo y esfuerzo en buscar una solución o en hacer una
escogencia.

Analiza los recursos que requiere cada curso de acción alternativo. ¿Cuánto tiempo,
dinero, destrezas, energía u otros recursos necesarios poseo para llevar a cabo la
decisión? ¿Alguna de las alternativas requiere de menos recursos? Debes comparar
también los beneficios esperados de tu selección. No siempre tiene sentido escoger el
producto más barato o la actividad de más bajo costo si los resultados también van a ser
de baja calidad.

Selecciona la mejor alternativa: Después de ver cuidadosamente cada alternativa,


selecciona la mejor. Ten en mente los valores que son importantes para ti, las metas para
las cuales estas trabajando y los recursos con los que tienes que trabajar. Es posible que
ninguna de las opciones aparentemente disponibles sea aceptable. Si no hay una
alternativa satisfactoria ninguna que pueda ser la mejor entonces quizá puedas crear una
nueva alternativa por compromiso o por combinación de algunas de las ideas que tengas.
Ocasionalmente se debe tomar la decisión de posponer la acción con la finalidad de
buscar más información, pero no deseches una opción porque ésta no sea la respuesta
perfecta.

Pon tu decisión en acción: La toma de decisiones no termina con la selección de la


mejor alternativa. Debes poner tu decisión en acción. Usualmente las personas llevan a
cabo las acciones necesarias para ejecutar su decisión. Otras veces, sin embargo, hay que
generar la acción de un grupo. Si todos los involucrados en la ejecución estuvieron

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involucrados en la toma de la decisión, estarán más dispuestos a ayudar a su
implementación.

Muchas de las decisiones, quizá la mayoría, no resuelven directamente un problema


sino que te ponen en la posición de tener que tomar decisiones adicionales que te acercan
a tu meta. Una decisión central implica una serie de decisiones adicionales. Esto es lo que
se llama decisiones en cadena. Es lo que comúnmente se conoce como "una cosa lleva a la
otra". Cada decisión es directamente dependiente de una selección anterior.

Acepta la responsabilidad: Después que tomas una decisión, necesitas aceptar la


responsabilidad y las consecuencias de haberla tomado. Debes estar dispuesto a vivir con
ella o tomar otra decisión para cambiar la dirección tomada. La mayoría de las decisiones
se toman sin tener toda la información que quisieras tener, o sin los recursos que
realmente necesitas. No temas tomar decisiones por el solo hecho de tener que revisarlas
después, pues la revisión es parte del proceso. Todas las decisiones tienen que ser
revisadas.

Evalúa los resultados: El producto o resultado de tu decisión debe ser evaluado


regularmente para determinar su efectividad.

Usa hábitos para reducir el tiempo en el proceso de toma de decisiones. Por ejemplo,
no necesitas pasar mucho tiempo decidiendo que goma de mascar comprar. Muchas de
las decisiones de compra y algunas de las decisiones gerenciales pueden ser hechas como
rutina hasta que la situación cambia.

TIPOS DE DECISIONES EN GERENCIA

De rutina: las mismas circunstancias recurrentes llevan a seleccionar un curso de acción


ya conocido

De emergencia: ante situaciones sin precedentes, se toman decisiones en el momento,


a medida que transcurren los eventos. Pueden tomar la mayor parte del tiempo de un
gerente.

Estratégicas: decidir sobre metas y objetivos, y convertirlos en planes específicos. Es el


tipo de decisión más exigente, y son las tareas más importantes de un gerente.

Operativas: son necesarias para la operación de la organización, e incluye resolver


situaciones de "gente" (como contratar y despedir), por lo que requiere de un manejo
muy sensible.

COMO TOMAR DECISIONES

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Un gerente debe tomar la mejor decisión posible, con la información que tiene disponible
(que generalmente es incompleta). Esto se puede hacer de dos formas:

Decisiones intuitivas: se decide en forma espontánea y creativa.

Decisiones lógicas o racionales: basadas en el conocimiento, habilidades y experiencia.

Para estas últimas, la literatura gerencial ofrece una amplia gama de herramientas, como:
análisis de pareto, árboles de decisión, programación lineal, análisis costo-beneficio,
simulación, matriz DOFA, análisis "what if", modelos y hojas de cálculo, entre otros.

Los Asesores
Dentro de un mercado altamente competitivo, complejo y diverso, las empresas necesitan
tener guías que ayuden a mejorar su productividad en cada una de las aristas que afecten.
Aquí ingresan los asesores, los cuales ayudarán a la empresa a mejorar su rendimiento y
rentabilidad.

¿Por qué un asesor?

Las empresas hoy se encuentran sumergidas en mercados altamente competitivos,


diversos, tecnificados, tecnologicos y muy dinámicos. A su vez, la gran cantidad de
operaciones que realiza una empresa de envergadura permite que proliferen las ayudas
externas hacia las mismas.

El trabajo de los asesores es el de guiar, proponer ideas, mejorar procesos y aumentar la


eficiencia en varios campos de la productividad: desde los espectros legales, fiscales y
contables, hasta los elementos de comunicación, recursos humanos, seguridad, salud,
medio ambiente y tecnología.

Los asesores de empresa se encargan de ayudar a los directivos a tomar decisiones, a


mejorar su procesos, a elevar su productividad y salir airosos de situaciones complejas.

¿Qué funciones desempeñan?

Dependiendo del mercado, la asesoría de empresa puede utilizarse para mejorar en zonas
tan variadas como la informática, la comunicación, el marketing, los recursos humanos, la
seguridad e higiene, las finanzas, la contabilidad, la auditoría, el mantenimiento mecánico
y edilicio, etc.

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Supeditado al mercado donde el asesor se encuentre trabajando, hará las veces de guía en
base al conocimiento que posee sobre el mercado donde se mueva, proponiendo nuevas
ideas, formas de hacer las cosas e informando a la dirección sobre las direcciones
pertinentes a tomar.

Distintos mercados y opciones.

En el caso de un litigio con un empleado, un asesor legal puede ayudar a la empresa a salir
airosa de la situación o que la misma impacte lo menos negativamente posible en el
patrimonio e imagen de la empresa.

Si se desea vender más y mejor, será pertinente contratar un asesor de imagen y


marketing, el cual ayudará a crear nuevas publicidades, slogans, empaquetados de
productos y podrá poner en marcha campañas, eventos de lanzamiento, promociones,
etc.

La asesoría financiera hará las veces de ayudar a la empresa a mejorar utilidades, revisar
costos, pagar impuestos acordes y mantener todos sus papeles contables al día y sin
problemas.

Un asesor puede hacer mucho por la empresa y, si bien pueden resultar en una inversión,
pueden ahorrar problemas, mejorar procesos y ayudar en el crecimiento general de la
compañía.

El Consejo de Administración: ¿Qué es y cuáles son sus funciones?


Existen muchas preguntas que surgen al evaluar la incorporación de un Consejo de
Administración que apoye el proceso de la toma de decisiones en la empresa. Pero ¿en
qué consiste?, ¿cuáles son sus funciones?, ¿qué ventajas ofrece?

El Consejo de Administración: ¿Qué es y cuáles son sus funciones? Definición del Consejo
de Administración

El Consejo de Administración y/o Consejo Consultivo tiene como objetivo, entre otros,
orientar los asuntos de la organización y velar por los intereses de los accionistas a través
del control de la alta dirección, actuando así como órgano intermedio entre accionistas y
equipos directivos.

La creación de un Consejo de Administración implica, según la legislación, el cumplimiento


de una serie de requisitos formales (registros, etc.) que convierten a sus componentes en
gestores y responsables de la empresa. Un Consejo Consultivo opera de manera similar a
un Consejo de Administración, excepto por la ausencia de derechos y responsabilidades

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como consejero establecidas tanto en la Ley de Sociedad Mercantil como en la Ley del
Mercado de Valores

Funciones del Consejo de Administración

A pesar de que cada una de las empresas tiene sus características específicas, en términos
generales las principales funciones y responsabilidades de un Consejo son los siguientes:

- Evaluación de los resultados de la compañía y del director general

- Aprobación de las estrategias generales.

- Control de la ejecución y consecución de los objetivos del plan estratégico.

- Establecimiento y control de gestión presupuestaria.

- Creación de los mecanismos adecuados para obtener una información de gestión veraz
y de calidad.

- Toma de decisiones en el caso de inversiones importantes o enajenación de activos.

- Operaciones de cualquier tipo (compraventas, fusiones, joint-ventures, etc.).

- Control y supervisión de los altos directivos.

- Aprobación de alianzas estratégicas.

- Establecimiento de la política de retribuciones de los altos directivos.

Estructura de un Consejo

No existe una estructura única que sirva para todos tipos de empresas. En ocasiones lo
que es apropiado para unos, podría no serlo para otros.

Una estructura óptima, tanto desde el punto de vista del tamaño como de los
componentes del Consejo, será aquella que atienda las variables necesarias para su buen
funcionamiento.

1. Número de miembros

No existe un número predefinido de componentes del Consejo. No obstante, está claro


que una empresa grande tendrá un Consejo más numeroso que una Empresa Familiar. En
cuanto a las PYMES y Empresas Familiares, un Consejo formado por 4-6 miembros podría
ser lo óptimo. La dimensión de Consejo debe permitir la inclusión de consejeros de
diversos tipos (internos, externos, independientes, etc.).

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2. Composición

En términos generales los Consejos de Administración cuentan con un presidente, varios


consejeros y un secretario.

a) Presidente

El presidente del Consejo es el responsable de convocar y elaborar el orden del día, así
como de presidir y coordinar las reuniones. Asimismo es el responsable del correcto
funcionamiento del Consejo y de la organización anual de la evaluación del consejo de
administración. Es aconsejable que el presidente no sea ejecutivo para, de esta forma,
separarse de la figura del Director General (máximo responsable de la gestión).

Sin embargo, vemos que en las PYMES la mayoría de los presidentes tienen un papel muy
destacado en la gestión de la empresa, asumiendo el papel del primer ejecutivo. Este
hecho no debiera tener mayor relevancia siempre y cuando los criterios básicos de
funcionamiento del Consejo no se viesen afectados.

b) Consejeros (Administradores)

Los consejeros están obligados a conocer la realidad de la compañía y aportar sus


opiniones, siendo los responsables finales, junto al presidente, de la marcha de la misma.
Existen varios tipos de consejeros, en función de su vinculación con la compañía:

- Consejeros Ejecutivos:

Son miembros del equipo directivo de la compañía que ocupan un puesto en el Consejo de
Administración. Normalmente cuentan con un perfil técnico relacionado con su labor de
dirección.

- Consejeros Dominicales:

Consejeros que representan a un porcentaje de las acciones de la compañía. Son personas


ajenas a la gestión diaria de la compañía (consultores externos) pero cuentan con una
vinculación directa con la misma. En empresas familiares normalmente representan a
aquellas ramas familiares que no se encuentran directamente relacionados con la gestión.
Asimismo, en ocasiones podría ocurrir que los accionistas deleguen en un profesional
externo la representación de su participación.

- Consejeros Independientes:

Son veladores externos de la correcta gestión, sin vinculación alguna con la compañía ni
sus accionistas. Se trata de consejeros profesionales que aportan una visión externa e

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independiente con el objetivo de generar valor para los accionistas. La incorporación de
un consejero independiente debe contribuir a una mejoría en el sistema de trabajo de los
Consejos y aportar experiencias, “mejores prácticas” y metodologías enriquecedoras para
la compañía.

Normalmente los consejeros independientes son profesionales relacionados con la


consultoría de gestión, ex-directivos de otras compañías, etc.

c) Secretario del Consejo

El secretario del Consejo tiene como objetivo garantizar la corrección de los


procedimientos y el cumplimiento de la normativa establecida.

Es conveniente que la función de Secretario sea desarrollada por un abogado o experto en


temas jurídicos. En este caso, al igual que en el de los consejeros independientes, es
positivo que cuente con experiencia en el desarrollo de su función en otros Consejos.

Las funciones del secretario consisten en labores de asesoramiento, labores formales y


envío de convocatorias a los consejeros. Asimismo, ayudará al presidente a determinar la
información a poner a disposición de los consejeros, redactará las actas de las reuniones y
certificará los acuerdos tomados por el Consejo, incluyendo su escrituración, si fuese
necesario.

3. Comisiones

En Consejos de Administración de compañías medianas-grandes, es recomendable la


creación de comisiones especiales que se responsabilicen de desarrollar cuestiones
concretas (Nombramientos, Remuneraciones, Auditoría, etc.).

Aspectos a considerar para crear un Consejo de Administración

Para que el Consejo pueda desempeñar de forma correcta sus funciones y


responsabilidades, debe cumplir varios aspectos clave:

1. Conocimientos

Es necesario que el Consejo en su conjunto disponga de un conocimiento profundo de la


realidad de la compañía. Los conocimientos necesarios vendrán definidos por la estrategia
y objetivos de la compañía. La incorporación de consejeros independientes es una de las
vías directas y más sencillas para completar el conocimiento necesario.

2. Independencia

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Los componentes del Consejo deben disfrutar de independencia al objeto de poder
aportar su punto de vista.

3. Información

Se requiere amplia información sobre todos los asuntos y aspectos que influencian a la
empresa. Sin una información veraz y de calidad no es posible la toma de decisiones
correctas.

4. Poder

Todos los niveles de la empresa deben ser conscientes de que el Consejo de


Administración es el máximo órgano de gestión y que las decisiones tomadas por el mismo
no son cuestionables.

5. Motivación

Los intereses de los consejeros deben estar alineados con los de la empresa. Asimismo, se
requiere disposición total de los consejeros a participar, compartir y aportar su opinión en
los Consejos.

Se deben combinar remuneraciones a largo y a corto plazo. La retribución debe ser


suficiente como para garantizar la motivación y el mantenimiento de los consejeros de
calidad, pero limitada con el objeto de mantener la independencia de éstos.

6. Tiempo / Dedicación

Se requiere tiempo para la preparación de los Consejos u otras comisiones, que les
permita estudiar la información suministrada por la compañía y valorar sobre algún
aspecto o tema importante. Esta información debe estar a disposición de los consejeros
con antelación suficiente a las reuniones.

El tiempo o periodo entre las reuniones de Consejo también debe ser regulado o
sistematizado mediante un calendario preestablecido y estar en función de los temas a
tratar, la coyuntura, la estrategia marcada, etc.

El Gerente.
Existe consenso, entre muchos autores, al señalar que el término gerencia se puede
definir como un proceso que implica la coordinación de todos los recursos disponibles en
una organización (humanos, físicos, tecnológicos, financieros y conocimientos), para que a
través del proceso de administración (planificación, organización, dirección y control) se

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logren objetivos previamente establecidos. Por lo tanto, se pueden distinguir tres
aspectos claves al definir la gerencia como un proceso:

1) La coordinación de recursos de la organización;

2) La ejecución de las funciones gerenciales o también llamadas administrativas como


medio de lograr la coordinación y,

3) El establecer el propósito del proceso gerencial; es decir el dónde queremos llegar o


que es lo que deseamos lograr. Antes de seguir adelante es necesario saber por qué y
cuándo es necesaria la gerencia, qué hace y cómo lo hace.

El término gerente general (proviene del inglés: general manager) es un término


descriptivo para ciertos ejecutivos en una empresa que operativizan los negocios. Se
considera también un título formal para ciertos ejecutivos de negocios o empresas,
aunque las labores o funciones de un gerente general varían según la industria en la que
se desarrolla y realiza sus actividades determinada empresa.

Comúnmente, el término gerente general hace referencia a cualquier ejecutivo que tenga
la responsabilidad general de administrar los ingresos y los costos de empresa. Esto
significa que un gerente general generalmente se preocupa por todas las funciones de
mercadeo y ventas, de finanzas y de recursos humanos de una empresa, así como también
de las operaciones del día a día. Frecuentemente, el gerente general es también
responsable de liderar y coordinar las funciones de planeamiento estratégico de la
empresa. Es necesario conceptualizar el término de gerente.

a) DITCHER, señala que: "El término gerente es un eufemismo para designar el acto de
guiar a los demás, lograr que las cosas se hagan, dar y ejecutar órdenes".

b) ALVARADO, señala que: "El gerente existe para ejecutar el objetivo o misión de la
organización". A pesar de que esta misión varía según las características del contexto
donde actúe existen seis responsabilidades básicas que constituyen la esencia de su
acción, esta son las siguientes:

1) Incrementar el estado de la tecnología de la organización;

2) Perpetuar la organización;

3) Proporcionar dirección a la organización;

4) Incrementar la productividad;

5) Satisfacer a los empleados;

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6) Contribuir con la comunidad.

Es por esto que el ente dinamizador del proceso hasta ahora descrito, es al que
comúnmente llamamos gerente. De allí que podamos afirmar que la gerencia es un
proceso y el gerente es un individuo que realiza acciones inherentes a ese proceso. Se
conoce como gerentes a aquellas personas en una organización que cumplen su tarea,
primordialmente, dirigiendo el trabajo de otros y que realizan algunas o todas las
funciones antes mencionadas.

En muchos casos, el puesto de gerente general de una empresa o un negocio tiene otros
nombres. Algunos gerentes son llamados Presidentes, otros menos frecuentes gerente
financiero, gerente operativo, gerente de mercadeo, pero que pueden actuar bajo las
funciones de un gerente general. En todo caso, dependiendo de la compañía, las personas
con los puestos de Vicepresidente, Gerente regional, Gerente de Recursos Humanos,,
Gerente Financiero, Gerente de Producto o Gerente de Segmento los mismos que pueden
tener también responsabilidades de administración general. Del mismo modo, en las
empresas públicas y organizaciones sin fines de lucro, el gerente general puede ser
llamado Director Ejecutivo.

Como status ocupacional, administrador, directivo, manager y gerente pueden usarse


como términos intercambiables, debiendo aclarar, en este caso, que el término gerente
no se reduce a quienes ostentan oficialmente esa denominación, sino a cualquier persona
(un supervisor de línea, por ejemplo) que dirija a otros hacia el logro de ciertos objetivos
organizacionales.

Finalmente, cuando se habla del gerente, se le define como a un individuo capaz de


orientar, dirigir, tomar decisiones y lograra objetivos; depende de él su éxito personal, el
de la organización y el del grupo que está dirigiendo. De ahí resulta necesario que además
de una formación gerencial, el individuo que actúe como gerente, tenga un patrón de
criterios y una filosofía clara de la administración, de la concepción del hombre y un
ideología de trabajo, que le permita ganar apoyo efectivo y partidarios comprometidos
con una misión cuyo significado y trascendencia merece entrega.

10 Cualidades de un gerente exitoso


Dirigir con éxito una empresa en estos tiempos exige mucho más que un curriculum lleno
de títulos y de experiencia laboral. El mundo actual requiere de gerentes innovadores,
apasionados, flexibles y visionarios.

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Ya sea como gerente de tu propia empresa o de la empresa de alguien más, es importante
que poseas o desarrolles una serie de cualidades imprescindibles para el entorno
empresarial actual. ¿Cuáles son esas cualidades?...

Existen al menos diez características y cualidades que deben poseer los gerentes
modernos para dirigir con éxito su organización.

10 cualidades de los gerentes modernos exitosos...

1. Adaptabilidad

Los gerentes exitosos son flexibles y de una mentalidad abierta. Siempre dispuestos al
cambio y atentos a aprovechar las oportunidades que emanan de ellos. Son arriesgados y
se adaptan fácilmente a las situaciones nuevas y desconocidas. Son como camaleones.
Saben aprovechar las condiciones del entorno.

2. Conocimiento

Para ser un buen gerente no basta con solo tener actitud, también es necesario contar con
ciertos conocimientos y experiencia en cuanto a gestión empresarial.

Es cierto que hay varios casos de exitosos gerentes que nunca fueron a la universidad,
pero gracias a su trabajo y dedicación adquirieron empíricamente los conocimientos y
aptitudes para gerenciar eficazmente.

Lo importante es siempre mantener una mentalidad de principiante sin importar lo alto


que llegues en la escala jerárquica. Siempre hay algo nuevo por aprender.

3. Inteligencia emocional

Dirigir una empresa exige un gran dominio de nuestras emociones. Los gerentes deben
tener calma en los momentos difíciles y serenidad ante la incertidumbre. Un buen gerente
es capaz de tomar decisiones racionalmente aunque la situación esté totalmente fuera de
control.

4. Inteligencia ejecutiva

La inteligencia ejecutiva es un concepto que hace referencia a la capacidad para elegir


metas y modelar propósitos a través de un proceso de ideación-ejecución.

Los gerentes modernos deben estar dotados de una gran capacidad creativa, pero
también deben ser personas orientadas a la acción. De eso se trata la inteligencia
ejecutiva.

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5. Habilidades humanas

La parte más importante de una empresa es su componente humano, y como gerentes


debemos saber tratar con personas, entender sus necesidades y conocer sus
motivaciones.

El gerente es como el director de una orquesta, no necesita saber tocar todos los
instrumentos, pero es capaz de sacar lo mejor de cada músico y logra una perfecta
armonía entre toda la orquesta para crear tonadas inigualables.

6. Habilidades de negociación

La labor gerencial exige constante interacción con socios, aliados, competidores, clientes,
proveedores, etc. y es aquí donde el gerente debe ser un hábil negociador capaz de
desarrollar poderosas alianzas y relaciones que favorezcan el crecimiento de la empresa.

7. Liderazgo

Más que ser un jefe, un gerente debe ser un líder en todo el sentido de la palabra. Sabe
dónde está, para dónde va y se pone en marcha hacía sus objetivos. Es de los que toma la
iniciativa en lugar de sentarse a esperar a que las cosas sucedan porque sí. Es entusiasta y
guía con su ejemplo a las personas que trabajan con él.

Es importante mencionar que la figura del administrador de empresas que se encerraba


en su oficina por largas horas, ha quedado atrás. Las empresas actuales requieren de un
liderazgo moderno más flexible, abierto y participativo donde los gerentes aprovechen el
potencial de cada una de las personas que forman parte de la organización.

8. Capacidad para inspirar y motivar

Para gerenciar una empresa se requiere de un gran carisma que contagie a todas las
personas que trabajan en ella. Cuando el líder inspira y motiva a las personas que trabajan
con él, es cuando se producen grandes resultados. No hay nada más poderoso que un
grupo de personas motivadas trabajando por objetivos comunes.

9. Sabe delegar

Un pésimo administrador cree que debe encargarse de todo para que las cosas salgan
bien, pero la realidad es que las empresas necesitan de gerentes con una gran capacidad
para delegar, y para esto es necesario que el gerente comprenda la importancia de
contratar personas más habilidosas e inteligentes que él.

10. Es visionario, innovador y apasionado

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Los gerentes exitosos tienen una visión gigantesca. Siempre ven más allá de lo que otros
ven. Nunca se conforman, siempre están retándose a si mismos para llevar la empresas a
nuevos niveles. Son apasionados y les gusta innovar. No temen a descubrir nuevos
caminos y nuevas formas para hacer las cosas. Aman su trabajo y lo realizan con cuerpo y
alma. Viven intensamente cada día y ponen todo su empeño en cada cosa que hacen.

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