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El documento describe los métodos cualitativos de investigación comunitaria, especialmente la etnografía, y cómo pueden usarse para realizar un diagnóstico comunitario que informe el diseño de intervenciones efectivas de salud mental. La etnografía puede explorar el contexto social y cultural de una comunidad, identificar necesidades y prioridades locales, y determinar si las intervenciones propuestas son apropiadas culturalmente. Los métodos cualitativos complementan los datos cuantitativos al contextualizarlos dentro de las realidades sociales complejas.
El documento describe los métodos cualitativos de investigación comunitaria, especialmente la etnografía, y cómo pueden usarse para realizar un diagnóstico comunitario que informe el diseño de intervenciones efectivas de salud mental. La etnografía puede explorar el contexto social y cultural de una comunidad, identificar necesidades y prioridades locales, y determinar si las intervenciones propuestas son apropiadas culturalmente. Los métodos cualitativos complementan los datos cuantitativos al contextualizarlos dentro de las realidades sociales complejas.
El documento describe los métodos cualitativos de investigación comunitaria, especialmente la etnografía, y cómo pueden usarse para realizar un diagnóstico comunitario que informe el diseño de intervenciones efectivas de salud mental. La etnografía puede explorar el contexto social y cultural de una comunidad, identificar necesidades y prioridades locales, y determinar si las intervenciones propuestas son apropiadas culturalmente. Los métodos cualitativos complementan los datos cuantitativos al contextualizarlos dentro de las realidades sociales complejas.
Diagnóstico comunitario por medio de la investigación cualitativa. Capítulo 6.
En el contexto de salud pú blica, las comunidades a las que van dirigidas las intervenciones constituyen también otro tipo de colectividades, como escuela, fá brica o clubes sociales. El concepto de “comunidad” engloba no só lo al conjunto de personas que las forman, sino también las complejas relaciones sociales que existen entre sus miembros, el sistema de creencias que profesan y las normas sociales que las rigen. La cultura no tiene un cará cter está tico. Cada cultura tiene un conjunto de normas que rige las interacciones y ejercen influencia sobre el comportamiento. Esto se conoce como “estructura social” (sociología). Componentes de la estructura social: género de las personas, clase social a la que pertenecen, origen étnico y religió n. La comprensió n de la estructura de poder de la comunidad es esencial para el diseñ o de intervenciones efectivas. Todas las comunidades tienen sistemas de apoyo formados por redes sociales que pueden servir de amortiguadores del estrés o para minimizar el impacto de las enfermedades mentales. Entre estas redes se encuentran la familia, tanto la inmediata como la extendida, miembros de la comunidad y proveedores de servicios de salud mental. Las redes pueden variar en tamañ o, densidad, ejercicio de la reciprocidad y fortaleza; por medio de ellas la gente puede recibir respaldo emocional e instrumental. La identificació n y el fortalecimiento de las redes existentes en una localidad es un importante componente de las intervenciones de salud mental comunitaria, en particular cuando los medios son limitados. De esta manera se maximizan los recursos y se asegura el soporte necesario para enfrentar los problemas de las enfermedades mentales. Conviene no obstante subrayar que la influencia de las redes sociales no siempre es positiva, miembros de una red social de apoyo puede influir negativamente sobre el comportamiento que procura solicitar ayuda. Investigaciones sugiere que los efectos de las interacciones negativas tienen mayor valor predictivo en el á rea de la salud mental. El concepto de red social está relacionado con la noció n de capital social. El capital social consiste en: relaciones cognitivas (basadas en percepciones de la calidad social de las relaciones, como confianza y armonía). Estructurales (fundamentadas en las cualidades de las relaciones sociales, como la pertenencia a redes). Vinculació n afectiva (Dependientes de las conexiones entre gente del mismo estrato social) Establecimiento de puentes (Relativas al acercamiento entre personas de diferentes estratos). Compromiso (originadas en las relaciones entre las personas pertenecientes a diferentes niveles de poder). Las investigaciones han demostrado que hay una fuerte correlació n positiva entre el capital cognitivo social (el legado social) y la salud mental. Las comunidades tienen: culturas, historias y estructuras de poder y socioeconó micas que les son exclusivas y afectan su salud física y mental. Para asegurar el éxito de las intervenciones en salud mental comunitaria su diseñ o debe tener en cuenta esas complejas peculiaridades. Métodos cualitativos de investigación. Una de las estrategias má s efectivas para apreciar cuá n compleja es la implementació n de intervenciones en las comunidades es la aplicació n de los métodos cualitativos. En contraste con los métodos cuantitativos que recaban informació n limitada de grandes nú meros de població n, la investigació n cualitativa depende de informació n detallada obtenida de un nú mero relativamente pequeñ o de informantes. Este método es en particular ú til cuando es poco lo que se conoce acerca de una localidad y sus problemas o de la població n que la constituye. La investigació n cualitativa es exploratoria por naturaleza. Las preguntas son abiertas y permiten a los entrevistados hablar libremente sobre sus experiencias. A medida que las preguntas preliminares son contestadas, las reflexiones que suscitan las respuestas inducen reformulaciones y nuevas preguntas que a su vez favorecen el progreso de la investigació n. Estos métodos intentan sumergirse en el mundo de los sistemas semá nticos autó ctonos con el fin de comprenderlos “desde el punto de vista local”. Los métodos cualitativos son esenciales, no solo para la evaluació n de las intervenciones sino también para el mejoramiento de los servicios. Los investigadores deben conocer las comunidades, la gente que vive en ellas, sus perspectivas de las enfermedades mentales y del estigma que las acompañ a, sus sentimientos acerca de la utilidad y aceptabilidad de los tratamientos y de quienes los proveen y la prevalencia de esos trastornos en la comunidad. Los métodos cualitativos son utilizados con el fin de entender las complejidades del comportamiento humano dentro de su contexto social, cultural, político, econó mico e histó rico. Obtiene una visió n del mundo local de manera tal que las intervenciones y las estrategias que las implementan sean efectivas en el contexto en que se aplican. La etnografía provee uno de los métodos nucleares de la investigación cualitativa, basada en la “observació n participativa” y en la conducció n de la entrevista en profundidad, realizada a personas identificadas como informantes claves, son miembros de la comunidad que tiene conocimiento de las costumbres y cultura local. Etnografía y diagnóstico comunitario. Sería improcedente implementar una intervenció n en la comunidad antes de realizar una valoració n concienzuda. La etnografía puede ser utilizada para: 1) Explorar un contexto social, cultural, econó mico, político e histó rico en el que va a tener lugar una intervenció n. Rasgos demográ ficos de una comunidad, distribució n de la població n en género, composició n étnica, edad, educació n, distribució n de la riqueza, tipos de jerarquías sociales existente entre varios grupos que la integran, sus sistemas de creencias, quienes tomas las decisiones a nivel de distrito, municipio, vecindario, familia. 2) Identificar necesidades de una comunidad y las prioridades locales. Los patrones de distribució n de los trastornos mentales varían de regió n a regió n. Las intervenciones en lugar de concentrarse exclusivamente en el tratamiento también debe incluir elementos tanto de prevenció n de los trastornos mentales como de promoció n de la salud mental. 3) Determinar cuá n apropiadas son las intervenciones y advertir a tiempo las acciones que se proponen, si son congruentes o no con los valores locales y con su visió n prevaleciente del mundo. Deben tener conocimiento y respetar la manera en que pacientes, familias y comunidades conciben los trastornos mentales, la forma en que estos se producen, el curso que siguen, los tratamientos aceptados y los desenlaces esperados. 4) Describir la ecología de los servicios. Para determinar si las iniciativas fracasan debido a las creencias y prá cticas de los pacientes o a la inadecuació n o inflexibilidad del sistema médico. 5) Valorar la relevancia de los instrumentos de evaluació n. Esto es de relevancia en relació n con las investigaciones transculturales. Limitaciones. La investigació n cualitativa tiene 2 importantes limitaciones: 1. Depende de la informació n detallada provista por un pequeñ o nú mero de personas, no siempre es posible generalizar los hallazgos a grandes grupos o a otros contextos. 2. El elemento subjetivo presente en el proceso. Con el fin de minimizar esta limitació n, los etnó grafos practican la reflexividad, se lleva a cabo en el proceso de investigació n, ya que la propia identidad puede influir sobre la interpretació n de los datos. Conclusiones. El estudio etnográ fico puede hacer una contribució n esencial al desarrollo de los servicios de salud mental en la comunidad. Es un método que no reemplaza la necesidad de la indagació n cuantitativa, sino que má s bien complementa los datos hallados y ayuda a contextualizarlos dentro de las complejas realidades sociales. En tanto que la investigació n cuantitativa revela características de la morbilidad y mortalidad, la pesquisa cualitativa procura identificar los procesos subyacentes que les dan forma a esos patrones. La comprensió n de esos procesos es de gran valor para asegurar el éxito de las intervenciones de salud mental basadas en la comunidad. Los métodos etnográ ficos proveen un medio efectivo para establecer diagnó sticos comunitarios que faciliten que las intervenciones estén adaptadas específicamente a los contextos en donde van a ser implementadas de tal forma que se asegure su éxito con gran probabilidad. De la desinstitucionalización a la atención en la comunidad. Capítulo 9. Datos recientes provenientes de 3 países centroamericanos indican un alto porcentaje de la població n carece de acceso a la atenció n psiquiá trica. Hay una serie de limitaciones en sus sistemas nacionales de salud mental especialmente en la atenció n primaria. Revela una importante brecha entre las necesidades y los servicios disponibles. La proporció n de personas con trastornos mentales severos que no reciben tratamiento durante los ú ltimos 12 meses oscila entre el 76,3% y 85,4%. La OMS ha declarado que este es el principal desafío que enfrentan estos países: salvar brechas como estas. Algunos países de la regió n han introducido prá cticas innovadoras, cambiaron políticas concentradas en los hospitales psiquiá tricos por otras basadas en la comunidad. (Esta estrategia rotulada como “desinstitucionalizació n”). Marco referencial institucional y experiencias innovadoras. Antecedente histó rico Declaració n de Caracas, 1990. Este manifiesto promueve la sustitució n gradual y progresiva de los hospitales psiquiá tricos, alejados culturalmente y geográ ficamente de los usuarios, econó micamente ineficientes y con frecuencia violadores de los derechos humanos de las personas internadas, por servicios basados en la comunidad. Má s recientemente en el 2001, el Informe Mundial de la Salud hizo pú blica la necesidad de salvar la brecha, diseminando el lema: ¡si a la atenció n, no a la exclusió n! Bases de la desinstitucionalizació n. Firmes principios que fundamentan la desinstitucionalizació n: El rescate de los recursos de salud intrínsecos de las personas y de los grupos sociales. Es preciso identificar estos recursos, fomentar su crecimiento y conocer y fortalecer las redes sociales que se hayan constituido en las comunidades. Se ha de promover el autocuidado y estimular los cuidados informales. El trabajo en un territorio determinado coadyuva a que los programas que se formulen no se basen de manera exclusiva en el diagnó stico individual, psiquiá trico o psicoló gico, sino que tenga un alcance colectivo. La difusió n de los conocimientos y el desarrollo de programas de capacitació n deben abarcar no solo a los trabajadores de salud sino también a familias, vecinos, policías, maestros, a la comunidad y grupos culturalmente heterogéneos. Trabajo en equipo es indispensable para asegurar resultados. Los componentes técnicos, políticos y sociales son elementos cruciales en los programas de salud mental comunitaria. Estos requieren decisió n política, compromiso de los profesionales y actores involucrados. Las necesidades de las personas en situació n de crisis deben satisfacerse en sus entornos habituales mediante la adopció n de prá cticas y la utilizació n de dispositivos que hagan innecesario el hospital psiquiá trico. La promoció n del aprendizaje de nuevas modalidades de mitigar el sufrimiento se logra involucrando a nuevos actores y reduciendo el prejuicio y el temor que con frecuencia rodena a los enfermos mentales. El estímulo del aprendizaje por medio de cursos, talleres y seminarios es insuficiente para generar cambios si estos no se acompañ an de prá cticas concretas que consoliden la recuperació n de las personas mentalmente enferma y permitan su vida en la comunidad. La garantía del ejercicio de los derechos de ciudadanía es un recurso crucial para el logro de la recuperació n e integració n de la persona en la sociedad. El rescate de esos derechos contribuirá efectivamente a la inclusió n social. Las redes de servicios. La OMS ha establecido que los servicios deben tener los siguientes atributos: ★ Accesibilidad: deben estar al alcance de toda la població n geográ ficamente, culturalmente y administrativamente. ★ Integralidad: deben disponer de recursos suficientes para satisfacer las necesidades de las personas a su cuidado. ★ Coordinació n y continuidad en los cuidados: evitar la fragmentació n de la atenció n en el sistema de salud. ★ Territorialidad o sectorizació n: que permita que un mismo equipo atienda a la població n de toda el á rea designada. ★ Efectividad: las prá cticas deben ser basadas en técnicas validadas. ★ Equidad: lo que determina el acceso a los servicios son las necesidades de las personas. ★ Respeto por los derechos humanos: entre ellos la utilizació n de tratamientos lo menos restrictivos posible. Idealmente, debería ser un mismo equipo el que intervenga en las acciones de prevenció n y promoció n, intervenciones terapéuticas y rehabilitació n. Dinámicas emergentes en el proceso de cambio de paradigma. Elementos decisivos cuyo cambio debe auspiciarse en el proceso de desinstitucionalizació n está n la asignació n de un presupuesto adecuado y la adopció n de nuevas prá cticas de atenció n. - Se requiere un presupuesto mínimo. En los países de la regió n existe actualmente una gran disparidad entre la carga de las enfermedades mentales y el presupuesto asignado para afrontarlas. - El gran volumen de personas no asistidas en espera de oferta de atenció n accesible y digna: esto genera a corto plazo aumento significativo de la demanda. La limitació n de los recursos, aumento de la demanda, cuestionamiento de la labor emprendida y la incertidumbre que genera la reorientació n de las prá cticas, hacen de la transició n un período crítico en el proceso de desinstitucionalizació n. - Las nuevas prá cticas, como las vinculadas con las visitas domiciliarias, educació n y orientació n de la familia, designació n de un acompañ ante domiciliario, promoció n de alternativas intermedias a la hospitalizació n, creació n de clubes sociales y previsió n de medicamentos, son algunas de las formas de aliviar la carga que agobia a la familia. - El proceso de reforma no consiste en dejar a las personas con TM libradas a su destino, su objetivo final es lograr que reciban una asistencia efectiva. Tampoco es un planteamiento antipsiquiá trico, la reducció n del nú mero de camas de internació n sin instalar respuestas alternativas apropiadas, significa un atropello má s a la condició n humana de quienes padecen TM. Aspectos operativos. La internación de debe realizar en hospitales generales y debe practicarse cuando se hayan agotado todas las instancias terapéuticas posibles. En esos casos la permanencia en el hospital debe ser lo más corta posible, promoviéndose el tratamiento intensivo al tiempo que se inicia la resocialización temprana. Ventaja de la atenció n en hospital general: La persona permanece en su medio y en contacto con las redes de apoyo, facilita el apoyo a la familia y su participació n en el cuidado y seguimiento ulterior. Amigos, vecino y compañ eros pueden efectuar visitas y colaborar en el acompañ amiento de la crisis y en el proceso de rehabilitació n. El pronto regreso al hogar propiciado por las visitas, estimula con salidas perió dicas, reaproximaciones graduales al medio y apoyo domiciliario. Ejemplo: Volta a casa, Brasil, la familia recibe una asignació n mensual equivalente a un salario mínimo al momento de retirar a su familiar del hospital psiquiá trico. (Las familias abandonan a su familiar enfermo en los hospitales psiquiá tricos por falta de apoyo y orientació n adecuados). Las personas en los hospitales psiquiá tricos debieran tener garantizada su oportuna transferencia al medio familiar o a los servicios comunitarios, tomá ndose medidas para evitar su abandono. El proceso de externació n se realiza por etapas debidamente planificadas: a) Preparació n y capacitació n del personal del hospital. b) Preparació n de los pacientes. c) Evaluació n de los pacientes con instrumentos validados, adaptados y contextualizarlos. d) Sensibilizació n y apoyo a las familias. e) Capacitació n bá sica del personal de los centros de salud y de los hospitales generales. f) Sensibilizació n de los vecinos y la comunidad. g) Identificació n de los recursos necesarios. La salida de los pacientes del hospital debe hacerse ajustá ndose a un plan específico, evaluando perió dicamente y modificando de acuerdo con las necesidades observadas. Sin capacitació n se corre el riesgo de la “transinstitucionalizació n” (transferencia de los pacientes de una institució n a otra sin cambio alguno en su autonomía ni en las restricciones al ejercicio de derechos). Recursos terapéuticos. Los recursos terapéuticos deben ser tan variados como diversas sean las necesidades de cada una de las personas y deben ser provistos en el área donde reside el usuario o en el sitio más cercano a su domicilio. La modalidad de servicios de SM basados en la comunidad comprende: a) Servicios de atenció n en el primer nivel. b) Internació n domiciliaria. c) Unidades de SM en hospitales generales para la hospitalizació n de personas con cuadros complejos. d) Estructuras intermedias: hospitales, casas de medio camino, hogares de trá nsito. Fomentar las actividades que promueven autonomía, actividades culturales, deportivas, capacitació n laboral y la bú squeda de trabajo. Rehabilitación. La rehabilitación debe brindarse en el contexto habitual del individuo y debe promoverlo de las capacidades y habilidades que le permitan sostenerse en la comunidad con el mayor grado de autonomía posible. Incluye la adquisició n de conocimientos y habilidades para la vida diaria y el aprendizaje de oficios. Capacitación. 1° Paso: Actualizació n de conocimientos sobre el tema que ya poseen los integrantes del equipo de salud mental. 2° Paso: diseminació n de estos conocimientos entre los integrantes de los servicios generales de salud, en los niveles de atenció n primaria y hospitales generales. Una vez capacitado el personal, la atenció n de las urgencias en salud mental pasa a ser responsabilidad del equipo del primer nivel de atenció n. Solo cuando la situació n no se pueda resolver localmente se solicitará la intervenció n del equipo de salud mental. La capacitació n es un eje articulador del proceso de desinstitucionalizació n hay que mencionar ciertas características que le son propias. Son conocidas como las 3 P. PRESENCIA: la capacitació n debe iniciarse con el encuentro de las personas que interactú an y realizan una tarea en comú n. PERMANENCIA: en el tiempo que requiere la capacitació n: no basta con un encuentro para adquirir conocimientos. PACIENCIA: en las condiciones adversas de la labor hace que se requiera una cuota de paciencia y un alto nivel de tolerancia para aprender a trabajar en la comunidad. Atención primaria. Factores que influyen en la relació n entre el primer nivel de atenció n, los equipos de salud mental establecidos en los hospitales generales o centros comunitarios de salud mental: Nú mero de habitantes cubiertos, distancia, nú mero de profesionales de salud mental, grado efectivo de descentralizació n del sistema de salud, tipo, naturales, frecuencia de los problemas, distribució n poblacional y tamañ o del territorio asignado. Se deberá contar con: especialistas motivados recursos materiales, vehículos de traslado, psicofá rmacos disponibles esenciales, medios de comunicació n a distancia. Capacitació n y Atenció n Primaria: La capacitació n en salud mental del personal del primer nivel de atenció n lo pondrá en condiciones de resolver la mayor parte de los problemas que se le presenten. Equipos mó viles. En las zonas en las que hay escasez de personal especializado o éste hace fuertes resistencias a la descentralizació n, los equipos mó viles de salud mental son una estrategia valiosa para atender las necesidades de las personas y las familias. Estos equipos tiene como propó sito apoyar a los equipos del primer nivel y capacitar a este personal y a los diferentes agentes comunitarios y del gobierno local capaces de colaborar. Los equipos mó viles brindan asistencia, capacitació n y seguimiento a las personas externadas y dan apoyo a la organizació n comunitaria. Obstá culos para llevar a cabo la desinstitucionalizació n Inequidad en la distribució n de la riqueza y bienes, estigma y falta de actualizació n de los profesionales de la salud mental. Muchos de los problemas que se manifestaron en la Declaració n de caracas está n aú n pendientes. Presupuesto insuficiente, escases de recursos humanos especializados, bajos salarios del sector pú blico y falta de incentivos para trabajar en él. La mayoría de los profesionales de la salud carecen de una perspectiva de salud pú blica. Su preparació n se enmarca en el enfoque asistencial La mayoría de las cá tedras de psiquiatría tienen su sede en los hospitales psiquiá tricos. Los programas de especializació n en el campo de la salud mental son raramente actualizados y utilizan para las prá cticas á mbitos alejados de la comunidad. Consideraciones finales. La desinstitucionalizació n no tiene como meta primordial el cierre de los hospitales psiquiá tricos sino la creació n de nuevos dispositivos que han demostrado ser má s eficientes y eficaces al tiempo que conservan a los pacientes en su comunidad y salvaguardan sus derechos. La creatividad genera las nuevas prá cticas y estas son necesarias para evitar la “Transinstitucionalizació n” de los nuevos espacios de trabajo. No se aconseja transferir pacientes a la comunidad sin haber habilitado previamente las estructuras necesarias para recibirlos. No es conveniente desarrollar un sistema comunitario paralelo al hospital psiquiá trico. La coexistencia de ambos modelos favorece el abandono de las personas en los centros de reclusió n tradicionales y el reforzamiento de la estigmatizació n.