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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMON RODRIGUEZ

NUCLEO PALO VERDE

LA ANDRAGOGIA

Por. Luis José Briceño Gómez

Profesora. Olga Machado

Octubre 2022

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LA ANDRAGOGÍA
El presente trabajo tiene como finalidad abordar el tema de la Andragogia, como

disciplina que presenta un cuerpo de conocimientos que la definen y la sustentan basados

en investigaciones de diversos teóricos tanto venezolanos como de otros países que, desde

su trayectoria han estudiado el tema logrando crear una amplia red de conocimientos para

explicar el tema mediante una conceptualización que permite su definición y aplicación en

el ámbito de la Educación del adulto.

Así Alcalá (1997) plantea que la Andragogia es ciencia y arte, se basa en la

Antropología pero incluida dentro de la Educación, su praxis se fundamenta en la

participación y horizontalidad, su aplicabilidad por el facilitador contribuye a mejorar el

pensamiento, la calidad de vida, la creatividad del adulto y así lograr la autorrealización.

Por consiguiente, la Andragogia le da la oportunidad al adulto que decide aprender,

conducir su propio proceso de forma activa e intervenga en los procesos didácticos como la

planificación, estrategias y evaluación en igualdad de condiciones con sus compañeros y el

facilitador, esto aunado con un buen ambiente de aprendizaje, van a explicar lo que sería

una buena práctica andragógica.

La Andragogía se circunscribe dentro de la teoría de la Educación y ésta se ha

desarrollado en el contexto de las diferentes épocas, tomando en cuenta la cultura y el

desarrollo de los pueblos, en correspondencia con una práctica que conduce a una teoría y

por ende puede patentarse hasta lograr una reflexión sobre ese proceso empírico, es así,

como nace la Pedagogía partiendo del empirismo tal como ha ocurrido con las otras

ciencias.
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En correspondencia con el término Pedagogía, surge el término Andragogía al

referirse a la educación de adultos. Sin embargo, privó el término Pedagogía del Adulto en

lugar de Andragogía, que permaneció en el olvido durante largo tiempo. Hablar de

Andragogía es remontarse a la historia de la educación de adultos que si bien ha estado

presente en todas las épocas y en todos los pueblos, solo en los últimos tiempos se le ha

otorgado un interés particular.

Es a partir de 1945, cuando la Organización de las Naciones Unidas para la

Educación, la Ciencia y la Cultura manifiesta preocupación por la calidad del proceso

educativo en sus países miembros, especialmente, en lo que se refiere en la educación de

adultos. Las reuniones convocadas por la UNESCO pretenden conocer los logros y

limitaciones que en la materia han confrontado los países, y ofrece alternativas viables para

incrementar la calidad de vida en la población adulta, partiendo de la importancia que tiene

este sector productivo en el desarrollo integral.

Dos de los principios de la Andragogía son la horizontalidad y la participación. La

horizontalidad se refiere a una relación de igualdad de condiciones de adultez y experiencia

entre los actores involucrados en el proceso de aprendizaje, características que determinan

que los procesos educativos en cualquier etapa de la vida adulta, se organizan tomando en

cuenta la madurez, necesidades e intereses que le son propios. Se trata de una relación

entre iguales que se entienden mutuamente, con una comprensión y un entendimiento que

generan compromisos por metas comunes y objetivos individuales que no son vistos del

otro, sino propios en una totalidad.

De esta manera, el individuo va a trabajar y a ayudar a que el otro llegue hasta

donde sus potencialidades se lo permitan. La horizontalidad propicia que los individuos

inmersos en una situación de enseñanza y aprendizaje, sea cual sea su rol, estén en mayor
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capacidad de interpretar su propio conocimiento y la opinión que cada quien tiene sobre sí

mismo (Torres y Fermín, 1994).

La participación se entiende como el proceso de tomar decisiones en colectivo o

trabajar en equipo con otros en la ejecución de una tarea, es un dar y recibir, involucrarse

en una idea en común por lo tanto hay que precisar los temores, la desconfianza,

competencias, revisando constantemente las metas, adaptarlas o modificarlas, hay que

escuchar otras opiniones, compartir el liderazgo, destacar las emociones, motivaciones y

potencialidades de cada quien, se trata de aportar (Adam, 1977).

Es por ello, que las características cualitativas, adultez y experiencias, antes

señaladas se suman las características cuantitativas, referidas a los niveles de desarrollo de

comportamiento observables en función de los cambios físicos generales que se operan de

manera significativa en el adulto, estos cambios afectan el aprendizaje y deben ser

considerados en el momento de la planificación y la instrucción de acuerdo a las

características y necesidades de los participantes.

En tal sentido Adam (1987) señala que a partir de los cuarenta años, hay una

disminución da la capacidad auditiva, visual y tiempo de respuesta. Sin embargo esa

disminución de esas capacidades no impide que el ser humano alcance metas, por supuesto

que serán de acuerdo a sus fortalezas y debilidades y sobre esa matriz se establece la

Andragogia.

En suma, el principio de participación conduce a la interacción, el flujo o reflujo de

la información, diálogo y la confrontación experiencial de los protagonistas de una

situación andragógica de aprendizaje. El proceso andragógico de aprendizaje, en virtud de

los principios de horizontalidad y participación conducen a que tanto la planificación, los

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objetivos como las actividades por realizar se logren mediante una negociación mutua entre

facilitador y participante.

Otro postulado importante en la Andragogía es la flexibilidad, y consiste en

entender que los adultos, al poseer una carga educativa formativa, llenas de vivencias, sus

historias de vida, responsabilidades familiares y económicas, tengan la necesidad de

períodos de aprendizaje acordes a sus aptitudes y capacidad de realizar actividades para

aprender de manera eficiente.

Es por ello, que hay que comprender a los adultos, inmersos en la comunidad de

aprendizaje, en el cual comparten experiencias previas personales, modelos distintos, así

como otras actividades propias de cada uno que invita a la flexibilidad en los horarios. Se

puede precisar, que la flexibilidad se atribuye a comprender igualmente que los adultos

necesitan tiempos diferentes para los procesos de asimilación de sus aprendizajes

asociados con sus capacidades, aptitudes, habilidades y destrezas.

El adulto es algo más complejo pues, haber llegado a un límite determinado de

edad, madurez psicológica, características sociales y culturales indica que no son

problemas cronológicos solamente, sino también problemas inmersos en la sociedad, la

cual ejerce influencias decisivas en las diferencias individuales. De allí la necesidad de

determinar las características biológicas, psicológicas y sociales del adulto e indagar en qué

medida éstas puede favorecer o dificultar su proceso de aprendizaje.

Desde el punto de vista biológico, el individuo adulto se caracteriza por el total

desarrollo y funcionamiento de su anatomía orgánica, a diferencia de la adultez biológica,

la madurez psicológica varía notablemente de un individuo a otro. La adultez psíquica

implica el máximo grado en todas las funciones intelectuales, emocionales y cognitivas; la

experiencia vivida ha conformado la conciencia. La integración de sus motivaciones,


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conductas y actitudes, moldea su personalidad, tienen conocimientos de sí mismo porque

han integrado todos los elementos en la unidad biopsicosocial que es.

El adulto por ser una persona con un grado de madurez tal que le permite saber que

en él mismo está la responsabilidad de su crecimiento y de su vida, al decidirse dar el paso

a participar en un proceso de aprendizaje, es la actitud responsable de quien conoce lo que

hace, por qué lo realiza, por qué tiene ese comportamiento y los resultados que se originan

de su actuación.

En la actualidad se plantea que la inteligencia es múltiple y de acuerdo al

enfoque de la inteligencia exitosa (Stemberg, 1997) además de las aptitudes, refleja la

experiencia y la Educación, es necesario tomar en consideración la inteligencia práctica,

académica y creativa que responden a patrones distintos según la edad de los individuos, es

por ello que se afirma más bien de modificaciones que el declive de la inteligencia con la

edad. La inteligencia creativa ha sido la responsable de que hombres de edad avanzada

tengan éxitos en la ciencia, la literatura, tecnología e inclusive en la Política.

En lo social, la adultez comprende una serie de factores de tipo laboral, cívico

y jurídico e implica la aceptación de responsabilidades, independencia económica y

participación cívica e ideología con una política definida. Así pues, adulto es aquel que

asume determinados roles dentro de la estructura social como consecuencia de la

satisfacción de sus necesidades biopsicosociales.

Para concluir se puede plantear que la Andragogia es una ciencia basada en

principios de la horizontalidad, la participación en un proceso flexible. Así el participante

centra sus objetivos en el aprendizaje y no en la enseñanza, el aprendiz es el centro en

torno al cual gira todo el proceso. Se reconocen todas sus motivaciones, experiencias y

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diferencias individuales, lo que exige que el participante asuma sus responsabilidades de su

propia formación, su autodirección, la cooperación con el grupo del facilitador.

El adulto no sólo tiene capacidad de dirigir sus intereses y deseos de adquirir

conocimientos, sino de programar el aprendizaje de esos conocimientos para alcanzar los

objetivos que se propone. A tal efecto, el participante, considerado un adulto con un

desarrollo biopsicosocial totalmente definido; en el esquema andragógico, el aprendizaje

está en relación directa a los intereses que mueve el adulto a buscar aprender. De modo

pues, que la responsabilidad personal es indispensable en este modelo.

El adulto como participante tiene libertad para seleccionar sus programas,

analizarlos críticamente, por lo tanto debe ser capaz de autogestionar los procesos que lo

llevan a alcanzar los objetivos que se propone, ya que instruir no es acumular

conocimientos académicos, sino de producir el pensamiento y la creatividad.

En función de manejar su propio aprendizaje, el adulto debe considerar sus

fortalezas y limitaciones en cuanto a las metas a alcanzar dentro del proceso, el tiempo

disponible para ello, sus capacidades personales como el autocontrol, la canalización

adecuada de sus emociones en beneficio del grupo o participante a su cargo, debe

manifestar confianza en sí mismo, empatía, ser autodidacta, asertivo en la comunicación,

humilde, con flexibilidad mental, optimismo, expresar gratitud y otros.

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BIBLIOGRAFÍA.

Adam, F. (1977). Metodología andragógica. Anea Fidea. Caracas, Venezuela.

Adam, F. (1987). Andragogía y Docencia Universitaria. Fidea. Caracas, Venezuela.

Alcalá, A. (1999). Andragogía. Dirección de postgrado UNA. Caracas, Venezuela.

Sternberg, R. (1997). Inteligencia exitosa. Paidos. Barcelona, España.

Torres, P; Fermín, M. (1994). La praxis andragógica.ULA. Mérida, Venezuela

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