De la misma forma, la sobreprotección parental está asociada con el

desarrollo del narcisismo en los niños y adolescentes. Según Madero (2020) la

sobrevaloración o sobreprotección parental promueve el desarrollo de rasgos
narcisistas en los hijos; este estilo de crianza consiste en brindar un nivel alto
de apoyo a los menores, donde están presentes los elogios continuos y la
tendencia a calificar a estos como “super especiales”, “merecedores de todo” o
“mejores que otros”, entre otros calificativos.

Por otra parte, según De la Hoz (2020) el estilo de crianza basada en la

sobreprotección, puede generar el desarrollo del narcisismo de tres formas; la
primera de ellas por la constante sobreprotección y atención por parte de los
padres, ya que, el hijo puede tomarlo como que es merecedor de dicha
atención y de un trato especial, por ello, siempre esperaría recibir una atención
excesiva por parte del resto. El segundo, llega a ser por los constantes estados
de alarma de los padres, ya que, el menor puede tornarse demasiado
cuidadoso consigo mismo, priorizando su bienestar y propia seguridad.

Por último, la tercera forma de cómo se desarrolla el narcisismo es a

través de la tendencia de los padres a alejarlos de cualquier peligro y
mantenerlos a salvo, ya que, estas acciones pueden desencadenar que los
menores no tomen en cuenta las necesidades de los demás y se centren
excesivamente en sí mismos, por el mismo hecho de estar aislados y no tener
alguna interacción con los demás.
 la dinámica social y vulnerabilidad genética son factores de riesgo para
el desarrollo del TPN

Para Pereira (2022) el origen del narcisismo se establece por diversos

factores durante la infancia como la soledad, límites insuficientes o aprobación
condicional.

Según Madero (2020) la sobrevaloración o sobreprotección parental

promueve el desarrollo de rasgos narcisistas en los hijos; este estilo de crianza
consiste en brindar un nivel alto de apoyo a los menores, donde están
presentes los elogios continuos y la tendencia a calificar a estos como “super
especiales”, “merecedores de todo” o “mejores que otros”, entre otros
calificativos.
(Pi y Zou, 2021). La genética es un factor que predispone a la aparición
de un TNP puesto que, es probable que uno de los progenitores haya sido
diagnosticado con dicho trastorno y por ende haya pasado a otra generación,
esto es comprobado por un estudio que demuestra que la molécula 8-OH-DG
es un biomarcador de estrés oxidativo y esté relacionado al TNP