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Huacho, 2022
Resumen
El presente artículo científico que lleva como título: No siempre el fin justifica los
medios: Propuesta para regular el Síndrome de Alienación Parental como causal de suspensión
de la patria potestad en el Perú, se desarrolla en un contexto donde se observa un incremento de
casos de síndrome de alienación parental en procesos donde se discute principalmente la tenencia
de los niños, niñas y adolescentes. Así, “(…) para los Jueces de Familia de la Corte Superior de
Justicia de Lima, en el 70 % de los procesos de tenencia y/o de régimen de visitas llevados por
sus despachos, se determinaron indicadores que manifiestan la existencia de este problema”
(Fernández, 2017, p.2). Frente a ello, el propósito del presente estudio se basa en determinar los
sustentos sociojurídicos que permitirán incluir dentro del catálogo de causales de suspensión de
la patria potestad, regulado en el artículo 75° del Código de los Niños y Adolescentes, al
síndrome de alienación parental, a efectos de brindar una propuesta normativa encaminada a
dicho fin. Para ello se ha utilizado el análisis documental como técnica de recolección de datos,
al haber analizado de manera sucinta la Casación N° 2067-2010-Lima, jurisprudencia a nivel
nacional que define y desarrolla el contenido de dicho síndrome. Aunado a ello, a nivel
internacional en el acápite de Derecho Comparado se pudo evidenciar el tratamiento legislativo
que al respecto brindan México, España y Argentina. Respecto a la metodología utilizada, para el
desarrollo de la presente investigación, se ha recurrido al método analítico – sintético, inductivo,
deductivo, histórico, comparativo o derecho comparado y jurídico – propositivo. Finalmente, lo
innovador del presente artículo radica en establecer al síndrome de alienación parental como una
causal de suspensión de la patria potestad, debido a que, a la fecha solo se ha considerado dicho
tema de estudio como una causal de otorgamiento o variación de tenencia.
Palabras clave: Síndrome de Alienación Parental, patria potestad, tenencia, régimen de visitas.
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Introducción
Cabe puntualizar finalmente que, en la actualidad, se han realizado diversos estudios a nivel
internacional y nacional sobre el tema de estudio: Síndrome de Alienación Parental, pero
vinculado a la institución jurídica de reconocimiento o variación de tenencia. Así tenemos, la
investigación realizada por Echenique (2019) presentada ante nuestra Casa Superior de Estudios,
quien luego de realizar un arduo análisis recomienda:
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Capítulo I: Planteamiento del estudio
Dada la misma naturaleza del ser humano de interrelacionarse y establecer núcleos a fin
de sobrevivir y la tendencia que tiene a desarrollar lazos afectivos, es que se origina la familia,
como una institución relevante para el desarrollo del ser humano en cada estadio de la historia y
en cada núcleo concreto. A partir de ello, se tiene que la familia tiene la función de garantizar la
tutela de los derechos de sus integrantes. Sin embargo, ello no es óbice para que se produzcan
problemas dentro del núcleo familiar, que se pueden originar por posturas contradictorias entre
los cónyuges, aspectos sobre el cuidado de los hijos, infidelidades, insoportable vida en común,
etc. Ante ello, se concibe a la figura del divorcio cómo aquella que finaliza el vínculo
matrimonial, la misma que al no existir acuerdo entre los cónyuges implica un proceso judicial
engorroso y lento. Así como los pronunciamientos que puedan darse con respecto de la tenencia
y el régimen de visitas.
Ahora, es necesario señalar que estos conflictos familiares que son sometidos al ámbito
jurisdiccional generan no solo un desgaste a los padres, sino que también, afectan severamente a
los hijos. Cuando está de por medio un proceso de divorcio, uno de los cónyuges tiene la
tenencia de hecho de los hijos, y ante una disconformidad, sentimiento de odio o venganza
contra el otro progenitor, ocasiona un maltrato emocional indirecto sobre sus hijos al ponerlos en
contra del padre que no tiene la tenencia (generalmente) a través de engaños, mentiras, dramas;
lo que genera un sentimiento de rechazo o aversión del niño hacia su progenitor. Sin embargo, al
margen del sentimiento de rechazo, los niños que la padecen tienen a desarrollar baja autoestima,
introversión, depresión, problemas de personalidad o de conducta, entre otros. En síntesis, este
Síndrome es aquel en el que el progenitor modifica o perversa la conciencia de sus hijos,
empleando diversos métodos alineados a la mentira o tergiversación, a fin de impedir,
obstaculizar o romper sus relaciones con el otro progenitor.
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En consonancia con lo anterior, debemos señalar que se constituye cómo problema la no
regulación del Síndrome de Alienación Parental en los cuerpos normativos ya referidos. En tal
sentido el problema se redacta de la siguiente manera: ¿Cuáles son los sustentos que
determinarán la procedencia de la regulación del Síndrome de Alienación Parental cómo una
causal de suspensión de la patria de potestad para el padre que la practique?
Por último, consideramos que los sustentos que determinarán la regulación del Síndrome
de Alienación Parental como una causal de suspensión de la patria de potestad para el progenitor
que la practique son: i) el respeto a la dignidad inherente a los hijos y sus progenitores; ii) la
consolidación del derecho a la comunicación adecuada entre el hijo y sus progenitores; iii) la
defensa del derecho al desarrollo integral de niños y adolescente y; iv) el predominio del interés
superior del niño y el cumplimiento de los valores familiares. Entonces, a través de estos
fundamentos se busca generar debate a fin de que se pueda regular el Síndrome de Alienación
Parental como causal de suspensión de patria de potestad que afecte al padre que la origine. Con
la finalidad de evitar una afectación mayor al crecimiento emocional, afectivo, psicológico; por
tanto, al desarrollo integral de los niños y adolescentes, quiénes se ven severamente vulnerados
en estos contextos.
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Capítulo II: Desarrollo temático
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Ahora bien, luego de acuñarse dicho “término” algunos juristas buscaron brindar sus
aportes frente a la problemática, entre ellos resalta Duarte (2011), citado por (Gadelha, 2016)
quien plantea que el síndrome de alienación parental es una forma de maltrato o abuso, en el cual
un padre maneja la conciencia de los niños con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus
vínculos con el otro progenitor. Así mismo, Díaz (2006) citado por (Gadelha, 2016), expresa que
uno de los desencadenantes, por los cuales se establece el proceso alienante, es la dificultad de
elaborar el duelo tras la separación entre progenitores. Por tanto, este autor considera que la
degradación del ex-cónyuge, surge del deseo de venganza que siente cuando está indignado por
el final de la relación.
Richard Gardner (1998) citado por (Bolaño, 2016) propuso una serie de “síntomas
primarios” que generalmente presenta la víctima, los cuales se detallan a continuación:
1. Campaña de denigración: El niño, niña o adolescente repite frases de manera continua donde
se advierte una suerte de denigración en contra del progenitor alienado.
4. Fenómeno del "pensador independiente": Cuando especialistas le consultan al hijo alienado las
razones por las que muestra rechazo rotundo hacia uno de sus progenitores, responde que ello
obedece a una decisión completamente suya, negando que hayan influido terceras personas.
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6. La víctima del síndrome de alienación parental suele mostrar indiferencia a los sentimientos
de dolor que pudiera estar experimentando el progenitor alienado.
7. Presencia de argumentos prestados: Las frases o argumentos con las que se refiere al
progenitor alienado no corresponde a su edad y madurez mental, por lo que, se logra percibir que
ha sido ensayado y forma parte del lenguaje del padre o madre alienador.
Existen diferentes niveles de intensidad del rechazo que demuestra el niño, niña o
adolescente víctima del síndrome de alienación parental. A saber: rechazo leve, moderado o
intenso.
1.5. Consecuencias
A pesar que no existen muchos estudios sobre las consecuencias que una víctima del
síndrome de alienación parental va a experimentar a corto y largo plazo, lo que sí se ha podido
verificar, sobre todo cuando se produce el encuentro familiar, son reacciones de ansiedad,
angustia y miedo. Lo que puede ir acompañado de problemas de alimentación y sueño, conductas
agresivas (rebeldía) y poco control de esfínteres. En ese sentido, la sintomatología que presentan
son compatibles a los que generan otras modalidades de abuso infantil. Entre ellas encontramos:
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afrontar, por lo que deciden ingerir alimentos de manera o compulsiva o no comer, hecho que
generalmente el progenitor alienador utiliza para su conveniencia, ya que le atribuye al
progenitor alienado ser el causante del sufrimiento que experimenta el o la menor.
Trastornos de conducta:
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hechos que no se han cometido pero que, debido a la alta campaña de denigración
hacia el progenitor alienado, llegan a percibir como ciertas.
Como bien lo citaba Córtes Ortega (2010), el padre alienador es un padre abusador del
menor alienado, aquel que transforma la conciencia de su hijo mediante distintas estrategias, con
el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor, esto es, que
manipula al niño para que odie a su otro padre, lo daña psíquica y moralmente. Agregando que,
en consecuencia, el niño, dada su condición especial tanto física como mental en la que se
encuentra, razón por la cual se le protege, y que sirve de base al principio del “interés superior
del menor”, se ve impedido para oponerse a la manipulación que sobre él ejerza su progenitor
custodio; y tomando en consideración que el grado de vulnerabilidad del niño será inversamente
proporcional a su edad, es decir, a menor edad, mayor vulnerabilidad, cuando este es forzado a
sentir odio a la otra figura más amada, importante y necesaria para él, se le está causando un
trastorno en su integridad psíquica, equiparable a un trato cruel, inhumano y degradante, pues el
niño, por su propia naturaleza, se encuentra en un estado de indefensión, tanto física como
mental, que no puede oponerse y resistir ese maltrato; pero lo más grave aún es que sea uno de
sus propios progenitores quien lo fuerce a ello, porque este progenitor alienador no solo abusa de
la incapacidad física y mental de su hijo, sino que traiciona la enorme confianza y el gran amor
que este siente por él.
Por lo que siendo la alienación parental un atentado contra la integridad psíquica del
niño, capaz de producir un daño psíquico grave, es que la misma debe ser observada y por
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supuesto tratada como un tipo de violencia psicológica, capaz inclusive de tener una connotación
penal (delito de lesiones psicológicas), para lo cual podría perfectamente atenderse al grado o
intensidad de la alienación de los que ya hemos expuesto en este mismo artículo. En todo caso, el
tratamiento penal de la alienación parental tendrá que ceñirse asimismo a los parámetros
establecidos en la Ley N.° 30364, en lo que se refiere a la determinación del nivel de lesión
psicológica, tal y como lo establece el artículo 124-B que fue incorporado al Código Penal por la
Ley N.° 30364, citando que de conformidad con el instrumento técnico oficial especializado que
orienta la labor pericial, se entenderá: a. Falta de lesiones leves: nivel leve de daño psíquico. b.
Lesiones leves: nivel moderado de daño psíquico. c. Lesiones graves: nivel grave o muy grave de
daño psíquico. Debiendo claro está, aclararse los criterios que se tomarán en cuenta para
determinarse el nivel de daño psíquico, que por el momento resultan ser difusos en la norma.
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mantenido estático y nunca ha sido tomado como teoría para comprobarse, en realidad, algunos
han acusado a este síndrome de ser acientífico, porque no se encuentra recogido en las
clasificaciones de las enfermedades mentales que tienen mayor reconocimiento a nivel mundial
como la OMS.
Seguir estas teorías que niegan al SAP, sería tanto como aceptar que un niño no es de
ninguna manera manipulable, ni influenciable psicológicamente, lo cual no se condice con la
realidad, pues la inmadurez de un ser humano de corta edad lo hace altamente vulnerable a las
influencias y al adoctrinamiento de los adultos con los que convive, como decía el magistrado
español Francisco Serrano (2010), después de haber constatado a nivel profesional y de forma
personal, casos flagrantes de niños alienados, a nivel científico internacional no se puede negar la
existencia de una sintomatología característica de alienación en los hijos que han vivido
situaciones de ruptura traumática, no obstante, se discute si esa sintomatología reúne los
requisitos para ser calificada como un característico cuadro de trastorno mental, y que ese cuadro
pueda alcanzar la categoría de síndrome.
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relacionarse con él de ninguna forma” lo despache con un simple, señale: “eso no tiene
importancia, que no lo vea; ya pasará”. Con estos parámetros, creo que estamos en condiciones
de reconducir la cuestión a sus justos términos: de un lado, el reconocimiento de la relevancia
jurídica del interés del menor y del mantenimiento de las relaciones parentales tras la ruptura de
pareja de sus padres, y, de otro, la evidencia científica de que las patologías en las relaciones
parentales son contrarias a ese interés.
Por ello, acreditado el síndrome de alienación parental, el juez deberá entender que el
niño es víctima de maltrato por obra del padre alienador, debiendo asimismo apreciar el nivel o
grado de alienación, para tomar una decisión respecto de la tenencia. El Código Civil del Distrito
Federal en México, es bastante inflexible en ese sentido, ordenando la variación de la tenencia,
aún tratándose de casos de SAP leve y moderada. Existe también jurisprudencia comparada, que,
en casos de SAP leve, no necesariamente se dispone la variación de la tenencia o la pérdida de la
misma en perjuicio del padre alienador, sino que se dispone orientación psicológica, es decir, una
terapia a ambos progenitores y al menor alienado a fin de superarse esta patología, con el
expreso apercibimiento de variación de la tenencia en caso de que se siga percibiendo alienación.
En casos de SAP moderado, el juez deberá evaluar la conveniencia del menor de permanecer
bajo la custodia del padre alienador bajo este sistema de terapia, o en todo caso, disponer la
variación progresiva de la tenencia a favor del padre alienado. En casos de SAP severo, se
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dispone la variación de la tenencia, perdiendo el padre alienador la custodia, aun de manera
inmediata, a pesar de que el propio menor se muestre indócil a marcharse a vivir con el padre
alienado.
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Casación N° 370-2013-Ica del 06 de marzo del 2013. La Sala Civil Transitoria de la
Corte Suprema se pronunció sobre el Síndrome de Alienación Parental:
QUINTO.- Examinados los agravios reseñados en los acápites i), ii) y iii) del
considerando precedente, se advierte que la causal denunciada no satisface el
requisito de procedencia (…) asimismo existen actitudes por parte del menor que
reflejan un adiestramiento previo por parte del padre constituyéndose el Síndrome
de Alineación Parental, conforme se advierte de los hechos acaecidos en la
Audiencia Única, más aún si del informe psicológico practicado al padre
demandado de fojas ciento treinta y tres a ciento treinta y cuatro, se indica que es
‘‘emocionalmente inestable, asociado a una personalidad de temperamento
colérico […] apreciándose inmadurez para asumir la responsabilidad de su menor
hijo, haciendo que asuma dicha responsabilidad la esposa (madrastra del menor)’’:
siendo así los agravios invocados resultan improcedentes (…). (pp. 3-4)
Para Cárdenas (2015) en esta oportunidad el padre era una persona voluble y colérico,
quién no demostraba aptitudes para la tenencia de su hijo, lo que originó que esta se derive a la
madrasta del menor. El progenitor varón trasladó a la menor, sin consentimiento alguno de la
madre, a una ciudad distante, obstaculizando el vínculo de comunicación que debe existir entre
ellas, lo que se traduce en el derecho de comunicación del hijo con sus padres. De acuerdo a la
Convención sobre los Derechos del Niño y a la legislación nacional, debe respetarse el derecho
inherente a los niños y adolescentes que no cohabita con uno o ambos padres, de continuar con
los vínculos personales de comunicación y contacto directo de forma habitual, a no ser que esto
afecte a su interés. En tal sentido, constituyó un efecto del adiestramiento del padre hacia su hijo,
lo que generó desprecio del menor con respecto de su madre. Entonces, en este caso, nuevamente
el Síndrome coadyuvó a que debido al restablecimiento del vínculo materno-filial se le brinde la
tenencia a la madre.
En el Código Civil Mexicano del Distrito Federal del mismo país se ha normado al
Síndrome de Alienación Parental como una forma de violencia en la esfera familiar, obteniendo
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como sanción aquel que la practica, la pena privativa de la libertad. Se ha legislado así en razón
a la destrucción que le genera dicho Síndrome al niño y a la igualdad de derechos que tienen
ambos padres con respecto de sus hijos. Es así que la norma señalada prescribe en su artículo
323, que se presenta una situación de violencia intrafamiliar cuando uno de los integrantes
‘‘transforma la conciencia de un menor con el objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus
vínculos con uno de sus progenitores’’. Entonces, este artículo contiene el Síndrome estudiado, y
el Código indica que cuando la realiza alguno de los padres, le generará la suspensión de la patria
potestad, derecho de visitas o de convivencia que se le haya dictado. Además, que, la guarda y
custodia del menor pasará inmediatamente al otro padre, según sea la alienación de grado leve o
moderada. Si esta fuera severa, se suspenderá todo contacto existente con el progenitor alienador,
extendiéndose los efectos a su familia; aunado a ello, el menor llevará tratamiento según
diagnóstico del especialista correspondiente. Para concluir, la sanción que corresponde por
violencia en la esfera familiar es de pena privativa de la libertad de entre 6 meses a 6 años.
Cuerpo normativo específico sobre este Síndrome no existe; sin embargo, el artículo 94
del Código Civil, prescribe que: ‘‘El progenitor que no tenga consigo a los hijos menores o
incapacitados gozará del derecho de visitarlos, comunicar con ellos y tenerlos en su compañía. El
juez determinará el tiempo, modo y lugar del ejercicio de este derecho, que podrá limitar o
suspender si se dieren graves circunstancias que así lo aconsejen o se incumplieren grave o
reiteradamente los deberes impuestos por la resolución judicial’’. En interpretación de aquella
norma, se deduce que el juez puede limitar o suspender el derecho de comunicación y visita
cuando se presenten las circunstancias o incumplimientos señalados en el párrafo anteriormente.
En esa misma línea, en el año 2010 se aprobó la Ley N° 2/2010167 sobre la Igualdad en
las Relaciones Familiares ante la Ruptura de Convivencia de los padres, que tiene como objetivo
establecer la igualdad de oportunidades entre los progenitores para obtener la custodia de sus
menores hijos. En tal sentido, el magistrado puede adoptar preferentemente la custodia
compartida (solo si esta se solicita), en aras del interés superior del menor; a no ser que sea más
beneficioso para el menor la custodia individual.
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producción jurisprudencial que la alienación parental trasgrede el derecho humano al respeto de
la vida familiar del progenitor alienado, basándose en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de
Derechos Humanos, concretamente el Caso Mincheva contra Bulgaria, 2009.
2.1. Concepto
Para un mejor entendimiento, podemos definir a la patria potestad como una institución
jurídica que es propio del derecho de familia, mediante el cual la ley va a reconocer a los padres
una serie de derechos y deberes destinados a la defensa, cuidado personal y patrimonial de sus
hijos, los cuales se mantendrán hasta que estos adquieran plena capacidad de sus derechos.
Del Águila (2019), menciona que: “A los padres de un menor, nuestro ordenamiento
jurídico les reconoce por el solo hecho de serlo, un derecho-deber conocido como Patria
Potestad” (p.31).
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Por su lado, Varsi (2020) respecto a la patria potestad comenta que:
Padres e hijos, como sujetos de derechos, son iguales, pero en base a la patria
potestad los padres ejercen un control sobre las personas y bienes de sus hijos de
forma que, si bien hay igualdad, los padres son primus inter pares. (p. 366)
Nuestro Código Civil en su artículo 418º nos brinda una definición de la patria potestad,
en el cual prescribe que: “Por la patria potestad los padres tienen el deber y derecho de cuidar de
la persona y bienes de sus menores hijos”.
Podemos añadir también, como precisión, que la patria potestad tiene un origen natural y
anterior a la existencia del propio Estado, por ello, se menciona que a través de ley solamente
van a reconocer derechos y deberes que siempre ha existido.
Para conocer el origen de esta institución jurídica nos tenemos que remontar a la antigua
Roma, ya que la propia denominación de la “patria potestad” deriva del latín “patria potestas”, y
en aquellas épocas era ejercido por el “pater familias”, el cual era concebido como un poder que
tenía este frente a los demás miembros de su familia.
Pero al ser el “patria potestas” un poder y privilegio del padre, se caía en abusos y se
daban actos análogos de relación de amo y esclavo, por lo tanto, el padre tenía prácticamente en
sus manos la vida o muerte de sus hijos. Si lo deseaba al hijo podría alquilarlo, venderlo;
resaltando de esta manera, el carácter despótico de la patria potestad en el Derecho Romano.
No por nada Cornejo (1999) explica que: “En el Derecho romano primitivo, el jefe de la
familia era propietario de sus hijos como de sus esclavos: podía venderlos, entregarlos para que
reparasen el daño que hubiesen causado, exponerlos y condenarlos a muerte” (p.51)
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2.3. Derechos y deberes
Los derechos y deberes de los padres que ejercen la Patria Potestad están comprendidos
en el artículo 74º del Código de los Niños y Adolescentes, siendo las siguientes:
1) Velar por su desarrollo integral: ya que esta institución jurídica se origina a partir
de una necesidad natural, puesto que el ser humano va a requerir desde su nacimiento, durante su
infancia y adolescencia que lo críen, que lo eduquen, que estén permanentemente a su amparo y
protección, que prevalezca sus intereses, ello con la finalidad de potenciar cada aspecto de la
vida humana y pueda desenvolverse sin problemas en el futuro como una persona independiente.
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Código Civil, ambos derogados por la Ley Nº 30403, por el cual se prohibió expresamente el uso
del castigo físico y humillante contra los niños, niñas y adolescentes.
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2.4. Suspensión
2) Por ausencia judicialmente declarada del padre o de la madre: entonces dado que
no se tiene noticias sobre el paradero de uno de los padres por el periodo de 2 años, hay una
ausencia física permanente del padre o de la madre que le imposibilita ejercer la patria potestad.
3) Por darles órdenes, consejos o ejemplos que los corrompan: esta causal se basa en
el supuesto que el padre y la madre deben de ser modelos a seguir y estas actitudes deben
transmitirlo a sus hijos, y, por lo tanto, al incumplir este deber estaría formando indebidamente a
los menores de edad.
5) Por maltratarlos física o mentalmente: mediante esta causal se busca proteger a los
menores hijos de actos de violencia que afecten su integridad física y psicológica que puedan
realizar los padres. Lo cual va en concordancia con el objetivo de la ley Nº 30364, el cual busca
prevenir, erradicar y sancionar actos de violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar.
6) Por negarse a prestarles alimentos: como hemos visto en clases, el padre o la madre
tienen el deber de brindar alimentos a favor de sus hijos, esto con la finalidad de brindarles todo
lo necesario para asegurar su supervivencia. La problemática se origina cuando el padre o la
madre al tener ya una obligación alimentaria producto de un mandato judicial o acuerdo
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conciliatoria no cumple con el pago de la pensión alimentaria, conllevando a ser causal de
suspensión de la patria potestad.
8) Por haberse abierto proceso penal al padre o a la madre por delito en agravio de
sus hijos, o en perjuicio de los mismos o por cualquiera de los delitos previstos en los
artículos 107, 108-B, 110, 121-B, 122, 122-B, 125, 148-A, 153, 153-A, 153-B, 153-D, 153-E,
153-F, 153-G, 153-H, 153-I, 153-J, 170, 171, 172, 173, 174, 175, 176, 176-A, 177, 179, 179-A,
180, 181, 181-A, 182-A, 183, 183-A y 183-B del Código Penal, o por cualquiera de los delitos
establecidos en el Decreto Ley 25475, que establece la penalidad para los delitos de
terrorismo y los procedimientos para la investigación, la instrucción y el juicio: este literal
va a tener mucha relación con una de las causales de extinción de la patria potestad,
diferenciándose solamente al momento procesal en que se encuentre el padre o la madre,
admitiéndose la suspensión de la patria potestad cuando se ha iniciado procesos penales por los
delitos que se mencionan en la presente causal.
2.5. Extinción
Regulado en el artículo 77 del Código de los Niños y adolescentes, las causales serán:
a) Por muerte de los padres o del hijo: la muerte de los padres o de los hijos es un
hecho jurídico irreversible que pone fin a la persona humana, y al no presentarse uno o ambos
sujetos de la patria potestad será imposible su existencia.
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de edad que los ciudadanos peruanos, o en este caso los hijos, obtienen la plena capacidad de
ejercicio de sus derechos.
d) Por haber sido condenado por delito doloso cometido en agravio de sus hijos o en
perjuicio de los mismos o por la comisión de cualquiera de los delitos previstos en los
artículos 107, 108-B, 110, 121-B, 122, 122-B, 125, 148-A, 153, 153-A, 153-B, 153-D, 153-E,
153-F, 153-G, 153-H, 153-I, 153-J, 170, 171, 172, 173, 174, 175, 176, 176-A, 177, 179, 179-A,
180, 181, 181-A, 182-A, 183, 183-A y 183-B del Código Penal, o por cualquiera de los delitos
establecidos en el Decreto Ley 25475, que establece la penalidad para los delitos de
terrorismo y los procedimientos para la investigación, la instrucción y el juicio: Como se
comentó en la causal de suspensión de la patria potestad, el literal h) del artículo 75 del CNA,
aquí la diferencia es que el padre o madre sea condenado por alguno de los delitos mencionados
en el articulado, siendo requisito que exista una sentencia consentida o ejecutoria, que traerá
como consecuencia la extinción de la patria potestad.
e) Por reincidir en las causales señaladas en los incisos c), d), e) y f) del Artículo 75:
que serán: por darle órdenes, consejos o ejemplos que los corrompan, por permitirles la vagancia
o dedicarlos a la mendicidad, por maltratarlos física o mentalmente y por negarse a prestarles
alimentos.
f) Por cesar la incapacidad de hijo, conforme al Artículo 46 del Código Civil: el cual
nos habla de situaciones por los cuales un menor de edad puede adquirir la capacidad, estos son:
1. las personas mayores de dieciséis (16) años cesa por matrimonio o por obtener
título oficial que les autorice para ejercer una profesión u oficio.
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demandar y ser parte en los procesos de tenencia, alimentos y régimen de visitas a
favor de sus hijos e hijas: v) demandar y ser parte en los procesos de filiación
extramatrimonial de sus hijos e hijas; vi) celebrar conciliaciones extrajudiciales a
favor de sus hijos e hijas; vii) solicitar su inscripción en el Registro Único de
Identificación de Personas Naturales, tramitar la expedición y obtener su
Documento Nacional de Identidad y; viii) impugnar judicialmente la paternidad.
El principio del interés superior del niño está reconocido en nuestra legislación por medio
del Artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, el cual prescribe:
Es por ello que Del Águila (2019) comenta que “El principio del Interés Superior del
Niño debe en ese sentido, siempre aplicarse en toda decisión judicial o extrajudicial sobre la vida
de los menores […]” (p.19). A partir de ello podemos decir que el SAP a ser un tipo de violencia
hacia los hijos e ir contra el interés superior del ello, encuentra la fundamentación para poder
considerarse como una causal de suspensión de la patria potestad, y al darle la reincidencia su
extinción, y en caso de tomarse en cuenta, las decisiones adoptadas en contra de este principio
conllevarían a que las decisiones jurisdiccionales puedan ser objeto de impugnación.
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Capítulo III: Métodos
Este método se refiere a dos procesos intelectuales inversos que operan en unidad:
el análisis y la síntesis. El análisis es un procedimiento lógico que posibilita
descomponer mentalmente un todo en sus partes y cualidades, en sus múltiples
relaciones, propiedades y componentes. Permite estudiar el comportamiento de
cada parte. La síntesis es la operación inversa, que establece mentalmente la unión
o combinación de las partes previamente analizadas y posibilita descubrir
relaciones y características generales entre los elementos de la realidad. Funciona
sobre la base de la generalización de algunas características definidas a partir del
análisis. Debe contener solo aquello estrictamente necesario para comprender lo
que se sintetiza. (p.186)
Este método fue utilizado para el análisis de la situación problemática, luego de haber
valorado los distintos aspectos que se verifican en la actualidad y los antecedentes que sobre el
tema se han recopilado, a partir de dichos datos particulares se pudo llegar a una conclusión
general que se traduce en la necesidad de que el síndrome de alienación parental tenga una
regulación actual expresa en el Código de los Niños y Adolescentes, específicamente en su
artículo 75° como una causal de suspensión de la patria potestad que encuentra su justificante al
ser una modalidad de maltrato psicológico infringido a los niños, niñas y adolescentes por parte
de uno de sus progenitores. Al respecto, Rodríguez y Pérez (2017) señalan que:
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La inducción es una forma de razonamiento en la que se pasa del conocimiento de
casos particulares a un conocimiento más general, que refleja lo que hay de
común en los fenómenos individuales. Su base es la repetición de hechos y
fenómenos de la realidad, encontrando los rasgos comunes en un grupo definido,
para llegar a conclusiones de los aspectos que lo caracterizan. Las
generalizaciones a que se arriban tienen una base empírica. (p.10)
Este método, implantado por Aristóteles y sus discípulos, consiste en realizar un proceso
del pensamiento donde a partir de afirmaciones generales se pueda llegar a afirmaciones
específicas, utilizando las reglas de la lógica.
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De este modo, en el desarrollo del presente artículo ha sido necesario recurrir al ámbito
histórico en que se empezó a utilizar el término del síndrome de alienación parental para
justificar la necesidad de tomarse en consideración la propuesta que se formula; así, el psiquiatra
Richard Gardner alertó ya en el año de 1985, que se suscitaban denuncias falsas por abuso sexual
en contra de los niños y niñas, incitados por sus madres quienes sufrían una especie de trastorno
luego de la separación con su cónyuge. De igual forma, al conocer la evolución histórica de la
institución de la patria potestad, se puede comprender que este “poder” ejercido de padres a hijos
no es totalitaria y arbitraria, sino que se encuentra sujeto a una serie de limitaciones que brinda el
legislador a efectos de proteger la integridad de los menores.
(…) el derecho comparado es una técnica metodológica que permite ser utilizada
para realizar comparaciones entre dos o más materias en varios sistemas jurídicos.
Una ventaja que ofrece el método comparativo es que permite entender un orden
jurídico diferente que el propio y navegar a través de diferentes sistemas jurídicos
(…). (p.217)
En lo que nos concierne, se utilizó el derecho comparado para conocer con precisión
como los países de México, España y Argentina abordan en sus ordenamientos legales internos
el síndrome de alienación parental. Así, hemos observado, por ejemplo, que la legislación
argentina incluye en el catálogo de ilícitos penales a este Síndrome, asignándole una pena
ejemplar a quien resulte responsable.
Para Clavijo et al. (2014), el método jurídico – propositivo “se caracteriza porque evalúa
fallas de los sistemas o normas, a fin de proponer o aportar posibles soluciones” (p.50).
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suspensión de la patria potestad, al constituir una modalidad de maltrato psicológico de los
progenitores hacia sus hijos.
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Capítulo IV: Conclusiones
SEGUNDO: - Se concluye que, Los criterios que permitirán regular al Síndrome de Alienación
Parental como una causal de suspensión de la patria potestad son: i) el respeto a la dignidad
inherente a los hijos y sus progenitores; ii) la consolidación del derecho a la comunicación
adecuada entre el hijo y sus progenitores; iii) la defensa del derecho al desarrollo integral de
niños y adolescentes y; iv) el predominio del interés superior del niño y el cumplimiento de los
valores familiares.
TERCERO: - Se concluye que, es necesario que los Jueces de Familia en casos donde se discuta
la tenencia, evalúen también si es que ambos se encuentran en la capacidad de ejercer la patria
potestad, debiendo contar con el apoyo de un equipo multidisciplinario que pueda evaluar
psicológicamente tanto al demandante, demandado y niño o niña de quien su tenencia se
pretenda, a efectos de verificar si se encuentran indicios reveladores del Síndrome de Alienación
Parental. Respecto al instrumento que deberán utilizar, debe aplicarse de manera supletoria lo
establecido en el artículo 124 – B del Código Penal que establece que el nivel del daño psíquico
es determinado a través de un examen pericial o cualquier otro medio idóneo, con la siguiente
equivalencia: Falta de lesiones leves: nivel leve de daño psíquico, lesiones leves: nivel moderado
de daño psíquico, lesiones graves: nivel grave o muy grave de daño psíquico.
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Capítulo V: Recomendación
Texto actual:
30
Extremo de la modificatoria:
31
Capítulo VI: Bibliografía
Cárdenas, L. (2015). ¡No quiero ser alienado! ¿Qué ha dicho la jurisprudencia sobre el
síndrome de alienación parental? La Ley.
https://laley.pe/art/2449/no-quiero-ser-alienado
Clavijo, D., Guerra, D. & Yáñez, D. (2014). Método, metodología y técnicas de la investigación
https://fui.corteconstitucional.gov.co/doc/pub/31-08-2017_7b9061_60327073.pdf
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Grajales, T. (2002). La metodología de la investigación histórica: una crisis compartida. Revista
Enfoques, 14 (1), 5 – 21. https://www.redalyc.org/pdf/259/25914104.pdf
http://revistaderecho.um.edu.uy/wp-content/uploads/2014/10/Howard-El-sindrome-de-
alienacion-parental.pdf
https://www.redalyc.org/pdf/427/42712107.pdf
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