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Preparado: Ing. Claudio O. Mancini
Materias flotantes
Gruesas Materias suspensión Filtración y clarificac ión
Materias que precipitan
Aceite
Organicas Grasas Tratamient o químico
Azúcar
Bicarbonat os CO 3 H 2 Ca
Sulfatos SO 4 Mg Tratamient o quimico
Molecular Cloruros CL2 Na Intercambi o iónico
Nitratos NO Fe Desmineral izado
3
etc. Al
Oxigeno O 2
Gases Anhidrido Carbonico CO 2 Desgasific ación química y térmica
Nitrógeno N
2
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Para hallar el equivalente en Ca. CO3 de los compuestos que puede tener un agua,
se dan los factores para lo cual hay que multiplicarlo (ver hoja aparte).
La dureza creciente disminuye la potabilidad del agua y en general puede
aceptarse la siguiente clasificación para definir la dureza:
En forma general podemos decir que aquellos generadores de vapor que trabajan
hasta 40 atmósfera de presión, la dureza del agua a reponer no debe pasar de
0,1°F., (Gc. Francés) para no ocasionar mayores inconvenientes.
Para presiones de hasta 80 atmósferas no debe observarse mas de 0,05°F y para
presiones mayores el agua no debe indicar presencia de dureza. (0°F).
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LOS PROBLEMAS CREADOS POR EL AGUA EN LOS GENERADORES DE
VAPOR.
Cuando los generadores de vapor son alimentados con agua inapropiada se
producen una serie de inconvenientes y perturbaciones que por el tratamiento del
agua se trata de corregirlos. Estos inconvenientes son:
Instalaciones en la superficie de calefacción.
Arrastre de partículas, con depósitos en los sobrecalentadores y alabes de
turbina.
Corrosiones generalizadas ó localizadas que reducen considerablemente la vida
útil del generador de vapor.
3.A.- INCRUSTACIONES
Este inconveniente es el más comúnmente observado y es producido por la
precipitación adherente sobre las paredes de las calderas, de las sales
correspondientes a depósitos de carbonatos y silicatos de calcio y magnesio,
formados debido una excesiva concentración de estos componentes en el agua de
alimentación y/o regímenes de purga que contienen las aguas de alimentación.
Las sales de calcio y magnesio tienen la particularidad de que su solubilidad
decrece con la temperatura. Los sulfatos, cloruros y nitratos de calcio y magnesio
forman incrustaciones duras y muy compactas, difíciles de remover donde para
eliminarlas deberán utilizarse medios mecánicos (como el turbinado con tubos
rectos y pared de tubos con tapas de inspección), o por métodos de limpieza
ácida.
Los carbonatos y bicarbonatos de calcio y magnesio, forman incrustaciones
blandas de relativamente fácil disgregación, y estos fangos son arrastrados por
la purga de fondo.
La sílice que en determinadas condiciones es también incrustante, forma una
deposición muy dura. Las incrustaciones se eliminarán casi totalmente operando
con aguas de baja dureza y llevando al mínimo el contenido de sílice.
La presencia de incrustaciones en una caldera es especialmente grave debido a su
baja conductividad térmica actúa como aislante térmico, provocando problemas
de refrigeración de las superficies metálicas y puede llegar a causar daños por
sobrecalentamiento . A medida que aumenta el espesor de la capa de
incrustaciones, para un mismo flujo de calor, aumenta la temperatura del metal.
La formación de incrustaciones en una caldera puede ser prevenida tratando el
agua de alimentación y manteniendo adecuados regímenes de purga.
- Un desprendimiento brusco de la incrustación, provoca vaporización
espontanea que pueden derivar en explosiones difíciles de controlar.
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M - Tube Wal Temp.
BW- Boile Water Temp.
M
800°F
M M
600°F 600°F
BW BW
470°F BW 470°F
370°F
1 2 3
CLEAN TUBE WALL DEPOSITSON TUBE WALL
B oiler water
H ot gas
B oiler tube wall
3.B.- ARRASTRES
El arrastre puede ser producido por las siguientes causas:
- Exceso de sólidos
Quimico - Detergente s - Depositos sobrec., recal. válvulas, etc.
- Materiales oleosos
- Daños en los separadores Daños - Daños turbina
- Nivel excesivo
Macánico
- Carga excesiva - Pérdida de producción
- Mal diseño de los separadores
Las sales de sodio tienen una solubilidad que aumenta con la temperatura.
El aumento de sólidos disueltos en el agua otorgan una mayor viscosidad a esta,
dificultando la liberación de la burbuja de vapor llegando con altos contenidos de
sólidos a ebulliciones tumultuosas que dan origen a arrastres de agua por el
vapor. La presencia de grasas o aceites minerales, dan origen también a la
formación de espumas donde el nivel del cuerpo cilíndrico resulta incierto.
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3.C.- CORROSIONES
La disminución de la vida útil de los generadores de vapor producida por la
corrosión, en general es el mas grave de todos los problemas que se deben
afrontar en la operación, mantenimiento y conservación de esas unidades.
Podemos definir varios tipos de corrosión, haciendo notar que es muy raro que se
presenten en forma aislada, manifestándose casi siempre en forma combinada.
Cuando un líquido (agua, actuando como un electrolito) se encuentra en contacto
con un metal, los iones (partículas elementales) de este ultimo tienen tendencia a
pasar al liquido. En el electrolito constituido por el agua del generador de vapor,
siempre una pequeña cantidad de la misma se encuentra disociada en iones
oxidrilo (OH) e iones hidrógeno (H). En el caso del sistema agua hierro
predomina el sentido de pasaje de metal a liquido.
Cuando el pH de la solución esta alrededor de cinco, la diferencia de potencial es
elevada, produciéndose el ataque al metal y el ion Fe-se combina con el OH
formándose Fe (OH)2, quedando H libre que es el causante del ataque
microestructural. Este ataque es importante en calderas que trabajan a alta
presión.
A medida que aumenta el “pH” por encima de 5 el potencial hidrogeno de la
superficie disminuye hasta que, para fines prácticos, la agresión del hidrogeno se
detiene cuando el pH es igual a 9,4.
En la corrosión debida a la evolución de hidrógeno, los puntos de ataque cambian
continuamente, produciéndose una agresión de la superficie del metal.
El proceso de corrosión que puede ocurrir, puede diferenciarse en:
Uniforme: Es el proceso que se caracteriza por un ataque homogéneo del metal,
reduciendo el espesor en forma uniforme.
Localizada: Es una corrosión caracterizada por el ataque puntiforme del metal,
siendo muy peligroso por el hecho de perforar el metal en un periodo de tiempo
reducido. En el uso de agua en la generacion de vapor nos vemos obligados a
tener en cuenta que durante la misma la caldera se ve somentida a distintos
procesos de corrosión e incrustación. Estos proceso con llevan al deterioro
continuo del equipo, produciendo aumento consumo de energia para mantener el
suministro de vapor
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Corrosión Cáustica.
La corrosión cáustica se produce por una sobreconcentración local en zonas de
elevadas cargas térmicas (fogón, cámara trasera, etc.) de sales alcalinas como la
soda cáustica.
Este tipo de corrosión se manifiesta en forma de cavidades profundas,
semejantes al “pitting” por oxígeno, rellenas de óxidos de color negro, presentes
solamente en las zonas de elevada liberación térmica (fogón, placa trasera y
cámara trasera) de una caldera.
La corrosión cáustica puede ser prevenida manteniendo la alcalinidad, OH libre y
pH del agua de la caldera dentro de los límites recomendados.
pH:
El pH representa las características ácidas o alcalinas del agua, por lo que su
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control es esencial para prevenir problemas de corrosión (bajo pH) y depósitos
(alto pH).
Dureza:
La dureza del agua cuantifica principalmente la cantidad de iones de calcio y
magnesio presentes en el agua, los que favorecen la formación de depósitos e
incrustaciones difíciles de remover sobre las superficies de transferencia de calor
de una caldera.
Oxígeno:
El oxígeno presente en el agua favorece la corrosión de los componentes
metálicos de una caldera. La presión y temperatura aumentan la velocidad con
que se produce la corrosión.
Hierro y cobre:
El hierro y el cobre forman depósitos que deterioran la transferencia de calor. Se
pueden utilizar filtros para remover estas sustancias.
Dióxido de carbono:
El dióxido de carbono, al igual que el oxígeno, favorecen la corrosión. Este tipo
de corrosión se manifiesta en forma de ranuras y no de tubérculos como los
resultantes de la corrosión por oxígeno.
La corrosión en las líneas de retorno de condensado generalmente es causada por
el dióxido de carbono. El CO2 se disuelve en agua (condensado), produciendo
ácido carbónico. La corrosión causada por el ácido carbónico ocurrirá bajo el
nivel del agua y puede ser identificada por las ranuras o canales que se forman
en el metal.
Aceite:
El aceite favorece la formación de espuma y como consecuencia el arrastre al
vapor.
Fosfato:
El fosfato se utiliza para controlar el pH y dar protección contra la dureza.
Sólidos disueltos:
Los sólidos disueltos la cantidad de sólidos (impurezas) disueltas en al agua.
Sólidos en suspensión:
Los sólidos en suspensión representan la cantidad desólidos (impurezas)
presentes en suspensión (no disueltas) en el agua.
Secuestrantes de oxígeno:
Los secuestrantes de oxígeno corresponden a productos químicos (sulfitos,
hidrazina, hidroquinona, etc.) utilizados para remover el oxígeno residual del
agua.
Sílice:
La sílice presente en el agua de alimentación puede formar incrustaciones duras
(silicatos) o de muy baja conductividad térmica (silicatos de calcio y magnesio).
Alcalinidad:
Representa la cantidad de carbonatos, bicarbonatos, hidróxidos y silicatos o
fosfatos en el agua. La alcalinidad del agua de alimentación es importante, ya
que, representa una fuente potencial de depósitos.
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Conductividad:
La conductividad del agua permite controlar la cantidad de sales (iones)
disueltas en el agua.
El análisis y el control de estos parámetros químico permiten tener una clara
perspectiva de lo que está sucediendo dentro de la caldera.
Por lo visto, como el agua que va a ser utilizada para la producción de vapor
requiere de unas características fisicoquímicas imprescindibles para evitar
problemas en los equipos y a medida que la presión de trabajo aumenta, la
calidad del agua de alimentación es más exigente, y también se incrementa la
calidad con el tipo de generador utilizado y con el uso del vapor producido, por lo
cual la calidad del agua de alimentación a la caldera debe ser la mejor posible.
Esto debería ser tenido en cuenta para todo tipo de calderas, pues representa un
gran ahorro económico tanto desde el punto de vista energético, como de
disminución de los costes del tratamiento interno del agua.
La calidad de agua requerida es diferente según la presión de trabajo, según el
tipo de caldera de que se trate y según el uso del vapor producido. La calidad
debe hacerse extensible a todas las corrientes que intervienen en la generación de
vapor: agua de reposición, agua de alimentación, agua interior de caldera,
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condensados, vapor sobrecalentado, vapor recalentado. Si se trabaja con criterios
de calidad recomendados y se trata de emplear las mejores técnicas disponibles,
se logrará disminuir los problemas debidos a fenómenos ya vistos, como las
incrustaciones o corrosión, mejorar la eficiencia energética, permitiendo
disminuir el caudal de purgas (tirando, por tanto, menos agua caliente y
aportando menos agua “fría”) y disminuir los costos de aditivos aplicados como
consecuencia de la disminución de caudales y de la eliminación de sales
formadoras de depósitos.
Recordemos, según ya vimos, las calderas se clasifican de acuerdo a la forma de
circulación del agua:
– Calderas acuotubulares: en la cuales dentro de los tubos circula el agua y el
vapor, y por fuera circulan los gases de combustión. Este tipo de calderas son
generalmente utilizadas para sistemas de media, alta y muy alta presión.
– Calderas pirotubulares o humotubulares: en ellas, los gases de combustión
pasan por dentro de los tubos y estos se encuentran sumergidos en el agua que se
va calentando y formando el vapor. Puede ser de uno a cuatro pasos; el mayor
número de pasos indica un mayor aprovechamiento de la energía calórica de los
gases de combustión. Las calderas pirotubulares son típicas de pequeñas
instalaciones y normalmente con presiones inferiores a 20 kg/cm2.
En el caso de producción de vapor para usos térmicos, las exigencias de calidad
de éste son mucho más bajas que si se trata de vapor de usos energéticos (vapor
para uso en turbinas). A su vez, el vapor alimentario tiene que cumplir unas
reglamentaciones específicas en cuanto a los aditivos incorporados.
Es que por ello , vamos a considerar dos tipos de tratamientos del agua:
1-los primarios, que son aquellos realizados al agua bruta para adecuar sus
características a las de alimentación a los generadores de vapor;
2-los secundarios , que son los realizados ya al agua que alimenta a las
calderas y al propio tratamiento interno de las mismas.
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la formación de precipitados que pueden originar incrustaciones o lodos,
dependiendo de su naturaleza y de la capacidad acondicionadora de los
estabilizantes aplicados. Los depósitos formados tienen una baja conductividad
térmica y originan una pérdida importante de la transferencia de calor, lo que
puede desencadenar una serie de acontecimientos que pueden terminar en
roturas. La mejor prevención parte del cumplimiento de la calidad de las aguas y,
en su caso, de la aplicación del tratamiento antiincrustante o estabilizante más
adecuado.
En calderas de plantas de cogeneración de media y alta presión y en calderas de
muy alta presión, puede recurrirse a un tratamiento todo volátil (AVT), en el que
todos los productos adicionados son volátiles, por tanto, quedan excluidos los
tratamientos estabilizantes a base de fosfatos, fosfonatos o poliacrilatos, cuando
se aplican los tratamientos basados en la utilización de fosfatos, ya sea como
fosfato congruente o como fosfato total se debe mantener la relación Na/PO4 -3
<3 para evitar la aparición de alcalinidad mineral libre y prevenir la fragilidad
cáustica. En calderas de media y baja presión, los productos antiincrustantes y
estabilizantes utilizados deben garantizar la estabilidad de las sales y evitar la
formación de incrustaciones, ya sea manteniendo las mismas en solución incluso
por encima de sus valores de saturación o ya sea por formación de precipitados
no adherentes extraíbles por las purgas de fondo.
Los tratamientos habituales a base de fosfatos, junto con el mantenimiento de los
valores de pH y alcalinidad adecuados, pueden ser suficientes para controlar las
incrustaciones. No obstante, estos tratamientos pueden ser reforzados con la
presencia de otros componentes tales como compuestos de fósforo orgánicos
derivados de ácidos policarboxílicos, lignosulfonatos, etc.
Los tratamientos a base de fosfatos basan su acción en la formación de
precipitados no adherentes, fundamentalmente con las sales de calcio, mientras
que la aplicación de los policarboxílicos permite mantener las sales en solución
incluso por encima de sus productos de solubilidad, para ser eliminadas por las
purgas continuas. En las calderas de alta y muy alta presión, el tratamiento de
fosfatos, además de evitar la incrustación de las sales, permite controlar el pH
del agua de la caldera. La presencia de ácido carbónico, silícico y ácidos
orgánicos, puede disminuir los pH del vapor y condensados producidos. Estos pH
deben ser corregidos y estabilizados en un valor próximo a 9 y para ello se
utilizan alcalinizantes volátiles, que en el caso del vapor para turbinas deben
afectar mínimamente a la conductividad catiónica.
Conclusión
El mejor tratamiento interno del agua de los generadores de vapor debe
comenzar por la calidad del agua de alimentación (agua de reposición y
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condensado recuperado), ya que la mejor calidad del agua permite disminuir los
costes de operación y mantenimiento alargando la vida útil de los equipos.
En caso de ser necesario se debe evaluar la necesidad de colocar una planta de
tratamiento de agua de alimentación, esto en general es impescindible para
calderas acuotubulares.
Una planta de tratamiento de agua debe estar compuesta de los siguientes
equipos:
– Equipo para separar los sólidos suspendidos: como por ejemplo filtros.
– Un proceso de ablandamiento del agua: con una resina de intercambio iónico
por ejemplo.
– Una vez acondicionada, el agua se agrega a la caldera, en ese punto es
necesario adicionarle algunos productos que ayuden a mantenerla en las mismas
condiciones ideales, por ejemplo secuestrante de oxígeno, alcalinizante, etc.
6.1 Ablandadores
La función de los ablandadores es eliminar los iones de Ca y Mg, que conforman
la dureza del agua y favorecen la formación de incrustaciones en una caldera.
Figura n°9: Ablandadores.
El principio de funcionamiento de estos equipos se basa en un proceso llamado
“intercambio iónico”, que consiste en la sustitución de estos iones por sodio (Na)
para obtener agua para ser utilizada en calderas.
Los ablandadores están compuestos por resinas, que poseen una capacidad de
intercambio de iones de calcio y magnesio por sodio.
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Agua Dura Resina Agua Blanda
Ca(HCO3)2
Mg(HCO3)2
CaSO4 NaHCO3
MgSO4 + R – Na ----------------> Na2SO4
CaCl2 NaCl
MgCl2
NaCl
En el caso de que la capacidad de entrega de agua blanda de estos equipos se
vea disminuida (agua entregada con dureza mayor a 6 ppm expresada como
CaCO3), es necesario llevar a cabo una regeneración para recuperar la capacidad
de intercambio de las resinas.
La regeneración es realizada con sal sódica (NaCl) de calidad técnica con una
concentración de 150 a 250 gr/l de resina.
6.2 Desgasificador
La función de un desgasificador en una planta térmica es eliminar el oxígeno y
dióxido de carbono disuelto en el agua de alimentación de las calderas para
prevenir problemas de corrosión o “pitting”.
Figura n°10: Desgasificador.
En la figura n°10 se muestra el arreglo típico de l os desgasificadores
generalmente utilizados para eliminar los gases disueltos del agua de
alimentación
de las calderas.
Los componentes principales de un desgasificador, identificados en la figura
anterior, son los siguientes:
(1) : Torre de desgasificación.
(2) : Estanque de agua de alimentación.
(3) : Manómetro.
(4) : Termómetro bimetálico.
(5) : Nivel de agua.
(6) : Válvula venteo.
(7) : Válvula drenaje estanque de agua alimentación.
(8) : Válvula retención línea retorno de condensado.
(9) : Válvula retención línea agua de reposición.
(10) : Válvula rompedora de vacío.
(11) : Trampa de vapor de flotador para el rebalse.
(12) : Válvula reductora de presión de vapor.
(13) : Filtro línea vapor.
(14) : Válvula de paso línea vapor.
(15) : Válvula de seguridad.
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(16) : Válvula de paso línea vapor.
(17) : Válvula de retención línea vapor.
(18) : Control de nivel.
(19) : Botella control de nivel.
(20) : Válvulas de paso control de nivel.
(21) : Controlador de nivel.
(22) : Válvula solenoide.
(23) : Filtro línea agua de reposición.
(24) : Válvulas de paso línea agua de reposición.
(25) : Válvula termostática (control temperatura agua estanque
almacenamiento).
(26) : Filtro línea vapor (calentamiento agua estanque almacenamiento).
(27) : Válvula de paso línea vapor (calentamiento agua estanque
almacenamiento).
(28) : Válvula de retención línea vapor.
El principio de funcionamiento de los desgasificadores se basa en el hecho que la
solubilidad de los gases disueltos en el agua (O2 y CO2) disminuye cuando el
agua está en el punto de ebullición (100 °C a presi ón atmosférica), tal como lo
muestra la figura n°11.
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Es conveniente la instalación de un filtro de malla metálica tipo “Y” al principio
de la cañería principal de transporte de agua, a los fines de proteger todos los
artefactos y accesorios que se irán instalando en la línea. Esos filtros son de fácil
colocación y limpieza, estableciéndose su periodicidad en base a las condiciones
del agua ingresante.
Por otra parte los lodos deben ser extraídos periódicamente, así la densidad del
agua se mantiene dentro de los límites admisibles logrando el máximo de
rendimiento y de seguridad. Se debe tener presente que las purgas serán
periódicas en intervalos regulares con frecuencia de apertura plena por tiempos
no mayores de 5 segundos.
En cuanto a la velocidad del agua, el valor de las cargas inductivas varía
proporcionalmente a la velocidad de desplazamiento del agua en el campo
magnético. Una velocidad reducida engendra cargas demasiado débiles para
modificar las estructuras de las sales calcáreas.
Por otra parte, la velocidad no es ilimitada. A velocidad elevada, el campo
magnético deja las cargas débiles e insuficientes. Esta es la razón por la cual
cada uno de los aparatos tiene una curva propia de rendimiento.
Se debe tener en cuenta que un agua que contenga más de 0,5 g/l de hierro (esto
no se da nunca en las de consumo) necesita un tratamiento particular para
eliminar el hierro. Salvo esta limitación, puede usarse con aguas suaves,
semiduras o muy duras.
Por último se debe tener en cuenta que el agua conserva las propiedades
anticalcáreas y calcáreas durante aproximadamente tres días.
Intercambio Iónico
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Depende la calidad del agua de alimentación y la
requerida para su proceso, se diseña la
configuración adecuada, consúltenos y con
gusto le ayudaremos a definir el proceso de
intercambio iónico para cubrir sus necesidades.
Trabajamos con resinas para el proceso de
ablandamiento de agua, con moderna tecnología
para aplicar en automatización de equipos a
muy bajos costos, desterrando totalmente las pérdidas de costosas horas en la
regeneración de ablandadores.
OSMOSIS INVERSA
Como ya manifestamos, hay procesos en los que el agua no debe contener sales
minerales, o mantener condiciones asépticas, ya sea para uso medicinal o
alimentario, se utiliza equipos de filtrado siendo la osmosis inversa, la que puede
llegar a separar elementos de hasta 0,00005 micras por encima de esta medida
quedan prácticamente toda las sales, virus y bacterias.
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