Está en la página 1de 196

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

CARRERA DE PSICOLOGÍA INFANTIL Y

PSICORREHABILITACIÓN

Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral

en Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito

Trabajo de titulación modalidad proyecto de investigación previo a la obtención del título de

Psicóloga Infantil y Psicorrehabilitadora

AUTORA: Rosero Pérez Darlín Antonelia

TUTORA: MSc. Alba Yolanda Riera Recalde

Quito, 2020
A. PRELIMINARES

DERECHOS DE AUTOR

Yo, Darlin Antonelia Rosero Pérez, en calidad de autora y titular de los derechos morales y

patrimoniales del trabajo de titulación Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa

de Atención Integral en Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito, modalidad

Proyecto de Investigación, de conformidad con el Art. 114 del CÓDIGO ORGÁNICO DE LA

ECONOMÍA SOCIAL DE LOS CONOCIMIENTOS, CREATIVIDAD E INNOVACIÓN,

concedo a favor de la Universidad Central del Ecuador una licencia gratuita, intransferible y no

exclusiva para el uso no comercial de la obra, con fines estrictamente académicos. Conservo a mi

favor todos los derechos de autor sobre la obra, establecidos en la normativa citada.

Así mismo, autorizo a la Universidad Central del Ecuador para que realice la digitalización y

publicación de este trabajo de titulación en el repositorio virtual, de conformidad a lo dispuesto en

el Art. 144 de la Ley Orgánica de Educación Superior.

La autora declara que la obra objeto de la presente autorización es original en su forma de

expresión y no infringe el derecho de autor de terceros, asumiendo la responsabilidad por cualquier

reclamación que pudiera presentarse por esta causa y liberando a la Universidad de toda

responsabilidad.

Firma: _______________________________

Nombres y Apellidos: Darlín Antonelia Rosero Pérez

C.C. 1723381875

Dirección electrónica: darlin-rosero@hotmail.com

ii
APROBACIÓN DE LA TUTORA

En mi calidad de Tutora del Trabajo de Titulación, presentado por DARLÍN ANTONELIA

ROSERO PÉREZ, para optar por el Grado de Psicóloga Infantil y Psicorrehabilitadora; cuyo

título es: MIEDO A LA MUERTE Y AL PROCESO DE MORIR EN UN PROGRAMA DE

ATENCIÓN INTEGRAL EN ADULTOS MAYORES DEL DISTRITO

METROPOLITANO DE QUITO, considero que dicho trabajo reúne los requisitos y méritos

suficientes para ser sometido a la presentación pública y evaluación por parte del tribunal

examinador que se designe.

En la ciudad de Quito, a los 7 días del mes de febrero del 2020.

_______________________________________

MSc. Alba Yolanda Riera Recalde

DOCENTE -TUTORA

C.C. 1716037716

iii
DEDICATORIA

Dedico el presente trabajo de investigación a Dios, por haberme permitido culminar mis

estudios con éxito, ser mi fortaleza cada día y cumplir mis sueños con su infinito amor y bondad.

La gloria y la honra es y siempre será para ti Señor.

A mis padres, Rossana Pérez Castillo y Paúl Rosero Vásconez, por brindarme su amor, su

paciencia y su apoyo incondicional, por estar cuando más los necesito y depositar en mí su entera

confianza.

A mis hermanos, Ismael, André, Paulette, y Noah, por su cariño y alegría, son quienes en su

momento me enseñaron que la carrera no se trata de quien más rápido llega a la meta, sino de

amar y disfrutar lo que haces, resistir en el camino y no darse por vencido.

A todos/as los adultos mayores del Programa “Canas de Vida” que me acogieron en sus

brazos, me brindaron su valioso tiempo y sus sabios consejos.

Darlín Rosero Pérez.

iv
AGRADECIMIENTO

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;

siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” Isaías 41:10

Agradezco a Dios, por ser mi refugio y mi fortaleza, por ser la luz en mi camino, estar

conmigo siempre y recordarme que todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

A mi amorosa familia, en especial a mis padres, que han cultivado en mí el anhelo de

superarme cada día, gracias por sus oraciones, su trabajo y esfuerzo, ustedes son quienes me han

permitido cumplir una meta más.

A Bryan, mi amor, quien ha permanecido a mi lado durante todo este proceso, quien me

anima en momentos difíciles y me recuerda que todo lo puedo lograr con perseverancia.

A todos aquellos docentes de la Facultad de Ciencias Psicológicas, que han impartido sus

conocimientos y me han forjado profesionalmente. Agradezco a la MSc. Alba Riera, quien me

acogió bajo su tutela, su guía me ha permitido culminar el presente trabajo de investigación, así

mismo, un sincero agradecimiento a la MSc. Clara Sosa, por sus enseñanzas y apoyo

incondicional durante toda la carrera.

A las autoridades del Gobierno Autónomo Descentralizado de la Parroquia Rural de Calderón,

por aprobar mi investigación en su Programa “Canas de Vida”. Gracias a cada uno de los

talleristas por su comprensión y tiempo, de igual manera, un especial reconocimiento a todos/as

los adultos mayores que participaron alegremente en el trabajo de investigación, sin su ayuda

nada de esto hubiera sido posible.

v
ÍNDICE DE CONTENIDOS

A. PRELIMINARES ................................................................................................................. ii

DERECHOS DE AUTOR .............................................................................................................. ii

APROBACIÓN DE LA TUTORA ................................................................................................ iii

DEDICATORIA ............................................................................................................................ iv

AGRADECIMIENTO .................................................................................................................... v

ÍNDICE DE CONTENIDOS ......................................................................................................... vi

LISTA DE TABLAS ..................................................................................................................... xi

LISTA DE ANEXOS .................................................................................................................... xii

RESUMEN .................................................................................................................................. xiii

ABSTRACT ................................................................................................................................. xiv

B. INFORME FINAL DEL TRABAJO DE TITULACIÓN ................................................. 1

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 1

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ....................................................................................... 3

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN....................................................................................... 6

Pregunta Principal ....................................................................................................................... 6

Preguntas Secundarias ................................................................................................................ 6

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN .................................................................................. 7

Objetivo General ......................................................................................................................... 7

vi
Objetivos específicos .................................................................................................................. 7

JUSTIFICACIÓN ........................................................................................................................... 8

Limitaciones de la Investigación ................................................................................................ 9

MARCO TEÓRICO ................................................................................................................... 11

Posicionamiento Teórico .......................................................................................................... 11

Miedo a la muerte y al proceso de morir en adultos mayores .................................................. 12

1. Definiciones y conceptualizaciones sobre el miedo a la muerte y al proceso de morir ........ 12

1.1 Definición de miedo ............................................................................................................ 12

1.2 Definición de muerte .......................................................................................................... 14

1.2.1 Perspectiva histórica y socio cultural ............................................................................. 14

1.2.2 Perspectiva biológica ...................................................................................................... 16

1.2.3 Perspectiva religiosa ....................................................................................................... 17

1.3 Definición de proceso de morir .......................................................................................... 20

1.4 Definición de miedo a la muerte ........................................................................................ 21

1.4.1 Miedo a la muerte y al proceso de morir propio ............................................................. 22

1.4.2 Miedo a la muerte y al proceso de morir de otros .......................................................... 23

1.5 Variables relacionadas con el miedo a la muerte .............................................................. 24

1.5.1 Edad ................................................................................................................................ 24

1.5.2 Sexo ................................................................................................................................ 26

1.5.3 Escolaridad ..................................................................................................................... 27

vii
1.5.4 Religión........................................................................................................................... 29

1.6 Muerte en los adultos mayores .......................................................................................... 30

1.6.1 Conceptualización de envejecimiento y adulto mayor ................................................... 30

1.6.1.1 Etapas de la tercera edad ............................................................................................ 33

1.6.2 Adulto mayor ante la muerte y el proceso de morir ....................................................... 33

1.7 Teorías psicológicas relevantes al estudio del miedo a la muerte en el adulto mayor ...... 35

1.7.1 Teoría de la autorrealización .......................................................................................... 35

1.7.2 Teoría de los constructos personales .............................................................................. 35

1.7.3 Teoría psicosocial de Erikson ......................................................................................... 36

1.8 Perspectiva actual del miedo a la muerte en adultos mayores .......................................... 36

1.9 Investigaciones nacionales relacionadas con el estudio del miedo a la muerte y el proceso

de morir en los adultos mayores ............................................................................................... 38

1.10 Investigaciones internacionales relacionadas con el estudio del miedo a la muerte y el

proceso de morir en los adultos mayores .................................................................................. 39

MARCO METODOLÓGICO ................................................................................................... 48

Variables de la investigación .................................................................................................... 48

Definición conceptual de variables ........................................................................................ 48

Operacionalización de variables ............................................................................................ 49

Hipótesis ................................................................................................................................... 51

Enfoque de la investigación ...................................................................................................... 51

viii
Tipo de la investigación ............................................................................................................ 51

Diseño de la investigación ........................................................................................................ 51

Población y muestra .................................................................................................................. 52

Descripción de la población ................................................................................................ 52

Tipo de Muestra................................................................................................................... 52

Método de muestreo ............................................................................................................ 53

Tamaño de la muestra .......................................................................................................... 53

Criterios de inclusión........................................................................................................... 54

Criterios de exclusión .......................................................................................................... 54

Criterios de eliminación ...................................................................................................... 54

Métodos, técnicas e instrumentos ............................................................................................. 55

Métodos ............................................................................................................................... 55

Técnicas ............................................................................................................................... 55

Instrumentos ........................................................................................................................ 56

Procedimiento ........................................................................................................................... 59

Procedimiento de recolección de datos ............................................................................... 59

Procedimiento de análisis de datos ...................................................................................... 60

CONSIDERACIONES ÉTICAS ............................................................................................... 62

RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN ............................................................................ 65

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS ............................................................. 78

ix
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ........................................................................ 83

CONCLUSIONES .................................................................................................................... 83

RECOMENDACIONES ........................................................................................................... 85

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ...................................................................................... 87

ANEXOS ...................................................................................................................................... 99

x
LISTA DE TABLAS

Tabla 1. Operacionalización de variables .................................................................................... 49

Tabla 2. Distribución de los datos sociodemográficos ................................................................ 65

Tabla 3. Distribución por Centros “Canas de Vida” .................................................................... 66

Tabla 4. Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir general y por cada subdimensión

según la EMMCL. ......................................................................................................................... 67

Tabla 5. Medidas de tendencia central del miedo a la muerte y al proceso de morir general y por

cada subdimensión de la EMMCL................................................................................................ 68

Tabla 6. Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo ............................... 69

Tabla 7. Medidas de tendencia central miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo . 70

Tabla 8. Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la escolaridad .................... 72

Tabla 9. Medidas de tendencia central del miedo a la muerte y al proceso de morir según la

escolaridad .................................................................................................................................... 74

Tabla 10. Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la religión ........................ 75

Tabla 11. Medidas de tendencia central del miedo a la muerte y al proceso de morir según la

religión .......................................................................................................................................... 77

xi
LISTA DE ANEXOS

Anexo 1. Plan de Proyecto de Investigación Aprobado .............................................................. 99

Anexo 2. Ficha técnica NEUROPSI. Evaluación neuropsicológica breve en español .............. 166

Anexo 3. Ficha técnica de la Escala de miedo a la muerte de Collett-Lester (EMMCL) ......... 167

Anexo 4. Ficha sociodemográfica y Escala de miedo a la muerte de Collett-Lester ................ 168

Anexo 5. Matriz de consistencia ................................................................................................ 170

Anexo 6. Carta de aceptación del Programa Servicio de Atención Integral para el Adulto Mayor

“Canas de Vida” del GAD de Calderón ...................................................................................... 173

Anexo 7. Consentimiento y/o asentimiento informado ............................................................. 174

Anexo 8. Declaración de confidencialidad ................................................................................ 178

Anexo 9. Declaración de idoneidad ética del tutor .................................................................... 180

Anexo 10. Declaración de conflicto de intereses....................................................................... 181

xii
TÍTULO: Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral en

Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito.

Autora: Darlín Antonelia Rosero Pérez

Tutora: MSc. Alba Yolanda Riera Recalde

RESUMEN

El presente trabajo de investigación en Psicología Infantil y Psicorrehabilitación tiene como

objetivo principal describir los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que presentan

los adultos mayores del Programa de Atención Integral para el Adulto Mayor “Canas de Vida en

el del Distrito Metropolitano de Quito según la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester

(EMMCL), se tuvo en cuenta las variables sexo, escolaridad y religión. Este estudio se

fundamenta en la teoría psicosocial de Erickson. La investigación tiene un enfoque cuantitativo,

de tipo no experimental y diseño transversal-descriptivo, se utilizó un muestreo no probabilístico,

consecutivo censal, obteniendo una muestra final de 138 adultos mayores, 125 mujeres y 13

hombres entre los 65 y 90 años de edad. Los resultados relevantes de este estudio muestran que

el 50% de los adultos mayores presentan un nivel de miedo moderado a la muerte y al proceso de

morir, mientras que el 48,6% de los participantes indican un nivel de miedo bajo y se evidencia

un mínimo porcentaje de adultos mayores (1,4%) que presentan un nivel de miedo alto.

PALABRAS CLAVE: MIEDO, MUERTE, PROCESO DE MORIR, ADULTOS MAYORES.

xiii
TITLE: Fear of Death and the Dying Process Among Elderly Adults Participating in a

Comprehensive Care Program in Quito Metropolitan District.

Author: Darlín Antonelia Rosero Pérez

Advisor: MSc. Alba Yolanda Riera Recalde

ABSTRACT

The present child psychology and psychorehabilitation research project has as its main

objective to use the Collet-Lester Fear of Death Scale (EMMCL) to describe the levels of fear of

death and the dying process among elderly adults participating in the “Life´s Grey Hairs”

Comprehensive Care Program in Quito Metropolitan District. The variables of sex, educational

level, and religion were also taken into account. The study is based on Erickson´s psychosocial

theory. It is a quantitative, non-experimental, descriptive, and cross-sectional investigation. A

non-probabilistic, consecutive census sample of 138 elderly adults (125 women and 13 men, 65-

90 years old) was used. Relevant results showed that 50% of elderly adults have a moderate level

of fear of death and the dying process, while 48.6% have a low level, and a small number of

elderly adults (1.4%) a high level of fear.

KEYWORDS: FEAR, DEATH, DYING PROCESS, ELDERLY ADULTS.

xiv
B. INFORME FINAL DEL TRABAJO DE TITULACIÓN

TÍTULO

Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral en Adultos

Mayores del Distrito Metropolitano de Quito

INTRODUCCIÓN

Hablar de muerte es intentar abarcar un mundo casi infinito de posibilidades, se considera

un misterio inexplorado lleno de incógnitas, temores y angustias. Su complejidad hace que su

estudio pueda adoptar distintas perspectivas y, aunque morir es siempre un proceso individual

e inherente a la vida, es también un acontecimiento de carácter social y cultural. (Martínez,

Villareal, Camacho, 2008, p. 31 y Lynch, Oddone, 2017, p. 130)

Se entiende entonces que la muerte no es solamente un proceso biológico, natural e

individual, sino que se convierte en una temática sociohistórica que, al pasar del tiempo tiene

sus diversas perspectivas, ya sea por la edad, el sexo, la cultura, la religión, el estado de

salud, entre otras variables. Según estas perspectivas el ser humano puede adoptar diversos

comportamientos, actitudes y emociones, una en especial es el miedo, el mismo que se

presenta ante el proceso de morir y la muerte ya sea propio o de otra persona. (Celma,

Strasser, 2015 y Lynch, Oddone, 2017)

El conocimiento del fin de la vida comienza a ser más evidente llegada la adultez mayor,

ya la muerte no es solo un suceso que ocurre a otras personas, sino que en esta etapa la

muerte se percibe más cercana y propia; un sinnúmero de cambios sucede en el estado físico,

emocional, psicológico y social del adulto mayor y junto a esto surge con mayor precisión el

1
temor, la angustia, la ansiedad, la preocupación por tener que atravesar una enfermedad

prolongada, la invalidez, el deterioro, la incapacidad, en fin estar más próximo a la muerte.

Esto repercute en la calidad de vida del adulto mayor y en sus relaciones familiares, por ende,

es importante intervenir en esta población para que enfrente sus cambios sanamente, acepte

que la muerte es un proceso natural y pueda vivir alegremente su etapa final. (Uribe,

Valderrama y López, 2007).

El presente trabajo de investigación describe los niveles de miedo a la muerte y al proceso

de morir que presentan 138 adultos mayores del Programa “Canas de Vida” en el del Distrito

Metropolitano de Quito, en función de las variables sexo, escolaridad y religión. Se trabajó

con una muestra consecutivo censal, es decir con todos aquellos adultos mayores que

cumplieron los criterios de inclusión. La información se recolectó del 26 de junio al 30 de

agosto del 2019, mediante la aplicación de la Evaluación neuropsicológica breve en español

(NEUROPSI) un reactivo de screening que se utilizó para descartar deterioro cognitivo

moderado y severo en los participantes, la encuesta sociodemográfica y el instrumento base

de la investigación utilizado fue la Escala de miedo a la muerte de Collet- Lester (EMMCL).

El estudio contiene un capitulo teórico en el que se detallan las definiciones del miedo a la

muerte y al proceso de morir, las variables relacionadas con el miedo a la muerte, la muerte y

el proceso de morir en adultos mayores y las investigaciones nacionales e internacionales

afines a este tema. Entre las limitaciones, la investigación tiene un alcance descriptivo, por

ende, no se determinó como objetivos implementar estrategias de afrontamiento ante la

muerte o tratamiento terapéutico. Además, al trabajar con una muestra no probabilística, los

resultados no se generalizaron al resto de la población de adultos mayores en Quito.

A continuación, se presenta de forma detallada y sistematizada la investigación a fin de

que el lector pueda conocer con mayor profundidad acerca del miedo al proceso de morir y a

la muerte en adultos mayores.

2
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Según el informe “Perspectivas de la población mundial 2019”, en el año 2018, por

primera vez en la historia, las personas adultas mayores, superaron en número a los niños

menores de cinco años. Los datos demográficos del informe indican que, en la actualidad a

nivel mundial, una de cada 11 personas (9%) son adultos mayores (65 años o más), y en la

proyección del año 2050, incrementará a una de cada 6 personas (16%) (United Nations,

Department of Economic and Social Affairs, 2019, p.16 y 18). En tal sentido, la Organización

Mundial de la Salud [OMS] (2016) también refiere que, en el año 2050, las personas de 60

años o más representarán un 34% de la población de Europa, un 25% de América Latina, el

Caribe y Asia, y aunque en África la estructura demográfica es más joven, el número de

personas de 60 años o más aumentará a 147 millones. (p.1)

De acuerdo con las proyecciones poblacionales 2019, en el Ecuador actualmente existen

1.264.594 personas de 65 años o más y la esperanza de vida aproximada en el año 2020 será

de 80,1 años para las mujeres y 74,5 años para los hombres (Instituto Nacional de Estadística

y Censos [INEC], 2018). Para el año 2050 se prevé que los adultos mayores representen el

18% de la población y que la esperanza de vida sea de 83,5 años para las mujeres y 77,6 años

para los hombres. (Ministerio de Inclusión Económica y Social [MIES], 2013). Según la

Agencia de Protección de Derechos del COMPINA (2018) en el Distrito Metropolitano de

Quito existen 141.516 adultos mayores, de los cuales 44,4% son hombres y 55,6%, mujeres.

(p.23). En las proyecciones 2017 propuestas por la INEC, se menciona que en la Parroquia

Rural de Calderón existen 6.938 adultos mayores. (INEC, 2018).

Existe una importante transición demográfica, la población mundial está envejeciendo

debido a los niveles bajos de fertilidad, el descenso progresivo en la tasa de mortalidad y la

tendencia hacia una mayor esperanza de vida (Comisión Económica para América Latina y el

3
Caribe [CEPAL], 2017, p.22). La educación, el bienestar económico, la atención de la salud,

una mejor alimentación y los avances médicos que han eliminado las principales epidemias

de enfermedades infeccionas, han logrado que las personas vivan por más tiempo. El

incremento de la longevidad constituye un gran avance para el desarrollo humano, pero

también ofrece grandes desafíos de orden social, político y económico, que están

directamente relacionados con la salud y el bienestar de los adultos mayores. (Fondo de

población de las Naciones Unidas [UNFPA] 2012, p.3).

El alcance de una mayor expectativa de vida, dependerá mucho de la salud que tiene el

adulto mayor, por ende, el envejecimiento se ha convertido en un gran reto para la salud

pública. La mayoría de los problemas de salud que enfrentan los adultos mayores a nivel

mundial, están asociados a pérdidas de audición, visión y movilidad, enfermedades no

trasmisibles que incluyen las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades

respiratorias crónicas, el cáncer y la demencia. (OMS, 2015, p. 6 y 13). América, registra

mayor mortalidad en personas adultas mayores, a excepción de tres países en la región

(Honduras 60,7%, Belice 52,7% y Guatemala 51,4%), los cuales registran una mayor

proporción de muertes en personas jóvenes. En Ecuador, la mortalidad es más frecuente en

los adultos mayores (63,1%) a diferencia de la mortalidad de personas jóvenes (36,9%).

(Organización Panamericana de la Salud [OPS] y OMS, 2017)

El ser humano lleva implícito el conocimiento de que el final de la vida algún día llegará,

sin embargo, el adulto mayor es más consciente de que la muerte esta próxima, pues el

envejecimiento viene acompañado de factores que se relacionan con la muerte y el proceso de

morir, como el deterioro físico, deterioro cognitivo, enfermedades, pérdida de facultades,

muerte de personas queridas, entre otras y esto puede provocar reacciones negativas como

miedo, ansiedad y preocupación que afectan las condiciones integrales de vida. (OMS, 2015,

p. 28 y 60).

4
Desde la teoría psicosocial de Erikson “todos los seres humanos en las diversas etapas del

ciclo vital atravesamos por una serie de crisis que permiten o no superar los cambios que se

presentan en la vida” (Uribe, Valderrama y López, 2007, p. 111). En la adultez mayor se

desarrolla la crisis integridad del yo vs desesperanza, dicha crisis se explica a través de la

evaluación que el adulto mayor hace a su vida, si aprecia la manera en que ha vivido puede

desarrollar su yo íntegro acompañado de sabiduría y aceptar de mejor manera la muerte, en

cambio si el adulto mayor rechaza la manera en que ha vivido puede generar desesperanza, se

exaspera ante la falta de tiempo y teme llegar a la vejez y aún más a la muerte. (Yuste, Rubio

y Aleixandre, 2004)

El incremento de la población de adultos mayores y su aproximación con la muerte ha sido

un tema de gran interés a través de los años y ha dado lugar a diversos estudios como:

“Percepción en personas mayores de qué podría ayudarnos a morir en paz” propuesto por Gil,

Ballester, Ruiz y Castro (2017) sus resultados muestran que los aspectos prioritarios al final

de la vida son la cercanía de las personas queridas, el control del sufrimiento físico y el

sentido de la vida. (p.81); “Percepción del adulto mayor acerca del proceso de muerte”

elaborado por Martínez, Villareal y Camacho (2008), el 43.8% de la población estudiada se

concentró en la percepción negativa de la muerte. (p.31); “Actitud y miedo ante la muerte en

adultos mayores”, realizado por Uribe et al. (2007) se muestran diferencias significativas en

cuanto al sexo y miedo a la propia muerte, en el estrato socioeconómico y miedo a la muerte

y en relación a la religión y evitación a la muerte. (p.109). Existen otras investigaciones

afines como la que propone Álvarez y Florez (2008) “Actitudes hacia la muerte en un grupo

de adultos intermedios y mayores con enfermedad crónica en la ciudad de Bucaramanga”,

Hernández et al. (2011) con su estudio “El Adulto Mayor ante la muerte: análisis del discurso

en el estado de México” y Vilches (2000), con su estudio “Concepciones, creencias y

sentimientos acerca de la muerte en adultos mayores de nivel educacional superior”.

5
De manera que, el presente estudio busca responder algunas incógnitas sobre esta

problemática: ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que

presentan los adultos mayores en un Programa de Atención Integral del Distrito

Metropolitano de Quito (DMQ)? Programa que funciona en los Centros de Servicio de

Atención Integral para el Adulto Mayor “Canas de Vida” del Gobierno Autónomo

Descentralizado /GAD) de la parroquia de Calderón, durante el año 2019. Dichos centros se

encuentran ubicados en la Región Sierra de la Provincia Pichincha, Cantón Quito, Zona

Norte.

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN

Pregunta Principal

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que presentan los

adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida” del Distrito

Metropolitano de Quito (DMQ)?

Preguntas Secundarias

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir propio que presentan

los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ?

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir de otros en los

adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ?

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo de los

adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ?

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la escolaridad

de los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ?

6
- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la religión de

los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ?

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Objetivo General

- Describir los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que presentan los

adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ según la

Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL).

Objetivos específicos

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir propio que presentan

los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ.

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso morir de otras personas que

presentan los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el

DMQ.

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo de los

adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ.

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la escolaridad de

los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ.

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la religión de los

adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de Vida en el DMQ.

7
JUSTIFICACIÓN

La relevancia teórica de la presente investigación se enfoca principalmente en desarrollar

un estudio conceptual de la variable miedo a la muerte y al proceso de morir en los adultos

mayores, siendo esta una variable de gran interés para varias disciplinas académicas como lo

son la antropología, la filosofía, y la psicología, no obstante, la importancia del estudio recae

en que no han sido muchas las investigaciones acerca del miedo a la muerte en el adulto

mayor, puesto que, a la población a la que se han dirigido más con esta temática, han sido los

profesionales de salud en un contexto hospitalario y las personas con enfermedades

terminales, por ende, desde una visión psicológica pretender describir los niveles de miedo a

la muerte en los adultos mayores en el contexto ecuatoriano, permite ampliar el conocimiento

en un campo específico y es un aporte valioso para realizar nuevos estudios desde la

psicología y sus varios enfoques epistemológicos que expliquen e intervengan en esta

problemática.

El aporte metodológico de esta investigación, de carácter descriptivo, busca conocer cómo

se encuentran los niveles de miedo a la muerte en los adultos mayores que asisten al

Programa “Canas de Vida”, permitiendo identificar si estos niveles son altos, moderados o

bajos y a su vez discutir cómo se presentan esas variables de estudio según el sexo, la religión

y el nivel de escolaridad en la población estudiada a fin de describir datos que servirán para

una mejor comprensión de la problemática, elaboración de próximos estudios e

implementación de procesos de intervención preventivos, motivacionales, psicoterapéuticos

que aseguren la salud mental y el bienestar del adulto mayor durante sus últimos años de

vida.

La importancia práctica de este estudio radica en que el Gobierno Autónomo

Descentralizado de Calderón responsable del Programa “Canas de Vida”, así como otros

programas de la misma naturaleza, tanto públicos como privados, podrán obtener un insumo

8
de conocimientos descriptivos acerca del tema, y tomar decisiones adecuadas para brindar

diversas propuestas de intervención para el afrontamiento del miedo a la muerte y al proceso

de morir, en favor de reducir los altos niveles de miedo, y desarrollando en los adultos

mayores una estabilidad emocional que les permita vivir correctamente su proceso de

envejecimiento y aceptación de la muerte.

Finalmente, la justificación social responde a que la investigación podrá beneficiar a la

comunidad de Calderón, directamente a los adultos mayores del Programa “Canas de Vida”,

e indirectamente a sus familiares o personas a cargo de ellos. El principal interés es dejar una

línea base que sirva de apoyo para generar ideas innovadoras en el programa y así responder

ante las necesidades que tiene el adulto mayor, es decir, se podría contribuir a mejorar el

estado biopsicosocial de aquellas personas que tienen un mayor miedo a la muerte. Además,

los resultados de la investigación permitirán a futuros investigadores profundizar con otros

estudios y elaborar programas o manuales que indiquen la manera de sobrellevar o afrontar

esta problemática presente en el adulto mayor. Es importante señalar que los resultados de la

presente investigación quedarán a disposición del Programa Servicio de Atención Integral

para el Adulto Mayor “Canas De Vida” del GAD de Calderón, con el fin de aportar al

bienestar y calidad de vida del adulto mayor.

Limitaciones de la Investigación

- La recolección de datos requirió más tiempo del planificado debido a que se realizó la

aplicación de los instrumentos NEUROPSI y EMMCL respetando los itinerarios de

los talleres a los que asistían los adultos mayores.

- Varios de los adultos mayores contemplados en la lista inicial de participantes del

Programa “Canas de Vida”, asistieron una sola vez al centro y la aplicación de los

instrumentos se realizó del 26 de junio al 30 de agosto del 2019, época de vacaciones,

9
por tal razón, algunos adultos mayores no asistieron a los talleres. Por ambos motivos

no pudieron ser partícipes de la investigación, reduciéndose la muestra con la que se

contaba al inicio del estudio.

- La estimación inicial del presente estudio era trabajar con una muestra de 200 adultos

mayores, sin embargo, por razones institucionales, el Programa “Canas de Vida” del

GAD de Calderón se cerró por un tiempo indefinido, por lo que, la muestra final fue

de 138 adultos mayores a los que se les pudo aplicar los instrumentos.

- La investigación tiene un alcance descriptivo, por ende, no se determinó como

objetivos implementar estrategias de afrontamiento ante la muerte o tratamiento

terapéutico.

- Al ser una investigación descriptiva y con un tipo de muestra no probabilística, los

resultados no se generalizaron al resto de la población de adultos mayores del DMQ.

- La EMMCL, es un instrumento validado en otras poblaciones y contextos, razón por

la cual podría arrojar resultados con algún nivel de sesgo, sin embargo, es importante

enfatizar que el Ecuador carece de instrumentos propios o validados, situación que

orilla al uso de instrumentos extranjeros.

10
MARCO TEÓRICO

Posicionamiento Teórico

El presente trabajo de investigación se fundamenta en la teoría psicosocial de Erickson

(1963), puesto que proporciona un amplio enfoque del desarrollo humano e importante

contenido acerca del miedo a la muerte en el adulto mayor. Específicamente, el segmento de

la teoría en que se prestará mayor atención es en la última fase de las ocho planteadas, la cual

se denomina integridad del yo vs. desesperanza (Neimeyer, 1997, p.31). Dicha fase se explica

a través de la evaluación de vida que realiza el adulto mayor, en la cual puede o no apreciar la

manera en que ha vivido. Si acepta su vida pasada, el individuo puede desarrollar un sentido

de integridad caracterizado por sabiduría que le ayuda a tener una mejor aceptación del

proceso de morir y la muerte, en cambio si el individuo rechaza la manera en que ha llevado

su vida y piensa que el tiempo se agota puede generar desesperanza caracterizada por la

negación de una realidad de cambios, sentimientos de amargura, culpa y desesperación y así

presentar mayor temor al proceso de morir y la muerte. (Uribe, Valderrama y López, 2007,

p.119).

La integridad constituye la aceptación de sí mismo, la historia personal, la integración

emocional de la confianza, la autonomía, la vivencia del amor universal como experiencia

que resume su vida y su trabajo, su estilo de vida como contribución significativa a la

humanidad y la confianza en sí mismo y en otras personas. La pérdida o la falta de estos

elementos genera desesperanza, malestar consigo mismo por saber que el tiempo que les

queda es muy corto para intentar comenzar otra vida y buscar caminos alternativos hacia la

integridad. Quienes no se han evaluado continuamente y modificado sus estructuras de vida

pueden llegar a temer desesperadamente a la muerte (Bordignon, 2005, p.58 y Asili, 2006,

p.308)

11
En la teoría psicosocial, es muy importante que en cada una de las fases se supere la crisis,

ya que, si existe un fallo en alguna de estas, lo más probable es que el adulto mayor tenga

problemas en el último estadio. Una de las fases anteriores a la cual se le debe prestar mucha

atención es a la séptima, conocida como generatividad vs. estancamiento, debido a que,

durante esta etapa aparece la propia conciencia de la mortalidad que junto con la cercanía de

la muerte precipita la crisis. (Aguinaga, 2010).

Miedo a la muerte y al proceso de morir en adultos mayores

1. Definiciones y conceptualizaciones sobre el miedo a la muerte y al proceso de

morir

1.1 Definición de miedo

El ser humano está expuesto a diversas amenazas y peligros ya sean reales o imaginarios,

que pueden poner en riesgo su bienestar o existencia, pero qué es exactamente lo que alerta al

organismo ante estos estímulos, pues bien, el miedo, una emoción que habitualmente es

considerada como algo negativo, pero en realidad es lo que permite al sujeto mantener el

control tanto personal como social, es decir el miedo es necesario para que actitudes opuestas

como la valentía existan, y sea la determinación la que permita a la persona enfrentarse a

situaciones difíciles, sin embargo, y en contradicción a lo dicho el miedo también puede

frenar e incapacitar a la persona provocando una sensación de angustia y desconfianza.

(Fouce et al., 2016)

De esta forma el miedo se manifiesta como una condición innata del ser humano (Bravo,

2005), que permite según Sassaroli y Lorenzini (2000) “darse cuenta a tiempo de los peligros

y reaccionar ante ellos, pues si una especie no fuera capaz de experimentar miedo se

extinguiría rápidamente, por tanto, el miedo es un fenómeno adaptativo y protector” (como se

citó en Pérez, 2000, p. 125). No obstante, cuando el miedo “supera un determinado umbral en

12
frecuencia o intensidad se convierte en un enemigo para el individuo, que puede paralizar,

empobrecer la capacidad de respuesta y provocar sufrimiento” (Fouce et al., 2016, 23).

De acuerdo a lo anterior, Christophe André (2005) distingue el miedo normal del miedo

patológico, señalando que el miedo normal “es una alarma bien calibrada tanto en su

activación como en su regulación” (p.18), es decir, el miedo se activa en el momento

indicado, considerando el contexto que lo rodea, pues su intensidad debe ser proporcional al

peligro, así mismo se regulariza cuando el peligro ha desaparecido o a su vez el sujeto lo ha

enfrentado y controlado. Por el contrario, el miedo patológico “corresponde a una alarma mal

ajustada, tanto en su activación cono en su regulación” (p.19), esto es, cuando ante un suceso

no tan peligroso el miedo se activa con demasiada intensidad y frecuencia, provocando que el

individuo no pueda controlar ni regularizar su miedo, convirtiéndose esta situación en un

ataque de pánico.

Otra de las definiciones es la que establece García (2016) quien menciona que:

El miedo es una respuesta fisiológica primaria del organismo, tanto en los animales como

en los humanos, ante el peligro; peligro que puede ser real o percibido tanto ante

situaciones presentes como futuras. El miedo tiene las mismas respuestas de la ansiedad,

que predisponen al organismo para la supervivencia o adaptación al medio. (Fouce et al.,

2016, p.31)

Siendo el miedo una respuesta fisiológica del ser humano, es preciso entender cómo

funciona y cuál es su naturaleza biológica. Barrera (2010) señalo que:

El miedo es un producto emocional de la amígdala, localizada en la base del cerebro.

Cuando se activa mediante un estímulo amenazante produce una hormona llamada

vasopresina, la cual desencadena, además de miedo, también ansiedad, y dispone a la

persona para la lucha, la huida y evasión del dolor, y todas las funciones de conservación

del individuo y de la especie. (p.6)

13
En pocas palabras, el ser humano responde ante los estímulos aversivos mediante el

miedo, desencadenando una respuesta fisiológica y comportamental (Pulido y Herrera, 2015),

siendo la naturaleza biológica del miedo la que permita al ser humano evaluar, dar una

respuesta efectiva y controlar las situaciones amenazantes (Fouce et al., 2016).

Si bien es cierto el miedo es una respuesta funcional y orgánica del ser humano ante

situaciones amenazantes, también está muy asociado al aprendizaje social y es que

comúnmente los miedos son adquiridos desde la infancia, y según “la estructura de la

personalidad del individuo se determina la facilidad y la fuerza con la que estos miedos se

fijan” (Fouce et al., 2016, p.26) convirtiéndose en posibles fobias. Por lo tanto, es necesario

comprender que el miedo no solo es un asunto innato de la persona, sino que también es un

asunto social que se desarrolla en función del aprendizaje. (Fouce et al., 2016)

1.2 Definición de muerte

La muerte ha sido un tema controversial para el ser humano, a continuación, se explicará

la conceptualización de la muerte a través de diversas perspectivas.

1.2.1 Perspectiva histórica y socio cultural

El ser humano ha prestado una relevante atención en cuanto a su destino después de la

vida, si bien es cierto, son varios los factores que influyen en la percepción que el ser humano

tiene acerca de la muerte, pero existe una sola realidad y es que ninguno ha podido ser

inmortal hasta el día de hoy. (Mazzetti, 2017). La muerte es un hecho inevitable y como

Oviedo, Parra y Marquina (2009) mencionan: “La muerte es universal y nadie escapa de ella,

sin embargo, cada cultura la ha vivido y la ha asumido de diferentes formas” (p.2).

Por ende, es importante conocer como la muerte ha sido percibida desde diversos periodos

de tiempo y culturas.

Comenzamos por enmarcar a la muerte desde los inicios prehistóricos, ya que desde el

principio el ser humano ha mostrado preocupación por la muerte y ha reaccionado ante la

14
misma con diversas prácticas, como son los ritos funerarios. Los mismos neandertales tenían

costumbres para despedir a sus difuntos, una de ellas era pintar los ojos de las personas

muertas para que estas puedan tener una mejor visión del camino en el más allá (Nevado y

González, 2017), y es que en sociedades primitivas y arcaicas se creía que “toda persona que

moría, renacía en un nuevo ser viviente” (Aguinaga, 2010, p.46).

En la era cristiana, específicamente los siglos V al XIII que corresponden a la alta edad

media, la muerte era percibida como algo natural que debía suceder tarde o temprano, por

ende, el ser humano la aceptaba con humildad. Este periodo de tiempo es conocido según

Álvarez como la muerte doméstica por el hecho de que las personas esperaban a la muerte en

sus casas, cerca de sus familiares y conocidos más allegados. En la baja edad media (siglos

XIII al XV) aparece lo que se denomina la muerte de uno mismo, la cual se explica mediante

la conciencia de cada uno, en otras palabras, la persona percibía a la muerte como algo más

íntimo e individual. Durante este mismo tiempo las ceremonias religiosas toman fuerza ya

que lo que se buscaba era salvar el alma mediante oraciones y misas que eran costeadas antes

de morir. (Aguinaga, 2010)

Durante el siglo XIX, el dolor de la muerte se convirtió en un evento compartido, es decir,

“el miedo y la fascinación por la muerte personal fueron transferidos a otra persona, casi

siempre al ser amado”, a este período Tiberio Álvarez lo designo la muerte del otro. En este

mismo siglo la medicina comienza a ofrecer a la persona una muerte natural, pero a una edad

muy avanzada. (Aguinaga, 2010, p. 42 y 68).

A finales del siglo XX y comienzo del siglo XXI, la orientación de la muerte toma un giro,

ya no es únicamente un tema espiritual sino también científico, y aquí la medicina juega un

papel importante, pues la mayoría de personas en este tiempo pasa de morir en su hogar a

morir en un hospital, por ende, la muerte ha dejado de ser natural, y ahora es controlada por

profesionales de la salud. Por tal razón, Álvarez conocía a este período como la muerte

15
prohibida, ya que, la prolongación de la vida ha cambiado, la medicina a través de la

tecnología intenta mantener con vida a la persona, no obstante, el ser humano tiene derecho a

una muerte digna y apropiada. (Aguinaga, 2010).

Ahora bien, desde una perspectiva más social y funcional Malinowski (1926), nos

proporciona una definición acerca de la muerte:

La muerte es un elemento constitutivo de la vida humana, que permite generar no sólo

prácticas de acompañamiento ritual, sino también, permite entender que la muerte es

también una necesidad básica que todos los seres humanos debemos satisfacer con

respecto al grupo al que pertenecemos. Esta institucionalización de la muerte está regida

por un conjunto de normas sociales que permiten no sólo determinar el tipo de ritual, sino

a su vez, clasificar el estatus e importancia del sujeto a quien el ritual mortuorio

acompaña. (Duche, 2012 p. 208)

Así mismo, Lévi-Strauss (1955) compartía esta perspectiva, pues mencionaba que “la

muerte está ligada a la vida cultural y social de todos los individuos, de sus creencias sobre el

cultivo, la familia, la religión, los mitos, etc.” (Duche, 2012 p. 210). Siendo así, “las

actitudes, sentimientos, sensaciones, creencias y comportamientos que el ser humano tiene

ante la muerte son fenómenos meramente psicosociales, culturalmente aprendidos y

reforzados a lo largo de la vida” (Grau et al. 2008, p.31).

La sociedad occidental tiene una visión más general de la muerte, pues está asentada más

en la medicina, la tecnología y el consumo; lo que se busca hoy en día es que la vida se

extienda a través de procesos científicos, por lo que la muerte natural deja de ser bien

recibida. (Aguinaga, 2010)

1.2.2 Perspectiva biológica

Papalia, Sterns, Feldman y Camp (2009) afirman que: “la muerte biológica por lo general

se considera como la suspensión de los procesos corporales” (p.479), en este sentido, Bobes

16
(2006), menciona también que: “la muerte biológica es el final irreversible de la vida de la

persona, pues han cesado las actividades vitales de todos los órganos y células” (p.57), por

otro lado, Gómez (2005) distingue entre la muerte biológica y fisiológica, en la biológica “el

organismo como entidad humana ya no existe, los pulmones y el corazón pueden continuar

funcionando con soportes artificiales, pero el organismo biológico, entendido como una

entidad mente-cuerpo, está muerto” (p.21), y en la fisiológica “los órganos vitales como el

corazón, pulmones y cerebro, no funcionan” (p.22).

De manera que la persona muere biológicamente, cuando ha dejado se respirar, su latido

cardiaco ha finalizado y su cerebro ha dejado de producir actividad eléctrica, sin embargo,

hoy en día la medicina, ha logrado mediante la tecnología, mantener con vida a las personas

durante años, el ritmo cardiaco y la respiración son sostenidas artificialmente por máquinas

(Papalia et al., 2009). Según Yuste, Rubio y Aleixandre (2004), la muerte biológica, es el fin

de los procesos biológicos y físicos, y precisamente esta muerte también tiene que ver con

procesos legales, ya que “la organización social ha de vigilar que ninguna defunción quiebre

la convivencia, por eso la ley se apoya en la biología para certificar la muerte” (p. 153).

Efectivamente la medicina debe estar muy ligada a las leyes cuando de muerte se trata,

puesto que hay cuestionamientos acerca de cuándo es preciso quitar la ayuda artificial que

mantiene con vida a las personas (Papalia et al., 2009). Cuando se produce la muerte

biológica y aun cuando la vida es conservada artificialmente, mediante un respirador y tubos

alimenticios, “se origina una negación social del hecho de morir, esto con frecuencia es

fuente de muchas controversias ético-médicas en nuestra cultura” (Gómez, 2005, p.21).

1.2.3 Perspectiva religiosa

La religión está muy asociada a la aceptación que el ser humano tiene de la muerte

(Berger, 2009), puesto que las diversas religiones creen que hay algo más después de la

muerte, y que la personas están “divididos en cuerpo y alma: el primero perecedero y la

17
segunda eterna” (Vives, 2018, p.35), entonces, desde la perspectiva religiosa, la muerte en sí

no es el final, sino que es el camino hacia otras formas de existencia. (Vives, 2018), y es a

través de ella que el ser humano ha podido dar una explicación para aquello que le produce

miedo, en este caso la muerte. (Aguinaga, 2010). Son varias las religiones o sistemas de

creencias en el mundo, a continuación, se explicará algunas de ellas:

 Cristianismo

El cristianismo está asentado en que la muerte no es final del ser humano, sino que es el

paso a la eternidad en el cielo o en el infierno, por tanto, la muerte puede ser un asunto bien

recibido o a su vez provocar miedo, esto dependerá de si la persona cree o no en Dios, así

como de su devoción y comportamiento aquí en la tierra (Berger, 2009). Las personas

cristianas que profesan en especial la religión católica “sustentan su teología en la

resurrección de Cristo, la demostración milagrosa de que la muerte es solo un tránsito hacia

otra vida, de orden superior, y no terminación definitiva de la existencia” (Vives, 2018, p.36).

 Judaísmo

Nevado y González (2017), afirman que “la muerte para el pueblo judío es considerada

como un proceso natural, forma parte del plan divino dado que considera que los muertos

serán resucitados y lo que hicieron el bien serán recompensados en la nueva vida” (p.28), no

obstante, en el judaísmo se enfoca más en celebrar la vida y la esperanza, pues la persona que

ha muerto vive en el recuerdo y el respeto de sus allegados mas no en el cielo o en el infierno.

(Berger, 2009). Así mismo, el judaísmo recalca que “con la muerte el cuerpo regresa al polvo

y el alma regresa al aire o a Dios”, además la muerte está a disposición de Dios es de índole

sacrificial por aquellos que son fieles (Aguinaga, 2010, p.49).

18
 Islamismo

Esta religión se encuentra basada en lo que dice el Corán y en el profeta Mahoma, y el

Dios en el que creen es conocido como Alá, solo él es el creador de todo lo que existe, y a él

pertenece la humanidad, por ende, si una persona muere, es porque así lo decidió Dios,

además quien muere vuelve a él (Aguinaga, 2010). “El Islam enseña que los logros,

problemas y placeres de esta vida son fugaces: todos deberíamos ser conscientes de ello, y

estar listos para morir en cualquier momento” (Berger, 2009, p.280), es decir la muerte en

esta religión afirma la fe y da paso a la verdadera existencia (Nevado y González, 2017).

 Hinduismo

Según Berger (2009) “para las personas hindúes, la muerte es un camino hacia la

iluminación espiritual, una parte del karma; la iluminación es más importante que evitar el

dolor” (p.278). La creencia hindú afirma que existe un yo eterno, y que la salvación es poder

alcanzar un estado de serenidad, esto se encuentra explícito en su texto sagrado que es la

Gita; además, creen firmemente en que el alma se separa del cuerpo al morir y es

transportada a otro cuerpo, por lo que le dan gran significancia a la reencarnación. (Aguinaga,

2010).

 Budismo

El budismo se centra en las enseñanzas del Buda, quien “predica que no existe nada que

no esté sujeto a transitoriedad, al cambio y a la disolución, ni hay un yo que se continúe de

una vida a otra mediante la repetición de la muerte: no hay nadie, sino el proceso del cambio

que genera las formas aparentes” (Aguinaga, 2010, p.51). El fin no termina en la muerte de la

persona, sino que esta renace y al encontrar el nirvana, que es la completa felicidad y estado

de iluminación, deja de reencarnar. El miedo que tiene el individuo en esta religión no es

precisamente por la muerte sino por el nuevo nacimiento (Berger, 2009).

19
1.3 Definición de proceso de morir

La muerte y el proceso de morir, han sido una constante preocupación a través de la

historia humana. Durante el siglo XX el proceso de morir del ser humano era rápido y no

podía detenerse, una vez que los órganos vitales se encontraban muy deteriorados, todo el

organismo moría. En la actualidad el momento final se pospone por un tiempo prolongado a

través de intervenciones médicas y tecnológicas. Esto implica cuestiones éticas, sociales y del

manejo de la salud ya que la mayoría de las personas hoy en día mueren en los hospitales

(Escobar, 2012 y Berger, 2009). En este sentido el proceso de morir humano no es tan solo un

proceso biológico, sino que también es un proceso social pues involucra a varios individuos,

al que se va, pero también a los que se quedan ya sean familiares o profesionales de salud.

(Royes, 2016, p.74)

Ahora bien, el proceso de morir se presenta en dos dinámicas diferentes que están

sumamente relacionadas, en el estado físico del ser humano el cuerpo deja de funcionar

correctamente y en el estado emocional, espiritual y mental, el individuo empieza el proceso

de dejar el cuerpo físico con todas sus limitaciones y el proceso de separación de los lazos

personales y afectivos, es decir, el enfermo procura resolver lo que queda pendiente para

poder morir en paz. (Cope, 2004, p.46). De acuerdo con este razonamiento Cobbs,

Blackstone y Lynn (2019) mencionan que: “Prepararse para morir significa a menudo

terminar el trabajo de toda la vida, dejar bien arreglados los asuntos con la familia y amigos,

y hacer las paces con lo inevitable” (p.9).

El proceso de morir presenta cuatro tipos de necesidades que precisan ser atendidas por los

cuidadores: las necesidades físicas o biológicas, las necesidades emocionales o psicológicas,

las necesidades sociales o familiares y las necesidades espirituales o trascendentales. Estas

cuatro necesidades deben ser satisfechas para conseguir morir bien, para morir en paz y con

dignidad. (Bátiz, 2019, p.7). Es preciso que durante este proceso el adulto mayor que está

20
muriendo tenga experiencias que puedan ofrecerle placer y consuelo, como disfrutar de

lecturas cortas, música, mirar fotografías, visitar amigos o sitios especiales, pasear con la

familia, comunicarse con palabras afectivas entre otras. La manera en la que la persona vive

su vida va influir en cómo se enfrenta al proceso de la muerte. (Cope, 2004, p.45).

1.4 Definición de miedo a la muerte

La muerte constituye una condición inherente del ser humano y suele estar caracterizada

por connotaciones negativas, pues se asocia a ciertas realidades como la tristeza, el dolor, la

perdida, el miedo, la ansiedad, el estrés y el final de la vida (Tomás-sábado, 2016). De

acuerdo con esto, Ramos et al., (2018) menciona que “la muerte provoca sufrimiento y, por

tanto, origina emociones que no deseamos” (p.22).

Pues bien, uno de los miedos más comunes en el ser humano es el miedo a la muerte

(Echeverri, 2018), y varios autores lo han definido, Gesser, Wong y Reker (1988) en su

instrumento “Perfil revisado de actitudes hacia la muerte” define el miedo a la muerte como:

La respuesta consciente que tiene el ser humano ante la muerte, en donde las variables

mediadoras se relacionan con el temor a la pérdida de sí mismo, a lo desconocido, al más

allá de la muerte, al dolo y al sufrimiento, el bienestar de los miembros supervivientes de

la familia. El miedo surge como resultado de la falta de significado de la propia vida y de

la propia muerte. (citado en Uribe, et al., 2007, p.113)

Por otro lado, Carmona y Bracho (2002) indican que el miedo a la muerte y al proceso de

morir es de carácter universal, y representa la incertidumbre que el ser humano tiene hacia lo

desconocido; sumado a esto, Cabadas (2004) manifiesta que el miedo a la muerte, no es más

que un miedo ancestral ante lo desconocido, que no ha podido ser superado por el ser humano

(como se citó en Colomo, Gabarda y Motos, 2018, p. 63). En cambio, Aguinaga (2010),

describe el miedo a la muerte como aquella preocupación que la persona tiene ante

21
cuestionamientos tales como ¿Qué pasará al final de la vida?, ¿Cómo será mi muerte?, ¿Qué

hay después de la muerte?, ¿Existe el más allá o la vida eterna? ¿Tendré que enfrentar

enfermedades y tratamientos? Así mismo, señala que el miedo a la muerte es un sentir tanto

de la persona está atravesando su proceso de morir, como de los que lo cuidan, y

especialmente de la familia. (p.117)

El miedo a la muerte y al proceso de morir puede provocar diversas respuestas en el ser

humano, y estas pueden estar asociadas a varios datos sociodemográficos, psicosociales y

situacionales propios de la persona. En virtud de ello, el miedo a la muerte es un concepto

que incluye el miedo al proceso de la muerte, a la propia muerte y a lo que sucede después de

ella. Se define como una reacción emocional a la percepción de señales de peligro o amenaza,

ciertas o imaginadas de la propia existencia, que pueden desencadenarse ante estímulos

ambientales, situacionales, y también por estímulos internos de la persona, relacionados con

la propia muerte o la muerte ajena. (Uribe, Valderrama, Duran, Galeano y Gamboa, 2008,

p.121)

1.4.1 Miedo a la muerte y al proceso de morir propio

Según Gala et al. (2002) el miedo a la muerte y al proceso de morir propio se evidencia de

las siguientes formas:

- Miedo al proceso de la agonía en sí. – Ante el proceso de morir el adulto mayor se

plantea preguntas, pensamientos disruptivos, dudas y se angustia por saber si

atravesara por una degeneración física o mental y si sufrirá alguna enfermedad en sus

últimos días.

- Miedo a perder el control de la situación. – El adulto mayor en su proceso natural

de envejecimiento se vuelve más dependiente de los demás, pierde su autonomía y la

facultad de tomar decisiones por sí mismo, esta situación también le genera temor y

preocupación.

22
- Miedo a lo que acontecerá a los suyos tras su muerte. – Dejar a la familia es una de

las situaciones que crea mayor temor en el adulto mayor, la incertidumbre de lo que

sucederá después con las personas allegadas, el dolor y la tristeza que puede causar su

muerte.

- Miedo al aislamiento y la soledad. – Muchos de los adultos mayores temen perder a

su pareja y quedarse solos a la hora de morir.

- Miedo a lo desconocido. – La idea del más allá es recurrente, ¿Qué ocurre después de

la muerte? O ¿Cómo será el estar muerto?, son algunas de las preguntas que se

realizan las personas adultas mayores y esto también genera angustia.

- Miedo a que la vida que se ha llevado no haya tenido ningún significado. – Si el

adulto mayor no aprecia la manera en que ha vivido, siente que su vida no ha tenido

valor y no se encuentra satisfecho, es muy probable que le tema a la muerte y no

acepte este proceso.

1.4.2 Miedo a la muerte y al proceso de morir de otros

Según la psiquiatra Kübler Ross (citado en Gala et al., 2002) el proceso de duelo se

evidencia en las siguientes etapas:

- Embotamiento mental: El individuo no puede aceptar la realidad y presenta

conductas automáticas que tratan de negar la situación.

- Anhelo y búsqueda del referente perdido: Aparecen sentimientos de culpa,

síntomas como la depresión, el insomnio y la ansiedad. Si los síntomas se intensifican

o se vuelven crónicos, podemos hablar de un duelo patológico.

- Desorganización y desesperación: Las personas suelen romper los esquemas de su

estilo de vida y suelen descuidarse en su aspecto físico y relaciones sociales.

23
- Reorganización: Se caracteriza por la aceptación de la pérdida, los individuos van

poco a poco superando las etapas anteriores y reorganizan su vida. Aunque el duelo es

un proceso largo y doloroso, se encuentra una manera de afrontar la situación y salir

adelante. En cambio, si los síntomas permanecen durante un tiempo prolongado se

puede hablar de un duelo patológico.

1.5 Variables relacionadas con el miedo a la muerte

1.5.1 Edad

La concepción de la muerte difiere según la edad de la persona, y es que, a pesar de tener

emociones en común durante todas las etapas del ciclo vital, un niño de tres años no concibe

la muerte como un niño de ocho años, ni un adolescente como un adulto, o un adulto como

una persona adulta mayor (Cantero, 2013, p. 429). Por tal razón, las reacciones ante la

muerte ya sea propia o de otra persona, dependerán de la experiencia personal y la

maduración cognitiva de cada individuo. (Berger, 2009).

La muerte para los niños se torna subjetiva, a los tres años los infantes se caracterizan por

ser egocéntricos y experimentan la realidad desde sí mismos (Yuste et al., 2004, 160), por lo

que asocian la muerte con el abandono, o el distanciamiento de las personas amadas (Berger,

2009). A la edad de cuatro años, relacionan la muerte con la vejez y aún no comprenden que

la muerte afecta a todos los seres vivos (Cantero, 2013, p. 429). Entre los cinco y siete años,

llegan a entender que la muerte es irreversible, universal, y que todas las funciones de la vida

terminan al morir, sin embargo, algunos niños a esta edad, aún creen que personas como los

padres, los maestros y los otros niños no mueren y pueden evitar la muerte. (Papalia et al.,

2012, p. 610). La muerte no es ajena a los niños, no obstante, su conocimiento acerca de ella

es a través de la experiencia y el aprendizaje. Según Rodríguez (2000) “gran parte de las

actitudes ante la muerte surgen y se consolidan en la infancia, de manera que el origen del

24
temor a la muerte se halla entre las ansiedades del desarrollo infantil” (como se citó en

Tomás-sábado, 2016, p.13).

Los adolescentes conciben a la muerte como algo distante de sí mismos (Yuste et al.,

2004, 161), “no suelen pensar en la muerte a menos que se enfrenten directamente con ella”

(Papalia et al., 2012, p. 611). En otras palabras, los adolescentes no suelen temer a la muerte,

más bien son temerarios de ella, pues le dan más importancia al cómo se vive y no a cuánto

tiempo deben vivir ni cómo van a morir. (Yuste et al., 2004).

Ahora bien, durante el periodo de la adultez, los adultos jóvenes, es decir aquellos de 20 a

40 años de edad, entienden el significado de la muerte y todo lo que está conlleva, sin

embargo, suelen evitar pensar en el tema, ya que, tienen otras preocupaciones como lo es la

educación, el matrimonio, la paternidad, el trabajo, entre otras. (Papalia et al., 2009). La

muerte a esta edad se vuelve un asunto irritante (Yuste et al., 2004, p.161) y por lo general las

personas manifiestan angustia y miedo, por la posibilidad de una muerte prematura, la misma

que les quita la oportunidad de experimentar la vida. (Tomás-sábado, 2016, p.13). En cambio,

en la adultez media, periodo comprendido entre los 40 a 65 años, existe mayor conciencia de

que la muerte está cada vez más cerca, ya nos son jóvenes ni tan agiles como eran antes

(Papalia et al., 2009), lo que les queda es aprovechar el tiempo, con ansias de alcanzar nuevos

retos en su vida. (Yuste et al., 2004, p.161). Por último, en el adulto mayor (65 años en

adelante) “la ansiedad a la muerte puede estar relacionada con el sentimiento de vivir

demasiado tiempo y ser una carga para los demás. También el miedo a morir solo o entre

desconocidos puede provocar más aprensión de la muerte misma” (Tomás-Sábado, 2016,

p.13). Precisamente en esta edad, es importante distinguir entre la muerte propia y la muerte

de los demás, ya que, el adulto mayor suele presentar mayor miedo y angustia a la muerte de

sus allegados que a la propia muerte. (Yuste et al., 2004, p.161). Según Cicirelli (2002)

algunos adultos mayores, cuando hablan acerca de la muerte inminente expresan temor y

25
desisten de alcanzar metas no satisfechas, sin embargo, otros aprovechan el tiempo que les

queda y tratan de adoptar estilos de vida más sanos o luchan por su vida incluso cuando están

muy enfermos. (como se citó en Papalia et al., 2012, p. 612). En este sentido De Raedt,

Koster y Ryckewaert (2013), mencionan que “con el envejecimiento, la muerte deja de ser

una preocupación, lo que podría ser un indicio de la aceptación de la propia finitud a la vejez”

(p.3).

1.5.2 Sexo

En varias de las investigaciones revisadas y analizadas se ha concluido que las mujeres

presentan mayores niveles de ansiedad y miedo ante la muerte que los hombres (Tomás-

Sábado, 2016). De acuerdo con esto, Marchán (2016) en su estudio “Afrontamiento del

profesional de enfermería ante la muerte de pacientes, en unidades de paliativos y

oncología”, indica que las mujeres creen más en una vida después de la muerte que los

hombres, pero éstos aceptan mejor la muerte (p.1), así mismo Álvarez en el 2009 (citando a

Kvale, Berg, Groff , y Lange, 1999), menciona que se confirman superiores niveles de miedo

a la muerte en las mujeres en comparación con los hombres, lo cual se explica en términos de

mayor expresividad emocional en ellas (p.158), por otra parte Neymeyer (1986) halló que las

mujeres puntúan más alto en la subescala de miedo al propio proceso de morir de la escala

Collett Lester, pero no en miedo a la propia muerte, miedo a la muerte de los otros o miedo al

proceso de morir de otros. (citado en Álvarez, 2009, P. 158). En virtud de ello, el estudio de

Uribe et al. (2007), denominado “Actitud y miedo ante la muerte en adulto mayores” señala

que las mujeres adultas mayores presentan más actitudes y miedo hacia el tema de la muerte,

relacionado con el hecho de que generalmente son ellas quienes más se aferran a la vida, por

los lazos más fuertes de dependencia hacia la familia y sus preocupaciones en torno al futuro

de la misma. (p.119).

26
No obstante, otros estudios reflejan lo contrario o no se encuentran diferencias

significativas en cuanto al sexo, y aunque estas investigaciones son muy limitadas, también

son muy válidas, es así que se puede mencionar a Álvarez y Flórez (2008) con su estudio

“Actitudes hacia la muerte en un grupo de adultos intermedios y mayores con enfermedad

crónica (hipertensión, diabetes y cáncer) en la ciudad de Bucaramanga”, el cual menciona

que las mujeres aceptan significativamente más la vida después de la muerte y la muerte cono

un escape de la vida, por otra parte los hombres fueron significativamente más propensos a

evitar los pensamientos sobre la muerte. (p.81). Otros de los estudios, como el de Sharma

(2014) con respecto a pacientes hospitalizados con cáncer, cardiopatía, diabetes y sida, no

muestran diferencias significativas en cuanto a la ansiedad ante la muerte por sexo, pero si

por enfermedad. (citado en Tomás-Sábado, 2016, p.17).

Para explicar porque las mujeres suelen tener mayor ansiedad, angustia, miedo o

preocupación ante la muerte que los hombres, Chan y Yap (2009) señalan que “las mujeres

evalúan la muerte desde una estructura emocional, mientras que los hombres lo hacen de

forma más cognitiva”; en cambio desde una mirada más social, Abdel-khalek (2005), explica

que todo inicia desde la infancia, pues los niños aprenden a no llorar ni quejarse, es decir no

expresan sus emociones abiertamente, mientras que las niñas pueden expresar libremente sus

sentimientos y preocupaciones (citado en Tomás-Sábado, 2016, p.17).

1.5.3 Escolaridad

Según Yuste et al. (2004), a mayor nivel educativo, menor ansiedad o miedo a la muerte

(p.160), de acuerdo con esto, Aday (1985); Sandín, Chorot, Lostao, Valiente y Santed, (2001)

aluden que “una mayor escolaridad parece implicar un mejor manejo de la ansiedad por los

mayores recursos cognitivos con los que cuenta la persona” (citado en Miaja y Moral, 2014,

p.28). En otras palabras, si el ser humano tiene la oportunidad de ser instruido acerca de la

muerte, su comprensión aumenta, y las actitudes y afrontamiento ante la misma se modulan

27
(Tomás-Sábado, 2016). Sin embargo, Vázquez, Crespo y Ring (2003), señalan que el nivel de

escolaridad no es un determinante en la estrategia de afrontamiento de las personas que temen

a la muerte, sino más bien la escolaridad junto con otros factores externos pueden intervenir

de mejor manera en el afrontamiento que la persona tiene ante el miedo a la muerte. (p. 430)

Los estudios que se han encontrado referente a las actitudes, miedo, ansiedad a la muerte

asociados con la variable nivel de escolaridad son limitados, y tal vez, esto tenga que ver con

que en ningún sentido los currículos de formación para la vida se ocupan de la educación para

el morir y para el afrontamiento emocional del propio deterioro de las funciones biológicas y

psicosociales humanas, al menos dentro de la estructura educativa formal, quedando a merced

de las representaciones que se tengan en la comunidad en la cual se vive acerca de la muerte.

(Álvarez, 2009, P. 169).

Vilches (2000) en su estudio “Concepciones, creencias y sentimientos acerca de la muerte

en adultos mayores de nivel educacional superior” indica que, aun cuando la muerte sea una

normativa y una realidad próxima para el adulto mayor, no es un impedimento para iniciar

con nuevos emprendimientos, pues mediante un buen nivel educativo y cultural y un estado

de salud no deteriorado, la persona puede acceder a nuevos proyectos y aprovechar mejor el

tiempo que le queda (p.8). Otra de las investigaciones que hacen referencia al significado de

la muerte en el ser humano según la escolaridad es el de “Estrategias de afrontamiento ante

la muerte y calidad de vida en adultos mayores mexicanos” propuesto por González y Araujo

en el 2010, dicho estudio, menciona que no hubo diferencias significativas en el empleo de la

estrategia de aceptación a la muerte para los diferentes niveles de escolaridad en los adultos

mayores, sin embargo para estrategias de evitación, soporte social e inmortalidad si hubo

diferencias significativas, siendo así que, los adultos mayores con un nivel de escolaridad

nulo, primaria o secundaria utilizan más las estrategias de evitación y soporte social, mientras

28
que los adultos mayores con un nivel de escolaridad de bachillerato o profesional utilizan la

estrategia de afrontamiento de inmortalidad. (p.180).

1.5.4 Religión

La muerte para algunos es un asunto amenazante y temible y para otros constituye el punto

final de la vida que da paso a un nuevo comienzo. En virtud de esto, las religiones ofrecen un

marco de respuestas a los grandes enigmas existenciales sobre la muerte y sobre el más allá.

Es evidente que muchas de las personas reaccionan ante la muerte y el proceso de morir

según sus creencias religiosas, por lo que esta variable constituye una de las más indagadas

en relación a la muerte. (Dezutter et al., 2009).

“Pertenecer seria y sinceramente a religiones que predican la resurrección, o la existencia

de otra vida definitiva, lleva consigo un menor temor o incluso una entrega a la muerte”

(Yuste et al., 2004, p.160). En este sentido, Uribe et al. (2007), en su investigación “Actitud y

miedo ante la muerte en adulto mayores”, describe que “la creencia en la existencia de Dios

y la creencia en la vida después de la muerte, pueden generar en las personas la aceptación de

la misma como parte integral de la vida y por tanto producir una actitud de acercamiento”

(p.119). Así mismo, en el estudio “El Adulto Mayor ante la Muerte: Análisis del Discurso en

el Estado de México” Hernández et al. (2011), señala que el factor religioso es determinante

en el momento de la pérdida de los seres queridos, pues es un apoyo emocional que los ayuda

a superar la pérdida a través de la fe, además alude que el miedo a morir disminuye con la

creencia de alguna imagen religiosa, dependiendo de la religión que se profesa (p.72).

Sumado a esto Blanco en el 2015 en su investigación “Ansiedad ante la muerte y factores de

vulnerabilidad asociados en ofensores sexuales recluidos en el centro de atención

institucional adulto mayor” manifiesta que una ansiedad moderada baja ante la muerte puede

interpretarse en la efectividad de las estrategias de afrontamiento de las personas, en especial,

las asociadas con las creencias religiosas que se basan en la idea de la vida después de la

29
muerte. (p.38). Pues bien, la lista de estudios donde la religión se asocia con menor ansiedad

y miedo ante la muerte es extensa; autores como Mueller, Plevak y Rummans (2001),

hallaron que “la participación religiosa y la espiritualidad se asocian con mejores resultados

de salud, con mayores habilidades de afrontamiento, longevidad y calidad de vida, incluso

durante la enfermedad terminal; así mismo, con menor ansiedad, depresión y suicidio”

(citado en Miaja y Moral, 2014, p.27).

Sin embargo, también existen diversos estudios que manifiestan lo contrario, entre ellos se

encuentra Ramos y García (1991), en su investigación sobre la ansiedad ante la muerte,

miedo a la propia muerte, preocupación por el cambio físico, preocupación por el paso del

tiempo y el miedo al sufrimiento asociado a la enfermedad y la desaparición, expresaron que

la relación entre la religión y la creencia de que existe una vida después de la muerte generan

mayor ansiedad a la muerte. (citado en Uribe et al. 2007). Igualmente, estudios como los de

(Franks, Templer, Cappelletty, & Kauffman, 1991; López, Sueiro, & López, 2004) han

hallado un mayor nivel de ansiedad ante la muerte en personas religiosas que en personas que

no profesan ninguna religión. (Miaja y Moral, 2014, p.27), y estudios como los de (Heydari,

Khalili y Khodapanahi, 2009; Wink y Scott, 2005; Ziapour, Dusti y Asfajir, 2014) no han

encontrado asociaciones significativas entre la religión y la ansiedad o miedo a la muerte.

(Tomás-Sábado, 2016, p.19). Por lo que la religión no constituye un factor definitivo en los

niveles bajos de ansiedad, miedo, estrés, preocupación ante la muerte o el proceso de morir

de las personas.

1.6 Muerte en los adultos mayores

1.6.1 Conceptualización de envejecimiento y adulto mayor

El envejecimiento siempre ha sido un tema controversial, puesto que diversas son las

explicaciones que se dan acerca del ¿porque el ser humano envejece? o ¿qué es el

30
envejecimiento? (Rocha, 2013) pues bien, cada lineamiento teórico busca demostrar su lógica

en cuanto a la definición, muchos difieren en sus posturas, pero en algo se puede estar de

acuerdo y es que, el ser humano es uno y envejece día a día. (González y De la Fuente

Anuncibay, 2014)

Existen varias definiciones, por ende, se analizará el concepto envejecimiento desde

diversos puntos de vista propuestos por autores y organizaciones.

De acuerdo a la Organización de la Naciones Unidas (ONU) “el envejecimiento de la

población es un cambio sin precedente en magnitud y velocidad en el desarrollo mundial, los

ancianos constituyen en realidad una parte importante de la humanidad” (González, 2015,

p.19), en este sentido la Organización Panamericana de la Salud (OPS) también define al

envejecimiento como aquel “proceso de integración entre el individuo que envejece y una

realidad contextual en proceso permanente de cambio” (Cornachione, 2008, p.90), es decir, el

ser humano que envejece no solo debe atravesar por sus propios cambios físicos y

psicológicos sino que también debe adaptarse a los cambios socio-culturales. Es importante

también mencionar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define al

envejecimiento, como un “proceso fisiológico que comienza en la concepción y ocasiona

cambios en las características de las especies durante todo el ciclo de la vida; esos cambios

producen una limitación de la adaptabilidad del organismo en relación con el medio. (se citó

en Alvarado y Salazar, 2014, p.57)

Ahora bien, desde una mirada biológica, el envejecimiento según Baltes (2004) tiene que

ver con “un desgaste natural de todos los órganos y sistemas corporales, como una

consecuencia natural y normal de todos los seres vivos” (como se citó en Alvarado y Salazar,

2014, p.59), en concordancia a esta definición Yuste, Rubio y Aleixandre (2004) indican que

el envejecimiento en el individuo se da según pasa el tiempo, pues es un declive progresivo e

implica cambios inalterables en el organismo.

31
La psicología en cambio enfatiza las funciones cognitivas, la personalidad y como el

individuo asume la vejez, y es que “la psicología sabe que el desarrollo humano avanza de

modo solvente en función de cómo se logre la adaptación del sujeto al contexto social, que es

como, en definitiva, se configura la personalidad de cada cual” (Yuste et al., 2004). Pues

bien, según Erikson (1950), el adulto mayor entra en una etapa de crisis que contempla

factores individuales y culturales (Alvarado y Salazar, 2014), precisamente en esta etapa el

sujeto evalúa con detenimiento su vida, si acepta el proceso de vejez por el que está

atravesando podrá encontrar su yo integro, en cambio sí lo rechaza puede generar

desesperanza (Uribe et al., 2007).

Otra perspectiva acerca del envejecimiento es la social, en donde llegar a la edad adulta

depende de la cultura o sociedad en la que se habite, es decir, la persona envejece según va

alcanzando su madurez social (Yuste et al., 2004), de acuerdo con esto Gómez (2002)

expresa que el envejecimiento depende de la adaptación que el individuo tenga en su

contexto, además menciona algunas teorías entre las cuales están la de desvinculación, que

indica que el aislamiento es natural en el adulto mayor, la teoría de la actividad, la misma

que expresa un envejecimiento sano a través de la participación en la sociedad, y finalmente

la teoría de la continuidad, en esta la conducta del adulto mayor dependerá del estilo de vida

que siempre tuvo. (como se citó Alvarado y Salazar, 2014).

De este modo es esencial también definir el termino adulto mayor; según García (2006)

“el concepto de adulto mayor es un constructo reciente y su semántica no sólo alude a

personas ancianas que han alcanzado una edad cronológica mayor de sesenta años, ni

tampoco a personas vulnerables clínica, psicológica, social y culturalmente” (p. 236 y 237)

sino que el término también enmarca un área política y legal, en donde el adulto mayor es

sujeto de derechos y sin importar la edad que tiene, es un ente fundamental en la sociedad,

pues además de sabiduría nos brinda experiencias enriquecedoras (García, 2006).

32
Desde un ámbito regional, el criterio legal que se utiliza para definir que una persona es

adulta mayor, es la edad cronológica, sin embargo, se toma muy en cuenta la edad biológica,

funcional, psicológica y social del individuo. (CEPAL, 2012, p.44). “La Organización de las

Naciones Unidas (ONU) define al adulto mayor como toda persona mayor de 65 años para

los países desarrollados y 60 años para los países subdesarrollados” (Caballero y Zapata,

2019, p. 158). Ahora, desde un panorama nacional, la República del Ecuador “considerará

personas adultas mayores aquellas personas que han cumplido los sesenta y cinco años de

edad” (Constitución de la República del Ecuador, 2008, art. 36).

1.6.1.1 Etapas de la tercera edad

La Organización Mundial de la Salud (OMS), contempla que las personas de 60 a 74 años

son consideradas de edad avanzada; de 75 a 90 años viejas o ancianas, y las que sobrepasan

los 90 años se les denomina grandes viejos o grandes longevos. (Caballero y Zapata, 2019, p.

158). La Fundación Saldarriaga Concha (2013), propone una clasificación para la población

adulta mayor por subgrupos de edad, aquellas personas de 60 a 74 años serán considerados

como adultos mayores jóvenes, los de 75 a 84 años adultos mayores viejos, los de 85 a 99

años adultos mayores longevos y los de 100 años y más serán denominados centenarios.

(p.9).

1.6.2 Adulto mayor ante la muerte y el proceso de morir

La especie humana es la única que tiene conciencia de que la muerte llegará algún día, la

naturaleza propia nos enseña que si existe la vida también existe la muerte. Este espacio de

tiempo biográfico conduce al ser humano a comprender que hay un fin. (Hernández et al.,

2011). Pues bien, el adulto mayor en su proceso de envejecimiento debe “adaptarse a la

disminución de la capacidad física, aceptar y controlar las enfermedades crónicas, perder

amigos y familia” (Aguinaga, 2010, p.267) y por su edad, está más cercano a esta etapa

final de la vida, y puede tener mayor sensibilidad ante esta, evidenciándose en varias

33
ocasiones temor ante el dolor intenso y pánico ante la idea de morir, por lo que su

pensamiento se ve alterado (González, 2015), es así que, “comienza a experimentar con

mayor angustia y frecuencia la aproximación de la muerte inevitable” (Coen-Anitua, et al.

2000 citado en Martínez et al., 2008, p. 32).

El proceso de morir se vive individualmente, cada persona atraviesa por este momento

de una manera distinta y suele desarrollar una serie de sentimientos, emociones, temores,

ansiedades, sensaciones y reflexiones acerca de cómo se vivirá este proceso (González,

2015).

De manera que, son distintas las reacciones que el adulto mayor puede tener ante la

muerte, sin embargo, según la psiquiatra Kübler-Ross (1969), la mayoría de las personas

atraviesan por ciertas etapas en su proceso de morir, entre las cuales se encuentran:

La primera es la negación, que viene a ser el rechazo a aceptar la realidad de lo que ocurre,

esta fase está caracterizada también por sentimientos de soledad y aislamiento, la segunda es

la ira, en esta la persona se enoja por la situación que está atravesando y necesita expresar la

rabia que tiene para liberarla (Papalia et al., 2009), “el adulto mayor se pone más que agresivo

en esta etapa, se aísla aún más y rechaza toda atención” (González, 2015, p. 168), la tercera

etapa es la negociación, una de las más útiles, en la cual el sujeto puede según sus creencias

negociar o hacer un pacto con Dios, la cuarta fase es la depresión, en esta es preciso que el

“adulto mayor expresar su dolor y desesperanza, resulta ser muy beneficioso tanto para el

adulto mayor como para la familia” (González, 2015, p. 168), y finalmente la quinta y última

etapa es la aceptación final, la cual indica que el adulto mayor ha comprendido y reconocido

su cercanía a la muerte, por lo que podrá sobrellevar su proceso de una mejor manera con paz

y tranquilidad (Papalia et al., 2009).

Cada una de estas etapas se pueden presentar de forma indistinta en el adulto mayor, tal vez

atraviesen por todas o por algunas de ellas, pero lo que sí es importante, es que el adulto mayor

34
pueda aceptar su realidad, vivir su proceso de envejecimiento sanamente y mejorar su calidad

de vida (Papalia et al., 2009).

1.7 Teorías psicológicas relevantes al estudio del miedo a la muerte en el adulto

mayor

1.7.1 Teoría de la autorrealización

La aproximación humanista, se orienta al crecimiento personal y la autorrealización, dicha

aproximación ha sido desarrollada por autores como Maslow y Rogers. (Warner y Willis,

2003). Pues bien, la teoría de la autorrealización también se plantea en las personas adultas

mayores que están atravesando por su proceso de envejecimiento, y esta no radica en

“autorealizarse como viejo, aceptar y esperar la muerte, sino que esta autorrealización implica

una activa reformulación de la vida persona en este ciclo vital” (Cornachione, 2008, p. 120).

Maslow define a la persona actualizadora como aquella que se acepta a sí mismo y tiene

bajos niveles de ansiedad y miedo a la muerte. En este sentido, Rogers, menciona que la

autorrealización es el resultado de un proceso de diferenciación del “sí mismo” es decir lo

que uno es, y del “si mismo ideal” lo que uno quiere llegar a ser. De manera que, las personas

que se encuentran lejos de este ideal, la muerte puede ser una amenaza, en cambio para aquel

individuo que se desempeña plenamente y acepta como es, la muerte puede ser una

experiencia interesante (Aguinaga, 2010).

1.7.2 Teoría de los constructos personales

Para Kelly (1955) “las personas construyen los hechos al predecirlos sobre la base de la

experiencia y el aprendizaje, es decir la persona ocupa un lugar de importancia central como

constructor activo del mundo”. Por lo tanto, la psicología busca establecer la forma en que

las personas construye su yo y su mundo. (como se citó en Puhakka, s.f, 370).

35
En cuanto a la muerte, esta teoría menciona que “enfrentarse a la propia muerte, la perdida

de alguien que es percibido como esencial para la supervivencia o el bienestar propio o la

privación de posesiones o de una posición social, constituyen ejemplos de amenazas graves

contra las estructuras centrales” (Puhakka, s.f, 385).

1.7.3 Teoría psicosocial de Erikson

Erickson desarrolló ocho estadios que hacen referencia a las crisis de personalidad que el

ser humano tiene desde su nacimiento hasta la muerte, en cada uno de estos estadios, debe

vencer una situación evolutiva concreta para sentirse satisfecho (Yuste et al., 2004).

La última etapa de la vida, fue denominada por Erickson como Integridad del yo-

desesperanza. “El miedo a la muerte sería una manifestación de esta última, ya que expresa

que el tiempo es corto para intentar otra vida o para caminos alternativos para la integridad.

Para conseguir la integridad, es necesario revisar, aceptar, y dar sentido a las experiencias

vitales más significativas” (Goméz, Hernández, Rojas, Santacruz, Uribe, 2008, p.649)

En este estadio la crisis se explica a través de la evaluación de la vida del adulto mayor,

en donde, puede o no apreciar la manera en que ha vivido. Si acepta su vida pasada, el

individuo puede desarrollar un sentido de integridad, caracterizado por virtudes como la

sabiduría que le ayuda a tener una mejor aceptación de la muerte, si es todo lo contrario, y el

adulto mayor rechaza la manera en que ha llevado su vida, puede generar desesperanza,

caracterizada por la negación de una realidad de cambios, es decir, tras pensar que el tiempo

se ha agotado, la persona desencadena sentimientos de amargura, culpa y desesperación, por

lo que presentara mayor temor a la muerte. (Uribe, Valderrama y López, 2007).

1.8 Perspectiva actual del miedo a la muerte en adultos mayores

El ser humano siempre ha buscado la manera de conocer, dominar y controlar el mundo en

el que vive (Vilches, 2000, p.1), no obstante, la muerte es una realidad inevitable que el

36
sujeto debe atravesar en cualquier momento y aunque forma parte de la vida, todavía no se ha

logrado naturalizar (Colomo et al. 2018, p. 62), y es que, hoy en día en la cultura occidental,

la muerte es considerada un tabú y está asociada con el miedo a lo desconocido, el dolor y el

sufrimiento, lo cual a su vez genera algunas conductas evitativas. (Uribe, Valderrama y

López, 2007, p. 111). Según Ariés (2003), el modo de vivir contemporáneo cultiva actitudes

que intentan olvidar, ignorar o hasta matar a la muerte, en una tentativa de vencerla y lograr

así la inmortalidad (citado en Vicensi, 2016, p.65). De modo que, en la era actual, ante la

búsqueda de preservar la vida por encima de todo, la ciencia y la tecnología ha conseguido

grandes avances, procurando alcanzar un mayor nivel de salud de la población y así cada día

extender la esperanza de vida para la humanidad. (Ramos, Gairín, y Camats, 2018, p.22).

El incremento porcentual y absoluto de las personas adultas mayores, en las últimas

épocas, ha dado lugar a que esta población sea objeto de estudio, y ya que, la concepción de

la vejez es vista tradicionalmente como una etapa de la vida del ser humano en la cual se

presentan una serie de cambios, deterioros y pérdidas, principalmente en el área de la salud,

que lo llevan inevitablemente a la muerte, se ha visto asociado la vejez y la muerte como un

binomio inseparable. (González y Celis, 2011, p.6). Por tal razón, durante los últimos años, se

han realizado investigaciones relevantes acerca de esta temática, entre las más actuales se

puede mencionar a Blanco (2015) con su estudio “Ansiedad ante la muerte y factores de

vulnerabilidad asociados en ofensores sexuales recluidos en el centro de atención institución

al adulto mayor”; a Lynch, y Oddone (2017) con su investigación “La percepción de la

muerte en el curso de la vida: un estudio del papel de la muerte en los cambios y eventos

biográficos” y finalmente a Gil, Ballester, Ruiz, y Castro, (2017) “Percepción en personas

mayores de qué podría ayudarnos a morir en paz”.

37
1.9 Investigaciones nacionales relacionadas con el estudio del miedo a la muerte y

el proceso de morir en los adultos mayores

En cuanto al contexto nacional y local, y después de una revisión sistemática de estudios

relacionados con el presente tema de investigación no se han encontrado investigaciones a

nivel científico. Por otro lado, la mayoría de estudios de pregrado y postgrado hallados hacen

referencia a la ansiedad, las actitudes y el afrontamiento a la muerte, pero no en la población

de adultos mayores, sino en poblaciones como pacientes hospitalizados, personas con

enfermedades terminales y personales de salud.

Los pocos estudios de pregrado y postgrado asociados a la presente investigación, son los

siguientes:

“Consecuencias psíquicas del abandono familiar en los ancianos de la institución Hogar

de Vida 1 (Patronato San José)” desarrollado en Quito, por Cevallos (2011). Su objetivo fue

analizar el malestar psíquico como consecuencia del abandono familiar en diez adultos

mayores institucionalizados. Esta investigación es cuantitativa y cualitativa, los instrumentos

utilizados fueron la Escala de Hamilton, la escala de Yesavage, historias clínicas, entrevistas

a profundidad e historias de vida. Los resultados en función de la muerte mostraron que, la

visión que tienen los adultos mayores acerca de la muerte es diversa, unos indican tener

miedo al proceso de morir más no a la muerte, para otros la muerte representa un descanso, y

por último hay quienes creen que trascenderán a la muerte con la permanencia del alma. (p.4

y 173)

“Preferencias sobre las decisiones al final de la vida de los Adultos Mayores de 60 años

del Programa 60 y Piquito en el Valle de Chillos, de la Parroquia Conocoto, Provincia de

Pichincha-Ecuador” propuesto por Cañadas (2012). Su objetivo fue analizar las preferencias

ante las decisiones al final de la vida de las personas mayores de 60 años, en relación a su

abordaje y planificación anticipada en ámbitos biológico, socio–cultural, psicológico y

38
espiritual. Fue un estudio de carácter cualitativo, se utilizaron entrevistas y grupos de

discusión. Entre sus hallazgos y en relación a la muerte se encontró que los participantes

generaron estados de ánimo variados: llanto, voz entrecortada, expresiones de molestia ante

las preguntas y respuestas evasivas, estos podrían ser indicadores de respuestas negativas ante

la muerte. (p. 38 y 46)

Finalmente, el estudio “Abordaje psicoterapéutico grupal de ansiedad ante la muerte en el

adulto mayor institucionalizado desde el modelo integrativo” elaborado por Campos (2015)

en Cuenca. Su objetivo fue elaborar y aplicar un dispositivo psicoterapéutico de modelo

integrativo, capaz de disminuir niveles de ansiedad ante la muerte en una muestra 12 adultos

mayores, de ambos sexos del Hogar Cristo Rey, con un rango de edad comprendido entre los

65 y 80 años de edad. El estudio fue de carácter cuantitativo y de alcance longitudinal, se

utilizó la Escala revisada de ansiedad ante la muerte. Sus resultados indicaron que posterior a

la aplicación del dispositivo terapéutico, los niveles de ansiedad ante la muerte disminuyeron

significativamente en todos los factores medidos por el instrumento. (p.5 y 110)

1.10 Investigaciones internacionales relacionadas con el estudio del miedo a la

muerte y el proceso de morir en los adultos mayores

Existen una gran cantidad de estudios e investigaciones internacionales sobre la muerte en

el adulto mayor y los factores relacionados con esta. Cabe señalar que buena parte de estas

investigaciones son realizados desde el campo de la medicina y la enfermería: pacientes

hospitalizados, enfermedades terminales entre otros. Otra buena parte son realizados desde la

psicología, la antropología y la sociología. No obstante, se podría afirmar que casi todos

enfatizan sobre los aspectos relacionados con el miedo, la angustia, la ansiedad, la depresión

y otros aspectos de orden psicológico que se presentan frente a la muerte y al proceso de

morir durante las últimas etapas de la vida como es la vejez y específicamente la tercera edad.

39
Entre las investigaciones a nivel científico asociadas a la temática y al diseño de la

presente investigación, se ha identificado las más relevantes:

“Percepción en personas mayores de qué podría ayudarnos a morir en paz” propuesta

por Gil, Ballester, Ruiz, y Castro (2017) en España. Se planteó como objetivo analizar

aquellos aspectos que ayudarían a facilitar una muerte en paz, analizando la posible

influencia en esta valoración de variables sociodemográficas. El estudio fue cuantitativo, se

realizó en 152 adultos con edades comprendidas entre los 50 y 77 años de edad, se aplicó el

cuestionario de Ayuda a Morir en Paz. Los resultados obtenidos reflejaron que, para las

personas mayores los aspectos prioritarios al final de la vida fueron aquellos relativos a la

cercanía de las personas queridas, el control del sufrimiento físico y el sentido de la vida. En

cambio, los dos factores menos valorados fueron creer en otra vida después de la muerte y

pensar que se pueda morir en casa. (p.81)

“La percepción de la muerte en el curso de la vida: un estudio del papel de la muerte en

los cambios y eventos biográficos” propuesta por Lynch, y Oddone (2017), en Argentina. Su

objetivo fue describir la percepción que los individuos tienen de la muerte en las distintas

etapas de sus biografías. Fue un estudio cuantitativo, realizado en una muestra de 572 varones

y mujeres, distribuidos en cinco grupos de edad. Se utilizó el Cuestionario aplicado en el

estudio cambios y eventos en el curso de la vida (CEVI). Los hallazgos más relevantes hacen

referencia a la identificación creciente de la presencia de la muerte a lo largo de la existencia,

mostrando que las esferas de la vida involucradas en los cambios personales van

modificándose en función de la etapa atravesada. La muerte es percibida como una transición

significativa independientemente de la cohorte de pertenencia. (p.129)

“Estrategias de afrontamiento ante la muerte y calidad de vida en adultos mayores

mexicanos” desarrollado en México por González y Araujo (2010). Su objetivo fue

identificar y describir las estrategias que emplean los adultos mayores para afrontar la muerte,

40
y su relación con el nivel de calidad de vida y el género. La investigación fue de carácter

cuantitativo, observacional, y con un diseño descriptivo-transversal; se llevó a cabo en una

muestra de 215 adultos mayores entre 60 y 90 años, mediante la aplicación de dos

instrumentos Calidad de vida WHOQOL-Bref y la Escala de afrontamiento ante la muerte

(EAAM). Sus resultados proyectaron una correlación significativa entre calidad de vida, la

evitación y soporte social como estrategia de afrontamiento. La Estrategia de Afrontamiento

ante la Muerte más utilizada es la de aceptación, seguida de evitación y soporte social.

(p.167)

“Diferencias evolutivas en la actitud ante la muerte entre adultos jóvenes y adultos

mayores” realizado por Uribe et al. (2008) en Colombia. Se caracterizó por ser cuantitativo,

no experimental de corte transeccional, su objetivo fue evaluar la actitud ante la muerte en

función de la edad y el género en 343 adultos jóvenes y adultos mayores entre los 18 y 88

años de edad, mediante el Perfil Revisado de Actitudes hacia la Muerte. Sus resultados

afirmaron que existen diferencias significativas en cuanto a la edad en cada una de las escalas

evaluadas (miedo a la muerte, evitación de la muerte, aceptación de acercamiento, aceptación

de escape y aceptación neutral) y en relación al sexo se pudieron observar diferencias

significativas sólo en el grupo de adultos mayores en las escalas de evitación a la muerte y

aceptación de acercamiento. (p.119)

“Actitudes hacia la muerte en un grupo de adultos intermedios y mayores con enfermedad

crónica (hipertensión, diabetes y cáncer) en la ciudad de Bucaramanga” en Colombia, por

Álvarez y Flórez (2008). El objetivo fue determinar los tipos de actitudes hacia la muerte y

evaluar las posibles asociaciones entre los diferentes tipos de actitudes halladas y las

características como la edad, el estrato socioeconómico, y el sexo. El estudio fue ejecutado en

una muestra de 200 adultos intermedios (40 a 60 años) y mayores (60 a 66 años) y se usó el

Perfil Revisado de Actitudes hacia la Muerte. El diseño del estudio fue no experimental-

41
correlacional-transversal. Entre los resultados se encontraron actitudes de acercamiento hacia

la muerte predominantemente (la muerte como la transición hacia una vida feliz), también se

hallaron diferencias en las actitudes de acercamiento, miedo y evitación de la muerte en las

mujeres con respecto a los hombres y se expresaron relaciones débiles no significativas entre

las actitudes hacia la muerte, la edad y el estrato socioeconómico.

“Percepción del adulto mayor acerca del proceso de muerte” propuesta por Martínez,

Villarreal y Camacho (2008) en México. Dicho estudio buscó identificar la percepción que

tiene el adulto mayor acerca del proceso de muerte en una muestra de 121 adultos mayores de

60 años y más. El diseño fue transversal-descriptivo y la selección de los participantes se

realizó por cuota. La percepción sobre el sentimiento que la muerte despierta en el adulto

mayor se midió a través de una encuesta que contenía ocho ítems, cuatro positivos (paz,

tranquilidad, fin y principio) y cuatro negativos (temor, odio, tristeza y dolor). Entre los

resultados más relevantes se describe que, los sentimientos que se presentaron con mayor

frecuencia fueron de paz y tristeza con un 27.3% y el 43.8% de la muestra se concentró en la

percepción negativa de la muerte. (p.31)

“Actitud y miedo ante la muerte en adultos mayores” elaborada por Uribe et al. (2007) en

Colombia. Su objetivo fue evaluar la actitud y miedo ante la muerte en una muestra de 170

adultos mayores de 65 años. Fue un estudio cuantitativo, no experimental de corte

transeccional y los instrumentos utilizados fueron el Perfil Revisado de Actitudes hacia la

Muerte y la Escala de miedo a la muerte Collet-Lester. Sus resultados se manejaron en

relación a las variables sociodemográficas. En cuanto al sexo, se observó diferencias

significativas en las escalas de evitación a la muerte, miedo a la muerte y aceptación de

acercamiento, en el estrato socioeconómico se encontraron diferencias significativas en las

escalas de miedo a la muerte y aceptación de acercamiento y en función de la religión sólo

hay diferencias significativas en la evitación a la muerte. (p.109)

42
“Enfrentamiento de la muerte por el adulto mayor con enfermedad terminal” elaborada

por Torregrosa, Núñez, Morales y Sablón (2005) en Cuba. Su objetivo fue conocer el

comportamiento del enfrentamiento de la muerte por el adulto mayor en el área de salud de

un Policlínico de la ciudad de Camagüey, sus participantes fueron 130 pacientes de 60 años y

más con enfermedades terminales. El estudio fue de carácter descriptivo y el instrumento

utilizado fue una encuesta cuyos criterios fueron la edad, el sexo, la escolaridad, afectación

psicológica, fases del proceso de morir de Kubler-Ross, lugar donde desea morir, actitudes de

sus familiares y trastornos psicológicos asociados. Los resultados mostraron que existe mayor

preocupación por la muerte interpersonal y que la actitud que suele predominar ante la muerte

por parte de los familiares es la de sobreprotección, mientras que las actitudes que presentan

los mismos adultos mayores cercanos a la muerte son en su mayoría la depresión, ansiedad,

miedo y dependencia hacia sus familiares. (p.97)

Existen otras investigaciones a nivel científico asociadas a la temática de la presente

investigación, pero con diseños metodológicos distintos, entre los cuales se ha identificado

las siguientes:

“Ansiedad ante la muerte y factores de vulnerabilidad asociados en ofensores sexuales

recluidos en el centro de atención institución al adulto mayor” realizada en Costa Rica por

Blanco (2015). Su objetivo fue establecer la relación entre los factores de vulnerabilización y

la ansiedad ante la muerte en ofensores sexuales, recluidos en el Centro de Atención

Institucional Adulto Mayor. Su muestra conto con 103 personas adultas mayores de la

Asociación Gerontológica y 80 privados de libertad del CAI Adulto Mayor con una edad

comprendida de 70 años. El estudio fue mixto, no experimental-correlacional-transversal y

los instrumentos aplicados fueron la Escala de Ansiedad ante la Muerte de Templer, el

Cuestionario de Ansiedad Estado-Rasgo y la Escala Geriátrica de Ansiedad. En los resultados

43
se evidenció que la muestra, tanto en condición de libertad como de privación de libertad,

presentó niveles muy bajos de ansiedad ante la muerte. (p.26)

“El Adulto Mayor ante la Muerte: Análisis del Discurso en el Estado de México”

elaborada por Hernández et al. (2011). Su objetivo fue aplicar la técnica grupos de discusión

a un grupo de 7 mujeres de 65 años en adelante, con el fin de identificar el concepto que

tienen de la muerte a través del análisis de su discurso. Es un estudio cualitativo y un diseño

comprensivo-interpretativo. Los resultados alcanzados se manejaron bajo cuatro parámetros,

el primero de ellos fue la consciencia de la aproximación de la muerte y la muerte de los seres

queridos, las participantes identificaron esta categoría con dolor y separación física, el

segundo parámetro fue la visión de la manera de morir, en este hubo coincidencia en cuanto a

la forma idónea de morir: rápido y sin sufrir, el tercer parámetro hace referencia al

testamento, el cual fue abordado por una sola participante y finalmente el cuarto parámetro la

eutanasia, en este las participantes no negaron aceptar su uso para una muerte más rápida.

(p.64)

“Estudio comparativo de ansiedad ante la muerte en una muerta de ancianos y de

jóvenes” propuesto por Martínez, Alonso y Calvo (2001), en España. Su objetivo fue

comprobar si hay diferencias significativas por la edad con respecto al temor a la muerte, así

como su relación con otras variables como el sexo, la ansiedad y la depresión. Fue

desarrollado en 33 estudiantes de enfermería entre 18 y 29 años y 33 adultos mayores entre

56 y 94 años. Es un estudio descriptivo comparativo, se utilizó la Escala de ansiedad ante la

muerte de Templer, la Escala de ansiedad de Gold-Berg, la Escala de depresión geriátrica de

Yesavage y el Inventario para la depresión de Beck. Los resultados obtenidos muestran que el

nivel de ansiedad ante la muerte es mayor en los ancianos, siendo la diferencia significativa

con respecto a los jóvenes. Los niveles son ligeramente mayores en los varones y cuando

aparece ansiedad y/o depresión. (p.12)

44
“Concepciones, Creencias y Sentimientos Acerca de la Muerte en Adultos Mayores de

Nivel Educacional Superior” realizada en Chile, por Vilches en el año 2000. Su objetivo fue

describir las concepciones, creencias y sentimientos acerca de la muerte en adultos mayores

entre 65 y 75 años de edad y de un nivel educacional superior. Fue un estudio cualitativo, se

realizaron entrevistas de profundidad, semiestructuradas y con preguntas abiertas. Entre los

resultados más relevantes se describe que las concepciones de la muerte se mueven en dos

líneas bien definidas, una de ellas es la religiosa, (la muerte como “un tránsito a otra vida”) y

la otra línea corresponde a la concepción de la muerte como el final de la vida. (p.5)

Pues bien, en las investigaciones presentadas se puede analizar comparativamente su

contenido y es preciso denotar que coinciden en la temática, ya sea la percepción, la actitud,

el miedo, la ansiedad y las estrategias de afrontamiento, todos los estudios hacen referencia a

la muerte en el adulto mayor, en edades comprendidas de 50 a 94 años. Los estudios fueron

ejecutados entre el año 2000 al 2017, y la mayoría de dichos estudios se desarrollaron en el

contexto latinoamericano a excepción de dos que se realizaron en España.

En cuanto a la muestra estudiada por cada investigación, existen algunas diferencias, ya

que la mayoría de estudios utilizó una muestra extensa, dos de estos estudios manejó una

muestra pequeña conformada por 7 y 33 adultos mayores, y de una investigación se

desconoce el número exacto de adultos mayores con el que trabajó.

En lo que respecta a la metodología utilizada, la mayoría de los estudios utilizó un enfoque

y diseño cuantitativo no experimental descriptivo, así mismo se encontraron estudios

correlacionales y uno comparativo, también existen dos estudios que son cualitativos y uno

mixto. En tales estudios los instrumentos utilizados fueron diversas escalas, cuestionarios,

entrevistas abiertas y grupos de discusión.

Los resultados variaron, debido al enfoque y direccionalidad que tiene cada investigación,

sin embargo, la religión fue un tema relevante como parte de la perspectiva que el adulto

45
mayor tiene sobre la muerte. Además, se menciona que algunos adultos mayores no desean

morir solos y otros prefieren la muerte rápida y sin dolor, y tanto la ansiedad como el miedo a

la muerte es predominante en esta población.

Ahora bien, existen investigaciones internacionales a nivel de pregrado y postgrado que se

relacionan más con la presente investigación, por la población de estudio y el instrumento

utilizado, entre las cuales están:

“Afrontamiento del miedo a la muerte”, realizada en Madrid por Sanchís (2018). Su

objetivo fue elaborar un estudio exploratorio sobre el miedo a la muerte en una muestra de

152 sujetos entre los 60 y 90 años de edad, 80 mujeres y 72 hombres. Fue un estudio ex-post-

facto, no probabilístico incidental, en el que se utilizó el Inventario de estrategias de

afrontamiento, Inventario de sistema de creencias revisado, Perfil revisado de actitudes hacia

la muerte y la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester, teniendo en cuenta las variables

sexo, edad y nivel de estudios. Sus resultados más relevantes muestran diferencias

significativas en función del sexo en el miedo a la muerte propia, con relación a la edad, el

grupo de 60 a 70 años y 81 a 90 años tienen puntuaciones más altas en el miedo a la muerte

ajena, en cuanto a la escolaridad el grupo de personas que más teme a la muerte, ya sea

propia o ajena, son las personas sin estudios. (p. 10, 222 y 227)

“Temor hacia la muerte, espiritualidad y florecimiento en adultos mayores de Lima

Metropolitana” realizada por Rivarola (2016). Su objetivo fue analizar la relación entre las

dimensiones del miedo hacia la muerte: miedo hacia la propia muerte, miedo hacia el propio

proceso de morir, miedo hacia la muerte de terceros, miedo hacia el proceso de morir de

terceros y la espiritualidad y florecimiento en un grupo de 65 adultos mayores. Fue un estudio

correlacional y se empleó la Escala de miedo a la muerte Collet-Lester, el Inventario de

Sistemas de Creencias Revisado y la Escala de Florecimiento. Entre los resultados se reporta

un mayor miedo al proceso de morir de otros (25,11%), el cual es casi el doble que el miedo

46
hacia la propia muerte (13,44%). También se encontró una relación inversa entre el miedo

hacia la propia muerte y la espiritualidad el miedo hacia la propia muerte y el florecimiento.

(p.18 y 19)

“Actitud ante la muerte y el proceso de morir, propio y el de los demás” propuesta por

Sánchez y Salas (2015) en México. Su objetivo fue valorar la actitud ante la muerte y el

proceso de morir propio y de otros, para conocer si existe diferencia ante esta percepción en

dos grupos adultos jóvenes y adultos mayores activos dentro de la sociedad. Fue un estudio

descriptivo y comparativo en una muestra de 120 sujetos, 51 adultos mayores entre 60 y 90

años de edad y 69 adultos jóvenes entre 20 y 40 años de edad. Se utilizó la Escala revisada de

miedo a la muerte Collet-Lester. Entre los resultados más importantes están que los adultos

mayores presentan un mayor miedo a la muerte del otro que a su propia muerte, sin embargo,

en el proceso de morir se registra un mayor miedo al propio proceso de morir que al proceso

de morir de otros. (p.23 y 29)

47
MARCO METODOLÓGICO

Variables de la investigación

- Variable de estudio: Miedo a la muerte y al proceso de morir

- Variable contextual: Adulto mayor

- Variables de control: Sexo, escolaridad y religión.

Definición conceptual de variables

Miedo a la muerte y al proceso de morir: El miedo a la muerte es un concepto que incluye

el miedo al proceso de la muerte, a la muerte y a lo que sucede después de ella. Se define como

una reacción emocional a la percepción de señales de peligro o amenaza, ciertas o imaginadas

de la propia existencia, que pueden desencadenarse ante estímulos ambientales, situacionales,

y también por estímulos internos de la persona, relacionados con la propia muerte o la muerte

ajena. (Uribe, Valderrama, Duran, Galeano y Gamboa, 2008, p.121)

Sexo: Son las características biológicas que definen a los seres humanos como hombre o

mujer. Estos conjuntos de características biológicas tienden a diferenciar a los humanos como

hombres o mujeres, pero no son mutuamente excluyentes, ya que hay individuos que poseen

ambos. (OMS, 2018, p.3)

Escolaridad: Número promedio de años escolares aprobados por la población en el sistema

educativo formal en los niveles de educación general básica, educación bachillerato, educación

superior universitaria o técnica/tecnológica y postgrado. (INEC, 2017, p.1)

Religión: Es un sistema de creencias, de ritos, de formas de organización, de normas éticas

y de sentimientos, por cuyo medio los seres humanos se relacionan con lo divino y encuentran

un sentido trascendente de la vida. (Marzal, 2002, p.27)

48
Operacionalización de variables

Tabla 1.

Operacionalización de variables

Variables Dimensiones Indicadores Ítems Instrumento Tipo de


datos
1. Miedo a  Morir solo 1-7
la muerte  Vida breve
propia  Perder todas las cosas al
morir
 Morir joven
 Cómo será estar muerto
 No experimentar nada
nunca más
 Desintegración del
cuerpo después de morir

2. Miedo al  Degeneración física 8-14


proceso  Dolor en el proceso de
de morir morir
propio  Degeneración mental
 Pérdida de facultades
Miedo a la  Incertidumbre sobre la Escala de miedo
muerte y al valentía con que a la muerte de Intervalo
proceso de afrontará el proceso Collett-Lester Escala
morir  Falta de control sobre el (EMMCL) / Likert
proceso Collett-Lester Alto (5)
 Posibilidad de morir en Fear Of Death Moderado
un hospital lejos de la Scale (CL- (2,3,4)
familia y amigos FODS) Bajo (1)

3. Miedo a  Pérdida de una persona 15-21


la muerte querida
de otros  Ver un cadáver
 No poder comunicarse
nunca más con esa
persona
 Lamentar no haberse
llevado mejor con esa
persona cuando estaba
viva
 Envejecer solo/a sin esa
persona

49
 Sentirse culpable por el
alivio provocado por su
muerte
 Sentirse solo/a sin esa
persona

4. Miedo al  Estar con alguien que 22-28


proceso está muriendo
de morir  Estar con alguien que
de otros quiere hablar de la
muerte
 Ver cómo sufre dolor
 Observar la
degeneración física
 No saber gestionar tu
dolor ante la pérdida de
una persona querida
 Asistir el deterioro de
sus facultades mentales
 Ser consciente de que
algún día vivirás esta
experiencia

 Hombre
Sexo  Mujer

 Ninguna
 Centro de alfabetización
 Jardín de infantes
 Primaria
 Secundaria Encuesta
Escolaridad
 Superior no sociodemográfica Nominal
universitario
 Superior universitario
 Post-grado

 Ninguna
 Católica
 Evangélica
Religión  Testigo de Jehová
 Adventista
 Mormona
 Otras

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

50
Hipótesis

En la presente investigación descriptiva no se realizarán hipótesis ya que “no se

pronosticará una cifra o un hecho” (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p. 92). Es decir,

la naturaleza del estudio no requiere hipótesis, sin embargo, sus resultados servirán para la

formulación de hipótesis de nuevas investigaciones.

Enfoque de la investigación

La investigación tiene un enfoque cuantitativo, ya que se realizó una recolección de datos

e información a través de la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL), la cual

permitió ejecutar medidas estadísticas acerca de los niveles del miedo a la muerte y al

proceso de morir presente en los adultos mayores del estudio. Específicamente en esta

investigación se midió las variables en un determinado contexto, se analizó las mediciones

obtenidas y se estableció una serie de conclusiones respecto a los datos obtenidos

(Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p. 4).

Tipo de la investigación

El tipo de la investigación es no experimental, puesto que, este estudio se realizó sin

manipular deliberadamente la variable miedo a la muerte y al proceso de morir, se observó,

describió y analizó el fenómeno tal como se presentó en su contexto natural. (Hernández,

Fernández y Baptista, 2010, p.149)

Diseño de la investigación

La investigación es no experimental-transversal-descriptiva. Transversal, puesto que, se

recolectaron datos en un solo período de tiempo y se aplicaron los instrumentos una sola vez

a los participantes y descriptiva ya que, se detallaron específicamente los niveles de miedo a

la muerte y al proceso de morir que presentaron los adultos mayores del estudio, sin realizar

correlaciones entre los resultados obtenidos. Se realizó un análisis descriptivo de los

51
resultados con respecto a las variables de control: sexo, religión y escolaridad a fin de

cumplir los objetivos. (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p.80 y 151).

Población y muestra

Descripción de la población

La presente investigación se realizó en el Programa “Canas de Vida” del GAD de

Calderón, este programa contaba con una población de 289 adultos mayores registrados en el

sistema, 52 hombres y 237 mujeres que residen en la parroquia rural de Calderón, sin

embargo, algunos de ellos fueron registrados en listas con apenas una asistencia al programa.

Los adultos mayores que asistían regularmente eran 200, de edades comprendidas entre 65 a

95 años; de estrato socioeconómico medio y bajo, en su mayor proporción se consideran

mestizos, no obstante, también hay presencia de personas indígenas. En cuanto al estado

civil, gran parte de la población se encuentra casada y otra gran parte enviudó. En el nivel de

escolaridad de la población predomina la educación primaria según datos del Gobierno

Autónomo Descentralizado Parroquial Rural de Calderón ([GAD de Calderón], 2019).

El Programa “Canas de Vida” del GAD de Calderón, cuenta con 13 unidades de atención

distribuidas en la Parroquia Rural de Calderón, dicho programa busca generar lugares de

promoción de envejecimiento activo y saludable por medio del encuentro y socialización de

las personas Adultas Mayores, lo que evita en ellos el sedentarismo y el rápido deterioro de

sus funciones vitales. Cada unidad de atención cuenta con un aproximado entre 15 a 40

participantes dependiendo del lugar de residencia. (GAD de Calderón, 2019).

Tipo de Muestra

Con el fin de obtener una muestra representativa de la población, en esta investigación la

muestra fue no probabilística, para lo cual se requirió una cuidadosa y controlada elección de

los participantes, en función de los criterios de inclusión, y más no, un criterio estadístico

52
generalizado en base a fórmulas de probabilidad (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p.

190).

Método de muestreo

El método de muestreo en el presente estudio fue el consecutivo censal, gracias a que la

población fue numéricamente pequeña y el estudio es descriptivo. Se abarcó a todos aquellos

adultos mayores que estuvieron accesibles a participar y firmaron el consentimiento libre e

informado, previo a la recolección de los datos. Además, cumplieron con los criterios de

inclusión y asistieron de forma regular al Programa “Canas de Vida”, en sus diferentes unidades

de atención, entre el período de tiempo del 26 de junio al 30 de agosto del 2019. Se consideraron

como variables de control: el sexo, la escolaridad y la religión. La variable sexo, fue relevante

en el estudio, debido a que el 90,6% son participantes mujeres y el 9,4% son hombres.

Para detectar el deterioro cognitivo moderado y severo y como filtro de selección de la

muestra, se realizó primeramente una prueba screening, conocida como la Evaluación

neuropsicológica breve en español (NEUROPSI) y para los otros criterios de exclusión, se

utilizó la base de datos del Programa “Canas de Vida” del GAD de Calderón, donde constan

los resultados de las evaluaciones psicológicas previas que descartan la presencia de

discapacidad intelectual y de trastornos mentales graves.

Tamaño de la muestra

Se realizó un filtraje en la población existente del Programa “Canas de Vida” del GAD de

Calderón, de los cuales participaron en el estudio aquellos que cumplieron con los criterios de

inclusión y lo criterios técnicos del instrumento EMMCL. En respuesta al método de

muestreo, se obtuvo una muestra válida y final de 138 adultos mayores, 125 mujeres y 13

hombres entre los 65 y 90 años de edad.

53
Criterios de inclusión

- Participación de forma regular en el Programa “Canas de Vida”.

- Vivir en dentro de la Parroquia Calderón.

- Edades iguales o superiores a 65 años.

- Ambos sexos.

- Participación voluntaria en la investigación.

- Cumplir con los criterios técnicos requeridos por la Escala de Miedo a la Muerte de

Collet-Lester “EMMCL”.

Criterios de exclusión

- Edades menores a 65 años.

- Presencia de deterioro cognitivo moderado y severo, ya sea por la edad o por alguna

demencia que impida contestar el instrumento.

- Presencia de discapacidad intelectual que impida contestar el instrumento.

- Presencia de deficiencia visual y/o auditiva severa y profunda, siempre y cuando se

vuelva una limitante para la aplicación del instrumento de forma asistida.

- Presencia de trastornos mentales graves.

Criterios de eliminación

- Fallecimiento durante el proceso del estudio.

- Desisten de participar en el estudio en cualquier momento del mismo.

- No asisten al Programa “Canas de Vida” de forma regular.

- Retiro voluntario o involuntario del Programa “Canas de Vida”, por el cierre

indefinido.

- Negación a firmar el consentimiento libre e informado.

54
Métodos, técnicas e instrumentos

Métodos

- Método científico. – Con el fin de obtener un conocimiento teórico acerca del miedo

a la muerte y al proceso de morir en el adulto mayor, se utilizó durante todo el

proceso de la investigación el método científico, cumpliendo las etapas del mismo: 1)

observación y planteamiento del problema, 2) determinación de la metodología, 3)

recogida e interpretación de los datos, 5) análisis y discusión de los resultados, lo

cuales permitieron elaborar las conclusiones.

- Método clínico. – Este método, al ser un método aplicado en el campo de la

psicología, fue utilizado para descartar la presencia de deterioro cognitivo moderado y

severo en los participantes del estudio mediante una serie de procedimientos

ordenados y sistemáticos. Posteriormente se realizó la aplicación del instrumento

EMMCL.

- Método estadístico. – Al ser una investigación de enfoque cuantitativo, se aplicó este

método para el análisis de los datos cuantificables. Los niveles de miedo a la muerte

se obtuvieron mediante la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL),

una vez analizados los resultados en un programa estadístico, se procedió a

presentarlos en tablas con sus respectivas interpretaciones.

Técnicas

- Observación. – En el campo de la psicología, la observación clínica siempre será

fundamental, en el caso de la presente investigación se usó para ir descartando

aquellas personas que no cumplían con los criterios de inclusión, así mismo, esta

técnica ayudó a complementar la información del estudio para adaptar las formas de

recolección de datos según las dinámicas propias del programa y de los participantes.

55
- Técnicas psicométricas. – Para cumplir con los criterios de exclusión y realizar un

filtraje en la muestra, se realizó la Evaluación neuropsicológica breve en español

(NEUROPSI). También se aplicó la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester

(EMMCL) a los adultos mayores que participaron en la investigación, para obtener

los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir.

- Técnicas bibliográficas. – Se realizó fichaje y clasificación taxonómica de textos y

materiales bibliográficos recolectados previos a la construcción de los fundamentos

teóricos de la presente investigación.

Instrumentos

- Consentimiento informado

Se realizó el respectivo consentimiento informado, el mismo que permitió explicar a los

participantes el propósito de la investigación, beneficios, riesgos y la confidencialidad de la

identidad de los participantes. Cada adulto mayor declaró libre y voluntariamente su

participación en el estudio, firmando el documento.

- Evaluación neuropsicológica breve en español (NEUROPSI)

Previo a la aplicación de la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester, se utilizó la

Evaluación neuropsicológica breve en español (NEUROPSI) como prueba screening, para

detectar el deterioro cognitivo moderado y severo en los adultos mayores del programa. Este

instrumento permitió que la muestra seleccionada cumpla con los criterios de inclusión y

exclusión y así evitar una muestra sesgada.

La Evaluación neuropsicológica breve en español (NEUROPSI), fue diseñada por

Ostrosky, Ardila y Rosselli en 1999, se encuentra validada en el contexto mexicano y

también ha sido utilizada en los países de lengua castellana. El instrumento presenta una

confiabilidad global test-retest de 0.87 y permite evaluar un amplio espectro de funciones

cognoscitivas y valorar la severidad de algún daño en las mismas, puede ser aplicado en

56
pacientes psiquiátricos, geriátricos, neurológicos y pacientes con diversos problemas

médicos. (Ostrosky, Ardila y Rosselli, 1999, p. 9,10)

Las áreas cognoscitivas que evalúa son la orientación, atención y concentración, memoria,

lenguaje, habilidades viso-espaciales, funciones ejecutivas, lectura, escritura y cálculo. La

administración del instrumento es individual y puede ser aplicado a personas entre los 16 y

85 años de edad, la duración aproximada para su administración es de 20 a 25 minutos en

personas sin alteraciones cognoscitivas y de 35 a 40 minutos en personas con alteraciones

cognoscitivas. La calificación permite obtener un puntaje total y un perfil individual de

funciones cognoscitivas, tomando en cuenta la escolaridad y la edad del sujeto se obtiene un

rango de funcionamiento cognoscitivo normal leve, moderado y severo. (Ostrosky, Ardila y

Rosselli, 1999, p. 9,10)

- Encuesta sociodemográfica

Se recogieron ciertos datos sociodemográficos de los participantes, como fecha de

nacimiento, edad, sexo, estado civil, nivel socioeconómico, nivel de escolaridad, creencia

religiosa, lugar de residencia y enfermedades de importancia, mismos que estuvieron

anexados en la parte inicial de la Escala de Miedo a la Muerte de Collet-Lester, sin que estos

modifiquen el contenido o la estructura de la escala.

- Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL)

La escala presenta el debido consentimiento para que cualquier investigador la utilice

(Neimeyer, 1997, p.66). También es necesario indicar que no se encuentra validada dentro

del contexto ecuatoriano, por lo que se procedió a utilizar una validación dentro del contexto

latinoamericano.

La Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL), fue creada por Jessica Collet

y David Lester en 1969, sin embargo, para el presente estudio se utilizará la Escala de miedo

a la muerte de Collet-Lester validada en Chile en el 2011 por Maritza Espinoza, Olivia

57
Sanhueza y Omar Barriga. El instrumento presenta una confiabilidad interna total de 0,91, lo

cual indica que 91% de la variabilidad de las puntuaciones obtenidas representan diferencias

verdaderas entre las personas y 9% reflejan fluctuaciones al azar. Así mismo, para cada una

de las sub-escalas, las medidas de coeficiente alfa de Cronbach, obtenidos permiten aseverar

que los ítems o elementos son homogéneos y que la escala mide de forma consistente la

característica para la cual fue elaborada, por lo tanto, son confiables y muestran validez de

constructo (Espinoza, Sanhueza y Barriga, 2011, p.4)

Las subescalas obtuvieron las siguientes medidas de Alfa de Cronbach:

Sub-escala 1 Propia muerte: Alfa de Cronbach=0,77

Sub-escala 2 Proceso de morir Propio: Alfa Cronbach=0,82

Sub-escala 3 Muerte de otros: Alfa de Cronbach=0,80

Sub-escala 4 Proceso de morir de otros: Alfa de Cronbach=0,78

El instrumento está conformado por 4 subescalas que proporcionan información

multidimensional sobre el “Miedo a la Muerte propia”, el “Miedo al Proceso de Morir

propio”, “Miedo a la Muerte de otros” y el “Miedo al Proceso de Morir de otros”. Contiene

un total de 28 ítems, agrupados en 4 sub-escalas con siete ítems cada uno. Las respuestas son

de tipo Likert de 1(nada) a 5(mucho). (Espinoza, Sanhueza y Barriga, 2011, p.4). Cabe

mencionar que es un instrumento autoadministrado, sin embargo, también puede ser

administrado de forma asistida, dura alrededor de 15 a 20 minutos, y puede aplicarse en

población adulta, en el caso de esta investigación fue aplicado a personas adultas mayores.

Para calificar la escala se obtiene un puntaje total y por cada subdimensión, luego se

divide por 28 que es el número de ítems promediando las respuestas respectivamente. Según

las puntuaciones se clasifican en: miedo bajo a la muerte (<2), miedo moderado a la muerte

(2 - 4) y miedo alto a la muerte (>4); las puntuaciones promedio más altas indican mayor

miedo la muerte o al proceso de morir.

58
Procedimiento

Procedimiento de recolección de datos

Se inició con la elaboración del plan de proyecto de investigación, el mismo que pasó por

la revisión y aprobación tanto del tutor como del Comité de Investigación de la Facultad de

Ciencias Psicológicas. Se efectuó también el respectivo proceso para acceder a realizar la

investigación en el Programa “Canas de Vida” del GAD de Calderón.

Una vez aprobada la investigación en todos los ámbitos mencionados, se procedió a

recoger la información en la base de datos que reposan en el GAD, con la finalidad de

identificar los diagnósticos psicológicos realizados a los adultos mayores, la frecuencia en la

asistencia a talleres y demás datos previos a la selección de la muestra.

Se realizó un primer acercamiento con las instalaciones del Programa y con los adultos

mayores, con el apoyo y acompañamiento de los responsables del programa del GAD de

Calderón, se realizó varias visitas previas a los 13 centros y se colaboró en la aplicación de

los talleres para la presentación de la investigadora y para generar un proceso de empatía con

los participantes del estudio. El levantamiento de la información comenzó el día miércoles 26

de junio y finalizó el viernes 30 de agosto del 2019. Dicha información se recogió en

presencia y con la colaboración de los talleristas a cargo de los adultos mayores, en los

horarios dispuestos por cada centro del programa “Canas de Vida”, distribuidos en la

parroquia rural de Calderón.

Previo a la aplicación de los instrumentos se proporcionó una breve explicación de la

investigación a los adultos mayores, dando a conocer algunos datos importantes como el

título, los objetivos, los beneficios y los términos éticos del estudio; esto se hizo mediante la

entrega del formulario del consentimiento informado donde se encontraba escrita dicha

información. El consentimiento informado, fue revisado y firmado por aquellos adultos

mayores que aceptaron ser parte de la investigación.

59
Una vez recolectadas las firmas de los participantes, se procedió, individualmente a aplicar

los instrumentos. Por cuestión de estrategia y tiempo, se aplicó a la vez la prueba de

screening, es decir, la evaluación neuropsicológica breve en español (NEUROPSI) para

descartar deterioro cognitivo moderado y severo y el instrumento principal de la

investigación, la Escala de miedo a la muerte de Collett-Lester (EMMCL), ya que, la

asistencia de algunos adultos mayores era inestable y se corría el riego de que la muestra

disminuyera al tomar estos instrumentos en dos fases. Cabe mencionar que el tiempo de la

evaluación, dependía de cada adulto mayor, pero aproximadamente fueron de 30 a 45

minutos por persona. También es importante indicar que debido al cierre indefinido del

Programa “Canas de Vida”, la muestra fue recolectada en 12 de los 13 centros de atención

integral al adulto mayor.

Después de recoger la información de los participantes, se procedió a calificar los

instrumentos y a realizar el filtraje según los resultados del NEUROPSI. Se obtuvo una

muestra final de 138 adultos mayores que cumplieron con los criterios de inclusión.

Es significativo mencionar que, se compartió los resultados de los instrumentos aplicados

con los adultos mayores que así lo requirieron. Además, los resultados serán almacenados

después de haber terminado la investigación.

Procedimiento de análisis de datos

Una vez aplicada la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL) a los

participantes de la investigación, se procesó la información obtenida, mediante la tabulación

de datos, la interpretación, el análisis y discusión de resultados. Es importante indicar que, la

presentación de las características sociodemográficas de la muestra tanto como los resultados

obtenidos del instrumento aplicado, han sido presentados en tablas.

60
Los procedimientos estadísticos fueron realizados mediante el programa Apache

OpenOffice Calc, versión 4.1.3, año 2016, dicho programa es libre y de código abierto.

Para el procedimiento de análisis de los datos se utilizaron medidas de tendencia central

para variables cuantitativas, específicamente la media, mediana y moda, así mismo se utilizaron

medidas de dispersión como la desviación estándar, que es una medida de variabilidad, también

se hizo uso de frecuencias y porcentajes.

61
CONSIDERACIONES ÉTICAS

La presente investigación cumplió con los principios bioéticos establecidos en la Guía de

Viabilidad Ética de los Proyectos de Investigación de la Universidad Central del Ecuador:

- Respetar a la persona y comunidad que participa en el estudio

Se garantizó el respeto a las personas y comunidad implicadas en la presente

investigación, mediante la aplicación del consentimiento informado, en el cual la persona

declaró libre y voluntariamente su participación en el estudio, así mismo tuvo acceso a toda la

información que requirió. Es esencial indicar que, en el consentimiento informado se

comunicó a los participantes que la información recogida es estrictamente confidencial y con

fines académicos, además se guarda absoluta confidencialidad sobre su identidad. (Anexo

N°7)

- Autonomía

En la presente investigación, se efectuó el debido proceso para que el GAD de Calderón

concediera los permisos necesarios y emitiera una carta de autorización, la misma que indicó

que el investigador puede realizar su estudio en las instalaciones del Programa “Canas de

Vida” y recoger los datos indispensables con su población de impacto, que en este caso

fueron los adultos mayores. (Anexo N°6)

- Beneficencia

La presente investigación describió los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir

que presentan los adultos mayores del Programa “Canas de Vida”, mediante esta

investigación se obtuvo un aporte positivo para el entendimiento de las condiciones reales de

la problemática, estableciendo una base para nuevas líneas de investigación que busquen

mejorar la calidad de vida del adulto mayor. Además, es importante mencionar que dicha

62
investigación no dañó la integridad de sus participantes, más bien procuró el bienestar de la

comunidad.

- Confidencialidad

La identidad y los datos de los participantes del estudio, guardan una estricta

confidencialidad, esto se logró a través de ciertos procesos, primero, la aplicación del

consentimiento informado a los participantes, segundo la codificación de los datos

recolectados, es decir los datos personales fueron sustituidos por un código, de esta manera

no se filtró los datos de los participantes, tercero, los resultados obtenidos del análisis

estadístico y cualitativo fueron socializados en bloque y por ningún motivo se dio a conocer

datos personales que revelen la identidad del participante. (Anexo N°8)

- Aleatorización equitativa de la muestra

La muestra de esta investigación tiene un muestreo consecutivo censal, por lo que se

garantizó la participación de todos aquellos adultos mayores que cumplieron con los criterios

de inclusión, sin hacer excepciones de etnia, nivel socioeconómico, creencias religiosas, nivel

de escolaridad, entre otras, procurando así respetar a los participantes y obteniendo una

muestra que represente mejor a toda la población de adultos mayores que asisten al Programa

“Canas de Vida” de Calderón.

- Protección de la población vulnerable

Los adultos mayores son considerados parte de los grupos de atención prioritaria

establecidos por la constitución de la República del Ecuador, por lo que en el presente estudio

se protege sus derechos, mediante la confidencialidad de su identidad y la reserva de los datos

obtenidos solo con fines investigativos. Cabe mencionar que la recolección de datos se

realizó dentro de las instalaciones del programa, además cualquier inquietud del participante

obtuvo su respuesta, los adultos mayores se sintieron confiados de brindar la información

requerida al investigador.

63
- Riesgos potenciales del estudio

La investigación no produjo ningún riesgo o daño de tipo físico, emocional o psicológico

para el Programa “Canas de Vida”, para la población participante ni para el investigador,

debido a que es un estudio descriptivo y no experimental.

- Beneficios potenciales del estudio

La investigación beneficia al Programa “Canas de Vida”, directamente a los adultos

mayores participes del estudio e indirectamente a sus familiares o personas a cargo de ellos.

El Gobierno Autónomo Descentralizado de Calderón obtuvo un insumo de conocimientos

descriptivos acerca del tema, los mismos que permitirán a futuros investigadores profundizar

con otros estudios y elaborar programas o manuales que indiquen la manera de sobrellevar o

afrontar esta problemática psicosocial presente en el adulto mayor y así mejorar su calidad de

vida.

- Idoneidad ética y experiencia del investigador

Tanto el investigador como el tutor son idóneos para realizar la presente investigación. La

tutora cumple con la idoneidad ética y es afine a la línea de investigación propuesta en este

estudio. ya que posee un título de tercer nivel en Psicóloga Infantil y Psicorrehabilitación y

un título de cuarto nivel en Ciencias Sociales. (Anexo N°9)

- Declaración de conflicto de intereses

La investigación fue financiada con recursos propios del investigador, por lo que no existe

conflicto de intereses ni por parte del investigador ni por la docente tutora. La declaración de

conflicto de intereses se encuentra en el (Anexo N°10).

64
RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

Tabla 2.

Distribución de los datos sociodemográficos

f % IC
65-69 34 24,6 66,4% - 67,4%
70-74 40 29,0 71,7% - 72,4%
75-79 31 22,5 76,2% - 77,3%
Edad 80-84 24 17,4 81,1% - 82,5%
85-90 9 6,5 85,5% -87,8%
>90 0 0,0 0%

TOTAL 138 100,0


Mujeres 125 90,6 84,4% - 94,8%
Sexo Hombres 13 9,4 5,1% - 15,5%

TOTAL 138 100,0


Ninguna 15 10,9 6,2% - 17,2%
Alfabetización 6 4,3 1,6% - 9,2%
Primaria 90 65,2 56,6% - 73,1%
Escolaridad
Secundaria 20 14,5 9,0% - 21,4%
Superior 7 5,1 2,0% - 10,1%

TOTAL 138 100,0


Adventista 2 1,4 0,1% - 5,1%
Católica 107 77,5 69,6% - 84,2%
Evangélica 19 13,8 8,5% - 20,6%
Religión
Mormona 3 2,2 0,4% - 6,2%
Testigo de Jehová 1 0,7 0,02% - 3,9%
Ninguna 6 4,3 1,6 – 9,2%

TOTAL 138 100,0

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

Interpretación: Se evidencia que más del 70% de los participantes que asisten al

Programa “Canas de Vida” se encuentran entre los 65 y 79 años de edad. En la muestra

65
recolectada no se encontraron adultos mayores que sobrepasen los 90 años. Con relación al

sexo, existe una supremacía en las mujeres (90,6%) en una relación de 9 a 1 sobre el sexo

masculino. Ahora bien, más del 84% de los participantes de la investigación, posee una

educación formal entre primaria (65,2%), seguido de secundaria (14,5%) y superior (5.1%).

La educación primaria es la de mayor frecuencia. Con respecto a la distribución por religión,

se constata que más del 90% de los adultos mayores tiene creencias religiosas derribadas del

cristianismo (evangélico y católico), siendo el catolicismo el más frecuente.

Tabla 3.

Distribución por Centros “Canas de Vida”

f % Mujeres % Hombres %
Marianas 1 15 10,9 15 10,9 0 0,0
Marianas 2 13 9,4 10 7,2 3 2,2
Casa Parroquial 25 18,1 25 18,1 0 0,0
Llano Grande 9 6,5 7 5,1 2 1,4
La Tola 7 5,1 7 5,1 0 0,0
Hernando Parra 9 6,5 8 5,8 1 0,7
Sierra Hermosa 4 2,9 4 2,9 0 0,0
La Pastoral 8 5,8 8 5,8 0 0,0
San Juan 13 9,4 9 6,5 4 2,9
Carapungo 21 15,2 19 13,8 2 1,4
Plaza Moran 5 3,6 5 3,6 0 0,0
Pueblo Blanco 9 6,5 8 5,8 1 0,7

TOTAL 138 100,0 125 90,6 13 9,4

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

Interpretación: En los diversos puntos de atención distribuidos en toda la parroquia rural

de Calderón, más del 50% de la muestra recolectada pertenece a los centros Casa Parroquial,

Carapungo, Marianas 1, Marianas 2 y San Juan, esto se debe a una mayor presencia de

adultos mayores en dichos centros. Es evidente que, todos los centros “Canas de Vida”

66
cuentan con la presencia de mujeres adultas mayores y solo en seis centros existe la

concurrencia de hombres, siendo San Juan (2,9%), Marianas 2 (2,2%), Llano Grande (1,4%),

Carapungo (1,4%), Hernando Parra (0,7) y Pueblo Blanco (0,7%).

Tabla 4.

Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir general y por cada subdimensión según

la EMMCL.

Subdimensiones de la EMMCL
Miedo a la
muerte y al Miedo a la Miedo a la Miedo al
Miedo al propio
proceso de propia muerte de proceso de
proceso de morir
morir General muerte otros morir de otros

f % f % f % f % f %

Alto 2 1,4 0 0,0 45 32,6 4 2,9 14 10,1


Moderado 69 50,0 22 15,9 52 37,7 75 54,3 32 23,2
Bajo 67 48,6 116 84,1 41 29,7 59 42,8 92 66,7

TOTAL 138 100,0 138 100,0 138 100,0 138 100,0 138 100,0

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

Interpretación: En el miedo a la muerte y al proceso de morir general, el 51,4% de los

adultos mayores presentan niveles de miedo moderado y alto, mientras que el nivel de miedo

bajo corresponde al 48,6%. En cuanto a las subdimensiones, más del 80% indica un nivel

bajo para la muerte propia, mientras que aproximadamente el 60% de participantes

manifiestan niveles moderado y alto a la muerte de otras personas, lo cual implica mayor

temor a perder una persona allegada que a la muerte propia. El 70% de los adultos mayores

presentan un nivel de miedo moderado y alto al propio proceso de morir, siendo esta la

subescala que posee mayores puntuaciones en sus indicadores altos. En el proceso de morir

de otras personas, más del 60% indica un nivel bajo. Se evidencia entonces un mayor miedo

al propio proceso de morir que al proceso de morir de otras personas.

67
Tabla 5.

Medidas de tendencia central del miedo a la muerte y al proceso de morir general y por cada

subdimensión de la EMMCL

Miedo a la muerte Miedo a la Miedo al Miedo a la Miedo al


y al proceso de propia propio proceso muerte de proceso de
morir general muerte de morir otros morir de otros
N 138 138 138 138 138
Media 2,15 1,42 3,03 2,20 1,94
Moda 2,17 1 4,42 1 1
Mediana 2,05 1,14 3 2,14 1,28
Desviación Estándar 0,800 0,546 1,361 0,929 1,279

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

Interpretación: El promedio del miedo a la muerte y al proceso de morir general es de

2,15 y la desviación estándar es 0,80 por ende la dispersión de la muestra es mínima y las

puntuaciones se encuentran agrupadas en su mayoría en el nivel de miedo moderado y bajo.

La subdimensión que predomina con más puntuaciones en el nivel alto, es la del miedo al

propio proceso de morir con una media de 3,03 y una desviación estándar de 4,42, por esta

razón aunque el nivel alto prepondere, la muestra se encuentra muy dispersa entre los otros

niveles de miedo; seguida se encuentra la subdimensión del miedo a la muerte ajena con una

media de 2,20 que se concentra mayormente en el nivel moderado, la subdimensión del

miedo al proceso de morir de otras personas con una media de 1,94 que se concentra en el

nivel bajo y finalmente la subdimensión miedo a la propia muerte registra una media de 1,42

y una desviación estándar de 0,54 es decir los intervalos de los datos no se encuentran

distantes, sino más bien es el nivel de miedo bajo el que prevalece.

Cabe mencionar que la media ha sido utilizada para describir la muestra con un solo valor,

la desviación estándar para describir cuan diferente es la muestra investigada y la moda para

observar el valor que más se repite en los resultados.

68
Tabla 6.

Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo

Subdimensiones de la EMMCL
Miedo a la muerte y al
proceso de morir Miedo a la propia Miedo al propio Miedo a la muerte Miedo al proceso de
SEXO General muerte proceso de morir de otros morir de otros TOTAL

f % f % f % f % f % f %

Alto 2 1,4 0 0,0 41 29,7 4 2,9 13 9,4


Moderado 63 45,7 21 15,2 49 35,5 67 48,6 29 21,0
Mujeres Bajo 60 43,5 104 75,4 35 25,4 54 39,1 83 60,1
125 90,6
Alto 0 0,0 0 0,0 4 2,9 0 0,0 1 0,7
Moderado 6 4,3 1 0,7 3 2,2 8 5,8 3 2,2
Hombres
Bajo 7 5,1 12 8,7 6 4,3 5 3,6 9 6,5
13 9,4

TOTAL 138 100,0

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

69
Interpretación: En la distribución del nivel de miedo a la muerte y al proceso de morir

general según el sexo, se observa que en ambos sexos no existen diferencias porcentuales

importantes entre el nivel bajo y moderado, sin embargo, las mujeres presentan porcentajes

mayores en el nivel moderado y alto, lo que no ocurre con los hombres.

Con respecto a las subdimensiones, en los participantes de ambos sexos prevalece el nivel

de miedo bajo a la propia muerte, en cambio en el miedo a la muerte ajena en ambos sexos

predomina el nivel de miedo moderado. Es decir, tanto hombres como mujeres muestran

mayor temor a la muerte del prójimo que su propia muerte.

En el miedo al propio proceso de morir, más del 60% de las mujeres indican un nivel

moderado y alto, en cambio, en los hombres no hay diferencias porcentuales relevantes entre

los tres niveles, sin embargo, el 5,1% presenta niveles entre moderado y alto. Es importante

mencionar que en ambos sexos el propio proceso de morir genera mayores puntuaciones en el

nivel alto. En el miedo al proceso de morir de otras personas, predomina el nivel bajo en

ambos sexos. Es decir, tanto en hombres como en mujeres existe mayor miedo al propio

proceso de morir que al proceso de morir de otras personas.

Tabla 7.

Medidas de tendencia central del miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo

Miedo a la Subdimensiones de la EMMCL


muerte y al
SEXO Miedo a la Miedo al propio Miedo a la Miedo al
proceso de propia proceso de muerte de proceso de
morir General muerte morir otros morir de otros

X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T.

Mujeres 2,17 0,80 1,42 0,56 3,08 1,36 2,22 0,94 1,95 1,29

Hombres 1,96 0,81 1,36 0,36 2,64 1,35 2,01 0,79 1,84 1,23

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

70
Interpretación: En el miedo a la muerte y al proceso de morir general las mujeres

presentan un promedio (2,17) que se engloba en nivel moderado, mientras que los hombres

registran un promedio (1,96) que se concentra en el nivel bajo. En ambos sexos los

promedios de las subescalas miedo a la propia muerte y miedo al proceso de morir ajeno se

agrupan en el nivel de miedo bajo, mientras que las medias de las subescalas miedo al propio

proceso de morir y muerte del prójimo se agrupan en el nivel de miedo moderado.

71
Tabla 8.

Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la escolaridad

Miedo a la muerte Subdimensiones de la EMMCL


ESCOLARIDAD y al proceso de TOTAL
Miedo a la propia Miedo al propio Miedo a la muerte Miedo al proceso
morir General
muerte proceso de morir de otros de morir de otros
f % f % f % f % f % f %
Alto 0 0,0 0 0,0 4 2,9 0 0,0 0 0,0
Moderado 7 5,1 0 0,0 5 3,6 9 6,5 4 2,9
Ninguna Bajo 8 5,8 15 10,9 6 4,3 6 4,3 11 8,0
15 10,9
Alto 0 0,0 0 0,0 3 2,2 0 0,0 1 0,7
Moderado 4 2,9 1 0,7 2 1,4 5 3,6 2 1,4
Alfabetización
Bajo 2 1,4 5 3,6 1 0,7 1 0,7 3 2,2
6 4,3
Alto 2 1,4 0 0,0 32 23,2 3 2,2 9 6,5
Moderado 45 32,6 15 10,9 32 23,2 47 34,1 20 14,5
Primaria
Bajo 43 31,2 75 54,3 26 18,8 40 29,0 61 44,2
90 65,2
Alto 0 0,0 0 0,0 6 4,3 1 0,7 4 2,9
Moderado 11 8,0 6 4,3 8 5,8 10 7,2 4 2,9
Secundaria
Bajo 9 6,5 14 10,1 6 4,3 9 6,5 12 8,7
20 14,5
Alto 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Moderado 2 1,4 0 0,0 5 3,6 4 2,9 2 1,4
Superior
Bajo 5 3,6 7 5,1 2 1,4 3 2,2 5 3,6
7 5,1
TOTAL 138 100,0

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

72
Interpretación: En el miedo a la muerte y al proceso de morir general según la

escolaridad se observa que no existen diferencias porcentuales importantes entre el nivel bajo

y moderado. Se destaca un mínimo porcentaje (1,4%) con nivel de miedo alto en los

participantes con estudios primarios, lo que no ocurre con las demás instrucciones.

En las subdimensiones, más del 80% de los participantes independientemente de la

escolaridad que poseen manifiestan un nivel bajo a la propia muerte mientras que, en el

miedo a la muerte de otros prevalece los niveles moderado y alto para los participantes con

estudios primarios (36,3%) y con estudios secundarios (7,9%).

En el miedo al propio proceso de morir, los niveles moderado y alto predominan en todas

las escolaridades, sin estudios (6,5%), alfabetizados (3,6%), educación primaria (46,4%),

secundaria (10,1%) y superior (3,6%), lo cual indica que en el 70% de la muestra sin importar

su instrucción prevalecen los niveles de miedo moderado y alto al propio proceso de morir.

Por último, en el miedo al proceso de morir de otros destaca el nivel bajo (66,7%) en la

muestra investigada, sin embargo, los adultos mayores alfabetizados (2,1%) con estudios

primarios (21%) y secundarios (5,8%) tienen porcentajes relevantes en los niveles de miedo

moderado y alto.

73
Tabla 9.

Medidas de tendencia central del miedo a la muerte y al proceso de morir según la

escolaridad

Subdimensiones de la EMMCL
Miedo a la
muerte y al Miedo al
ESCOLARIDAD Miedo a la Miedo al
proceso de Miedo a la propio
muerte de proceso de
morir General propia muerte proceso de
otros morir de otros
morir
X D.T. X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T.

Ninguna 1,94 0,60 1,19 0,22 2,88 1,39 2,12 0,71 1,57 0,86

Alfabetización y
2,19 0,84 1,42 0,57 3,11 1,39 2,57 0,97 1,95 1,30
Primaria

Secundaria 2,21 0,82 1,56 0,61 2,91 1,36 2,09 0,97 2,26 1,51

Superior 1,89 0,32 1,40 0,28 2,67 0,98 2,03 0,58 1,48 0,76

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

Interpretación: En el miedo a la muerte y al proceso de morir general los adultos

mayores sin estudios (1,94) y con estudios superiores (1,89) presentan promedios que se

engloban en el nivel bajo mientras que, los promedios de los participantes alfabetizados y con

estudios primarios (2,19) y con estudios secundarios (2,21) se concentran en el nivel

moderado. En el miedo a la propia muerte todos los adultos mayores registran promedios

agrupados en un nivel bajo, lo mismo sucede en el miedo al proceso de morir ajeno a

excepción de los datos de los participantes con estudios secundarios que se agrupan en un

nivel moderado. En las subescalas miedo a la muerte del prójimo y miedo al propio proceso

de morir se observa que los promedios de todas las escolaridades se concentran en un nivel de

miedo moderado.

74
Tabla 10.

Niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la religión

Miedo a la muerte y al Subdimensiones de la EMMCL


RELIGIÓN proceso de morir TOTAL
Miedo a la propia Miedo al propio Miedo a la muerte Miedo al proceso de
General muerte proceso de morir de otros morir de otros
f % f % f % f % f % f %
Alto 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Moderado 0 0,0 0 0,0 1 0,7 1 0,7 0 0,0
Adventista Bajo 2 1,4 2 1,4 1 0,7 1 0,7 2 1,4
2 1,4
Alto 2 1,4 0 0,0 35 25,4 4 2,9 13 9,4
Moderado 55 39,9 20 14,5 41 29,7 61 44,2 28 20,3
Católica
Bajo 50 36,2 87 63,0 31 22,5 42 30,4 66 47,8
107 77,5
Alto 0 0,0 0 0,0 7 5,1 0 0,0 0 0,0
Moderado 10 7,2 1 0,7 8 5,8 10 7,2 2 1,4
Evangélica
Bajo 9 6,5 18 13,0 4 2,9 9 6,5 17 12,3
19 13,8
Alto 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Moderado 1 0,7 0 0,0 2 1,4 1 0,7 0 0,0
Mormona
Bajo 2 1,4 3 2,2 1 0,7 2 1,4 3 2,2
3 2,2
Alto 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Testigo de Moderado 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0 0 0,0
Jehová Bajo 1 0,7 1 0,7 1 0,7 1 0,7 1 0,7
1 0,7
Alto 0 0,0 0 0,0 3 2,2 0 0,0 1 0,7
Moderado 3 2,2 1 0,7 0 0,0 2 1,4 2 1,4
Ninguna
Bajo 3 2,2 5 3,6 3 2,2 4 2,9 3 2,2
6 4,3
TOTAL 138 100,0

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

75
Interpretación: En la distribución del miedo a la muerte y al proceso de morir general en

función de la religión se observa que en más del 40% de los adultos mayores católicos

predomina los niveles moderado y alto, lo que no ocurre con las demás religiones.

En las subdimensiones, ningún participante registra niveles altos a la propia muerte, sino

que predomina el nivel bajo en el 80% de los participantes. En el miedo a la muerte del

prójimo los resultados se encuentran distribuidos entre los niveles bajo y moderado, estos no

difieren el uno del otro en gran porcentaje a excepción del 47,1% de los participantes

católicos, quienes indican la prevalencia de niveles moderado y alto. Aun así, es evidente que

los participantes adventistas, católicos, evangélicos, mormones y aquellos sin religión poseen

mayor temor a la muerte de una persona allegada que a su propia muerte.

En el miedo al propio proceso de morir, en los participantes católicos (55,1%) y

evangélicos (10,9%) predominan los niveles moderado y alto, también un mínimo porcentaje

(2,2%) de aquellos que no profesan una religión presentan un nivel alto, en cambio en el resto

de las religiones no existen diferencias porcentuales relevantes entre los niveles bajo y

moderado. En el miedo al proceso de morir de otros más del 60% de los adultos mayores

independientemente de su religión registran un nivel bajo, sin embargo, existe un mínimo

porcentaje (10,1%) de adultos mayores católicos y no religiosos que presentan un nivel de

miedo alto. Es evidente entonces que los participantes adventistas, católicos, evangélicos

mormones y sin religión presentan mayor temor a su propio proceso de morir que al proceso

de morir ajeno.

76
Tabla 11.

Medidas de tendencia central del miedo a la muerte y al proceso de morir según la religión

Subdimensiones de la EMMCL
Miedo a la
muerte y al Miedo al
RELIGIÓN Miedo al Miedo a la
proceso de Miedo a la proceso de
propio proceso muerte de
morir General propia muerte morir de
de morir otros
otros
X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T. X̄ D.T.

Católica 2,21 0,83 1,44 0,55 3,04 1,36 2,29 0,95 2,09 1,33

Evangélica 1,94 0,55 1,38 0,58 3,29 1,33 1,92 0,77 1,18 0,43

Otras
1,55 0,43 1,07 0,11 2,21 1,00 1,78 0,92 1,16 0,22
religiones
Ninguna
2,22 1,02 1,42 0,49 3,01 1,78 2,04 0,86 2,42 1,66
religión

Elaborado por: Rosero, D. (2019).

Interpretación: En el miedo a la muerte y al proceso de morir general los adultos

mayores católicos (2,21) y sin religión (2,22) presentan promedios que se concentran en el

nivel moderado, los participantes evangélicos (1,94) y con otras religiones (1,55) registran

promedios que se engloban en el nivel bajo. En el miedo a la propia muerte todos los

participantes independientemente de su religión obtuvieron promedios agrupados en el nivel

bajo, en el miedo al proceso de morir propio los adultos mayores registran promedios que se

concentran en el nivel moderado, en el miedo a la muerte de otros y miedo al proceso de

morir de otros se observa que los participantes católicos y sin religión tienen medias que se

agrupan en el nivel moderado, mientras que los adultos mayores evangélicos y de otras

religiones presentan medias que se engloban en el nivel bajo.

77
ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

En la presente investigación sobre el miedo a la muerte y al proceso de morir realizado en

el Programa “Canas de Vida” del Distrito Metropolitano de Quito, mediante la aplicación de

la Escala de miedo a la muerte Collet-Lester (EMMCL) a 138 adultos mayores, podemos

observar en los resultados del miedo a la muerte y al proceso de morir general que no existen

diferencias relevantes entre el nivel moderado (50%) y el nivel bajo (48,6%) y es evidente un

mínimo porcentaje en el nivel alto (1,4%). Esto concuerda con el estudio de Uribe et al.

(2007), el único estudio publicado que utiliza la EMMCL en una muestra de 170 adultos

mayores que asisten a una asociación para la tercera edad. En sus resultados del miedo a la

muerte y al proceso de morir global, se observó la prevalencia del nivel de miedo moderado

(68,7%), y mínimos porcentajes en el nivel bajo (13,4%) y alto (17,8%). Se evidencia

entonces que el nivel moderado predomina en ambas investigaciones, además se puede

observar en ambos estudios que más del 50% de adultos mayores presentan niveles de miedo

moderado y alto. No obstante, en este estudio los resultados obtenidos del nivel moderado no

difieren en gran proporción del nivel bajo, lo que, si ocurre en el estudio de Uribe et al., esto

puede deberse a las diversas perspectivas acerca de la muerte dentro de cada cultura.

Con respecto al miedo a la propia muerte observamos que en esta investigación prevalece

en nivel bajo (84,1%), en cambio en el estudio de Uribe et al. (2007) se registró un nivel

moderado (71,1%), no se puede explicar las causas exactas de esta discrepancia, sin embargo,

se presume que se debe a las diferencias culturales, religiosas, sociales, estado de salud, etc.

En el miedo al propio proceso de morir en este estudio predomina el nivel moderado

(37,7%) lo que concuerda con el nivel moderado (71,1%) que también registró el estudio de

Uribe et al. (2007). Es decir, en ambas investigaciones se refleja miedo moderado a

situaciones como la degeneración física y mental, el dolor que produce alguna enfermedad, la

pérdida de facultades, ser una carga para sus familias, entre otras.

78
En cuanto al miedo a la muerte del prójimo en este estudio se observa que predomina un

miedo moderado (54,3%), por otro lado, en el miedo al proceso de morir de otros prevalece el

nivel bajo (66,7%). En el estudio de Uribe et al. (2007) observamos que difiere en el miedo al

proceso de morir de otros con un nivel moderado (71,1%), pero concuerda en el miedo a la

muerte de otros, cuyo resultado también fue moderado (61,1%).

Es importante mencionar que en esta investigación la subdimensión de la EMMCL que

presenta más puntuaciones en el nivel alto es la del propio proceso de morir (32,6%), en

contraposición con el estudio de Uribe et al. (2007) en la cual prevalece el miedo a la muerte

de otros (21,2%), sin embargo, no muy lejano a esta se encuentra el miedo al propio proceso

de morir (18,2%). A pesar de las diferencias encontradas se evidencia también una similitud,

y es que la subdimensión con más puntuaciones bajas es la del miedo a la propia muerte en

ambos estudios. Lo que concuerda también con la investigación de maestría de Sánchez y

Salas (2015) en México, donde el nivel de miedo bajo (45%) prepondera para la propia

muerte. Probablemente esto se deba a una mayor aceptación a situaciones como la

desintegración del cuerpo, perder todas las cosas al morir, no experimentar nada nunca más y

otras que implican la propia muerte.

Ahora bien, existen investigaciones publicadas que, aunque no comparten la misma

metodología, si muestran resultados semejantes a la presente investigación, como el estudio

propuesto por Gil et al. (2017) en España, en cual se indicó que los aspectos prioritarios al

final de la vida son estar cerca de las personas queridas y el control del sufrimiento físico. Así

mismo Hernández et al. (2011) en México señaló que los adultos mayores prefieren morir

rápido y sin dolor, además sus participantes presentaron miedo a contraer alguna enfermedad

que les impida valerse por sí mismos. Otra investigación afín es la de Vilches (2000) en Chile

donde se evidenció una preocupación temerosa dirigida al cómo de la propia muerte, a la

enfermedad prolongada, al deterioro y al dolor. No se manifestó el miedo a la muerte en sí, ni

79
a lo que pueda venir posteriormente, sino a la incapacidad, a las molestias y a los

sufrimientos que puede ocasionarse a los seres allegados.

Estos estudios podrían indicar que lo que más les preocupa o causa miedo a los adultos

mayores no es dónde mueren sino cómo van morir, lo que concuerda con el resultado

obtenido en la presente investigación, donde el miedo al propio proceso de morir es el que

produce mayor temor.

En relación al sexo y el miedo a la muerte y proceso de morir propio y ajeno, en este

estudio se observa que en ambos sexos no hay diferencias porcentuales relevantes entre el

nivel bajo y moderado, sin embargo, las mujeres poseen un mínimo porcentaje en el nivel

alto (1,4%), lo que no ocurre con los hombres, esto concuerda con el estudio de Uribe et al.

(2007) donde se observó que las mujeres presentaron más actitudes y miedo hacia la muerte

que los hombres. En cuanto a las subdimensiones evaluadas, en el estudio de Uribe et al.

(2007) y Sanchís (2018) se observa que las mujeres puntúan promedios más altos que los

hombres lo cual se asemeja a esta investigación.

Esto no es casualidad, autores como Marchán (2016) señalan que los hombres aceptan

mejor la muerte que las mujeres (p.1). Esto también puede estar relacionado con el hecho de

que las mujeres son quienes más se aferran a la vida por lo lazos de dependencia a la familia

(Uribe et al., 2007, p.119), o porque las mujeres evalúan la muerte desde una estructura

emocional, mientras que los hombres lo hacen de forma cognitiva. (Chan y Yap, 2009 citado

en Tomás–Sábado, 2016, p.17)

Es esencial mencionar que en esta investigación existe un limitante y es la disparidad entre

el número de participantes según su sexo, teniendo un mayor número de mujeres en una

relación de 9 a 1 sobre los hombres, lo que implica que no se obtuvieron resultados más

aproximados a la realidad de los hombres con respecto al miedo a la muerte y al proceso de

morir.

80
Con respecto al miedo a la muerte y al proceso de morir propio y ajeno global según la

escolaridad, en la investigación de Uribe et al. (2007) no se encontraron diferencias

significativas, lo cual concuerda con esta investigación pues no existen diferencias

porcentuales importantes entre el nivel de miedo moderado y bajo, pues los datos difieren

entre 1 a 3% aproximadamente. Aun así, en los participantes alfabetizados (2,9%), con

estudios primarios (32,6%) y estudios secundarios (8%) prevalece el nivel moderado,

mientras que en los adultos mayores sin estudios (5,8%) y con estudios superiores (3,6%)

predomina el nivel bajo. También se evidencia que los adultos mayores con estudios

primarios son los únicos en presentar un mínimo porcentaje (1,4%) en el nivel alto, lo que no

ocurre con las demás escolaridades. Sin embargo, esto puede deberse a que la mayoría de

participantes poseen estudios primarios, lo que implica que no se obtuvieron resultados más

próximos a la realidad de las otras escolaridades.

En cuanto a las subdimensiones evaluadas en función de la escolaridad, en este estudio se

observa que los participantes que más le temen a la muerte y al proceso de morir propio y

ajeno, son los adultos mayores de estudios primarios y secundarios consiguiendo promedios

más altos en las subescalas. Esto difiere con el estudio de doctorado de Sanchís (2018) en

España, pues registró que los adultos mayores sin estudios y con estudios superiores son los

que tienen mayor temor a la muerte y al proceso de morir propio y ajeno. Probablemente esto

se debe a las diferencias culturales que existen en cada país con respecto a la muerte y la

educación.

Ahora bien, el hecho de que no se encuentren diferencias importantes en los resultados de

muerte y escolaridad en este estudio y en el estudio de Uribe et al. (2007) no es coincidencia,

autores como Vázquez, Crespo y Ring (2003) mencionan que el nivel de escolaridad no es un

determinante en la estrategia de afrontamiento de las personas que temen a la muerte, sino

81
que la escolaridad junto con otros factores pueden intervenir de mejor manera en el

afrontamiento a la muerte y el proceso de morir. (p. 430)

Finalmente, en lo que respecta a la religión y miedo a la muerte y al proceso de morir

general en este estudio el nivel bajo predomina en los participantes adventistas (1,4%)

mormones (1,4%) y testigo de Jehová (0,7%), el nivel moderado prevalece en los adultos

mayores católicos (39,9%) y evangélicos (7,2%), y los adultos mayores sin religión tienen

iguales porcentajes en el nivel bajo y moderado. Las diferencias porcentuales entre los

niveles de miedo bajo y moderado no son notables, lo que si se observa es un mínimo

porcentaje de miedo alto (1,4%) en los participantes católicos, lo que no ocurre con las demás

religiones. El estudio de Uribe et al. (2007) se asemeja pues no encontraron diferencias

significativas en sus resultados en cuanto a la variable religión.

En las subdimensiones evaluadas en la presente investigación los participantes que

registran un mayor temor a la muerte y al proceso de morir propio y ajeno, son los que

profesan la religión católica y los adultos mayores sin religión consiguiendo promedios más

altos en las subescalas, esto concuerda con la investigación de Uribe et al. (2007), pues sus

participantes católicos son los que registraron promedios más altos en todas las subescalas del

miedo a la muerte y al proceso de morir propio y ajeno a excepción de la del miedo al

proceso de morir de otros, donde fue la religión evangélica la que puntuó un promedio más

alto. En ambos estudios poseer una religión no es un factor definitivo para no temer a la

muerte o al proceso de morir, pues se evidencian participantes religiosos con niveles de

miedo moderados y altos.

Precisamente esto concuerda con los resultados de los estudios de Heydari, Khalili y

Khodapanahi (2009); Wink y Scott (2005); Ziapour, Dusti y Asfajir (2014), pues así mismo

no encontraron asociaciones significativas entre la religión y el miedo a la muerte (citado en

Tomás-Sábado, 2016, p.19).

82
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

CONCLUSIONES

- En la presente investigación se concluye que el nivel de miedo moderado a la muerte y al

proceso de morir propio y ajeno, es el que predomina en la población de adultos mayores

investigados que asisten al Programa “Canas de Vida” sin embargo, este no dista mucho

del nivel de miedo bajo. Con un mínimo porcentaje se encuentra el nivel de miedo alto.

Es importante indicar que el promedio del miedo moderado que presenta la mitad de la

muestra investigada se concentra en un 2,15 lo cual indica un miedo moderado bajo, por

ende, este se encuentra dentro de los parámetros normales, considerando que el miedo es

parte de la existencia humana, sin presentar mayor riesgo de que la intensidad del nivel

moderado incremente y se convierta en un nivel de miedo alto.

- Al observar las distintas subdimensiones de la EMMCL, la del miedo a la propia muerte

tiene el promedio más bajo, por ende, los adultos mayores presentan niveles de miedo

bajo a todo lo que implica su propia muerte como la desintegración del cuerpo, el no

poder experimentar nada nunca más, que la vida pase rápido, el perder todas las cosas al

morir, cómo será el estar muerto entre otras. En cambio, la subdimensión miedo al

propio proceso de morir es la del promedio más alto, lo cual implica un mayor temor por

parte de los adultos mayores hacia la degeneración física y mental que supone el proceso

de morir, el dolor que produce alguna enfermedad, la pérdida de facultades, la falta de

control sobre este proceso, la posibilidad de morir en un hospital lejos de amigos y

familiares entre otras.

- El miedo a la muerte del prójimo es la segunda subdimensión a la que presentan un

mayor miedo, es decir que, situaciones como perder una persona querida, tener que ver

un cadáver, no poder comunicarse nunca más con esa persona, envejecer solo/a sin la

83
persona querida entre otras situaciones, generan niveles de miedo moderado en los

adultos mayores. Por otra parte, en la subdimensión miedo al proceso de morir de otras

personas prevaleció el nivel de miedo bajo, por lo que existe mayor aceptación o

estrategias de afrontamiento por parte de la muestra investigada ante situaciones como

tener que estar con alguien que está muriendo, observar su degeneración física y mental,

asistirlo en el deterioro entre otros.

- En el miedo a la muerte y al proceso de morir propio y ajeno en función del sexo, se

observa que los niveles de miedo moderado y alto son mayores en las mujeres que en los

hombres, sin embargo, este estudio tuvo una diferencia importante en el número de

participantes siendo más mujeres que hombres, por ende, los resultados obtenidos no son

tan próximos a la realidad de los hombres.

- En el miedo a la muerte y al proceso de morir propio y ajeno según la escolaridad se

observa que, en los adultos mayores alfabetizados, con estudios primarios y secundarios

prevalecen los niveles moderado y alto, mientras que en los participantes sin estudios y

con estudios superiores predomina el nivel bajo. Entonces tener un mayor nivel

educativo no fue un factor determinante en esta investigación para obtener niveles de

miedo bajo. Sin embargo, es necesario aclarar que la mayoría de la muestra investigada

posee estudios primarios, por lo que los resultados de las otras escolaridades no son tan

próximos a su realidad.

- En el miedo a la muerte y al proceso de morir propio y ajeno en función de la religión se

evidencia que, en los participantes católicos, evangélicos y sin religión prevalecen más

los niveles moderados y altos, en cambio en las otras religiones predomina más el nivel

bajo. Entonces, aunque las creencias religiosas pueden generar en su mayoría una mejor

aceptación de la muerte, cada persona tiene una perspectiva diferente y la religión que

84
profesan en esta investigación no fue un factor definitivo para obtener niveles de miedo

bajo.

RECOMENDACIONES

- Fomentar en los adultos mayores prácticas saludables que les ayude a vivir plenamente

su última etapa; cuidarse mental, física y espiritualmente, descubrir nuevos propósitos de

vida, mantener su autoestima elevada, compartir más con la familia y amigos,

involucrarse en actividades recreativas como el arte, la música, los deportes, las

manualidades, los juegos de mesa, la bailoterapia, la jardinería entre otras. Todas estas

actividades permiten lograr un envejecimiento activo y saludable y disfrutar los últimos

años de vida, reduciendo el sedentarismo, el deterioro rápido de las funciones cognitivas

y los pensamientos negativos acerca de la muerte.

- El propio proceso de morir es una de las dimensiones a las que más teme el adulto

mayor, por ende, además de intervenir en el disfrute pleno de la vida y la aceptación a la

muerte es importante también psicoeducar a las familias para que se conviertan en un

apoyo emocional y puedan brindar un adecuado acompañamiento al adulto mayor

durante este proceso. La familia constituye el pilar fundamental donde los adultos

mayores encuentran amor, seguridad, cariño, comprensión, por ende, fortalecer los lazos

familiares pueden mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.

- Incrementar en los programas de atención integral al adulto mayor del Distrito

Metropolitano de Quito servicios de acompañamiento psicológico cuyo objetivo sea

prevenir y reducir los niveles moderados-altos y altos de miedo, ansiedad y depresión

que se generan ante la aproximación a la muerte. Como profesionales de la salud mental

es necesario intervenir con los adultos mayores para que acepten el ciclo natural de la

85
vida tanto propio como de las demás personas, comprendan que la muerte es un proceso

natural y mejoren sus estrategias de afrontamiento ante los pensamientos negativos

acerca de la muerte.

- Al obtener una mínima cantidad de hombres participantes en la presente investigación se

recomienda realizar estudios en el Ecuador acerca de la muerte y el proceso de morir en

adultos mayores hombres y así poder obtener resultados más aproximados a su realidad.

- Realizar investigaciones desde el campo de la psicología sobre la muerte en los adultos

mayores considerando otras variables como el estado de salud, los patrones religiosos y

culturales, el entorno familiar entre otras y desde diferentes enfoques metodológicos que

permitan comprender la complejidad de la muerte en la vejez, así como también diseñar

propuestas desde las múltiples disciplinas de saberes.

86
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aguinaga, O. (2010). Enfermería, muerte y duelo: Un texto de reflexión académica. Bogotá:

Universidad Nacional de Colombia.

Alvarado, A. y Salazar, A. (2014). Análisis del concepto de envejecimiento. Gerokomos.

Vol.25 (2). 57-62.

Álvarez, L y Flórez, Z. (2008). Actitudes hacia la muerte en un grupo de adultos intermedios

y mayores con enfermedad crónica (hipertensión, diabetes y cáncer) en la ciudad de

Bucaramanga. Revista Colombiana de psicología Vol. 17. 75-82.

Álvarez, L. (2009). Actitudes frente a la muerte en un grupo de adolescentes y adultos

tempranos en la ciudad de Bucaramanga. Rev. Aquichan Vol. 9 (2), 156-170.

André, C. (2005). Psicología del Miedo. Temores, angustias y fobias. Barcelona: Kairos.

Recuperado de:

https://books.google.es/books?id=_U34srSR4bgC&printsec=frontcover&hl=es&sourc

e=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

Aranibar, P. (2001). Acercamiento conceptual a la situación del adulto mayor en América

Latina. Santiago de Chile: CEPAL. Recuperado de:

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/7157/S01121061_es.pdf?sequenc

e=1&isAllowed=y

Asili, N. (2006). Vida plena en la vejez. México: Editorial Pax. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=v6HDqgUoE6gC&dq=miedo+a+la+muerte+en

+ancianos&source=gbs_navlinks_s

Barrera, J. (2010). El miedo colectivo: el paso de la experiencia individual a la experiencia

colectiva. Rev. El Cotidiano. Vol. 159. (159). 5-10.

87
Bátiz, J. (2019). Cuidar a las personas en el proceso de morir. Madrid: Fundación San Juan

de Dios. Recuperado de: https://www.fundacionsjd.org/media/upload/pdf/jacinto-

batiz-texto-digital_1551181915.pdf

Berger, K. (2009). Psicología del desarrollo Adultez y Vejez. Madrid, España. Médica

Panamericana.

Blanco, T. (2015). Ansiedad ante la muerte y factores de vulnerabilidad asociados en ofensores

sexuales recluidos en el centro de atención institucional al Adulto Mayor. Rev. Anales

de Gerontología, Vol. 7. (7). 24-40.

Bobes, J. (2006). Auxiliar geriátrico. Técnicas y procedimientos. España: MAD. Recuperado

de:

https://books.google.com.ec/books?id=v5B84Pr5fF0C&pg=PA57&dq=muerte+biolo

gica&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwi-

tdzH_IniAhUivFkKHa8HBUYQ6AEIMjAC#v=onepage&q=muerte%20biologica&f

=false

Bordignon, N. (2005). El desarrollo psicosocial de Eric Erikson. El diagrama epigenético del

adulto. Rev. Lasallista de Investigación, Vol.2, (2). 50-63.

Bravo, (2005). El miedo y la literatura. Rev. Anales de Literatura Hispanoamericana. Vol. 34.

13-17.

Caballero, V. y Zapata, R. (2019). Educación y salud en grupos vulnerables. Almería: Edual.

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=U26MDwAAQBAJ&pg=PA158&dq=65+a%

C3%B1os+para+los+paises+desarrollados+y+60+a%C3%B1os+para+los+paises+su

bdesarrollados+ONU&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjrse-

OgL_iAhWtrFkKHaCBDy4Q6AEIKDAA#v=onepage&q&f=false

88
Campos, D. (2015). Abordaje psicoterapéutico grupal de ansiedad ante la muerte en el adulto

mayor institucionalizado desde el modelo integrativo. (Maestría). Universidad del

Azuay. Cuenca, Ecuador.

Cantero, M. (2013). La educación para la muerte. Un reto formativo para la sociedad actual.

Rev. Psicogente. Vol. 16 (30). 424-438.

Cañadas, S. (2012). Preferencias sobre las decisiones al final de la vida de los Adultos

Mayores de 60 años del Programa 60 y Piquito en el Valle de Chillos, de la Parroquia

Conocoto, Provincia de Pichincha-Ecuador, en el período 2011-2012 (Tesis de

posgrado). Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

Carmona, Z. y Bracho, C. (2008). La muerte, el duelo y el equipo de salud. Rev. De Salud

Pública. Vol. 2 (2). 14-23.

Celma, A. y Strasser, G. (2015). El proceso de muerte y la enfermería: un enfoque relacional.

Reflexiones teóricas en torno a la atención frente a la muerte. Revista de Saúde Coletiva,

Vol.25, (2). 485-500.

Cevallos, E. (2011). Consecuencias psíquicas del abandono familiar en los ancianos de la

institución Hogar de Vida 1 (Patronato San José). (Tesis de pregrado). Universidad

Politécnica Salesiana, Quito, Ecuador.

Cobbs, E., Blackstone, K. y Lynn, J. (2019). Aceptación de la muerte y del hecho de morir.

Washington: Manual MSD. Recuperado de: https://www.msdmanuals.com/es-

ec/hogar/fundamentos/muerte-y-agon%C3%ADa/aceptaci%C3%B3n-de-la-muerte-y-

del-hecho-de-morir#

Colomo, E., Gabarda, V. y Motos, P. (2018). Pedagogia de la muerte: estudio sobre la

ansiedad ante la muerte en profesionales de la educación. Rev. Innoeduca. Vol. 4 (1).

62-70

89
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2012). Los derechos de las

personas mayores en el siglo XXI: situación, experiencias y desafíos. México:

CEPAL. Recuperado de:

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/1465/S301435D4312012_es.pdf

?sequence=1&isAllowed=y

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2017). Observatorio

Demográfico. Santiago. Recuperado de:

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42361/1/S1700661_mu.pdf

COMPINA, (2018). Agenda de Protección de Derechos. Ecuador: CPD. Recuperado de:

http://manthra.name/compina/adjuntos/agendas/3_ADULTOS_MAYORES.pdf

Constitución de la República del Ecuador. (2008). Sección primera Adultas y Adultos

mayores, articulo 36. Ecuador: Asamblea Constituyente.

Cope, J. (2004). El Arte del buen morir. Texas: Editorial Mundo. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=AxEmdJpJJc8C&dq=proceso+de+morir&hl=e

s&source=gbs_navlinks_s

Cornachione, M. (2008). Psicología del desarrollo. Vejez: aspectos biológicos, psicológicos y

sociales. Córdoba, Argentina: Brujas.

De Raedt, R., Koster, E. y Ryckewaert, R. (2013). Aging and Attentional Bias for Death related

and General Threat-related Information: Less Avoidance in Older as Compared With

Middle-Aged Adults. Rev. The Journals of Gerontology: Psychological Sciences.

Vol. 68(1). 1-29.

Dezutter, J., Soenens, B., Luyckz, K., Bruyneeel, S., Vansteenkiste, M., Duriez, B. y Hutsebaut,

D. (2009). The role of religion in death attitudes: Distinguishing between religious

belief and style of processing religious contents. Rev. Death Studies Vol. 33(1). 73-

92.

90
Duche, A. (2012). La antropología de la muerte: Autores, enfoques y períodos. Rev. Sociedad

y Religión. Vol. XXII (37). 206-215.

Echeverri, H. (2018). Morir sin miedo y sin dolor. Colombia: Penguin Random House

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=aSJgDwAAQBAJ&pg=PT162&dq=miedo+a

+morir&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwimpNiczrXiAhWltlkKHeHMBhUQ6AEIQT

AG#v=onepage&q&f=false

Escobar, J. (2012). El morir, como ejercicio final del derecho a una vida digna. Bogotá,

Colombia. Ediciones El bosque. Recuperado de:

http://www.medicolegal.com.co/pdf/esp/1999/5/1/morir_dervida_v5_r1.pdf

Espinoza, M., Sanhueza, O. y Barriga, O. (2011). Validación de la Escala de Miedo a la Muerte

de Collett-Lester en una muestra de estudiantes de Enfermería. Rev. Latino-Am.

Enfermagem, Vol.19, (5). 1-10.

Fondo de población de las Naciones Unidas. (2012). Envejecimiento en el siglo XXI: Una

celebración y un desafío. Recuperado de:

https://www.unfpa.org/sites/default/files/pub-

pdf/Ageing%20Report%20Executive%20Summary%20SPANISH%20Final_0.pdf

Fouce, G., Edjang, D., García, L., García, E., Muiño, L. y Velasco, I. (2016). Psicología del

Miedo. Madrid: Ciclo Grupo 5 S.L.U

Fundación Saldarriaga Concha, (2013). Guía para periodistas Envejecimiento y Vejez. Bogotá:

Pictograma Creativos. Recuperado de:

https://es.scribd.com/document/353454013/Guia-Periodistas-

Vejez?fbclid=IwAR16D8Zviwan4kJwS7OjPSJiRsj2VRUOPI7xiXfymeNWxTN6V

1UEVbYxDG4#download&from_embed

91
Gala, F., Lupiani, M., Raja, R., Guillén, C., González, J., Villaverde, C., y Sánchez, I. (2002).

Actitudes psicológicas ante la muerte y el duelo. Una revisión conceptual. Cuadernos

de Medicina Forense. (30). 39-50.

García, J. (2006). Los derechos y los años. Otro modo de pensar y hacer política en

Latinoamérica: los adultos mayores. México: Plaza y Valdés. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=LbfAP1Zu1rMC&pg=PA236&dq=adulto+ma

yor+definicion&hl=es-

419&sa=X&ved=0ahUKEwi6tIu2geXeAhXE2lMKHW5TDEQQ6AEIKzAB#v=onep

age&q&f=true

Gil, B., Ballester, R., Ruiz, E. y Castro, J. (2017). Percepción en personas mayores de qué

podría ayudarnos a morir en paz. Revista de Psicología, 2. Vol. 2, (1). 81-92

Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial Rural de Calderón, (2019). Proyecto de

Asistencia Intergeneracional al Adulto Mayor - Espacios Activos. Recuperado de:

https://www.gadcalderon.gob.ec/servicios.html

Goméz, C., Hernández, G., Rojas, A., Santacruz, H. y Uribe, M. (2008). Psiquiatría Clínica.

Bogotá: Ed. Médica Panamericana. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=LSKfF9f7xF4C&pg=PA649&dq=miedo+en+e

l+adulto+mayor&hl=es-

419&sa=X&ved=0ahUKEwiipt300YviAhUuwVkKHUYGBPwQ6AEIPDAE#v=one

page&q=miedo%20en%20el%20adulto%20mayor&f=false

Gómez, M. (2005). Morir con dignidad. Madrid: Aran. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=vSLE4cGPJbUC&pg=PA21&dq=muerte+biol

ogica&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwi-

tdzH_IniAhUivFkKHa8HBUYQ6AEIKDAA#v=onepage&q&f=false

92
González, A. y Araujo, A. (2010). Estrategias de afrontamiento ante la muerte y calidad de

vida en adultos mayores mexicanos. Rev. Kairós Gerontología. Vol. 13 (1). 167-190.

González, A. y Celis, R. (2011). La importancia de estudiar la vejez y el temor a la muerte.

Rev. Journal of Behavios, Health &Social Issues. Vol. 2 (2). 5-10

González, J. y De la Fuente Anuncibay. R. (2014). Desarrollo humano en la vejez: un

envejecimiento optimo desde los cuatro componentes del ser humano. INFAD Revista

de Psicología, Vol.7 (1). 121-130.

González, M. (2015). La revolución de la tercera edad. México: Trillas.

Grau, J., Llantá, M., Massip, C., Chacón, M., Reyes, M., Infante, O., Romero, T., Barroso, I. y

Morales, D. (2008). Ansiedad y actitudes ante la muerte: revisión y caracterización en

un grupo heterogéneo de profesionales que se capacita en cuidados paliativos. Rev.

Pensamiento Psicológico, Vol. 4 (10). 27-58.

Hernández, G., González, V. y Fernández, L. (2002). Actitud ante la muerte en los médicos

de familia. Rev. Cubana Med Gen Integr, Vol.18, (1). 22-32.

Hernández, M., Oñate, D., Rodríguez, D., Sánchez, L. Bezanilla, J. y Campos, J. (2011). El

Adulto Mayor ante la Muerte: Análisis del Discurso en el Estado de México. Revista

de Psicología GEPU. Vol.2, (1). 64-78.

Hernández, S., Fernández, C. y Baptista, P. (2010). Metodología de la Investigación. México:

McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES.

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2017). Ficha Metodológica Escolaridad.

Recuperado de: https://info.inclusion.gob.ec › index.php › fichas-metodologicas-

pamusrext

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2018). Proyecciones poblacionales. Ecuador:

Recuperado de: http://www.ecuadorencifras.gob.ec/proyecciones-poblacionales/

93
Lynch, G. y Oddone, M. (2017). La percepción de la muerte en el curso de la vida Un estudio

del papel de la muerte en los cambios y eventos biográficos. Revista de Ciencias

Sociales, Vol.30, (40), 129-150.

Marchán, S. (2016). Afrontamiento del profesional de enfermería ante la muerte de pacientes,

en unidades de paliativos y oncología. Rev. Nure Investigación. Vol. 13 (82), 1-12.

Martínez, B., Alonso, J. y Calvo, (2001). Estudio comparativo de ansiedad ante la muerte en

una muestra de ancianos y de jóvenes. Rev. Psiquis.Vol.22 (5). 176-182.

Martínez, L., Villarreal, E. y Camacho, N. (2008). Percepción del adulto mayor acerca del

proceso de muerte. Rev Enferm Inst Mex Seguro Soc. Vol.16 (1). 31-36.

Marzal, M. (2002). Tierra Encantada: tratado de antropología religiosa de América Latina.

Madrid: Editorial Trotta. Recuperado de: https://books.google.com.ec/books?id=NRq-

HqxLOGUC&pg=PA19&dq=definicion+y+concepto+de+religi%C3%B3n&hl=es-

419&sa=X&ved=0ahUKEwi8z5z70d7mAhXEq1kKHSIWCiEQ6AEIbDAJ#v=onepa

ge&q&f=true

Mazzetti, C. (2017). Nombrar la muerte. Aproximaciones a lo indecible. Rev. Andamios. Vol.

14. (33). 45-76

Miaja, M. y Moral, J. (2014). Ansiedad ante la muerte y afrontamiento en personas viviendo

con VIH/SIDA y población general. Rev. Mexicana de Investigación en Psicología.

Vol. 6 (1), 26-42.

Ministerio de Inclusión Económica y Social. (2012). Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y

Envejecimiento SABE I. Quito: MIES.

Ministerio de Inclusión Económica y Social. (2013). Agenda de Igualdad para Adultos

Mayores. Ecuador. Recuperado de: https://fiapam.org/wp-

content/uploads/2013/06/Agendas_ADULTOS.pdf

94
Ministerio de Inclusión Económica y Social. (2013). Ciudadanía activa y envejecimiento

positivo. Ecuador: Subsecretaría de atención intergeneracional. Recuperado de:

https://www.inclusion.gob.ec/wp-

content/uploads/downloads/2013/11/Pol%C3%ADtica-P%C3%BAblica.pdf

Neimeyer, R. (1997). Métodos de evaluación de la ansiedad ante la muerte. Barcelona: Paidós.

Nevado, M. y González, J. (2017). Acompañar en el duelo. España: Editorial Desclee.

Organización Mundial de la Salud (2015). Informe final sobre envejecimiento y salud. Estados

Unidos. Recuperado de:

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186466/9789240694873_spa.pdf?seq

uence=1

Organización Mundial de la Salud (2016). Acción multisectorial para un envejecimiento

saludable basado en el ciclo de vida: proyecto de estrategia y plan de acción mundiales

sobre el envejecimiento y la salud. Recuperado de:

http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA69/A69_17-sp.pdf

Organización Mundial de la Salud, (2018). La salud sexual y su relación con la salud

reproductiva: un enfoque operativo. Recuperado de:

https://www.who.int/reproductivehealth/publications/sexual_health/sh-linkages-rh/es/

Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud. (2017). Estado

de Salud de la Población. Recuperado de: https://www.paho.org/salud-en-las-

americas-2017/?lang=es

Ostrosky, F., Ardila, A., & Rosselli, M. (1999). Manual: Neuropsi Evaluación

Neuropsicológica Breve en español. México: UNAM.

Oviedo, S., Parra, F. y Marquina, M. (2009). La muerte y el duelo. Rev. Enfermería Global.

Vol. 15. 1-9

95
Papalia, D., Duskin, R. y Martorell, G. (2012). Desarrollo Humano. Mexico: McGraw-Hill.

Recuperado de: https://www.academia.edu/20423118/Desarrollo-humano-Papalia-

12a

Papalia, D., Sterns, H., Feldman, R. y Camp, C. (2009). Desarrollo del adulto y vejez. México:

McGraw-Hill.

Pérez, M. (2000). El miedo y sus trastornos en la infancia. Prevención e intervención educativa.

Rev. Aula. Vol. 12. 123-144.

Puhakka, K. (s.f). La teoría de los constructos personales de George Kelly y la psicología

cognoscitiva. Recuperado de: http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2013/teo-per/12.pdf

Pulido, F. y Herrera, F. (2015). Miedo e inteligencia emocional en el contexto pluricultural de

Ceuta. Rev. Anuario de Psicología. Vol. 45. (2). 249-263.

Ramos, A., Gairín, J. y Camats, R. (2018). Principios Prácticos y Funcionales en Situaciones

de Muerte y Duelo para profesionales de la Educación. Rev. Iberoamericana sobre

Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. Vol. 16 (1). 21-33.

Rivarola, L. (2016). Temor hacia la muerte, espiritualidad y florecimiento en adultos mayores

de Lima Metropolitana. (Tesis de pregrado). Pontificia Universidad Católica del Perú.

Rocha, L. (2013). La Vejez en movimiento. Un enfoque integral. Buenos Aires: Dunken.

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=pYdOAgAAQBAJ&pg=PA9&dq=vejez&sour

ce=gbs_selected_pages&cad=3#v=onepage&q&f=false

Royes, A. (2016). Morir en libertad. Barcelona, España: Ediciones Universitat Barcelona.

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=j3ybDQAAQBAJ&dq=proceso+de+morir&hl

=es&source=gbs_navlinks_s

96
Sánchez, M. y Salas, V. (2015). Actitud ate la muerte y el proceso de morir, propio y el de los

demás. (Tesis de maestría). Asociación Mexicana de Tanatología.

Sanchís, L. (2018). Afrontamiento del miedo a la muerte. (Tesis doctoral). Universidad

Complutense de Madrid, España.

Sistema Nacional de Información. (2017). Proyecciones y Estudios Demográficos. Recuperado

de: http://sni.gob.ec/proyecciones-y-estudios-demograficos

Tomás-Sábado, J. (2016). Miedo y ansiedad ante la muerte: Aproximación conceptual,

factores relacionados e instrumentos de evaluación. Barcelona: Herder Editorial.

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=bASIDwAAQBAJ&dq=miedo+a+la+muerte

&lr=&hl=es&source=gbs_navlinks_s

Torregrosa, L., Núñez, L., Morales, L. y Sablón, Y. (2005). Enfrentamiento de la muerte por el

adulto mayor con enfermedad terminal. Rev. Archivo Médico de Camaguey, Vol. 9,

(1). 97-108.

United Nations, Department of Economic and Social Affairs. (2019). World Population

Prospects 2019: Highlights. New York. ST/ESA-7SER.A/423 Recuperado de:

https://population.un.org/wpp/Publications/Files/WPP2019_Highlights.pdf

Uribe, A., Valderrama, L. y López, S. (2007). Actitud y miedo ante la muerte en adultos

mayores. Rev. Pensamiento

Uribe, A., Valderrama, L., Duran D., Galeano C., y Gamboa K. (2008). Diferencias evolutivas

en la actitud ante la muerte entre adultos jóvenes y adultos mayores. Acta Colombiana

de Psicología., Vol. 11 (1), 119-126.

Vázquez, C. Crespo, M. y Ring, J. (2003). Medición clínica en Psiquiatría y Psicología.

Barcelona: Masson. Recuperado de:

http://www.psicosocial.net/historico/inicio/centro-de-documentacion-

97
gac/psiquiatria-psicologia-clinica-y-psicoterapia/trauma-duelo-y-culpa/94-

estrategias-de-afrontamiento/file

Vicensi, M. (2016). Reflexión sobre la muerte y el morir en la UCI a partir de la perspectiva

profesional en cuidados intensivos. Rev. Bioética. Vol 24. (1). 64-72.

Vilches, L. (2000). Concepciones, creencias y sentimientos acerca de la muerte en adultos

mayores de nivel educacional superior. Rev. de Psicología. Vol. IX (1). 1-15.

Vives, J. (2018). La muerte y su pulsión. México: Paidós. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=_DduDwAAQBAJ&dq=perspectiva+religiosa

+de+la+muerte&source=gbs_navlinks_s

Warner, K. y Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Madrid: Pearson

Educación.

Yuste, N., Rubio, R., y Aleixandre, M. (2004). Introducción a la Psicogerontología. Madrid:

Pirámide.

98
ANEXOS

Anexo 1. Plan de Proyecto de Investigación Aprobado

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

CARRERA DE PSICOLOGÍA INFANTIL Y PSICORREHABILITACIÓN

MIEDO A LA MUERTE Y AL PROCESO DE MORIR EN UN PROGRAMA DE

ATENCIÓN INTEGRAL EN ADULTOS MAYORES DEL DISTRITO

METROPOLITANO DE QUITO

2019

99
Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Psicológicas

 Carrera:

- Psicología Infantil y Psicorrehabilitación

 Área de conocimiento:

- Ciencias Sociales y del Comportamiento.

 Línea de Investigación:

- Psicorrehabilitación en grupos de atención prioritaria

 Cuidados al final de la vida

 Investigadores proponentes:

 Nombres y apellidos del estudiante:

Darlín Antonelia Rosero Pérez

 Nombres y apellidos del tutor:

MSc. Alba Riera

100
Título del proyecto de investigación

Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral en Adultos

Mayores del Distrito Metropolitano de Quito

Capítulo I Planteamiento del problema

1. Identificación del problema

Según datos de la revisión del informe «Perspectivas de la Población Mundial» en el 2017,

se espera que el número de personas mayores, es decir, aquellas de 65 años o más, se

duplique para el 2050 y triplique para el 2100. A nivel mundial, este grupo de población

crece más rápidamente que el grupo de las personas más jóvenes (United Nations,

Department of Economic and Social Affairs, Population Division, 2017, p.2). En 2050, las

personas de 60 años o más representarán un 34% de la población de Europa, un 25% de

América Latina y el Caribe y Asia, y aunque África tiene la estructura demográfica más

joven, en términos absolutos el número de personas de 60 años o más aumentará a 147

millones (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2016, p.1).

El envejecimiento de la población ha sido constante a nivel mundial, con el paso de los

años ha logrado una importante transición demográfica (Comisión Económica para América

Latina y el Caribe [CEPAL], 2017, p.22), y como resultado se ha elevado la esperanza de

vida de las personas, de un promedio aproximado de 59 años entre 1965 y 1970 se pasó a casi

a 76 años o más en los presentes y futuros años 2015 a 2020 (CEPAL, 2018, p. 23).

Ahora bien, a medida que la población envejece, las grandes cargas de la discapacidad y la

muerte sobrevienen debido a la pérdida de audición, visión y movilidad relacionada con la

edad y las enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías, los accidentes

cerebrovasculares, las enfermedades respiratorias crónicas, el cáncer y la demencia. Al

101
evaluar las necesidades de salud y la cercanía a la muerte que presentan los adultos mayores,

se debe tener en consideración que, esto no solo puede repercutir en su salud física sino

también en su salud mental. No obstante, cada persona es diferente y asume su

envejecimiento de diversas maneras, puede o no presentar altos niveles de bienestar a pesar

de tener una o varias enfermedades y estar próximo a la muerte. (OMS, 2015, p. 28 y 60).

El incremento que tiene la población de adultos mayores a través de los años y la

presencia de problemas psicosociales como lo es el miedo a la muerte, ha dado lugar a

diversos estudios internacionales, entre los más relevantes encontramos a Gil, Ballester, Ruiz

y Castro (2017) quienes proponen “Percepción en personas mayores de qué podría

ayudarnos a morir en paz”, el estudio se realizó en España con 52 adultos con edades

comprendidas entre los 50 y 77 años y su hallazgo fue que para las personas mayores los

aspectos prioritarios al final de la vida serían la cercanía de las personas queridas, el control

del sufrimiento físico y el sentido de la vida. (p.81). Otra investigación es la que plantea

Álvarez y Florez (2008) “Actitudes hacia la muerte en un grupo de adultos intermedios y

mayores con enfermedad crónica (hipertensión, diabetes y cáncer) en la ciudad de

Bucaramanga”, dicho estudio se efectuó con 200 adultos entre 40 a 66 años de edad, y se

encontraron actitudes de acercamiento hacia la muerte predominantemente y relaciones

débiles no significativas entre éstas, la edad y el estrato de los participantes. (p.75). Por otro

lado, tenemos a Hernández et al. (2011) con su estudio “El Adulto Mayor ante la muerte:

análisis del discurso en el estado de México”, realizado solamente con 7 adultos mayores

mujeres entre 65 y 77 años, en sus grupos de discusión tomo en cuenta la consciencia de la

aproximación de la muerte, la visión de la manera de morir, el testamento y la eutanasia.

(p.64). Pues bien, existen otras investigaciones aún más allegadas al presente tema de

investigación, una de ellas es la “Percepción del adulto mayor acerca del proceso de

muerte” propuesta por Martínez, Villareal y Camacho (2008), se ejecutó con 121 adultos

102
mayores de 60 años en adelante, y su principal resultado fue que el 43.8% de la población

estudiada se concentró en la percepción negativa de la muerte. (p.31). Otra de los estudios

muy afín es el que realizó Uribe et al. (2007) “Actitud y miedo ante la muerte en adultos

mayores”, en 170 adultos mayores de 65 años, y obtuvo como resultado diferencias

significativas en cuanto al estrato socioeconómico y las escalas de miedo a la muerte y

aceptación de acercamiento y en relación a la religión con la evitación a la muerte. (p.109)

Ahora bien, uno de los estudios más arcaicos es el de “Concepciones, creencias y

sentimientos acerca de la muerte en adultos mayores de nivel educacional superior”

expuesto por Vilches (2000), el estudio se efectuó con adultos mayores entre 65 y 75 años y

enfatizó que las concepciones de muerte se mueven en dos líneas bien definidas, la muerte

como un tránsito a otra vida y el final de la vida. (p.1)

Se puede nombrar otros estudios internacionales concernientes al tema, entre los cuales

están:

La percepción de la muerte en el curso de la vida, Estudio comparativo de ansiedad ante la

muerte en una muestra de ancianos y de jóvenes, Ansiedad ante la muerte y factores de

vulnerabilidad asociados en ofensores sexuales recluidos en el Centro de atención

institucional adulto mayor y Enfrentamiento de la muerte por el adulto mayor con

enfermedad terminal.

En cuanto al contexto nacional y de acuerdo con las proyecciones poblacionales para el

2019 en Ecuador existe una población de personas mayores a 65 años de 1264594, y la

esperanza de vida de los ecuatorianos ha aumentado, en el año 2010 era de 77.7 para las

mujeres y 72.2 para los hombres, la proyección al 2020 se ubica en 80.1. para las mujeres y

74.5 para los hombres (Instituto Nacional de Estadística y Censos [INEC], 2018). Para el año

2050 se prevé que representen el 18% de la población y para las mujeres la esperanza de vida

será mayor con 83,5 años comparado con los 77,6 años de los hombres. (Ministerio de

103
Inclusión Económica y Social [MIES], 2013). Ahora, según la Agencia de Protección de

Derechos del COMPINA (2018) en el Distrito Metropolitano de Quito existen 141.516

adultos mayores, de las cuales 44,4% son hombres y 55,6%, mujeres. (p.23)

Al tener una población estimable de adultos mayores en nuestro país, también se han

realizado varios estudios concernientes a este grupo de atención prioritaria y la problemática

que hoy en día presentan, sin embargo, en cuanto a estudios afines a la variable de la presente

investigación “miedo a la muerte y al proceso de morir” y después de una revisión

sistemática, no se han encontrado investigaciones a nivel científico. Por otro lado, los

estudios de pregrado y postgrado hallados hacen referencia a la ansiedad y miedo a la muerte,

pero no en la población de adultos mayores. Uno de los estudios de posgrado que puede estar

asociado a la presente investigación, por uno de los contenidos que incluye más no por el

tema, es el propuesto por Sofía Cañadas “Preferencias sobre las decisiones al final de la vida

de los Adultos Mayores de 60 años del Programa 60 y Piquito en el Valle de Chillos, de la

Parroquia Conocoto, Provincia de Pichincha-Ecuador, en el período 2011-2012, cuyo

objetivo fue analizar las preferencias ante las decisiones al final de la vida de las personas

mayores de 60 años. (p.37)

Hablar de la muerte es intentar abarcar un mundo casi infinito de posibilidades. Su

complejidad hace que su estudio pueda adoptar muy distintas perspectivas y, aunque morir es

siempre un proceso individual, es también un acontecimiento que afecta a aquellos que se

relacionan con quien muere, evidenciando una dimensión social y cultural. (Lynch y Oddone,

2017, p. 130) Se entiende entonces que la muerte no es solamente un proceso biológico,

natural e individual, sino que se convierte en una temática sociohistórica, que al pasar del

tiempo tiene sus diversas perspectivas, ya sea por la edad, la cultura, la religión, entre otras

variables. Según estas perspectivas el ser humano puede adoptar diversos comportamientos,

actitudes y emociones, una en especial es el miedo, el mismo que se presenta ante el proceso

104
de morir y a la muerte, ya sea propio o de otra persona. (Celma, Strasser, 2015 y Lynch,

Oddone, 2017)

Ahora bien, desde la teoría psicosocial de Erikson “todos los seres humanos en las

diversas etapas del ciclo vital atravesamos por una serie de crisis que permiten o no superar

los cambios que se presentan en cada una de ellas” (Uribe, Valderrama y López, 2007, p.

111). En la adultez mayor se presenta la crisis integridad del yo-desesperación. La integridad

del yo detalla que el adulto mayor puede encontrar su yo integro, al evaluar y aceptar como

ha sido su vida, sin preocuparse o temer a la muerte, desarrollando así la sabiduría, si no es

así el adulto mayor puede generar la desesperanza, la cual indica que no ha aceptado la

muerte como un proceso natural, por lo que teme llegar a esta etapa de vida y se exaspera

ante la falta de tiempo. (Yuste, Rubio y Aleixandre, 2004)

El adulto mayor que atraviesa por su proceso natural de envejecimiento y que sufre

cambios en su estado físico, emocional, psicológico y social, empieza a tener emociones y

pensamientos molestos acerca de la muerte, dichos pensamientos impiden que el adulto

mayor pueda beneficiarse de una buena calidad de vida en su etapa final, lo cual provoca que

sea más vulnerable ante una amenaza y tenga menor resiliencia ante las dificultades. (Uribe,

Valderrama y López, 2007).

De manera que, el presente estudio busca responder algunas incógnitas con esta

problemática, siendo así, se desea saber ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al

proceso de morir que presentan los adultos mayores en un Programa de Atención Integral del

Distrito Metropolitano de Quito?

Este estudio se realizará en los centros del Programa Servicio de Atención Integral para el

Adulto Mayor “Canas de Vida” del GAD de Calderón, durante el año 2019. Dichos centros

se encuentran ubicados en la Región Sierra, Provincia Pichincha, Cantón Quito, Zona Norte,

Parroquia Rural de Calderón.

105
Preguntas

En el presente apartado, tomando en cuenta la delimitación del problema se generaron las

siguientes preguntas de investigación:

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que presentan los

adultos mayores en un Programa de Atención Integral del Distrito Metropolitano de

Quito?

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo, de

los adultos mayores de un Programa de Atención Integral del DMQ?

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la religión

de los adultos mayores de un Programa de Atención Integral del DMQ?

- ¿Cuáles son los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la

escolaridad de los adultos mayores de un Programa de Atención Integral del DMQ?

2. Justificación

La relevancia teórica de la presente investigación se enfoca principalmente en desarrollar

un estudio conceptual de la variable miedo a la muerte y al proceso de morir en los adultos

mayores, siendo esta variable muy estudiada desde varias disciplinas académicas como lo son

la antropología, la filosofía, y la psicología, no obstante, la importancia del estudio recae en

que no han sido muchas las investigaciones acerca del miedo a la muerte en el adulto mayor,

ya que la población a la que se han dirigido más con esta temática ha sido el profesional de

salud en un contexto hospitalario y las personas con enfermedades terminales, por ende,

desde una visión psicológica pretender describir los niveles de miedo a la muerte en los

adultos mayores de un contexto ecuatoriano, permite ampliar el conocimiento en un campo

específico y es un aporte valioso para realizar nuevos cuestionamientos que busquen un

cambio en esta problemática psicosocial.

106
En relación al aporte metodológico, la investigación de carácter descriptivo busca conocer

cómo se encuentran los niveles de miedo a la muerte en los adultos mayores que asisten al

Programa “Canas de Vida”, permitiendo así identificar si estos niveles son altos, moderados o

bajos y a su vez exponer la importancia que tiene la temática no solo para una mejor

comprensión sino también para actuar ante el problema y así generar procesos motivacionales

de cambio que aseguren la salud mental y el bienestar del adulto mayor.

La importancia práctica de este estudio radica en que el GAD de Calderón responsable del

Programa “Canas de Vida” podrá obtener un insumo de conocimientos descriptivos acerca

del tema, y tomar decisiones adecuadas para intervenir y brindar diversos cursos sobre

afrontamiento del miedo a la muerte, logrando reducir los índices altos de miedo, y

desarrollando en los adultos mayores una estabilidad emocional que les permita vivir

correctamente su proceso de envejecimiento.

Finalmente, la justificación social responde a que la investigación podrá beneficiar a la

comunidad de Calderón, directamente a los adultos mayores del Programa “Canas de Vida”,

e indirectamente a sus familiares o personas a cargo de ellos. El principal interés es dejar una

línea base que sirva de apoyo para generar ideas innovadoras en el programa y así responder

ante las necesidades que tiene el adulto mayor, es decir, se podría contribuir a mejorar el

estado biopsicosocial de aquellas personas que tienen miedo a la muerte. Además, los

resultados de la investigación permitirán a futuros investigadores profundizar con otros

estudios y elaborar programas o manuales que indiquen la manera de sobrellevar o afrontar

esta problemática presente en el adulto mayor. Es importante señalar que los resultados de la

presente investigación quedarán a disposición del Programa Servicio de Atención Integral

para el Adulto Mayor “Canas De Vida” del GAD de Calderón, con el fin de conseguir el

bienestar y calidad de vida del adulto mayor.

107
3. Limitaciones de la investigación.

- La investigación solo tiene un alcance descriptivo por ende no pretende determinar

estrategias de afrontamiento ante la muerte o tratamiento terapéutico.

- Al ser una investigación descriptiva y con un tipo de muestra no probabilística, los

resultados no podrán generalizarse al resto de la población de adultos mayores.

4. Objetivos de la investigación

4.1 Objetivo general

Describir los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que presentan los

adultos mayores en un Programa de Atención Integral del Distrito Metropolitano de

Quito, de manera general y por cada subdimensión del instrumento.

4.2 Objetivos específicos

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según el sexo

de los adultos mayores de un Programa de Atención Integral del DMQ.

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la

religión de los adultos mayores de un Programa de Atención Integral del DMQ.

- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la

escolaridad de los adultos mayores de un Programa de Atención Integral del

DMQ.

108
Capítulo II Marco Teórico

1. Posicionamiento Teórico

El presente trabajo de investigación se fundamenta en la teoría psicosocial de Erickson

(1963), puesto que proporciona un amplio enfoque del desarrollo humano e importante

contenido acerca del miedo a la muerte en el adulto mayor. Específicamente, el segmento de

la teoría en que se prestará mayor atención es en la última fase de las ocho planteadas, la cual

se denomina Integridad del yo vs. Desesperanza (Neimeyer, 1997). En dicha fase la crisis se

explica a través de la evaluación de la vida del adulto mayor, en donde, puede o no apreciar la

manera en que ha vivido. Si acepta su vida pasada, el individuo puede desarrollar un sentido

de integridad, caracterizado por virtudes como la sabiduría que le ayuda a tener una mejor

aceptación de la muerte, si es todo lo contrario, y el adulto mayor rechaza la manera en que

ha llevado su vida, puede generar desesperanza, caracterizada por la negación de una realidad

de cambios, es decir, tras pensar que el tiempo se ha agotado, la persona desencadena

sentimientos de amargura, culpa y desesperación, por lo que presentara mayor temor a la

muerte. (Uribe, Valderrama y López, 2007).

En la teoría psicosocial, es muy importante que en cada una de las fases se supere la crisis,

ya que, si existe un fallo en alguna de estas, lo más probable es que el adulto mayor tenga

problemas en el último estadio. Una de las fases anteriores a la cual se le debe prestar mucha

atención es a la séptima, conocida como Generatividad vs. Estancamiento, debido a que,

durante esta está etapa aparece la propia conciencia de la mortalidad que junto con la cercanía

de la muerte precipita la crisis, la persona no quiere morir o teme hacerlo por no ocasionar

malestar a la nueva generación, además aparece la forma de muerte trascendente que es de

naturaleza interpersonal, en otras palabras, esto implica construir o extender el sí mismo

incluir a otros seres significativos (Aguinaga, 2010).

109
2. Marco teórico referencial

2.1 Miedo a la muerte y al proceso de morir en adultos mayores

2.1.1 Definiciones y conceptualizaciones sobre el miedo a la muerte y al

proceso de morir

2.1.1.1 Definición de miedo

El ser humano está expuesto a diversas amenazas y peligros ya sean reales o imaginarios,

que pueden poner en riesgo su bienestar o existencia, pero qué es exactamente lo que alerta al

organismo ante estos estímulos, pues bien, el miedo, una emoción que habitualmente es

considerada como algo negativo, pero en realidad es lo que permite al sujeto mantener el

control tanto personal como social, es decir el miedo es necesario para que actitudes opuestas

como la valentía existan, y sea la determinación la que permita a la persona enfrentarse a

situaciones difíciles, sin embargo, y en contradicción a lo dicho el miedo también puede

frenar e incapacitar a la persona provocando una sensación de angustia y desconfianza.

(Fouce et al., 2016)

De esta forma el miedo se manifiesta como una condición innata del ser humano (Bravo,

2005), que permite según Sassaroli y Lorenzini (2000) “darse cuenta a tiempo de los peligros

y reaccionar ante ellos, pues si una especie no fuera capaz de experimentar miedo se

extinguiría rápidamente, por tanto, el miedo es un fenómeno adaptativo y protector” (como se

citó en Pérez, 2000, p. 125). No obstante, cuando el miedo “supera un determinado umbral en

frecuencia o intensidad se convierte en un enemigo para el individuo, que puede paralizar,

empobrecer la capacidad de respuesta y provocar sufrimiento” (Fouce et al., 2016, 23).

De acuerdo a lo anterior, Christophe André (2005) distingue el miedo normal del miedo

patológico, señalando que el miedo normal “es una alarma bien calibrada tanto en su

activación como en su regulación” (p.18), es decir, el miedo se activa en el momento

indicado, considerando el contexto que lo rodea, pues su intensidad debe ser proporcional al

110
peligro, así mismo se regulariza cuando el peligro ha desaparecido o a su vez el sujeto lo ha

enfrentado y controlado. Por el contrario, el miedo patológico “corresponde a una alarma mal

ajustada, tanto en su activación como en su regulación” (p.19), esto es, cuando ante un suceso

no tan peligroso el miedo se activa con demasiada intensidad y frecuencia, provocando que el

individuo no pueda controlar ni regularizar su miedo, convirtiéndose esta situación en un

ataque de pánico.

Otra de las definiciones es la que establece García (2016) quien menciona que:

El miedo es una respuesta fisiológica primaria del organismo, tanto en los animales como

en los humanos, ante el peligro; peligro que puede ser real o percibido tanto ante

situaciones presentes como futuras. El miedo tiene las mismas respuestas de la ansiedad,

que predisponen al organismo para la supervivencia o adaptación al medio. (Fouce et al.,

2016, p.31)

Siendo el miedo una respuesta fisiológica del ser humano, es preciso entender cómo

funciona y cuál es su naturaleza biológica. Barrera (2010) señalo que:

El miedo es un producto emocional de la amígdala, localizada en la base del cerebro.

Cuando se activa mediante un estímulo amenazante produce una hormona llamada

vasopresina, la cual desencadena, además de miedo, también ansiedad, y dispone a la

persona para la lucha, la huida y evasión del dolor, y todas las funciones de conservación

del individuo y de la especie. (p.6)

En pocas palabras, el ser humano responde ante los estímulos aversivos mediante el

miedo, desencadenando una respuesta fisiológica y comportamental (Pulido y Herrera, 2015),

siendo la naturaleza biológica del miedo la que permita al ser humano evaluar, dar una

respuesta efectiva y controlar las situaciones amenazantes (Fouce et al., 2016).

Si bien es cierto el miedo es una respuesta funcional y orgánica del ser humano ante

situaciones amenazantes, también está muy asociado al aprendizaje social y es que

111
comúnmente los miedos son adquiridos desde la infancia, y según “la estructura de la

personalidad del individuo se determina la facilidad y la fuerza con la que estos miedos se

fijan” (Fouce et al., 2016, p.26) convirtiéndose en posibles fobias. Por lo tanto, es

necesario comprender que el miedo no solo es un asunto innato de la persona, sino que

también es un asunto social que se desarrolla en función del aprendizaje. (Fouce et al.,

2016)

2.1.1.2 Definición de muerte y proceso de morir

La muerte ha sido un tema controversial para el ser humano, a continuación, se explicará

la conceptualización de la muerte a través de diversas perspectivas.

2.1.1.2.1 Perspectiva histórica y socio cultural

El ser humano ha prestado una relevante atención en cuanto a su destino después de la

vida, si bien es cierto, son varios los factores que influyen en la percepción que el ser humano

tiene acerca de la muerte, pero existe una sola realidad y es que ninguno ha podido ser

inmortal hasta el día de hoy. (Mazzetti, 2017). La muerte es un hecho inevitable y como

Oviedo, Parra y Marquina (2009) mencionan: “La muerte es universal y nadie escapa de ella,

sin embargo, cada cultura la ha vivido y la ha asumido de diferentes formas” (p.2).

Por ende, es importante conocer como la muerte ha sido percibida desde diversos periodos

de tiempo y culturas.

Comenzamos por enmarcar a la muerte desde los inicios prehistóricos, ya que desde el

principio el ser humano ha mostrado preocupación por la muerte y ha reaccionado ante la

misma con diversas prácticas, como son los ritos funerarios. Los mismos neandertales tenían

costumbres para despedir a sus difuntos, una de ellas era pintar los ojos de las personas

muertas para que estas puedan tener una mejor visión del camino en el más allá (Nevado y

González, 2017), y es que en sociedades primitivas y arcaicas se creía que “toda persona que

moría, renacía en un nuevo ser viviente” (Aguinaga, 2010, p.46).

112
En la era cristiana, específicamente los siglos V al XIII que corresponden a la alta edad

media, la muerte era percibida como algo natural que debía suceder tarde o temprano, por

ende, el ser humano la aceptaba con humildad. Este periodo de tiempo es conocido según

Álvarez como la muerte doméstica por el hecho de que las personas esperaban a la muerte en

sus casas, cerca de sus familiares y conocidos más allegados. En la baja edad media (siglos

XIII al XV) aparece lo que se denomina la muerte de uno mismo, la cual se explica mediante

la conciencia de cada uno, en otras palabras, la persona percibía a la muerte como algo más

íntimo e individual. Durante este mismo tiempo las ceremonias religiosas toman fuerza ya

que lo que se buscaba era salvar el alma mediante oraciones y misas que eran costeadas antes

de morir. (Aguinaga, 2010)

Durante el siglo XIX, el dolor de la muerte se convirtió en un evento compartido, es decir,

“el miedo y la fascinación por la muerte personal fueron transferidos a otra persona, casi

siempre al ser amado”, a este período Tiberio Álvarez lo designo la muerte del otro. En este

mismo siglo la medicina comienza a ofrecer a la persona una muerte natural, pero a una edad

muy avanzada. (Aguinaga, 2010, p. 42 y 68).

A finales del siglo XX y comienzo del siglo XXI, la orientación de la muerte toma un giro,

ya no es únicamente un tema espiritual sino también científico, y aquí la medicina juega un

papel importante, pues la mayoría de personas en este tiempo pasa de morir en su hogar a

morir en un hospital, por ende, la muerte ha dejado de ser natural, y ahora es controlada por

profesionales de la salud. Por tal razón, Álvarez conocía a este período como la muerte

prohibida, ya que, la prolongación de la vida ha cambiado, la medicina a través de la

tecnología intenta mantener con vida a la persona, no obstante, el ser humano tiene derecho a

una muerte digna y apropiada. (Aguinaga, 2010).

Ahora bien, desde una perspectiva más social y funcional Malinowski (1926), nos

proporciona una definición acerca de la muerte:

113
La muerte es un elemento constitutivo de la vida humana, que permite generar no sólo

prácticas de acompañamiento ritual, sino también, permite entender que la muerte es

también una necesidad básica que todos los seres humanos debemos satisfacer con

respecto al grupo al que pertenecemos. Esta institucionalización de la muerte está regida

por un conjunto de normas sociales que permiten no sólo determinar el tipo de ritual, sino

a su vez, clasificar el estatus e importancia del sujeto a quien el ritual mortuorio

acompaña. (Duche, 2012 p. 208)

Así mismo, Lévi-Strauss (1955) compartía esta perspectiva, pues mencionaba que “la

muerte está ligada a la vida cultural y social de todos los individuos, de sus creencias sobre el

cultivo, la familia, la religión, los mitos, etc.” (Duche, 2012 p. 210). Siendo así, “las

actitudes, sentimientos, sensaciones, creencias y comportamientos que el ser humano tiene

ante la muerte son fenómenos meramente psicosociales, culturalmente aprendidos y

reforzados a lo largo de la vida” (Grau et al. 2008, p.31).

La sociedad occidental tiene una visión más general de la muerte, pues está asentada más

en la medicina, la tecnología y el consumo; lo que se busca hoy en día es que la vida se

extienda a través de procesos científicos, por lo que la muerte natural deja de ser bien

recibida. (Aguinaga, 2010)

2.1.1.2.2 Perspectiva biológica

Papalia, Sterns, Feldman y Camp (2009) afirman que: “la muerte biológica por lo general

se considera como la suspensión de los procesos corporales” (p.479), en este sentido, Bobes

(2006), menciona también que: “la muerte biológica es el final irreversible de la vida de la

persona, pues han cesado las actividades vitales de todos los órganos y células” (p.57), por

otro lado, Gómez (2005) distingue entre la muerte biológica y fisiológica, en la biológica “el

organismo como entidad humana ya no existe, los pulmones y el corazón pueden continuar

funcionando con soportes artificiales, pero el organismo biológico, entendido como una

114
entidad mente-cuerpo, está muerto” (p.21), y en la fisiológica “los órganos vitales como el

corazón, pulmones y cerebro, no funcionan” (p.22).

De manera que la persona muere biológicamente, cuando ha dejado se respirar, su latido

cardiaco ha finalizado y su cerebro ha dejado de producir actividad eléctrica, sin embargo,

hoy en día la medicina, ha logrado mediante la tecnología, mantener con vida a las personas

durante años, el ritmo cardiaco y la respiración son sostenidas artificialmente por máquinas

(Papalia et al., 2009). Según Yuste, Rubio y Aleixandre (2004), la muerte biológica, es el fin

de los procesos biológicos y físicos, y precisamente esta muerte también tiene que ver con

procesos legales, ya que “la organización social ha de vigilar que ninguna defunción quiebre

la convivencia, por eso la ley se apoya en la biología para certificar la muerte” (p. 153).

Efectivamente la medicina debe estar muy ligada a las leyes cuando de muerte se trata,

puesto que hay cuestionamientos acerca de cuándo es preciso quitar la ayuda artificial que

mantiene con vida a las personas (Papalia et al., 2009). Cuando se produce la muerte

biológica y aun cuando la vida es conservada artificialmente, mediante un respirador y tubos

alimenticios, “se origina una negación social del hecho de morir, esto con frecuencia es

fuente de muchas controversias ético-médicas en nuestra cultura” (Gómez, 2005, p.21).

2.1.1.2.3 Perspectiva religiosa

La religión está muy asociada a la aceptación que el ser humano tiene de la muerte

(Berger, 2009), puesto que las diversas religiones creen que hay algo más después de la

muerte, y que la personas están “divididos en cuerpo y alma: el primero perecedero y la

segunda eterna” (Vives, 2018, p.35), entonces, desde la perspectiva religiosa, la muerte en sí

no es el final, sino que es el camino hacia otras formas de existencia. (Vives, 2018), y es a

través de ella que el ser humano ha podido dar una explicación para aquello que le produce

miedo, en este caso la muerte. (Aguinaga, 2010). Son varias las religiones o sistemas de

creencias en el mundo, a continuación, se explicará algunas de ellas:

115
 Cristianismo

El cristianismo está asentado en que la muerte no es final del ser humano, sino que es el

paso a la eternidad en el cielo o en el infierno, por tanto, la muerte puede ser un asunto bien

recibido o a su vez provocar miedo, esto dependerá de si la persona cree o no en Dios, así

como de su devoción y comportamiento aquí en la tierra (Berger, 2009). Las personas

cristianas que profesan en especial la religión católica “sustentan su teología en la

resurrección de Cristo, la demostración milagrosa de que la muerte es solo un tránsito hacia

otra vida, de orden superior, y no terminación definitiva de la existencia” (Vives, 2018, p.36).

 Judaísmo

Nevado y González (2017), afirman que “la muerte para el pueblo judío es considerada

como un proceso natural, forma parte del plan divino dado que considera que los muertos

serán resucitados y lo que hicieron el bien serán recompensados en la nueva vida” (p.28), no

obstante, en el judaísmo se enfoca más en celebrar la vida y la esperanza, pues la persona que

ha muerto vive en el recuerdo y el respeto de sus allegados mas no en el cielo o en el infierno.

(Berger, 2009). Así mismo, el judaísmo recalca que “con la muerte el cuerpo regresa al polvo

y el alma regresa al aire o a Dios”, además la muerte está a disposición de Dios es de índole

sacrificial por aquellos que son fieles (Aguinaga, 2010, p.49).

 Islamismo

Esta religión se encuentra basada en lo que dice el Corán y en el profeta Mahoma, y el

Dios en el que creen es conocido como Alá, solo él es el creador de todo lo que existe, y a él

pertenece la humanidad, por ende, si una persona muere, es porque así lo decidió Dios,

además quien muere vuelve a él (Aguinaga, 2010). “El Islam enseña que los logros,

problemas y placeres de esta vida son fugaces: todos deberíamos ser conscientes de ello, y

116
estar listos para morir en cualquier momento” (Berger, 2009, p.280), es decir la muerte en

esta religión afirma la fe y da paso a la verdadera existencia (Nevado y González, 2017).

 Hinduismo

Según Berger (2009) “para las personas hindúes, la muerte es un camino hacia la

iluminación espiritual, una parte del karma; la iluminación es más importante que evitar el

dolor” (p.278). La creencia hindú afirma que existe un yo eterno, y que la salvación es poder

alcanzar un estado de serenidad, esto se encuentra explícito en su texto sagrado que es la

Gita; además, creen firmemente en que el alma se separa del cuerpo al morir y es

transportada a otro cuerpo, por lo que le dan gran significancia a la reencarnación. (Aguinaga,

2010).

 Budismo

El budismo se centra en las enseñanzas del Buda, quien “predica que no existe nada que

no esté sujeto a transitoriedad, al cambio y a la disolución, ni hay un yo que se continúe de

una vida a otra mediante la repetición de la muerte: no hay nadie, sino el proceso del cambio

que genera las formas aparentes” (Aguinaga, 2010, p.51). El fin no termina en la muerte de la

persona, sino que esta renace y al encontrar el nirvana, que es la completa felicidad y estado

de iluminación, deja de reencarnar. El miedo que tiene el individuo en esta religión no es

precisamente por la muerte sino por el nuevo nacimiento (Berger, 2009).

2.1.1.3 Definición de miedo a la muerte

La muerte constituye una condición inherente del ser humano y suele estar caracterizada

por connotaciones negativas, pues se asocia a ciertas realidades como la tristeza, el dolor, la

perdida, el miedo, la ansiedad, el estrés y el final de la vida (Tomás-sábado, 2016). De

acuerdo con esto, Ramos et al., (2018) menciona que “la muerte provoca sufrimiento y, por

tanto, origina emociones que no deseamos” (p.22).

117
Pues bien, uno de los miedos más comunes en el ser humano es el miedo a la muerte

(Echeverri, 2018), y varios autores lo han definido, Gesser, Wong y Reker (1988) en su

instrumento “Perfil revisado de actitudes hacia la muerte” define el miedo a la muerte como:

La respuesta consciente que tiene el ser humano ante la muerte, en donde las variables

mediadoras se relacionan con el temor a la pérdida de sí mismo, a lo desconocido, al más

allá de la muerte, al dolo y al sufrimiento, el bienestar de los miembros supervivientes de

la familia. El miedo surge como resultado de la falta de significado de la propia vida y de

la propia muerte. (citado en Uribe, et al., 2007, p.113)

Por otro lado, Carmona y Bracho (2002) indican que el miedo a la muerte es de carácter

universal, y representa la incertidumbre que el ser humano tiene hacia lo desconocido;

sumado a esto, Cabadas (2004) manifiesta que el miedo a la muerte, no es más que un miedo

ancestral ante lo desconocido, que no ha podido ser superado por el ser humano (como se citó

en Colomo, Gabarda y Motos, 2018, p. 63). En cambio, Aguinaga (2010), describe el miedo

a la muerte como aquella preocupación que la persona tiene ante cuestionamientos tales como

¿Qué pasará al final de la vida?, ¿Cómo será mi muerte?, ¿Qué hay después de la muerte?,

¿Existe el más allá o la vida eterna? ¿Tendré que enfrentar enfermedades y tratamientos? Así

mismo, señala que el miedo a la muerte es un sentir tanto de la persona está atravesando su

proceso de morir, como de los que lo cuidan, y especialmente de la familia. (p.117)

El miedo a la muerte puede provocar diversas respuestas en el ser humano, y estas pueden

estar asociadas a varios datos sociodemográficos, psicosociales y situacionales propios de la

persona. En virtud de ello, el miedo a la muerte es un concepto que incluye el miedo al

proceso de la muerte, a la propia muerte y a lo que sucede después de ella. Se define como

una reacción emocional a la percepción de señales de peligro o amenaza, ciertas o imaginadas

de la propia existencia, que pueden desencadenarse ante estímulos ambientales, situacionales,

118
y también por estímulos internos de la persona, relacionados con la propia muerte o la muerte

ajena. (Uribe, Valderrama, Duran, Galeano y Gamboa, 2008, p.121)

2.1.2 Variables relacionadas con el miedo a la muerte

2.1.2.1 Edad

La concepción de la muerte difiere según la edad de la persona, y es que, a pesar de tener

emociones en común durante todas las etapas del ciclo vital, un niño de tres años no concibe

la muerte como un niño de ocho años, ni un adolescente como un adulto, o un adulto como

una persona adulta mayor (Cantero, 2013, p. 429). Por tal razón, las reacciones ante la

muerte ya sea propia o de otra persona, dependerán de la experiencia personal y la

maduración cognitiva de cada individuo. (Berger, 2009).

La muerte para los niños se torna subjetiva, a los tres años los infantes se caracterizan por

ser egocéntricos y experimentan la realidad desde sí mismos (Yuste et al., 2004, 160), por lo

que asocian la muerte con el abandono, o el distanciamiento de las personas amadas (Berger,

2009). A la edad de cuatro años, relacionan la muerte con la vejez y aún no comprenden que

la muerte afecta a todos los seres vivos (Cantero, 2013, p. 429). Entre los cinco y siete años,

llegan a entender que la muerte es irreversible, universal, y que todas las funciones de la vida

terminan al morir, sin embargo, algunos niños a esta edad, aún creen que personas como los

padres, los maestros y los otros niños no mueren y pueden evitar la muerte. (Papalia et al.,

2012, p. 610). La muerte no es ajena a los niños, no obstante, su conocimiento acerca de ella

es a través de la experiencia y el aprendizaje. Según Rodríguez (2000) “gran parte de las

actitudes ante la muerte surgen y se consolidan en la infancia, de manera que el origen del

temor a la muerte se halla entre las ansiedades del desarrollo infantil” (como se citó en

Tomás-sábado, 2016, p.13).

Los adolescentes conciben a la muerte como algo distante de sí mismos (Yuste et al.,

2004, 161), “no suelen pensar en la muerte a menos que se enfrenten directamente con ella”

119
(Papalia et al., 2012, p. 611). En otras palabras, los adolescentes no suelen temer a la muerte,

más bien son temerarios de ella, pues le dan más importancia al cómo se vive y no a cuánto

tiempo deben vivir ni cómo van a morir. (Yuste et al., 2004).

Ahora bien, durante el periodo de la adultez, los adultos jóvenes, es decir aquellos de 20 a

40 años de edad, entienden el significado de la muerte y todo lo que está conlleva, sin

embargo, suelen evitar pensar en el tema, ya que, tienen otras preocupaciones como lo es la

educación, el matrimonio, la paternidad, el trabajo, entre otras. (Papalia et al., 2009). La

muerte a esta edad se vuelve un asunto irritante (Yuste et al., 2004, p.161) y por lo general las

personas manifiestan angustia y miedo, por la posibilidad de una muerte prematura, la misma

que les quita la oportunidad de experimentar la vida. (Tomás-sábado, 2016, p.13). En cambio,

en la adultez media, periodo comprendido entre los 40 a 65 años, existe mayor conciencia de

que la muerte está cada vez más cerca, ya nos son jóvenes ni tan agiles como eran antes

(Papalia et al., 2009), lo que les queda es aprovechar el tiempo, con ansias de alcanzar nuevos

retos en su vida. (Yuste et al., 2004, p.161). Por último, en el adulto mayor (65 años en

adelante) “la ansiedad a la muerte puede estar relacionada con el sentimiento de vivir

demasiado tiempo y ser una carga para los demás. También el miedo a morir solo o entre

desconocidos puede provocar más aprensión de la muerte misma” (Tomás-Sábado, 2016,

p.13). Precisamente en esta edad, es importante distinguir entre la muerte propia y la muerte

de los demás, ya que, el adulto mayor suele presentar mayor miedo y angustia a la muerte de

sus allegados que a la propia muerte. (Yuste et al., 2004, p.161). Según Cicirelli (2002)

algunos adultos mayores, cuando hablan acerca de la muerte inminente expresan temor y

desisten de alcanzar metas no satisfechas, sin embargo, otros aprovechan el tiempo que les

queda y tratan de adoptar estilos de vida más sanos o luchan por su vida incluso cuando están

muy enfermos. (como se citó en Papalia et al., 2012, p. 612). En este sentido De Raedt,

Koster y Ryckewaert (2013), mencionan que “con el envejecimiento, la muerte deja de ser

120
una preocupación, lo que podría ser un indicio de la aceptación de la propia finitud a la vejez”

(p.3).

2.1.2.2 Sexo

En varias de las investigaciones revisadas y analizadas se ha concluido que las mujeres

presentan mayores niveles de ansiedad y miedo ante la muerte que los hombres (Tomás-

Sábado, 2016). De acuerdo con esto, Marchán (2016) en su estudio “Afrontamiento del

profesional de enfermería ante la muerte de pacientes, en unidades de paliativos y

oncología”, indica que las mujeres creen más en una vida después de la muerte que los

hombres, pero éstos aceptan mejor la muerte (p.1), así mismo Álvarez en el 2009 (citando a

Kvale, Berg, Groff , y Lange, 1999), menciona que se confirman superiores niveles de miedo

a la muerte en las mujeres en comparación con los hombres, lo cual se explica en términos de

mayor expresividad emocional en ellas (p.158), por otra parte Neymeyer (1986) halló que las

mujeres puntúan más alto en la subescala de miedo al propio proceso de morir de la escala

Collett Lester, pero no en miedo a la propia muerte, miedo a la muerte de los otros o miedo al

proceso de morir de otros. (citado en Álvarez, 2009, P. 158). En virtud de ello, el estudio de

Uribe et al. (2007), denominado “Actitud y miedo ante la muerte en adulto mayores” señala

que las mujeres adultas mayores presentan más actitudes y miedo hacia el tema de la muerte,

relacionado con el hecho de que generalmente son ellas quienes más se aferran a la vida, por

los lazos más fuertes de dependencia hacia la familia y sus preocupaciones en torno al futuro

de la misma. (p.119).

No obstante, otros estudios reflejan lo contrario o no se encuentran diferencias

significativas en cuanto al sexo, y aunque estas investigaciones son muy limitadas, también

son muy válidas, es así que se puede mencionar a Álvarez y Flórez (2008) con su estudio

“Actitudes hacia la muerte en un grupo de adultos intermedios y mayores con enfermedad

crónica (hipertensión, diabetes y cáncer) en la ciudad de Bucaramanga”, el cual menciona

121
que las mujeres aceptan significativamente más la vida después de la muerte y la muerte

como un escape de la vida, por otra parte los hombres fueron significativamente más

propensos a evitar los pensamientos sobre la muerte. (p.81). Otros de los estudios, como el de

Sharma (2014) con respecto a pacientes hospitalizados con cáncer, cardiopatía, diabetes y

sida, no muestran diferencias significativas en cuanto a la ansiedad ante la muerte por sexo,

pero si por enfermedad. (citado en Tomás-Sábado, 2016, p.17).

Para explicar porque las mujeres suelen tener mayor ansiedad, angustia, miedo o

preocupación ante la muerte que los hombres, Chan y Yap (2009) señalan que “las mujeres

evalúan la muerte desde una estructura emocional, mientras que los hombres lo hacen de

forma más cognitiva”; en cambio desde una mirada más social, Abdel-khalek (2005), explica

que todo inicia desde la infancia, pues los niños aprenden a no llorar ni quejarse, es decir no

expresan sus emociones abiertamente, mientras que las niñas pueden expresar libremente sus

sentimientos y preocupaciones (citado en Tomás-Sábado, 2016, p.17).

2.1.2.3 Escolaridad

Según Yuste et al. (2004), a mayor nivel educativo, menor ansiedad o miedo a la muerte

(p.160), de acuerdo con esto, Aday (1985); Sandín, Chorot, Lostao, Valiente y Santed, (2001)

aluden que “una mayor escolaridad parece implicar un mejor manejo de la ansiedad por los

mayores recursos cognitivos con los que cuenta la persona” (citado en Miaja y Moral, 2014,

p.28). En otras palabras, si el ser humano tiene la oportunidad de ser instruido acerca de la

muerte, su comprensión aumenta, y las actitudes y afrontamiento ante la misma se modulan

(Tomás-Sábado, 2016). Sin embargo, Vázquez, Crespo y Ring (2003), señalan que el nivel de

escolaridad no es un determinante en la estrategia de afrontamiento de las personas que temen

a la muerte, sino más bien la escolaridad junto con otros factores externos pueden intervenir

de mejor manera en el afrontamiento que la persona tiene ante el miedo a la muerte. (p. 430)

122
Los estudios que se han encontrado referente a las actitudes, miedo, ansiedad a la muerte

asociados con la variable nivel de escolaridad son limitados, y tal vez, esto tenga que ver con

que en ningún sentido los currículos de formación para la vida se ocupan de la educación para

el morir y para el afrontamiento emocional del propio deterioro de las funciones biológicas y

psicosociales humanas, al menos dentro de la estructura educativa formal, quedando a merced

de las representaciones que se tengan en la comunidad en la cual se vive acerca de la muerte.

(Álvarez, 2009, P. 169).

Vilches (2000) en su estudio “Concepciones, creencias y sentimientos acerca de la muerte

en adultos mayores de nivel educacional superior” indica que, aun cuando la muerte sea una

normativa y una realidad próxima para el adulto mayor, no es un impedimento para iniciar

con nuevos emprendimientos, pues mediante un buen nivel educativo y cultural y un estado

de salud no deteriorado, la persona puede acceder a nuevos proyectos y aprovechar mejor el

tiempo que le queda (p.8). Otra de las investigaciones que hacen referencia al significado de

la muerte en el ser humano según la escolaridad es el de “Estrategias de afrontamiento ante

la muerte y calidad de vida en adultos mayores mexicanos” propuesto por González y Araujo

en el 2010, dicho estudio, menciona que no hubo diferencias significativas en el empleo de la

estrategia de aceptación a la muerte para los diferentes niveles de escolaridad en los adultos

mayores, sin embargo para estrategias de evitación, soporte social e inmortalidad si hubo

diferencias significativas, siendo así que, los adultos mayores con un nivel de escolaridad

nulo, primaria o secundaria utilizan más las estrategias de evitación y soporte social, mientras

que los adultos mayores con un nivel de escolaridad de bachillerato o profesional utilizan la

estrategia de afrontamiento de inmortalidad. (p.180).

2.1.2.4 Religión

La muerte para algunos es un asunto amenazante y temible y para otros constituye el punto

final de la vida que da paso a un nuevo comienzo. En virtud de esto, las religiones ofrecen un

123
marco de respuestas a los grandes enigmas existenciales sobre la muerte y sobre el más allá.

Es evidente que muchas de las personas reaccionan ante la muerte y el proceso de morir

según sus creencias religiosas, por lo que esta variable constituye una de las más indagadas

en relación a la muerte. (Dezutter et al., 2009).

“Pertenecer seria y sinceramente a religiones que predican la resurrección, o la existencia

de otra vida definitiva, lleva consigo un menor temor o incluso una entrega a la muerte”

(Yuste et al., 2004, p.160). En este sentido, Uribe et al. (2007), en su investigación “Actitud y

miedo ante la muerte en adulto mayores”, describe que “la creencia en la existencia de Dios

y la creencia en la vida después de la muerte, pueden generar en las personas la aceptación de

la misma como parte integral de la vida y por tanto producir una actitud de acercamiento”

(p.119). Así mismo, en el estudio “El Adulto Mayor ante la Muerte: Análisis del Discurso en

el Estado de México” Hernández et al. (2011), señala que el factor religioso es determinante

en el momento de la pérdida de los seres queridos, pues es un apoyo emocional que los ayuda

a superar la pérdida a través de la fe, además alude que el miedo a morir disminuye con la

creencia de alguna imagen religiosa, dependiendo de la religión que se profesa (p.72).

Sumado a esto Blanco en el 2015 en su investigación “Ansiedad ante la muerte y factores de

vulnerabilidad asociados en ofensores sexuales recluidos en el centro de atención

institucional adulto mayor” manifiesta que una ansiedad moderada baja ante la muerte puede

interpretarse en la efectividad de las estrategias de afrontamiento de las personas, en especial,

las asociadas con las creencias religiosas que se basan en la idea de la vida después de la

muerte. (p.38). Pues bien, la lista de estudios donde la religión se asocia con menor ansiedad

y miedo ante la muerte es extensa; autores como Mueller, Plevak y Rummans (2001),

hallaron que “la participación religiosa y la espiritualidad se asocian con mejores resultados

de salud, con mayores habilidades de afrontamiento, longevidad y calidad de vida, incluso

124
durante la enfermedad terminal; así mismo, con menor ansiedad, depresión y suicidio”

(citado en Miaja y Moral, 2014, p.27).

Sin embargo, también existen diversos estudios que manifiestan lo contrario, entre ellos se

encuentra Ramos y García (1991), en su investigación sobre la ansiedad ante la muerte,

miedo a la propia muerte, preocupación por el cambio físico, preocupación por el paso del

tiempo y el miedo al sufrimiento asociado a la enfermedad y la desaparición, expresaron que

la relación entre la religión y la creencia de que existe una vida después de la muerte generan

mayor ansiedad a la muerte. (citado en Uribe et al. 2007). Igualmente, estudios como los de

(Franks, Templer, Cappelletty, & Kauffman, 1991; López, Sueiro, & López, 2004) han

hallado un mayor nivel de ansiedad ante la muerte en personas religiosas que en personas que

no profesan ninguna religión. (Miaja y Moral, 2014, p.27), y estudios como los de (Heydari,

Khalili y Khodapanahi, 2009; Wink y Scott, 2005; Ziapour, Dusti y Asfajir, 2014) no han

encontrado asociaciones significativas entre la religión y la ansiedad o miedo a la muerte.

(Tomás-Sábado, 2016, p.19). Por lo que la religión no constituye un factor definitivo en los

niveles bajos de ansiedad, miedo, estrés, preocupación ante la muerte o el proceso de morir

de las personas.

2.1.3 Muerte en los adultos mayores

2.1.3.1 Conceptualización de envejecimiento y adulto mayor

El envejecimiento siempre ha sido un tema controversial, puesto que diversas son las

explicaciones que se dan acerca del ¿porque el ser humano envejece? o ¿qué es el

envejecimiento? (Rocha, 2013) pues bien, cada lineamiento teórico busca demostrar su lógica

en cuanto a la definición, muchos difieren en sus posturas, pero en algo se puede estar de

acuerdo y es que, el ser humano es uno y envejece día a día. (González y De la Fuente

Anuncibay, 2014)

125
Existen varias definiciones, por ende, se analizará el concepto envejecimiento desde

diversos puntos de vista propuestos por autores y organizaciones.

De acuerdo a la Organización de la Naciones Unidas (ONU) “el envejecimiento de la

población es un cambio sin precedente en magnitud y velocidad en el desarrollo mundial, los

ancianos constituyen en realidad una parte importante de la humanidad” (González, 2015,

p.19), en este sentido la Organización Panamericana de la Salud (OPS) también define al

envejecimiento como aquel “proceso de integración entre el individuo que envejece y una

realidad contextual en proceso permanente de cambio” (Cornachione, 2008, p.90), es decir, el

ser humano que envejece no solo debe atravesar por sus propios cambios físicos y

psicológicos sino que también debe adaptarse a los cambios socio-culturales. Es importante

también mencionar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define al

envejecimiento, como un “proceso fisiológico que comienza en la concepción y ocasiona

cambios en las características de las especies durante todo el ciclo de la vida; esos cambios

producen una limitación de la adaptabilidad del organismo en relación con el medio. (se citó

en Alvarado y Salazar, 2014, p.57)

Ahora bien, desde una mirada biológica, el envejecimiento según Baltes (2004) tiene que

ver con “un desgaste natural de todos los órganos y sistemas corporales, como una

consecuencia natural y normal de todos los seres vivos” (como se citó en Alvarado y Salazar,

2014, p.59), en concordancia a esta definición Yuste, Rubio y Aleixandre (2004) indican que

el envejecimiento en el individuo se da según pasa el tiempo, pues es un declive progresivo e

implica cambios inalterables en el organismo.

La psicología en cambio enfatiza las funciones cognitivas, la personalidad y como el

individuo asume la vejez, y es que “la psicología sabe que el desarrollo humano avanza de

modo solvente en función de cómo se logre la adaptación del sujeto al contexto social, que es

como, en definitiva, se configura la personalidad de cada cual” (Yuste et al., 2004). Pues

126
bien, según Erikson (1950), el adulto mayor entra en una etapa de crisis que contempla

factores individuales y culturales (Alvarado y Salazar, 2014), precisamente en esta etapa el

sujeto evalúa con detenimiento su vida, si acepta el proceso de vejez por el que está

atravesando podrá encontrar su yo integro, en cambio sí lo rechaza puede generar

desesperanza (Uribe et al., 2007).

Otra perspectiva acerca del envejecimiento es la social, en donde llegar a la edad adulta

depende de la cultura o sociedad en la que se habite, es decir, la persona envejece según va

alcanzando su madurez social (Yuste et al., 2004), de acuerdo con esto Gómez (2002)

expresa que el envejecimiento depende de la adaptación que el individuo tenga en su

contexto, además menciona algunas teorías entre las cuales están la de desvinculación, que

indica que el aislamiento es natural en el adulto mayor, la teoría de la actividad, la misma

que expresa un envejecimiento sano a través de la participación en la sociedad, y finalmente

la teoría de la continuidad, en esta la conducta del adulto mayor dependerá del estilo de vida

que siempre tuvo. (como se citó Alvarado y Salazar, 2014).

De este modo es esencial también definir el termino adulto mayor; según García (2006)

“el concepto de adulto mayor es un constructo reciente y su semántica no sólo alude a

personas ancianas que han alcanzado una edad cronológica mayor de sesenta años, ni

tampoco a personas vulnerables clínica, psicológica, social y culturalmente” (p. 236 y 237)

sino que el término también enmarca un área política y legal, en donde el adulto mayor es

sujeto de derechos y sin importar la edad que tiene, es un ente fundamental en la sociedad,

pues además de sabiduría nos brinda experiencias enriquecedoras (García, 2006).

Desde un ámbito regional, el criterio legal que se utiliza para definir que una persona es

adulta mayor, es la edad cronológica, sin embargo, se toma muy en cuenta la edad biológica,

funcional, psicológica y social del individuo. (CEPAL, 2012, p.44). “La Organización de las

Naciones Unidas (ONU) define al adulto mayor como toda persona mayor de 65 años para

127
los países desarrollados y 60 años para los países subdesarrollados” (Caballero y Zapata,

2019, p. 158). Ahora, desde un panorama nacional, la República del Ecuador “considerará

personas adultas mayores aquellas personas que han cumplido los sesenta y cinco años de

edad” (Constitución de la República del Ecuador, 2008, art. 36).

2.1.3.1.1 Etapas de la tercera edad

La Organización Mundial de la Salud (OMS), contempla que las personas de 60 a 74 años

son consideradas de edad avanzada; de 75 a 90 años viejas o ancianas, y las que sobrepasan

los 90 años se les denomina grandes viejos o grandes longevos. (Caballero y Zapata, 2019, p.

158). Otro método divide a las personas mayores de 65 años en una tercera edad (65 a 79

años), la cual hace referencia a un estilo de vida activo e independiente y una cuarta edad (80

y más años), la mismas que indica mayor dependencia de otras personas (Hamilton, 2002,

p.22). Pues bien, la categorización del adulto mayor en cuento a su edad puede variar entre

autores y organizaciones, es así que, desde otra perspectiva, los socialistas expertos en el

envejecimiento han clasificado a los adultos mayores en tres grupos: el primero denominado

viejo-joven, aquel que se encuentra entre los 65 y 74 años de edad, y se caracteriza por tener

un funcionamiento enérgico y activo, el segundo grupo viejo-viejo, el cual comprende a las

personas que se encuentran entre los 75 y 84 años de edad, y su funcionamiento suele ser más

frágil y finalmente el viejo de edad avanzada, es aquel cuya edad es mayor a los 85 años, y se

caracteriza con mayor frecuencia por ser enfermizo y presentar dificultades para desarrollar

actividades de la vida diaria. (Peña, Macías, y Morales, 2011, p. 7 y 8). Por último, la

Fundación Saldarriaga Concha (2013), propone una clasificación para la población adulta

mayor por subgrupos de edad, aquellas personas de 60 a 74 años serán considerados como

adultos mayores jóvenes, los de 75 a 84 años adultos mayores viejos, los de 85 a 99 años

adultos mayores longevos y los de 100 años y más serán denominados centenarios. (p.9).

128
2.1.3.2 Adulto mayor ante la muerte y el proceso de morir

La especie humana es la única que tiene conciencia de que la muerte llegará algún día, la

naturaleza propia nos enseña que si existe la vida también existe la muerte. Este espacio de

tiempo biográfico conduce al ser humano a comprender que hay un fin. (Hernández et al.,

2011). Pues bien, el adulto mayor en su proceso de envejecimiento debe “adaptarse a la

disminución de la capacidad física, aceptar y controlar las enfermedades crónicas, perder

amigos y familia” (Aguinaga, 2010, p.267) y por su edad, está más cercano a esta etapa

final de la vida, y puede tener mayor sensibilidad ante esta, evidenciándose en varias

ocasiones temor ante el dolor intenso y pánico ante la idea de morir, por lo que su

pensamiento se ve alterado (González, 2015), es así que, “comienza a experimentar con

mayor angustia y frecuencia la aproximación de la muerte inevitable” (Coen-Anitua, et al.

2000 citado en Martínez, Villarreal y Camacho, 2008, p. 32).

El proceso de morir se vive individualmente, cada persona atraviesa por este momento

de una manera distinta y suele desarrollar una serie de sentimientos, emociones, temores,

ansiedades, sensaciones y reflexiones acerca de cómo se vivirá este proceso (González,

2015).

De manera que, son distintas las reacciones que el adulto mayor puede tener ante la

muerte, sin embargo, según la psiquiatra Kübler-Ross (1969), la mayoría de las personas

atraviesan por ciertas etapas en su proceso de morir, entre las cuales se encuentran:

La primera es la negación, que viene a ser el rechazo a aceptar la realidad de lo que ocurre,

esta fase está caracterizada también por sentimientos de soledad y aislamiento, la segunda es

la ira, en esta la persona se enoja por la situación que está atravesando y necesita expresar la

rabia que tiene para liberarla (Papalia et al., 2009), “el adulto mayor se pone más que agresivo

en esta etapa, se aísla aún más y rechaza toda atención” (González, 2015, p. 168), la tercera

etapa es la negociación, una de las más útiles, en la cual el sujeto puede según sus creencias

129
negociar o hacer un pacto con Dios, la cuarta fase es la depresión, en esta es preciso que el

“adulto mayor expresar su dolor y desesperanza, resulta ser muy beneficioso tanto para el

adulto mayor como para la familia” (González, 2015, p. 168), y finalmente la quinta y última

etapa es la aceptación final, la cual indica que el adulto mayor ha comprendido y reconocido

su cercanía a la muerte, por lo que podrá sobrellevar su proceso de una mejor manera con paz

y tranquilidad (Papalia et al., 2009).

Cada una de estas etapas se pueden presentar de forma indistinta en el adulto mayor, tal vez

atraviesen por todas o por algunas de ellas, pero lo que sí es importante, es que el adulto mayor

pueda aceptar su realidad, vivir su proceso de envejecimiento sanamente y mejorar su calidad

de vida (Papalia et al., 2009).

2.1.4 Teorías psicológicas relevantes al estudio del miedo a la muerte en el

adulto mayor

2.1.4.1 Teoría de la autorrealización

La aproximación humanista, se orienta al crecimiento personal y la autorrealización, dicha

aproximación ha sido desarrollada por autores como Maslow y Rogers. (Warner y Willis,

2003). Pues bien, la teoría de la autorrealización también se plantea en las personas adultas

mayores que están atravesando por su proceso de envejecimiento, y esta no radica en

“autorealizarse como viejo, aceptar y esperar la muerte, sino que esta autorrealización implica

una activa reformulación de la vida persona en este ciclo vital” (Cornachione, 2008, p. 120).

Maslow define a la persona actualizadora como aquella que se acepta a sí mismo y tiene

bajos niveles de ansiedad y miedo a la muerte. En este sentido, Rogers, menciona que la

autorrealización es el resultado de un proceso de diferenciación del “sí mismo” es decir lo

que uno es, y del “si mismo ideal” lo que uno quiere llegar a ser. De manera que, las personas

que se encuentran lejos de este ideal, la muerte puede ser una amenaza, en cambio para aquel

130
individuo que se desempeña plenamente y acepta como es, la muerte puede ser una

experiencia interesante (Aguinaga, 2010).

2.1.4.2 Teoría de los constructos personales

Para Kelly (1955) “las personas construyen los hechos al predecirlos sobre la base de la

experiencia y el aprendizaje, es decir la persona ocupa un lugar de importancia central como

constructor activo del mundo”. Por lo tanto, la psicología busca establecer la forma en que

las personas construye su yo y su mundo. (como se citó en Puhakka, s.f, 370).

En cuanto a la muerte, esta teoría menciona que “enfrentarse a la propia muerte, la perdida

de alguien que es percibido como esencial para la supervivencia o el bienestar propio o la

privación de posesiones o de una posición social, constituyen ejemplos de amenazas graves

contra las estructuras centrales” (Puhakka, s.f, 385).

2.1.4.3 Teoría psicosocial de Erikson

Erickson desarrolló ocho estadios que hacen referencia a las crisis de personalidad que el

ser humano tiene desde su nacimiento hasta la muerte, en cada uno de estos estadios, debe

vencer una situación evolutiva concreta para sentirse satisfecho (Yuste et al., 2004).

La última etapa de la vida, fue denominada por Erickson como Integridad del yo-

desesperanza. “El miedo a la muerte sería una manifestación de esta última, ya que expresa

que el tiempo es corto para intentar otra vida o para caminos alternativos para la integridad.

Para conseguir la integridad, es necesario revisar, aceptar, y dar sentido a las experiencias

vitales más significativas” (Goméz, Hernández, Rojas, Santacruz, Uribe, 2008, p.649)

En este estadio la crisis se explica a través de la evaluación de la vida del adulto mayor,

en donde, puede o no apreciar la manera en que ha vivido. Si acepta su vida pasada, el

individuo puede desarrollar un sentido de integridad, caracterizado por virtudes como la

sabiduría que le ayuda a tener una mejor aceptación de la muerte, si es todo lo contrario, y el

adulto mayor rechaza la manera en que ha llevado su vida, puede generar desesperanza,

131
caracterizada por la negación de una realidad de cambios, es decir, tras pensar que el tiempo

se ha agotado, la persona desencadena sentimientos de amargura, culpa y desesperación, por

lo que presentara mayor temor a la muerte. (Uribe, Valderrama y López, 2007).

2.1.5 Perspectiva actual del miedo a la muerte en adultos mayores

El ser humano siempre ha buscado la manera de conocer, dominar y controlar el mundo en

el que vive (Vilches, 2000, p.1), no obstante, la muerte es una realidad inevitable que el

sujeto debe atravesar en cualquier momento y aunque forma parte de la vida, todavía no se ha

logrado naturalizar (Colomo et al. 2018, p. 62), y es que, hoy en día en la cultura occidental,

la muerte es considerada un tabú y está asociada con el miedo a lo desconocido, el dolor y el

sufrimiento, lo cual a su vez genera algunas conductas evitativas. (Uribe, Valderrama y

López, 2007, p. 111). Según Ariés (2003), el modo de vivir contemporáneo cultiva actitudes

que intentan olvidar, ignorar o hasta matar a la muerte, en una tentativa de vencerla y lograr

así la inmortalidad (citado en Vicensi, 2016, p.65). De modo que, en la era actual, ante la

búsqueda de preservar la vida por encima de todo, la ciencia y la tecnología ha conseguido

grandes avances, procurando alcanzar un mayor nivel de salud de la población y así cada día

extender la esperanza de vida para la humanidad. (Ramos, Gairín, y Camats, 2018, p.22).

El incremento porcentual y absoluto de las personas adultas mayores, en las últimas

épocas, ha dado lugar a que esta población sea objeto de estudio, y ya que, la concepción de

la vejez es vista tradicionalmente como una etapa de la vida del ser humano en la cual se

presentan una serie de cambios, deterioros y pérdidas, principalmente en el área de la salud,

que lo llevan inevitablemente a la muerte, se ha visto asociado la vejez y la muerte como un

binomio inseparable. (González y Celis, 2011, p.6). Por tal razón, durante los últimos años, se

han realizado investigaciones relevantes acerca de esta temática, entre las más actuales se

puede mencionar a Blanco (2015) con su estudio “Ansiedad ante la muerte y factores de

vulnerabilidad asociados en ofensores sexuales recluidos en el centro de atención institución

132
al adulto mayor”; a Lynch, y Oddone (2017) con su investigación “La percepción de la

muerte en el curso de la vida: un estudio del papel de la muerte en los cambios y eventos

biográficos” y finalmente a Gil, Ballester, Ruiz, y Castro, (2017) “Percepción en personas

mayores de qué podría ayudarnos a morir en paz”.

2.1.6 Investigaciones nacionales relacionadas con el estudio del miedo a la

muerte y el proceso de morir en los adultos mayores

En cuanto al contexto nacional y local, y después de una revisión sistemática de estudios

relacionados con el presente tema de investigación no se han encontrado investigaciones a

nivel científico. Por otro lado, los estudios de pregrado y postgrado hallados hacen referencia

a la ansiedad, las actitudes y el afrontamiento a la muerte, pero no en la población de adultos

mayores, sino en poblaciones como pacientes hospitalizados, personas con enfermedades

terminales y personales de salud.

Uno de los estudios que puede estar asociado a la presente investigación por el contenido

que incluye más no por el tema es el de “Preferencias sobre las decisiones al final de la vida

de los Adultos Mayores de 60 años del Programa 60 y Piquito en el Valle de Chillos, de la

Parroquia Conocoto, Provincia de Pichincha-Ecuador, en el período 2011-2012” propuesto

por la Dra. Sofía Karolina Cañadas Herrera en la Pontificia Universidad Católica del

Ecuador. La investigación tuvo como objetivo analizar las preferencias ante las decisiones al

final de la vida de las personas mayores de 60 años del “Proyecto 60 y piquito” de la

parroquia de Conocoto, en relación a su abordaje y planificación anticipada en ámbitos

biológico, socio–cultural, psicológico y espiritual. Su hallazgo en cuanto al tema de la

muerte, fue que los participantes del estudio generaron estados de ánimo variados, entre los

que se observó llanto, voz entrecortada, expresiones de molestia ante las preguntas y

respuestas evasivas, lo que fue relevante para evidenciar falta de aceptación ante la muerte.

(Cañadas, 2012, p. 38 y 46)

133
De este modo, se puede llegar a la conclusión de que el fenómeno de estudio, miedo a la

muerte en adultos mayores no ha sido desarrollado en el contexto ecuatoriano.

2.1.7 Investigaciones internacionales relacionadas con el estudio del miedo a

la muerte y el proceso de morir en los adultos mayores

Existen algunas investigaciones internacionales acerca de la muerte en el adulto mayor, sin

embargo, después de una revisión sistematizada de estudios, se pudo evidenciar que existen

más investigaciones acerca de la muerte en la población de profesionales de la salud como lo

son los médicos y enfermeras y también en los pacientes hospitalizados y con enfermedades

terminales.

No obstante, las investigaciones asociadas a la temática de la presente investigación, son

las siguientes:

 “Concepciones, Creencias y Sentimientos Acerca de la Muerte en Adultos Mayores de

Nivel Educacional Superior”

Esta investigación fue desarrollada en Chile por Vilches en el año 2000, tuvo como

objetivo principal el describir las concepciones, creencias y sentimientos acerca de la muerte

en adultos mayores entre 65 y 75 años de edad y de un nivel educacional superior. La

metodología fue de carácter cualitativo y descriptivo, por lo que se utilizó una entrevista a

profundidad semiestructurada y con preguntas abiertas. Dicho estudio enfatizó que las

concepciones de la muerte se mueven en dos líneas bien definidas, una de ellas es la religiosa,

se piensa en la muerte como “un tránsito a otra vida” y la otra línea corresponde a la

concepción de la muerte simplemente como el final de la vida. (p.5)

 “Estudio comparativo de ansiedad ante la muerte en una muerta de ancianos y de

jóvenes”

Propuesto por Martínez, Alonso y Calvo (2001), este estudio se realizó en España, y

buscaba comprobar si hay diferencias significativas por la edad con respecto al temor a la

134
muerte, así como su relación con otras variables como el sexo, la ansiedad y la depresión. Fue

desarrollado en 33 estudiantes de enfermería entre 18 y 29 años y 33 adultos mayores entre

56 y 94 años. Se caracterizó por ser un estudio descriptivo comparativo, y entre las escalas

utilizadas están la Escala de ansiedad ante la muerte de Templer, la Escala de ansiedad de

Gold-berg, la Escala de depresión geriátrica de Yesavage y el Inventario para la depresión de

Beck. En cuanto a los resultados obtenidos el nivel de ansiedad ante la muerte es mayor en

los ancianos, siendo la diferencia significativa con respecto a los jóvenes. Los niveles son

ligeramente mayores en los varones y cuando aparece ansiedad y/o depresión. Se concluyó

que una intervención psicológica cuyo objetivo es la reducción de los niveles de ansiedad y/o

depresión de los sujetos, iría acompañada de una disminución de la ansiedad ante la muerte.

(p.12)

 “Enfrentamiento de la muerte por el adulto mayor con enfermedad terminal”

Esta investigación fue elaborada por Torregrosa, Núñez, Morales y Sablón (2005) en

Cuba, su objetivo fue conocer el comportamiento del enfrentamiento de la muerte por el

adulto mayor en el área de salud de un Policlínico de la ciudad de Camagüey, sus

participantes fueron 130 pacientes de 60 años y más con enfermedades terminales. La

metodología utilizada en el estudio fue de carácter descriptivo y el instrumento utilizado fue

una encuesta cuyos criterios fueron la edad, el sexo, la escolaridad, afectación psicológica,

fases del proceso de morir de Kubler-Ross, lugar donde desea morir, actitudes de sus

familiares y trastornos psicológicos asociados. Ahora bien, sus resultados mostraron que

existe mayor preocupación por la muerte interpersonal y que la actitud que suele predominar

ante la muerte por parte de los familiares es la de sobreprotección, mientras que las actitudes

que presentan los mismos adultos mayores cercanos a la muerte son en su mayoría la

depresión, ansiedad, miedo y dependencia hacia sus familiares. Se llegó a la conclusión de

135
que cuando el anciano siente la proximidad de la muerte trasluce depresión, ansiedad, miedo

a mutilaciones o trastornos secundarios al tratamiento y dependencia de sus familiares. (p.97)

 “Actitud y miedo ante la muerte en adultos mayores”

La investigación fue desarrollada por Uribe et al. (2007) en Colombia, su objetivo general

fue evaluar la actitud y miedo ante la muerte en una muestra de 170 adultos mayores de 65

años. Fue un estudio cuantitativo, no experimental de corte transeccional y los instrumentos

utilizados fueron el Perfil Revisado de Actitudes hacia la Muerte y la Escala de Collet-Lester.

Sus resultados se manejaron en relación a las variables sociodemográficas, en cuanto al sexo,

se pudieron observar diferencias significativas en las escalas de evitación a la muerte, miedo

a la muerte y aceptación de acercamiento, en el estrato socioeconómico se encontraron

diferencias significativas en las escalas de miedo a la muerte y aceptación de acercamiento y

en función de la religión sólo hay diferencias significativas en la evitación a la muerte. Se

concluye la importancia de contribuir desde la psicología, al mejoramiento en los procesos de

adaptación a los duelos y disminuir la presencia de duelos patológicos. (p.109)

 “Percepción del adulto mayor acerca del proceso de muerte”

Propuesta por Martínez, Villarreal y Camacho (2008) en México, dicho estudio buscó

identificar la percepción que tiene el adulto mayor acerca del proceso de muerte en una

muestra de 121 adultos mayores de 60 años y más. El diseño de la investigación fue

transversal-descriptivo y la selección de los participantes se realizó por cuota, es decir,

conforme el paciente fue llegando al lugar señalado se obtuvo el total de la muestra requerida.

La percepción sobre el sentimiento que la muerte despierta en el adulto mayor se midió a

través de una encuesta que contenía ocho ítems, cuatro positivos (paz, tranquilidad, fin y

principio) y cuatro negativos (temor, odio, tristeza y dolor). Referente a los resultados

obtenidos se debe mencionar que los sentimientos que frecuentemente se presentaron de

manera independiente fueron de paz y tristeza con un 27.3% y el 43.8% de la muestra se

136
concentró en la percepción negativa de la muerte. Se llegó a la conclusión de que la

percepción sobre la muerte puede modificarse en la medida que se tenga consciencia que su

ocurrencia está totalmente garantizada, de manera paradójica, natural, única e individual.

"Nadie más la puede vivir por nosotros". (p.31)

 “Actitudes hacia la muerte en un grupo de adultos intermedios y mayores con

enfermedad crónica (hipertensión, diabetes y cáncer) en la ciudad de Bucaramanga”

Esta investigación tuvo lugar en la ciudad de Bucaramanga, Colombia, llevada a cabo por

Álvarez y Flórez (2008). Se propuso como objetivo determinar los tipos de actitudes hacia la

muerte y evaluar las posibles asociaciones entre los diferentes tipos de actitudes halladas y las

características como la edad, el estrato socioeconómico, y el sexo. El estudio fue ejecutado en

una muestra de 200 adultos intermedios (40 a 60 años) y mayores (60 a 66 años), para lo cual

se usó el Perfil Revisado de Actitudes hacia la Muerte. Cabe indicar que el diseño de la

investigación fue no experimental-correlacional-transversal. Se encontraron actitudes de

acercamiento hacia la muerte predominantemente, es decir, los participantes del estudio ven a

la muerte como la transición hacia una vida feliz, también se hallaron diferencias en las

actitudes de acercamiento, miedo y evitación de la muerte en los participantes femeninos con

respecto a los masculinos y se expresaron relaciones débiles no significativas entre las

actitudes hacia la muerte, la edad y el estrato socioeconómico.

 “Diferencias evolutivas en la actitud ante la muerte entre adultos jóvenes y adultos

mayores”

El mencionado estudio fue realizado por Uribe et al. (2008) en Colombia, se caracterizó

por ser no experimental de corte transeccional, su objetivo fue evaluar la actitud ante la

muerte en función de la edad y el género en 343 adultos jóvenes y adultos mayores entre los

18 y 88 años de edad, mediante el Perfil Revisado de Actitudes hacia la Muerte. Sus

resultados afirmaron que existen diferencias significativas en cuanto a la edad en cada una de

137
las escalas evaluadas (miedo a la muerte, evitación de la muerte, aceptación de acercamiento,

aceptación de escape y aceptación neutral) y en relación al sexo se pudieron observar

diferencias significativas sólo en el grupo de adultos mayores en las escalas de evitación a la

muerte y aceptación de acercamiento. Se concluyó que el tema de la muerte ya no es propio

de los adultos mayores, sino que, por el contrario, debido a los altos índices de mortalidad, la

muerte puede llegar en cualquier momento del ciclo vital, generando una serie de actitudes

que, son el resultado de una cultura que busca en lo máximo evitar la muerte y prolongar la

vida. (p.119)

 “Estrategias de afrontamiento ante la muerte y calidad de vida en adultos mayores

mexicanos”

El estudio fue desarrollado en México por González y Araujo (2010), y buscaba identificar

y describir las estrategias que emplean los adultos mayores para afrontar la muerte, y su

relación con el nivel de calidad de vida, y el género. La investigación fue observacional, y

con un diseño descriptivo-transversal; se llevó a cabo con una muestra de 215 adultos

mayores entre 60 y 90 años, mediante la aplicación de dos instrumentos Calidad de vida

WHOQOL-Bref y la Escala de afrontamiento ante la muerte (EAAM). Sus resultados

proyectaron una correlación significativa entre calidad de vida, la evitación y soporte social

como estrategia de afrontamiento. La Estrategia de Afrontamiento ante la Muerte más

utilizada por los Adultos Mayores es la de Aceptación, seguida de Evitación y Soporte Social.

Se concluyó la importancia de desarrollar e implementar estrategias de afrontamiento

adaptativas que reduzcan el estrés psicológico ante la muerte. (p.167)

 “El Adulto Mayor ante la Muerte: Análisis del Discurso en el Estado de México”

La investigación tuvo lugar en México y fue elaborada por Hernández et al. en el 2011,

dicho estudio es cualitativo y su diseño se enmarca una perspectiva comprensivo-

interpretativa. Su objetivo fue aplicar la técnica grupos de discusión a un grupo de 7 mujeres

138
de 65 años en adelante, con el fin de identificar el concepto que tienen de la muerte a través

del análisis de su discurso. Los resultados alcanzados se manejaron bajo cuatro parámetros, el

primero de ellos fue la consciencia de la aproximación de la muerte y la muerte de los seres

queridos, las participantes identificaron esta categoría con dolor y separación física, el

segundo parámetro fue la visión de la manera de morir, en este hubo coincidencia en cuanto a

la forma idónea de morir: rápido y sin sufrir, el tercer parámetro hace referencia al

testamento, el cual fue abordado por una sola participante y finalmente el cuarto parámetro la

eutanasia, en este las participantes no negaron aceptar el uso de esta intervención para una

muerte más rápida. Como conclusión en el estudio se manifiesta la relevancia de analizar los

contextos culturales, de los cuales emergen los significados de lo vivenciado por el sujeto,

para entenderlo desde su entorno social y así promover la toma de conciencia y pensamiento

crítico. (p.64)

 “Ansiedad ante la muerte y factores de vulnerabilidad asociados en ofensores sexuales

recluidos en el centro de atención institución al adulto mayor”

La mencionada investigación se realizó en Costa Rica por Blanco (2015), y estableció la

relación entre los factores de vulnerabilización y la ansiedad ante la muerte en ofensores

sexuales, recluidos en el Centro de Atención Institucional Adulto Mayor. Su muestra conto

con 103 personas adultas mayores de la Asociación Gerontológica y 80 privados de libertad

del CAI Adulto Mayor con una edad comprendida de 70 años. La metodología utilizada tuvo

un enfoque mixto y un diseño no experimental-correlacional-transversal y los instrumentos

aplicados fueron la Escala de Ansiedad ante la Muerte de Templer, el Cuestionario de

Ansiedad Estado-Rasgo y la Escala Geriátrica de Ansiedad. Con respecto a los resultados, la

población adulta mayor costarricense evaluada, tanto en condición de libertad como de

privación de libertad, presentó niveles muy bajos de ansiedad ante la muerte. Las

conclusiones a las que llegaron fue que las estrategias de afrontamiento están siendo eficaces,

139
en especial, las asociadas a las creencias religiosas que se basan en la idea de la vida después

de la muerte. En el caso de los privados de libertad, la ansiedad ante la muerte está asociada

al hecho de que no reciben una atención médica adecuada, situación que los hace más

vulnerables a morir en prisión. (p.26)

 “La percepción de la muerte en el curso de la vida: un estudio del papel de la muerte

en los cambios y eventos biográficos”

Propuesta por Lynch, y Oddone (2017), dicha investigación descriptiva se realizó en

Argentina, en una muestra de 572 varones y mujeres, distribuidos en cinco grupos de edad, su

objetivo fue describir la percepción que los individuos tienen de la muerte en las distintas

etapas de sus biografías, para lo cual utilizaron el cuestionario aplicado en el Estudio

Cambios y Eventos en el curso de la vida (CEVI). Los hallazgos más relevantes hacen

referencia a la identificación creciente de la presencia de la muerte a lo largo de la existencia,

mostrando que las esferas de la vida involucradas en los cambios personales van

modificándose en función de la etapa atravesada. En conclusión, la muerte es percibida como

una transición significativa independientemente de la cohorte de pertenencia. (p.129)

 “Percepción en personas mayores de qué podría ayudarnos a morir en paz”

La investigación la efectuó Gil, Ballester, Ruiz, y Castro (2017) en España, se planteó

como objetivo analizar aquellos aspectos que ayudarían a facilitar una muerte en paz según

las personas mayores, analizando la posible influencia en esta valoración de variables

sociodemográficas. El estudio se realizó en 152 adultos con edades comprendidas entre los 50

y 77 años de edad, a los mismos que se les aplicó el cuestionario de Ayuda a Morir en Paz.

Los resultados obtenidos reflejaron que para las personas mayores los aspectos prioritarios al

final de la vida fueron aquellos relativos a la cercanía de las personas queridas, el control del

sufrimiento físico y el sentido de la vida. En cambio, los dos factores menos valorados fueron

creer en otra vida después de la muerte y pensar que se pueda morir en casa. Se concluyó que

140
el conocimiento de los aspectos que priorizan las personas mayores al final de la vida

permitirá ofrecer una atención más ajustada a sus necesidades particulares. (p.81)

Pues bien, en las investigaciones presentadas se puede analizar comparativamente su

contenido y es preciso denotar que coinciden en la temática, ya sea la percepción, la actitud,

el miedo, la ansiedad y las estrategias de afrontamiento, todos los estudios hacen referencia a

la muerte en el adulto mayor, en edades comprendidas de 50 a 94 años. Los estudios fueron

ejecutados entre el año 2000 al 2017, y la mayoría de dichos estudios se desarrollaron en el

contexto latinoamericano a excepción de dos que se realizaron en España.

En cuanto a la muestra estudiada por cada investigación, existen algunas diferencias, ya

que la mayoría de estudios utilizó una muestra extensa, dos de estos estudios manejó una

muestra pequeña conformada por 7 y 33 adultos mayores, y de una investigación se

desconoce el número exacto de adultos mayores con el que trabajó.

En lo que respecta a la metodología utilizada, la mayoría de los estudios utilizó un enfoque

y diseño cuantitativo no experimental descriptivo, así mismo se encontraron estudios

correlacionales y uno comparativo, también existen dos estudios que son cualitativos y uno

mixto. En tales estudios los instrumentos utilizados fueron diversas escalas, cuestionarios,

entrevistas abiertas y grupos de discusión.

Por otro lado, los resultados variaron, debido al enfoque y direccionalidad que tiene cada

investigación, sin embargo, la religión fue un tema relevante como parte de la perspectiva que

el adulto mayor tiene sobre la muerte. Además, se menciona que algunos adultos mayores no

desean morir solos y otros prefieren la muerte rápida y sin dolor, y tanto la ansiedad como el

miedo a la muerte es predominante en esta población.

Finalmente, en las conclusiones establecidas por cada investigación se pudo evidenciar

que concuerdan en que debe existir mayor conciencia en cuanto a la muerte, para así

141
conseguir mayor aceptación y paz en los adultos mayores, así mismo se coincidió en que se

deben asentar más estrategias de afrontamiento y adaptación e intervenciones psicológicas.

3. Definición conceptual de variables

Miedo a la muerte y al proceso de morir: El miedo a la muerte es un concepto que incluye

el miedo al proceso de la muerte, a la propia muerte y a lo que sucede después de ella. Se define

como una reacción emocional a la percepción de señales de peligro o amenaza, ciertas o

imaginadas de la propia existencia, que pueden desencadenarse ante estímulos ambientales,

situacionales, y también por estímulos internos de la persona, relacionados con la propia muerte

o la muerte ajena. (Uribe, Valderrama, Duran, Galeano y Gamboa, 2008, p.121)

3.1 Operacionalización de variables

Variable Dimensiones Indicadores Ítems Instrumento Tipo de datos


 Mucho (5)
1. Miedo a la
 Moderado
muerte 1-7
(2,3,4)
propia
 Nada (1) Escala de
2. Miedo al  Mucho (5) miedo a la
proceso de  Moderado muerte de
8-14
Miedo a la morir (2,3,4) Collett-Lester
muerte y al propio  Nada (1) (EMMCL) / Escala Likert
proceso de 3. Miedo a la  Mucho (5) Collett-Lester de 1 (nada) a 5
morir muerte de  Moderado Fear Of Death (mucho)
15-21
otros (2,3,4) Scale (CL-
 Nada (1) FODS)

4. Miedo al  Mucho (5)


proceso de  Moderado
22-28
morir de (2,3,4)
otros  Nada (1)

142
4. Hipótesis

En la presente investigación descriptiva no se realizarán hipótesis ya que “no se

pronosticará una cifra o un hecho” (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p. 92). Es decir,

la naturaleza del estudio no requiere hipótesis.

Capitulo III Metodología

1. Enfoque y tipo de la investigación

Enfoque de la investigación

El enfoque de la investigación es cuantitativo, ya que se realizará una recolección de datos

e información a través de la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL), la cual

permitirá ejecutar medidas estadísticas acerca de los niveles del miedo a la muerte y al

proceso de morir presente en los adultos mayores del estudio. Específicamente en esta

investigación “se medirá las variables en un determinado contexto, se analizará las

mediciones obtenidas y se establecerá una serie de conclusiones” (Hernández, Fernández y

Baptista, 2010, p. 4).

Tipo de la investigación

El tipo de la investigación es no experimental, puesto que, este estudio se realizará sin

manipular deliberadamente la variable miedo a la muerte y al proceso de morir, lo que se hará

es observar y describir el fenómeno tal como se da en su contexto natural, para

posteriormente analizarlo. (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p.149)

2. Diseño de investigación

La investigación es no experimental-transversal-descriptiva. Transversal, puesto que, se

recolectarán datos en un solo momento y descriptiva ya que, se buscará detallar los rasgos

143
importantes de los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que presentan los

participantes del estudio (Hernández, Fernández y Baptista, 2010, p.80 y 151).

3. Población y muestra

3.1 Descripción de la Población

La población definida está compuesta por 289 adultos mayores, 52 hombres y 237 mujeres

que residen en la parroquia rural de Calderón, son de estrato socioeconómico medio y bajo,

se constituyen en edades comprendidas entre 65 a 95 años y en su mayor proporción se

consideran mestizos, no obstante, también hay presencia de personas indígenas. En cuanto al

estado civil, la mayoría de los adultos mayores se encuentran casados y también hay una gran

parte que se encuentra en estado de viudez, finalmente con lo que respecta a la escolaridad de

la población, la que sobresale es la educación primaria.

La población asiste al Programa “Canas de Vida” del GAD de Calderón, el mismo que

cuenta con 13 unidades de atención distribuidas en la Parroquia Rural de Calderón, dicho

programa busca generar lugares de promoción de envejecimiento activo y saludable por

medio del encuentro y socialización de las personas Adultas Mayores, lo que evita en ellos el

sedentarismo y el rápido deterioro de sus funciones vitales. Cada unidad de atención cuenta

con un aproximado entre 15 a 40 participantes dependiendo del lugar de residencia.

(Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial Rural de Calderón [GAD Calderón], 2019).

3.2 Muestra

3.2.1 Método de muestreo

Tipo de muestra

El tipo de muestra de la investigación será no probabilística, debido a que se requiere una

“cuidadosa y controlada elección de casos con ciertas características”, (Hernández, Fernández

144
y Baptista, 2010, p. 190), es decir las personas que participen en el presente estudio deberán

cumplir con los criterios de inclusión.

Método de muestreo

El método de muestreo a utilizar en la presente investigación será el consecutivo censal,

puesto que, lo que se requiere es abarcar a todos aquellos adultos mayores que estén accesibles,

que cumplan con los criterios de inclusión y asistan consecutivamente al Programa “Canas de

Vida”, en un determinado período de tiempo, (Otzen y Manterola, 2017, p.230). Además, la

variable sexo, por ser una variable de confusión, es de suma relevancia en el presente estudio,

debido a que el 82% son mujeres y el 18% son hombres, por lo que es necesario incluir a todos

quienes estén disponibles y así obtener una mejor representación de la población.

3.2.2 Tamaño de la muestra

Se realizará un filtraje en la población de 289 personas Adultas Mayores que asisten al

Programa “Canas de Vida” de Calderón, de los cuales solo participaran en el estudio aquellos

que hayan cumplido con los criterios de inclusión. Se estima obtener una muestra válida de

200 adultos mayores.

3.2.3 Criterios de inclusión y exclusión

- Criterios de inclusión:

- Participación de forma permanente en el Programa “Canas de Vida”.

- Edades iguales o superiores a 65 años.

- Ambos sexos.

- Participación voluntaria en la investigación.

- Criterios de exclusión:

- Edades menores a 65 años.

145
- Presencia de deterioro cognitivo moderado y severo, ya sea por la edad o por

alguna demencia que impida contestar el instrumento.

- Presencia de discapacidad intelectual que impida contestar el instrumento.

- Presencia de deficiencia visual y/o auditiva severa y profunda, siempre y cuando

se vuelva una limitante para la aplicación del instrumento de forma asistida.

- Presencia de trastornos mentales graves.

- Criterios de eliminación:

- Fallecimiento durante el proceso del estudio.

- No desean participar en el estudio.

- Retiro voluntario del Programa “Canas de Vida” por situaciones de salud.

- No asisten al Programa “Canas de Vida” continuamente.

4. Instrumentos y guías

Se recogerá ciertos datos sociodemográficos de los participantes, como la edad, el sexo, el

nivel socioeconómico, el nivel de escolaridad, creencia religiosa, entre otros; los mismos

estarán anexados a la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester, sin que estos modifiquen

el contenido o la estructura de la escala. Es de suma importancia mencionar que la escala

presenta el debido consentimiento para que cualquier investigador la utilice (Neimeyer, 1997,

p.66). También es necesario indicar que no se encuentra validado dentro del contexto

ecuatoriano, por lo que se procederá a utilizar una validación dentro del contexto

latinoamericano.

La Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL), fue creada por Jessica Collet

y David Lester en 1969, sin embargo, para el presente estudio se utilizará la Escala de miedo

a la muerte de Collet-Lester validada en Chile en el 2011 por Maritza Espinoza, Olivia

Sanhueza y Omar Barriga. El instrumento presentó una confiabilidad interna total de 0,91, lo

146
cual indica que 91% de la variabilidad de las puntuaciones obtenidas representan diferencias

verdaderas entre las personas y 9% reflejan fluctuaciones al azar. Así mismo, para cada una

de las sub-escalas, las medidas de coeficiente alfa de Cronbach, obtenidos permiten aseverar

que los ítems o elementos son homogéneos y que la escala mide de forma consistente la

característica para la cual fue elaborada, por lo tanto, son confiables y muestran validez de

constructo (Espinoza, Sanhueza y Barriga, 2011, p.4)

Las subescalas obtuvieron las siguientes medidas de Alfa de Cronbach:

Sub-escala 1 Propia muerte: Alfa de Cronbach=0,77

Sub-escala 2 Proceso de morir Propio: Alfa Cronbach=0,82

Sub-escala 3 Muerte de otros: Alfa de Cronbach=0,80

Sub-escala 4 Proceso de morir de otros: Alfa de Cronbach=0,78

El instrumento está conformado por 4 subescalas que proporcionan información

multidimensional sobre el “Miedo a la Muerte propia”, el “Miedo al Proceso de Morir

propio”, “Miedo a la Muerte de otros” y el “Miedo al Proceso de Morir de otros”. Contiene

un total de 28 ítems, agrupados en 4 sub-escalas con siete ítems cada uno. Las respuestas son

de tipo Likert de 1(nada) a 5(mucho). (Espinoza, Sanhueza y Barriga, 2011, p.4). Cabe

mencionar que es un instrumento autoadministrado, sin embargo, también puede ser

administrado de forma asistida, dura alrededor de 15 a 20 minutos, y puede aplicarse en

población adulta, en el caso de esta investigación será aplicado a personas adultas mayores.

Para calificar la escala se obtiene un puntaje total y por cada subdimensión, luego se

divide por 28 que es el número de ítems promediando las respuestas respectivamente. Según

las puntuaciones se clasifican en: miedo bajo a la muerte (<2), miedo moderado a la muerte

(2-4) y miedo alto a la muerte (>4); las puntuaciones promedio más altas indican mayor

miedo a la muerte o al proceso de morir.

147
5. Procedimiento

5.1 Procedimiento de recolección de datos

Primero se proporcionará una breve explicación de la investigación a los participantes,

dando a conocer algunos datos importantes como el título, los objetivos, los beneficios y

riesgos del estudio, esto se hará mediante la entrega del formulario del consentimiento

informado donde se encuentra escrita dicha información. Después se les facilitará el

consentimiento informado, el mismo que deberá ser revisado y firmado una vez que los

participantes hayan aceptado ser parte de la investigación. Una vez recolectadas las firmas de

los participantes, se procederá a realizar grupos dependiendo del número de personas de cada

centro que pertenece al Programa “Canas de Vida”, se entregará a cada participante el

instrumento, en este caso las preguntas sociodemográficas junto a la Escala de miedo a la

muerte de Collett-Lester (EMMCL) y el material necesario para realizarlo, cabe mencionar

que el instrumento es autoadministrado, sin embargo, en los casos que lo ameriten el

instrumento será administrado de forma asistida, con un tiempo aproximado de 10 a 15

minutos por persona. La investigadora estará presente y dispuesta a responder cualquier

inquietud referente a la investigación o la forma adecuada de llenar el instrumento. La

información será recolectada durante el mes de junio y julio del 2019, de lunes a sábado en el

horario de 8h00 a 18h00. Durante este procedimiento se contará con la presencia de los

talleristas a cargo de los adultos mayores en cada centro.

Los resultados serán almacenados en un cajón bajo llaves por 3 años después de haber

terminado la investigación.

148
Capitulo IV Plan de Análisis de datos

Procedimiento de análisis de datos

Una vez aplicada la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL) a los

participantes de la investigación, se procesará la información obtenida, mediante la tabulación

de datos, la interpretación, el análisis y discusión de resultados. Es importante indicar que la

presentación de las características sociodemográficas de la muestra tanto como los resultados

obtenidos del instrumento aplicado, serán presentados en tablas o gráficos.

Los procedimientos estadísticos serán realizados mediante el programa Apache OpenOffice

Calc, que es libre y de código abierto. Para el procedimiento de análisis de los datos de los

objetivos de tipo descriptivo se utilizarán medidas de tendencia central para variables

cuantitativas, específicamente la media, mediana y moda, así mismo se utilizarán medidas de

dispersión como la desviación estándar, que es una medida de variabilidad, también se hará

uso de frecuencias y porcentajes.

149
Capítulo V Consideraciones éticas

La presente investigación debe cumplir con los principios bioéticos establecidos en la

Guía de Viabilidad Ética de los Proyectos de Investigación de la Universidad Central del

Ecuador:

- Respetar a la persona y comunidad que participa en el estudio

Se garantizará el respeto a las personas y comunidad implicadas en la presente

investigación, mediante la aplicación del consentimiento informado, en el cual la persona

podrá declarar libre y voluntariamente su participación en el estudio, así mismo podrá tener

acceso a toda la información que requiera y retirarse del estudio si es lo que desea. Es

esencial indicar que en el consentimiento informado se comunica a los participantes que la

información recogida será estrictamente confidencial y con fines académicos, además se

guardará absoluta confidencialidad sobre su identidad. (Anexo N°4)

- Autonomía

En la presente investigación, se efectuará el debido proceso para que el GAD de Calderón

conceda los permisos necesarios y emita una carta de autorización, en la misma que se

indique que el investigador podrá realizar su estudio en las instalaciones del Programa

“Canas de Vida” y recoger los datos indispensables con su población de impacto, que en este

caso serán los adultos mayores. (Anexo N°3)

- Beneficencia

La presente investigación busca describir los niveles de miedo a la muerte y al proceso de

morir que presentan los adultos mayores, tema que no ha sido estudiado en la población del

Programa “Canas de Vida”, es así que, mediante esta investigación se podrá obtener un

aporte positivo para el entendimiento de las condiciones reales de la problemática,

estableciendo una nueva línea de investigación que mejore la calidad de vida del adulto

150
mayor. Además, es importante mencionar que dicha investigación no dañará la integridad de

sus participantes, más bien procurará el bienestar de la comunidad.

- Confidencialidad

La identidad y los datos de los participantes del estudio, guardaran una estricta

confidencialidad, esto se logrará a través de ciertos procesos, primero, la aplicación del

consentimiento informado a los participantes, segundo la codificación de las fichas de

recolección de datos, es decir los datos personales serán sustituidos por un código, de esta

manera no se filtrarán los datos de los participantes, tercero, los resultados obtenidos del

análisis estadístico y cualitativo serán socializados en bloque y por ningún motivo se dará a

conocer datos personales que revelen la identidad del participante. (Anexo N°5)

- Aleatorización equitativa de la muestra

La muestra de esta investigación tiene un muestreo consecutivo censal, por lo que se

garantizará la participación de todos aquellos adultos mayores que cumplan con los criterios

de inclusión, sin hacer excepciones de etnia, nivel socioeconómico, creencias religiosas, nivel

de escolaridad, entre otras, procurando así respetar a los participantes y obteniendo una

muestra que represente mejor a toda la población de adultos mayores que asisten al Programa

“Canas de Vida” de Calderón.

- Protección de la población vulnerable

Los adultos mayores son considerados parte de los grupos de atención prioritaria

establecidos por la constitución de la República del Ecuador, por lo que en el presente estudio

se protegerán sus derechos, mediante la confidencialidad de su identidad y la reserva de los

datos obtenidos solo con fines investigativos. Cabe mencionar que la recolección de datos se

realizará dentro de las instalaciones del programa, además cualquier inquietud que el

participante tenga obtendrá su respuesta, los adultos mayores podrán sentirse confiados de

brindar la información requerida al investigador.

151
- Riesgos potenciales del estudio

La investigación no producirá ningún riesgo o daño de tipo físico, emocional o psicológico

para el Programa “Canas de Vida”, para la población participante ni para el investigador,

debido a que es un estudio descriptivo y no experimental.

- Beneficios potenciales del estudio

La investigación beneficiará al Programa “Canas de Vida”, directamente a los adultos

mayores participes del estudio e indirectamente a sus familiares o personas a cargo de ellos.

Esta comunidad podrá obtener un insumo de conocimientos descriptivos acerca del tema, los

mismos que permitirán a futuros investigadores profundizar con otros estudios y elaborar

programas o manuales que indiquen la manera de sobrellevar o afrontar esta problemática

psicosocial presente en el adulto mayor y así mejorar su calidad de vida.

- Idoneidad ética y experiencia del investigador

Tanto el investigador como el tutor son idóneos para realizar la presente investigación. El

tutor cumple con la idoneidad ética y es afine a la línea de investigación propuesta en este

estudio, ya que posee un título de tercer nivel en Psicóloga Infantil y Psicorrehabilitación y

un título de cuarto nivel en Ciencias Sociales. (Anexo N°6)

- Declaración de conflicto de intereses

La investigación será financiada con recursos propios del investigador, por lo que no

existe conflicto de intereses ni por parte del investigador ni por la docente tutora. La

declaración de conflicto de intereses se encuentra en el (Anexo N°7).

152
Capítulo VI Aspectos administrativos

Cronograma de actividades

MESES

MAR 2019

MAY 2019
ABR 2019

AGO 2019
NOV 2018
OCT 2018

ENE 2019

FEB 2019

JUN 2019

JUL 2019

SEP 2019
DIC 2018
ACTIVIDADES

Reconocimiento del
Lugar de Investigación.
Planteamiento y
definición del tema de
investigación.
Elaboración del Plan de
Investigación
Desarrollo del Marco
teórico
Aprobación del Plan de
Investigación
Recolección de Datos
Aplicación de
Reactivos Psicológicos
Análisis de Datos
Elaboración y
Presentación del
Informe Final

Presupuesto y Recursos

Recursos

- Recursos humanos:

 Investigador Principal: Darlín Rosero

 Tutor de la Investigación: MSc. Alba Riera

153
- Recursos de espacio:

 Centros del Programa Servicio de Atención Integral para el Adulto Mayor “Canas de

Vida” del GAD de Calderón en el Distrito Metropolitano de Quito.

- Recursos materiales:

 Material de oficina:

- Resma de hojas

- Esferos y lápices

- Carpetas

- Grapadora

 Libros

 Instrumento: Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester (EMMCL)

 Copias

 Impresiones

 Tinta de impresora

 Empastado

- Recursos temporales:

 Octubre 2018 a septiembre 2019

- Recursos económicos:

 Alimentación

 Transporte

 Recursos Tecnológicos

 Laptop

 Servicio de Internet

 Impresora

 Flash Memory

154
Presupuesto

Rubro Cantidad Valor Unitario Valor Total

Recursos materiales

Resma de hojas 4 $4,00 $16,00

Esferos 15 $0,60 $9,00


Materiales
Lápices 3 $0,30 $0,90
de oficina
Carpetas 3 $0,60 $1,80

Grapadora 1 $2.00 $2.00

Copias 850 $0,02 $17,00

Impresiones 50 $0,10 $5,00

Tinta de impresora 1 $30,00 $30,00

Empastado 1 $20,00 $20,00

Recursos económicos

Alimentación 20 $3,00 $60,00

Transporte 200 $0,25 $50,00

Recursos tecnológicos

Servicio de internet 6 meses $24,00 $144,00

Flash Memory 1 $9,00 $9,00

Total $364,70

155
Referencias bibliográficas

Aguinaga, O. (2010). Enfermería, muerte y duelo: Un texto de reflexión académica. Bogotá:

Universidad Nacional de Colombia.

Alvarado, A. y Salazar, A. (2014). Análisis del concepto de envejecimiento. Gerokomos.

Vol.25 (2). 57-62.

Álvarez, L y Flórez, Z. (2008). Actitudes hacia la muerte en un grupo de adultos intermedios

y mayores con enfermedad crónica (hipertensión, diabetes y cáncer) en la ciudad de

Bucaramanga. Revista Colombiana de psicología Vol. 17. 75-82.

Álvarez, L. (2009). Actitudes frente a la muerte en un grupo de adolescentes y adultos

tempranos en la ciudad de Bucaramanga. Rev. Aquichan Vol. 9 (2), 156-170.

André, C. (2005). Psicología del Miedo. Temores, angustias y fobias. Barcelona: Kairos.

Recuperado de:

https://books.google.es/books?id=_U34srSR4bgC&printsec=frontcover&hl=es&sourc

e=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false

Aranibar, P. (2001). Acercamiento conceptual a la situación del adulto mayor en América

Latina. Santiago de Chile: CEPAL. Recuperado de:

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/7157/S01121061_es.pdf?sequenc

e=1&isAllowed=y

Barrera, J. (2010). El miedo colectivo: el paso de la experiencia individual a la experiencia

colectiva. Rev. El Cotidiano. Vol. 159. (159). 5-10.

Berger, K. (2009). Psicología del desarrollo Adultez y Vejez. Madrid, España. Médica

Panamericana.

Blanco, T. (2015). Ansiedad ante la muerte y factores de vulnerabilidad asociados en ofensores

sexuales recluidos en el centro de atención institucional al Adulto Mayor. Rev. Anales

de Gerontología, Vol. 7. (7). 24-40.

156
Bobes, J. (2006). Auxiliar geriátrico. Técnicas y procedimientos. España: MAD. Recuperado

de:

https://books.google.com.ec/books?id=v5B84Pr5fF0C&pg=PA57&dq=muerte+biolo

gica&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwi-

tdzH_IniAhUivFkKHa8HBUYQ6AEIMjAC#v=onepage&q=muerte%20biologica&f

=false

Bravo, (2005). El miedo y la literatura. Rev. Anales de Literatura Hispanoamericana. Vol. 34.

13-17.

Caballero, V. y Zapata, R. (2019). Educación y salud en grupos vulnerables. Almería: Edual.

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=U26MDwAAQBAJ&pg=PA158&dq=65+a%

C3%B1os+para+los+paises+desarrollados+y+60+a%C3%B1os+para+los+paises+su

bdesarrollados+ONU&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwjrse-

OgL_iAhWtrFkKHaCBDy4Q6AEIKDAA#v=onepage&q&f=false

Cantero, M. (2013). La educación para la muerte. Un reto formativo para la sociedad actual.

Rev. Psicogente. Vol. 16 (30). 424-438.

Cañadas, S. (2012). Preferencias sobre las decisiones al final de la vida de los Adultos

Mayores de 60 años del Programa 60 y Piquito en el Valle de Chillos, de la Parroquia

Conocoto, Provincia de Pichincha-Ecuador, en el período 2011-2012 (Tesis de

posgrado). Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

Carmona, Z. y Bracho, C. (2008). La muerte, el duelo y el equipo de salud. Rev. De Salud

Pública. Vol. 2 (2). 14-23.

Celma, A. y Strasser, G. (2015). El proceso de muerte y la enfermería: un enfoque relacional.

Reflexiones teóricas en torno a la atención frente a la muerte. Revista de Saúde Coletiva,

Vol.25, (2). 485-500.

157
Colomo, E., Gabarda, V. y Motos, P. (2018). Pedagogia de la muerte: estudio sobre la

ansiedad ante la muerte en profesionales de la educación. Rev. Innoeduca. Vol. 4 (1).

62-70

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2012). Los derechos de las

personas mayores en el siglo XXI: situación, experiencias y desafíos. México:

CEPAL. Recuperado de:

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/1465/S301435D4312012_es.pdf

?sequence=1&isAllowed=y

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2017). Observatorio

Demográfico. Santiago. Recuperado de:

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42361/1/S1700661_mu.pdf

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2018). Envejecimiento,

personas mayores y Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Santiago: CEPAL.

Recuperado de:

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/44369/1/S1800629_es.pdf

COMPINA, (2018). Agenda de Protección de Derechos. Ecuador: CPD. Recuperado de:

http://manthra.name/compina/adjuntos/agendas/3_ADULTOS_MAYORES.pdf

Constitución de la República del Ecuador. (2008). Sección primera Adultas y Adultos

mayores, articulo 36. Ecuador: Asamblea Constituyente.

Cornachione, M. (2008). Psicología del desarrollo. Vejez: aspectos biológicos, psicológicos y

sociales. Córdoba, Argentina: Brujas.

De Raedt, R., Koster, E. y Ryckewaert, R. (2013). Aging and Attentional Bias for Death related

and General Threat-related Information: Less Avoidance in Older as Compared With

Middle-Aged Adults. Rev. The Journals of Gerontology: Psychological Sciences.

Vol. 68(1). 1-29.

158
Dezutter, J., Soenens, B., Luyckz, K., Bruyneeel, S., Vansteenkiste, M., Duriez, B. y Hutsebaut,

D. (2009). The role of religion in death attitudes: Distinguishing between religious

belief and style of processing religious contents. Rev. Death Studies Vol. 33(1). 73-

92.

Duche, A. (2012). La antropología de la muerte: Autores, enfoques y períodos. Rev. Sociedad

y Religión. Vol. XXII (37). 206-215.

Echeverri, H. (2018). Morir sin miedo y sin dolor. Colombia: Penguin Random House

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=aSJgDwAAQBAJ&pg=PT162&dq=miedo+a

+morir&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwimpNiczrXiAhWltlkKHeHMBhUQ6AEIQT

AG#v=onepage&q&f=false

Espinoza, M., Sanhueza, O. y Barriga, O. (2011). Validación de la Escala de Miedo a la Muerte

de Collett-Lester en una muestra de estudiantes de Enfermería. Rev. Latino-Am.

Enfermagem, Vol.19, (5). 1-10.

Fouce, G., Edjang, D., García, L., García, E., Muiño, L. y Velasco, I. (2016). Psicología del

Miedo. Madrid: Ciclo Grupo 5 S.L.U

Fundación Saldarriaga Concha, (2013). Guía para periodistas Envejecimiento y Vejez. Bogotá:

Pictograma Creativos. Recuperado de:

https://es.scribd.com/document/353454013/Guia-Periodistas-

Vejez?fbclid=IwAR16D8Zviwan4kJwS7OjPSJiRsj2VRUOPI7xiXfymeNWxTN6V

1UEVbYxDG4#download&from_embed

García, J. (2006). Los derechos y los años. Otro modo de pensar y hacer política en

Latinoamérica: los adultos mayores. México: Plaza y Valdés. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=LbfAP1Zu1rMC&pg=PA236&dq=adulto+ma

yor+definicion&hl=es-

159
419&sa=X&ved=0ahUKEwi6tIu2geXeAhXE2lMKHW5TDEQQ6AEIKzAB#v=onep

age&q&f=true

Gil, B., Ballester, R., Ruiz, E. y Castro, J. (2017). Percepción en personas mayores de qué

podría ayudarnos a morir en paz. Revista de Psicología, 2. Vol. 2, (1). 81-92

Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial Rural de Calderón, (2019). Proyecto de

Asistencia Intergeneracional al Adulto Mayor - Espacios Activos. Recuperado de:

https://www.gadcalderon.gob.ec/servicios.html

Goméz, C., Hernández, G., Rojas, A., Santacruz, H. y Uribe, M. (2008). Psiquiatría Clínica.

Bogotá: Ed. Médica Panamericana. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=LSKfF9f7xF4C&pg=PA649&dq=miedo+en+e

l+adulto+mayor&hl=es-

419&sa=X&ved=0ahUKEwiipt300YviAhUuwVkKHUYGBPwQ6AEIPDAE#v=one

page&q=miedo%20en%20el%20adulto%20mayor&f=false

Gómez, M. (2005). Morir con dignidad. Madrid: Aran. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=vSLE4cGPJbUC&pg=PA21&dq=muerte+biol

ogica&hl=es-419&sa=X&ved=0ahUKEwi-

tdzH_IniAhUivFkKHa8HBUYQ6AEIKDAA#v=onepage&q&f=false

González, A. y Araujo, A. (2010). Estrategias de afrontamiento ante la muerte y calidad de

vida en adultos mayores mexicanos. Rev. Kairós Gerontología. Vol. 13 (1). 167-190.

González, A. y Celis, R. (2011). La importancia de estudiar la vejez y el temor a la muerte.

Rev. Journal of Behavios, Health &Social Issues. Vol. 2 (2). 5-10

González, J. y De la Fuente Anuncibay. R. (2014). Desarrollo humano en la vejez: un

envejecimiento optimo desde los cuatro componentes del ser humano. INFAD Revista

de Psicología, Vol.7 (1). 121-130.

González, M. (2015). La revolución de la tercera edad. México: Trillas.

160
Grau, J., Llantá, M., Massip, C., Chacón, M., Reyes, M., Infante, O., Romero, T., Barroso, I. y

Morales, D. (2008). Ansiedad y actitudes ante la muerte: revisión y caracterización en

un grupo heterogéneo de profesionales que se capacita en cuidados paliativos. Rev.

Pensamiento Psicológico, Vol. 4 (10). 27-58.

Hamilton, I. (2002). Psicología del Envejecimiento. Madrid: Ediciones Morata. Recuperado

de:

https://books.google.com.ec/books?id=AwTSZaiMWDcC&dq=periodos+de+la+terc

era+edad&source=gbs_navlinks_s

Hernández, G., González, V. y Fernández, L. (2002). Actitud ante la muerte en los médicos

de familia. Rev. Cubana Med Gen Integr, Vol.18, (1). 22-32.

Hernández, M., Oñate, D., Rodríguez, D., Sánchez, L. Bezanilla, J. y Campos, J. (2011). El

Adulto Mayor ante la Muerte: Análisis del Discurso en el Estado de México. Revista

de Psicología GEPU. Vol.2, (1). 64-78.

Hernández, S., Fernández, C. y Baptista, P. (2010). Metodología de la Investigación. México:

McGRAW-HILL/INTERAMERICANA EDITORES.

Instituto Nacional de Estadística y Censos. (2018). Proyecciones poblacionales. Ecuador:

Recuperado de: http://www.ecuadorencifras.gob.ec/proyecciones-poblacionales/

Lynch, G. y Oddone, M. (2017). La percepción de la muerte en el curso de la vida Un estudio

del papel de la muerte en los cambios y eventos biográficos. Revista de Ciencias

Sociales, Vol.30, (40), 129-150.

Marchán, S. (2016). Afrontamiento del profesional de enfermería ante la muerte de pacientes,

en unidades de paliativos y oncología. Rev. Nure Investigación. Vol. 13 (82), 1-12.

Martínez, B., Alonso, J. y Calvo, (2001). Estudio comparativo de ansiedad ante la muerte en

una muestra de ancianos y de jóvenes. Rev. Psiquis.Vol.22 (5). 176-182.

161
Martínez, L., Villarreal, E. y Camacho, N. (2008). Percepción del adulto mayor acerca del

proceso de muerte. Rev Enferm Inst Mex Seguro Soc. Vol.16 (1). 31-36.

Mazzetti, C. (2017). Nombrar la muerte. Aproximaciones a lo indecible. Rev. Andamios. Vol.

14. (33). 45-76

Miaja, M. y Moral, J. (2014). Ansiedad ante la muerte y afrontamiento en personas viviendo

con VIH/SIDA y población general. Rev. Mexicana de Investigación en Psicología.

Vol. 6 (1), 26-42.

Ministerio de Inclusión Económica y Social. (2012). Encuesta Nacional de Salud, Bienestar y

Envejecimiento SABE I. Quito: MIES.

Ministerio de Inclusión Económica y Social. (2013). Agenda de Igualdad para Adultos

Mayores. Ecuador. Recuperado de: https://fiapam.org/wp-

content/uploads/2013/06/Agendas_ADULTOS.pdf

Ministerio de Inclusión Económica y Social. (2013). Ciudadanía activa y envejecimiento

positivo. Ecuador: Subsecretaría de atención intergeneracional. Recuperado de:

https://www.inclusion.gob.ec/wp-

content/uploads/downloads/2013/11/Pol%C3%ADtica-P%C3%BAblica.pdf

Neimeyer, R. (1997). Métodos de evaluación de la ansiedad ante la muerte. Barcelona: Paidós.

Nevado, M. y González, J. (2017). Acompañar en el duelo. España: Editorial Desclee.

Organización Mundial de la Salud (2015). Informe final sobre envejecimiento y salud. Estados

Unidos. Recuperado de:

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/186466/9789240694873_spa.pdf?seq

uence=1

Organización Mundial de la Salud (2016). Acción multisectorial para un envejecimiento

saludable basado en el ciclo de vida: proyecto de estrategia y plan de acción mundiales

162
sobre el envejecimiento y la salud. Recuperado de:

http://apps.who.int/gb/ebwha/pdf_files/WHA69/A69_17-sp.pdf

Oviedo, S., Parra, F. y Marquina, M. (2009). La muerte y el duelo. Rev. Enfermería Global.

Vol. 15. 1-9

Otzen, T. y Manterola, C. (2017). Técnicas de muestreo sobre una población a estudio. Rev.

Int. J. Morphol. Vol 35. (1). 227-232.

Papalia, D., Duskin, R. y Martorell, G. (2012). Desarrollo Humano. Mexico: McGraw-Hill.

Recuperado de: https://www.academia.edu/20423118/Desarrollo-humano-Papalia-

12a

Papalia, D., Sterns, H., Feldman, R. y Camp, C. (2009). Desarrollo del adulto y vejez. México:

McGraw-Hill.

Peña, J., Macías, N., y Morales, F. (2011). Manual de práctica básica del adulto mayor.

México: Editorial El Manual Moderno.

Pérez, M. (2000). El miedo y sus trastornos en la infancia. Prevención e intervención educativa.

Rev. Aula. Vol. 12. 123-144.

Puhakka, K. (s.f). La teoría de los constructos personales de George Kelly y la psicología

cognoscitiva. Recuperado de: http://biblio3.url.edu.gt/Libros/2013/teo-per/12.pdf

Pulido, F. y Herrera, F. (2015). Miedo e inteligencia emocional en el contexto pluricultural de

Ceuta. Rev. Anuario de Psicología. Vol. 45. (2). 249-263.

Ramos, A., Gairín, J. y Camats, R. (2018). Principios Prácticos y Funcionales en Situaciones

de Muerte y Duelo para profesionales de la Educación. Rev. Iberoamericana sobre

Calidad, Eficacia y Cambio en Educación. Vol. 16 (1). 21-33.

Rocha, L. (2013). La Vejez en movimiento. Un enfoque integral. Buenos Aires: Dunken.

Recuperado de:

163
https://books.google.com.ec/books?id=pYdOAgAAQBAJ&pg=PA9&dq=vejez&sour

ce=gbs_selected_pages&cad=3#v=onepage&q&f=false

Sistema Nacional de Información. (2017). Proyecciones y Estudios Demográficos. Recuperado

de: http://sni.gob.ec/proyecciones-y-estudios-demograficos

Tomás-Sábado, J. (2016). Miedo y ansiedad ante la muerte: Aproximación conceptual,

factores relacionados e instrumentos de evaluación. Barcelona: Herder Editorial.

Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=bASIDwAAQBAJ&dq=miedo+a+la+muerte

&lr=&hl=es&source=gbs_navlinks_s

Torregrosa, L., Núñez, L., Morales, L. y Sablón, Y. (2005). Enfrentamiento de la muerte por el

adulto mayor con enfermedad terminal. Rev. Archivo Médico de Camaguey, Vol. 9,

(1). 97-108.

United Nations, Department of Economic and Social Affairs, Population Division (2017).

World Population Prospects: The 2017 Revision, Key Findings and Advance Tables.

Working Paper No. ESA/P/WP/248.

Uribe, A., Valderrama, L. y López, S. (2007). Actitud y miedo ante la muerte en adultos

mayores. Rev. Pensamiento Psicológico, Vol. 3 (8). 109-120.

Uribe, A., Valderrama, L., Duran D., Galeano C., y Gamboa K. (2008). Diferencias evolutivas

en la actitud ante la muerte entre adultos jóvenes y adultos mayores. Acta Colombiana

de Psicología., Vol. 11 (1), 119-126.

Vázquez, C. Crespo, M. y Ring, J. (2003). Medición clínica en Psiquiatría y Psicología.

Barcelona: Masson. Recuperado de:

http://www.psicosocial.net/historico/inicio/centro-de-documentacion-

gac/psiquiatria-psicologia-clinica-y-psicoterapia/trauma-duelo-y-culpa/94-

estrategias-de-afrontamiento/file

164
Vicensi, M. (2016). Reflexión sobre la muerte y el morir en la UCI a partir de la perspectiva

profesional en cuidados intensivos. Rev. Bioética. Vol 24. (1). 64-72.

Vilches, L. (2000). Concepciones, creencias y sentimientos acerca de la muerte en adultos

mayores de nivel educacional superior. Rev. de Psicología. Vol. IX (1). 1-15.

Vives, J. (2018). La muerte y su pulsión. México: Paidós. Recuperado de:

https://books.google.com.ec/books?id=_DduDwAAQBAJ&dq=perspectiva+religiosa

+de+la+muerte&source=gbs_navlinks_s

Warner, K. y Willis, S. (2003). Psicología de la edad adulta y la vejez. Madrid: Pearson

Educación.

Yuste, N., Rubio, R., y Aleixandre, M. (2004). Introducción a la Psicogerontología. Madrid:

Pirámide.

165
Anexo 2. Ficha técnica NEUROPSI. Evaluación neuropsicológica breve en español

Nombre original NEUROPSI. Evaluación neuropsicológica breve en español


Autores Feggy Ostrosky, Alfredo Ardila y Mónica Rosselli
Año 1994
México
Validación Cultural
Feggy Ostrosky, Alfredo Ardila y Mónica Rosselli
Confiabilidad: La confiabilidad global test-retest fue de 0,87.
Validez: Neuropsi clasificó correctamente a pacientes con
Propiedades psicométricas demencia leve y moderada de un grupo control con una
exactitud mayor de 91.5%, y en sujetos con daño comprobado
por TAC, el Neuropsi clasificó con un 95% de acierto.
Tipo de aplicación La administración es individual.
20 a 25 minutos (sin alteración cognoscitivas)
Tiempo
35 a 40 minutos (con trastornos cognoscitivos)
Edad 16 a 85 años.
Conjunto de láminas, protocolos de registro (escolaridad nula,
Materiales
media y alta) Perfiles de ejecución, tablas de puntajes globales.
Orientación, atención y concentración, memoria, lenguaje,
Áreas que evalúa habilidades viso-espaciales, funciones ejecutivas, lectura,
escritura y cálculo.
El sistema de calificación aporta datos cualitativos y
cuantitativos. Con los datos independientes de cada habilidad
cognoscitiva, se obtiene un perfil individual que señala las
habilidades e inhabilidades del sujeto en cada una de las áreas
Baremos y calificación
evaluadas. Los parámetros de estandarización permiten obtener
un grado o nivel de alteración que se clasifica en: normal,
alteraciones leves, moderadas y alteraciones severas. El puntaje
total máximo que puede obtener un individuo es de 130 puntos.

166
Anexo 3. Ficha técnica de la Escala de miedo a la muerte de Collett-Lester (EMMCL)

Escala de miedo a la muerte de Collett-Lester (EMMCL) /


Nombre original
Collett-Lester Fear Of Death Scale (CL-FODS)
Autores Jessica Collett y David Lester (1969)
Chile
Validación Cultural
Espinoza, Sanhueza y Barriga (2011)
Confiabilidad: La confiabilidad interna total de la EMMCL
fue de 0,91.
Validez: Los ítems son homogéneos y las 4 sub-escalas
Propiedades psicométricas
miden de forma consistente la característica para la cual fue
elaborada, por lo tanto, son confiables y muestran validez de
constructo.
Instrumento Multidimensional administrado y
Tipo de instrumento
autoadministrado.
Duración 15 a 20 minutos
Personas adultas. En esta investigación personas adultas
Población a aplicar
mayores.
Materiales Protocolo del instrumento y un esfero.
Contiene un total de 28 ítems, agrupados en 4 sub-escalas con
siete ítems cada uno.
 Miedo a la Muerte propia
Estructura  Miedo al Proceso de Morir propio
 Miedo a la Muerte de otros
 Miedo al Proceso de Morir de otros
Las respuestas son de tipo Likert de 1(nada) a 5(mucho).
Se obtiene un puntaje total y por cada subdimensión, luego se
divide por 28 que es el número de ítems promediando las
respuestas respectivamente. Según las puntuaciones se
Baremos y calificación clasifican en: miedo bajo a la muerte (<2), miedo moderado a
la muerte (2-4), y miedo alto a la muerte (>4); las
puntuaciones promedio más altas indican mayor miedo a la
muerte o al proceso de morir.

167
Anexo 4. Ficha sociodemográfica y Escala de miedo a la muerte de Collett-Lester

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR


Facultad de Ciencias Psicológicas

DATOS SOCIODEMOGRÁFICOS
Por favor, conteste cada pregunta con un “X” según como Ud. considere. Recuerde responder
con la mayor sinceridad posible ya que todos los datos son confidenciales.

NOMBRE: _______________________________________

FECHA DE NACIMIENTO: _____________________ EDAD: _________________

SECTOR / BARRIO DONDE VIVE: ______________________________

SEXO: Hombre ______ Mujer ______

ESTADO CIVIL:
Casado/a ______ Separado/a ______ Viudo/a ______
Unión libre ______ Divorciado/a ______ Soltero/a ______

NIVEL DE ESCOLARIDAD:
Ninguno ______
Centro de Alfabetización______
Jardín de Infantes ______ Educación Inicial o Preescolar ______
Primaria (1ro a 6to grado) ______ Educación Básica (1ro a 10mo de básica) ___
Secundaria (1ro a 6to curso) ______ Bachillerato (1ro a 3ro bachillerato) ______
Superior no Universitario (Nivel técnico, tecnológico o equivalentes) ______
Superior Universitario ______
Post-grado ______

NIVEL SOCIOECONÓMICO
Bajo ______ Medio______ Alto ______

RELIGIÓN:
Ninguna ______ Testigo de Jehová ______
Católica ______ Adventista ______
Evangélica ______ Mormona______
Otras ______ ¿Cuál? ________________________

¿PRESENTA ALGUNA ENFERMEDAD DE IMPORTANCIA?


Si ______ ¿Cuál? __________________________________________
No _____

168
ESCALA DE MIEDO A LA MUERTE DE COLLETT-LESTER (EMMCL)
¿Qué grado de preocupación o ansiedad tienes por los siguientes aspectos de la muerte y del proceso de
morir? Lea cada frase y contéstela rápidamente. No utilice demasiado tiempo pensando en su respuesta. Se
trata de expresar la primera impresión de cómo piensa ahora mismo. Marque con una X el número que
mejor representa su sentimiento.
En relación a tu propia muerte Alto Moderado Bajo
1. El morir solo 5 4 3 2 1
2. La vida breve 5 4 3 2 1
3. Todas las cosas que perderás al morir 5 4 3 2 1
4. Morir joven 5 4 3 2 1
5. Cómo será el estar muerto/a 5 4 3 2 1
6. No poder pensar ni experimentar nada nunca más 5 4 3 2 1
7. La desintegración del cuerpo después de morir 5 4 3 2 1
En relación a tu propio proceso de morir Alto Moderado Bajo
1. La degeneración física que supone el proceso de morir 5 4 3 2 1
2. El dolor que comporta el proceso de morir 5 4 3 2 1
3. La degeneración mental del envejecimiento 5 4 3 2 1
4. La pérdida de facultades durante el proceso de morir 5 4 3 2 1
5. La incertidumbre sobre la valentía con que afrontarás el 5 4 3 2 1
proceso de morir
6. Tu falta de control sobre el proceso de morir 5 4 3 2 1
7. La posibilidad de morir en un hospital lejos de amigos y 5 4 3 2 1
familiares
En relación a la muerte de otros Alto Moderado Bajo
1. La pérdida de una persona querida 5 4 3 2 1
2. Tener que ver su cadáver 5 4 3 2 1
3. No poder comunicarte nunca más con ella 5 4 3 2 1
4. Lamentar no haberte llevado mejor con ella cuando aún estaba 5 4 3 2 1
viva
5. Envejecer solo/a sin la persona querida 5 4 3 2 1
6. Sentirse culpable por el alivio provocado por su muerte 5 4 3 2 1
7. Sentirse solo/a sin ella 5 4 3 2 1
En relación al proceso de morir de otros Alto Moderado Bajo
1. Tener que estar con alguien que se está muriendo 5 4 3 2 1
2. Tener que estar con alguien que quiere hablar de la muerte 5 4 3 2 1
contigo
3. Ver cómo sufre dolor 5 4 3 2 1
4. Observar la degeneración física de su cuerpo 5 4 3 2 1
5. No saber cómo gestionar tu dolor ante la pérdida de una 5 4 3 2 1
persona querida
6. Asistir al deterioro de sus facultades mentales 5 4 3 2 1
7. Ser consciente de que algún día también vivirás esta 5 4 3 2 1
experiencia
ASEGURESE QUE HA CONTESTADO A TODAS LAS FRASES CON UNA SOLA RESPUESTA.
¡Gracias por su colaboración!

169
Anexo 5. Matriz de consistencia

Título Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral en Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito

Preguntas de
Objetivos
Investigación Hipótesis Procedimiento de Procedimientos de
Variables Instrumentos
Hipótesis análisis de datos recolección de datos
Pregunta general Objetivo general
general
¿Cuáles son los Describir los Por la Para el Se realizó un primer Miedo a la Escala de miedo a
niveles de miedo a niveles de miedo naturaleza de procesamiento de acercamiento con las muerte y al la muerte de
la muerte y al a la muerte y al la datos se utilizó el instalaciones del proceso de Collett-Lester
proceso de morir proceso de morir investigación programa Apache Programa y con los morir (EMMCL) /
que presentan los que presentan los no se OpenOffice Calc. adultos mayores, con el Collett-Lester
adultos mayores adultos mayores requiere Para el proceso de acompañamiento de los Fear Of Death
del Programa de del Programa de hipótesis. los datos del responsables del Scale (CL-FODS)
Atención Integral Atención Integral objetivo de tipo programa. El
“Canas de Vida” “Canas de Vida descriptivo se levantamiento de la Espinoza,
del Distrito en el DMQ según utilizó medidas de información comenzó el Sanhueza y
Metropolitano de la Escala de tendencia central, día miércoles 26 de Barriga 2011.
Quito (DMQ)? miedo a la muerte específicamente junio y finalizó el
de Collet-Lester media, mediana y viernes 30 de agosto del
(EMMCL). moda, así mismo se 2019. Dicha
utilizó medidas de información se recogió
dispersión como la en presencia y Tipo - Método de
Preguntas Objetivos Hipótesis desviación colaboración de los muestreo y
Metodología
específicas específicos específicas estándar, talleristas a cargo de los Tamaño de la
finalmente se hizo adultos mayores, en los muestra
1. ¿Cuáles son los 1. Identificar los Por la uso de frecuencias, horarios dispuestos por Enfoque: No probabilística
niveles de miedo a niveles de miedo naturaleza de porcentajes cada centro. Cuantitativo con un muestreo
la muerte y al a la muerte y al la representadas en Previo a la aplicación Diseño: consecutivo
proceso de morir proceso de morir investigación tablas. de los instrumentos se censal.

170
propio que propio que no se proporcionó una breve No
presentan los presentan los requiere explicación de la experimental Se trabajó con
adultos mayores adultos mayores hipótesis. investigación a los Transversal una muestra final
del Programa de del Programa de adultos mayores, esto se descriptiva de 138 adultos
Atención Integral Atención Integral hizo mediante la mayores.
“Canas de Vida en “Canas de Vida entrega del formulario
el DMQ? en el DMQ. del consentimiento
informado. El
2. ¿Cuáles son los 2. Identificar los consentimiento
niveles de miedo a niveles de miedo informado, fue revisado
la muerte y al a la muerte y al y firmado por aquellos
proceso de morir proceso morir de adultos mayores que
de otros en los otras personas aceptaron ser parte de la
adultos mayores que presentan los investigación.
del Programa de adultos mayores Una vez recolectadas
Atención Integral del Programa de las firmas de los
“Canas de Vida en Atención Integral participantes, se
el DMQ? “Canas de Vida procedió,
en el DMQ. individualmente a
aplicar los
3. ¿Cuáles son los 3. Identificar los instrumentos. Por
niveles de miedo a niveles de miedo cuestión de estrategia y
la muerte y al a la muerte y al tiempo, se aplicó a la
proceso de morir proceso de morir vez la prueba de
según el sexo de según el sexo de screening, es decir, el
los adultos los adultos NEUROPSI para
mayores del mayores del descartar deterioro
Programa de Programa de cognitivo moderado y
Atención Integral Atención Integral severo y el instrumento
“Canas de Vida en “Canas de Vida principal de la
el DMQ? en el DMQ. investigación la
EMMCL.

171
4. ¿Cuáles son los 4. Identificar los Después de recoger la
niveles de miedo a niveles de miedo información de los
la muerte y al a la muerte y al participantes, se
proceso de morir proceso de morir procedió a calificar los
según la según la instrumentos y a
escolaridad de los escolaridad de los realizar el filtraje según
adultos mayores adultos mayores los resultados del
del Programa de del Programa de NEUROPSI. Se obtuvo
Atención Integral Atención Integral una muestra final de
“Canas de Vida en “Canas de Vida 138 adultos mayores
el DMQ? en el DMQ. que cumplieron con los
criterios de inclusión.
5. ¿Cuáles son los 5. Identificar los Se compartió los
niveles de miedo a niveles de miedo resultados de los
la muerte y al a la muerte y al instrumentos aplicados
proceso de morir proceso de morir con los adultos mayores
según la religión de según la religión que así lo requirieron.
los adultos de los adultos Además, los resultados
mayores del mayores del serán almacenados
Programa de Programa de después de haber
Atención Integral Atención Integral terminado la
“Canas de Vida en “Canas de Vida investigación.
el DMQ? en el DMQ.

172
Anexo 6. Carta de aceptación del Programa Servicio de Atención Integral para el Adulto Mayor
“Canas de Vida” del GAD de Calderón

173
Anexo 7. Consentimiento y/o asentimiento informado

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR


Facultad de Ciencias Psicológicas

FORMULARIO DE CONSENTIMIENTO INFORMADO

Este formulario de Consentimiento informado va dirigido a los adultos mayores que asisten a
los puntos de atención del Programa “Canas de Vida” del GAD de Calderón, a quienes se les ha
invitado a participar en la Investigación “Miedo a la muerte y al proceso de morir en un
Programa de Atención Integral en Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito”.

1. NOMBRE DE LOS INVESTIGADORES TUTORES Y/O RESPONSABLES:


- Darlín Antonelia Rosero Pérez - Estudiante
- MSc. Alba Riera -Tutora

2. PROPÓSITO DEL ESTUDIO: Describir los niveles de miedo a la muerte y al proceso de


morir que presentan los adultos mayores en un Programa de Atención Integral del Distrito
Metropolitano de Quito.

3. PARTICIPACIÓN VOLUNTARIA O VOLUNTARIEDAD: La participación es este


estudio es estrictamente voluntaria y puede retirarse en cualquier momento sin que eso lo
perjudique en ninguna forma.

4. PROCEDIMIENTO Y PROTOCOLOS A SEGUIR: Si usted accede a participar en esta


investigación, se desarrollarán las siguientes actividades:
1. Firmar el consentimiento para participar en la investigación.
2. Se le pedirá realizar una evaluación neuropsicológica “Neuropsi” para determinar
criterios de inclusión y exclusión de la investigación.
3. Se le pedirá completar ciertos datos sociodemográficos juntamente con un test conocido
como la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester, esto tomará aproximadamente de

174
10 a 20 minutos de su tiempo. Si alguna de las preguntas le parece incómoda, tiene usted
el derecho de hacérselo saber al investigador.
4. Una copia de esta investigación reposará en el GAD de Calderón, donde si usted desea,
puede pedir información sobre los resultados del estudio una vez este haya concluido.

5. RIESGOS: La presente investigación no producirá ningún riesgo o daño de tipo físico,


emocional o psicológico para los participantes.
6. BENEFICIOS: Las personas que participen en el estudio están contribuyendo de manera
activa y voluntaria a la descripción de los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir
en adultos mayores del Programa “Canas de Vida” del GAD de Calderón. Esta comunidad
podrá obtener un insumo de conocimientos descriptivos acerca del tema, los mismos que
permitirán a futuros investigadores profundizar con otros estudios y elaborar programas o
manuales que indiquen la manera de sobrellevar o afrontar esta problemática psicosocial
presente en el adulto mayor y así mejorar su calidad de vida. Es preciso mencionar que los
participantes tendrán acceso a los resultados, ya que una copia de este estudio reposará en el
GAD de Calderón.

7. COSTOS: La presente investigación no tiene ningún costo para el participante, será


totalmente gratuito.

8. CONFIDENCIALIDAD: La información que se recoja será confidencial y no se usará para


ningún otro propósito fuera de los académicos. Se guardará absoluta confidencialidad sobre
la identidad de cada uno de los participantes, razón por la cual usted no debe preocuparse.

9. TELÉFONOS DE CONTACTO: Si tiene alguna duda sobre este estudio, puede hacer
preguntas en cualquier momento durante su participación en él, o a su vez contactarse con el
investigador.
- Número de teléfono: 0984917931
- Correo electrónico: darlin-rosero@hotmail.com

Desde ya le agradezco su participación.

175
UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
Facultad de Ciencias Psicológicas

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Yo,…………………………………………………………………………….portador de la cédula
de ciudadanía número ……………………..…, por mis propios y personales derechos declaro he
leído este formulario de consentimiento y he discutido ampliamente con los investigadores los
procedimientos descritos anteriormente.

Entiendo que primero tendré que realizar una evaluación neuropsicológica “Neuropsi” y luego
completar ciertos datos sociodemográficos y la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester, lo
cual tomará aproximadamente de 10 a 20 minutos.

Entiendo que los beneficios de la investigación que se realizará, serán para la comunidad que
pertenece al Programa “Canas de Vida” del GAD de Calderón y que la información proporcionada
se mantendrá en absoluta reserva y confidencialidad, y que será utilizada exclusivamente con fines
académicos.

Dejo expresa constancia que he tenido la oportunidad de hacer preguntas sobre todos los aspectos
de la investigación, las mismas que han sido contestadas a mi entera satisfacción en términos
claros, sencillos y de fácil entendimiento. Declaro que se me ha proporcionado la información,
teléfono y correo electrónico del investigador a quien podré contactar en cualquier momento, en
caso de surgir alguna duda o pregunta.

Comprendo que la participación es voluntaria y que puedo retirarme del estudio en cualquier
momento, sin que esto genere derecho de indemnización para cualquiera de las partes.

Entiendo que los gastos en los que se incurra durante la investigación serán asumidos por el
investigador.

En virtud de lo anterior declaro que: he leído la información proporcionada; se me ha informado


ampliamente del estudio antes mencionado, con sus riesgos y beneficios; se han absuelto a mi
entera satisfacción todas las preguntas que he realizado; y, que la identidad y los datos relacionados
con el estudio de investigación se mantendrán bajo absoluta confidencialidad, excepto en los casos
determinados por la Ley, por lo que consiento voluntariamente participar en esta investigación en
calidad de participante, entendiendo que puedo retirarme de ésta en cualquier momento sin que
esto genere indemnizaciones de tipo alguno para cualquiera de las partes.

Firma……………………………………….. Quito, ……. de ………de……….

176
He sido testigo de la lectura exacta del documento de consentimiento para el potencial participante
y el individuo ha tenido la oportunidad de hacer preguntas. Confirmo que el individuo ha dado
consentimiento libremente.

Firma del testigo………………………………………

Huella dactilar del participante

Quito, ……… de …………….. de……….

Yo, Darlín Antonelia Rosero Pérez en mi calidad de Investigador, dejo expresa constancia de que
he proporcionado toda la información referente a la investigación que se realizará y que he
explicado completamente en lenguaje claro, sencillo y de fácil entendimiento a
………………………………………………., participante de la investigación “Miedo a la muerte
y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral en Adultos Mayores del Distrito
Metropolitano de Quito” la naturaleza y propósito del estudio antes mencionado. Confirmo que el
participante ha dado su consentimiento libremente y que se le ha proporcionado una copia de este
formulario de consentimiento. El original de este instrumento quedará bajo custodia del
investigador y formará parte de la documentación de la investigación.

…………………………………………………….
Firma del Investigador
Darlín Antonelia Rosero Pérez
C.I. 1723381875

Fecha: Quito, ..… de ……. de……….

177
Anexo 8. Declaración de confidencialidad

DECLARACIÓN DE CONFIDENCIALIDAD

NOMBRE DE LA “Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención


INVESTIGACIÓN Integral en Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito”

NOMBRE DEL Darlín Antonelia Rosero Pérez


INVESTIGADOR
Se estudió la variable miedo a la muerte y al proceso e morir en una muestra
DESCRIPCIÓN DE LA de adultos mayores que asisten a los puntos de atención del programa
INVESTIGACIÓN “Canas de Vida”.
Describir los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir que
presentan los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de
OBJETIVO GENERAL
Vida en el DMQ según la Escala de miedo a la muerte de Collet-Lester
(EMMCL).
- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir propio
que presentan los adultos mayores del Programa de Atención Integral
“Canas de Vida en el DMQ.
- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso morir de otras
personas que presentan los adultos mayores del Programa de Atención
Integral “Canas de Vida en el DMQ.
- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según el
OBJETIVOS sexo de los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas de
ESPECÍFICOS Vida en el DMQ.
- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la
escolaridad de los adultos mayores del Programa de Atención Integral
“Canas de Vida en el DMQ.
- Identificar los niveles de miedo a la muerte y al proceso de morir según la
religión de los adultos mayores del Programa de Atención Integral “Canas
de Vida en el DMQ.
La investigación benefició al Programa “Canas de Vida”, directamente a los
adultos mayores participes del estudio e indirectamente a sus familiares o
personas a cargo de ellos. Esta comunidad podrá obtener un insumo de
BENEFICIOS Y conocimientos descriptivos acerca del tema, los mismos que permitirán a
RIESGOS DE LA futuros investigadores profundizar con otros estudios y elaborar programas o
INVESTIGACIÓN manuales que indiquen la manera de sobrellevar o afrontar esta problemática
psicosocial presente en el adulto mayor y así mejorar su calidad de vida.
La investigación no produjo ningún riesgo o daño de tipo físico o
psicológico para el Programa “Canas de Vida”, para la población
participante ni para el investigador.
Toda la información obtenida de los participantes fue manejada con absoluta
confidencialidad por parte de los investigadores. Los datos de filiación
CONFIDENCIALIDAD fueron utilizados exclusivamente para garantizar la veracidad de los mismos
y a estos tuvieron acceso solamente los investigadores y organismos de
evaluación de la Universidad Central del Ecuador.
La realización de la presente investigación no proporciona ningún derecho a
DERECHOS los investigadores, a excepción de los de tipo estrictamente académico.

178
DECLARATORIA DE CONFIDENCIALIDAD

Yo, Darlín Antonelia Rosero Pérez, portadora de la Cédula de Ciudadanía No. 1723381875, en mi
calidad de Investigadora, dejo expresa constancia de que he proporcionado de manera veraz y
fidedigna toda la información referente a la presente investigación; y que utilizaré los datos e
información que recolectaré para la misma, así como cualquier resultado que se obtenga de la
investigación EXCLUSIVAMENTE para fines académicos, de acuerdo con la descripción de
confidencialidad antes detallada en este documento.

Además, soy consciente de las implicaciones legales de la utilización de los datos, información y
resultados recolectados o producidos por esta investigación con cualquier otra finalidad que no sea
la estrictamente académica y sin el consentimiento informado de los pacientes participantes.

En fe y constancia de aceptación de estos términos, firmo como Autor/a de la investigación

NOMBRE INVESTIGADOR CÉDULA IDENTIDAD FIRMA

Darlín Antonelia Rosero Pérez 1723181875

Quito, DM 03 de junio de 2019

179
Anexo 9. Declaración de idoneidad ética del tutor

Quito, 03 de junio del 2019

DECLARACIÓN DE IDONEIDAD ÉTICA DEL TUTOR

Yo, MSc. Alba Yolanda Riera Recalde, con cédula de identidad número 1716037716, docente de

la Facultad de Ciencias Psicológicas de la Universidad Central del Ecuador, con experiencia en

investigaciones psicológicas tanto cuantitativas como cualitativas y con conocimiento en los

principios éticos, estoy en la capacidad de tutorar a la Sta. Darlín Antonelia Rosero Pérez en su

estudio “Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral en Adultos

Mayores del Distrito Metropolitano de Quito”.

Atentamente

_______________________________
MSc. Alba Yolanda Riera Recalde
DOCENTE TUTORA
C.I. 1716037716

180
Anexo 10. Declaración de conflicto de intereses

Quito, 03 de junio del 2019

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES DEL TUTOR ACADÉMICO

Yo, MSc. Alba Yolanda Riera Recalde con cédula de identidad número 1716037716, tutor
académico de la investigación: “Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de
Atención Integral en Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito”, declaro no tener
ningún tipo de conflicto de intereses, ni ninguna relación económica, personal, política, interés
financiero ni académico que pueda influir en mi juicio.

Declaro además, no haber recibido ningún tipo de beneficio monetario, bienes ni subsidios de
alguna fuente que pudiera tener interés en los resultados de esta investigación.

_______________________________
MSc. Alba Yolanda Riera Recalde
DOCENTE TUTORA
C.I. 1716037716

181
Quito, 03 de junio del 2019

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES DEL INVESTIGADOR

Yo, Darlín Antonelia Rosero Pérez con cédula de identidad número 1723381875, autora de la
investigación: “Miedo a la muerte y al proceso de morir en un Programa de Atención Integral en
Adultos Mayores del Distrito Metropolitano de Quito”, declaro no tener ningún tipo de conflicto
de intereses, ni ninguna relación económica, personal, política, interés financiero ni académico que
pueda influir en mi juicio.

Declaro además, no haber recibido ningún tipo de beneficio monetario, bienes ni subsidios de
alguna fuente que pudiera tener interés en los resultados de esta investigación.

_______________________________

Darlín Antonelia Rosero Pérez

INVESTIGADORA

C.I. 1723381875

182

También podría gustarte