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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGÍA

Modelos en psicogerontología
(Bosquejo de ensayo, Unidad I)

Facilitador(a):
Lcds. Sonia Salazar
Estudiante:
María de los Ángeles Contreras Rojas
C.I: V-29.674.178
Psicogerontología, T1
Trimestre X

San Cristóbal, 2023.


La psicología en el adulto mayor

La adultez mayor como objeto de estudio psicológico

 Modelos de psicogerontología y desarrollo histórico del estudio del


adulto mayor

1. El deterioro físico es el aspecto biológico que explica el interés


histórico de las investigaciones que conceptualizan y estudian
la adultez mayor para generar una comprensión de esta etapa
vital.
2. La edad genera una concepción de involución personal.
3. El envejecimiento es el resultado de las modificaciones
estructurales y funcionales entre lo biológico, lo psicológico y lo
social.

Según Galvanovsky (1997) el siglo XVIII, la obra de Nicolás Tetens


(1777), fue el primer trabajo de investigación en el campo del desarrollo
adulto y envejecimiento que resaltó la importancia de hallar conceptos
generales de desarrollo que no son propios de otros períodos del desarrollo
vital... No fue sino hasta el año 1922 en el cual Stanley Half se convirtió en
uno de los pioneros de la psicología de la vejez en los Estados Unidos, tras
publicar su libro Senectute: “The Last Half of Life”, en el que apunta la
dependencia de las particularidades psicológicas de la edad y las posibles
causas biológicas. También Crowdry, en su obra de 1939, hace importantes
contribuciones acerca del envejecimiento y abarca los aspectos
culturales, psicológicos y específicos para la psicología de la adultez mayor,
que hasta el momento no habían sido abordados de manera integral y con tal
amplitud. Ya después de la década del 90, comienzan a aparecer múltiples
teorías e investigaciones que parten de un enfoque de la vejez como etapa
vital; como una fase más de la experiencia humana y que debe ser
considerada una etapa positiva del desarrollo como persona.

Según Orosa (2003) “…la llamada tercera edad, también


conocida con los términos de vejez, adultez mayor o tardía, ha sido
abordada en la literatura de manera aislada o como fase de
involución y no como una auténtica etapa del desarrollo humano. Se
ubica alrededor de los 60 años, asociada al evento de la jubilación
laboral. Incluso hoy comienza a hablarse de una cuarta edad para
referirse a las personas que pasan de los 80 años…” esta misma
autora señala que “…hasta hoy en día los autores estudiosos de la
edad los incluyen a todos como adultos mayores o ancianos,
indistintamente, y comienzan a separarlos más bien en estudios
demográficos o por proyectos específicos de trabajo…”

Se considera adulto mayor a una persona que tiene más de 60 años,


esta etapa suma todas las experiencias de la vida. La adultez mayor, o
envejecimiento se define como un proceso continuo, universal e irreversible
que determina cambios morfológicos, funcionales y psicológicos, que
conllevan una pérdida progresiva de la capacidad de adaptación. Erikson
(1985) plantea la etapa de la vejez en relación con los factores individuales y
culturales. Su teoría menciona que “la crisis esencial es integridad frente a
desesperación, donde las principales virtudes son la prudencia y la
sabiduría”. Los cambios impulsados por la vejez trascienden la estética e
implican aspectos emocionales y psicológicos que muchas veces pasan
desapercibidos. Un alto porcentaje de los individuos en adultez mayor
desarrollan cuadros depresivos, ansiosos, estrés y somatizaciones; el origen
de estos malestares no es físico, sino psicológico.
En la adultez mayor no solo ocurren cambios a nivel de apariencia
física sino que también se producen cambios cognitivos asociados al
envejecimiento… Entre los cambios biológicos comunes que se producen en
la adultez mayor ocurre pérdida de fuerza, cambio en la figura corporal y
disminución del peso. El corazón pierde eficacia, bombea menos sangre y
aumenta de tamaño. También se reduce la mineralización ósea (sobre todo
en las mujeres debido a los cambios hormonales). Los vasos sanguíneos se
estrechan y pierden elasticidad. Aunque algo si es cierto, el envejecimiento
no es un proceso sincrónico que ocurre en todas las personas al mismo
tiempo o a una edad concreta. Sino que más bien cada individuo en
particular tiene un ritmo de envejecimiento propio y personal al igual que
muchas otras funciones, de esta forma, no se pueden esperar las mismas
funciones en todos los mayores.

Ahora bien, entre los cambios de conducta comunes en esta fase se


pueden mencionar la pérdida de memoria, desorientación, apatía,
aislamiento progresivo, dificultades para la comprensión abstracta,
deambulación, agitación e inquietud y cambios de humor bruscos sin una
razón aparente. El adulto mayor en esta fase de su vida puede encontrarse
desorientado, incomprendido, deprimido, enfadado, pesimista, o
desagradecido… Esto puede conducir a cambios drásticos de humor que
afectarán directamente a su entorno.

Para explicar los procesos mentales de la adultez mayor se tiene


como referencia la integridad VS desesperación, que es la última etapa de la
Teoría Psicosocial de Erik Erikson (1985) y tiene lugar en la vejez. Ser un
adulto mayor se basa en estar en la fase final de la vida, por eso, es
importante comprender y aceptar todos los cambios que ocurren para vivir
una vejez tranquila.
Bordignon, (2005) expresa que “La síntesis final de la vida está
en la integridad que se confronta con la desesperanza, sobresaliendo
la sabiduría como forma de ver y sentir la vida. Será la mirada feliz
del anciano que contempla la vida, el mundo, la realidad con un
sentido de plenitud y sacralidad. Todo muestra una forma
trascendente de ser, sentir y considerar el pasado y el presente,
porque un futuro nuevo se presenta. No vivido aún, más sentido por
el significado encontrado en la historia de vida. Como todo es
procesal, acumulativo, interdependiente, la vida puede no tener esa
síntesis, ser desesperadamente no deseada, pues trae, en su
contenido, todos los elementos distónicos y ritualizaciones
desintegrantes”

Se habla de la necesidad de integración, de aportar coherencia y de


hacer una totalidad de lo que ha sido la vida. Consiste en mantener las cosas
unidas para dotar de significado y sentido. El sentido de la vida significa que
ha merecido la pena vivir, que la vida ha tenido un orden y una razón de ser.
Con la aceptación la clave para que el individuo se pueda ir tranquilo. La
aceptación de la muerte se logra al integrar, es decir, al sentir que se ha
vivido para algo. Un desarrollo negativo a todo lo anteriormente mencionado
conlleva a la desesperación, donde el individuo fracasa al aparecer
pensamientos sobre haber vivido de forma diferente. Estos pensamientos
llevan a la no aceptación de la muerte por verse incumplida la
autorrealización.

En definitiva, un buen estado de salud mental en la adultez mayor


es imprescindible para que el proceso de la vejez, el deterioro biofísico y
la idea de la muerte no sean un posible desencadenante de algún
malestar psicológico, sino por el contrario, se genere una comprensión y
aceptación hacia este proceso vital y se atraviese con tranquilidad,
comprensión y serenidad.
Referencias

Bordignon, N. (2005). “El desarrollo psicosocial de Eric Erikson. El


diagrama epigenético del adulto”. Revista Lasallista de Investigación, 2(2),50-
63. Consultado el 19 de Febrero de 2023. ISSN: 1794-4449. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=69520210

Orosa, T. (2003) “Determinantes del desarrollo de la psicología de la


vejez”. Presupuestos científicos en la Universidad del Adulto Mayor. La
Habana: Editorial Félix Varela; 2003. Disponible en:
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729 Consultado el 19
de Febrero del 2023.

Erikson, E. H. (1985). El ciclo vital completado. In El ciclo vital


completado (pp. 141-141).

Galvanovsky L. (1997) “Psicología y envejecimiento”. Editorial México,


S.A. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1729-519X2009000300002 Consultado el 19 de
Febrero del 2023.

Ceballos Díaz, J (2001). Bioética de la tercera edad. Material en


soporte digital. La Habana. UCCFD.

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