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Autora: Nelly González

Revisión técnica: Daniel Yépez


Diseño: Natalíe Vargas
Diseño de portada: Luis Ormeño
Fecha: Enero, 2021

“Estrategias para una crianza respetuosa” es


una publicación de World Vision Perú. Queda
prohibida la reproducción total o parcial
del contenido sin autorización previa.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
1. Validar emociones.
1.1. Pasos para la validación emocional.
2. Estar presente.
3. Buenos tratos con ternura.
3.1. Escuchar con ternura.
3.2. Acariciar con ternura.
3.3. Decir con ternura.
3.4. Acompañar con ternura.
3.5. Sentir con ternura.
3.6. Actuar con ternura.

CONCLUSIONES
EJERCICIOS DE AUTO-REFLEXIÓN
1. Validando emociones.
2. Crianza con ternura.
INTRODUCCIÓN
Durante siglos, la crianza ha sido malentendida como un proceso colmado de
oportunidades para corregir constantemente la conducta de los niños y niñas,
cuya única función, se ha desarrollado en base a la obediencia y sumisión, frente
a los malos tratos (verbales, físicos y psicológicos) infringidos, colocando a las
necesidades del adulto como superiores y prioritarias dentro de una escala ver-
tical, respecto a las necesidades infantiles.

Esta figura adultocentrista, ha llevado a muchos niños y niñas a convertirse pos-


teriormente en adultos que también han ejercido poder sobre sus propios hijos
e hijas, perpetuando y normalizando la violencia, transgeneracionalmente.

Desde los últimos años, existen muchos cambios que se vienen generando en la
sociedad, lo que explica claramente las diferencias que hay entre la infancia de
antes versus la infancia de ahora. Por un lado, la mujer tenía mayor protagonis-
mo en las labores del hogar, siendo prácticamente la principal (e incluso única)
responsable en la crianza. Este rol asumido por la mujer, también la empujaba tá-
citamente al sometimiento de los mandatos que su pareja imponía. Es decir, la
sumisión y el sometimiento fueron características muy visibles en la crianza de
aquellos años, marcando estereotipos que con el tiempo y gracias a las acciones
de diversos movimientos, como el feminismo (por ejemplo), han ido posicio-
nando a la mujer en otros escenarios, como el laboral, y los varones involucrán-
dose de manera más activa en la crianza, con lo cual, los niños y niñas han empe-
zado a tener otras referencias de cuidado y protección, configurando un nuevo
concepto sobre la palabra crianza. Claramente, aún hay mucho por seguir de-
construyendo, sobre todo aquellos paradigmas que irrumpen en el sano desa-
rrollo socioemocional de las personas; y seguramente tomará más tiempo del
esperado para obtener resultados eficaces, no obstante, la crianza llevada con
mayor respeto y ternura, es esa luz de esperanza que formará seres humanos
más sensibles y empáticos, no solo consigo mismos, sino también con todas las
personas con las que se vincula en su cotidianeidad.

Cabe mencionar que el estilo autoritario en la crianza, es la mayor fuente de


opresión. No obstante, el estilo permisivo, es la otra cara de la misma moneda,
donde el niño o la niña, asume el rol de autoridad, sometiendo a los adultos a la
obediencia. Por el contrario, y dicho de otro modo, una crianza basada en el res-
peto mutuo, la ternura y la colaboración, permite una conexión emocional más
cercana y genuina entre los hijos y los cuidadores, construyendo vínculos signifi-
cativos y duraderos.

6. Estrategias para una crianza respetuosa


En la cotidianeidad, una crianza basada en el respeto mutuo, se muestra como el camino que la so-
ciedad necesita para que los ciudadanos se relacionen asertivamente, no solo con sus principales
cuidadores, sino también con su entorno, dentro de un contexto amable y justo.
En ese sentido, la crianza respetuosa es una filosofía de vida, donde los progenitores se convierten
en pieza fundamental, respecto a la disponibilidad y respuesta sensible que brinden a sus hijos e
hijas, en determinadas situaciones, sean agradables o poco agradables, convirtiéndose en un refe-
rente significativo que se replicará a otros espacios fuera del hogar, como la escuela, los círculos
sociales, etc.
Es una práctica continua que requiere de mucha paciencia, perseverancia, consciencia y mucho
trabajo personal por parte del adulto, para acompañar y sostener a los hijos e hijas desde la calma
y no desde sus propias historias de vida dolorosas.
A continuación, se mencionan algunas maneras de poner en práctica una crianza respetuosa.

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1. Validar emociones
Partiendo de la premisa que no existen emo- tácita de enseñarle a desvincularse de su
ciones buenas ni malas, se entiende que tran- propio sentir, dejando la resolución a medias,
sitar en ellas, es un acto sumamente acepta- en lugar de brindarle recursos para acompa-
ble y necesario. ñarle en el proceso de autorregulación.
La validación emocional, es un proceso que
no necesariamente significa estar de acuerdo
con lo que los niños o niñas expresan, ni tam-
poco es justificar una conducta específica,
sino más bien, es aceptar lo que está suce-
diendo en el momento oportuno, sin buscar
culpables.
Usualmente, cuando los niños o niñas mani-
fiestan algún malestar a través de gritos o
llanto, muchos adultos interpretan estas con-
ductas como actos inaceptables, reprimiendo
dicho sentir con calificativos que tienden al
rechazo, al abandono y al juicio constante, lo
que a su vez, contribuye a la configuración de
un autoconcepto que se acerca más a una au-
toestima baja.
Cuando a los niños y niñas se les pide explíci-
tamente que dejen de llorar, sin antes inten-
tar averiguar qué es lo que realmente desea
expresar a través del llanto, es una forma

8. Estrategias para una crianza respetuosa


Las emociones merecen ser atendidas, escu- 1.1. Pasos para la validación
chadas, miradas y permitidas, porque solo emocional
cuando eso sucede, los niños y niñas son ca-
Dado que, socioculturalmente hablando, las
paces de alcanzar el autoconocimiento, acep-
emociones denominadas “positivas” (alegría,
tando genuinamente lo que sienten para en-
entusiasmo, felicidad, etc) tienen mayor y
contrar vías alternas que le conduzcan a la
mejor recepción, es importante conocer ac-
comprensión, empatía y confianza, de manera
ciones que permitan la misma apertura en
significativa; referencia que replicarán con sus
aquellas otras emociones, que son relegadas
semejantes, cuando se encuentren en expe-
con frecuencia, tales como la frustración, el
riencias similares.
enojo, la rabia, etc., a través de algunos pasos
Cabe destacar que este proceso no es auto- sugeribles.
mático ni sencillo, sino que se construye en el
tiempo, por tanto es indispensable la presen- Respira conscientemente: Es verdad que
cia de, al menos, un adulto que acompañe al la desregulación emocional de los infan-
infante, brindando respuestas sensibles de tes puede resultar muy agotador para el
manera oportuna y responsable. cuidador, y también es cierto que es im-
portante oxigenar tu cuerpo, para obte-
ner mayor claridad y serenidad, antes de
iniciar el proceso de validación.
Mira a los ojos y ponte a su altura:
Cuando nos agachamos, el contacto
visual entre las personas involucradas
ocurre de manera más directa, además
de brindar el mensaje de que dicha hori-
zontalidad les ubica a ambos en la
misma situación, por lo que el infante se
siente más comprendido.

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Escucha activamente: Antes de decirle lo
que piensas, es mejor que permitas que
sea tu hijo o hija, la primera persona en
expresar su sentir y luego, en base a lo
que te manifieste, puedan encontrar
juntos, algunas alternativas de solución.
Sintoniza tu lenguaje verbal del no
verbal: Esto significa que tu tono de voz,
así como tus gestos, deben ir en concor-
dancia con el mensaje de bienestar que
deseas transmitir, de lo contrario tus pa-
labras no solo dejarán de tener coheren-
cia, sino que el infante entrará en confu-
sión, tras esta contradicción natural.
Anímale a encontrar un significado a sus
emociones: Luego de que le hayas acom-
pañado en el proceso de escucharle y
comprender la posible causa de su
enojo, es importante que exista un Las emociones merecen ser atendidas, escu-
cierre, invitándole a la reflexión y poste- chadas, miradas y permitidas.
rior gestión de su autorregulación, a
través de preguntas abiertas, tales como Seguir estos pasos, son solo algunas maneras
¿Qué puedes hacer para sentirte me- de enseñar a los infantes cómo pueden ellos
jor?/ ¿Cómo podría ayudarte? / ¿De qué más adelante seguir el mismo proceso de
manera crees que podemos encontrar manera autónoma, cuando se encuentren in-
una solución?, etc. volucrados en situaciones parecidas.

10. Estrategias para una crianza respetuosa


2. Estar presente
Existe una brecha bastante amplia entre la Esto suele ocurrir, por ejemplo, cuando los
presencia física y la presencia emocional. La niños o niñas se acercan a su cuidador princi-
primera, hace referencia al hecho de compar- pal para hacerles saber algo particular y a
tir un espacio común, sin que ello requiera de cambio reciben respuestas distantes, priori-
un involucramiento significativo con el sentir zando sus actividades personales en relación
de la otra persona; es decir, hay carencia de a las emociones del infante.
atención y comprensión, puesto que cada
Presencia emocional, en cambio, hace alusión
quien ocupa su espacio en acciones indepen-
a la conexión que ocurre entre las personas
dientes.
que se comunican, encontrando un significa-
do a las emociones que surgen en momentos
específicos, logrando que la intensidad de la
? desregulación, disminuya.

? Es importante recalcar que, cuando un niño o


niña siente enojo o frustración, es indicativo
de que no la está pasando bien, pues sus nive-
les de estrés están cada vez más en aumento,
con lo cual, requiere recursos que le propor-
cionen mayor tranquilidad para retomar sus
acciones previas. Por tanto, castigar, gritar o
ignorar dicho sentir, hace que el adulto se
convierta en un agente estresor, contribuyen-
do a la desorganización mental del infante.
Por el contrario, la conexión se relaciona con
la sensibilidad que tiene el adulto para res-

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ponder, la misma que produce calma al infan- cia emocional, es compartiendo y dedicando
te y es justamente bajo ese contexto, que los con nuestros hijos e hijas, momentos especia-
niños y niñas, logran pasar de la reactividad a les donde la interacción sea recíproca, carga-
la receptividad, pieza fundamental que les da de cooperación y buen humor, por ejem-
permite mayor claridad respecto a lo que plo, preparar juntos alguna receta o salir
piensan, sienten y deciden. ambos a montar bicicleta, etc; es decir, com-
Una manera de poner en práctica la presen- partir experiencias que le lleven al bienestar.

La presencia emocional, requiere de atención y conexión con las necesidades de los hijos.

12. Estrategias para una crianza respetuosa


3. Buenos tratos con ternura
El gran paradigma de los malos tratos en la amplia receptividad.
crianza se ha convertido en la piedra angular,
3.2. Acariciar con ternura
donde recaen varias acciones que vienen ge-
nerándose para que las nuevas generaciones Cuando las palabras son acompañadas de
tengan mayores oportunidades de relacionar- contacto físico, produce en los hijos e hijas, la
se dentro de un ambiente cordial y armónico. afirmación de saberse protegidos, cuidados,
amados. Esta práctica tiene que ver con la
Es en este contexto que la ternura toma un contención como cuando el bebé llora y es
papel muy relevante, buscando superar la vio- cargado en brazos o cuando un infante siente
lencia a cambio de una relación vincular ci- frustración porque algo no le salió como es-
mentada en amor y respeto, las mismas que peraba y recibe un tierno abrazo, a modo de
conducen directamente hacia el camino de la consuelo. Las caricias que son visibles de
salud mental. manera honesta y respetuosa, invita a quienes
La ternura es un componente que se haya in- lo reciben, una clara muestra de humaniza-
serto en distintos aspectos de una crianza ción y merecimiento de una vida digna.
respetuosa.
3.3. Decir con ternura
3.1. Escuchar con ternura Lo que se dice y la forma cómo se dicen las
Los niños y niñas que se sienten escuchados, palabras, tienen un impacto significativo en las
tienen la oportunidad de expresar su sentir configuraciones mentales de todas las perso-
con mayor confianza, sin miedo a ser juzga- nas, por ello es indispensable que desde las
dos ni sometidos a tratos violentos. Escuchar primeras infancias se incluyan palabras conte-
con ternura, permite detectar las reales nece- nedoras, que validen las emociones y que in-
sidades infantiles, generando la construcción viten a la resolución de cualquier conflicto. En
de una relación horizontal, empática y recí- ese sentido, el tono de voz, la postura corpo-
proca, reemplazando la reactividad por una ral y el lenguaje no verbal, como los gestos fa-

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ciales, requieren ir en sintonía para brindar que se vincula. Esta conexión recíproca con-
un mensaje coherente y respetuoso en la di- tribuye, a la aceptación, con un enfoque de
námica familiar. soluciones ante situaciones adversas, pero
también a la celebración conjunta frente a los
3.4. Acompañar con ternura logros adquiridos.
Cuando los adultos se mantienen cercanos a
sus hijos e hijas, respetando sus avances du-
rante sus procesos de aprendizaje y madura-
ción, otorgan protección y cuidado, lo que a
su vez, genera en los infantes seguridad y con-
fianza para seguir transitando en nuevas ex-
periencias. Este acompañamiento va incluso
mucho más allá de una presencia física, exten-
diéndose hacia otras de tipo emocional y es-
piritual, escuchando y respetando activamen-
te las decisiones, los acuerdos mutuos, aún
cuando difieran de las esperadas socialmente.
3.6. Actuar con ternura
3.5. Sentir con ternura Son todas aquellas respuestas sensibles que
Es la comunicación que se logra de corazón a utilizan los cuidadores principales, frente a
corazón; es decir, la conexión emocional que cualquier situación en la que sus hijos e hijas
enlaza a los cuidadores principales con sus están vivenciando, sean complejas o sencillas.
hijos e hijas, para comprenderse mutuamen- Dicho de otro modo, es la disponibilidad
te, respecto a lo que están sintiendo y pen- física y emocional que los adultos proveen a
sando. Esta práctica, permite a los involucra- sus hijos e hijas, en un contexto de compren-
dos (cuidadores e hijos) acercarse a un sión, seguridad, protección y confianza, para
mayor autoconocimiento emocional, lo que a buscar juntos diversas alternativas que con-
su vez, les facilita reconocer con mayor clari- lleven a una solución más asertiva por el bien
dad las emociones de las personas con las común.

14. Estrategias para una crianza respetuosa


CONCLUSIONES
Las emociones merecen ser atendidas, escuchadas, miradas y permitidas,
porque solo cuando eso sucede, las personas serán capaces de autocono-
cerse, aceptando lo que sienten y buscando distintas alternativas de solu-
ción.

La validación emocional, es un proceso que no necesariamente significa


estar de acuerdo con lo que los niños o niñas expresan, ni tampoco es
justificar una conducta específica, sino más bien, es aceptar lo que está su-
cediendo en el momento oportuno, sin buscar culpables.

La presencia emocional, hace alusión a la conexión que ocurre entre las


personas que se comunican, encontrando un significado a las emociones
que surgen en momentos específicos, logrando que la intensidad de la
desregulación, disminuya.

Escuchar con ternura, permite detectar las reales necesidades infantiles,


generando la construcción de una relación horizontal, empática y recí-
proca, reemplazando la reactividad por una amplia receptividad.

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El tono de voz, la postura corporal y el lenguaje no verbal, como
los gestos faciales, requieren ir en sintonía para brindar un mensa-
je coherente y respetuoso en la dinámica familiar.

Cuando los adultos se mantienen cercanos a sus hijos e hijas, res-


petando sus avances durante sus procesos de aprendizaje y madu-
ración, otorgan protección y cuidado, generando en los infantes
seguridad y confianza para seguir transitando en nuevas experien-
cias.

Actuar con ternura, tiene relación directa con todas aquellas res-
puestas sensibles que utilizan los cuidadores principales, sean
complejas o sencillas las experiencias vivenciadas.

16. Estrategias para una crianza respetuosa


EJERCICIOS DE AUTO-REFLEXIÓN
1. Validando mis emociones

Marca con una equis, qué alternativa se ajusta más a la respuesta que hubieras dado,
frente a la siguiente situación:

Situación: Una niña está en el parque jugando con su madre, cuando de pronto, mientras da unos
saltos repentinos y se le cae la galleta que llevaba en su mano.

a) ¡Ya deja de llorar, no es para tanto!


b) Lamento que se haya caído tu galleta. Podemos sacar otra de la bolsa.
c) Mañana te compraré muchísimas más, ¿ok hijita?

¿Qué opción hubieras respondido frente a la situación anterior?

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2. Crianza con ternura

Del diagrama mostrado, identifica cuál de los 6 aspectos en mención necesitas refor-
zar y escribe acciones que harías para lograrlo.

18. Estrategias para una crianza respetuosa


20. El ABC para padres y madres primerizos
La guía Estrategias para una crianza respetuosa
tiene como objetivo que logres incorporar
recursos personales basados en respeto y la
ternura, convirtiéndote en un verdadero
agente de cambio, por tu salud mental y por
el de tus hijos e hijas.

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