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CONCLUSIONES
EJERCICIOS DE AUTO-REFLEXIÓN
1. Validando emociones.
2. Crianza con ternura.
INTRODUCCIÓN
Durante siglos, la crianza ha sido malentendida como un proceso colmado de
oportunidades para corregir constantemente la conducta de los niños y niñas,
cuya única función, se ha desarrollado en base a la obediencia y sumisión, frente
a los malos tratos (verbales, físicos y psicológicos) infringidos, colocando a las
necesidades del adulto como superiores y prioritarias dentro de una escala ver-
tical, respecto a las necesidades infantiles.
Desde los últimos años, existen muchos cambios que se vienen generando en la
sociedad, lo que explica claramente las diferencias que hay entre la infancia de
antes versus la infancia de ahora. Por un lado, la mujer tenía mayor protagonis-
mo en las labores del hogar, siendo prácticamente la principal (e incluso única)
responsable en la crianza. Este rol asumido por la mujer, también la empujaba tá-
citamente al sometimiento de los mandatos que su pareja imponía. Es decir, la
sumisión y el sometimiento fueron características muy visibles en la crianza de
aquellos años, marcando estereotipos que con el tiempo y gracias a las acciones
de diversos movimientos, como el feminismo (por ejemplo), han ido posicio-
nando a la mujer en otros escenarios, como el laboral, y los varones involucrán-
dose de manera más activa en la crianza, con lo cual, los niños y niñas han empe-
zado a tener otras referencias de cuidado y protección, configurando un nuevo
concepto sobre la palabra crianza. Claramente, aún hay mucho por seguir de-
construyendo, sobre todo aquellos paradigmas que irrumpen en el sano desa-
rrollo socioemocional de las personas; y seguramente tomará más tiempo del
esperado para obtener resultados eficaces, no obstante, la crianza llevada con
mayor respeto y ternura, es esa luz de esperanza que formará seres humanos
más sensibles y empáticos, no solo consigo mismos, sino también con todas las
personas con las que se vincula en su cotidianeidad.
World Vision 7.
1. Validar emociones
Partiendo de la premisa que no existen emo- tácita de enseñarle a desvincularse de su
ciones buenas ni malas, se entiende que tran- propio sentir, dejando la resolución a medias,
sitar en ellas, es un acto sumamente acepta- en lugar de brindarle recursos para acompa-
ble y necesario. ñarle en el proceso de autorregulación.
La validación emocional, es un proceso que
no necesariamente significa estar de acuerdo
con lo que los niños o niñas expresan, ni tam-
poco es justificar una conducta específica,
sino más bien, es aceptar lo que está suce-
diendo en el momento oportuno, sin buscar
culpables.
Usualmente, cuando los niños o niñas mani-
fiestan algún malestar a través de gritos o
llanto, muchos adultos interpretan estas con-
ductas como actos inaceptables, reprimiendo
dicho sentir con calificativos que tienden al
rechazo, al abandono y al juicio constante, lo
que a su vez, contribuye a la configuración de
un autoconcepto que se acerca más a una au-
toestima baja.
Cuando a los niños y niñas se les pide explíci-
tamente que dejen de llorar, sin antes inten-
tar averiguar qué es lo que realmente desea
expresar a través del llanto, es una forma
World Vision 9.
Escucha activamente: Antes de decirle lo
que piensas, es mejor que permitas que
sea tu hijo o hija, la primera persona en
expresar su sentir y luego, en base a lo
que te manifieste, puedan encontrar
juntos, algunas alternativas de solución.
Sintoniza tu lenguaje verbal del no
verbal: Esto significa que tu tono de voz,
así como tus gestos, deben ir en concor-
dancia con el mensaje de bienestar que
deseas transmitir, de lo contrario tus pa-
labras no solo dejarán de tener coheren-
cia, sino que el infante entrará en confu-
sión, tras esta contradicción natural.
Anímale a encontrar un significado a sus
emociones: Luego de que le hayas acom-
pañado en el proceso de escucharle y
comprender la posible causa de su
enojo, es importante que exista un Las emociones merecen ser atendidas, escu-
cierre, invitándole a la reflexión y poste- chadas, miradas y permitidas.
rior gestión de su autorregulación, a
través de preguntas abiertas, tales como Seguir estos pasos, son solo algunas maneras
¿Qué puedes hacer para sentirte me- de enseñar a los infantes cómo pueden ellos
jor?/ ¿Cómo podría ayudarte? / ¿De qué más adelante seguir el mismo proceso de
manera crees que podemos encontrar manera autónoma, cuando se encuentren in-
una solución?, etc. volucrados en situaciones parecidas.
La presencia emocional, requiere de atención y conexión con las necesidades de los hijos.
Actuar con ternura, tiene relación directa con todas aquellas res-
puestas sensibles que utilizan los cuidadores principales, sean
complejas o sencillas las experiencias vivenciadas.
Marca con una equis, qué alternativa se ajusta más a la respuesta que hubieras dado,
frente a la siguiente situación:
Situación: Una niña está en el parque jugando con su madre, cuando de pronto, mientras da unos
saltos repentinos y se le cae la galleta que llevaba en su mano.
Del diagrama mostrado, identifica cuál de los 6 aspectos en mención necesitas refor-
zar y escribe acciones que harías para lograrlo.