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Ilse Nayely Caporal Hernández

Outsourcing. Se trata de una modalidad de trabajo donde las


empresas tercerizan algunas de sus actividades a través de la
subcontratación. Aunque pueda parecer una definición incompleta, lo
cierto es que la actividad principal que se desarrolla con el outsourcing
es precisamente subcontratar.
El outsourcing de servicios permite que una empresa pueda
proporcionar su propio equipo a otra compañía. En otras palabras, un
colaborador tiene una relación laboral con una organización, pero sus
servicios benefician a otra.
El outsourcing en México se incluyó en la Ley Federal del Trabajo en el
año 2012. A partir de entonces, las empresas pudieron comenzar a
tercerizar servicios a otras compañías. Precisamente, una de las
prácticas más habituales en el país es la externalización del
reclutamiento de personal.
-La subcontratación no puede abarcar la totalidad de las actividades
que se desarrollen en la empresa.
-El outsourcing de servicios debe justificarse por su carácter
especializado.
-Este esquema de subcontratación no puede comprender tareas
iguales o similares a las que realizan el resto de colaboradores de la
empresa contratante.
-Los contratos que se celebren entre la compañía que solicita los
servicios y la empresa contratista debe quedar por escrito.
-La organización que contrate los servicios debe cerciorarse de que la
contratista cumpla las disposiciones de seguridad, salud y medio
ambiente con los trabajadores.

¿Por qué se pretende modificar la ley del outsourcing en México?


La evasión fiscal y el incumplimiento de obligaciones con los
trabajadores son las principales malas prácticas asociadas al
outsourcing en México. Para erradicarlas, el gobierno actual de López
Obrador pretende reformar la Ley Federal del Trabajo 2020.
Ilse Nayely Caporal Hernández

De acuerdo con expertos en derecho laboral, en el país existen


compañías que no registran a los trabajadores ante el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS). De este modo, tampoco declaran lo
que realmente ganan. Al mismo tiempo, no los dejan crear antigüedad
y no garantizan el reparto de utilidades.

Un fenómeno originado en los últimos años es la creación de empresas


de outsourcing de servicios, es decir, empresas contratistas. Son
pequeñas firmas a las que compañías más grandes, conocidas como
empresas madre, utilizan para evitar la contratación directa de
trabajadores.

Estas empresas comienzan a subcontratar a empleados a través de


otras pequeñas compañías. Así, ante la ley, no tienen trabajadores a los
que deban pagarles utilidades. Sin embargo, son precisamente esas
grandes compañías las que más utilidades generan y por ello
representan una enorme pérdida para el Estado en materia de
recaudación fiscal.

En la actualidad, se estima que cerca de 8 millones de trabajadores se


encuentran bajo este sistema de subcontratación. Esto representa una
pérdida de 50.000 millones de pesos en concepto de Seguro Social.

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