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Outsourcing en Bolivia

Outsourcing es el término que se refiere al sistema de contratación en el que una


empresa recurre a otra para que realice tareas especializadas. En el sector comercial,
sirve como un sistema laboral que ayuda a generar más utilidades. En la actualidad,
muchas empresas recurren a esta modalidad porque les permite concentrarse mejor
en su labor principal. En el proceso de outsourcing, la compañía que subcontrata debe
proporcionar toda la información necesaria para que la otra empresa pueda cumplir
con su labor de manera eficaz.
¿Para qué sirve el outsourcing?
El outsourcing tiene como finalidad ofrecer una solución a las empresas que buscan
contar con personal experto en diferentes áreas para la resolución de situaciones
específicas, sin tener que incluirlos dentro de su plantilla laboral.
Objetivos del outsourcing
• Reducir costos operativos. El principal objetivo del outsourcing es funcionar como
una alternativa a la contratación directa de personal, aliviando la carga fiscal,
salarial y económica.
• Elevar la calidad de productos y servicios. El outsourcing permite apoyarse en las
instalaciones y recursos de terceros para mantener los estándares de calidad.
• Eliminar riesgos. Al subcontratar a una empresa se cuenta con expertos en cada
tema que aseguran la buena ejecución de la tarea y se mitigan los riesgos
asociados.
• Crear redes de colaboración. Crea una comunidad de trabajo que facilita la
inserción en nuevos mercados, la colaboración con otras empresas y la
diferenciación de la competencia.
• Delegar responsabilidades. Al distribuir las tareas con empresas especializadas, las
organizaciones son capaces de tomar distancia de aquellas labores que les llevaría
mucho tiempo o que simplemente no dominan.
En Bolivia
Es de destacar el caso de Bolivia, si bien este país hace alusión al outsourcing a través
del Contrato de Enganche, el cual tiene por objeto la contratación de trabajadores, por
persona distinta del patrono, para faenas que generalmente deben cumplirse lejos de
su residencia habitual, debe aclararse que el outsourcing ésta prohibido, y sólo el
Estado está facultado para actuar como intermediario entre patronos y trabajadores,
organizando servicios gratuitos de enganche.
Esta prohibición a derivado en la emisión de dos Decretos Supremos, uno de ellos, el
Decreto Supremo 0107, tiene por objeto garantizar el cumplimiento de la legislación
laboral y el goce pleno de los derechos laborales de trabajadores dependientes
asalariados de las empresas, sea cual fuere la modalidad de éstas. En ese sentido se
prevé que las prácticas empresariales que tiendan a evadir relaciones típicamente
laborales a través de modalidades de subcontratación u otras similares, que vulneren
las disposiciones laborales vigentes, se sujetarán a las sanciones correspondientes,
como la imposición de la multa respectiva juntamente con el pago de los derechos
laborales de las y los trabajadores asalariados perjudicados, con retroactividad a la
fecha de su contratación original. La autoridad encargada de constatar la
subcontratación será la Inspectoría del Trabajo, quien en forma fundamentada y con
respaldo probatorio, constituirá prueba preconstituida sobre la que se iniciará
demanda por Infracción a Leyes Sociales en vigor, debiendo solicitarse al Juez de
Trabajo y Seguridad Social la imposición de la sanción.
Ahora bien, en caso de que una empresa requiera contratar a otra, la primera deberá
incluir en el contrato de prestación de servicios, adquisición de bienes u otros, una
cláusula que establezca que la empresa subcontratada, dará cumplimiento a las
obligaciones sociolaborales, respecto de sus trabajadores.
Por su parte, el Decreto Supremo Nº 521, tiene por objeto establecer la prohibición de
toda forma de evasión a la normativa laboral, ya sea mediante fraude, simulación o
cualquier otro medio que se produzca como consecuencia de las modalidades de
subcontratación, tercerización, externalización, enganche u otras modalidades en
tareas propias y permanentes del giro del establecimiento laboral.
Este Decreto señala que entre las infracciones a Leyes Sociales se consideran:
• Todo acto que mediante figuras contractuales no laborales encubra relaciones en
las que concurren las características de una relación laboral.
• Reclutar y proporcionar fuerza de trabajo, sea manual, intelectual o mixta, con o
sin fines de lucro mediante las figuras de subcontratación, tercerización, enganche
y externalización o cualquier forma que no cumpla con la normativa sociolaboral.
Ahora bien, este Decreto dispone que cuando se constituya una relación que simule
una modalidad no laboral, pero en la misma hayan concurrido las características de
una relación de trabajo, ésta se considerará como una relación laboral en todos sus
efectos. Por otro lado, señala que en la contratación en actividades no propias del giro
del establecimiento laboral se deberá incluir obligatoriamente en el contrato, una
cláusula que establezca que la empresa contratada dará cumplimiento a las
obligaciones sociolaborales respecto a sus trabajadores.
Asimismo, se otorga tanto a trabajadores como extrabajadores el derecho de exigir el
cumplimiento de sus derechos sociolaborales ante las autoridades correspondientes
en caso de que se constate la tercerización, subcontratación, externalización,
enganche u otras en tareas propias y permanentes del giro del establecimiento laboral.
De ahí que se considere responsables de todas las obligaciones sociolaborales, así
como de los aportes a la Seguridad Social, a los empleadores que ocupen trabajadores
a través de otras empresas, en actividades propias y permanentes al giro del
establecimiento laboral.
Además, las empresas e instituciones que cedan fraudulentamente en todo o parte sus
establecimientos que estén habilitados a su nombre, a terceristas, subcontratistas,
externalizadores, enganchadores y otros, son responsables del cumplimiento de
obligaciones sociolaborales.
En cuanto a contratos y subcontratos autorizados de obras, bienes, servicios y de
consultoría con entidades y empresas públicas en el marco de las Normas Básicas del
Sistema de Administración de Bienes y Servicios, se contempla que única y
exclusivamente el contratista, proveedor o consultor asumirá la responsabilidad del
cumplimiento de obligaciones sociolaborales derivadas del contrato principal o
subcontrato con el Estado, en relación a su personal y/o terceros.

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