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Ilse Nayely Caporal Hernández

¿En qué consiste la iniciativa de reforma


la Ley de la Industria Eléctrica?
El principal contenido de esta propuesta es modificar el esquema
legal que tenemos para la generación y aprovechamiento de la
energía eléctrica. En ese sentido, hay cuatro puntos a partir de los
cuales se busca transformar el modelo vigente y darle
preponderancia a la Comisión Federal de Electricidad (CFE):
1. La iniciativa pretende acabar con el mecanismo de despacho de energía
de las centrales eléctricas que hoy opera, de manera independiente,
el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), para dar prioridad a las
plantas de la CFE. El criterio de despacho es la forma en la que se define qué
centrales inyectan su energía a la red y en qué momento.

2. El segundo punto es que, hasta la fecha, la CFE está obligada a comprar


electricidad a través de subastas, para elegir el precio más barato, y ahora le
pretenden quitar esa obligación. Con las modificaciones a la ley, podría optar por
la electricidad de cualquier planta o fuente, de acuerdo con el nivel de prioridad
que mencionamos antes, y sin hacer subastas, lo que puede afectar en el bolsillo
de los usuarios finales.

3. El tercer tema es que los Certificados de Energía Limpia (CEL) se van a otorgar a
cualquier productor de energía, sin importar si las plantas donde se generan son
nuevas o antiguas, o su fecha de entrada en operación. Eso significa que ya no
habrá incentivos para que puedan crearse nuevas plantas, sino que, si ya
existía una vieja, ésta tendrá la posibilidad de obtener un certificado, con lo que la
opción de invertir en una nueva planta perderá importancia.

4. El cuarto punto es que la iniciativa da opción a revocar permisos que se habían


dado bajo la anterior ley, a pequeños generadores denominados de
autoabastecimiento o cogeneración, los cuales han funcionado como una
alternativa para cubrir las necesidades propias de generación de energía. Tales
permisos pueden ser revocados por una revisión de la Comisión Reguladora de
Energía (CRE). Eso pone en una situación de inseguridad jurídica a todas las
empresas que funcionaban bajo este esquema.
Ilse Nayely Caporal Hernández

¿Qué implicaciones tiene para el sector privado que se


le dé prioridad a la CFE entre las fuentes que
despachan energía al Sistema Eléctrico Nacional?
Dos implicaciones: primeramente, y de manera directa, afectará a
las empresas que invirtieron en la generación de energías limpias,
mediante parques eólicos o solares, las cuales ya no tendrán incentivos para
seguir creciendo o traer inversiones.

Recordemos que nuestro país tiene una riqueza sobresaliente en recursos


solares y eólicos, y con factores meteorológicos (nubosidad, viento, radiación
solar) muy predecibles, lo que hace que las inversiones en la materia sean muy
firmes. Sin embargo, con la reforma que se quiere hacer, este tipo de
inversiones dejaría de ser atractivo.

El segundo impacto será en los grandes consumidores de electricidad, es


decir, para los que están en el Mercado Eléctrico Mayorista, el cual es
operado por el Cenace. Al eliminar el esquema de despacho económico, el
servicio de electricidad, para ellos, también se podrá encarecer. Para los
pequeños consumidores de suministro básico, la ausencia de subastas para
la compra de energía también encarecerá el servicio.

¿Podría haber un impacto en el suministro de


energía eléctrica?
Ese es un efecto que hoy vemos, parecido al impacto de una bola
de billar. Toda la industria eléctrica tiene correlación con
la industria de los combustibles, porque para producir
electricidad necesitas combustible.

Entre 70% y 80% del costo de la electricidad tiene que ver con
cuál combustible se utiliza para su generación. Ese combustible
puede ser combustóleo, diésel, gas natural (los principales que
tenemos en nuestro país), pero también puedes tener orígenes
limpios: la luz solar, el aire, energía nuclear.

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