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Tipos de trastornos de aprendizaje:

clasificación DSM-V

El DSM-V es el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos


Mentales usado muy comúnmente en psicología. Se trata de un
manual que agrupa los distintos trastornos mentales existentes e
integra los criterios requeridos para diagnosticar cada uno de los
trastornos.

Tipos de trastornos de aprendizaje según el DSM-V


Existen diferentes tipos de trastornos de aprendizaje. El manual DSM-
V clasifica los diferentes trastornos en grupos, y en concreto, los
trastornos del aprendizaje se encuentran dentro de los trastornos
específicos del aprendizaje, que forman parte del grupo de los
trastornos del neurodesarrollo, es decir, trastornos originados en el
período de desarrollo de la persona. Además, también se debe
especificar el grado de gravedad del trastorno que presenta la persona
(grave, moderado o leve), que más adelante explicaremos.
Así pues, la clasificación de los tipos de trastornos de aprendizaje
según el manual DSM-V incluye: trastorno de la lectura, trastorno de
la escritura y trastorno del cálculo.
Trastorno del aprendizaje con dificultad en la lectura
El trastorno de la lectura, uno de los tipos de trastornos de aprendizaje
según el DSM-V, se caracteriza por la presencia de un rendimiento
en la precisión, la velocidad o la comprensión de la lectura de las
palabras que se encuentra por debajo del rendimiento esperado en
función de la edad de la persona y de su coeficiente intelectual.
Además, debido a este bajo rendimiento, afecta de forma directa al
rendimiento académico y la cotidianidad de la persona, siempre que se
trate de actividades que conlleven la lectura.
Los/as alumnos/as con trastorno de lectura presentan una capacidad
intelectual normal pero un desarrollo de los procesos lectores por
debajo de lo esperable en atención a su escolarización, edad y nivel
intelectual.

En la lectura oral se observa:

 Omisiones, sustituciones, distorsiones o adiciones de palabras o


parte de la palabra.
 Lectura lenta tanto oral como silenciosa.
 Está afectada la precisión y velocidad lectora.
 Falsos arranques, largas vacilaciones o pérdidas del sitio del texto
que se está leyendo
 Inversiones de palabras en frases o de letras dentro de palabras.

En la comprensión de la lectura se observa:

 Errores en comprensión Incapacidad de recordar lo leído.


 Dificultades para extraer conclusiones o realizar inferencias del
texto leído.
 Tendencia a recurrir a conocimientos generales, más que a la
información obtenida a través de la lectura, para contestar a
preguntas sobre ella

En coherencia con todo ello, habitualmente presentan alteraciones en


uno o varios de los siguientes procesos cognitivos: percepción visual,
procesos lingüísticos, atención o memoria.
.
Trastorno del aprendizaje con dificultad en la escritura
Otro de los tipos de trastornos del aprendizaje del DSM-V es el
trastorno del aprendizaje con dificultad en la escritura. El trastorno de
la escritura, según el DSM-V, afecta a la ortografía, la gramática, la
puntuación ortográfica, la claridad y la organización de la expresión
escrita. Por ejemplo, la persona que padece este trastorno puede
añadir, omitir o sustituir letras o palabras. Por ello, es común que los
textos escritos por alguien que padezca este trastorno sean ilegibles o
difíciles de leer. De modo que, las habilidades para escribir se
encuentran por debajo de las esperadas en relación a la edad de la
persona y su coeficiente intelectual. Así pues, como en el trastorno de
la lectura, el trastorno de la escritura afecta significativamente al
rendimiento académico o a las actividades que la persona acostumbra
a realizar durante su día a día y que están estrechamente
relacionadas con la escritura.
Trastorno que afecta a la exactitud en la escritura de palabras, a la
sintaxis, composición o a los procesos grafomotores; las habilidades
para escribir, se sitúan sustancialmente por debajo de las esperadas
dadas la edad cronológica del sujeto, su coeficiente de inteligencia
evaluada y la escolaridad propia de su edad.

El trastorno producido interfiere significativamente el rendimiento


académico o las actividades de la vida cotidiana que requieren la
realización de textos escritos (p. ej., escribir frases gramáticamente
correctas y párrafos organizados).

El retraso en la escritura debe ser al menos dos años. No puede ser


explicado por discapacidad sensorial, física, motora o intelectual ni por
falta de oportunidades para el aprendizaje o factores socioculturales.

Los /as alumnos/as con trastorno de expresión escrita, presentan una


capacidad intelectual normal pero un desarrollo de los procesos de
escritura por debajo de lo esperable en atención a su escolarización,
edad y nivel intelectual.
Las limitaciones que presentan los alumnos/as se observan
especialmente en la estructuración de frases y en la composición de
textos escritos. Su grafía está afectada, y es frecuente que presenten
múltiples errores ortográficos y de puntuación, pero sobre todo una
estructuración inadecuada de las frases (errores gramaticales) y una
pobre organización de los párrafos de un texto.

Trastorno del aprendizaje con dificultad en el cálculo


Otro de los tipos de trastornos del aprendizaje del DSM-V es el
trastorno del aprendizaje con dificultad en el cálculo. El trastorno del
cálculo, según el DSM-V, se caracteriza por la presencia
de dificultades en el sentido de los números, la memorización de
operaciones aritméticas, el cálculo correcto o fluido y el
razonamiento matemático correcto. Así pues, las capacidades de
cálculo de las personas afectadas por este trastorno se sitúan por
debajo de lo esperado en relación a la edad y el coeficiente intelectual
de la persona. Del mismo modo que en los trastornos anteriores, el
trastorno del cálculo también afecta de manera significativa al
rendimiento escolar y a las actividades cotidianas de la persona que
requieran la capacidad de cálculo.

Gravedad de los trastornos de aprendizaje según el DSM-V


Como hemos mencionado anteriormente, los trastornos de aprendizaje
se pueden padecer en distintos grados de gravedad:
1. Grave: este grado de gravedad se caracteriza por la presencia de
dificultades graves en las habilidades que afectan a múltiples áreas
académicas. De este modo, la persona muestra pocas probabilidades
de poder aprender esas habilidades, por lo que sería necesario
dedicar una enseñanza especializada e intensa durante la mayoría de
los años escolarizados, adaptaciones escolares, adaptaciones en
casa e incluso adaptaciones en el trabajo. Aún así, es posible que la
persona no pueda llegar a ser capaz de realizar las tareas de manera
eficaz.
2. Moderado: en este grado se dan dificultades notables en las
aptitudes de aprendizaje en una o más áreas académicas, por lo
tanto, es improbable que la persona pueda llegar a ser eficaz sin
algún período de enseñanza intenso y especializado. Para poder dar
un refuerzo a las personas afectadas, podría resultar necesario
proporcionar algunas adaptaciones o apoyos en algún momento del
día, no siempre, en la escuela, en casa o en el trabajo.
3. Leve: en este caso, se dan algunas dificultades en las aptitudes de
aprendizaje en una o dos áreas académicas, pero se trata de
dificultades suficientemente leves para que la persona pueda
desenvolverse correctamente aunque en ciertas situaciones, sobre
todo durante la etapa escolar, requiera de alguna adaptación o apoyo
adecuados.
En intervención de los trastornos del aprendizaje se utilizarán
diferentes tipos de estrategias de aprendizaje, entre otras
herramientas. En estos casos, es muy importante la participación de
un psicopedagogo, quien posee conocimientos de los trastornos y los
procesos de aprendizaje.
Para diagnosticar un Trastorno del Aprendizaje (TA) se utilizan
los criterios de la American Psyquiatric Association incluidos en los
manuales DSM-IV y DSM-5 de la APA (American Psyquiatric
Association),  basándose en una síntesis clínica de la historia del
individuo (del desarrollo, médica, familiar, educativa), informes
escolares y evaluación psicoeducativa
En el DSM-IV, los TA (antes Trastornos de las habilidades
académicas) se contemplaban en el grupo de los Trastornos de Inicio
en la infancia, niñez o adolescencia, y distinguían: Trastorno de la
lectura, del Cálculo, de la Expresión escrita y del Aprendizaje no
especificado.

En el DSM-5, en cambio, se contemplan en el grupo de los Trastornos


del Neurodesarrollo (trastornos con origen en el período del desarrollo,
caracterizados por déficits en el desarrollo con dificultades en áreas
específicas o limitaciones globales en lo personal, social, académico o
en el funcionamiento ocupacional), atendiendo al modelo menos
categorial y más dimensional de esta última versión, agrupándose en
una sola categoría: el Trastorno Específico del Aprendizaje, donde se
deben especificar todos los dominios académicos y las habilidades
que están alteradas.

Se registrarán cada una de las áreas académicas y subaptitudes


alteradas,  codificando entonces si es con dificultad en la lectura, en la
expresión escrita o matemática), y especificando las subaptitudes
afectadas (precisión, velocidad o fluidez, etc. …)

ALGUNOS DE LOS T. A SON:


Retraso lector: 
Trastorno del aprendizaje de la lectura y la escritura que afecta a la
exactitud, fluidez y velocidad lectora y/o comprensión lectora así como
a la exactitud en la escritura y que puede explicarse por dificultades de
lenguaje, por discapacidad sensorial, motora, intelectual o por la
influencia de factores socioeconómicos y culturales. El retraso en la
lectura es de entre uno y dos años, afecta a otras áreas del
aprendizaje escolar y, en general, suele responder bien a la
intervención.

Dislalia,
Es como se conoce a la dificultad para producir sonidos de forma
adecuada, siendo además uno de los trastornos del lenguaje más
comunes en la infancia.
 Sin duda el lenguaje es nuestra principal herramienta de relación, no
solo con las personas que nos rodean sino también con nuestro
entorno. Es por ello por lo que cualquier dificultad en la elaboración de
ese lenguaje puede llegar a limitarnos, en mayor o menor medida, esa
relación.
El aprendizaje y manejo del lenguaje se hace a lo largo de la
infancia y es en esta etapa donde pueden surgir algunos
problemas relacionados con su componente fonético, semántico
o pragmático.
Hay que aclarar que el manual de diagnóstico, DSM en su última
actualización, DSM-V, abandona el término dislalia y lo sustituye
por Trastorno de los Sonidos del Habla.  Hecha esta aclaración y
sabiendo que el término actual es el anteriormente mencionado, en
este artículo seguiremos hablando de Dislalia y de Trastorno de los
Sonidos del Habla como sinónimos, volviendo a incidir en que esta
última sería la terminología a utilizar.
 
¿Qué es la Dislalia?

Cuando hablamos de Dislalia nos referimos a una dificultad para


producir sonidos de forma adecuada. Esta dificultad puede estar
asociada a algunos fonemas concretos o a grupos de fonemas.
Normalmente suele tener su origen en un mal uso de los órganos
articulatorios por lo que la articulación no se realiza de forma correcta
y por tanto la pronunciación de determinados sonidos tampoco es la
adecuada.
La Dislalia constituye uno de los trastornos del lenguaje más
comunes en la infancia y cuya identificación se hace de una forma
más sencilla. Suele darse entre los 3 y los 5 años, periodo crítico en la
adquisición del lenguaje.
 
Clasificación y Tipos
Dependiendo de la concepción teórica, las clasificaciones pueden
variar y ser clasificadas por su causa o por también según la dificultad
específica en la articulación de sonidos.
 
Dislalias clasificadas según sus causas

 Dislalia Fisiológica o evolutiva: Este tipo de Trastorno de los


sonidos del habla se produce cuando el niño no repite los
sonidos que escucha. Que esto ocurra es un hecho al que hay
que prestar especial atención ya que a edades tempranas la
mayor parte del aprendizaje se hace por imitación y repetición y
por tanto la ausencia de estos comportamientos puede
desencadenar déficits en el aprendizaje.
También puede ocurrir que, aunque la repetición exista, esta no
se haga de forma adecuada. Suele presentarse en torno a los 4
años.
 Dislalia Orgánica: Son dislalias en las que las dificultades en la
articulación se producen como consecuencia de causas de tipo
orgánico. Estas causas pueden ser malformaciones congénitas,
aunque también pueden ser provocadas por traumatismos,
parálisis periféricas, trastornos del crecimiento…
Según la causa de este tipo de Dislalia podemos establecer dos
subtipos:
 Disartrias: Cuando la causa implica afectación en los centros
neuronales cerebrales. Su origen puede ser muy variado ya que
este puede aparecer desde el nacimiento o ser provocado por
algún tipo de accidente o enfermedad que desencadene una
afectación cerebral.
 Disglosia: Las Dislalia está provocada por malformaciones o
anomalías anatómicas en lo órganos articulatorios. Estas
anomalías pueden asociarse a los labios, el paladar, la lengua,
fosas nasales, dientes o el maxilar. En función de cuál sea el
órgano afectado podremos hablar de Disglosias nasales,
labiales, linguales, mandibulares, palatinas o dentales.
 Dislalia Audiógena: La principal causa se encuentra en la
existencia de una deficiencia auditiva. Si el niño no escucha bien
tendrá dificultades a la hora de oír y discriminar correctamente
los sonidos que forman el habla. Por tanto, su pronunciación se
verá también afectada por este hecho. En estos casos también
suelen aparecer otras alteraciones del lenguaje asociadas a ese
déficit auditivo.
 Dislalia Funcional: Se produce como consecuencia de un mal
funcionamiento de los órganos periféricos del habla, aunque esta
anomalía en las funciones no está provocada por
malformaciones o lesiones. El niño o niña no utiliza estos
órganos de forma adecuada y esto produce una mala
articulación de determinados fonemas. Suele ser la más común.
 Dislalia Mixta: En este apartado se incluyen todas la Dislalias
que presentan manifestaciones de los apartados anteriormente
descritos, de manera simultánea.
 
Dislalias clasificadas según la dificultad en la articulación
Si utilizamos como criterio de clasificación las dificultades en la
articulación tenemos que hacer mención al trabajo de Peña-
Casanova en 2014. Estos investigadores establecen la siguiente
diferenciación en función de los errores de pronunciación en los
sonidos del alfabeto:

 Betacismo: Las dificultades se encuentran en la pronunciación


de la letra B.
 Deltacismo: Las dificultades se encuentran en la pronunciación
de la letra D.
 Gammacismo: Las dificultades se encuentran en la
pronunciación de la letra G.
 Kapacismo: Las dificultades se encuentran en la pronunciación
de la letra K.
 Mistacismo: Las dificultades se encuentran en la pronunciación
de la letra M.
 Rotacismo: Las dificultades se encuentran en la pronunciación
de la letra R.
 Sigmatismo: Las dificultades se encuentran en la pronunciación
de la letra S.
Dislalias clasificadas en función de la capacidad de articulación de
fonemas:

 Dislalia Simple: Es cuando la dificultad se encuentra localizada


en un solo fonema.
 Dislalia Múltiple: Se produce cuando las dificultades
articulatorias se localizan en dos fonemas o más.
 Hotentotismo: La dificultad es generalizada y no se puede
pronunciar ningún fonema correctamente.
 Dislalia Afín: Se produce cuando existe la imposibilidad de
pronunciar correctamente todos los fonemas relacionados de
forma directa con un punto de articulación en concreto.
 
Posibles causas

Al hablar de las causas de la Dislalia, y como puede intuirse a raíz del


apartado anterior, podemos decir que este trastorno tiene un curso y
un desarrollo multicausal. Son distintos elementos los que confluyen
para provocar las consecuencias propias de la Dislalia, entre esas
causas podemos citar: causas físicas o también incluso psicosociales.
 
Formas de evaluación

La Dislalia es un trastorno del lenguaje que se puede identificar de


una forma relativamente sencilla. No olvidemos que estamos
hablando de una pronunciación de determinados fonemas de forma
errónea por lo que su aparición puede detectarse a través de una
mera observación.
Una vez que se detecta la posible existencia de un problema,
evidentemente habría que realizar una evaluación más exhaustiva,
con el fin de confirmar la existencia de dicho problema, así como las
causas del mismo y las posibles repercusiones que este pueda tener.
Para esa evaluación en profundidad pueden utilizarse pruebas como la
de Glatzel, que valora la permeabilidad nasal y la fonoarticulación.
La Prueba de Rosenthal, por su parte, considera el modo
respiratorio.
Estas pruebas específicas también deben combinarse con otras de
carácter cualitativo y, como para la detección, con la observación no
solo de la expresión sino también de la recepción del habla.
Evidentemente el proceso no acabaría en la evaluación ya que el
fin de esta es determinar las causas, las áreas afectadas y la
repercusión que este trastorno tendrá en el individuo y con esa
información establecer una intervención personalizada para, en la
medida de lo posible, solucionar esos déficits creados.
 
Intervención

Normalmente la intervención que reciben las personas que


presentan Dislalia es de carácter fonoaudiológico. En dicha
intervención se trabajan, por ejemplo, lo músculos que intervienen en
la articulación. Estos ejercicios incluyen también la activación de los
aparatos oral y nasal.
Podemos dividir la intervención en dos:
 - Intervención Indirecta
Su principal objetivo es trabajar la maduración de los órganos
fonatorios. En este tipo de intervención se realizan ejercicios como:

 Ejercicios de respiración.
 Ejercicios de soplo.
 Ejercicios de mandíbula.
 Ejercicios de mejillas.
 Ejercicios de las alas nasales.
 Ejercicios del velo del paladar.
 Ejercicios de labios.
 Ejercicios de lengua.
 Ejercicios de relajación.
 Ejercicios de discriminación auditiva y fonemática

o Ejercicios de discriminación de la duración de los sonidos.


o Ejercicios de discriminación de tonos
o Ejercicios de discriminación de juguetes sonoros.
o Ejercicios de discriminación de sonidos producidos por
nuestro propio cuerpo
o Ejercicios de Discriminación de las vocales iniciales.
o Ejercicios de Discriminación de palabras monosílabas
o Ejercicios de discriminación de consonantes con oposición
del rasgo sonoro- sordo
o Ejercicios de discriminación de consonantes cuyos puntos
de articulación están muy próximos.
 
- Intervención directa
Este tipo de intervención busca la articulación del fonema que no se
pronuncia adecuadamente y su posterior generalización en el lenguaje
espontaneo del individuo. Conviene tener en cuenta ciertos factores:

 No solo tener en cuenta el fonema o fonemas que no se


pronuncian correctamente sino también el lenguaje en su
conjunto y la influencia de este en el niño.
 Es importante el tratamiento precoz.
 En el caso de los niños es fundamental la colaboración de los
padres.
 El punto de partida de una buena evaluación es esencial.
 Elaborar un programa de trabajo personalizado.
 La persona que recibe la intervención debe conocer en todo
momento que se va a hacer y cuál es su propósito.
 Evaluación constante de los progresos.
 Intentar varias los ejercicios.
 
Comportamiento de niños con dislalia

Al ser la Dislalia un trastorno con una mayor frecuencia en niños,


consideramos importante incluir también las repercusiones
psicológicas, emocionales e incluso conductuales que puede
experimentar un niño o niña que presente esta problemática.
Este tipo de trastornos, en un porcentaje elevado, pueden provocar en
los niños inseguridad, tensión e incluso ansiedad. Estos factores
pueden dificultar aspectos tan relevantes como la relación social con
los iguales o el autocontrol.
También es frecuente la aparición de una conducta
de sobreprotección por parte de los padres, cuyas repercusiones
en el niño los hacen más sensible hacia su dificultad, así como
también genera una mayor dependencia de este hacia sus padres.
Cuando el niño comienza a hacerse consciente de su problema tiende
a intentar hablar lo menos posible por miedo a la burla. Esto hace
que se inhiban de las relaciones sociales y las dificulta sobremanera.
Es importante no perder de vista los factores personales y
también del entorno en el que el niño se desenvuelve, ya que,
estos tienen una especial relevancia no solo en la aparición de la
dislalia sino también en su mantenimiento.
A su vez teniendo en cuenta estos factores a los que anteriormente
hacíamos referencia podemos favorecer que el niño sea capaz de
superar su trastorno de una manera más natural y con menos
dificultades.

Disortografía

La disortografía hace referencia a un conjunto de errores de la


escritura que afectan a la ortografía, pero no afectan al trazado, la
forma ni la dirección de las letras y palabras escritas. Por tanto, se
debe diferenciar de la sislexia y de la disgrafía. La disortografía afecta
a la aptitud para transcribir el vocabulario hablado o escrito con los
grafemas correspondientes y cumpliendo las reglas ortográficas

Síntomas de la disortografía

Las personas que padecen disortografía acostumbran a presentar una


serie de características comunes en sus errores:
 Sustituyen fonemas debido a su parecido modo de articulación (por
ejemplo: f/z, t/d, p/b).
 Omisiones: tanto en sinfones (dos consonantes en una misma sílaba,
por ejemplo, escriben “bazo” en lugar de “brazo”), como en distensión
silábica (letras que pierden fuerza en su pronunciación, por ejemplo,
escriben “la” en lugar de “las”) y también en sílabas en su totalidad
(escriben “pron” en lugar de “pronto”). También se produce la omisión
de la letra “h”, o incluso pueden llegar a omitir palabras completas.
 Adiciones: es decir, añadir tanto letras (por ejemplo, escriben
“bacalado” en lugar de “bacalao”), sílabas (por ejemplo, escriben
“patatata” en lugar de “patata”) o incluso palabras.
 Inversiones: de grafemas (por ejemplo, escriben “bulsa” en lugar de
“blusa”), de sílabas (por ejemplo, escriben “telenofo” enlugar de
“teléfono”) o incluso de palabras.
 Otro síntoma de la disortografía se caracteriza por la sustitución de
letras que son parecidas por su posición (d/b, b/p), o letras que
tienen características visuales parecidas (m/n, a/e).
 Confunden palabras que tienen distintos significados según con que
fonemas se escriban (botar y votar).
 Las personas que padecen disortografía también confunden palabras
que admiten sonidos diferentes según las vocales, es decir, palabras
que se pronuncian de una manera u otra en función de las vocales
(gato, guitarra, zapato, cereza, jarrón, girar).
 Dificultades para separar palabras en sílabas.
 Otra característica de las personas que padecen disortografía es la
presencia de errores en los signos de puntuación y tildes.
 No usan mayúscula tras un punto o al principio del texto.

Causas de la disortografía

Existen variedad de causas de la disortografía:


 Déficit en la percepción
 Déficit de la memoria visual y de la memoria auditiva
 Deficiencia espaciotemporal (dificultades para situarse en espacio y
tiempo)
 La disortografía también puede ser causada por una inmadurez
intelectual
 Problemas o dificultades fonológicas
 Conocimiento y uso pobre del vocabulario
 Otra de las causas de la disortografía es una baja motivación
 Dificultades para atender a la tarea que conlleva la escritura. En este
caso, es importante detectar si existe un déficit de atención.
 Problemas en el método de enseñanza
Tratamiento de la disortografía

En primer lugar se llevará a cabo una evaluación para descartar que el


paciente presente otros trastornos relacionados con la escritura
como la disgrafía o la dislexia.
A continuación, para poder realizar un tratamiento adecuado de la
disortografía es esencial tener en cuenta los factores relacionados con
el aprendizaje de la ortografía. Por tanto, es importante evaluar el nivel
cognitivo del paciente, ya que conocer este nivel nos permite obtener
datos relevantes sobre su ortografía, como la capacidad de memoria a
corto plazo, la capacidad de razonamiento, la comprensión verbal y la
velocidad de procesamiento. Se puede realizar algún test de
inteligencia específicos para niños para descartar otras dificultades.
También es de suma importancia evaluar la ortografía del paciente,
así como su capacidad lecto-escritora con la finalidad de observar
las dificultades y errores cometidos por el paciente. Esta evaluación se
puede llevar a cabo mediante test psicológicos y/o mediante ejercicios
como dictados, copiar un texto o escribir libremente.
Así pues, es apropiado trabajar con el paciente estrategias de mejora
de su ortografía, siempre respetando su ritmo de aprendizaje, de
modo que poco a poco pueda llegar a dominar esas estrategias y
permitirse un aprendizaje igual que el de sus compañeros que no
padecen disortografía.
Una de las tareas externas al colegio, que puede ser llevada a cabo
por la familia o profesionales externos, es la revisión de los ejercicios
hechos en la escuela, para poder corregir sus errores e intentar
trabajar para mejorarlos, ya sea explicándole su forma correcta o
practicando ejercicios similares.
Además, el hecho que la escuela, la familia y un profesional externo
puedan trabajar conjuntamente para mejorar la situación del paciente
con disortografía es muy enriquecedor, ya que permite compartir
conocimientos y recursos a fin de dar un mayor apoyo al paciente.
Disfasia

Las personas que padecen disfasia acostumbran a mostrar


dificultades de comprensión y expresión del lenguaje. Además, no sólo
adquieren el lenguaje tardíamente sino que lo hacen de forma
incorrecta por lo que se refiere a la fonética, a la estructura o al
contenido.

Definición de disfasia

La disfasia o también llamado trastorno específico del lenguaje se


define como una alteración en el desarrollo del lenguaje que se da
sin verse afectados los demás factores evolutivos. Se trata de una
alteración en el lenguaje que se manifiesta desde el inicio del
desarrollo lingüístico, que aparece con retraso y afecta a la persona de
forma duradera ya sea con menor o mayor gravedad. Así pues, se
considera una dificultad innata de la persona. Además, la disfasia se
considera una afectación específica del lenguaje ya que no se justifica
por ningún déficit sensorial, motriz, intelectual o socioemocional, sino
que es un trastorno único y exclusivo del procesamiento del lenguaje.
Es necesario diferenciarla de la dislexia y de la disatria.
A pesar de que la disfasia sea una afectación específica del lenguaje,
también puede coexistir con otros trastornos, como por ejemplo, con
discapacidad intelectual, trastorno del espectro autista, entre otros. Por
lo que es importante diferenciar el origen de las variables que afectan
a la persona, es decir, diferenciar los aspectos y dificultades
estrictamente lingüísticas de las demás variables que son debidas a
otro trastorno distinto a la disfasia.
Las personas que padecen disfasia, como consecuencia de las
afectaciones del trastorno, no solo presentan dificultades en el
lenguaje, sino que también muestran afectadas sus capacidades de
relacionarse, de atención y de comportamiento. Así pues, las
personas con disfasia presentaran características como las siguientes:
 Dificultad para relacionarse con sus compañeros.
 Aislamiento. La misma persona decide aislarse o sus compañeros le
aíslan.
 Disminución de la atención para trabajar.
 Otra característica de las personas con disfasia es que acostumbran a
ser repetitivas en sus hábitos.
 Dificultad para adquirir conocimientos.
 Dificultades para la comprensión de espacio y tiempo.
 Otra característica de las personas que padecen disfasia es que
presentan mayores complicaciones cognitivas en comparación con las
personas que no padecen disfasia.
Tipos de disfasia

Se pueden diferenciar tres tipos de disfasia:


 Disfasia motriz o expresiva: las personas que padecen este tipo de
disfasia muestran un buen nivel de comprensión pero, al mismo
tiempo, presentan una destacada dificultad para poder imitar los
sonidos de fonemas y palabras, y poseen un lenguaje espontáneo
pobre y escaso.
 Disfasia sensorial o receptiva: este tipo de disfasia se caracteriza
por la presencia de dificultades en las asociaciones verbales, en la
interpretación del lenguaje ambiental (por ejemplo, dificultad para
interpretar las sensaciones que nos dan los colores claros en una
habitación) y en la evocación verbal de objetos (dificultad para
recordar el nombre de los objetos, por ejemplo, cuando se dice “lo
tenía en la punta de la lengua” nos referimos a que nos ha resultado
difícil recordar el nombre de un objeto determinado).
 Disfasia mixta: esta disfasia se refiere al conjunto de síntomas
motores y sensoriales que se muestran afectados, es decir, incluye
las dificultades de los dos tipos de disfasias anteriores.
Causas de la disfasia

La disfasia tener diferentes origenes. Las causas de la disfasia que


podemos encontrar son:
 Traumatismos o golpes en determinadas zonas del cerebro.
 Tumor cerebral.
 Causas de la disfasia originadas en el momento del parto (por
ejemplo, falta de oxígeno al nacer, traumatismos cerebrales en el
parto, entre otros).
 Enfermedades infecciosas que afectan al cerebro.
 Factores genéticos y hereditarios.
 Otra de las causas de la disfasia son las alteraciones en los órganos
que intervienen en la emisión del lenguaje.
 Causas ambientales: se refieren a la influencia negativa en el
desarrollo emocional y afectivo por parte del entorno familiar, social,
cultural y natural de la persona.
Tratamiento de la disfasia

No existe un único modelo de tratamiento para la disfasia o trastorno


específico del lenguaje ya que cada persona es distinta y, por lo tanto,
presenta distintas dificultades y necesidades. Por esta razón, es
recomendable adaptar el tratamiento a la edad del paciente y a sus
características individuales. Pero sí que existe un modelo habitual
constituido por tres niveles, los cuales deben ser adaptados a la
persona y, por lo tanto, no habrá dos iguales. A continuación, se
describen los tres niveles del tratamiento de la disfasia:
1. El primer nivel es el denominado “estimulación reforzada”, que
consiste en presentarle al paciente estímulos comunicativos y
verbales naturales en contextos reales y facilitadores, en los que el
paciente pueda poner en práctica las estrategias implicadas en el uso
del lenguaje. De este modo, se pretende aumentar la estabilidad de
los estímulos y estrategias y, también, aumentar la intensidad de las
interacciones que el paciente establece con otras personas.
2. El segundo nivel hacer referencia a la llamada “reestructuración
del lenguaje”, donde se pretenden modificar todos los aspectos de la
comunicación y del lenguaje con la finalidad de facilitar su desarrollo.
En este nivel, se propone introducir métodos que puedan aumentar la
facilidad de la comunicación, como por ejemplo, añadir información
visual, táctil o motriz, además del componente acústico del habla.
3. Finalmente, el tercer nivel del tratamiento de la disfasia se
caracteriza por la introducción de un sistema alternativo de
comunicación, en los casos en que la comunicación verbal no sea
posible o se encuentre muy limitada. En algunos casos, esta sería la
solución definitiva, aunque en la mayoría de los casos este sistema
alternativo termina transformándose en un sistema que aumenta el
desarrollo de la capacidad comunicativa.
Cabe destacar que estos tres niveles son complementarios y flexibles.
Simplemente, se trata de una pequeña guía práctica que algunos
profesionales recomiendan para tratar la disfasia.
Disgrafía.

La disgrafía es un trastorno neurológico de carácter funcional que


afecta a la escritura, concretamente al trazado o a la grafía.
Frecuentemente, las personas que padecen este trastorno muestran
dificultades en el control de la escritura, ya que el control de esta es un
acto neuro-perceptivo motor que se ve afectado en la disgrafía.

Definición de disgrafía

La disgrafía es un trastorno que afecta al desarrollo y la


adquisición de la habilidad escritora de las personas, provocando,
sobretodo, dificultades en las escrituras libres, en los dictados y en el
copiado de un texto ya escrito.
Además, la disgrafía se debe diferenciar de algunos casos, como tener
mala letra, las dificultades generales propias de la edad en la que se
da el proceso de aprendizaje de la escritura, la dislexia. Así pues, la
disgrafía se distingue de esos casos ya que las personas que padecen
este trastorno tienen dificultades para recordar y dominar
automáticamente los movimientos motores necesarios para escribir
letras o números y formar palabras. Por lo tanto, la disgrafía afecta a la
habilidad escritora y a la ortografía, tanto a la escritura de palabras
completas y textos como de letras aisladas.

Características de la escritura en la disgrafía

Las personas que padecen disgrafía acostumbran a compartir una


serie de características en su escritura. Las características de la
escritura en la disgrafía son:
 Letra difícil de entender.
 Escritura en espejo: letras escritas como si fueran el reflejo de un
espejo, es decir, al revés.
 Espacios incorrectos o irregulares de las letras y palabras: palabras
juntas o sílabas separadas.
 Mala presentación: sucia y con marcas de haber borrado palabras
para escribirlas de nuevo.
 Letra irregular tanto en forma como en tamaño.
 Letras mayúsculas y minúsculas usadas incorrectamente.
 Mala postura corporal y manera incorrecta de coger el lápiz a la hora
de escribir.
 Escriben de manera lenta y torpe, con errores.
 Eliminación u omisión de letras.
 Letras invertidas.
 Confusión de letras: por ejemplo, cambiar una “a” por una “e”.
 Inclinación de las letras.
 Inclinación del renglón, dando lugar a un texto torcido.
 Trazo grueso y apretando fuerte o muy suave casi sin dejar rastro de
lo que se escribe.
Tipos de disgrafía

Cuando hablamos de los tipos de disgrafía, debemos diferenciar dos


grandes clasificaciones que, cada una de ellas incluye diferentes tipos
de disgrafía:

Disgrafía adquirida
La disgrafía adquirida consiste en dificultades en la escritura debida
como consecuencia de una lesión cerebral en personas que ya
sabían escribir, por ejemplo, personas que han sufrido un
traumatismo en una zona determinada de la cabeza. En la disgrafía
adquirida, podemos diferenciar las disgrafías centrales y las disgrafías
periféricas:
1. Disgrafía adquirida central: este tipo de disgrafía afecta a los
aspectos lingüísticos implicados en la escritura de las palabras. Dentro
de la disgrafía adquirida central encontramos tres tipos distintos:
 Disgrafía adquirida fonológica: este tipo de disgrafía se da cuando
la ruta fonológica se ve afectada, en esta ruta no se reconocen las
palabras en su totalidad, sino que se reconocen unidades pequeñas
como las sílabas y las letras. Esta disgrafía da lugar a dificultades
para comprender las reglas de conversión grafema-fonema, es decir,
para relacionar el sonido y la pronunciación de las palabras con su
forma de escribirlas, por lo tanto, las personas que padecen esta
disgrafía suelen cometer errores cuando escriben palabras
desconocidas, que no forman parte de su escritura cotidiana. Por
ejemplo, la letra “g” cuando se pronuncia sola tiene una entonación
distinta a cuando se une a la palabra “gato”.
 Disgrafía adquirida superficial: este tipo de disgrafía se da cuando
se ve afectada la ruta visual, ruta que permite reconocer las palabras,
pero no permite descodificar palabras sin comprenderlas o sin
conocerlas con anterioridad. Por esta razón, las personas
acostumbran a escribir lentamente e incluso deletreando las palabras,
presentan errores ortográficos, problemas en la memoria visual,
dificultades para escribir palabras difíciles y desconocidas o poco
usuales en su día a día, entre otros.
 Disgrafía adquirida profunda: este tipo de disgrafía se da cuando se
ven afectadas las dos rutas anteriores (visual y fonológica). Esta se
caracteriza porque se cometen errores semánticos, por ejemplo,
sustituyen fútbol por baloncesto, dando lugar a una substitución de
palabras que forman parte de un mismo campo semántico, en este
caso deportes. Además, se presentan dificultades para escribir una
palabra dictada por otra persona, aunque se conozca su significado.
2. Disgrafía adquirida periférica: en este caso, las personas que
padecen este tipo de disgrafía muestran dificultades para recordar los
movimientos requeridos para poder trazar una letra o escribir palabras
y frases.
Disgrafía evolutiva
La disgrafía evolutiva se da en personas que se encuentran en el
proceso de aprendizaje de la escritura ya que nunca antes habían
aprendido a escribir, generalmente se trata de niños hasta siete
años o, en casos excepcionales, en personas analfabetas. Dentro de
la disgrafía evolutiva, podemos diferenciar tres tipos de disgrafía
distintos:
 Disgrafía evolutiva fonológica: las personas que padecen una
disgrafía evolutiva fonológica o superficial acostumbran a presentar
las mismas dificultades que las personas que padecen una disgrafía
adquirida fonológica o superficial, aunque se diferencian ya que en las
evolutivas se trata del proceso natural de aprendizaje y en las
adquiridas se trata de personas que antes de sufrir una lesión
cerebral ya sabían escribir.
 Disgrafía evolutiva superficial.
 Disgrafía evolutiva mixta: en cambio, a diferencia de la disgrafía
adquirida profunda, en la disgrafía evolutiva mixta no se dan errores
semánticos. La disgrafía mixta es la más frecuente dentro de las
disgrafías evolutivas, ya que las dificultades que se dan en una de las
rutas (visual o fonológica), como consecuencia, dificulta el desarrollo
de la otra ruta.
Causas de la disgrafía

Como hemos mencionado anteriormente, hay dos posibles causas de


disgrafía (adquirida o evolutiva) y se encuentran varias causas que
pueden originar cualquiera de las dos:
 Problemas de lateralización.
 Dificultades motrices: dificultad en el movimiento, tanto de dedos
como de las manos, y dificultades en el equilibrio y la organización
general del cuerpo.
 Factores de personalidad: causas relacionadas con la
personalidad y las características de la persona que padece la
disgrafía, por ejemplo, si la persona es rápida o lenta.
 Causas pedagógicas: existen causas relacionadas con la educación
recibida en relación a la escritura, como por ejemplo, haber estado
sometido a una enseñanza rígida y no adaptada a las diferencias
individuales de cada alumno, someterse a exigencias marcadas por el
profesor, la familia y la presión social entre compañeros como escribir
bien y rápido, entre otros.
 Dificultades en la habilidad viso-perceptiva: problemas para
identificar aquello que se ve. Por ejemplo, dificultades para interpretar
qué es una pelota cuando la persona la tiene delante o la ve en una
fotografía.
 Dificultades para retener una palabra en la memoria y dificultades
en la capacidad de recuperar una palabra que se supone que
deberíamos retener en la memoria.
 Coordinación viso-motriz: dificultades en la habilidad de coordinar el
movimiento del cuerpo con la visión.

Tratamiento de la disgrafía

Es de gran importancia diagnosticar y tratar la disgrafía lo antes


posible, debido a su efecto negativo, sobretodo, en el ámbito
académico. Pero antes de empezar a tratarla, se deben observar
atentamente cuales son las dificultades que presenta la persona, para
poder hacer un abordaje concreto y centrado en las características
concretas de cada paciente, es decir, para poder realizar un
tratamiento adaptado y centrado en la persona.
Para tratar adecuadamente la disgrafía se debe intervenir en distintas
áreas:
 La psicomotricidad gruesa (capacidad de movimiento global): enseñar
al paciente cuál es la postura correcta para poder escribir, con el
objetivo de poder corregir su mala postura, por ejemplo, cómo debe
sentarse, la distancia entre la cabeza y el papel, posición del papel,
como se debe coger el lápiz, entre otros.
 La psicomotricidad fina (movimientos más detallados, que requieren
más control, generalmente movimientos con los dedos): este tipo de
movimientos deben ser tratados ya que afectan a la dependencia de
la mano y los dedos, con el objetivo de conseguir que el paciente
adquiera precisión y coordinación a la hora de escribir. Algunos
ejemplos de ejercicios para fortalecer la psicomotricidad fina son
recortar papeles de alguna forma determinada y repasar líneas.
 La percepción: es importante trabajar la percepción ya que las
dificultades que los pacientes muestran en relación a la percepción
temporal, espacial, viso-perceptiva y atencional, pueden causar
errores o dificultades en la fluidez, inclinación y orientación de la
escritura.
 La viso-motricidad: la función de la viso-motricidad es coordinar el
movimiento de los ojos con el movimiento del cuerpo. En el caso
que esta función se vea afectada, sobre todo cuando se trata del
movimiento de las manos y los dedos, dificulta la escritura de las
personas y, por ello, se debe trabajar la mejora de ésta coordinación.
 La grafo-motricidad: es necesario tratar la grafo-motricidad para
poder corregir los movimientos básicos de la escritura. Para ello,
se recomienda realizar ejercicios que estimulen los movimientos
básicos de las letras, como escribir una letra uniendo puntos ya
marcados, repasar letras o figuras ya escritas o dibujadas, seguir
cenefas que conlleven movimientos en bucle, entre otros.
 La grafo-escritura: para tratar el área de la grafo-escritura
habitualmente se usan ejercicios de caligrafía, para poder mejorar
todas las letras que conforman el abecedario.
 El perfeccionamiento escritor: en este caso, se pretende mejorar la
fluidez escritora y las faltas de ortografía. Se recomienda realizar
ejercicios como copiar letras, unir sílabas para formar una palabra,
unir una palabra con su dibujo correspondiente (por ejemplo, unir la
palabra “pelota” con el dibujo de una pelota), entre otros.
 La relajación: es habitual que el paciente se fatigue entre actividades
que conlleven mucho esfuerzo, por eso, se recomienda relajar la
muñeca, los dedos, etcétera. Para ello, pueden ser útiles
estos ejercicios de relajación para niños.

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