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Presentado por:
1. BARRANTES ALVAREZ ROXANA MABEL
2. BAUTISTA VIVANCO MILAGROS YHASSLEYT
3. CORIMAYA CALDERON INGRID LEILA
4. CRUZ OCHOCHOQUE JHON
5. KJURO SIVINCHA MONICA
6. LAURA ALE DAMIAN JULIO AKIHITO
7. LÁZARO VELASQUEZ YOLANDA MARITZA
8. ORTIZ ROMERO DAYANA MARILIA
9. PACHECO GALLEGOS CRYSSTAL CONSUELO VIRGINIA
10. PEREIRA GONZALES CLAUDIA VANESSA
11. PHOCCO SUICO SONIA JULIA
12. QUIÑONES AGUILAR RODOLFO
13. ROJAS GARCIA KAREN JERELIN
TRASTORNOS ESPECIFICOS DEL APRENDIZAJE
315.2 (F81.81) Con dificultad en la expresión escrita:
CRITERIOS DIAGNOSTICOS
CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS
Es difícil establecer la prevalencia del Aunque la dificultad para escribir (p. ej.,
trastorno de la expresión escrita caligrafía particularmente pobre o
porque muchos estudios sobre la escasa aptitud para copiar o incapacidad
prevalencia de los trastornos del para recordar secuencias de letras
aprendizaje no suelen distinguir entre integradas en palabras usuales) puede
los trastornos específicos de la aparecer en el primer curso de la
lectura, el cálculo y la expresión enseñanza básica, el trastorno de la
escrita. El trastorno de la expresión expresión escrita rara vez se diagnostica
escrita va prácticamente siempre antes de finalizar el primer curso, puesto
asociado a otros trastornos del que la enseñanza formal de la escritura
aprendizaje. no suele llevarse a cabo hasta ese
momento en la mayor parte de los
centros escolares. Es habitual que el
trastorno se ponga de manifiesto durante
el segundo curso. Ocasionalmente se
observa un trastorno de la expresión
escrita en niños mayores o en adultos,
sabiéndose muy poco acerca de su
pronóstico a largo plazo
En lo que se refiere al género, tal y como sucede en la mayoría de los trastornos del
neuro-desarrollo, son mucho más frecuentes en el masculino con proporciones que
varían entre 2:1 y 3:1. No obstante, considerando su prevalencia diferencial podemos
encontrar variabilidades importantes en las manifestaciones sintomatológicas a lo largo
de su curso evolutivo, con un inicio temprano en la infancia y presumible cronicidad en
etapas posteriores
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
CRITERIOS DIAGNOSTICOS
a) Destrezas lingüísticas.
Son deficiencias relacionadas con la comprensión de términos matemáticos y la
conversión de problemas matemáticos en símbolos matemáticos.
b) Destrezas de percepción.
Dificutad en la capacidad para reconocer y entender los símbolos. También para
ordenar grupos de números.
c) Destreza matemática.
Se incluye la dificultad con las operaciones básicas y sus secuencias (suma, resta,
multiplicación y división).
d) Destreza de atención.
Se trata de dificultades en copiar figuras y observar los símbolos operacionales
correctamente.
PREVALENCIA DESARROLLO Y CURSO
• Organización espacial
• Atención visual • Atención procedimental
• Aspectos grafo motores (número)
• Razonamiento y juicio numérico
• Memoria y estimación de cantidades
• Velocidad y precisión de hechos aritméticos
• Estimación de magnitudes
• Recuerdo y aplicación de algoritmos
• Resolución de problemas
315.00 F81.0 TRASTORNO ESPECIFICO DE LA LECTURA
CRITERIOS DIAGNOSTICOS
1) El nivel de resolución en lectura está por debajo del nivel esperado en función de
la edad, de la inteligencia global y del centro escolar al que acude.
2) En el preescolar pueden presentarse dificultades en aprender el alfabeto, en
nombrar correctamente las letras, en ritmar fonéticamente las palabras y en analizar
o categorizar sonidos (con agudeza auditiva normal).
3) En Básica, errores en lectura oral, como:
• Omisión, sustitución, distorsión o suma de palabras o parte de palabras
• Nivel de lectura lento
• Inicio dubitativo, dudas intermedias, "pérdida del punto de lectura" en el texto
• elaboración y lectura de las frases incorrecto; e) Inversiones en palabras, en
oraciones, en sílabas o letras dentro de palabras.
4) También hay un déficit en la comprensión lectora, como:
• Incapacidad de recordar lo leído
• Incapacidad para poder sacar conclusiones del material leído
• Usa conocimientos generales, más que la información particular, para
contestar preguntas sobre una historia previamente leída.
➢ Dificultades para recitar el alfabeto, para hacer rimas simples, para denominar
correctamente las letras y para analizar o categorizar los sonidos (a pesar de
una agudeza auditiva normal). Más tarde pueden presentarse errores en la
lectura oral como, por ejemplo:
➢ Falsos arranques, largas vacilaciones o pérdidas del sitio del texto en el que
se estaba leyendo.
➢ Inversiones de palabras en frases o de letras dentro de palabras.
➢ También pueden presentarse déficits de la comprensión de la lectura, como
las siguientes:
PREVALENCIA DESARROLLO Y CURSO
A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o desarrollo
que se caracteriza por (1) y/o (2):
1. Inatención
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda
con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las ACTIVIDADES sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso
para comprender las tareas o INSTRUCCIONES.
* Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia falla en PRESTAR la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en las tareas
escolares, en el trabajo o durante otras actividades (por ejemplo, se pasan por alto o se pierden detalles, el trabajo no
se lleva a cabo con precisión).
b. Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por ejemplo, tiene
dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o lectura prolongada).
c. Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo, parece tener la mente en otras
cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
d. Con frecuencia no sigue las INSTRUCCIONES y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes
laborales (por ejemplo, inicia tareas, pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
e. Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por ejemplo, dificultad para gestionar tareas
secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo;
mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
f. Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en INICIAR tareas que requieren un esfuerzo mental
sostenido (por ejemplo, tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación
de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
g. Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por ejemplo, materiales escolares, lápices, libros,
instrumentos, billetero, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).
h. Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos, puede incluir
pensamientos no relacionados).
i. Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias; en
adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).
2. Hiperactividad
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda
con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso
para comprender las tareas o instrucciones.
* Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas.
a. Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
b. Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (por ejemplo, se levanta en
clase, en la oficina o en otro lugar de TRABAJO, en situaciones que requieren mantenerse en su lugar.
c. Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En adolescentes o adultos,
PUEDE limitarse a estar inquieto.).
d. Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en ACTIVIDADES recreativas
e. Con frecuencia está `ocupado`, actuando como si `lo impulsara un motor` (por ejemplo, es incapaz de estar o se
siente incómodo estando quieto DURANTE un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden
pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos).
f. Con frecuencia habla excesivamente.
Impulsividad
g. Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta (por ejemplo, termina
las frases de otros; no respeta el turno de conversación)
h. Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola).
i. Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o
actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso; en adolescentes y
adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los otros).
B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años.
C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (por ejemplo, en
casa, en el COLEGIO o el trabajo; con los amigos o familiares; en otras actividades).
D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o
reducen la calidad de los mismos.
E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y
no se explican mejor por otro trastorno mental (por ejemplo, TRASTORNO DEL ESTADO DE ÁNIMO, trastorno
de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias).
En función de los resultados se podrán clasificar las siguientes presentaciones:
Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad)
DURANTE los últimos 6 meses.
Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 pero no se cumple el criterio A2
(hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.
Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) y no se
cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses.
Especificar si:
En remisión parcial: cuando previamente se cumplían todos los criterios, no todos los criterios se han cumplido
durante los últimos 6 meses, y los síntomas siguen deteriorando el funcionamiento social, académico o laboral.
Especificar la gravedad actual:
Leve
Moderado
Severo
CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS
La característica principal del TDAH es un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-
impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo. La inatención se manifiesta
conductualmente, como desviaciones en las tareas. Falta de persistencia, dificultad para mantener la
atención, y desorganización que no se deben a un desarrollo o falta de comprensión. La hiperactividad se
refiere a una actividad motora excesiva. EN LOS ADULTOS, la hiperactividad puede manifestarse como
una inquietud extrema y un nivel de actividad que cansa a las otras personas. La impulsividad se refiere a
acciones apresuradas que se producen en el momento sin reflexión y que crean un gran riesgo de dañar al
individuo (p.ej., ir corriendo a la calle sin mirar), la impulsividad puede reflejar un deseo de recompensa
inmediata o la incapacidad de retrasar la gratificación. Los comportamientos impulsivos pueden
manifestarse como una tendencia a inmiscuirse socialmente y/o a tomar decisiones importantes sin tomar
en cuenta las consecuencias a largo plazo.
El TDAH empieza en la infancia. El requisito de que varios síntomas estén presentes antes de los 12 años
de edad transmite la importancia de una presentación clínica sustancial durante la infancia. Al mismo
tiempo no se especifica una edad de inicio más temprana por las dificultades para establecerse
retrospectivamente y con precisión el inicio durante la infancia. La mayoría de los síntomas infantiles en
los adultos tiende a ser poco fiable y convendría obtener información adicional.
Las manifestaciones del trastorno deben estar presentes en mas de un entorno. La confirmación de los
síntomas sustanciales en los diferentes entornos normalmente no se puede realizar con precisión sin
consultar con informantes que hayan observado al individuo en esos contextos. De manera característica,
los síntomas varían dependiendo del contexto dentro de cada entorno. Los signos del trastorno pueden ser
mínimos o estar ausentes cuando el individuo recibe recompensas frecuentes por comportamientos
apropiados, está bajo estrecha supervisión esta en una situación, nueva, esta participando en actividades
especialmente interesantes, o esta en situaciones donde interactúa cara a cara con otras personas.
Los retrasos leves del desarrollo lingüístico motor o social no son específicos del TDAH, pero
frecuentemente concurren. Entre las características asociadas se puede incluir la baja tolerancia a la
frustración, la irritabilidad y la labilidad del estado de ánimo. Incluso en usencia de un trastorno especifico
del aprendizaje, muchas veces esta deteriorados el rendimiento académico o laboral. El comportamiento
inatento este asociado a varios procesos cognitivos subyacentes y los individuos con TDAH pueden mostrar
problemas cognitivos en las pruebas de atención, función ejecutiva o de memoria, aunque estas pruebas no
son suficientemente sensibles para servir de indicios diagnósticos. Al llegar a la juventud, el TDAH se
asocia a un mayor riesgo de intentos de suicidio, principalmente cuando hay trastornos comórbidos del
estado de animo o de la conducta o exista consumo de sustancias.
Ningún marcador biológico es diagnostico para el TDAH. Como grupo, comparando con otros niños de su
edad, los niños con TDAH muestran electroencefalogramas con aumento de las ondas lentas, un volumen
cerebral total reducido en las imágenes de resonancia magnética y posiblemente un retraso en la maduración
del córtex desde la zona posterior a la anterior, aunque estos hallazgos no son diagnósticos. Incluso en los
casos poco frecuentes, en que hay una consecuencia genética conocida (p.ej., el síndrome del X frágil el
síndrome de la deleción de 22q11) se debe seguir diagnosticando la presentación del TDAH.
Según Pascual (2008) afirma que a medida que ha pasado Los trastornos por déficit de atención e
el tiempo se han ido incrementando los porcentajes de hiperactividad (TDAH) vienen definidos por la
personas que padecen este cuadro, a la vez que ha ido presencia de tres síntomas fundamentales: 1.
disminuyendo la edad a la que puede ser diagnosticado. Disminución de la atención. 2. Impulsividad. 3.
Si bien hace unos años se estimaba la prevalencia del Hiperactividad.
TDAH en el 4%-6%, los últimos estudios
epidemiológicos dan cifras que rondan el 20% y hasta los El trastorno funcional, es decir, las alteraciones
más prudentes sitúan la prevalencia por encima del 10%. clínicas, se llevan a cabo por problemas
Es posible que las diferentes pruebas valorativas jueguen bioquímicos en proyecciones de conexión entre
un papel importantísimo en los porcentajes de los lóbulos frontales y los núcleos basales, que
prevalencia. Así, las europeas son muy restrictivas y dan afectan tanto al transporte como a la
porcentajes mucho más bajos que las americanas, que son recaptación de la dopamina y en menor grado,
más generosas en valorar positivamente hechos no de la serotonina y de la norepinefrina. Ello
reconocidos por las europeas, y por ello dan prevalencias ocurre tanto en los sujetos en los que el
más altas. Es verdad que todavía no se ha establecido una trastorno tiene origen genético como en los de
frontera entre personalidad y patología en las causa adquirida.
manifestaciones externas de los sujetos con TDAH y ello
Durante la edad escolar se muestran dispersos,
puede elevar las cifras de prevalencia. Tal vez ello llegue
infantiles, inmaduros, mienten y pueden
a través de los trastornos comórbidos. El TDAH ha sido
sustraer dinero en casa, se levantan del pupitre
considerado como un cuadro que predominaba
muchas veces, interrumpen a otros niños y a
ampliamente en los varones respecto a las mujeres, pero
profesores, les cuesta aprender a leer y escribir,
esta teoría va perdiendo fuerza a medida que pasa el
tienen dificultades especialmente para las
tiempo y actualmente se estima que su prevalencia es
Matemáticas y la Lengua, presentan fracaso
muy similar en ambos sexos, si bien parece que en los
escolar con mucha frecuencia, muestran su falta
varones puede predominar la hiperactividad y en las
de habilidad motriz tanto en el manejo del lápiz
mujeres el déficit de atención. Asimismo, se consideraba
y cuchara como en los deportes de habilidad (ej:
tradicionalmente que este trastorno era exclusivo de la
el fútbol). En épocas prepuberales siguen
infancia y adolescencia.
presentando las mismas alteraciones descritas
El cuadro persiste en la edad adulta y sus manifestaciones más y, además, muestran sus tendencias al
graves para la familia y la sociedad, y las dificultades para machismo, exhibicionismo y ausencia de
controlarlas suelen ocurrir a esta edad. La importancia sentido del ridículo. Comienzan pronto a ser
alcanzada por este síndrome a nivel familiar, social y sanitario expulsados de los colegios por su bajo
está fuera de duda. El hecho de haberlo considerado hasta rendimiento y por su comportamiento
ahora como una “patología menor”, con el erróneo argumento conflictivo. Durante la pubertad y vida adulta
emitido por muchos (con escasos conocimientos sobre la joven pueden comenzar o continuar los grandes
repercusión de este síndrome) de que está problemas, tales como fracaso escolar y laboral.
“sobredimensionado” ha llevado acarreado, si no un desinterés
total por su estudio, al menos un interés inferior al de su
auténtica importancia. Hoy constituye, junto con la alergia, la
patología más frecuente en el niño, y, junto con otros Para sistematizas el trastorno por déficit de
trastornos psiquiátricos de identificación mejor definida, una atención e hiperactividad se inicia en la
de las patologías de mayor prevalencia y un desafío para el
infancia, continúa en la adolescencia y, en más
futuro en la investigación psiquiátrica y neurológica en los
adultos. de la mitad de los casos, persiste en la edad
adulta. Tan solo un 10-20 % de los casos no
tratados evolucionan favorablemente en la edad
adulta. Lo habitual es que los tres síntomas
cardinales del TDAH (falta de atención,
hiperactividad e impulsividad) persistan,
aunque con variaciones en su manifestación.
Habitualmente, con el paso del tiempo la falta
de atención va predominando sobre los otros
dos. Esto es debido a dos cuestiones: por un
lado, con la edad las demandas atencionales
aumentan y la inatención se hace más relevante.
Por otro lado, la hiperactividad y la
impulsividad se atenúan. Aunque algunos
síntomas mejoren con el tiempo, es importante
en muchos casos continuar con el tratamiento al
llegar a la edad adulta. A pesar de ello, es muy
habitual que los adolescentes abandonen el
tratamiento, incluso alentados por sus
familiares y médicos de familia. La persistencia
de un TDAH en la edad adulta, especialmente
si ya no recibe tratamiento, puede conllevar un
elevado riesgo de que aparezcan otros
problemas que compliquen aún más las cosas.
Estos problemas secundarios suelen ser: baja
autoestima, consumo de alcohol y otras
sustancias, trastornos de conducta y rasgos
antisociales de personalidad.
Este trastorno es más frecuente en hombres que en mujeres, con proporciones que oscilan entre 2;1 y 9;1. (DSM IV
TR).
A través de las diferentes investigaciones acerca de la prevalencia de género en el TDAH sabemos que, la proporción
entre sexos varía aproximadamente de 1:3 a 1:6 (niños: niñas) (Ramos-Quiroga et al., 2006). Sin embargo, esta
proporción se va igualando en los adolescentes y es equivalente en la edad adulta. No obstante, el TDAH, se
diagnóstica y se trata con más frecuencia en hombres que en mujeres (Ramos-Quiroga et al., 2006).
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
F95.2 trastorno por tics motores y vocales múltiples combinados (de la tourette)
(307.23)
Es una forma del trastorno en la que hay —o hubo— tics motores múltiples y uno o
más tics vocales, aunque no es necesario que éstos hayan tenido lugar
simultáneamente. El trastorno se agrava habitualmente durante la adolescencia, y
tiende a persistir en la edad adulta. Los tics vocales son a menudo múltiples, con
vocalizaciones iterativas explosivas, carraspeos y gruñidos, y puede aparecer el uso
de palabras o frases obscenas. A veces se da una ecopraxia gestual asociada, la
cual puede ser también de naturaleza obscena (copropraxia).
A.En algún momento a lo largo de la enfermedad ha habido tics motores múltiples y
uno o más tics vocales, aunque no necesariamente de modo simultáneo, (una
vocalización o movimiento súbito, rápido, recurrente, no rítmico y estereotipado.
B. Los tics aparecen varias veces al día (habitualmente en oleadas) casi cada día o
intermitentemente a lo largo de un período de más de 1 año, y durante este tiempo
nunca hay un período libre de tics superior a más de 3 meses consecutivos.
C. El trastorno provoca un notable malestar o deterioro significativo social, laboral o
de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
D. El inicio es anterior a los 18 años de edad.
E. La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de un fármaco (p. ej.,
estimulante) o de una enfermedad médica (p. ej., enfermedad de Huntington o
encefalitis pos vírica).
CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS
Para que una persona reciba el diagnóstico de trastorno de tic transitorio, Tener uno o más
tics motores (por ejemplo, parpadear y encogerse de hombros) o tics vocales (por ejemplo,
tararear, aclararse la garganta o gritar una palabra o una frase).
CARACTERISTICAS ASOCIADAS QUE APOYAN EL DIAGNOSTICO
Los tics se clasifican como movimientos involuntarios, pero que están situados en el límite
entre los voluntarios e involuntarios. Generalmente se experimentan como involuntarios,
pero se pueden suprimir voluntariamente durante diferentes períodos de tiempo.
Los tics pueden ser simples o complejos. Los tics motores simples son de duración
corta (es decir, milisegundos) y pueden incluir el parpadeo de los ojos, encogimiento de
hombros y la extensión de las extremidades. Los tics vocales simples consisten en
carraspear, olfatear y gruñir, muchas veces por contracción del diafragma o de los músculos
de la orofaringe.
Los tics motores complejos tienen una duración más larga (es decir, segundos) y muchas
veces consisten en combinaciones de tics simples, como girar la cabeza y encoger los
hombros simultáneamente. Los tics complejos pueden parecer intencionados, como los
gestos sexuales u obscenos (copropraxia), o las imitaciones de los movimientos de otro
(ecópraxia). Además, los tics vocales complejos consisten en repetir los sonidos o palabras
de uno mismo (palilalia), repetir la última palabra o frase que se haya escuchado (ecolalia)
o decir palabras socialmente inaceptables, como obscenidades o insultos étnicos, raciales
o religiosos (coprolalia). Es importante señalar que la coprolalia es algo que se expresa
como un ladrido o un gruñido abrupto, y que carece de la prosodia del habla inapropiada
similar que se observa en las interacciones humanas (APA, 2013).
Los tics son frecuentes en la infancia, aunque transitorios en la mayoría de los casos. La
prevalencia estimada del trastorno de La Tourette varía entre el 3 y el 8 por 1000 en los
niños de edad escolar. La frecuencia del trastorno en los varones es entre el doble y cuatro
veces mayor que en las mujeres (APA, 2013).
Muy frecuentemente este problema se da simultáneamente con otros trastornos
psicológicos como el obsesivo compulsivo o el déficit de atención, que son los más
frecuentes. Aunque también aparece junto a muchos otros. Estos trastornos no se pueden
considerar causas de los tics, sino que ocurren simultáneamente.
PREVALENCIA DESARROLLO Y CURSO
Los tics son los trastornos del movimiento Los estudios indican que existe una
más frecuentes en la edad pediátrica; se vulnerabilidad genética para el trastorno de La
calcula que entre 4% y 23% de los niños Tourette. Hay que tener en cuenta que la
antes de la pubertad los tienen o los han vulnerabilidad indica una predisposición a
tenido. Los informes basados en estudios desarrollar el problema, no es una causa. Son
en la comunidad sugieren que los niños necesarios otros factores ambientales,
son cinco a 12 veces más predispuestos a perinatales, etc. para que se desarrolle. La
presentar tics que los adultos. Son tres a posición actual es que en la genética que
cuatro veces más frecuentes en hombres predispone a desarrollar un trastorno de tics
que en mujeres. Entre los afectados por intervienen varios genes (Mathews & Stern,
tics, la proporción de niños a niñas es de 2016)
1,7:1 en la mayoría de los estudios
comunitarios,2 pero se la ha informado tan
alta como de 9 a 1 en estudios basados en
clínicas de referencia.3 La edad media de
comienzo es de siete años, pero pueden
estar presentes desde los dos años de
vida
FACTORES DE RIESGO Y ASPECTOS DIAGNOSTICOS
PRONOSTICO RELACIONADOS CON LA CULTURA
Factores fisiológicos que se han El trastorno POR TICS ocurre en todas las
estudiado, algunos estudios han asociado culturas, razas y niveles socioeconómicos. Es
la aparición de un trastorno de tics a un importante mencionar el la región cultural
exceso de dopamina; pero no hay, hoy en donde vivimos y de allí emprender sobre las
día, evidencia clara de que esta sea la creencias y floklor en la diferentes preciso Por
causa del trastorno (Mathews & Stern, definición, “las actividades de la vida cotidiana”
2016). implican diferencias culturales, siendo
Lo que está demostrado es que factores necesario tener en cuenta el contexto en que
ambientales como situaciones de vive cada niño y si ha tenido las oportunidades
ansiedad, estrés, aburrimiento, apropiadas para aprender y practicar tales
impaciencia, falta de satisfacción, actividades.
frustración, etc. se asocian al comienzo de
este trastorno o lo agravan notablemente.
La mera presencia del trastorno de tics
genera una gran ansiedad, formándose un
círculo vicioso que mantiene el problema.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
Existen circunstancias específicas que pueden causar una variación en los síntomas.
Estados emocionales como el miedo, la alegría o la tensión suelen ocasionar un incremento
de los tics. Distracciones, actividades que requieren una gran concentración y el consumo
de alcohol o cannabis suelen reducirlos. Es raro que los tics interfieran con movimientos
intencionados como los realizados durante el ciclismo. Los tics pueden aparecer en
cualquier fase del sueño, no obstante lo hacen con una intensidad, frecuencia y complejidad
reducidas. Debido a estas características es posible diferenciar los tics de otros trastornos
del movimiento . Aproximadamente el 65% de los niños y adolescentes con un trastorno
por tics motor o vocal crónico tienen alguna comorbilidad. Alrededor del 90% de las personas
con trastorno por tics desarrollan más trastornos psiquiátricos (Freeman, 2007). La
probabilidad de tener una enfermedad comórbida aumenta con la severidad de los tics, con
el comienzo precoz de los síntomas y la carga familiar.
TRANSTORNO DEL DESARROLLO DE LA COORDINACIÓN
CRITERIOS DIAGNOSTICOS
Algunos niños con trastorno del desarrollo de la coordinación muestran actividades motoras
añadidas, como movimientos de “desbordamiento” se consideran inmadureces del
neurodesarrollo o signos neurológicos menores, mas que anomalías neurológicas. Tanto en
la bibliografía actual como en la práctica clínica, su papel en el diagnostico no está todavía
claro y requiere evaluación.
PREVALENCIA DESARROLLO Y CURSO
Deterioros motores debido a otra afección médica. Los problemas de la coordinación pueden
asociarse a un deterioro de la función visual y trastornos neurológicos específicos (p.ej.,
parálisis cerebral, lesiones progresivas del cerebelo, trastornos neuromusculares). En tales
casos, se encuentran hallazgos adicionales en la exploración neurológica.
Discapacidad intelectual (trastorno del desarrollo intelectual). Si está presente la
discapacidad intelectual, las competencias motoras pueden estar deterioradas según el nivel
de discapacidad intelectual. Sin embargo, si las dificultades motoras excedieran las que se
podrían atribuir a la discapacidad intelectual, y se cumplen los criterios del trastorno del
desarrollo de la coordinación, se podría diagnosticar también dicho trastorno del desarrollo
de la coordinación.
Trastorno por déficit de atención/hiperactividad. Los individuos con TDAH pueden caerse,
chocar con objetos o tirar cosas. Se requiere una observación cuidadosa en los diferentes
contextos para averiguar si la falta de competencia motora se puede atribuir a una tendencia
a la distraibilidad y a la impulsividad y no a un trastorno del desarrollo de a coordinación. Si
se cumplen los criterios del TDAH y del trastorno del desarrollo de la coordinación. Se
pueden realizar los dos diagnósticos.
Trastorno del espectro autista. Los individuos con trastorno del espectro autista podrían no
estar interesados en participar en tareas que requieren habilidades de coordinación
complejas, como los juegos de pelota, lo que afectará a los resultados de los exámenes y al
funcionamiento, pero sin ser reflejo de la competencia motora central. La concurrencia del
trastorno del desarrollo de la coordinación y del trastorno del espectro autista es frecuente.
Si se cumplen los criterios de los dos trastornos, se pueden hacer los dos diagnósticos.
Síndrome de hiperlaxitud articular. Los individuos con síndromes que cursan con
articulaciones hiperextensibles (hallado en la evaluación física, muchas veces con síntomas
de dolor) pueden presentar síntomas similares a los del trastorno del desarrollo de la
coordinación.
TRASTORNO DE ESTEREOTIPIAS MOTRICES
CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS:
La característica esencial del trastorno de movimientos estereotipados es un
comportamiento motor repetitivo, que suele parecer impulsivo y no es funcional (Criterio A).
Este comportamiento motor interfiere las actividades normales o da lugar a lesiones
corporales autoinfligidas suficientemente significativas para requerir tratamiento médico (o
que así ocurriría si no se tomaran medidas protectoras) (Criterio B). Si hay retraso mental,
el comportamiento estereotipado o autolesivo es lo bastante grave como para convertirse en
un objetivo terapéutico (Criterio C).
El comportamiento no se explica mejor como una compulsión (como en el trastorno
obsesivo-compulsivo), un tic (como en los trastornos de tics), una estereotipia que forme
parte de un trastorno generalizado del desarrollo o una tracción del cabello (como en la
tricotilomanía) (Criterio D). El comportamiento tampoco se debe a los efectos fisiológicos
directos de una sustancia ni a una enfermedad médica (Criterio E).
Los comportamientos motores deben persistir por lo menos durante 4 semanas (Criterio F).
Los movimientos estereotipados pueden incluir agitar las manos, balancearse, jugar con las
manos, golpetear con los dedos, girar objetos, dar cabezazos, morderse, pincharse la piel o
los orificios corporales, o golpear distintas partes del propio cuerpo. A veces el sujeto utiliza
un objeto para realizar estos comportamientos. Los comportamientos en cuestión pueden
provocar lesiones permanentes e incapacitantes, que a veces hacen peligrar la vida del
sujeto. Por ejemplo, unos cabezazos o golpes contundentes pueden producir cortes,
hemorragias, infecciones, desprendimientos de retina y ceguera.
Especificaciones
El clínico puede especificar con comportamiento autolesivo si el comportamiento provoca
daño corporal que requiera tratamiento específico (o que podría provocar daño corporal si
no se utilizaran medidas protectoras).
Síntomas y trastornos asociados a Características descriptivas y trastornos mentales
asociados.
El sujeto puede recurrir a métodos de autocontención (p. ej., mantener las manos bajo el
jersey, en los pantalones o en los bolsillos) a fin de intentar controlar los comportamientos
autolesivos.
Cuando se interfiere la autocontención, se reemprenden los comportamientos. Si los
comportamientos son extremos o resultan repulsivos a otras personas, pueden aparecer
complicaciones psicosociales por la exclusión que sufra el sujeto respecto de ciertas
actividades sociales y comunitarias.
El trastorno de movimientos estereotipados aparece con frecuencia asociado al retraso
mental. Cuanto más grave es el retraso, tanto mayor es el riesgo de comportamientos
autolesivos.
Este trastorno también puede aparecer asociado a déficit sensoriales graves (ceguera y
sordera) y puede ser más frecuente en ambientes institucionales, donde el sujeto recibe una
estimulación insuficiente. Los comportamientos autolesivos aparecen en algunas
enfermedades médicas asociados a retraso mental (p. ej., síndrome de X frágil, síndrome de
Lange y especialmente síndrome de Lesch-Nyhan, que se caracteriza por automordeduras
graves).
En los hallazgos de laboratorio, se ha comprobado que si hay comportamientos autolesivos,
los datos de laboratorio reflejarán su naturaleza y gravedad (p. ej., anemia por pérdida
crónica de sangre a causa de una hemorragia rectal autoinfligida).
Enfermedades médicas asociadas: Pueden observarse signos de lesiones crónicas en los
tejidos (p. ej., magulladuras, señales de mordedura, cortes, arañazos, infecciones dérmicas,
fisuras rectales, cuerpos extraños en los orificios corporales, trastornos visuales debidos a
vaciamiento ocular o catarata traumática y fracturas por deformaciones óseas).
En casos menos graves puede haber una irritación crónica de la piel o callos por mordiscos,
pinchazos, arañazos o secreción salival.
CARACTERISTICAS ASOCIADAS QUE APOYAN EL DIAGNOSTICO:
Existen múltiples afecciones médicas y neurológicas que pueden causar cambios de la
personalidad: epilepsia afecciones infecciosas con afectación del sistema nervioso central
afecciones endocrinas afecciones autoinmunes con afectación del sistema nervioso central.
PREVALENCIA:
Hay muy poca información acerca de la prevalencia del trastorno de movimientos
estereotipados. Las estimaciones de prevalencia de comportamientos autolesivos en sujetos
con retraso mental varían del 2 al 3 % en niños y adolescentes que viven en la comunidad y
aproximadamente el 25 % en adultos con retraso mental grave o profundo que viven en
instituciones.
DESARROLLO Y CURSO:
No existe una edad típica de inicio o un patrón de inicio por trastorno de movimientos
estereotipados. Dicho inicio puede seguir a un acontecimiento ambiental estresante. En
sujetos no verbales con retraso mental grave, los movimientos estereotipados pueden ser
provocados por una enfermedad médica dolorosa (p. ej., una infección del oído medio que
dé lugar a cabezazos).
Los movimientos estereotipados suelen ser máximos en la adolescencia, y a partir de este
momento pueden declinar gradualmente. Sin embargo, especialmente en sujetos con retraso
mental grave o profundo, los movimientos pueden persistir durante años.
El objetivo de estos comportamientos cambia con frecuencia (p. ej., una persona puede
incurrir en morderse la mano, desaparecer este comportamiento, y a continuación empezar
a golpearse la cabeza), son movimientos, voluntarios, repetitivos y rítmicos.
FACTORES DE RIESGO Y PRONOSTICO:
El TME es más común en los niños que en las niñas. Los movimientos repetitivos a menudo
aumentan con el estrés, la frustración y el aburrimiento.
Se desconoce la causa de este trastorno, cuando no se presenta con otras afecciones.
Los estimulantes como la cocaína y las anfetaminas pueden provocar un período grave pero
breve de este comportamiento. El consumo prolongado de estimulantes puede llevar a
períodos más largos de este comportamiento. Las lesiones en la cabeza también pueden
ocasionar movimientos estereotípicos.
El pronóstico depende de la causa. Los movimientos estereotípicos debido al uso de drogas
usualmente desaparecen por sí solos después de unas pocas horas. El uso de estimulantes
por mucho tiempo puede llevar a períodos más prolongados de movimientos estereotípicos.
Estos movimientos generalmente desaparecen una vez que la droga se suspende.
Los movimientos estereotípicos causados por una lesión en la cabeza pueden ser
permanentes. Los problemas de movimiento generalmente no progresan a otros trastornos
(como convulsiones).
ASPECTOS DIAGNOSTICOS RELACIONADOS CON LA CULTURA:
Los trastornos motores afectan la capacidad de producir y controlar los movimientos
corporales. Los trastornos motores pueden implicar retrasos en el desarrollo y deficiencias
relacionadas con las funciones motoras finas y gruesas. El trastorno de movimientos
estereotipados, son involuntarios y causan interferencia en la vida diaria.
En cuanto a lo biológico, las alteraciones en la función cerebral presentes en el RM mental
podrían predisponer al desarrollo de un trastorno mental, por las alteraciones conductuales
acompañadas de autolesiones, hiperactividad, ansiedad, pueden asociarse a enfermedades
mentales; la espasticidad, los problemas motores, enfermedades que causen dolor o
malestar, las dificultades de visión y las limitaciones comunicativas, pueden provocar de
forma indirecta trastornos del estado mental. La medicación puede ocasionar también
efectos colaterales en el comportamiento.
Los Factores psicológicos: Este grupo incluye aquellos factores que contribuyen, por un lado,
a la baja autoimagen del individuo y, por otro, a limitar el repertorio de funciones mentales
de la persona, generando conductas inapropiadas pueden provocar rechazo social y
estigmatización que, a su vez, puede relacionarse con depresión. La adaptación social
puede estar además entorpecida por factores de personalidad tales como la intolerancia
frente a los cambios, déficit intelectual y de memoria, baja autoestima, problemas en el
aprendizaje, baja tolerancia al estrés y las frustraciones, dificultades en las estrategias de
afrontamiento/mecanismos de defensa inadecuados (por ejemplo, regresión ante el estrés,
ira ante la frustración), falta de habilidades para la solución de problemas por déficit del
dificultades en el desarrollo de las relaciones sociales y otras habilidades de supervivencia.
Factores ambientales/socioculturales: en cuanto a los sujetos con RM están sometidos a
estrés más que las personas sin retraso, en los que conviven en familias carentes de
comunicación verbal, donde se les demanda conformidad y sumisión, las explosiones
conductuales pueden ser sólo una manera de comunicar sus sentimientos o de asumir algún
control, la marginación y discriminación es mayor, incluso a personas con RML totalmente
capacitadas, con frecuencia no se les permite decidir sobre sus propias vidas; los problemas
en la relación con los padres, otros familiares, cuidadores y personas del entorno
(expectativas confusas e inapropiadas, sobreprotección, rechazo), falta de apoyo emocional,
abuso sexual, psicológico; Distrés y desgaste de los cuidadores ('burn-out'); respuestas y
actitudes de refuerzo inadecuadas por sus cuidadores/as; dificultad en el acceso a los
servicios comunitarios y de salud, falta de integración sociolaboral; rechazo de la sociedad,
estigma y discriminación.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL:
Los movimientos estereotipados pueden asociarse a retraso mental, sobre todo en sujetos
situados en ambientes no estimulantes. El trastorno de movimientos estereotipados sólo
debe diagnosticarse en sujetos cuyo comportamiento estereotipado o autolesivo sea lo
bastante grave para constituir un objetivo terapéutico. Movimientos estereotipados
repetitivos son una característica de los trastornos generalizados del desarrollo. El trastorno
de movimientos estereotipados no se diagnostica si las estereotipias se explican mejor por
la presencia de un trastorno generalizado del desarrollo. Las compulsiones del trastorno
obsesivo-compulsivo suelen ser más complejas y ritualistas, y se realizan como respuesta
a una obsesión o siguiendo normas que deben aplicarse rígidamente. Es relativamente
sencillo diferenciar los movimientos complejos característicos del trastorno de movimientos
estereotipados de los tics simples (p. ej., parpadeo), pero es menos fácil el diagnóstico
diferencial con tics motores complejos. En general, los movimientos estereotipados
parecen ser más motivados e intencionados, mientras que los tics tienen una calidad más
involuntaria y no son rítmicos. Por definición, en la tricotilomanía el comportamiento
repetitivo se limita a tracciones del cabello. Las lesiones autoinducidas del trastorno de
movimientos estereotipados deben distinguirse del trastorno facticio con predominio de
signos y síntomas físicos, donde la motivación de la autolesión es asumir el papel de
enfermo. La automutilación asociada a ciertos trastornos psicóticos y trastornos de la
personalidad es premeditada, compleja y esporádica, y tiene un significado para el sujeto
dentro del contexto del trastorno mental grave subyacente (p. ej., es el resultado de un
pensamiento delirante). Los movimientos involuntarios asociados a enfermedades
neurológicas (como en la enfermedad de Huntington) suelen seguir un patrón típico,
estando presentes los signos y síntomas del trastorno neurológico en cuestión. Los
comportamientos autoestimulantes de los niños pequeños propios de su nivel de
desarrollo (p. ej., succión del pulgar, balanceo y cabeceo) suelen ser muy limitados y pocas
veces producen lesiones que requieran tratamiento. Los comportamientos
autoestimulantes en individuos con déficit sensoriales (p. ej., ceguera) no suelen
ocasionar disfunciones ni autolesiones.
RELACIÓN CON LOS CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE INVESTIGACIÓN DE LA CIE-10
Los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 son más estrictos que los del
DSMIV, ya que el diagnóstico de este trastorno no puede efectuarse en presencia de
cualquier otro trastorno mental (exceptuando el retraso mental).
De acuerdo al CIE 10: F98.4 - Los Criterios para el diagnóstico de Trastorno de
movimientos estereotipados son:
A. Comportamiento motor repetitivo, que parece impulsivo, y no funcional (p. ej., sacudir o
agitar las manos, balancear el cuerpo, dar cabezazos, mordisquear objetos, automorderse,
pinchar la piel o los orificios corporales, golpear el propio cuerpo).
B. El comportamiento interfiere las actividades normales o da lugar a lesiones corporales
autoinfligidas que requieren tratamiento médico (o que provocarían una lesión si no se
tomaran medidas preventivas).
C. Si hay retraso mental, el comportamiento estereotipado o autolesivo es de gravedad
suficiente para constituir un objetivo terapéutico.
D. El comportamiento no se explica mejor por una compulsión (como en el trastorno
obsesivo-compulsivo), un tic (como en el trastorno por tics), una estereotipia que forma parte
de un trastorno generalizado del desarrollo o una tracción del cabello (como en la
tricotilomanía).
E. El comportamiento no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia ni a
una enfermedad médica.
F. El comportamiento persiste durante 4 semanas o más.
Especificar si:
Con comportamiento autolesivo: si el comportamiento da lugar a daño corporal que
requiera tratamiento específico (o que daría lugar a daño corporal si no se tomaran medidas
protectoras).
F98.9 Trastorno de la infancia, la niñez o la adolescencia no especificado [313.9]
Esta categoría es una categoría residual para trastornos que se inician en la infancia, la niñez
o la adolescencia y que no cumplen los criterios de ningún trastorno específico de esta
clasificación.