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Para poder realizar con éxito una estrategia de producto, el aspecto más importante es
analizar a los consumidores. Actualmente vivimos en un mercado muy cambiante, y la
empresa debe actualizarse constantemente para no quedarse atrás. Las personas ya no
solo buscan el mejor producto o servicio, buscan que las empresas las escuchen y
comprendan.
Esta estrategia puede definir el éxito o fracaso de un producto, por lo que es importante
realizar un profundo análisis de mercado que asegure la presencia sostenida de tu
producto en el mercado
Variedad de productos
Productos a la medida
Esta estrategia es de las más comunes y aplicadas por las empresas. No existe algo más
aplicable que la estacionalidad ya que puede incluir todo tipo de productos o servicios,
siempre y cuando se haga correctamente.
Para poder percibir algo se requiere la capacidad de entenderlo y para eso es necesario
tener un bagaje educativo y cultural sobre el tema.Si una comunidad de usuarios no puede
percibir el beneficio de algo, es claro que se necesita empezar un proceso de formación
para que adquieran las herramientas para tomar una decisión al respecto.
El concepto de “valor” es también algo muy subjetivo, depende del contexto cultural de las
personas que son expuestas al mismo. La belleza es un buen ejemplo de esto, lo que para
un grupo cultural es algo bello para otro no lo es tanto, incluso la variable temporal es
importante, basta darse una vuelta por un museo como el prado de Madrid para ver como
ha cambiado el concepto de “belleza” durante los años.
Le asignamos valor a las cosas, la gente, los servicios, en general a lo que nos rodea, y ese
valor se basa en nuestros “preconceptos” y en el contexto donde el proceso ocurre.
Como queda claro la “percepción de valor” es a todas luces algo subjetivo y depende en
esencia de las variables culturales, educativas y del contexto donde todo el proceso ocurre.
El primer paso es la evaluación y estudio del mercado en relación al producto que se quiere
lanzar. Lo que se trata de determinar es si existe un mercado real o potencial para ese
producto, un nicho de mercado. Es decir, sí existe la demanda. Normalmente lo anterior va
requerir que el producto su ponga una aportación de valor y una diferencia frente a las
propuestas de la competencia.
El segundo paso se orienta a hacerle visible frente al resto de productos. Es preciso buscar
la forma de captar la atención del público objetivo, pues, si no se consigue, va a ser
complicado que el producto tenga éxito.
El tercer paso es la configuración del mensaje publicitario incluido dentro del envase o la
imagen del producto. Dicho mensaje tiene que reunir como requisitos esenciales la
brevedad, el tono agradable y la conexión con el cliente potencial.
Pero, la labor de lanzamiento no se agotan el producto en sí, sino que se extiende a los
canales de distribución y/o lugares donde se va a comercializar. Por ello, el quinto paso
requiere que esté ubicado en un lugar donde sea fácil de ver, que tenga un precio
adecuado y que el consumidor o usuario final considere que el resto de sus atributos
también lo son.
Por último, el sexto paso se refiere la necesidad de que el cliente quede satisfecho, lo cual
sólo puede tener lugar cuando recibe, al menos, lo que se le ha prometido. Por lo que el
producto habrá de cumplir las expectativas del cliente, y seguir haciéndolo en el futuro,
mediante la mejora continua.