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Genéricas:
Capacidad de análisis y síntesis
Conocimiento y utilización de las TIC
Resolución de problemas y toma de decisiones
Autonomía en el aprendizaje Puntos de interés especial:
Habilidades interpersonales
Operacionales: Estilo cognitivo, de aprendizaje
Definir qué son los estilos cognitivos, los estilos de e intelectual
aprendizaje, los enfoques de aprendizaje y los
Teoría del autogobierno mental
estilos intelectuales.
Identificar los procesos psicológicos que utilizan los Implicación educativa del estilo
estudiantes cuando se enfrentan a tareas de de aprendizaje
aprendizaje y que dan lugar a los estilos de Evaluación del estilo intelectual
aprendizaje y de pensamiento.
Analizar e identificar las características y
manifestaciones de los diferentes estilos y su relación con otras variables cognitivas
y de personalidad.
Conocer las estrategias a aplicar para potenciar los estilos que contribuyen a la
mejora del rendimiento académico.
Contenidos
1. Precisiones conceptuales
1.1. Estilos cognitivos: importancia de la percepción
1.2. Estilos de aprendizaje
1.3. Enfoques de aprendizaje
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2. Estilos intelectuales: teoría del autogobierno mental
2.1. Tipología de los estilos intelectuales
2.2. Diseño de la instrucción desde el estilo intelectual
3. Evaluación de los procesos de autorregulación de los estilos de pensamiento
1. Precisiones conceptuales
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pilotos se desorientaban y llegaban a volar con sus aviones boca abajo cuando perdían de
vista el suelo. Para evaluar la percepción que una persona tenía de su propia orientación en
el espacio, se ideó un experimento en el que el sujeto se sentaba en una silla movible que
había que colocar en posición vertical independientemente de la inclinación de una
habitación "pequeña" que rodeaba la silla. Se realizaron experimentos parecidos en los que
el sujeto se colocaba en una varilla vertical en el espacio de un marco.
Tanto el marco como la varilla se podían inclinar e iluminar de forma independiente
mientras que la oscuridad que los rodeaba eliminaba cualquier distracción visual. Éstos y
otros experimentos llevaron a Witkin a definir dos indicadores extremos, para explicar
hasta qué grado el entorno organizado influía en la percepción del observador. El autor
dice que existen dos tipos de estilos: a) el conocido como dependencia de campo (DC) está
influido por el contexto predominante, mientras que otro es el estilo llamado
independencia de campo (IC) consistente en percibir los objetos de una forma más o
menos aislada de su entorno. Así, la persona independiente del campo tiene éxito al
intentar colocar la silla y la varilla en una posición vertical en los experimentos
mencionados, consiguiendo ignorar la habitación o el marco que les rodea. Sin embargo,
una persona que depende del campo alineará la silla o la varilla con relación al referente
externo (habitación o marco) e insistirá que está en posición vertical. La mayoría de las
personas que realizaron la prueba obtuvieron resultados dentro de la línea que va desde IC
(Independencia de campo) hasta DC (Dependencia de campo) tendiendo hacia uno de los
polos. La investigación de Witkin tuvo implicaciones educativas referidas a los estilos de
los estudiantes y de los profesores.
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cautos y no llevan a ver relaciones importantes o analogía útiles, teniendo una comprensión
pobre de lo que se aprende.
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2. Estilos intelectuales: teoría del autogobierno mental
Sternberg (1988) formula su teoría sobre el estilo intelectual entendido como una manera
de explicar el funcionamiento intelectual de los alumnos cuando trabajan y tratan de resolver
problemas. Así, el estilo de pensamiento es un constructo que explica el autogobierno mental
y el modo en que la persona explota su capacidad mental; viene a ser como un "puente" entre
la personalidad y la inteligencia. De esta manera, los estilos de pensamiento están dirigidos a
coordinar, planificar, dirigir y controlar las tres grandes habilidades (inteligencias analítica,
sintética y práctica), lo que nos manifiesta que la teoría triárquica y la teoría del autogobierno
mental, ésta referida a los estilos, son dos teorías íntimamente relacionadas y solapadas.
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con el mismo nivel de importancia. Les encanta abordar muchas metas, y todas de una manera
semejante. Sin embargo esto mismo les lleva a no lograr esos objetivos o no terminar las
tareas.
d) Estilo anárquico: para los estudiantes anárquicos las normas, los procedimientos y las
actividades estructuradas les crean mucha confusión. Tienden a confundir las necesidades y
las metas, las mezclan y les resulta difícil ordenarlas y clasificarlas. Disfrutan generalmente
abordando múltiples objetivos y necesidades que son a menudo, difíciles de sortear. Utilizan
un enfoque casual, trabajan con el azar para resolver los problemas y, carecen de reglas para
establecer prioridades. Tienden a desenvolverse mejor cuando las tareas y las situaciones no
están estructuradas, cuando no hay procedimientos claros a seguir y se requieren procesos de
insights para resolverlos. Son capaces de captar información relevante que para otros, pasa
desapercibida, aunque debido a su falta de disciplina no sean capaces de desarrollar su
creatividad.
Según los niveles o procedimientos utilizados para tratar los problemas, los estilos pueden
ser de dos tipos: a) estilo global: propio de los alumnos que prefieren tratar las cuestiones
relativamente amplias y abstractas ignorando con ello los detalles. Les gusta conceptualizar y
trabajar en el mundo de las ideas; b) estilo local: las personas con un estilo local prefieren,
por el contrario, aquellas tareas que suponen problemas concretos y requieren cierto
trabajo minucioso, es decir, les gusta trabajar en actividades que contengan muchos
detalles.
Respecto al ámbito del autogobierno mental, los estilos pueden ser de dos tipos: a) estilo
interno: es propio de los estudiantes introvertidos, reservados. Suelen inclinarse por los
problemas cuya solución
exige la aplicación aislada e
individual de los mecanismos
de inteligencia. Les gusta
trabajar solos; b) estilo
externo: se caracterizan por ser
extrovertidos, tener buenas
relaciones y ser socialmente
más sensibles. Muestran un
interés especial por resolver
problemas relacionados con el
mundo externo y se centran en
actividades que requieren
trabajo cooperativo, mantener
la amistad y desarrollar relaciones íntimas.
Son dos los estilos referidos a las tendencias o modos fundamentales de afrontar los
problemas: a) estilo liberal propio de las personas flexibles para cambiar el procedimiento
de solución de una tarea; b) estilo conservador: característico de los individuos que les gusta
seguir las reglas y los procedimientos establecidos, minimizan los cambios y rechazan
siempre que sea posible las situaciones ambiguas.
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consciente de que determinados comportamientos son mejor aceptados y recompensados que
otros y, en consecuencia, se tiende hacia ellos. Además, con el tiempo, se aprende que las
actuaciones deben ser diversas en situaciones distintas. Se suelen tener varias preferencias
estilísticas que vamos cambiando.
En cuanto a la edad, investigaciones encaminadas a descubrir el límite menor en el que se
pueden evaluar los estilos de pensamiento, constataron que éstos se pueden valorar a los 12
años con un conjunto de tareas y con la información que aportan los profesores sobre ellos. Se
suele fomentar el estilo legislativo en la etapa infantil con actividades creativas en la escuela y
con ambientes flexibles y abiertos. Cuando los niños llegan a la Educación Primaria se
impone un estilo ejecutivo. Para los adultos, las diferentes profesiones recompensan estilos
legislativos como por ejemplo, los físicos, mientras que los historiadores pueden tener un
estilo más judicial.
Para Sternberg una de las variables fundamentales en el desarrollo de los estilos es la
cultura, en la medida en que unas culturas tienden a recompensar más a unos estilos que a
otros. Los padres son otra de las variables a tener en cuenta en el desarrollo de los estilos
intelectuales. Con frecuencia se produce un efecto “reflejo” entre el estilo del padre o de la
madre con el de sus hijos, cuando se recompensa actuaciones semejantes a las que ellos
realizarían. Para Sternberg, aspectos del ambiente familiar tales como la educación y la
profesión de los padres, influyen en el pensamiento de sus hijos.
Finalmente otro de los factores a tener en cuenta en el desarrollo de los estilos, es el de la
clase de escolaridad y ocupación elegida por una persona. El estilo de un centro educativo,
influye en el estilo de sus alumnos, de la misma forma que un tipo de trabajo produce cambios
y adaptaciones en el estilo de quien lo desempeña.
Existen diferentes inventarios para evaluar los estilos de pensamiento de los estudiantes,
del profesor, y la percepción que el profesor tiene del estilo de sus alumnos.
El inventario de estilos intelectuales del alumno es una escala tipo Likert con una serie de
afirmaciones que los estudiantes califican en una escala de 1 a 7 dependiendo del grado en
que cada afirmación es asumida por ellos. Consta de 104 ítems, y cada uno de los 13 estilos
se mide con ocho ítems (Sternberg 1997; Martínez Moreno, 1996).
El cuestionario de los profesores pretende conocer las preferencias que tiene el profesor
para utilizar sus recursos cognitivos en cuanto a funciones (estilos legislativo, ejecutivo y
judicial), niveles (global y local) y tendencias (conservadora y progresista). Es una escala tipo
Likert que consta de 49 preguntas en las que el profesor tiene que valorar y puntuar en una
escala de 1 a 7 en función de que se identifique más o menos con cada una de las
afirmaciones (Sternberg 1997; Martínez Moreno, 1996).
El cuestionario de la percepción del profesor que tiene de sus alumnos está dirigido a
conocer qué estilos percibe el profesor de cada uno de sus alumnos. Nos ofrece información
sobre cómo valora el profesor las preferencias individuales de éstos, en relación a las
funciones, niveles y tendencias de autogobierno. El cuestionario consta de 56 cuestiones y en
él se plantean afirmaciones que el profesor tiene que relacionar con los estilos de un
determinado alumno, valorando de 1 a 7 el grado de identificación que corresponda a su
percepción del estudiante (Sternberg, 1997; Martínez Moreno, 1996).
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intelectuales, resaltando sus diferencias y las principales tipologías que de ellas se derivan.
- Lectura y análisis bibliográfico sobre los diferentes modelos de estilos cognitivos, de
aprendizaje y de pensamiento, así como de los principales instrumentos de evaluación y las
implicaciones educativas de las tipologías analizadas.
- Explica las diferencias entre estilo cognitivo, estilo de aprendizaje, estilo intelectual y
enfoque de aprendizaje. Resalta las principales implicaciones de cada uno de ellos para la
práctica educativa
6. Recursos
Alonso, C., Gallego, D. y Honey, P. (1994). Los estilos de aprendizaje. Bilbao: Mensajero
Barca, A., Breñilla, J. L., y Santamaría, S. (1999). Escala CEPEA. Manual del cuestionario
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Publicaciones y Monografías de la Revista Galego-Portuguesa de Psicoloxía e
Educación
González-Herrero, M. E., López, O. y Ferrándiz, C. (2003). Estilos de aprendizaje y
rendimiento académico. En M.E. González-Herrero, O. López y M. D. Prieto,
Psicología de la Educación (pp. 163-175). Murcia: DM
González-Pienda, J. A., Roces, C., Bernardo, A. B., García, M. S. (2002). Estilos de
aprendizaje y estilos de pensamiento. En J. A. González-Pienda, R. González-
Cabanach, J.C. Núñez y A. Valle, Manual de Psicología de la Educación (pp. 165-
186). Madrid: Pirámide.
Montero, L. (1990). Los estilos de enseñanza y las dimensiones de la Didáctica. En
Palacios, Coll y Marchesi, Desarrollo psicológico y educación (pp. 273-294).
Madrid: Alianza
Pérez-Cabaní, M. L. (2001). El aprendizaje escolar desde el punto de vista del alumno: Los
enfoques de aprendizaje. En C. Coll, J. Palacios y A. Marchesi (Eds.), Desarrollo
psicológico y educación 2. Psicología de la Educación Escolar (pp. 285-307).
Madrid: Alianza.
Sampascual, G. (2001). Los estilos cognitivos. En G. Sampascual (Ed.), Psicología de la
Educación. Tomo I (pp. 253-284). Madrid: UNED.
Sternberg, R. J. (1999). Estilos de pensamiento. Barcelona: Paidós
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8. Bibliografía en inglés:
Schmeck, R. R. (1988). Learning strategies and learning styles. New York: Plenum Press
Snowman, J., y Biehler, R. (2006). Understanding student’s differences. En J. Showman, y
R. Biehler, Psychology applied to teaching (pp. 103-132). Boston: Houghton
Mifflin
Sternberg, R. (1988). Mental Self Goverment: A theory of intellectual Styles and their
development. Human Development, 31, 197-224.
Sternberg, R. (1997). Thinking Styles. New Cork: Cambridge University Press
Sternberg, R., y Williams, W. (2002). Individual differences: Intelligence, Cognitive and
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Psychology (pp. 119-153). Boston, MA: Allyn & Bacon
Wittrock, M.C. (1978). The cognitive movement in instruction. Educational Psychologist,
13, 15-30
9. Recursos en internet
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