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En las clases referidas al contenido de Estilos de aprendizaje se ha

conceptualizado el término y también se han conocido distintos modelos en


relación.

Sin duda, el aprendizaje es un concepto de gran importancia en la ciencia


didáctica y en general en el campo de las Ciencias de la Educación. Para ello
tomaremos los apuntes de una investigación de la Dra. Martha Flores R. sobre
este tema. La mencionada es docente investigadora y formadora de maestros en
México.

EL APRENDIZAJE
El sentido de la enseñanza
depende del sentido que se le dé al
aprendizaje, y de éste, dependen
las actividades ideadas para la
enseñanza.

Michel Sain-Onge

Introducción

Es indiscutible que un centro educativo está conformado de distintos


agentes. Éstos se involucran permanentemente. No cabe duda que todos
ellos tienen un papel determinante, y que, de su realización, depende la gran
misión de toda institución: el educar a unos alumnos que ya tienen
actividades a desarrollar y que se deben de preparar para la ejecución de
ésas y otras tareas. Aquí se incluyen, así mismo, el desarrollo de habilidades,
actitudes y valores que les permitirán participar, exitosamente, en la vida
activa de su comunidad. Esto implica, por supuesto, prepararlos para su
desempeño en competencias lingüísticas, matemáticas, sociales, artísticas y
físicas.
La distinción entre aprendizaje y desempeño es muy importante y no
siempre es fácil de realizar. El aprendizaje solo se puede inferir a partir de la
observación de cambios en el desempeño. Existen dos formas de aprendizaje,
un caso es simple y el otro resulta complejo. El primero de ellos, la forma
simple es el que se adquiere a través de hábitos. La habituación es un proceso
que se establece cuando se utiliza algún estímulo, y si ese detonante produce
un interés se establece un condicionamiento. Esta forma de aprendizaje básico
consiste en aprender a responder en forma automática a un estímulo que,
originalmente, fue neutral y no producía, por tanto, ninguna respuesta en el
sujeto (Hernández, et al, 2000).
Con estos dos modelos de aprendizaje, cabe señalar, trabaja el docente
en las aulas. Los alumnos aprenden a dar respuestas para producir un efecto
deseado, y con ello adquieren recompensas que permiten reforzar la repetición
de conductas.
Concepto de aprendizaje
La actividad de aprender consiste en una secuencia de acciones
encaminada a la construcción del conocimiento, al desarrollo de habilidades y a
la formación de actitudes y valores. En el contexto educativo, esta actividad
toma connotaciones determinadas. En primer lugar, está orientada a unos
objetivos educativos que varían según las enseñanzas y etapas educativas,
pero que básicamente apuntan hacia la integración social activa en una
sociedad y cultura con todo lo que ello significa: una apropiación de los saberes
e instrumentos culturales, la implicación en los retos que el desarrollo de la
cultura y de la sociedad comportan, y una aportación personal desde la
construcción individual y social como miembro de la misma.
En segundo lugar, hay que caracterizar esta actividad como secuencia
de acciones en las que participan diversos agentes con grados diferentes de
dominio de conocimientos y de experiencia, con grados y matices distintos de
competencia respecto a las exigencias, retos, objetivos y a la realización de las
acciones concretas. Dichos agentes tienen, además, roles y funciones
diferentes.
Los alumnos que aprenden se caracterizan por estar organizados,
tienden a pensar sobre lo que aprenden, buscan comprender la situación e
identificar las habilidades apropiadas para la exigencia de cada tarea. Por ello,
la profundidad y la calidad del aprendizaje está determinados tanto por el
conocimiento y comprensión de la naturaleza de la misma y por la información
que se posee sobre el tema (saber qué y cómo), así como por el grado de
control que se ejerce sobre los procesos cognitivos implicados: atención,
memoria, razonamiento, etc. Y este control comporta la posibilidad de ser
consciente de la naturaleza, del estado y funcionamiento de los propios
mecanismos de pensamiento.
Efectivamente el docente debe enfocarse en promover el desarrollo de
las habilidades para lograr el aprendizaje, a continuación, se presenta un
cuadro explicativo al respecto.

Tabla La taxonomía de estrategias o procedimientos cognitivos

- Cómo encontrar dónde está almacenada la


Habilidades en la búsqueda información.
de información - Cómo hacer preguntas.
- Cómo usar la biblioteca.
- Cómo utilizar material de referencia.
- Cómo escuchar para la comprensión.
Habilidades de asimilación y - Cómo estudiar para la comprensión.
de retención de la - Cómo recordar, cómo codificar y formar
información representaciones.
- Cómo leer con comprensión.
- Cómo establecer prioridades.
Habilidades organizativas - Cómo programar el tiempo.
- Cómo disponer los recursos.
- Cómo conseguir que las cosas más
importantes estén hechas a tiempo.

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Habilidades inventivas y - Cómo desarrollar una actitud inquisitiva.
creativas - Cómo razonar inductivamente.
- Cómo generar ideas, hipótesis, predicciones.

Habilidades analíticas - Cómo desarrollar una actitud crítica.


- Cómo razonar deducidamente.
- Cómo evaluar ideas e hipótesis.

- Cómo evitar conflictos interpersonales.


Habilidades sociales
- Cómo cooperar y obtener cooperación.
- Cómo competir lealmente.
- Cómo motivar a otros.

- Cómo expresar ideas oralmente y por


Habilidades de comunicación
escrito.
Fuente consultada: Zurbano (1997, p.171 y 172)

Adquisición de estrategias
Pozo (1990) indica que las estrategias pueden definirse como
«secuencias integradas de procedimientos o actividades que se eligen con el
propósito de facilitar la adquisición, el almacenamiento y/o la utilización de
información o conocimientos» (Danserau, 1985; Nisbet y Shucksmith,1986). El
dominio de las estrategias de aprendizaje posibilita al alumno o persona que
aprende a planificar y organizar sus propias actividades de aprendizaje.
Estas actividades o procedimientos que forman parte de las estrategias
suelen recibir el nombre de técnicas o hábitos de estudio, e incluirían el amplio
abanico de destrezas específicas que suelen recibir los alumnos en los cursos
de técnicas de estudio (el hecho de tomar notas, subrayar, elaborar
resúmenes, hacer esquemas, pero también observar y registrar resultados de
pruebas o experimentos, hacer búsquedas bibliográficas, fichas, etc.). Si bien el
uso de una estrategia requiere el dominio de las técnicas que la componen,
una estrategia de aprendizaje no puede reducirse simplemente a una serie de
técnicas. Requiere además un cierto grado de metaconocimiento o
conocimiento sobre el propio funcionamiento psicológico, en este caso sobre el
propio aprendizaje.
Dicho metaconocimiento es necesario para que el alumno sea capaz de
hacer un uso estratégico de sus habilidades, en relación sobre todo con dos
tareas esenciales: la selección y planificación de las actividades de aprendizaje
más eficaces en cada caso, y la evaluación del éxito o fracaso obtenido tras la
aplicación de la estrategia. Pero además de estos componentes esenciales hay
otros procesos psicológicos necesarios para aprender a aprender. Se ven
implicados unos conocimientos temáticos específicos sobre el área a la que ha
de aplicarse la estrategia. Por más habilidades y capacidades generales de
aprendizaje a partir de textos escritos que disponga un alumno, difícilmente
aprenderá si carece de los conceptos inclusores precisos para un aprendizaje
significativo.

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Hablando de estas estrategias, y hablando de un modo más específico,
y recurriendo a la terminología psicológica clásica, podemos clasificar las
estrategias de aprendizaje en tres grandes grupos (Pozo, en prensa):

✓ Repaso: se fundamenta en un aprendizaje asociativo basado en la práctica


reiterada, y resultaría útil para el aprendizaje de materiales arbitrarios, sin
significado, como números de teléfono, fechas memorables o fórmulas
mágicas pero incomprensibles. Entre sus técnicas más usuales se incluiría
no sólo el simple repaso sino también otros recursos auxiliares que sirven
para seleccionar el material que debe ser repasado (por ejemplo, tomar
notas, subrayar, etc.). Esa selección puede a su vez apoyarse en el uso de
otras estrategias.

✓ Elaboración: consistiría en buscar un sistema de relaciones (normalmente


externas al material) que permitiría aprender más fácilmente materiales
inicialmente sin significado. Aquí se incluirían la mayor parte de las
mnemotecnias (uso de imágenes, códigos, palabras-clave, etc.; véase, por
ejemplo, Lieury, 1981) y por consiguiente seguiría siendo eficaz sobre todo
para el aprendizaje memorístico. Sin embargo, algunas formas de
elaboración, como el uso de analogías, conducirían a un aprendizaje
significativo.

✓ Organización: consistiría en buscar una estructura u organización internas


en el material de aprendizaje que le dote de un significado propio. La
clasificación y la jerarquización serían ejemplos claros de estrategias
organizativas, pero también las destrezas de pensamiento y solución de
problemas podrían incluirse en esta categoría. Estas estrategias se han
desarrollado especialmente para la comprensión de textos complejos (por
ejemplo, Danserau, 1985; Weinstein y Mayer, 1985).

Sumado a todo lo dicho, Monereo (1995) define estrategias como el


“conjunto de decisiones y acciones conscientes e intencionadas para lograr
algún objetivo”. A su vez, Bixio (1999) señala: son el conjunto de acciones que
realiza el docente con clara y explícita intencionalidad pedagógica (p.35). Es
evidente que, en todo acto pedagógico, tanto el docente como los alumnos
ponen en juego una o varias estrategias para resolver las situaciones que se
les presentan. Enseñar a aprender equivale a introducir entre la información
que presenta el docente y el conocimiento que el alumnado construye un tercer
elemento: las estrategias didácticas que utiliza el docente; visto desde el punto
de vista del alumnado, nos referimos a las estrategias de aprendizaje o
procedimientos de construcción de conocimientos. En consecuencia, este
tercer elemento quedaría subdividido en estrategias didácticas, que utiliza el
docente y estrategias de aprendizaje que implementa el alumnado.
En otro orden de ideas, hace dos mucho tiempo se reunieron en París
expertos en el ámbito educativo y a través de una conferencia organizada por
el Centro de Investigación e Innovación Educativa de la OCDE y el objetivo
central fue «discutir y avanzar sobre la manera como la juventud piensa y
aprende». En 1994 se publicó al castellano (Maclure y Davies) un resumen del
informe, en el que se desarrollan las principales conclusiones a las que llegaron
los 120 expertos europeos pertenecientes a los distintos ámbitos de la

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intervención educativa (investigación, docencia, asesoramiento, administración)
con respecto al tema citado.
Un relevante objetivo que debe desarrollarse en la Educación Formal es
la actividad de enseñar a pensar bien. Para cumplimentar este objetivo,
enseñar a pensar bien, no basta con asegurar que los alumnos aprendan
correctamente las materias del currículo escolar, si se quieren tener las
máximas garantías de que se está favoreciendo este objetivo, su enseñanza
debe programarse intencional y deliberadamente.
Monereo nos lleva a analizar el hecho de pensar y señala que pensar
requiere como mínimo tres grandes componentes, por una parte, una
capacidad genéticamente constituida para gestionar conocimiento, que se
desarrolla a través de diversos procedimientos o acciones mentales ordenadas,
transformándose en un conjunto de habilidades (observar, comparar, ordenar,
clasificar, representar, retener, recuperar, interpretar, inferir, transferir y
evaluar), que se activan cada vez que lo necesitamos. Otro elemento a
considerar son los conocimientos preadquiridos de distinta naturaleza sobre los
que se actúa. Por último, hace falta una demanda, externa o interna al sujeto
pensante, con unas características o condiciones que orientan la selección y
gestión que se realice de los conocimientos preadquiridos.
Siguiendo estas ideas, tenemos que pensar bien significa poner en
marcha una estrategia, que debe considerarse un proceso deliberativo, de
toma de decisiones, que se inicia en el momento en que existe una demanda
(planificación), sigue cuando se está aplicando el plan trazado, regulando la
acción cuando surgen imprevistos, y finaliza en el momento en que el sujeto
percibe que ha cumplimentado el objetivo o que no puede seguir o resolverlo
en los términos esperados, con la consiguiente valoración de lo realizado
(evaluación). Así que, pensar bien, equivale poner en “marcha” estrategias
precisas.

Los contenidos actitudinales


En cuanto la enseñanza de los contenidos actitudinales, podemos
mencionar que las actitudes están presentes en el proceso de aprendizaje.
Sarabia citado por Zurbano (1997) indica que las actitudes no constituyen una
disciplina o área separada, sino que son parte de todas las áreas:

✓ En cada área hay que aprender actitudes como el respeto a materiales,


la participación en clase, la actitud de diálogo, etc.
✓ Cada área enseña actitudes específicas para su caso, así el cuidado del
medio ambiente lo solicitan los profesores de ciencia.
✓ Su enseñanza no se deja a la improvisación, todos los docentes saben
qué actitudes deben enseñar e intentan enseñarlas con coherencia y
coordinación.
✓ No es un caso sencillo de tratar por los profesores, éstos no son
expertos en el tema de actitudes, además, vale señalar que supone un
aumento cuantitativo de las tareas que debe realizar un docente.

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El aprendizaje y sus vínculos

Zabalza (1991) citado por Valdivia (2002) hace una observación


importante y que resulta indirecta para la temática en cuestión, el aprendizaje.
Y su aportación, se orienta a tres enfoques según sea la óptica del proceso
didáctico. Véase la tabla 1 donde se aprecian las cuestiones para afrontarse a
través de la Didáctica del aprendizaje.

Tabla 1 Cuestiones desde la aportación de la Didáctica

A continuación, detallaremos estos factores. Se trata de tres cuestiones


didácticas sumamente importantes, comenzaremos con orden siguiendo la
propuesta de Zabalza (1991).

1. El aprendizaje como una dimensión teórica o, ¿cómo se aprende?


Para Scurati (1976, pp. 1-17) la definición de aprendizaje desde la
Didáctica incluye:

✓ Adquirir información y conocimiento, además significa aumentar el


propio patrimonio cultural (dimensión cognitiva).

✓ Modificar actitudes, actuaciones, y en general, cambiar los


comportamientos (dimensión actitudinal y comportamental).

✓ Enriquecer la propia existencia a través de las capacidades operativas,


acumular experiencias, apropiarse de ciertas formas de influencia, etc.
(dimensión procedimental).

Anteriormente, dejamos claro la realización de habituaciones y procesos


de condicionamiento y es sumamente importante que el docente tenga a bien,
dentro de su actuación didáctica, dirigirse a la elección y aplicación de
adecuadas contingencias de refuerzo. Desde el enfoque planteado por las
teorías de desarrollo de habilidades del pensamiento (teorías cognitivas),
precisamente, la propuesta es la aplicación de estrategias de procesamiento de
la información. En cambio, una teoría gestáltica propone dirigirse a introducir

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sistemas de clarificación conceptual y organización consciente del campo
experimental.

2. El aprendizaje como tarea del alumno


En esta sección se pueden revisar factores diversos, no solo, la
presentación de la información y los resultados del aprendizaje, sino todos los
factores implicados en dichos procesos. Se trata de factores y actuaciones, a
nivel conductual y cognitivo, que encaminan a los alumnos a aprender.
Valdivia (2002) cita a Weinstein y Mayer (1986) para señalar algunos
cambios importantes a considerar en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
A continuación, los citaremos:

✓ En lugar de ver al alumno como alguien pasivo, mero receptor de los


conocimientos, se ve el «aprender» como un proceso activo que ocurre
dentro del alumno y que es influido por él mismo.

✓ Los resultados del aprendizaje, es decir, los logros en el rendimiento,


dependen tanto de la información dada por el docente como del proceso
seguido por el alumno para procesar dicha información.

✓ Entonces, se configuran dos tipos de actividad que condicionan el


proceso de aprender: las estrategias aplicadas por el docente y las
desarrolladas por el alumno, es decir, cómo éste organiza, elabora y
reproduce dicho material.

3. El aprendizaje como tarea del profesor


En esta sección se pueden analizar factores diversos. Se trata de
concebir al docente, no sólo como transmisor de una información, sino que va
más allá, es un facilitador del aprendizaje. Y en este nuevo rol, indica Zabalza
(1991) citado por Valdivia (2002, p. 26) se deben considerar algunos
elementos:

✓ Ampliación de la temática de estudio de la Didáctica, como disciplina:


temas referidos a procesos y técnicas de aprendizaje, estrategias
variadas que permitan la comprensión de los conceptos, etc.
✓ La formación de los docentes adquiere una nueva orientación. No basta
con ser teóricos y técnico en los contenidos a impartir para desarrollarlos
en los alumnos, hace falta el conocimiento y la aplicación de estrategias
de “facilitación del aprendizaje”.
✓ El profesor debe de distribuir su tiempo en dos áreas, por un lado, la
enseñanza de contenidos y, por otro, la enseñanza directa e indirecta de
estrategias de aprendizaje.

4. ESTILOS DE APRENDIZAJE
Delimitación conceptual de estilos de aprendizaje
Existen muchas connotaciones del concepto «estilos de aprender». Es
conveniente revisar las propuestas, y a continuación se pueden observar en

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una tabla. Analizar los conceptos es necesario para avanzar el proceso de
comprensión.

Tabla La definición de estilo de aprender


Autor Nivel Concepto

Hunt Indica qué estructura Condiciones educativas bajo las que un


(1979) necesita para aprender. discente está en mejor situación para
aprender.
Es la manera por la que –dieciocho,
Dunn, Se trata de una definición primero, y veintiún – elementos diferentes
Dunn y descriptiva. que proceden de cuatro estímulos básicos
Price afectan a la habilidad de una persona para
(1979) absorber y retener la información.

Gregory Énfasis de las acciones a Comportamientos distintivos que sirven


(1979) seguir por parte de cada como indicadores de cómo una persona
discente. aprende y se adapta a su ambiente.

Schmec Se trata de una definición Es el estilo cognitivo que un individuo


k (1982) descriptiva. manifiesta cuando se hace el proceso de
confrontación ante una tarea de
aprendizaje.

Kolb Una definición desde su Algunas capacidades de aprender que se


(1984) modelo de aprendizaje destacan por encima de otras como
por la experiencia. resultado del aparato hereditario de las
experiencias vitales propias y de las
exigencias del medio ambiente actual.

Trufello Una definición vinculada Es el estilo cognoscitivo que se manifiesta


(1988) en el estilo cognitivo que en el momento de enfrentar una tarea de
es el modo de procesar la aprendizaje.
información.

Kane Da factores de los cuales Asevera que es innegable la influencia que


(1984) depende el estilo de ejercen en el estilo de aprendizaje las
aprender. diferentes maneras de procesar la
información de los hemisferios cerebrales
izquierdo y derecho.

Keefe Concepto y función que Los estilos de aprender son los rasgos
(1982) realizan en los cognitivos, afectivos y fisiológicos, que
educandos. sirven como indicadores relativamente
estables, de cómo perciben los discentes,
interaccionan y responden a sus ambientes
de aprendizaje.

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En relación al último concepto, dado por Keefe (1982), se hace una
marcada diferenciación. Algunos autores proponen que los factores cognitivos
son un rasgo sumado a otros más (Valdivia, 2002). De hecho, no están de
acuerdo en extender el significado estricto de estilo cognitivo a todos los
aspectos que denominan los estilos de aprender.
De la Torre y otros (1993) define estilo como el modo peculiar y
duradero, que se pone de manifiesto en el individuo, al realizar actividades
mentales. Esto implica que no es posible llevar a cabo una acción mental sin
proyectar, en un momento dado, el estilo cognitivo propio. Este mismo autor
indica que el estilo cognitivo es aquella macro estrategia de funcionamiento
mental que permite diferenciar a los sujetos por el modo de percibir el medio,
procesar la información, pensar o resolver problemas, aprender y actuar.
Volviendo al punto de estilos de aprender y estilos cognitivos, siempre
se ha guardado cierta interacción entre ambos. Siguiendo con lo expuesto por
De la Torre y otros (1993), podemos mencionar:

El estilo cognitivo puede ser constante a través del desarrollo evolutivo y del
cambio de tareas; pero también puede cambiar, más aún si nos limitamos a
un aspecto particular como es el estilo de aprender. Al no estar definido en
términos de aptitud, sino de estrategia, puede ser aprendido. El estilo es el
camino, procedimiento, vía (Approache) o modo de conducirse mentalmente
para conseguir determinados propósitos. En tal sentido tendrá que ver con las
estrategias y eficacia del proceso. En definitiva, estamos ante un concepto
potenciador de la diversidad y rico en sugerencias por lo que respecta a los
principios psicopedagógicos que inspiran la reforma de la enseñanza (p. 75).

Woolfolk (1999) también participa con una aportación importante de los


estilos cognitivos y estilos de aprender, y señala que suelen usarse,
indistintamente. En general, señala esta autora, que los educadores prefieren
hablar de estilos de aprendizaje y en esta categoría incluyen diversas
diferencias. Por su parte, los psicólogos prefieren hablar de estilos cognitivos y
restringir su análisis a las diferencias en la forma que la gente procesa la
información.

El término “estilo de aprendizaje” se refiere al hecho de que cada


persona utiliza su propio método o estrategias para aprender. Aunque las
estrategias varían según lo que se quiera aprender, cada uno tiende a
desarrollar ciertas preferencias o tendencias globales, tendencias que definen
un estilo de aprendizaje. Son los rasgos cognitivos, afectivos y fisiológicos que
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sirven como indicadores relativamente estables de cómo los alumnos perciben
interacciones y responden a sus ambientes de aprendizaje, es decir, tienen que
ver con la forma en que los estudiantes estructuran los contenidos, forman y
utilizan conceptos, interpretan la información, resuelven los problemas,
seleccionan medios de representación (visual, auditivo, kinestésico), etc. Los
rasgos afectivos se vinculan con las motivaciones y expectativas que influyen
en el aprendizaje, mientras que los rasgos fisiológicos están relacionados con
el género y ritmos biológicos, como puede ser el de sueño-vigilia, del
estudiante.
La noción de que cada persona aprende de manera distinta a las demás
permite buscar las vías más adecuadas para facilitar el aprendizaje, sin
embargo, hay que tener cuidado de no “etiquetar”, ya que los estilos de
aprendizaje, aunque son relativamente estables, pueden cambiar; pueden ser
diferentes en situaciones diferentes; son susceptibles de mejorarse; y cuando a
los estudiantes se les enseña según su propio estilo de aprendizaje, aprenden
con más efectividad.

Como lo planteamos en clase, existen distintos modelos de estilos de


aprendizaje, la que planteamos a continuación nos la ofrecen Aragón García, M
y Jiménez Galán (en el artículo “Diagnóstico de los estilos de aprendizaje en los
estudiantes: Estrategia docente para elevar la calidad educativa”, publicado en la
Revista de Investigación Educativa 9. julio-diciembre, 2009 | ISSN 1870-5308 | Xalapa,
Veracruz).

A. Por el sistema de representación de la información: Modelo PNL


De acuerdo con este modelo, en el aprendizaje intervienen diversos
factores, pero uno de los más influyentes es el relacionado con la forma en que
se selecciona y recibe la información (Burón, 1996).
Todo el tiempo estamos recibiendo, a través de nuestros sentidos, una
enorme cantidad de información procedente del mundo; sin embargo, el
cerebro selecciona únicamente parte de esa información ignorando el resto.

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La selección de la información depende de nuestro interés y de la forma
como recibimos la información. Así, entonces, tenemos tres grandes sistemas
para representar la información recibida:
1. Sistema visual: utilizado cuando recordamos más la información que
se nos presenta mediante imágenes abstractas y concretas.
2. Sistema auditivo: utilizado cuando recordamos más la información
hablada; es más fácil recordar una conversación que un apunte en el
pizarrón.
3. Sistema kinestésico: utilizado cuando recordamos la información
interactuando con ella, manipulándola.

Así, los alumnos acostumbrados a seleccionar un tipo de información


absorberán con mayor facilidad la información de ese tipo, o bien, la persona
acostumbrada a ignorar la información que recibe por un canal determinado no
recibirá la información que reciba por ese canal. Aplicando estos conceptos al
salón de clases, podemos afirmar que después de recibir la misma explicación
no todos los alumnos recordarán lo mismo. A algunos alumnos les será más
fácil recordar las explicaciones que se escribieron en el pizarrón, mientras que
otros podrían recordar mejor las palabras del profesor y, en un tercer grupo,
tendríamos alumnos que recordarían mejor la impresión que esa clase les
causó.

B. Por el modo de procesar la información: Modelo de David Kolb


El modelo de Kolb es muy usado para el diagnóstico de los estilos de
aprendizaje porque analiza primordialmente el aprendizaje basado en la
experiencia. Kolb (1984) plantea que la supervivencia de los seres humanos
depende de nuestra habilidad para adaptarnos a las condiciones cambiantes
del mundo. Por lo tanto, propone que cada individuo enfoca el aprendizaje de
una forma particular, la cual es producto de:
✓ Su herencia (inteligencia).
✓ Sus experiencias previas
✓ Las exigencias del ambiente en el que se desenvuelve.

En una investigación posterior, Honey y Mumford (1986) prescinden


parcialmente del factor inteligencia, que no es fácilmente modificable, y
clasifican los estilos de aprendizaje en cuatro tipos:

1. Activo: las personas que tienen predominancia en este estilo se


implican totalmente y sin prejuicios en las experiencias. Son de mente
abierta y acometen con entusiasmo tareas nuevas. Se aburren con los
plazos largos, eligen actividades cortas donde los resultados pueden
apreciarse rápido. Prefieren dialogar, les gusta dirigir debates o realizar
presentaciones. La pregunta detonadora del aprendizaje para ellos es el
¿cómo?
2. Reflexivo: a las personas reflexivas les gusta considerar experiencias y
observarlas desde diferentes perspectivas. Reúnen datos, analizándolos
con detenimiento antes de llegar a alguna conclusión. Prefieren observar
la actuación o escuchar a los demás y no intervienen hasta que se han
familiarizado con la situación. La pregunta detonadora del aprendizaje
para ellos es el ¿por qué?

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3. Teórico: las personas que son teóricas enfocan los problemas por
etapas lógicas. Tienden a ser perfeccionistas. Integran los hechos en
teorías coherentes. Son profundos a la hora de establecer teorías,
principios y modelos. Les gusta analizar y sintetizar. Buscan la
racionalidad y la objetividad, les disgusta lo subjetivo o ambiguo. Para
ellos es indispensable la lógica de los eventos. La pregunta detonadora
del aprendizaje para ellos es el ¿qué?
4. Pragmático: las personas pragmáticas buscan la aplicación práctica de
las ideas y aprovechan la primera oportunidad para experimentarlas.
Tienden a ser impacientes cuando hay personas que teorizan. Buscan
una mejor manera para hacer las cosas, toman decisiones de forma
rápida y les gusta resolver problemas. Muestran poco interés por los
conocimientos que no les ayudan en sus necesidades inmediatas. La
pregunta detonadora del aprendizaje para ellos es el ¿qué pasaría si?

C. La categoría bipolar: Modelo de Felder y Silverman


Richard M. Felder y Linda K. Silverman (González, 1996) desarrollaron un
modelo que explica los diferentes estilos de aprendizaje de los alumnos
basados en los siguientes postulados:

• El tipo de información que recibe el alumno • es predominantemente


sensitiva o bien intuitiva.
• La modalidad sensorial utilizada preferentemente por los alumnos es
auditiva o visual.
• Los alumnos tienen dos formas de organizar la información:
inductivamente o bien deductivamente.
• Los alumnos procesan y comprenden la información de dos maneras:
secuencialmente o bien globalmente.
• Los alumnos trabajan con la información recibida de dos maneras:
activamente o reflexivamente.

Como se deduce, estos postulados dan origen a cinco dimensiones o


estilos de aprendizaje, las cuales conllevan categorías opuestas entre sí; por
ello a este modelo se le conoce como modelo de la categoría bipolar. Las
dimensiones de estilos

1. Sensitivos o intuitivos

Los alumnos sensitivos son concretos, prácticos; les gusta resolver problemas
siguiendo procedimientos establecidos; les gusta el trabajo práctico y memorizan
he hechos con facilidad. Los alumnos intuitivos son más bien conceptuales;
innovadores; orientados hacia las teorías y los significados; prefieren descubrir
posibilidades y relaciones; pueden comprender rápidamente nuevos conceptos;
les gusta trabajar con abstracciones y formulas matemáticas.

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2. Auditivos o visuales

Los alumnos visuales prefieren obtener la información mediante representaciones


visuales como los diagramas de flujo, mapas conceptuales, mapas mentales, ya
que recuerdan mejor lo que ven. Los alumnos auditivos prefieren obtener la
información en forma hablada, ya que la recuerdan mejor. Les gustan las
exposiciones orales de los profesores.

3. Inductivos o deductivos

Los alumnos inductivos entienden mejor la información cuando se les presentan


hechos y observaciones particulares y posteriormente se hacen las inferencias
hacia los principios o generalizaciones. Los alumnos deductivos prefieren que se
les presenten primero las generalizaciones o principios rectores de los
fenómenos o hechos y, posteriormente, deducir ellos mismos las consecuencias
y aplicaciones particulares.

4. Secuenciales o globales

Los alumnos secuenciales aprenden mejor con en pequeños pasos


incrementales, su razonamiento es ordenado y lineal; resuelven problemas por
pasos lógicos. Los alumnos globales aprenden a grandes saltos, visualizando la
totalidad; generalmente resuelven problemas complejos rápidamente de forma
innovadora.

5. Activos o reflexivos

Los alumnos activos retienen y comprenden mejor nueva información cuando la


manipulan (la discuten, la aplican). Les gusta trabajar en equipo y ensayar las
cosas. Los alumnos reflexivos tienden a retener y comprender nueva información
analizando y reflexionando sobre ella; prefieren trabajar solos.

D. Las preferencias del pensamiento: Modelo de Ned Herrmann


Ned Herrmann describe las preferencias del pensamiento asociadas a
algún cuadrante del cerebro y desarrolla un modelo de acuerdo con el cual, una
vez que conocemos las maneras de pensar que nos satisfacen más y nos
permiten mejores resultados, se abre la puerta para desarrollar la
comunicación, la resolución de problemas, el liderazgo y la toma de decisiones,
entre otros factores.
Este modelo ayuda a que el docente compare las características de sus
alumnos con la manera en que están actuando según la situación que viven,
pudiendo inferir si se sienten bien con lo que están haciendo y así lograr
aprendizajes significativos para ellos. Adicionalmente, el modelo permite
comparar los diferentes estilos entre los alumnos al momento de crear grupos
de trabajo efectivos.
Según el modelo de cerebro completo de Ned Herrmann (n. d.) se tienen
cuatro áreas del cerebro y a cada una le corresponden diversas características
que puedes observar en el siguiente gráfico:

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Del modelo se desprende que existen cuatro estilos de aprendizaje de los
alumnos:
1. Alumnos racionales (predominancia del hemisferio Sup. Izq.):
generalmente son fríos y distantes, inteligentes, irónicos, buenos para
criticar y evaluar, competitivos e individualistas. Aprenden analizando,
razonando, usando la lógica; les gustan las clases argumentadas,
apoyadas en hechos.
2. Alumnos cuidadosos (predominancia del hemisferio Inf. Izq.): se
caracterizan por ser introvertidos, minuciosos, dan mucha importancia
a la experiencia. Aprenden de manera secuencial, planificada, formal
y estructuradamente; les gustan las clases organizadas y rutinarias.
3. Alumnos experimentales (predominancia del hemisferio Sup. Der.):
tienen sentido del humor, son originales, independientes, arriesgados
y tienden a las discusiones. Aprenden conceptualizando, sintetizando,
visualizando, asociando e integrando, les gustan los proyectos
originales.
4. Alumnos emotivos (predominancia del hemisferio Inf. Der.): son
extrovertidos, emotivos, espirituales. Aprenden escuchando y
preguntando, evaluando los comportamientos; integran mediante la
experiencia, tienen la necesidad de compartir y convivir con sus
compañeros. Son estudiantes que trabajan si el docente les agrada o
si el tema es de su interés.

E. Modelo de los Hemisferios Cerebrales


Cada hemisferio es el responsable de la mitad del cuerpo situada en el
lado opuesto: es decir, el hemisferio derecho dirige la parte izquierda del
cuerpo, mientras que el hemisferio izquierdo dirige la parte derecha. Cada
hemisferio presenta especializaciones que le permite hacerse cargo de tareas
determinadas

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• El hemisferio izquierdo está más especializado en el manejo de los
símbolos de cualquier tipo: lenguaje, álgebra, símbolos químicos, partituras
musicales. Es más analítico y lineal, procede de forma lógica.
• El hemisferio derecho es más efectivo en la percepción del espacio, es más
global, sintético e intuitivo. Es imaginativo y emocional.

La idea de que cada hemisferio está especializado en una modalidad


distinta de pensamiento ha llevado al concepto de uso diferencial de
hemisferios. Esto significa que existen personas que son dominantes en su
hemisferio derecho y otras dominantes en su hemisferio izquierdo. La
utilización diferencial se refleja en la forma de pensar y actuar de cada persona;
quien sea dominante en el hemisferio izquierdo será más analítica, en cambio
quien tenga tendencia hemisférica derecha será más emocional.
Aunque cada persona utiliza permanentemente todo su cerebro, existen
interacciones continuas entre los dos hemisferios, y generalmente uno es más
activo que el otro. En la determinación de la dominancia de los hemisferios
influyen factores sociales. Cada hemisferio procesa la información que recibe
de distinta manera, es decir, hay distintas formas de pensamiento asociadas
con cada hemisferio.

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