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PRINCIPIOS DE APRENDIZAJE SENSORIO-MOTOR (MARCO GUZMAN)

En este documento hablaremos de un tema fundamental en el proceso de


rehabilitación y entrenamiento de la voz: los principios de aprendizaje sensorio-motor.

Para lograr una terapia vocal eficaz, no basta con elegir la tendencia terapéutica
correcta y tener el grupo de ejercicios adecuados para cada paciente, si no se tienen
las herramientas necesarias para saber cómo enseñar estos ejercicios vocales con el
objetivo de producir un real cambio en el patrón fonatorio del paciente.

Como terapeutas vocales, cuando enseñamos ejercicios de voz tenemos como


objetivo establecer nuevos patrones vocales o restablecer patrones correctos que se
hayan perdidos. En el primer caso hacemos referencia al proceso de entrenamiento
de la voz, mientras que en el segundo nos referimos al proceso de rehabilitación de
personas con alteraciones de la voz.

Desafortunadamente los principios de aprendizaje sensorio-motor no son


ampliamente conocidos por los profesionales que entrenan o rehabilitan voces, por lo
tanto, es común ver que la forma de enseñar los ejercicios vocales no es la más
adecuada y por ende no se está contribuyendo a un real cambio del patrón fonatorio.

Etapas del proceso de rehabilitación


Los cambios producidos en un proceso de entrenamiento o rehabilitación vocal
pueden ser divididos en dos tipos: cambios a corto plazo y cambios a largo plazo. El
proceso de aprendizaje sensorio-motor pertenece al campo de los cambios a largo
plazo, es decir, cambios que permanezcan en el tiempo.

Tres importante etapas existen durante el proceso de rehabilitación de la voz:


adquisición, retención y transferencia.
*La adquisición es la primera etapa, esto es cuando los ejercicios están recién siendo
enseñados. Esta etapa es totalmente consciente y voluntaria.
*La segunda etapa (retención) ocurre cuando el sujeto logra ejecutar el nuevo patrón
de forma mucho menos consciente. El paciente ya no necesita estar concentrado en
sentir una fonación fácil o vibración anterior, sino que simplemente hace el ejercicio y
las sensaciones buscadas ocurren incluso aunque no las busque conscientemente.
* La tercera etapa, transferencia o generalización, ocurre cuando la práctica en un
movimiento afecta también a otro movimiento relacionado pero no entrenado
previamente. Por ejemplo, si se ha practicado la fonación fácil en un ejercicio con
tracto vocal semi-ocluido, el proceso de transferencia permite que esta misma
sensación de facilidad fonatoria se experimente en otro tipo de ejercicio o incluso al
hablar.

Es importante distinguir dos conceptos diferentes: aprendizaje y ejecución. La


ejecución es el proceso que ocurre durante la adquisición o la práctica de un ejercicio
vocal, mientras que el aprendizaje ocurre durante los procesos de retención y
transferencia (dos últimas etapas). El aprendizaje ocurre cuando lo ejecutado ya está
siendo retenido y no requiere de la consciencia del ejecutante y además cuando lo
aprendido ya está siendo transferido a circunstancias vocales o contextos no
entrenados previamente.
Los cambios durante la ejecución son considerados entonces cambios a corto plazo,
mientras que los cambios que ocurren durante las etapas de retención y transferencia
son cambios a largo plazo y que permanecen en el tiempo.

Evidencia científica señala que los cambios durante la práctica, es decir, durante el
proceso de ejecución, no predicen retención ni transferencia, por lo tanto no aseguran
un cambio del patrón fonatorio a largo plazo. En relación a esto, el objetivo final de la
rehabilitación vocal o entrenamiento no es mejorar la ejecución durante la sesión, sino
que es el logro de un real cambio del patrón fonatorio a largo plazo y que por lo tanto
permanezca en el tiempo. El objetivo es promover el aprendizaje sensorio-motor y
actuar en las etapas de retención y transferencia. No malentender que una ejecución
correcta no es deseable, ya que si lo es, pero esto no es nuestro objetivo final.
Producir un cambio real y permanente si lo es.

¿Qué es el aprendizaje sensorio-motor?


El aprendizaje sensorio-motor señala que es un proceso inferido más que
directamente observado, el cual produce cambios permanentes en la capacidad
general para la ejecución motora, como un resultado de la práctica y la exposición.
Analizando esta definición encontramos que:
El aprendizaje sensorio-motor es un proceso no estructurado, es decir no se adquiere
siguiendo una secuencia, pero si basándose en ciertos principios.
El aprendizaje sensorio-motor involucra necesariamente cambios a largo plazo, es
decir cambios permanentes.
Es por principio un proceso que involucra la ejecución motora, debe haber un
componente motor y también uno sensorial.
La práctica y la exposición son elementos fundamentales para el logro de un correcto
aprendizaje sensorio-motor. Si no se practica y no se exponen los nuevos patrones
fonatorios en diferentes contextos o circunstancias comunicativas, difícilmente el
proceso de aprendizaje tendrá buen término.
La observación o evaluación es indirecta. Se puede evaluar solo a través de la
ejecución motora, no hay forma de saber si el paciente logro un real aprendizaje sino
es observando cómo ejecuta el acto de hablar, cantar, etc.
Muchas cosas que hacemos en la clínica pueden mejorar el rendimiento pero pueden
perjudicar el aprendizaje a largo plazo. Esto ocurre con una alta probabilidad cuando
se utiliza la tendencia terapéutica sintomatológica.

Procesos cognitivos en la rehabilitación


Con el propósito de entender los procesos cognitivos que participan en el aprendizaje
sensorio-motor, es necesario referirse a la memoria declarativa y memoria procedural.
La memoria declarativa de caracteriza por estar relacionada con eventos específicos y
hechos generales, se revela preguntando a la persona, por definición es consciente,
es inestable en el tiempo y es intencional.
La memoria procedural o procedimental se relaciona con habilidades asociadas con
procesos o procedimientos, es implícita y no se revela preguntando, sino que pidiendo
una acción (se pide al sujeto que realice algo) y observando los resultados de esa
acción moto-sensorial, es inconsciente, es estable en el tiempo y es considerada
incidental.
Considerando los aspectos que definen el proceso de aprendizaje sensorio-motor,
este proceso está totalmente ligado a la memoria procedural y no declarativa. Cuando
un paciente ha logrado cambiar su patrón motor fonatorio, éste se ha mantenido en el
tiempo, y podemos observar este cambio a través del acto de hablar o cantar,
entonces estamos observando indirectamente consecuencias positivas del proceso
cognitivo de memoria, puntualmente memoria procedural.

Principios de aprendizaje sensorio-motor


A continuación se exponen los principios más relevantes del aprendizaje sensorio-
motor en relación a la rehabilitación y entrenamiento de la voz.

Foco de atención :
El foco de atención se refiere al lugar donde el paciente pone su atención durante la
realización de los ejercicios vocales. Los dos posibles focos de atención son: foco
interno y foco externo.
El foco interno se produce cuando el clínico entrega instrucciones biomecánicas al
paciente y por lo tanto éste focaliza la atención en él mismo. Algunos ejemplos de
instrucciones biomecánicas son: bajar la lengua, respirar moviendo el abdomen, mirar
hacia abajo, abrir la boca, protruir los labios, abrir la garganta, soltar la mandíbula,
bajar la laringe, caminar lento, mover las costillas, etc. Todas estas instrucciones
biomecánicas a los pacientes son muy utilizadas en la clínica vocal, sobre todo si la
tendencia terapéutica utilizada es la sintomatológica. Los ejercicios propios de la
tendencia sintomatológica promueven un foco de atención interna por el hecho de que
éstos necesitan ser enseñados en su mayoría con instrucciones biomecánicas como
las recién señaladas. El paciente focaliza su atención en procesos internos. Cuando
se utilizan instrucciones biomecánicas se promueve una buena ejecución del ejercicio
vocal, pero no un real aprendizaje sensorio-motor (cambio a largo plazo).
Por otra parte, cuando se eliminan las instrucciones biomecánicas y en su lugar se
enfatizan en el paciente las sensaciones físicas y sonidos asociados con la voz, el
foco de atención es considerado externo. Algunas de las sensaciones físicas que se
podrían promover durante el proceso de aprendizaje sensorio-motor son: sensación
de voz fácil, sensación de vibración anterior, sensación de garganta abierta,
sensación de suavidad, sensación de liviandad, etc. Estas sensaciones u otras deben
ser guiadas por el clínico. Los ejercicios vocales con tracto vocal semi-ocluido, y en
general todos los ejercicios utilizados en la tendencia terapéutica fisiológica
promueven el énfasis de sensaciones ligadas a la producción de la voz, y por lo tanto
facilitan el foco de atención externo. Como consecuencia, se promueve un real
aprendizaje sensorio-motor.

Para evitar las instrucciones biomecánicas se utilizan algunos procedimientos durante


la ejercitación:

Búsqueda:
Consiste en la toma de consciencia del cuerpo (diferentes partes) y de lo que ocurre
en él, por parte del paciente. El proceso de búsqueda debe ser guiado por el clínico.
Ayuda postural:
El clínico manipula partes del cuerpo del paciente para evitar contracciones, posturas
o movimientos inadecuados. Esto es muy útil para evitar dar instrucciones
biomecánicas al paciente cuando éste está utilizando una incorrecta postura de
cabeza al realizar un ejercicio o está produciendo un cierre mandibular inadecuado o
simplemente está mal sentado. En el primer caso (mala postura de cabeza durante un
ejercicio), el clínico puede acercarse al paciente, tomar su cabeza y suavemente
posicionarla en el lugar correcto. Esto evita dar instrucciones biomecánicas, y
promueve un foco centrado en las sensaciones.

Mostrar:
Demostrar al paciente física y sonoramente cual es el comportamiento que queremos
lograr. Por ejemplo si el paciente realiza un ejercicio vocal y el sonido es
perceptualmente apretado y con esfuerzo, y además se observa que la mandíbula
está muy apretada, entonces en este caso el clínico puede hacer el ejercicios de
manera correcta, produciendo un sonido suave y fácil y al mismo tiempo mostrar con
las manos, por ejemplo, una gran apertura interna de la boca. (ver video demostrativo)
Practica negativa: Pedirle al paciente que haga los ejercicios de una forma
inadecuada y luego cambiarlo a la forma correcta. Esto puede ser realizado antes de
que el paciente logre una correcta ejecución del ejercicio o también cuando ya lo haya
logrado. En el primer caso, si el paciente por ejemplo no logra sentir que su voz sale
de manera fácil, se le puede pedir que lo haga de manera apretada para que sienta el
contraste con la sensación de voz fácil que hará posteriormente. Un ejemplo para el
segundo caso (cuando el paciente ya ha logrado el comportamiento fonatorio
adecuado en la ejecución de un ejercicio), se le puede solicitar que regrese a su
comportamiento antiguo (voz apretada) y luego realizar otra vez el sonido correcto con
las sensaciones corporales correctas. La práctica negativa es un recurso altamente
recomendable para que el paciente tome conciencia del cambio.

Profundidad del aprendizaje


Este principio está relacionado con el tipo de operación cognitiva involucrada. Como
ya fue señalado, el aprendizaje declarativo (memoria declarativa) se caracteriza por
ser consciente y explicito, por lo tanto involucra procesos asociativo o semánticos,
profundos. Por el contrario, el aprendizaje procedural es implícito o no consiente, y por
ende depende de un proceso integrativo perceptual o sensorial “menos profundo”
Basado en esta información, es pertinente ahora referirse al uso de imágenes
metafóricas durante las sesiones de terapia vocal. Es bastante común que de forma
intuitiva, y con el fin de favorecer la ejecución de un ejercicio, los terapeutas vocales
hagan uso de imágenes metafóricas con sus pacientes. Por ejemplo, imaginar que la
voz es una nube que flota suavemente, o imaginar que la voz es una ola del mar, la
cual cae paulatinamente a la superficie. Este tipo de imágenes metafóricas favorece el
entendimiento y la ejecución del ejercicio por parte del paciente, sin embargo, hay
evidencia científica que demuestra que el uso de estas imágenes metafóricas
perjudica los procesos de retención y transferencia, por lo tanto no favorecen un
correcto aprendizaje sensorio-motor (cambio a largo plazo). La razón de porque el uso
de estos recursos perjudica el aprendizaje motor, es el hecho de que esto requiere un
proceso de asociación semántica complejo y lo cual favorece más a la memoria
declarativa. La memoria procedural en cambio se ve más favorecida por los proceso
senso-perceptuales.
Programación de la práctica
Este principio tiene relación con la distribución de las prácticas en el tiempo. Las dos
opciones que existen son: al azar o en bloque. Supongamos que le entregamos al
paciente tres ejercicios vocales diferentes: A, B y C. La práctica en bloque implica
ordenar los ejercicios de esta forma por ejemplo; AAAA, BBBB, CCCC, es decir
siguiendo una distribución con un claro patrón. Por el contrario, la práctica al azar
seria: ACAB, BBCA, CBAC, CCCA, etc. Esta forma no muestra una secuencia clara o
un patrón distinguible. La práctica al azar disminuye el desempeño a corto plazo
(ejecución), pero favorece en aprendizaje motor a largo plazo (retención y
transferencia). Esto ocurre ya que existe un reinicio completo de la acción para
reforzar los trazos cognitivos, es decir, cada vez que se hace el siguiente ejercicio
vocal sin saber con certeza cuál será (al azar) se produce una nueva entrada y así
sucesivamente con el resto de los ejercicios de la secuencia. Por el contrario, el la
practica en bloque sigue una secuencia con un patrón, lo que no produce un reinicio
completo de la acción para el olvido y la reconstrucción de trazos cognitivos.
Complejidad del movimiento
La complejidad del movimiento hace referencia a cuán complejo es el ejercicio que le
enseñaremos a nuestros pacientes, en términos del número de parámetros que
trabajaremos al mismo tiempo en un mismo ejercicio. En relación a este principio
existen dos opciones: por parte y completo. Ejercitación por parte se refiere al trabajo
aislado de cada parámetro o cada subsistema involucrado en el proceso de
producción de la voz. Por ejemplo, al emplear ejercicios que trabajen la respiración de
manera aislada y después la fonación también de manera aislada estamos haciendo
uso de la modalidad de trabajo por parte y no completo. Esta forma de trabajar es
característica de la tendencia terapéutica sintomatológica, donde los parámetros de la
voz se abordan de manera segmentada y secuenciada, es decir, por parte. La práctica
en partes segmentadas no es buena cuando la tarea involucra componentes en
paralelo y que interactúan en forma natural, como es el caso de la voz humana. Esto
favorece la ejecución, pero no la retención ni la transferencia.
El trabajo completo, por el contrario es propio de la tendencia terapéutica fisiológica,
en donde los diferentes parámetros de la voz no se separan para cada ejercicio, sino
que todos ellos se trabajan simultáneamente a través del mismo ejercicio. Los
ejercicios con tracto vocal semi-ocluido son muy útiles para llevar a cabo la práctica
de tipo completa.

Variabilidad de la práctica
Este principio se relaciona con la cantidad de variables que se ponen en juego al
momento de hacer ejercicios vocales. En relación a esto existen dos opciones:
práctica constante y práctica variable.
Algunas de las posibles variables que podemos considerar en la ejercitación vocal
son: intensidad de la voz, tonos utilizados, tipos de ejercicios, movimiento corporal,
tipos de emociones, cantidad de ruido ambiente, lugar de ejercitación, etc.
La práctica constante hace referencia puntualmente a la realización de los ejercicios
vocales utilizando pocas variables, lo cual favorece la ejecución, no así la retención ni
la transferencia. Veamos esto a través de un ejemplo: ejercicio de vibración labial a
una sola intensidad, solo en tono cómodo y siempre sentado. Luego se le indica al
paciente que realice lo mismo pero esta vez con vibración lingual. En este ejemplo no
se observa una clara variabilidad de las variables ya que solo se hace un cambio en la
variable tipo de ejercicio, pero no en las restantes.
La práctica variable, por su parte, utiliza una mayor variación en la todas las variables
que están en juego. Hecho que podría ir en desmedro de una ejecución perfecta en
las primeras prácticas, pero favorece la retención y la transferencia, los dos elementos
básicos para producir un real aprendizaje sensorio-motor. La práctica variable se
promueve cuando se le enseña al paciente un ejercicio pidiéndole que lo haga en con
diferentes niveles de intensidad (no llegando a una intensidad extrema), con variados
tonos, diferentes tareas fonatorias (tono mantenido, glissandos, canción, etc), en
lugares con diferentes niveles de ruido (lugares completamente tranquilos, lugares
con ruido moderado), pidiéndole que realice los ejercicios dentro de una habitación
como también afuera en la calle, también se puede considerar realizar el ejercicio
realizando otras acciones, no solo sentado y en tranquilidad, sino que además
caminando, viendo televisión, manejando, mirando un paisaje, recordando algo, etc.

Cantidad y distribución de la práctica


En relación a este principio, existen dos posibilidades:
Indicar al paciente una práctica masiva y sin descansos, o una práctica segmentada y
alternada con descansos. La primera de ellas se refiere a la práctica de los ejercicios
aprendidos dos veces al día durante 20 o 30 minutos cada vez. La práctica
segmentada, por el contrario, hace referencia a la práctica muchas veces en el día (8-
10 veces por día) durante 5 minutos cada vez. El aprendizaje sensorio-motor se
favorece con esta última modalidad, es decir, indicando al paciente que práctica
múltiples veces en el día durante corto tiempo cada vez.
A través de la práctica segmentada y alternada con descansos se producen más
oportunidades para establecer relaciones entre los tipos de información asociadas con
cada movimiento, mayor número de instancias para la recuperación del programa
motor lo cual automatiza y además aumenta la estabilidad de los esquemas de
recuerdo y reconocimiento. Todo lo anterior produce como consecuencia positiva una
mayor retención y transferencia, y por lo tanto un mayor aprendizaje sensorio-motor.

Consistencia en el mapa
La consistencia del mapa tiene relación con el grado de estabilidad de la relación
estimulo-respuesta para una tarea, es decir que tan consistente es la respuesta frente
a diferentes estímulos. Por ejemplo, el uso consistente de la voz resonante (voz fácil y
vibraciones anteriores) durante la realización de diferentes ejercicios vocales, o frente
a diferentes producciones vocales, como voz a baja intensidad o alta intensidad. El
mapa variable, por el contrario, es responder de forma diferente frente al mismo
estímulo a lo largo de los intentos. Si un paciente no logra mantener la voz resonante
al variar la intensidad, entonces existe una inconsistencia en el mapa. El mapa
variable en este caso está dado por el hecho de hacer un uso alternado de voz
resonante (nuevo patrón) y voz apretada (patrón antiguo) como respuesta al estímulo
“habla”. Si el paciente logra mantener la misma cualidad vocal independientemente
del estímulo, existe entonces un mapa consistente. El mapa consistente, a diferencia
del mapa variable promueve un buen desarrollo de la automaticidad y transferencia
del nuevo patrón vocal.
Referencias
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Maas E, Robin DA, Austermann Hula SN, Freedman SE, Wulf G, Ballard KJ, Schmidt RA. Principles of motor learning in
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Steinhauer K, Grayhack JP. The role of knowledge of results in performance and learning of a voice motor task. Journal of
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