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METODOLOGÍA TEACCH

Actividad 6. Horarios visuales

Máster Universitario en Educación Especial


Trast no del Espectro Autista

Alumnas:

Maria Elena Pastor Porras


Paula Peret Guillén

Profesora: Gemma Pastor Cerezuela


Grupo: P1 (44508)
Curso: 2021-2022

El trabajo ha sido realizado de manera conjunta y cooperativa por las dos integrantes del grupo.
Actividad 6. Metodología TEACCH: Horarios visuales

Los niños y niñas con Trastorno del Espectro Autista, además de una estructura física
clara, necesitan una estructura temporal en la que se establezcan sistemas visuales que
proporcionen predictibilidad y orden en las actividades. Esto le permite al niño o niña ser
consciente y comprender dónde va a estar, qué actividades va a hacer y en qué orden y, por tanto,
aporta orden, predictibilidad, organización, claridad y comprensión; proporciona una rutina
cómoda y predecible; facilita las transiciones entre actividades; contribuye a reducir la
incertidumbre y la ansiedad y, además, favorece su autonomía e independencia y favorece la
flexibilidad.

A continuación se han construido dos horarios diferentes (horario con objetos y horario
con palabras escritas) que permita a los dos niños con TEA, Rafael y Marta, establecer una
estructura temporal clara y coherente.

1. Caso Rafael- Estructura temporal: horarios con objetos

Rafael es un chico de 14 años diagnosticado de TEA y discapacidad intelectual severa, sin


lenguaje verbal. Asiste a un colegio de educación especial, siendo en su aula un total de 6
alumnos. Rafael ya conoce la estructura física del centro escolar y es capaz de moverse a través
de los espacios con autonomía. Además, comprende secuencias temporales básicas de dos
elementos (primero…, después…) y el concepto de “Terminado”, pero ahora necesita saber
qué actividad va a realizar en cada momento. Las distintas actividades son: jardinería,
informática, comunicación, música, tecnología de los alimentos, reciclaje, matemáticas;
además de almuerzo, recreo, aseo personal y descanso (relajación). Se ha decidido empezar con
un horario mediante objetos reales que incluya 3 actividades.

Construye un horario visual mediante objetos que incluya 3 de estas actividades, que le permita
saber a Rafael qué va a hacer en cada momento y en qué orden, de manera que mejore su
participación e implicación. Explica cómo utilizarías el horario y cómo comenzarías a pasar de
los objetos a otros formatos más abstractos, tales como fotografías, pictogramas…

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El horario mediante objetos (Véase esquema 1) que se ha realizado a continuación tiene como
objetivo ser un sistema visual para el alumnado, en este caso para Rafael, que proporcione
predictibilidad y orden en las actividades a desarrollar a lo largo del día escolar.

Esquema 1: Horario visual con objetos.

Para ello, se le presentará a Rafael un horario visual de arriba a abajo con tres estantes, cada
uno de ellos referido a una actividad o asignatura: la regadera para jardinería, la toalla para el aseo
personal y las maracas para música. El procedimiento adecuado que debería utilizar Rafael para
emplear el horario visual con objetos, sería el siguiente:

1º. Rafael acudirá al horario visual donde se encuentran los distintos objetos que simbolizan
las diferentes tareas a realizar.
2º. Como comprende secuencias temporales básicas (primero, segundo, terminado, etc.),
cogerá el primer objeto situado en la primera balda, en este caso la regadera, y acudirá al lugar donde
se realice jardinería, ya sea en el aula, en el huerto, en el patio, etc. donde además podrá encontrar más
regaderas y otros utensilios de jardinería.
3º. Realizará una correspondencia o emparejamiento entre la regadera que tiene y otra situada
en el lugar de la actividad y, posteriormente, llevará a cabo la tarea pertinente, el trabajo de jardinería.
4º. Al finalizar la sesión de trabajo, Rafael recogerá el objeto (regadera) y deberá acudir de
nuevo al horario visual, en el que junto a él se sitúa una caja llamada “Terminado”, donde dejará el
objeto de la tarea ya realizada.
5º. Por último, cogerá el segundo objeto (la toalla) del horario visual situado en la segunda
balda y realizará el mismo proceso tantas veces como número de tareas se le hayan impuesto, en este

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caso, tres. De igual manera, se realizará el proceso con el tercer objeto (maracas) situado en la tercera
balda.

De está manera, el horario visual permitirá a Rafael saber que va a hacer en cada momento y
en qué orden, de manera que su participación e implicación en las actividades del aula mejorarán
considerablemente. Además, para mejorar y reforzar su rendimiento escolar, se irá combinando
progresivamente los objetos reales de las tareas que debe de realizar con otros formatos más
abstractos, como pictogramas, fotografías, etc. con el objetivo de lograr un horario visual mucho más
abstracto que Rafael pueda comprender. Así, si colocamos al lado de los objetos formatos más
abstractos (como pictogramas o fotografías) (Véase esquema 2) el niño podrá hacer la asociación
rápidamente y de manera sencilla y, una vez haya hecho la asociación objeto-pictograma, se podrá
pasar a utilizar un horario visual más complejo.

Esquema 2: Horario visual con objetos y asociación de pictogramas.

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2. Caso Marta- Estructura temporal: horarios con palabras escritas (horarios escritos)

Marta es una niña de 11 años, escolarizada en modalidad ordinaria, diagnosticada de TEA, sin
discapacidad intelectual asociada y con lenguaje verbal fluido. No obstante, aunque tiene un buen
nivel de lenguaje expresivo, este puede enmascarar su dificultad para comprender. Marta presenta
dificultades con la organización y el seguimiento de secuencias y con frecuencia realiza preguntas
repetitivas acerca de los acontecimientos de la semana como “¿Hoy toca nadar?, ¿vamos a nadar?,
¿cuándo toca nadar?”. Además, su gran dependencia de las rutinas le lleva a ponerse ansiosa cuando
se introducen cambios en sus actividades diarias. Además de las diferentes asignaturas (se encuentra
cursando 6º de primaria), realiza la actividad extraescolar de Danza en el propio colegio a mediodía
(los lunes y los miércoles), Natación los martes por la tarde después del colegio, y Logopedia los
lunes y jueves por la tarde después del colegio.

Construye un horario escrito para las distintas asignaturas y actividades que le permita a Marta saber
qué va a hacer en cada momento y qué hará después, al día siguiente y cada día de la semana, de
manera que se reduzca su ansiedad por saber lo que va a ocurrir o qué va a hacer. Aunque se trate de
un horario semanal, construye después un horario diario portátil para cada día de la semana, explica
cómo lo utilizarías en el día a día y cómo introducirías la posibilidad de que haya un cambio no
previsto en alguna actividad programada.

El horario individual indica al alumno o alumna visualmente dónde va a estar, en qué áreas va
a trabajar y en qué orden; por tanto, indica el dónde, el qué y el cuándo. De esta manera, le aporta a la
persona orden, predictibilidad, organización, claridad y comprensión; proporciona una rutina
predecible y coherente; facilita las transiciones entre actividades; contribuye a reducir la
incertidumbre y ansiedad por saber lo que va a ocurrir o qué va a hacer; favorece la autonomía y la
flexibilidad. Así, se ha construido el siguiente horario escrito (Véase imagen 1) para las distintas
asignaturas y actividades que permita a la niña con TEA, Marta, saber qué hacer en cada momento y
qué hacer después, al día siguiente y cada día de la semana.

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Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes

9:00 - 9:45 Matemáticas Matemáticas Matemáticas Sociales Matemáticas

9:45 - 10:30 Lengua Lengua Sociales Lengua Lengua

10:30 - 11:15 Valenciano Música Naturales Música Valenciano

11:15 - 11:45 P A T I O

11:45 - 12:30 Inglés Valenciano Inglés Inglés Sociales

12:30 - 13:15 E. Física Valores E. Plástica E. Física Naturales

13:15 - 14:00 Danza Danza Valenciano Valenciano Tutoría

14:00 - 16:00 C O M I D A/D E S C A N S O

16:30 - 18:00 Logopedia Natación X Logopedia X

Imagen 1: Horario semanal.

Este horario semanal se imprimirá en una cartulina de un tamaño adecuado (tamaño A3


aproximadamente) y se colocará en su habitación para que pueda acceder de manera sencilla a él y lo
pueda consultar en el momento que desee para, de este modo, favorecer que se reduzca la ansiedad de
la niña por saber lo que va a ocurrir o qué va a hacer. En él aparecen las distintas asignaturas de 6º de
Educación Primaria, así como también las actividades extraescolares, como son Logopedia y
Natación.

Por otra parte, para construir el horario diario portátil se ha empleado también el horario
semanal, pues se han colocado con velcro encima de este unas tiras individuales con las tareas diarias
(Véase imagen 2 y 3). En cada una de ellas, a parte de indicar las asignaturas y la actividades que se
realizan después de la escuela, también aparece el las horas que abarcan esas tareas, tal y como
aparece a continuación:

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Imagen 2: Ejemplo de tira de tareas del lunes incluida en el horario semanal.

Imagen 3: Tiras de tareas diarias pegadas en el horario semanal.

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Para utilizar este instrumento, Marta únicamente tendría que despegar del horario semanal
la tira correspondiente al día y pegarla con velcro en un cartón (Véase imagen 4). A su vez, cada
tarea está colocada en la tira por blu tack; así, deberá coger la tarea de la tira, la pondrá en la
casilla de “ahora toca”, realizará la actividad y, una vez finalizada, deberá introducir la etiqueta de
la tarea en el sobre de “terminado”. Así, cogerá la segunda tarjeta o imagen del horario y realizará
otra vez el proceso (tantas veces como número de tarjetas incluidas en el horario diario). De la misma
manera, se ha de indicar que Marta podrá controlar el día que ha finalizado y los días que le
quedan por delante gracias a las tiras que ha quitado del horario semanal o que todavía están
pegadas en él.

Imagen 4: Horario diario portátil (cartón).

Finalmente, para introducir la posibilidad de que haya un cambio no previsto, en primer lugar,
se debería empezar por realizar cambios fáciles (merendar mortadela en lugar de jamón, por ejemplo);
es decir, se trata de introducir cambios intencionados para trabajar la flexibilidad de la niña. Así, cada
imprevisto en alguna actividad programada debería ser explicado verbalmente por un adulto y,
además, en el horario diario portátil se tacharía la actividad (con un símbolo transparente para que se
vea la actividad que no se va a realizar) que no se va a poder realizar y se pondría una flecha para

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indicar la actividad alternativa. En la imagen se muestra un ejemplo: no hay logopedia y, en su lugar,
vamos al cine (Véase imagen 5).

Imagen 5: Imprevistos en el horario diario.

Por último, cabe indicar que, posteriormente, podría utilizar un horario más simple con
palabras escritas en el que cada actividad terminada se marcaría, se tacharía o taparía, tal y como
aparece a continuación:

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