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La importancia de la crianza, el apego y la resiliencia en la Salud Mental y Habilidades

para la Vida.

● INTRODUCCIÓN.-
El presente ensayo se refiere a la responsabilidad en la crianza, es el deber de los padres
de responder por las consecuencias que genere su comportamiento en el proceso de
desarrollo de sus hijos. Se ha adjudicado a los hombres la responsabilidad principal de
trabajar para la manutención económica de la familia y a la mujer las funciones de
educación y formación de aquellos. Sin embargo, con los cambios demográficos, sociales y
económicos esta concepción se ha modificado, por lo que el objetivo de este estudio fue
examinar, entre otros aspectos, las responsabilidades y temores que esgrimen actualmente
los padres en la crianza.
En general, las responsabilidades que asumen en la crianza es educar, cuidar, vestir,
alimentar, dar amor y respeto.
El Apego como base del desarrollo afectivo y social autónomo y su incidencia en el
desarrollo posterior del niño. Bowlby sostiene que el apego es una forma de conceptualizar
la tendencia de los seres humanos a crear fuertes lazos afectivos con determinadas
personas en particular y un intento de explicar la amplia variedad de formas de dolor
emocional y trastornos de personalidad, tales como la ansiedad, la ira, la depresión y el
alejamiento emocional que se producen como consecuencia de la separación indeseada y
de la pérdida afectiva. John Bowlby fue quien creó la teoría del Apego, quien trabajando en
establecimientos para niños inadaptados se dio cuenta que los pequeños que carecían de
afecto por parte de su madre o de quienes dependían manifestaban conductas negativas.
En el presente trabajo se discute cada uno de estos elementos.

● DESARROLLO.-
Según el diccionario, la crianza es formar algo de la nada; es instruir, dirigir, educar. Instruir
es definido como enseñar, comunicar sistemáticamente conocimientos o métodos y
comunicar reglas de conducta; dirigir es enderezar, llevar rectamente una cosa hacia un
término o lugar o aconsejar a una persona; educar, a su vez, es dirigir, encaminar,
desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales de un niño, así como
enseñarle los buenos usos de urbanidad y cortesía.
Hay que tomar en cuenta que al hablar de un hijo esa formación se hace partiendo de que
la criatura ya existe y que tiene personalidad, pensamientos y sentimientos, es decir, que no
se forma de la nada y que su estructura genética ya está establecida. No es que no haya
nada, sino que con base en lo que existe y a través de la crianza se socializa a una persona
ajustando su comportamiento y actitudes a lo es-
tablecido culturalmente e inculcándole valores reconocidos por la sociedad, o sea,
conformándolo a lo que la sociedad determina que debe ser un hombre o una mujer.
(Torres, 2022)
Ahora bien, criar es sinónimo de instruir, dirigir y educar, y entre las definiciones aparecen
tanto términos que suponen una información (comunicar sistemáticamente conocimientos o
doctrinas y reglas de conducta) como una formación (enderezar, aconsejar a una persona,
encaminar, desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales de un niño,
enseñar los buenos usos de urbanidad y cortesía).
Podría decirse entonces que la crianza es tanto informar como formar; más que repetir
conceptos o dar instrucciones, es ir formando actitudes, valores y conductas en una
persona. Es un intercambio en el cual una persona convive con otra, y a través del ejemplo
la va formando y se va formando a sí misma. Fernández de Quero (2000) señala que la
crianza es el compromiso existencial que adquieren dos personas adultas para cuidar,
proteger y educar a una o más crías desde la concepción o adopción hasta la mayoría de
edad biopsicosocial.
Bowlby (1973) cuando esté sostiene: Lo que por motivos de conveniencia denominó teoría
del apego es una forma de conceptualizar la tendencia de los seres humanos a crear
fuertes lazos afectivos con determinadas personas en particular y un intento de explicar la
amplia variedad de formas de dolor emocional y trastornos de personalidad, tales como la
ansiedad, la ira, la depresión y el alejamiento emocional, que se producen como
consecuencia de la separación indeseada y de la pérdida afectiva. El psicólogo evolutivo
John Bowlby fue quien creó la teoría del Apego, quien trabajando en establecimientos para
niños inadaptados se dio cuenta que los pequeños que carecían de afecto por parte de su
madre o de quienes dependía manifestaban conductas negativas, lo que despertó en
Bowlby las bases de su orientación teórica que dice que las relaciones tempranas con la
familia, especialmente con los padres" influyen de manera decisiva en la personalidad del
niño.
El apego le proporciona la seguridad emocional al niño, sintiéndose aceptado
incondicionalmente y protegido. Según la teoría del apego el bebe nace con un repertorio
de conductas, las que tienen como finalidad producir respuestas en los padres, como lo son
la succión, sonrisas reflejas, balbuceo y llanto, que no son más que estrategias del bebe
para vincularse con sus padres. Por esta razón es que los bebés deben ser atendidos por
sus cuidadores, los que deben estar al pendiente de las demandas que el pequeño requiera
para desarrollar un apego seguro, ya que el bebe logra percibir si sus padres están
disponibles para satisfacer sus necesidades, lo que lo que conllevara a una sensación de
seguridad o inseguridad en el lactante.
El desarrollo emocional durante el primer año establece la base de la salud mental en el
niño, pero desde el momento del parto y las semanas posteriores, el apego de la madre con
el recién nacido se va consolidando. De esta forma, se ha constatado que las madres
cansadas o que sufren depresión posparto incrementan la posibilidad de que sus hijos
mayores se vuelven retraídos y se reduce el apego por la falta de atención habitualmente
otorgada por la madre.
«Resiliencia» significa ‘poder adaptarse a las desgracias y a las dificultades de la vida’. Pon
a prueba tu nivel de resiliencia y obtén consejos para desarrollar tu propia resiliencia.
Cuando algo sale mal, ¿tienes tendencia a recuperarte o a desmoronarte?
Cuando tienes capacidad de resiliencia, aprovechas tu fuerza interior para reponerte de un
contratiempo o un desafío, como la pérdida de un empleo, una enfermedad, un desastre o
la muerte de un ser querido. Si careces de resiliencia, es posible que te obsesiones con los
problemas, te sientas una víctima o te sientas abrumado, o recurras a mecanismos de
afrontamiento poco saludables, como el abuso de sustancias.
La resiliencia no hará que tus problemas desaparezcan, pero puede darte la capacidad de
ver más allá de ellos, encontrar el disfrute de la vida y manejar mejor el estrés. Si no eres
tan resiliente como te gustaría ser, puedes desarrollar habilidades para aumentar esta
capacidad.
Adaptarse a la adversidad
La resiliencia es la capacidad de adaptarse a situaciones difíciles. Cuando el estrés, la
adversidad o el trauma te golpean, sigues experimentando ira, dolor y pena, pero puedes
seguir funcionando, tanto a nivel físico como psicológico. Sin embargo, la resiliencia no
significa soportar algo difícil, ser estoico o atravesar la situación solo. De hecho, ser capaz
de buscar el apoyo de otras personas es el componente fundamental de la resiliencia.
La resiliencia y salud mental puede ayudarnos a protegernos de diferentes afecciones de
salud mental, como la depresión y la ansiedad. La resiliencia también puede ayudar a
compensar los factores que incrementan el riesgo de presentar trastornos de salud mental,
como el acoso o un trauma previo. Si ya tienes un trastorno de salud mental, la resiliencia
puede mejorar tu capacidad para afrontar una situación difícil.

● CONCLUSIÓN.-
Creemos que los estilos de crianza van a marcar las primeras relaciones de los niños con
sus padres. Destacamos la importancia de la sincronía entre las necesidades del hijo y de
los padres, si ésta no es adecuada se produce un desajuste en las interacciones y como
consecuencia la aparición de trastornos en el desarrollo. Ilustramos la hipótesis con tres
casos clínicos. Damos una gran importancia a las interacciones niño/adulto en la primera
etapa de la vida para la construcción de la mente humana. El acompañamiento de los
profesionales en el proceso de la crianza puede contribuir a la prevención de este tipo de
trastornos.
Apego viene a ser el lazo emocional que desarrolla un niño con sus padres o personas que
lo cuidan, quienes le otorgan la seguridad emocional fundamental el buen desarrollo de sus
habilidades psicológicas y sociales o también trastornos de personalidad y emocionales,
tales como la ansiedad, la ira, la depresión, etc. El primer vínculo e inicio del apego se da a
partir del primer contacto de madre e hijo al nacer, vale decir cuando el bebe sale del útero,
se le entrega a la madre, por lo que de acuerdo a la teoría puedo concluir que el vínculo
inmediato madre e hijo contribuye de forma muy positiva en el futuro desarrollo del bebe,
niño y adulto.
Por otro lado, al adaptarse a la adversidad, la resiliencia es la capacidad de adaptarse a
situaciones difíciles. Cuando el estrés, la adversidad o el trauma te golpean, sigues
experimentando ira, dolor y pena, pero puedes seguir funcionando, tanto a nivel físico como
psicológico.
Con la salud mental, la resiliencia puede ayudar a protegerme de diferentes afecciones de
salud mental, como la depresión y la ansiedad. La resiliencia también puede ayudar a
compensar los factores que incrementan el riesgo de presentar trastornos de salud mental,
como el acoso o un trauma previo. Si ya tienes un trastorno de salud mental, la resiliencia
puede mejorar tu capacidad para afrontar una situación difícil.
En cuanto a las habilidades para la vida, estás son comportamientos aprendidos que las
personas usan para enfrentar situaciones problemáticas de la vida diaria. Estas habilidades
se adquieren a través del entrenamiento intencional o de la experiencia directa por medio
del modelado o la imitación. La naturaleza y la forma de expresión de estas habilidades
están mediatizadas por los contextos en que se producen; por tanto dependen de las
normas sociales y las expectativas de la comunidad sobre sus miembros. Estas habilidades
contribuyen a enfrentar exitosamente los desafíos de la vida diaria en los diferentes ámbitos
o áreas en las que se desempeña la persona, familia, escuela, amigos, trabajo, u otros
espacios de interacción.

● BIBLIOGRAFÍA

Libro La teoría del Apego. En enfoque actual. (2001) Mario Marrone. Madrid Editorial
Psimática. 401 páginas.
https://www.bebesymas.com/ser-padres/la-teoria-del-apego-de-john-bowlby

Garrido-Rojas, L. (2006). Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para la


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Hernández, E.R. (2006). El apego: vínculo especial madre-hijo. Obtenido el 7 de enero de


2013 de
http://www.psicologia-online.com/infantil/apego.shtml

Kotliarenco, M.A., Cáceres, I. y Fontecilla, M. (1996).Resiliencia. Construyendo en


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Bogotá: Universidad de los Andes; 2001.

Grotberg E. ¿Qué entendemos por resiliencia?, ¿cómo promoverla?, ¿cómo utilizarla? En:
Grotberg E (Ed). La resiliencia en el mundo de hoy. Cómo superar las adversidades.
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García-Alandete J. Psicología positiva, bienestar y calidad de vida. Enclaves del


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