Orozco Cristóbal Yoseling América

Teoría del Derecho

SÍNTESIS CAPÍTULO XIX

Las normas jurídicas contienen supuestos, que al realizarse producen

consecuencias de derecho. Estas consecuencias, al manifestarse constan de dos
formas, son el deber jurídico y el derecho subjetivo. La correlatividad es que al deber
jurídico le compete una facultad de clase igual.
Las nociones del derecho y del deber tienen deficiencias que Jellinek y Kelsen
debaten, una de ellas es que el deber jurídico necesita consagrar un estudio
especial y a su vez, mencionar al derecho como facultad normativa.
Hay dos tendencias primordiales, la representada por las doctrinas que establecen
identificar al deber jurídico y al deber moral; y aquella que sujeta la independencia
de ambas.
Aquel conjunto de reglas de conducta que derivan de la voluntad de quien debe
cumplirlas, se llama legislación positiva y está no puede ser fuente de deberes. Para
que un precepto legal sea obligatorio tiene que derivar de la voluntad del sujeto que
lo va a cumplir y tener valor universal.
Según Laun, el orden positivo son el conjunto de normas heterónomas. Tal
heteronomía consiste en que los preceptos jurídicos derivan de la voluntad del
legislador.
Es incorrecto hablar de normas heterónomas ya que, aunque se quiera algo y se
ordene, no es obligatorio obedecer.
Las normas jurídicas autónomas son auténticas y aquellas exigencias derivadas de
quienes tienen el poder son de orden positivo. A su vez, el derecho positivo son un
cúmulo de enunciados aplicados del poder del más fuerte. Si consideramos al orden
jurídico como heterónomo entonces el mismo derecho regiría a los animales.
Si una conducta constituye que se realice un deber jurídico, la norma que lo
establece debe derivar de la voluntad del obligado y para que una disposición sea
reconocida como obligatoria, los destinatarios deben aplicarlo a un caso concreto,
así como requerir principios dotados de validez universal.
La Teoría de la Autonomía de la Voluntad, Kant dice que es una conducta valiosa
moralmente cuando la regla que lo rige es la voluntad del obligado. Para
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Koenigsberg, la autonomía de la voluntad únicamente es buena sin restringir la
voluntad de quien actúa acorde al deber y por el deber. Entonces, la voluntad pura
tiene que realizarse por deber y no por otro motivo ya que sino sería considerado
querer empírico.
Que una norma jurídica sea válida, no depende de la voluntad de quien se obliga.
Se le da la razón a Laun cuando dice que, al ser ordenado por el legislador tengo
que obedecer, pero si yo debo hacer algo, no siempre es obligatorio. Por lo que,
obedecer una ley dada por uno mismo, no es justa, y tampoco lo es la relación con
un precepto universal.
Kelsen sujeta que reducir el concepto de obligación al de deber moral es un error,
ya que el deber moral es autónomo y el jurídico es heterónomo, sino cuando no se
cumple, se puede aplicar al caso concreto. Confunde el deber proveniente de la
norma con la norma misma. Radbruch dice que el deber jurídico es exigible y el
moral es inexigible.