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Cap.

5 Un modelo amplio para la intervención en crisis


Síntesis

Frente a situaciones de crisis, el tipo de terapia por el que se suele optar es por la
breve, pues se considera que la intervención en crisis toma entre 1 a 6 semanas, a
diferencia. Hay una ley, la ley de Hansel que explica que mientras más próximo (en
cuanto a tiempo y lugar) a la crisis se realice el servicio de intervención, mayor será
la efectividad de esta; esto ya que la experiencia de crisis es un periodo en el que
tanto el paciente como su familia se encuentran en un nivel alto de riesgo, es así
que se requiere que la ayuda o el apoyo esté disponible de forma inmediata. La
hipótesis que se plantea respecto a esto es que, si el paciente tiene que esperar un
lapso prolongado (ya sea horas, días o semanas, dependiendo de la urgencia) para
recibir ayuda, el factor de peligro en la crisis aumenta y puede terminar incluso en la
pérdida de una vida, además de que los hábitos disfuncionales y los patrones de
pensamiento pueden llegar a consolidarse en la vida de la persona de tal forma que
se vuelva muy difícil de cambiarse más adelante.

La intervención en crisis tiene como meta principal el ayudar al paciente a recuperar


un nivel de funcionamiento similar al que tenía antes de aquello que haya
precipitado la crisis, digo similar puesto que se menciona que un paciente “ya no
regresa” al nivel previo del funcionamiento, y pues claro, la persona ya no va a ser la
misma, sin embargo esto no tiene que verse siempre en un sentido negativo, pues
se pretende que el paciente aprenda nuevos caminos para salir adelante y mejorar
(en lugar de empeorar) tras un suceso de crisis.

Una parte importante también en la intervención en crisis es la valoración, se


requiere que abarque tanto las fortalezas como las debilidades de cada uno de los
sistemas implicados en la crisis. En este punto, la tarea del “consejero” o bien, del
que brinde este apoyo en la intervención, será entonces determinar cuáles variables
ambientales precipitaron la crisis, cuáles mantienen la desorganización y el
sufrimiento, y cuáles pueden movilizarse par facilitar el cambio constructivo.

Son diversos los autores que han contribuido a la teoría de la intervención de crisis,
hay autores que consideran que el consejero debe desempeñarse en dos áreas: la
efectividad clínica y técnica. La efectividad clínica implica que el consejero muestre
empatía, conrdialidad, autenticidad, etc.; mientras que la efectividad técnica se
refiere a la capacidad del consejero apra evaluar la mortalidad en casos de suicidio,
sondear recrsos, etc.

También se consideran cuatro niveles de intervención en crisis:


1. Manipulación del ambiente. Enlazar a la persona con un recurso de ayuda, ya
sea consejero espiritual, mamá, papá, hermanos/as.
2. Apoyo general.
3. Enfoque genérico (trabajo breve de intervención en crisis).
4. Adaptación individual de la intervención en crisis.

Por último, la intervención en crisis abarca tres áreas generales:


a) Establecimiento de la comunicación.
b) Asistir al individuo o a su familia en percepción correcta de la situación.
c) Asistir al individuo o a su familia en el manejo de sentimientos y emociones
de un modo abierto.

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