Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Director
AREA DE PROYECTOS
Doctorado en Proyectos
28 de Octubre de 2021
2
COMPROMISO DE AUTOR
AGRADECIMIENTOS
El autor expresa sus agradecimientos al doctor Marco Rojo Gutiérrez, director del
proyecto, por sus orientaciones, recomendaciones y sugerencias, las cuales fueron fundamentales
para el desarrollo de este trabajo.
DEDICATORIA
A Dios
A mi familia
Alberto.
6
INDICE
Página
RESUMEN
ABSTRACT
3. INTRODUCCIÒN
4. JUSTIFICACIÒN DE LA INVESTIGACIÒN 36
5. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA Y PREGUNTAS DE INVESTIGACIÒN 39
6. PREGUNTA DE INVESTIGACIÒN 42
7. OBJETIVOS 43
7.1. Objetivo general 43
7.2. Objetivos específicos 43
8. ANTECEDENTES Y ESTADO ACTUAL DEL TEMA 44
8.1. Una revisión al constructo Resiliencia. Historia y estado actual 44
8.2. Una revisión histórica al concepto de resiliencia 44
8.3. Inicios del conflicto 50
8.3.1. ¿Por qué surgió? 56
8.3.2. ¿Por qué ha durado tanto? 59
8.3.3. Las nuevas guerras 60
8.3.4. Marco jurídico 66
8.4. Actores del conflicto 68
8.4.1. Fuerzas militares 69
8.4.2. Disidentes de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o Grupos
Armados Organizados Residuales (GAOR).
72
8.4.3. Ejercito de Liberación Nacional ELN 73
8.4.4. Bandas criminales (Bacrim) 74
8.4.5. Autodefensas Gaitanitas de Colombia (AGC) también conocidas como 'Clan del Golfo’ 75
8.4.6. Conflicto armado: una guerra asimétrica 76
8.5. Las víctimas del conflicto armado en Colombia 79
8.5.1. Desasegrado por hechos 81
8.5.2. Desasegrado por eventos 82
7
LISTA DE TABLAS
Página
Tabla 1. Fase del conflicto armado 54
Tabla 5. Caracterización y medios utilizados por las FARC en los enfrentamientos asimétricos 76
LISTA DE FIGURAS
Página
Figura 1. Lugares donde hace presencia las Bacrim 75
Figura 2. Región de los Montes de María 94
Figura 3. El Carmen de Bolívar 96
Figura 4 ubicación geográfica de la región de los Montes de María 97
Figura 5. Factores protectores internos 123
Figura 6. Factores protectores externos 125
Figura 7. Empatía 126
Figura 8. Cronograma de actividades 132
11
1. RESUMEN
2. ABSTRACT
The Montes de María region is geographically located between the departments of Bolívar and
Córdoba. It is made up of 15 municipalities from both departments, among which the so-called
The Carmen de Bolívar is an obligatory point of reference, both for its importance in economic,
political and cultural matters, as well as for being a reference point, from which They have
designed intervention strategies, both by the illegal armed groups and by the State itself, through
its civil and military institutions. To do this, a structured questionnaire of short duration, of 32
items, was applied where the variables internal protective factors, external protective factors and
Empathy were evaluated. The instrument was applied to 231 adults in the geographical area
studied and, in the analysis of results, it is evident that among the internal protective factors, self-
confidence and the importance they attach to education stand out; Among external protective
factors and with regard to empathy, they trust in a better tomorrow. It was concluded that,
although the definition and measurement of resilience is limited due to the dynamic nature and
thi7
e multiple factors of influence of the construct, among the inhabitants of the region there is still
confidence in a better future, partly due to the very high cessation percentage of violent events
and, in part, due to the announcement of a closer and more effective accompaniment by the
central and departmental authorities of Bolívar and Córdoba. The margin of resilience is
manifested in the dynamics that the population currently shows, in the pursuit of its objectives
and in the reception given to current and projected solutions by the national government.
3. INTRODUCCIÒN
vivida aunque no provocada por gentes cuyo único pecado fue hallarse en un sitio
geográficamente privilegiado para los autores y protagonistas del conflicto armado.
4. JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN
Se habla de “Resiliencia”, para aludir a esas situaciones en las que un hecho negativo no
logra derrotar la voluntad o la capacidad de resistencia de una persona o de un grupo de
personas. La resiliencia, así vista, puede manifestarse en situaciones diversas, ante hechos
negativamente significativos, de distinta índole; pueblos que resisten los embates de la naturaleza
con gran entereza y resignación, logrando sobreponerse a los daños causados; personas que
pierden a un ser muy querido y, sin embargo, logran continuar con sus actividades a un ritmo
más o menos normal, sin evidenciar mayores efectos de la desgracia sufrida. Esa capacidad de
resistencia al dolor, a los efectos negativos de las desgracias y de las situaciones difíciles, es lo
que, en términos generales, puede denominarse Resiliencia.
Como suele suceder, el término tiene distintas definiciones, proviniendo cada una de ellas
de distintas personas científicas o influidas por distintos espacios científicos. Entre ellas cabe
destacar:
- Capacidad de una persona o de un sistema social, para vivir bien de manera socialmente
afectable y desarrollarse positivamente a pesar de las condiciones de vida difíciles.
Perspicacia. Permite ver más allá de lo que es posible percibir a simple vista; también se
le conoce como intuición, sexto sentido o malicia indígena. Es generalmente producto de la
observación consciente del individuo a los factores que lo rodean y que le permiten plantearse
interrogantes sobre situaciones difíciles o sencillas, pero que el individuo se responde siempre a
conciencia. En este sentido, juegan papel importante la autoestima, que ayuda a hacer frente a las
situaciones con naturalidad y entereza.
Autonomía. Se entiende como tal, la capacidad del individuo para fijar sus propios
límites frente a situaciones problemáticas, sea que se originen en situaciones físicas o
emocionales. Según Colmenares (2002) implica la conservación de la identidad, valores y
sentimientos propios.
Interrelación. Es la capacidad para crear vínculos íntimos, afectivos, físicos, con aquellas
personas que se sabe están disponibles en los momentos difíciles y en la búsqueda de soluciones
a los problemas. Permite expresar con claridad, naturalidad y respeto, las necesidades propias,
18
Ética. Se la define como la capacidad de desear y buscar para otros lo que se desea para
sí mismo y también se la asocia íntimamente con el cultivo de valores. Se la atribuye a la
actividad de una conciencia informada, Para Colmenares (2002) es fundamental en la
organización de valores sociales y culturales y en el cobro de identidad o individualización.
Ante los episodios de violencia ocurridos en Colombia, frente al tema del conflicto
armado, el proceso de paz con la guerrilla de las Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia
(FARC) y otros actores del conflicto, en la población del Carmen de Bolívar, en el departamento
de Bolívar, resulta de especial interés realizar una medición de la resiliencia, para abordar el
fenómeno desde sus diferentes dimensiones, facilitando la identificación de aquellos elementos
que permiten desarrollar la capacidad de adaptación y afrontamiento ante situaciones violentas
normalizadas en la cotidianidad y, a partir de ahí, adoptar medidas que permitan contribuir al
mejoramiento de la salud mental de los individuos, que son susceptibles al maltrato, la
incapacidad de enfrentar y superar eventos traumáticos.
19
Lo anterior, debido a que no se cuenta con suficientes estudios de alcance nacional sobre
el fenómeno de la resiliencia, sus estrategias de prevención y actuación con respecto a los
acontecimientos causados por el conflicto armado en esa región. El desarrollo del presente
trabajo es conveniente para promover un mayor conocimiento sobre la ocurrencia de cada tipo de
situaciones derivadas de esos eventos traumáticos, sus características y las necesidades de
intervención. Por otra parte, permite ampliar los datos sobre la resiliencia en estos tipos de
sucesos traumáticos, para contrastarlos con otros estudios similares y analizar las posibles
variables según el género, nivel socioeconómico, la gestión de las entidades gubernamentales y
demás actores del problema, así como de su contexto.
Así mismo, al ser la propuesta de la resiliencia una mirada que cambia los esfuerzos de
los investigadores por analizar la realidad en la medida que centraliza su atención en la población
sana a pesar de estar en un medio insano, se hace necesario utilizar las herramientas teóricas de
las ciencias humanas, tales como la Psicología, las Ciencias Sociales, la Medicina y la política,
entre otras, en la búsqueda y esclarecimiento de la capacidad que tiene un pueblo de superar la
presión de la violencia, para volver a su estado inicial de paz, tranquilidad y bienestar humano
fortalecido. En este sentido, en la actualidad la resiliencia se reconoce como valiosa, por sus
posibles aplicaciones en el área de la salud, la prevención y educación.
Desde la política, por ejemplo, la resiliencia es un tema foco para potencializar a las
poblaciones que muestran la fortaleza necesaria para afrontar infortunios que van desde desastres
naturales, hasta desastres producidos por actividad antropogénica del hombre, como las guerras;
así lo manifiestan algunos autores que han trabajado en resiliencia comunitaria, incrementando
el apoyo humano y económico a programas destinados a este objetivo, con estrategias políticas
20
encaminadas a mejorar la calidad de vida de dicha región. Esto implica, que la resiliencia
aplicada a las comunidades sea diseñada como una forma de ofrecer afecto y apoyo para ese
grupo de personas que han sido violentadas por los grupos armados al margen de la ley, para que
tengan la capacidad de desenvolverse, relacionarse y, lo más importante, que puedan crear
vínculos más cercanos con los demás. Alguien resiliente se caracteriza por ser introspectivo,
independiente y por mantener cierta distancia emocional para afrontar las dificultades (Suárez,
2001)
Colombia es un país que por más de 50 años ha padecido el trance del conflicto armado y
consecuente a esto existe un aproximado de 8.944.137 víctimas (Victimas, 2020). Las personas
han sido víctimas de desplazamiento forzado, secuestro, homicidio, reclutamiento, amenaza,
extorsión, despojo de sus tierras, entre otros hechos victimizantes resultados del conflicto
armado.
Es importante establecer cuáles son las potencialidades, las fuentes personales (que
permiten afrontar las pérdidas, y rupturas) y determinar las características de protección y
fortalecimiento; tras un proceso, se puede efectuar intervenciones preventivas centradas en las
fortalezas, con el objetivo de disminuir el estrés personal y las adversidades del contexto del
conflicto armado en Colombia. Por otro lado, el panorama del balance del conflicto armado del
país es sin duda deprimente, pero, pese a ello, en medio del desamparo y el trauma producto de
los más de 60 años de violencia, se pueden hallar muchas historias individuales y comunales de
superación de su calidad de vida.
¿Cómo explicar este fenómeno que, aunque no generalizado, está muy presente en las
zonas afectadas por la guerra interna? La respuesta se halla en el concepto de resiliencia,
acuñado a comienzos de los años 80 y, que, en los últimos años, se ha presentado como una
franja de estudio pertinente para entrever las diversas tonalidades del ser humano, esas que le
conceden enfrentar situaciones de vulnerabilidad y adversidad. La dinámica del conflicto armado
23
en Colombia, se ha recrudecido en los últimos años y con altos niveles de perversión, los cuales
han generado graves problemas humanitarios. Una afirmación de este gran inconveniente es el
gran desplazamiento de familias, las cuales se han visto forzadas a trasladarse a otros lugares
debido a la guerra, afectando en gran medida la calidad de vida de las poblaciones afectadas.
Los Montes de María están conformados por quince (15) municipios, de Bolívar y Sucre,
los cuales también integran la octava circunscripción especial de Paz, aprobada por el Congreso
de la República de Colombia en el año 2018, que contempla el acuerdo que le dio fin al conflicto
con las FARC. Los municipios que hacen parte de esta circunscripción son: El Carmen de
Bolívar, Córdoba, El Guamo, María la Baja, San Jacinto, San Juan Nepomuceno, Zambrano,
Coloso, Chalán, Los Palmitos, Morroa, Ovejas, Palmito, San Onofre y Tolú viejo. Para poder
lograr la paz en esta área, la Presidencia de la República (2016), firmó el Acuerdo Final entre el
Gobierno Nacional de Colombia y las FARC-EP, el día 24 de noviembre del año 2016. En el
numeral 2.3.6 se evidencia este acuerdo, en el cual se hace promoción de la representación
política de poblaciones y zonas especialmente afectadas por el conflicto y el abandono. Estas
circunscripciones transitorias para la Paz son escaños o curules en la Cámara de Representantes
de Colombia, a las que podrán acceder a los Representantes de esta zona, bajo condiciones
especiales.
Así mismo, los acuerdos de Paz se realizaron con el fin de garantizar la participación de
quienes han estado al margen de la participación política y por cuenta de la violencia. Los
Representantes son de las regiones más golpeadas por el conflicto armado, elegidos por los
mismos pobladores. Cabe anotar que ninguno de estos representantes será un desmovilizado de
24
las Fuerzas Armada Revolucionarias de Colombia (FARC). El objetivo fundamental por el cual
se creó este acuerdo es el de mantener la reparación política de las poblaciones y comunidades
víctimas de la violencia. Por lo tanto, el conflicto armado no es un fenómeno reciente en este
país; muy por el contrario, ha sido protagonista de buena parte de la historia nacional, dejando a
su paso múltiples problemáticas de carácter económico, social, político y cultural y cuya
consecuencia más recóndita es la violación de los Derechos Humanos y del Derecho
Internacional Humanitario, teñida con el fenómeno del desplazamiento de individuos, familias y
comunidades.
Cuando aún se escuchan las detonaciones festivas que pretenden imprimir un aire de
festejo a los primeros cinco años de haber sido firmado el célebre “acuerdo de paz”, los
colombianos sólo tienen conciencia de que, ciertamente, ha transcurrido el primer quinquenio
desde la firma del acuerdo y que, durante esos cinco años, la esperanza de una paz verdadera, en
lugar de fortalecerse se ha visto agobiada por una serie de hechos que, inexplicablemente, al
parecer no tuvieron en cuenta quienes negociaron en nombre del Estado, es decir, de la
comunidad colombiana.
Del enunciado de verdad, justicia, reparación y no repetición, no hay uno solo de esos
términos que pueda decirse que se convirtió en una realidad tangible. En estos cinco años, los
colombianos han tenido que soportar las evasivas, las declaraciones a media e incluso las ironías
de quienes fueron protagonistas de la desgracia social del país, como sucedió con el cabecilla
que, al preguntársele sobre si estaban dispuestos a cumplir lo pactado, se limitó a decir “quizá,
quizá, quizá”, parodiando una canción popular.
Sin el ánimo de hacer política de ninguna índole, lo que se observa es que en la medida
en que transcurre el tiempo se disminuyen las esperanzas de una verdadera reparación, de una
anhelada justicia… y ni qué decir de la no reparación, cuando las muertes se siguen sucediendo
en ambos bandos; los anuncios de parte de la Jurisdicción Especial para la Paz –JEP- no son
precisamente los que esperan los colombianos. La judicialización que se viene haciendo es
deficiente y ello contribuye a que el dolor se convierta en odio, haciendo cada vez más ilusoria la
paz, tan pregonada pero tan esquiva, principalmente de parte de quienes, se entiende, debieran
ser los primeros en promoverla, por el interés de reconciliarse con la sociedad y hacer parte de
ella.
Este trabajo se enfoca desde el punto de vista meramente humano; aquí no se esgrimen
doctrinas de ninguna índole pero se hace alusión a hechos concretos de una manera directa,
porque no es intención del autor pretender distraer al lector con alusiones insulsas, sin trasfondo
de realidad, sino ahondar en esa misma realidad, que tanto preocupa a los colombianos. En
programas internacionales alusivos al caso colombiano se muestran entrevistas hechas a
familiares y en las palabras que expresan se plasma un dolor descompuesto, que ha dejado de
martirizar el alma de los afectados y que parece incitar a exigir, cuando antes ni siquiera pedían
y se conformaban con la promesa de que tendrían la verdad, la reparación, la justicia y la no
repetición.
Resulta evidente entonces que no se trata de un problema del pasado. Por el contrario es
un problema que hoy todavía surte efectos nocivos en la sociedad colombiana. La celebración
del primer quinquenio de la firma del acuerdo de paz así lo demuestra, cuando fue una
celebración de quienes se autoproclaman artífices de una paz inexistente, porque el pueblo en
general prefirió ignorar la fecha, quizá para no causarse más daño del que le causaron los
violentos, quienes quieran que hayan sido, sólo por el hecho de hallarse en el lugar equivocado
en un momento también equivocado.
La región de los Montes de María espera la paz, porque ésta aún no ha llegado y es ese un
punto sobre el que se quiere hacer énfasis en estas páginas, no con enfoque politiquero, sino
simplemente, desde la perspectiva del dolor de masas y del impacto negativo que en la
comunidad dejaron quienes hicieron de la violencia su razón de vida, afectando fatalmente a
cientos de miles de colombianos y dejando una huella hasta ahora indeleble de dolor, tristeza y
26
6. PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
7. OBJETIVOS
▪ Identificar las variables de la resiliencia a los efectos negativos del conflicto armado en la
población del municipio del Carmen de Bolívar, región de los Montes de María.
Las connotaciones sociales asociadas a la adversidad están mediadas por los sistemas de
creencias en los que el afectado o los afectados se hallan inmersos. Según Walsh (2004)
“lidiamos con la crisis y la adversidad dando sentido a nuestra experiencia: relacionándola con
nuestro mundo social, con nuestras creencias culturales y religiosas, con nuestro pasado
multigeneracional y con nuestras esperanzas y sueños respecto al futuro “(p. 90). Esta afirmación
nos conduce necesariamente a la revisión de formas de subjetividad social, por las cuales se
atraviesa la realidad y la experiencia humana y por tanto sus lecturas del dolor, la crisis y la
adversidad.
No hay una precisión clara de los inicios sobre el tema de la resiliencia. Diferentes
autores plantean distintos conceptos, aunque no hay una exactitud al respecto; pero lo más
aportante, y es algo que hay que tener en cuenta, es el aporte de la resiliencia en el campo de la
psicología. A la formación del concepto pretendiendo dar a conocer su campo de acción en la
psicología, es decir, formas de pensamiento y actuación que lo elevan al status de constructo en
30
una disciplina. Hoy en día se sabe de la gran importancia que tiene la medición de la resiliencia
en casi todos los campos del medio de las ciencias humanas, quienes se encargan de analizar el
comportamiento del ser en diferentes circunstancias y su forma de reaccionar antes situaciones
adversas. La medición de la resiliencia es de gran importancia para el análisis del
comportamiento y desde que se estableció este concepto en la psicología, se puede decir que
existe determinada probabilidad de que algo será o que se practicarán determinadas conductas
del individuo ante eventos adversos y así implementar estrategias para enfrentarlas (Calvo, 2017)
Pero no es lo mismo el caso del que pierde una pelea de gallos y ve cómo su pupilo
termina aleteando mortalmente en la arena que el de niños y mujeres que ven cómo su cabeza de
familia, padre y esposo, cae irremisiblemente y para siempre bajo el impacto de actos violentos
que no hacen parte de una distracción sino de una acción preparada, que busca con la violencia
en todas sus variables, cambiar algunos aspectos de la vida comunitaria, entre ellos, la propiedad
legítima que pasa a manos ajenas, en virtud de la fuerza y rugido de las armas.
pero que no había sentado nunca un pie en el área de los municipios ni de toda la región de
Montes de María.
Se aborda así el tema de la resiliencia porque la misma tiene naturaleza distinta y siempre
acorde con el origen o hecho que le da vida. Todo hecho funesto puede despertar resistencia en
quien debe vivirlo pero esa resistencia tendrá naturaleza y manifestación distinta, siempre acorde
con los hechos que la generan. Indudablemente, la resiliencia que se opone a hechos como los de
los Montes de María, es de características exigentes, como los hechos que la generan.
Según Hernández (2017) el papel de la psicología, con miras a evitar que el círculo
vicioso de la violencia continúe (y que vuelvan a aparecer los conflictos, al no haberse
solucionado sus causas) puede ser decisivo. La psicología tiene importantes instrumentos
conceptuales y prácticos para lograr que los grupos marginados se integren a la sociedad, que se
desarrolle un sentido de pertenencia al país, que los colombianos crean en sí mismos y en su
futuro. Implica dar empoderamiento a grupos marginados, desarrollar oportunidades laborales,
educativas y de ascenso social, autoeficacia, perspectiva de futuro, motivación de logro y de
afiliación, etc.
Así mismo (Calvo, 2017), comenta que es importante resaltar la importancia que tiene
identificar qué elementos ayudan a superar los problemas y situaciones adversas; esto ¿cómo nos
convierte en personas resilientes, es decir, individuos con capacidad para desenvolvernos de
manera positiva ante las adversidades? En un principio se pensó que se nacía siendo resiliente,
32
pero después se observó que hay personas que ostentan estas capacidades, y otras no. Entonces,
se detectó que se pueden aprender ciertas actitudes que lleven a enfrentar positivamente
circunstancias adversas. Por lo tanto, el análisis y la identificación de la resiliencia, permite
descubrir diferentes elementos para implementar estrategias con el fin de ayudar a los pacientes a
enfrentar efectivamente los diferentes episodios traumáticos, puesto que se pensaba que las
personas, según su genética, serian resilientes, pero se llegó a la conclusión que cada individuo
reacciona diferente en cada situación específica y que cada persona puede aprender según sus
actitudes a enfrentarlas.
La resistencia o la invulnerabilidad tiene que ver con la capacidad física que tiene una
persona para sobrellevar durante un tiempo una determinada fuerza causada por algunos factores
o elementos externos. Si se relaciona con el momento actual, si en la fuerza ejercida de este
fenómeno pandémico prevalece la capacidad de aguante de los seres humanos, pueden terminar
rompiéndose, estableciendo su grado de nivel de la resistencia máxima (Calvo, 2017).
Teniendo en cuenta el apartado anterior, se puede decir que se deben promover acciones
para contribuir a la inclusión social de la resiliencia, para que se fructifiquen la vitalidad, la
capacidad y la energía para avanzar prontamente en el presente y construir, con el apoyo de un
proyecto de vida, se tiene que considerar y tomar acciones y características que promuevan la
resiliencia y que este tema debiese ser prioritario, no sólo para los profesionales de la salud sino
para todas aquellas personas que necesiten un seguimiento terapéutico (García y Domínguez,
2013).
El dolor emocional y la tristeza son comunes en los individuos que han sufrido grandes
fatalidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia seguramente está
lleno de impedimentos que pueden afectar el estado emocional de la persona. La resiliencia no es
una particularidad que la gente tiene o no tiene. Ella incluye conductas, pensamientos y acciones
que logran ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona, en el transcurso de su vida y en
34
En Latinoamérica debido a las brechas económicas, el contexto para gran parte de los
infantes es bastante crítico, generando un alto riesgo estadístico de incidir en la delincuencia,
drogadicción, violencia y demás. Kotliarenco y Fontecilla (1997) en su revisión del estado del
arte, señalan la importancia que tuvo el cambio de enfoque desde la mirada patológica, que
promovía métodos asistencialistas a un enfoque basado en las condiciones que posibilitan un
desarrollo más sano del sujeto y que por lo tanto re-enrutaría la forma en la que se realizaban las
intervenciones sociales, que permitían actuar preventivamente contra los efectos nocivos de la
35
Los impactos del conflicto armado interno son complejos, de diverso orden, magnitud y
naturaleza. Estos dependen de las características de los eventos violentos sufridos, el tipo de
victimario, las modalidades de violencia, las particularidades y los perfiles de las víctimas, su
edad, género, etnia, condición de discapacidad, experiencia organizativa, adscripciones políticas
y religiosas, el tipo de apoyo recibido, las respuestas sociales frente a los hechos, las víctimas y
36
las acciones u omisiones del Estado. La población civil de las regiones de los Montes de María
específicamente de la población del Carmen de Bolívar, fueron afectadas por los enfrentamientos
armados producida por grupos armados al margen de la ley, este país aún se sigue estando
expuesta a actos de violencia como homicidios, ataques directos, secuestros y reclutamientos
forzados. Muchas personas se ven la necesidad de huir y renunciar a sus pertenencias (Ojeda,
2016).
En este campo de estudio, hay que considerar que las personas generan estrategias de
afrontamiento ante situaciones de amenaza, abordadas desde el campo de la salud mental y de la
psicopatología en relación con el estrés, las emociones y la solución de problemas. Las
estrategias de afrontamiento se definen como el conjunto de recursos y esfuerzos
comportamentales y cognitivos orientados a resolver la situación amenazante o adversa, a reducir
la respuesta emocional o a modificar la evaluación que se hace de dicha situación (Karam,
Urruego, Parra, y Castillo, 2019).
En términos generales, el resiliente en algunos casos no percibe que la vida es dura y que
todo tiene su precio, todo lo contrario, entiende que los sucesos adversos, son situaciones
difíciles pero que se pueden superar, con actitud positiva y proactiva, asume que lo que está
atravesando en el momento y propende superarlo, vivir de la experiencia, aprender de ella y
obtener sus logros o propósitos de su proyecto de vida.
Para hacer una descripción de lo que ha sido la vida del país desde estas tres variables, se
estima necesario hablar de cada una de ellas por separado, aunque en más de un caso podría
presentarse la confluencia de hechos que, hermanados, influyeron en el desarrollo histórico del
país.
8.3.1. Violencia
Hoy se habla de distintos tipos de violencia y ello permite que, en una retrovisión
histórica, se pueda afirmar que la violencia ha sido el común denominador de Colombia en toda
su historia; hubo violencia en la Conquista, en la Colonia, en la Independencia y, hoy, en la
República.
los pretendían los españoles, en su afán de buscar salida a la dura crisis que atravesaba la corona
española como consecuencia de las guerras que enfrentaba. De ahí que la violencia en época de
la Conquista sea tenida como algo que, si bien es reprochable, no por ello deja de tener su
justificación en la actitud de lógica oposición de quienes se sentían invadidos, desplazados y
posteriormente sometidos y asaltados en sus valores, creencias, costumbres e incluso en sus
bienes y representaciones culturales.
Posteriormente surge una nueva modalidad de violencia; los criollos (hijos de españoles
con madres no españolas) tuvieron acceso a la educación y creyeron que, por su ascendencia
española, tenían derecho a hacer parte del gobierno. Las consecuencias no se hicieron esperar y
hubo fricciones entre los criollos y el virreinato instaurado por España, para tener un dominio
cercano de los frutos generosos de las tierras conquistadas.
Fue una época que debió llevar a la reflexión a los criollos, en el sentido que el enemigo
estaba fuera y no entre ellos mismos, como creían, lo que los llevó a descuidar la guarda y caer
en manos del enemigo común: el gobierno español. Fue ciertamente una patria boba; fue una
actitud irresponsable para con la patria por parte de quienes pretendiendo ser gobernantes,
descuidaron la seguridad de la patria, dando lugar a la reconquista, como se dijo antes, con gran
número de víctimas como precio cruento pagado por la gesta de independencia de cinco años
antes.
Siguió la reacción de los criollos (hoy colombianos) ante la invasión española, en lo que
se llamó la campaña libertadora, liderada por Simón Bolívar, Santander y otros ilustres patriotas.
Fue una época de batallas, de dolor, sufrimiento, prisiones y muchos otros hechos que enlutaron
la vida de los nativos del país. Muchos de ellos pagaron en el cadalso, por orden de Morillo y
posteriormente de Sámano, su afán de libertad, de independencia, afán sano y justo pero muy
39
mal cultivado por los criollos. Esta etapa termina con las batallas de Pantano de Vargas (Julio 25
de 1819) y Puente de Boyacá (7 de agosto de 1819), cuando definitivamente los españoles fueron
erradicados de lo que es hoy Colombia.
Esta situación se prolongó hasta finales del Siglo IXX, con la denominada Guerra de los
Mil Días, cuyo principal fruto fue la pérdida de Panamá, un 3 de Noviembre de 1903, cuando el
país apenas se restañaba las heridas de la guerra intestina antes mencionada.
Producto de esa violencia, un grupo de campesinos se formó para defender sus bienes,
dando lugar a lo que despectiva y mediáticamente se conoció como “los chusmeros”, acepción
acuñada por los gobiernos de turnos para desprestigiar a quienes sólo hacían uso del natural
derecho de legítima defensa. Ciertas ideologías foráneas aprovecharon la coyuntura y
adoctrinaron a esos rebeldes, vendiéndoles la idea, no ya de una lucha de partidos, sino de una
lucha de clases, formato que se ajustaba a sus intenciones políticas, con la esperanza (que aún
subsiste) de hacerse con el mando del país.
40
De ahí surgieron las guerrillas, que tantas muertes, secuestros, destrucción, asaltos a la
población civil, reclutamiento de menores, violaciones y toda la gama criminal disponible
pusieron sobre los colombianos. Aún hoy esa modalidad de “liberación popular” pretende su
anhelo de apoderarse del país.
¿Qué decir entonces sobre violencia en Colombia? Ciertamente, los protagonistas han
sido muchos, pero la violencia ha sido siempre el tendido de rieles sobre los que se ha deslizado
bamboleante el tren de la vida nacional.
vicios de corrupción y de “mermeladas”, promovida y defendida de los más altos mandos del
país.
Para hacer una descripción de lo que ha sido la vida del país desde estas tres variables, se
estima necesario hablar de cada una de ellas por separado, aunque en más de un caso podría
presentarse la confluencia de hechos que, hermanados, influyeron en el desarrollo histórico del
país.
Hoy se habla de distintos tipos de violencia y ello permite que, en una retrovisión
histórica, se pueda afirmar que la violencia ha sido el común denominador de Colombia en toda
su historia; hubo violencia en la Conquista, en la Colonia, en la Independencia y, hoy, en la
República.
Posteriormente surge una nueva modalidad de violencia; los criollos (hijos de españoles
con madres no españolas) tuvieron acceso a la educación y creyeron que, por su ascendencia
española, tenían derecho a hacer parte del gobierno. Las consecuencias no se hicieron esperar y
hubo fricciones entre los criollos y el virreinato instaurado por España, para tener un dominio
cercano de los frutos generosos de las tierras conquistadas.
Fue una época que debió llevar a la reflexión a los criollos, en el sentido que el enemigo
estaba fuera y no entre ellos mismos, como creían, lo que los llevó a descuidar la guarda y caer
en manos del enemigo común: el gobierno español. Fue ciertamente una patria boba; fue una
actitud irresponsable para con la patria por parte de quienes pretendiendo ser gobernantes,
descuidaron la seguridad de la patria, dando lugar a la reconquista, como se dijo antes, con gran
número de víctimas como precio cruento pagado por la gesta de independencia de cinco años
antes.
Siguió la reacción de los criollos (hoy colombianos) ante la invasión española, en lo que
se llamó la campaña libertadora, liderada por Simón Bolívar, Santander y otros ilustres patriotas.
Fue una época de batallas, de dolor, sufrimiento, prisiones y muchos otros hechos que enlutaron
la vida de los nativos del país. Muchos de ellos pagaron en el cadalso, por orden de Morillo y
posteriormente de Sámano, su afán de libertad, de independencia, afán sano y justo pero muy
mal cultivado por los criollos. Esta etapa termina con las batallas de Pantano de Vargas (Julio 25
de 1819) y Puente de Boyacá (7 de agosto de 1819), cuando definitivamente los españoles fueron
erradicados de lo que es hoy Colombia.
Esta situación se prolongó hasta finales del Siglo IXX, con la denominada Guerra de los
Mil Días, cuyo principal fruto fue la pérdida de Panamá, un 3 de Noviembre de 1903, cuando el
país apenas se restañaba las heridas de la guerra intestina antes mencionada.
tanto sucedía con quienes se decían “conservadores”. Lo que sí estaba claro era que los liberales
preferían y se identificaban con el color rojo y los conservadores lo hacían con el azul. Esta
diferencia de colores fue suficiente para que las masacres, despojos, asesinatos, violaciones se
convirtieran en el común denominador del diario acontecer en el país. Una época que avergüenza
a los colombianos de bien, cuando se tiene una idea aproximada del número de colombianos que,
por sólo decir que eran liberales o conservadores, eran masacrados, despojados de sus bienes y
sus fincas y residencias incendiadas, las mujeres violadas, los hombres fusilados o, simplemente,
asesinados en las calles de las ciudades, pueblos y veredas.
Producto de esa violencia, un grupo de campesinos se formó para defender sus bienes,
dando lugar a lo que despectiva y mediáticamente se conoció como “los chusmeros”, acepción
acuñada por los gobiernos de turnos para desprestigiar a quienes sólo hacían uso del natural
derecho de legítima defensa. Ciertas ideologías foráneas aprovecharon la coyuntura y
adoctrinaron a esos rebeldes, vendiéndoles la idea, no ya de una lucha de partidos, sino de una
lucha de clases, formato que se ajustaba a sus intenciones políticas, con la esperanza (que aún
subsiste) de hacerse con el mando del país.
De ahí surgieron las guerrillas, que tantas muertes, secuestros, destrucción, asaltos a la
población civil, reclutamiento de menores, violaciones y toda la gama criminal disponible
pusieron sobre los colombianos. Aún hoy esa modalidad de “liberación popular” pretende su
anhelo de apoderarse del país.
¿Qué decir entonces sobre violencia en Colombia? Ciertamente, los protagonistas han
sido muchos, pero la violencia ha sido siempre el tendido de rieles sobre los que se ha deslizado
bamboleante el tren de la vida nacional.
El problema no se circunscribía a los celos. Tal vez fue este el “florero de Llorente”,
porque al interior del ejército libertador existía un enfrentamiento entre venezolanos y
granadinos, por razones de celos, mandos, jerarquías, etc., que cada uno quería defender son sus
méritos de guerra. Y curiosamente fue el mismo Bolívar quien incentivó este odio, cuando
expresó que “… los militares venezolanos tienen sus rangos por méritos; los granadinos los
tienen porque es necesario mantener un equilibrio..”. Ese desafortunado comentario fue
complementado con otra expresión del mismo Bolívar cuando dijo que “… lo de Ricaurte en San
Mateo lo inventé yo, para darle moral a la tropa”, desconociendo así unos méritos que Antonio
45
Ricaurte tenía en grado póstumo, por el célebre combate en la hacienda San Mateo, contra las
tropas españolas dirigidas por José Tomás Boves.
Hay una “cultura partidista” que se entiende a partir de las mayorías, es decir, de los
partidos mayoritarios que sientan las reglas de juego en el Congreso, con reformas políticas que
aplican muy bien a los intereses de esos partidos mayoritarios. La cultura política en Colombia
aplica sólo para la clase gobernante, porque en lo que se relaciona con los estratos
socioeconómicos bajos, la gente ha dejado de creer en los partidos, en las ideas y, si participa en
46
los comicios electorales, lo hace en gran porcentaje por intereses personales, que son promovidos
por los candidatos de turno.
La democracia es el ideal presente de los colombianos. Es decir, creen que viven en una
democracia y quieren mantener ese esquema, porque aman la libertad, la propiedad privada, la
libertad de expresión, de pensamiento, de movimientos, de actividad económica y otras
prebendas que no se dan en otros modelos político-económicos.
actualidad, el congreso cambia las leyes según conveniencias del momento (por ejemplo, bajó
“por una sola vez” el umbral del plebiscito, burlando así el mandato constitucional); el presidente
de la república, por su parte, promete públicamente que “será el pueblo quien decida” y,
veinticuatro horas antes de escribir estas líneas, cambió el discurso diciendo que “soy el
presidente y tengo facultad para refrendar a mi manera”, en lo que se observa una abierta
oposición a lo expresado con anterioridad.
Se tiene entonces que, desde la “patria boba”, se generó un modelo de cultura política en
el país: el enfrentamiento soez, incivilizado, grotesco, entre los contendientes ideológicos de la
política colombiana. Esa tendencia pasó por el filtro de la gesta libertadora, en donde ya no se
trataba de una división entre criollos, sino una división entre seguidores de Bolívar y seguidores
de Santander, ya que estos dos líderes tenían ideas muy diferentes sobre cuál debería ser el futuro
de la patria. Mientras Bolívar propugnaba por un gobierno unitario (de ahí nació la idea de la
Gran Colombia), basado en la fuerza y la disciplina militar, Santander fue siempre seguidor de la
ley, del orden jurídico. No en vano se le conoce como “el hombre de las leyes” y no injustamente
un historiador dice que “… si Bolívar fue el fundador de la patria, Santander fue el fundador de
la república”.
asesinó al teniente Perdomo, por ser éste el preferido de Marcela, hija de “la viuda de Espejo”,
una mesonera que vendía comidas y bebidas y cuyo sitio era frecuentado por los miembros de las
fuerzas militares. El asesinato del teniente Perdomo dio lugar al fusilamiento del coronel Infante,
hecho que marcó en sus comienzos la vida de una nación que apenas empezaba a vivir como
territorio libre.
El problema no se circunscribía a los celos. Tal vez fue este el “florero de Llorente”,
porque al interior del ejército libertador existía un enfrentamiento entre venezolanos y
granadinos, por razones de celos, mandos, jerarquías, etc., que cada uno quería defender son sus
méritos de guerra. Y curiosamente fue el mismo Bolívar quien incentivó este odio, cuando
expresó que “… los militares venezolanos tienen sus rangos por méritos; los granadinos los
tienen porque es necesario mantener un equilibrio..”. Ese desafortunado comentario fue
complementado con otra expresión del mismo Bolívar cuando dijo que “… lo de Ricaurte en San
Mateo lo inventé yo, para darle moral a la tropa”, desconociendo así unos méritos que Antonio
Ricaurte tenía en grado póstumo, por el célebre combate en la hacienda San Mateo, contra las
tropas españolas dirigidas por José Tomás Boves.
clase gobernante del país disputa, discute, pelea, pero tiene bien claro quién es el enemigo común
y sabe cómo unirse cuando los intereses de la clase dominante se hallan en peligro. Basta para
ello señalar casos como el Frente Nacional, donde azules y rojos se unieron para turnarse en el
poder, cerrando las posibilidades a cualquier otra propuesta partidista. Y en ese orden de
acontecimientos, tocaría citar las muertes de algunos líderes de oposición, que no supieron
dimensionar la capacidad de unión que tiene la clase política cuando sobre sus intereses y poder
se ciernen nubes amenazantes.
Hay una “cultura partidista” que se entiende a partir de las mayorías, es decir, de los
partidos mayoritarios que sientan las reglas de juego en el Congreso, con reformas políticas que
aplican muy bien a los intereses de esos partidos mayoritarios. La cultura política en Colombia
aplica sólo para la clase gobernante, porque en lo que se relaciona con los estratos
socioeconómicos bajos, la gente ha dejado de creer en los partidos, en las ideas y, si participa en
los comicios electorales, lo hace en gran porcentaje por intereses personales, que son promovidos
por los candidatos de turno.
La democracia es el ideal presente de los colombianos. Es decir, creen que viven en una
democracia y quieren mantener ese esquema, porque aman la libertad, la propiedad privada, la
libertad de expresión, de pensamiento, de movimientos, de actividad económica y otras
prebendas que no se dan en otros modelos político-económicos.
50
La violencia política es hoy aquella que surge de los grupos organizados ya sea que estén
o no en el poder. El estilo tradicional del ejercicio político, la indiferencia del ciudadano común
ante los acontecimientos del país, la no participación en las decisiones, así como la existencia de
las llamadas coimas como: manejo de algunas instituciones y las prácticas de nepotismo
institucional. También está la violencia producida por la respuesta de los grupos alzados en
armas.
Se puede definir la violencia política como un medio común usado por los pueblos y
gobiernos de todo el mundo para lograr objetivos "políticos", esto es, relacionados con los
poderes; legislativo, ejecutivo y judicial de un Estado.
apenas comenzaba a restañar las heridas de la denominada “Guerra de los mil días” (Ocampo ,
2000).
Pero al margen de ese evento, es evidente que los colombianos no fueron capaces de
manejar una situación que por segunda vez tenían en sus manos: la independencia nacional; tal
es lo que se desprende del manejo que posterior a 1810 y a 1819 se dio a la política y a la
administración nacional, en medio de enfrentamientos que evidenciaban el afán de poder de
muchos líderes de la gesta libertadora (Mejía P. y La Rosa, 2014). Esto, sin hacer alusión directa
al enfrentamiento que se diera al interior de las fuerzas libertadoras, entre las corrientes
bolivaristas y las corrientes santanderistas, que en criterio de muchos entendidos dio origen a los
que posteriormente se conocieran como Conservatismo y Liberalismo, respectivamente.
Ciertamente, un recorrido por la historia de Colombia, por desprevenido que sea, no deja
de reclamar la atención sobre la conducta asumida por los líderes postindependencia del país; fue
esa división la que dio al traste con la idea de La Gran Colombia y que más tarde llevó a
enfrentamientos cruentos entre granadinos, cuando se disputaban la supremacía entre centralistas
y federalistas, hecho este que cobró como consecuencia la vida de grandes patriotas, entre los
que es obligatorio mencionar a José María Córdoba, el cual pasó de héroe a villano cuando
expuso sus concepciones sobre la forma en que se debía dividir y gobernar políticamente a
Colombia. También José Antonio Nariño fue víctima de esa disputa despiadada, hasta el punto
de enjuiciarlo en el Congreso por presunta apropiación de dineros del Estado, cuando era
evidente que, por el contrario, Nariño había perdido su fortuna por sus ideas nacionalistas. Pro
los afanes políticos contra Nariño eran tan grandes, que sus enemigos no dudaron en acusarlo
ante el Congreso de haber dilapidado fondos de la Nación, sin más pruebas que los
señalamientos arbitrarios que se daban en su contra y que fueron, quizá, los que lo llevaron a
que, en su discurso de defensa ante el Congreso, trajera a colación la frase “… desde el instante
mismo en que triunfa el hombre corrupto, pervertido y cobarde, el reino de Tiberio empieza y el
imperio de la ley se acaba”… (García, 1964).
por la fuerza el resto de los poderes en el plano ideológico, económico y obviamente el poder político y con
este poder se consigue todo.
Así como, en nuestro país este tipo de violencia estructural es muy evidente y es una
constante, situaciones en las que se día a día se producen daños a la falencia o escasa satisfacción
54
Se identifica como un acto violento cuando se ejerce presión psíquica o abuso de la fuerza
contra una persona, con el propósito de obtener los propios fines y en el cual se está en contra la
voluntad de la víctima (González, 2008).
Según la OMS (2002) se define violencia como: el uso intencional de la fuerza o el poder físico,
de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause
o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del
desarrollo o privaciones. Esta definición vincula la intención con la comisión del acto mismo,
independientemente de las consecuencias que se producen (González, 2008).
Tal cual lo podemos apreciar en las manifestaciones o protestas que surgen constantemente a
causa de las inconsistencias del estado en el cumplimiento de sus obligaciones institucionales, el
gobierno responde con violencia y se dice que es un acto aplaudible responder con violencia.asi
sucedió recientemente con el llamado estallido social en nuestra región.
En términos sistémicos se realiza el análisis de violencia como un tipo de relación que existe
entre los implicados en una interacción de características violentas. Así, Perrone y Nannini
(1995; citados por Ochoa 2002) establecen la siguiente distinción:
- En una relación simétrica o igualitaria puede existir dos partes rivales que se encuentran
en una escalada de violencia. Ambos asumen que tienen el mismo estatus y luchan por
establecer la igualdad, reivindicar su fuerza y poder. Existe aquí una agresión mutua,
recíproca y pública en la cual los actores son conscientes de la misma.
55
En una relación complementaria, las dos partes no tienen el mismo estatus. Una de las
partes asume un rol de poder, dirección o guía frente a la otra. Así, explícita o
implícitamente, cada uno toma posición desde la cual se va a permitir o no una relación
igualitaria
Según Browne y Herbert (1997; citado por Álvarez, 2012) en la violencia se encuentran las
siguientes categorías.
Física. Infligir o amenazar con daño o lesiones. Coerción forzada y limitar movimientos físicos.
Sexual. Contacto sexual sin consentimiento. Obligar a ver imágenes, actividades sexuales y
amenazar con contactos sexuales.
Psicológico. Infligir angustia a través del control y limitación de acceso a amigos, escuela o
trabajo, entre otros.
Las anteriores son las manifestaciones activas de la violencia, y la negligencia se entiende como
una manifestación de violencia pasiva, definiéndose ésta como los actos de omisión y/o
descuido.
Esta forma de la violencia hace referencia a aspectos de la cultura que la legitiman a través
del arte, la religión, la filosofía, el derecho, etc.
De los tres tipos de violencia (directa, estructural y cultural) la directa es clara y visible, por lo
que resulta relativamente sencillo detectarla y combatirla. En cambio, la violencia cultural y la
violencia estructural, son menos visibles, pues en ellas intervienen más factores, detectar su
origen, prevención y remedio es más complicado.
57
Hacia los años 90 surge, de la mano del mismo Galtung, una nueva aproximación a la violencia
al crearse el concepto de violencia cultural, que la define como una violencia, simbólica, que “se
expresa desde infinidad de medios (simbolismos, religión, ideología, lenguaje, arte, ciencia,
leyes, medios de comunicación, educación, etc.), y que cumple la función de legitimar la
violencia directa y estructural, así como de inhibir o reprimir la respuesta de quienes la sufren, y
ofrece justificaciones para que los seres humanos, a diferencia del resto de especies, se destruyan
mutuamente y sean recompensados incluso por hacerlo”. Así, por ejemplo, se puede aceptar la
violencia revolucionaria de grupos extremistas o en defensa de las ideologías totalitarias.
En el panorama sobre el tema de la violencia, la violencia estructural aportó una nueva visión,
más dinámica, más procesual, más amplia, de la violencia de la que había hasta entonces. Pero
aún quedaban incertidumbres por resolver: ¿por qué optaban las personas por el uso de la
violencia aun cuando sus posibilidades de lograr una victoria que les beneficiase eran muy
escasas, teniendo en cuenta que el poder siempre puede hacer uso de una violencia mayor, más
planificada e incluso legalizada? ¿Por qué no se usan, habitualmente, fórmulas diferentes a la
violencia? Las respuestas a estas preguntas vinieron del entorno cultural en el que todo ser
humano se desarrolla y se educa.2 Estamos educados en una cultura de violencia, donde no se nos
enseña, ni se nos permite, ver alternativas a la violencia.
Porque en las escuelas y los demás medios de transmisión y reproducción de la cultura nos han
enseñado la historia como una sucesión de guerras; estamos acostumbrados a que los conflictos
se reprimen por la incuestionable autoridad paterna, o por la autoridad del macho sobre la
hembra, o por las leyes nacionales o internacionales, o por la justificación de hechos terroristas,
barricadas, saqueos e incendios; los medios de comunicación de masas nos venden como la única
vía de solución de los conflictos internacionales el uso de los ejércitos, etc. Es decir, vivimos
inmersos en una violencia constante, la cual se manifiesta a diario, en todos los ámbitos y a todos
los niveles.
injustas e insolidarias. Por tanto, el problema es que luchar contra este tipo de violencia es muy
complicado, puesto que nuestra sociedad cultural nos acerca a la idea profunda de la visión
negativa de los conflictos, de nuestra visión simple, miedosa e impuesta de la paz, con lo que
encontrar alternativas a la manera de vivir y de actuar queda reducido y poco.
Este concepto, no por ello este tipo de violencia, es relativamente nuevo. Por eso, con el paso del
tiempo se han reconocido las grandísimas implicaciones que tiene la violencia cultural, incluso
para resituarlo al lado, en igualdad de condiciones, con los otros tipos de violencia (directa y
estructural).
La violencia directa, física y verbal son visibles en forma de conductas, responde a actos de
violencia y se concreta en comportamientos. Es la que realiza un emisor o actor intencionado (en
concreto, una persona), y quien la sufre es un ser vivo dañado o herido física o mentalmente.
La acción humana no surge de la nada, tiene sus raíces; dos de ellas son indicativas para entender
el punto en el que nos encontramos, donde la violencia forma parte de nuestra cotidianidad. La
primera es la cultura de violencia (heroica, revolucionaria, patriarcal, etc.), y la segunda se
refiere a la estructura violenta en sí misma, por ser demasiado represiva, explotadora o alienante,
demasiado estricta o permisiva para la comodidad del pueblo.
La violencia directa tiene como principal característica diferenciadora que es una violencia
visible en lo que se refiere a muchos de sus efectos; básicamente los efectos materiales. Sin
embargo, también es cierto que algunos efectos aparecen más o menos invisibles (odios, traumas
59
De violencia directa podemos diferenciar tres tipos, dependiendo contra quien atente:
Aunque sería muy común pensar que la violencia directa es la peor de todas las violencias,
puesto que es la más conocida, no es cierto ya que esta es visible, por tanto, más fácil de
identificar y de actuar contra ella. También, este tipo de violencia es la manifestación de algo, y
no el origen. Es precisamente en los orígenes donde se deben buscar las causas y atacar para
derrocarlas. La violencia directa no mata tantas personas como las otras dos (cultural y
estructural).
Según Galtung, la violencia directa es un concepto muy relacionado con dos concepciones
erróneas: la identificación de la violencia con la ausencia de paz (donde no hay paz, hay
violencia) y con la concepción del conflicto humano, social o natural como algo totalmente
negativo. Por tanto, como respuesta a estas ideas y manera de entender la violencia se han
desarrollado una serie de mecanismos represivos y punitivos para regular legalmente las
situaciones de violencia que se dan a diario, en la vida, en las relaciones sociales y/o
internacionales. De este modo han surgido legislaciones, leyes, ejércitos, policía, cárceles, etc.
para hacer cumplir la legalidad estrictamente.
Esto nos vuelve a acercar a la idea anteriormente comentada de que todo sistema asume como
obvio, instaurado e inevitable la existencia cotidiana de los conflictos. Galtung en plantea que así
no se avanza en la forma de encarar los conflictos, ya que la represión sigue transmitiendo sólo
una visión negativa del conflicto
60
Existen numerosos ejemplos de violencia directa, por ejemplo: un militar apaleando a una
persona, el enfrentamiento entre un policía y un delincuente, una persona asesinada, un terrorista
enfrentándose con metralleta a un militar, una mujer violada.
La violencia estructural está originada por todo un conjunto de estructuras, tanto físicas como
organizativas, que no permiten la satisfacción de las necesidades. Esta es la peor de las tres
violencias (cultural, directa y estructural), porque es el origen, es la más dañina y como es
complicado identificarla es difícil luchar contra ella. Si en un problema siempre una parte sale
ganando a costa de la otra, esto no es un conflicto, sino que es violencia estructural. Por tanto,
nos encontramos ante un grave problema.
Para poder responder a cuestiones como, por ejemplo, que es lo que ha ocurrido para que estalle
una guerra en un país que hasta entonces habíamos creído pacífico, a inicios de la década de los
años 70’ del siglo XX, Galtung 3 y otros desarrollaron el concepto de violencia estructural,
concepto que avanza a una visión de violencia más dinámica y más invisible definiéndose así:
“aquello que provoca que las realizaciones efectivas, somáticas y mentales, de los seres humanos
estén por debajo de sus realizaciones potenciales”.
violencia cultural (legitimaciones de las otras dos formas de violencia, como, por ejemplo, el
racismo, sexismo, clasismo o eurocentrismo).
La violencia estructural sería un tipo de violencia indirecta, es decir, las acciones que provocan
el hambre en el mundo, por ejemplo. Esto provocaría que las causas que producen la violencia
estructural no sean visibles con evidencia en algunos casos o en un análisis poco profundo y, por
consiguiente, que sea más difícil y complicado enfrentarse a este tipo de violencia. Por el
contrario, la violencia directa, al ser la más visible de todas permite con mayor facilidad
afrontarse a ella.
La violencia Estructural se manifiesta cuando no hay un emisor o una persona concreta que haya
efectuado el acto de violencia, sino que es una estructura y se concreta en la negación de
necesidades. También puede decirse que esta violencia es la suma total de todos los choques
incrustados en las estructuras sociales y mundiales, cementados y solidificados, de tal forma que
los resultados injustos y desiguales son casi inalterables.
Por otro lado, también se han descrito dos tipos de violencia estructural, la vertical y la
horizontal:
Se consideran casos de violencia estructural aquellos en los que el sistema causa hambre,
miseria, enfermedad45o incluso muerte, a la población. Son ejemplos los sistemas cuyos estados
62
o países no aportan las necesidades básicas a su población. Está representada por las numerosas
situaciones de injusticia que se observan: mientras unos/as comen y beben en abundancia,
otros/as revuelven en la basura, no tienen qué comer, piden limosna, etc. Otros ejemplos claros
de Violencia Estructural los encontramos en el Apartheid, en el hambre mundial, la falta de
accesso, la obligatoriedad del servicio militar, las dictaduras militares o en el sistema económico
y jurídico internacional que empobrece continuamente a los países del Sur, en beneficio de los
del Norte.
Como se puede apreciar en el recuadro, podemos deducir que la violencia tiene diferentes
manifestaciones de las cuales interpretamos de la siguiente manera:
Para el referido economista italiano Calderon (2009) no sería posible beneficiar a más
elementos de un sistema sin afectar a otros. Así, para Galtung, a mayor paz le correspondería
menos violencia y viceversa.
Se concluye que A mayor paz le correspondería menos violencia y viceversa. En ese mismo
contexto la humanidad históricamente, entre más tiende a ser violenta se alejará de la paz, y de
igual forma si se alejara de las tendencias de la violencia siempre viviría en paz. Galtung (2003)
La violencia, puede ser entendida como el uso o amenaza de uso de la fuerza o de potencia,
abierta u oculta, con la finalidad de obtener de uno o varios individuos algo que no consienten
libremente de hacerles algún tipo de mal (físico, psíquico o moral).
64
Los conflictos son situaciones de disputa en los que hay contraposición de intereses, necesidades
y valores. No debemos confundir conflicto con violencia puesto que hay conflictos que pueden
resolverse sin el uso de la violencia, aunque no es posible que haya violencia sin conflicto (pero
esto no quiere decir que el conflicto puede ser más o menos real para todo aquel que es objeto de
la violencia). La violencia es un fenómeno social, que se aprende y por tanto también se debería
poder desaprender. Por tanto, no se debe pretender eliminar los conflictos, puesto que estos son
positivos en tanto que son oportunidades de transformación; se debe luchar a favor del no uso de
la violencia para resolverlos.
Los conflictos, entendidos erróneamente como algo negativo, son connaturales a las relaciones
humanas y positivos en tanto que implican cambios. Bien gestionados o regulados, pueden ser
una excelente herramienta pedagógica o para la transformación social. Ahora bien, esto implica
un trabajo, tanto de enseñar como de aprender a gestionar y transformar positivamente los
conflictos. El problema con el conflicto empieza cuando las necesidades de dos o más
personas/grupos son antagónicas, puesto que esto genera una crisis, difícil de resolver. Por eso,
hay que poder abordar el conflicto antes de que llegue a la crisis.
De eso se desprende y considero oportuno mencionar los que a nuestro juicio definen en Galtung
el perfil o la identidad del conflicto:
Según Galtung (2003) refiere que los conflictos se convierten de alguna forma parte de nuestra
vida no son ni positivos ni negativos en sí mismo, simplemente se convierten en experiencia de
vida que en algunos casos lo podemos tomar o convertir como en una oportunidad.
En Galtung, la génesis del conflicto como es tan propio del ser y esta adherido al individuo a la
persona en su estructura de la personalidad.
Asi mismo, el conflicto es una actividad incompatible impide o interfiere con la ocurrencia o
efectividad de una segunda actividad y provienen en el interior de la persona o de la misma
sociedad en su intereacion, siempre van a ver personas que piensan diferentes a otras y
contraponen sus ideas...
Del mismo modo, entendemos que siempre encontraremos intereses por cada bando o persona
que entra en un conflicto, se puede llegar a un gran acuerdo entre las partes, pero persistirá el
conflicto, aunque haya cambios en esa confrontación.
Análogamente, los conflictos son experiencias de vida, y son el pan de cada día y es continuo,
quedan reflejados en nuestro interior y entran a ser parte de si mismo. Es un todo.
66
De igual forma, los conflictos es el punto de quiebre de una relación si no hay tolerancia,
entendimiento, empatía, la aceptación del otro tal y como es, nunca habrá una relación estable
entre dos personas.
En este apartado es muy importante aclarar el concepto de paz ya que tiene diferentes
connotaciones y diferentes perspectivas de diferentes autores como sigue a continuación.
Termin Definición Autor y
o referencias
Paz Tregua de guerra. Sosiego tras un litigio o desorden. Descanso tras Explanatory
cualquier conmoción. Phonograph
ic
Quietud tras un motín o tumulto. Reconciliación de las diferencias. Dictionary
Situación de no hostilidad. Sosiego, tranquilidad, satisfacción; of the
liberación del terror; quietud celestial; silencio; mente en blanco. English
Aquel orden plácido de tranquilidad que es garantizado por el Language
gobierno. Un mundo dominado por el silencio. (1850)
Paz Condición normal de una nación, un grupo de naciones o del mundo, Random
sin luchas. Acuerdo o tratado entre naciones, grupos, etc, en disputa House
o antagónicos para finalizar las hostilidades y abstenerse de futuras Dictionary
luchas o enfrentamientos (1983)
Paz Lo contrario de guerra o tumulto, el estado que viene tras su fin. En Enciclopedi
Derecho Internacional, no estar en guerra (…) La paz hasta muy a Británica
recientemente era simplemente el estado que se producía en los en la
intervalos entre guerras. edición de
1911
Paz Situación en la que no existe lucha armada en un país o entre países Real
. academia
67
española
Relación de armonía entre las personas, sin enfrentamientos ni confl 2021
ictos.
Acuerdo alcanzado entre las naciones por el que se pone fin a una g
uerra.
Paz La paz no sólo es la ausencia de conflictos. ... Es un proceso ONU
positivo, dinámico y participativo en que se promueva el diálogo y
se solucionen los conflictos en un espíritu de entendimiento y
cooperación mutuos
Paz La paz no es solamente la ausencia de la guerra; mientras haya Rigoberta
pobreza, racismo discriminación y exclusión difícilmente podemos Manchú
alcanzar un mundo en paz. 2020
Paz No hay camino para la paz, la paz es el camino Mahatma
Gandhi
1947
Paz Que nadie se haga ilusiones de que la simple ausencia de guerra, aun Juan pablo
siendo tan deseada, sea sinónimo de una paz verdadera. No hay II 2015
verdadera paz si no viene acompañada de equidad, verdad, justica y
solidaridad.
J. Galtung (2010) : Es importante distinguir entre la ‘paz negativa’ y la ‘paz positiva’. La ‘paz
negativa’ es la ausencia de un enfrentamiento violento y el mecanismo para alcanzar esa meta es
la solución de los conflictos existentes. La ‘paz positiva’ es otra cosa, es la generación de una
relación armoniosa y ella se consigue cuando dos o más entidades en conflicto emprenden
proyectos juntos y los beneficios que genera ese proyecto son repartidos equitativamente. No
iguales matemáticamente, pero es importante que no haya desigualdades flagrantes entre las
partes.
b) La «paz positiva» se definiría como ausencia de guerra y violencia directa junto con la
presencia de la justicia social.
68
PAZ
(Justicia social, inclusión, equidad, satisfacer necesidades)
(ausencia de violencia directa y ausencia de enfrentamientos bélicos) (disminución y ausencia de violencia estructural)
En el caso colombiano lo que se firmo fue una paz negativa por que el silencio en forma parcial
de las armas, le pone fin solo a disminución de la violencia explicita a la sangrienta, más no una
paz positiva por que de una u otra forma continúan la violencia estructural que genera una
injusticia social e iniquidades latente.
Se desmiente la postura del Expresidente colombiano Juan Manuel Santos, cuando dijo que su
objetivo fue llegar a una “paz justa y verdadera” con la firma de los acuerdos con la FARC, pero
fue todo lo contrario, la violencia en nuestro país aún continua y prevalece, tal vez no con la
misma intensidad de años anteriores, pero persiste.
Uno de los apartados más trágicos de la vida política y social del país que todavía no
hemos podido cerrar, es el conflicto armado, un conflicto que involucra múltiples actores: las
guerrillas de izquierda, los paramilitares de derecha, los narcotraficantes, el gobierno, las fuerzas
armadas y la sociedad civil.3 Los orígenes de la actual insurgencia se remontan al período
conocido como “La Violencia”, una guerra civil que tuvo lugar entre 1946 y 1966; durante esta
sangrienta etapa el país estuvo radicalmente dividido en su apoyo a los partidos Liberal y
Conservador. Desde ese período, Colombia ha sido testigo de la aparición sucesiva de guerrillas,
narcotraficantes y grupos paramilitares.
Las guerrillas surgieron en la década de los sesenta, siendo las más importantes las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, el Ejército de Liberación Nacional –
ELN–, el Movimiento 19 de abril –M-19–, y el Ejército Popular de Liberación –EPL. El
69
narcotráfico, por su parte, se inició con el cultivo y tráfico de marihuana en la década de los
setenta, seguido por el de cocaína en los ochenta. Los grupos paramilitares, a su vez, emergieron
a comienzos de los ochenta como una forma de retaliación por parte de los narcotraficantes,
ganaderos y algunos militares, quienes formaron grupos de autodefensa para protegerse de los
actos violentos perpetrados por las guerrillas. La proliferación y expansión de estos grupos –
diferentes en naturaleza, pero todos generadores de conflicto violento– ha sumergido al país en
una ola de violencia durante más de cuatro décadas. Yaffe (2011)
El grupo armado Fuerzas Revolucionarias FARC, fue la guerrilla más longeva del
continente y quizás del mundo, el cual tuvo mucha influencia por las ideologías de Fidel Castro
con su revolución cubana a finales de los años 50 e inicio de los 60, producida por la indiferencia
del estado para resolver los problemas de tipo social, económico y político el cual dio como
resultado la creación de grupos alzados en armas (Cartagena, 2016).
guerra con Perú y la insurrección popular en el año 1948 que dio lugar a la cruzada más larga
hasta el día de hoy, que se conoce como:” La Violencia o Conflicto Armado”; seguida por la
lucha contra las guerrillas, el narcotráfico y las fuerzas paramilitares, en cual se muestra como un
acontecimiento permanente.
En este orden de ideas y según Ocampo (2000) los contextos de las guerras civiles en
Latinoamérica, tuvieron que ver con la Iglesia y sus relaciones con el Estado, así como también
las organizaciones políticas de tipo centralista o federalista, la abolición de la esclavitud, entre
otras. Las características de estas guerras durante el siglo XIX radicaron en que, había grupos
sociales que ocupaban un mismo status social, por la cual asumieron tanto la dirección política y
la dirección militar guerrerista; estas guerras se desplegaron en múltiples esferas de la vida
social, fueron explícitas en los contextos sociopolíticos regionales o nacionales, y vinculadas con
las relaciones de poder y dominio. De alguna forma, estos conflictos se fueron hacia otros
sectores, otras actividades y otros lugares, los cuales desde sus inicios no tuvieron ningún tipo de
relación con el conflicto armado, pero que al final terminaron.
Así mismo, (Zuleta, 2006) opina además que, existió una gran la rivalidad entre las clases
dominantes y las clases subordinadas, la cual tomó fuerza durante los años treinta (30) y los años
cuarenta (40) y estalló hacia los años cincuenta (50) a modo de confrontación abierta. En donde
la clase dominante asumió la dirección ideológica y política de los partidos políticos
tradicionales: el liberal y el conservador; sin embargo, la dirección en el plano militar fue llevada
a cabo únicamente por el campesinado. De igual forma, afirma que prácticamente Colombia ha
heredado vicios políticos del antiguo imperio español, producto de esa generación criolla de
dirigentes que no pudo ni han podido deslindarlos y que no los ha resuelto en su totalidad
produciéndose conflictos continuos por la codicia y ambición del poder, la división de los
partidos políticos tradicionales (federalistas y centralista) hoy (conservadores y liberales) el cual
genero una pugna que desencadeno el conflicto armado en Colombia. Situación que se vive en la
actualidad a pesar de los acuerdos de paz con la FARC. Por lo tanto, el Conflicto Armado es un
suceso permanente, partiendo de la idea de que, en el país en cada época existen relaciones
conflictivas de diferente índole, tal como fueron las guerras civiles, las cuales se produjeron
como resultado de las rivalidades al interior de la clase oligarca dominante.
71
Al mismo tiempo, con base en lo expresado por Medina (sf) en su tesis doctoral titulada
FARC-EP Y ELN: Una historia política comparada (1958- 2006), expresó que la violencia
durante los años cincuenta (50), fue en un principio partidista y que reclamaba al sistema político
para extenderse; así mismo, se gestó en su interior un nuevo escenario conflictivo: las fuerzas
insurrectas agrarias, las cuales solicitaron su incorporación al poder con el fin de transformar el
sistema Político colombiano; es así como en esta época nacen y se consolidan las guerrillas
campesinas como las FARC 1964 y el ELN, en1964. Afirma, además, que durante los años
ochenta (80) se especializó por el incremento de los grupos insurgentes, el auge de las
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y las tensiones sociales incitadas por la incapacidad
de los gobiernos para gestionar todo lo relacionado con economía colombiana. La no inclusión ni
participación e inequidad de las minorías campesinos en los proyectos del estado, la falta de
oportunidad y la insatisfacción de las necesidades básicas, la presencia del estado en regiones
apartadas el cual no se ha producido cambios que resuelvan desde sus inicios como republica
unitaria. Hacen que se agudice el conflicto armado y el surgimiento de grupos al margen de la
ley.
Para efectos de este trabajo y con fundamento en el tratamiento y relevancia que algunos
tratadistas le han dado a los sucesos de Marquetalia del año 1964, éstos se tendrán como el hecho
histórico que marca los inicios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), es
así como Calle, precisa:
para ilustrar y contribuir a la aproximación del concepto de asimetría del conflicto como objetivo
de este trabajo.
Como se sabe y es conocido por diferentes autores no hay un consenso general sobre la
aparición del conflicto armado en nuestro país, pero en este apartado y para efectos académicos,
se partirá de los sucesos de Marquetalia del año 1964 como hecho histórico que marca los inicios
de las FARC y del conflicto armado, que hoy subsiste; el sociólogo Domínguez y Fernely(2018)
trascribe lo dicho por Jaime Guaracas uno de los guerrilleros más aguerridos y segundo al mando
de las FARC una vez fundadas, sobre lo ocurrido en Marquetalia iniciándose así, la mutación de
un grupo de campesinos a una guerrilla en los siguientes términos: “Hasta este momento,
nosotros éramos simplemente movimiento agrario. Pero la agresión del gobierno y el ejército nos
ha obligado a cambiar de carácter y de táctica. De ahora en adelante volvemos a ser guerrilleros,
esta vez con modalidad móvil”.
Domínguez, para referirse a lo que aconteció en Marquetalia por parte del gobierno acude
a las palabras de Eduardo Pizarro:
Esto que ha sido calificado por Eduardo Pizarro como “un monstruoso error histórico por
parte de la clase dirigente colombiana”, era, en nuestra apreciación, una jugada empujada, no por
una clase social homogénea y clarividente de sus “intereses históricos”, sino por una red colusiva
integrada por todos los sectores que antes estaban enfrentados militarmente y que ahora
manejaban el Estado, a la cual se agregaba el interés de cuadros militares, recién probados en la
guerra de Corea, unos, y otros formados en los Estados Unidos y quienes habían “descubierto” la
carrera militar como medio de movilidad social. Domínguez, (2018).
Según lo expresado por Domínguez (2018) y Pizarro (2004) concluyen que lo que
encauso la determinación de transformar estrategias de combate, estilo de enfrentamientos y el
cambio de actitud del estilo de guerra fue, la presión del gobierno de acabar con los grupos
campesino lazados en armas que los consideraban unos rebeldes y un obstáculo o una menaza
para los gobiernos oligarjicos del momento. De ahí la trasformación de crear guerrillas móviles
en vez de ser estática y sectorizada.
De esta manera, surge el conflicto armado colombiano, en la etapa que hoy todavía
vivimos. Muchos autores han tratado de explicar su origen; sin embargo y por considerarlos
especialmente ilustrativos se toman a continuación los criterios explicativos referidos a
74
Pizarro(Líder guerrillero que evidencian, desde su origen, algunos elementos de asimetría en esa
etapa del conflicto armado colombiano:
Así como se precisó que el surgimiento de las FARC, no puede analizarse en el vacío,
tampoco este lapso del conflicto armado. La investigadora Calle, ilustra los sucesivos periodos
de violencia en Colombia, con elementos del contexto internacional que facilitan la comprensión
del conflicto en el país y sus asimetrías:
La tierra es quizá el mayor punto de encuentro entre los diferentes enfoques de los
comisionados. Darío Fajardo, coloca el factor agrario como “desencadenante” de los
enfrentamientos entre el Estado y las guerrillas. Por su parte el padre Javier Giraldo, partiendo de
un enfoque que comprende el conflicto “dentro de la tradición jurídica del derecho a la rebelión”,
coloca el problema de la tierra como eje fundamental para entender el conflicto, “ya que la
tenencia de la misma está directamente relacionada con tres necesidades básicas, vivienda,
alimentación y trabajo/ingreso”. En la medida que el Estado falla en garantizar dichas
necesidades, legitima el derecho a la rebelión de los ciudadanos que, siendo llevado a su punto
máximo, explica el surgimiento de la insurgencia. Fajardo (2015)
Según lo anterior, Fajardo (2015), la sustitución del poder de la tierra por los grupos al
margen de la ley quienes han desplazados al menos la mitad del campesinado de sus áreas de
control y dominio absoluto y por otro lado las desavenencias por parte del estado, quien nunca ha
hecho presencia en regiones apartadas y olvidadas. La inversión social no existe, simplemente un
pie de fuerza o puesto militar de control con el finde contrarrestar o persuadir a los grupos
insurgentes
El capitalismo es otra causa explicativa que señalan varios expertos, entre ellos Víctor
Moncayo, quien sostiene que la lucha de clases derivada de la imposición de un orden capitalista
engendra conflictos sociales profundos que para Colombia significaron el surgimiento de los
ejércitos insurgentes. Jairo Estrada, coincide con este planteamiento al colocar como tesis central
de su informe que la “contrainsurgencia y subversión son inherentes al orden social capitalista
imperante en nuestro país. Si la subversión asumió también la expresión de la rebelión armada,
ello se explica esencialmente por las condiciones histórico-concretas de constitución y
reproducción de ese orden social”. Estrada (2015)
Esto implica, según Estrada (2015) que en nuestro país impera desde la influencia de la
revolución industrial el sistema económico capitalista o también llamado neoliberal o la gran
economía mixta, la cual ha desarrollado mucha inversión y movimiento de capital sobre todo el
capital privado junto con la intervención y regulación del estado, el cual ha generado una serie de
desigualdades evidentes los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres.es algo muy
evidente que se requiere un cambio de paradigma, es cierto que se puede acumular riquezas sin
76
esfuerzo con el afán de la búsqueda de rentas, pero también esto atenta en contra del desarrollo
de la sociedad colombiana. Se debe agregar el valor de la inclusión y el derecho de la igualdad
social para que sea algo equitativo y se mantenga un equilibrio social.es uno de los motivos de
lucha de la insurgencia nacional.
Román Vega y Vicente Torrijos, destacan el papel de los Estados Unidos y el contexto
internacional en el surgimiento y desarrollo del conflicto colombiano. El primero ve en el país
anglosajón un actor estratégico en la génesis y duración de la guerra contra la insurgencia,
sostiene que “Estados Unidos no es una mera influencia externa, sino un actor directo del
conflicto, debido a su prolongado involucramiento durante gran parte del siglo XX”.
Por su parte, Torrijos destaca la influencia que tuvo la revolución cubana y la expansión
del comunismo en los procesos que derivaron en el surgimiento de las guerrillas colombianas.
Este último, es el único grupo subversivo que aun mantiene su roll dentro del conflicto
por que hasta la fecha no hay acercamientos de paz, o por lo menos los actos han sido fallidos
con el gobierno actual. Torrijos (2015)
Duncan (2015) plantea que la explicación al conflicto surge de la relación entre las variables de
la exclusión/desigualdad con la criminalidad, especialmente con la práctica del secuestro y el
narcotráfico. Estas variables configuraron las dinámicas de los grupos insurgentes, tanto
guerrilleros como paramilitares, y redefinieron las relaciones entre el centro y la periferia, ya que
el Estado era incapaz de ofrecer una protección efectiva en las regiones, permitiendo la
construcción de estructuras alternas de poder en esos territorios.
77
Existen unas considerables múltiples de causas para determinar el origen del conflicto
armado, la cual se puede determinar como una “fallas geológicas” en la construcción del Estado.
Esto se refiere a la debilidad institucional del Estado producto de un desordenado y caótico
proceso de constitución y consolidación. Desde el inicio de la mal llamada independencia.
Nuestros próceres jamás se pusieron de acuerdo como estructurar y llevar a cabo un buen
gobierno, más bien se dedicaron a fragmentarlo, con las divisiones de poder (Federalismo Y
Centralismo) y eligieron el camino de los enfrentamientos bélicos, dividiendo la sociedad, de ahí
en adelante el conflicto prosigue.
La población civil campesina, sigue siendo la más vulnerables y afectada por los
enfrentamientos armados, expuesta a actos violentos, voleteos, secuestro extorción, ataques
directos, reclutamientos forzados, muchas personas se ven forzadas a huir y dejarlo todo,
afectando el sector agrícola directa e indirectamente, la destrucción de activos, infraestructura,
eso trae como consecuencias incrementos de los precios al consumidor. Sumado a esto las
78
políticas aplicadas por el gobierno en los años 90 por la crisis económica mundial y el déficit
fiscal, la privatización y desregularización, la venta de propiedades del estado a entes privados
permitieron, aumento del desempleo y una mayor desigualdad. En el sector agrícola trajo como
consecuencia la sustitución de los cultivos tradicionales por la siembra de coca, aumentando la
criminalidad y el narcotráfico.
Sobre este punto también se hace importante el factor de la “fallas geológicas” del
Estado, ya que el conjunto de la debilidad institucional, la falta de pluralismo político y el auge
de la contrainsurgencia, generó una desconfianza entre el Estado y la guerrilla que hasta el día de
hoy ha truncado 11 procesos de paz, sobre todo la el grupo insurgente ELN, Ejército de
Liberación Nacional, quien se encuentra pendiente en este proceso.
La tierra, el origen político del conflicto armado, el narcotráfico como principal factor de
prolongación y degradación de la guerra, y la vital importancia que tendrá el posconflicto, son
los puntos de convergencia fundamentales que tienen los informes de la CHCV. Estos no
pretenden ser una comisión de la verdad, necesaria en una lógica del posconflicto, pero se
convierten en insumo para la misma, así como en el primer ejercicio de construcción plural de
memoria histórica y un aporte importante para acompañar al actual proceso de paz, que busca
ponerle fin a una guerra “arcaica, inútil, costosa y sin futuro”.
De la misma forma se concluye que: mientras persista la poca presencia del estado en
zonas periféricas y sur del país, la debilidad del esta continuara, el problema de la posesión de la
tierra, las grandes diferencias económicas, el fracaso del plan agrícola y políticas rurales. El
conflicto se agudizará.
79
No todas las características de las guerras actuales son distintas a las de las guerras
anteriores, ni todas sobrevienen o se añaden a las previas, ni todas se manifiestan por primera
vez. En la mayoría de ocasiones la idea de “novedad” hace referencia, más que a la aparición de
fenómenos o actores o la gestación de dinámicas que antes no existían, a una intensificación de
tendencias de larga duración que, en un momento dado, adoptan una visibilidad y provocan un
impacto hasta entonces desconocidos. Esto no significa que no haya fenómenos o
acontecimientos puntuales realmente nuevos o innovadores (por ejemplo, el fin de la Guerra
Fría, los atentados del 11-S o el uso de vehículos aéreos no tripulados en los conflictos armados)
ni que los cambios evolutivos no sean importantes. García (2012).
En ese orden de ideas, es importante aclarar que aun que los tiempos cambien, la
tecnología avanza de prisa, la conectividad se hace más eficiente y los sistemas de guerra se
transforman, según la situación en la que se presente, han pasado miles y miles de años y la
humanidad nunca ha vivido épocas de paz, los conflictos continúan y se intensifican cada día
más, solo cambian los modus operandi. García (2012).
las continuidades presentes en los conflictos armados, diferenciando las novedades de lo que son
intensificación de tendencias anteriores y, muy especialmente, intentando distinguir la realidad
de las nuevas guerras del discurso teórico y político sobre ellas. García (2012).
Por lo consiguiente, los conflictos bélicos tienen como origen múltiple factores y
múltiples causas, entre los que suelen estar la permanencia o el cambio de relaciones de poder,
solucionar disputas económicas e ideológicas, territoriales entre otras, las directrices de la guerra
y su permanencia siempre serán la misma a lo largo nuestra existencia. García (2012)
La guerra es pues un acto de violencia para obligar al contrario a hacer nuestra voluntad
Clausewitz, (2005). Es por eso que la guerra en su fase inicial es una guerra entre estados, esa es
la base de la concepción teórica de Clausewitz. De este modo a partir de la II Guerra Mundial,
las guerras dejaron de ser entre estados y con la globalización, las nuevas guerras se dan al
interior de los estados, en la que el objetivo es infligir la máxima violencia. Frente a las nuevas
dinámicas del sistema internacional, “las nuevas guerras se convirtieron en conflictos armados
que surgen en el contexto del proceso de globalización, de debilitamiento del Estado nación, de
erosión del monopolio de la violencia legítima Kaldor (2013). En este sentido, en las nuevas
guerras los estados han disminuido de forma unilateral la fuerza contra otros estados.
Las nuevas guerras implican un desdibujamiento de las distinciones entre guerra, crimen
organizado y violaciones a los derechos humanos Kaldor (2001). En las nuevas guerras los
intereses son tanto internacionales como locales, tanto públicos como privados. “Se lucha por
objetivos políticos particulares y se emplean tácticas de terror y desestabilización que en teoría
están prohibidas según las reglas de la guerra moderna Kaldor (2001). Estos conflictos enfrentan,
81
más que a los sectarismos entre sí, a éstos con una concepción cosmopolita del mundo, que es la
auténtica víctima.
Las guerras son libradas por múltiples tipos de unidades de combate donde es posible
identificar varias características fundamentales: las fuerzas armadas regulares o lo que queda de
ellas, grupos paramilitares, unidades de autodefensa, mercenarios extranjeros y tropas
extranjeras, generalmente bajo grandes auspicios internacionales. Bajo esta perspectiva, estas
unidades de combate, por su reducida dimensión, tienen mucho en común con la guerra de
guerrillas. Frente a esta última característica se debe señalar que no solo concierne a los
movimientos de fuerzas, sino a los efectos que ellas producen.
Las nuevas guerras toman elementos de ambas formas de guerra. Por un lado, de la
guerra revolucionaria toman la estrategia de dominar el territorio mediante el control político y
de la contrainsurgencia toman la idea de establecer el control político mediante el uso de la
violencia contra los civiles y la adhesión a un estereotipo, más que una idea. Así el principal
método de control territorial no es el apoyo de la población sino de su desplazamiento y
eliminación mediante técnicas como el asesinato, la limpieza étnica y haciendo inhabitable la el
territorio mediante la siembre de diferentes artefactos explosivos o el ataque a objetivos civiles
Kaldor (2001).
En este orden de ideas, las nuevas guerras son diferentes de las viejas en cuanto a los
objetivos, los métodos de lucha y los modos de financiación, esto permite evidenciar que existe
un cuarto elemento que se convertirá en eje decisivo, la estructura de las organizaciones. A la luz
de estos elementos, es necesario resaltar que existen múltiples motivos y causas en torno a las
nuevas guerras, precisamente en este tipo de conflictos no luchan los Estados, sino actores
paraestatales. Ante estas circunstancias las nuevas guerras inevitablemente están conduciendo a
la desintegración de los Estados y todavía inestables, que constantemente hay un sometimiento a
ciertas influencias políticas del contexto externo y sobre todo están integradas en sistemas de
intercambio de la economía mundial que hacen imposible un desarrollo políticamente controlado
de sus economías nacionales Münkler (2002)
Esta perspectiva permite evidenciar que existen múltiples interpretaciones sobre las
nuevas guerras, en especial la centralidad en el aspecto económico y en los aspectos de la
privatización.
según los principios de la guerra de largo aguante, por decirlo en términos maoístas Münkler
(2002).
De igual forma vale rescatar que la mayoría de los actores de las nuevas guerras se
conforman con lo que Mao denominaba “defensiva estratégica”, utilizan la fuerza militar con el
fin de mantener su existencia, sin intentar en serio una solución militar que ponga fin a la guerra
Münkler (2002).
Es propio de las nuevas guerras la pérdida del monopolio de la violencia bélica por parte
del Estado, así mismo se debe señalar que la guerra en la lógica estratégica se puede concebir
como simétrica o asimétrica, la guerra simétrica, como las de los siglos XXVIII, XIX e incluso
XX, puede definirse como una guerra que las partes libran a la misma velocidad. En la guerra
simétrica, lo que decidía la victoria eran, por lo general, mínimas ventajas por lo que respecta a
la aceleración Münkler; (2002). En tanto que las guerras del siglo XXI, guerras asimétricas son
conflictos violentos donde existe una gran desproporción entre las fuerzas tanto militares como
políticas de los bandos implicados, y que por lo tanto obliga a las partes a utilizar medios fuera
de la tradición militar común.
Bajo este criterio el argumento predominante es que las guerras civiles han cambiado
fundamentalmente desde el final de la guerra fría. Según este argumento, las "nuevas" guerras
civiles son diferentes de las "viejas" guerras civiles a lo largo de al menos tres dimensiones
relacionadas - son causados y motivados por la depredación privada en lugar de las quejas
colectivas y las preocupaciones ideológicas, las partes en esos conflictos carecen de apoyo
popular y deben basarse en la coerción, y gratuita, la violencia brutal se dispensa contra la
población Kalyvas (2001). Con este criterio las recientes guerras civiles, por lo tanto, se
distinguen por ser criminales en vez de fenómenos políticos.
Esta relación implica que en las nuevas guerras la declinación del conflicto armado ha
pasado de un estado a otro y del aumento percibido de la frecuencia de guerras civiles desde el
final de la guerra fría, especialmente en Europa, esto ha contribuido a una nueva onda del interés
en guerras civiles Kalyvas, (2001). Esta clase de interés se centra en la competición étnica
mientras que la actual fuente del conflicto se centra extensamente en guerras civiles de la
posguerra fría, es decir lo que se conoce como nuevas guerras civiles, frente a las conocidas
viejas guerras civiles.
Para concluir este apartado es importante resaltar la nueva geoestrategia de los grupos
criminales a nivel internacional, es así como existe hoy en día un acercamiento entre los carteles
mexicanos y grupos extremistas como ISIS, Talibanes e incluso la Guerrilla Colombia
FARC,hoy persiste con el seudónimo de disidencias de las FARC.tienen en común el tráfico de
drogas,finacian sus operaciones y ejercen la violencia para el control de zonas con fines
políticos, la producción de amapola y sus derivados.
El cartel de Sinaloa y el cartel de los soles, de la misma manera los grupos llamados
Bacrim o bandas criminales en Colombia, mantienen ese control de producción tráfico y
comercio de drogas, que de una u otra forma sirven para financiar estas organizaciones, obvio
existe un vínculo de corrupción con integrantes de gobierno tanto mexicano, colombianos y
afganos, con el patrocinio de los EEUU, para tener un control político en el negocio. Es así como
el narcotráfico es otro motivo de guerra no convencional que hoy persiste.
La precisión del marco jurídico de regulación de este fenómeno social, es una dificultad
tanto histórica como normativa, aún vigente. La literatura nacional e internacional, se ha ocupado
de la guerra internacional, siendo los conflictos internos o no internacionales un asunto, cuya
comprensión, alcance o definición, se encuentra aún en construcción. Salomón (2004), en su
tesis doctoral sobre Introducción al Derecho Internacional Humanitario, aclara que “La aparente
tensión entre combatirlas o regularlas se soluciona con un Derecho que, aproximándose a la
lógica militar, intenta racionalizarla y reorientarla al único objetivo justificable en el marco de un
conflicto armado: vencer al enemigo”. (Corte Interamericana de Derechos Humanos, (2015).
Este Manual, provee de herramientas que ayudan a los miembros de las Fuerzas Militares
a asegurar la legalidad de las operaciones y facilita el acceso a un compendio que presenta de
manera ordenada las normas nacionales e internacionales y la doctrina operacional aplicable a la
conducción de las operaciones militares. (Escuela Superior de Guerra Colombia, (2015),
De esta manera, para los efectos propios de este trabajo la normativa aplicable al marco
de una guerra o conflicto dentro del Estado colombiano se encuentran en las referencias
mencionadas dentro de este aparte indicando tanto las de derecho internacional como las del
interno.
INTERNACIONAL NACIONAL
Para efectos de este trabajo se tratarán dos actores del conflicto armado en Colombia, por
un lado, las Fuerzas Militares (FF.MM) de creación constitucional, Constitución Política de
Colombia [Const]. Art. 217. Julio 07 1991 (Colombia) y de otro el grupo armado ilegal
autodenominado Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Los actores tomados como referentes para este documento son protagonistas sin
discusión en el conflicto armado colombiano; unos y otros han realizado o realizan acciones y
hostilidades de unos contra otros. Igualmente, unos y otros han realizado o realizan graves
infracciones al Derecho Internacional Humanitario. En palabras de Valencia,
Además, los grupos paramilitares o de autodefensas, así como los grupos guerrilleros,
cumplen con los requisitos de organización y mando, realización de operaciones militares
sostenidas y planificadas e incluso de control territorial, exigidos por los instrumentos y la
jurisprudencia internacional. Sin discusión alguna, la fuerza pública también cumple con estos
requisitos. La intensidad y prolongación del conflicto armado colombiano no es ni siquiera
objeto de debate Valencia (2013).
ARTICULO 217. La Nación tendrá para su defensa unas Fuerzas Militares permanentes
constituidas por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
88
La Ley determinará el sistema de reemplazos en las Fuerzas Militares, así como los
ascensos, derechos y obligaciones de sus miembros y el régimen especial de carrera, prestacional
y disciplinario, que les es propio.
(…) las Fuerzas Militares como brazo armado del Estado, tienen por su propia naturaleza
funciones distintas a las de los servidores públicos civiles. Por ello, tienen una preparación
específica en establecimientos estatales adecuados para su formación; en su actuar obedecen
rígidamente al principio jerárquico; a sus miembros, se les somete por el ordenamiento jurídico a
disposiciones especiales, y las situaciones de enfrentamiento armado con los riesgos que éste
comporta no les son extrañas, sino que forman parte de su actividad normal, de su misión
institucional. Corte Constitucional de Colombia. Sentencia C- 1024 de 2002 Beltrán (2002)
En virtud del ordenamiento superior las fuerzas militares tienen como finalidad
primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del
orden constitucional, mediante el uso de las armas.
Dichas funciones tienen características especiales, entre las cuales ocupa lugar
fundamental la existencia de una jerarquía estricta y la aplicación también estricta de la relación
de mando - obediencia, prevista en el Art. 91 de la Constitución (…) Corte Constitucional de
Colombia. Sentencia C – 407 de 2003 Araujo (2003)
Al establecer la finalidad de las Fuerzas Militares, así como la misión que estas cumplen,
los miembros que la integran gozan de una protección especial llamada fuero penal militar, que
constitucionalmente se ha justificado de la siguiente manera:
De igual forma, el constituyente otorga el monopolio de las armas a la Fuerza Pública con
base en la Constitución Política de Colombia (Const). Art. 223. Julio 07 1991 (Colombia), así:
"El único que originaria e incondicionalmente puede poseer y portar armas es el Estado a
través de la fuerza pública (CP art. 216) y los miembros de los organismos y cuerpos oficiales de
seguridad (CP art. 223) y su uso se circunscribe a los precisos fines y propósitos enunciados en la
Constitución y la Ley. Cualquier otra posesión y uso se deriva del permiso estatal. Junto al
indicado monopolio, dada la necesidad del permiso para la constitución y circulación de
derechos ulteriores sobre las armas y demás elementos bélicos, cabe reconocer una reserva
estatal de principio sobre su propiedad y posesión. A partir de esta reserva el Estado puede, en
los términos de la ley, crear y administrar titularidades privadas, a través de la técnica
administrativa del permiso. La propiedad y posesión de los particulares no tiene frente a este
conjunto de bienes un valor constitucional originario que pueda oponerse al Estado.
Por el contrario, cualquier titularidad proviene de éste y tiene el alcance relativo que
pueda en cada caso derivarse de las leyes (…) Corte Constitucional de Colombia. Sentencia C –
404 de 2003 Tafur (2003)
Así las cosas, en términos generales se caracterizan las Fuerzas Militares como el actor
legal y constitucionalmente creado en el Estado colombiano para dar cumplimiento a la misión
encomendada dentro de la Carta por el constituyente primario; misión cuyo alcance e
implicaciones en el ordenamiento interno ha sido ampliamente desarrollado en la jurisprudencia
del intérprete de la Carta Superior, como es la Corte Constitucional.
91
Las llamadas disidencias de las FARC, aquellos lideres o mandos que no se acogieron a los
acuerdos, en las negociaciones con el gobierno nacional, en el año 2016, no son específicamente
una guerrilla, son bandas criminales, en expansión relacionada con el tráfico de estupefacientes.
El termino disidente, es prácticamente una actitud, al cual denota el desacuerdo de algo o con
alguien o distanciamiento de un poder o autoridad política, el cual polariza su punto de vista y
posición y se caracteriza por el alejamiento y busca otras vías de legalidad.
El ELN siempre ha tenido una tímida expansión territorial, tras el retiro de la FARC en zonas
ocupadas, debido a que su capacidad de confrontación de otros grupos armados limita su
accionar, una de las causas es que es parte de comportamiento propio del grupo
guerrillero(Foquismo) aun necesita demandar su roll de legitimidad en la comunidad
internacional, como grupo armado, pero se ha fortalecido en zonas fronterizas, su profunda
relación con el narcotráfico es parte del primer eslabón como soporte de sostenimiento
económico.
Su accionar en zonas fronterizas les facilita el accionar del tráfico de estupefacientes, el voleteo,
el secuestro, la extorción, el reclutamiento forzado de mujeres y violación de menores y la huida
en caso de enfrentamientos con la fuerza pública el cual pocas veces dan el frente.
94
Los Urabeños es el grupo que más mancha el territorio colombiano, y en segundo lugar Los
Rastrojos. Un estudio de la organización Insaight Crime precisa que “son la combinación
perfecta del crimen organizado colombiano por ser los únicos en abarcar tres generaciones con
experiencia criminal”. El 'hombre fuerte' de la estructura es Darío Antonio Úsuga David, alias
‘Otoniel’.
8.6.5 Autodefensas Gaitanitas de Colombia (AGC) también conocidas como 'Clan del
Golfo'.
Por paramilitar se entiende la acción armada de un grupo con una estructura organizada, con
funciones similares o coincidentes con las de un ejército pero que, formalmente, no es parte de la
fuerza militar reconocida legalmente por un estado.
Los Urabeños es el grupo que más mancha el territorio colombiano, y en segundo lugar Los
Rastrojos. Un estudio de la organización Insaight Crime precisa que “son la combinación
perfecta del crimen organizado colombiano por ser los únicos en abarcar tres generaciones con
experiencia criminal”. El 'hombre fuerte' de la estructura es Darío Antonio Úsuga David, alias
‘Otoniel’.
En los últimos años ha tomado un gran revuelo, el nuevo concepto para describir, el
enfrentamiento entre fuerzas irregulares e grupos insurgentes, se trata de la llamada “guerra
asimétrica” en donde se miden esos enfrentamientos, con fuerzas muy dispares, la asimetría
implica la ausencia de simetría es decir; la diferencia entre dos partes relacionadas con respecto a
un atributos observables, el cual intercambian diferencias,desiguldad e inequidad aunque no son
plenamente semejantes, de igual forma implica una relación desigual ,lejana entre las partes.
96
Resulta oportuna la descripción que de los mismos realiza Álvarez (2014), para ilustrar el
aparte del conflicto armado que nos ocupa, en relación con la asimetría, frente a los utilizados
por el actor legal o constitucional, como son las fuerzas militares:
En el caso del conflicto armado en Colombia, se trata de una prolongada guerra interna
que ha sido cruzada por una gran multiplicidad de factores de orden político, social, económico e
histórico, los cuales han intervenido tanto en su gestación y permanencia como en su evolución
reciente. También existen, factores de orden militar, poco analizados y que ameritan ser
examinados en su especificidad, ya que inciden sobre la marcha de los acontecimientos y es
probable que tengan influencia determinante sobre los futuros desarrollos de esta confrontación.
Álvarez, (2014). Las actuaciones realizadas en su momento por FARC mesclaron una
táctica de guerrillas utilizando como centro de operaciones las zonas rurales con población
campesina y, desde mediados de los años 80, tácticas terroristas que han incluido asesinatos,
secuestros, toma de rehenes y la colocación de coches bomba en lugares públicos. Sus atentados,
especialmente a partir de los años 90, han tenido muchas veces un carácter indiscriminado. Los
secuestros y la toma de rehenes han sido una forma de chantaje político y económico, al igual
que la extorsión a las grandes compañías petroleras con yacimientos en las zonas abruptas y
cercanas a los frentes de la guerrilla.
convencionales como bicicletas y cilindros bombas cargadas con metrallas,vilencia sexual contra
mujeres y niñas, reclutamiento forzado de menores,tomas guerrilleras de la población
desamparada e indefensas, violación a la libertad de expresión etc.
Tabla 5 caracterización y medios utilizados por las FARC en los enfrentamientos asimétricos.
adolescentes
Secuestro
Extorsión
Ataques a la población civil
Ataques a bienes del Estado
Tecnología
Muerte a personas protegidas por el
DIH
Uso de explosivos de forma
indiscriminada
Uso armas no convencionales
Uno de los grandes problemas del conflicto es el silencio que se teje en torno a muchos
hechos dolorosos, sufridos por campesinos, especialmente, tal como ocurrió en Montes de María,
con el aberrante asesinato de 15 campesinos, hecho que permaneció oculto a la opinión pública
durante mucho tiempo.
Es de señalar que, cómplice de esto, es el dolor que las personas se quieren evitar,
reeditando escenas en las que lo menos valioso era la vida de los señalados a ser víctimas de una
barbarie provocada por inescrupulosos y cuyo objetivo era, triste y simplemente, el
enriquecimiento ilícito, a través del despojo de tierras a quienes, durante años y años habían
hecho de ese escenario su laboratorio de vida, objetivo de sus esfuerzos y espacio para sus
sueños.
Se hace alusión en las líneas anteriores a la masacre de Los Guáimaros y el Tapón (San
María.
familias de las víctimas, las cuales se limitaban a conmemorar a sus muertos con
Es necesario hacer énfasis en que, en gran parte, la causa del silencio fueron el
por ideales populistas permitía que las gentes se atemorizaran, evitando hacer
lejanía del Estado, presente sólo en los palacios de gobierno de las grandes
ciudades.
De otro lado existía la tendencia, propiciada por interesados, a creer que muchas
de las narraciones eran mitos, inventos de las gentes, con el fin de restar
importancia a los hechos sangrientos que se desarrollaban sin más explicación que
el ruido de las armas y los gritos ahogados de los familiares de las víctimas, que
prestar atención al fenómeno. Los medios de información eran tímidos ante unos
por medio de lo que las autoridades dejan conocer, ya que las amenazas a los
cómplice, pero que no era sino el resultado de veladas amenazas que se hacían
circular, dado que a los actores no les interesaba que sus acciones se ventilaran en
previamente fijados
Hace dos años, los familiares de las 15 víctimas empezaron a llamar la atención de
fueron ejemplo y que no se fueron de esta vida porque quisieron, sino porque
de verdad.”
a narrar los momentos macabros que otros incrustaron en los mosaicos de sus
vidas, son los que han venido gradualmente a reflejar una imagen aproximada de
lo que tuvieron que vivir las familias de las víctimas, en medio de la incredulidad
101
el país entero siente vergüenza de estos hechos y por ello no quiere revivir
una foto, algo que dijera que sí era guerrillero. Pregunto yo: ¿Será que un
guerrillero está con su familia en su casa y vestía ese día pantalón gris con
pantuflas, será que así visten los guerrilleros?, no usan fusil…” (CNMH, 2020).
Asocian al guerrillero y al paramilitar con una persona que usa fusil y esto permitió
así el terreno en el que sembraban la duda de las gentes en quién era el causante
de las desgracias que derivaban de los asesinatos sin nombre y sin razón.
o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985,
como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones
graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión
del conflicto armado interno.
para reintegrar su dignidad, su memoria, saber la verdad y crear las condiciones para que hechos
como los que soportaron no vuelvan a repetirse.
Esto implica que lo que se pretende es buscar acercamiento del Estado con las víctimas,
mediante coordinación eficiente y realizar acciones transformadoras, que promuevan la
participación efectiva de las víctimas en su proceso de reparación. Además, busca brindar una
respuesta integral a las víctimas para que se sientan reparadas, y fortalecer la credibilidad y la
capacidad del Estado para dar respuesta a las emergencias humanitarias e impedir nuevas
violaciones a los Derechos Humanos (ONU, 2019). Otro asunto fundamental para tener en
cuenta es el reconocimiento y la participación de las víctimas en los distintos escenarios sociales,
políticos y económicos.
Fuente: RNI - Red Nacional de Información, (2021). Nota: Fecha de corte: 30.sep. 2021.
Fuente: RNI - Red Nacional de Información, (2021). Nota: Fecha de corte: 30.sep. 2021.
Victima: Se considera victima para efectos de la ley 1448 /2011 aquellas personas que
individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a apartir de enro de
1985,como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones
graves y manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos,ocurridas con ocacion
del conflicto armado interno.
Según el RUV a fecha de 30 de septiembre de 2021 van 9.189.839 victimas del conflicto interno
de nuestro pais,deafortunadamente estas cifras son exponenciales.
Victima sujetos de atencion: son personas reconocidas en el marco de la ley 1448 de /2011 que
pueden acceder efectivamente a las medidas de atencion y/o reparacion.no presentan novedades
de por fallecimiento a caus o no del hecho victimizante,identificadas con numero de documento
validos y han solicitado ayuda humanitaria directamente a traves de un familiar,que de acuerdo
con la ubicación conocida vive en el territorio.
Hecho Victimizante : Son aquellas víctimas que han sido objeto de intimidaciones, físicas,
verbales, psicológicas, con causa y en ocasión al conflicto armado interno.
De la tabla anterior se concluye que a la fechan van 8.189.839 victimas de las cuales bajo
la figura de hecho victamizante, las mas afectadas han sido por desplazamientos forzados
con 8.176.460 , por homicidios 1.069.810 y por amenzas 34.200 victimas.
Por otro lado las victimas sujetas de atencion van en 7.389.814 victimas de las cuales
bajo la figura de hecho victimizante,las mas afectadas sigue siendo las victimas mas por
desplazameinto forzado con 6.732.850,por homicidios 743.677 y por amenzas 513.283.
De la misma manera las victimas por eventos va un promedio de 11.677.074 victima de
los cuales por desplazamiento 9.183.766 ,por homicidio 1.165.201victimas.
Con referente a las victimas directas: por desaparicion forzada esta en 50.539
victimas,por homicido 273.103 y por secuestro 34.481 victimas.
Con referente a las victimas indirectas : por desaparicion forzada esta en 136.840,por
homicidio 796.707 y por secuestro 2.971victimas.
Dando como resultado un porcentaje total asi:
Desaparcion forzada :victimas directas 27% y victimas indirectas 73%
Homicidio : victimas indirectas 74.5% victimas directas 25.5%
Secuestro : victimas indirectas 7.9% victimas directas 92.1%
Por eso, así como el conflicto en Colombia ha dejado tras de sí un vestigio de sangre,
107
Fuente: RNI - Red Nacional de Información, (2021). Nota: Fecha de corte: 30.sep. 2021.
Las víctimas por hecho victamizante señala que hay 135.952 victimas de las
cuales se destacan las víctimas por desplazamiento forzado en 132.324 y por
homicidio 4.535 víctimas.
Además, las victimas por declaración está en 70.087 víctimas de las cuales se
subrayan las victimas por desplazamiento forzado 68.270 y por homicidio 2.196.
Así mismo, las victimas por ubicación está en 54.340 víctimas de las cuales se
destacan las victimas por desplazamiento forzado 53.550 y por homicidio 2.010.
Igualmente, las victimas por sujetos de atención se ubica en 48.246 victimas de
las cuales se destacan por desplazamiento forzado 47.618 y por homicidio
1. 748.victimas
En tal sentido, las victimas por eventos se sitúa en 157.759 victimas de las cuales
se destacan por desplazamiento 145.719 y por homicidio 4.743 víctimas.
Es así como, por hecho victimizante con referencia a las víctimas directas en
desplazamiento forzado se ubica en 233 y de la misma forma el desplazamiento
forzado en víctimas indirectas arroja un resultado de 659 víctimas.
108
Como se puede apreciar la desaparición forzada es tal vez una de las prácticas represivas
más crueles e inhumanos de las que se han valido regímenes y organizaciones para imponer su
control y su poder. Es una forma de violencia capaz de producir terror, de causar sufrimiento
prolongado, de alterar la vida de familias por generaciones y de paralizar a comunidades y
sociedades enteras.
En nuestro país, por lo menos hay un porcentaje de 80.000 personas desaparecidas, dato
arrojado por Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) fue consolidarlas y así, en el 2016.
para garantizar la atención y reparación a esa población, afectados por años por el terrorismo y
violencia” (Duque, sf).
Afirmó además el mandatario Iván Duque: "Vamos a actualizar todos los decretos con
fuerza de ley que también extienden esa cobertura a las víctimas por grupos étnicos, en un
mecanismo de diferenciación; nosotros como gobierno queremos seguir cumpliéndoles a las
víctimas y la reparación queremos que sea una realidad” (Barragán, 2019). Según lo que indica
el actual presidente de la república de Colombia, lo que se busca en esta nueva implementación o
modificación es darle fuerza y poder de la ley para poder atender con diferenciación bajo el
criterio de víctimas a las minorías y seguir buscando mejores recursos y un mejor encausamiento
para el beneficio de estos programas de reparación." Se entenderá que la Ley 1448 de 2011, así
como los decretos 4633, 4634, 4635 de 2011 tendrán vigencia hasta el 7 de agosto de 2030".
La Ley 1448 y los Decretos-ley 4633, 4634 y 4635 de 2011, que tienen el mismo rango
constitucional, adoptados en el marco de la justicia transicional, se constituyen en las
herramientas fundamentales de la política pública del Estado, para saldar la deuda social con las
víctimas directas del conflicto. La importancia de la prórroga de la mencionada Ley es que
existen nuevas dinámicas del conflicto que se vive en Colombia, con nuevos actores armados
entre los que están las disidencias de las FARC, el ELN, el Clan del Golfo o los Caparrapos, los
cuales han generado más víctimas de desplazamiento, homicidios y reclutamiento en este país y
éstas requieren atención para afrontar las afectaciones que dejan las hostilidades del conflicto
armado.
Según lo planteado por Domínguez (2014) este histórico de acciones de reparación a las
víctimas, dan cuenta de los avances en las políticas y programas que han buscado la defensa
protección y restitución de derechos a la población desplazada; sin embargo, la complejidad y
magnitud de esta problemática social, ha rebasado las capacidades de las instituciones y ha
generado dificultades en la aplicación de las leyes, su cumplimiento ha sido insuficiente y se
cuestiona que la atención asistencialista predominante que se proporciona a la población
desplazada, invisibiliza las posibilidades humanas de autogestión y empoderamiento de sus
110
En este espacio se presenta una revisión bibliográfica de las causas del conflicto armado
colombiano. Es así como Yaffe (2011), en su artículo titulado: Conflicto armado en Colombia:
análisis de las causas económicas, sociales e institucionales de la oposición violenta, cuyo
objetivo primordial fue el de entender por qué ha sucedido una reducción desigual en los niveles
de conflicto violento a través de las regiones del país, en el período desde el año 2003 hasta el
año 2010, hace un análisis de las causas económicas, institucionales y sociales, así como las
discusiones teóricas vigentes.
debilidad del Estado, y la ausencia del Estado en extensas regiones del territorio nacional, el
inconveniente de la posesión de la tierra, la existencia de evidentes diferencias económicas y
falta de aplicación de políticas rurales, la polarización y persecución de la población civil, debido
a su alineación política, y la falta de espacios democráticos y participativos, las desigualdades
sociales y la falta de acceso a la educación y a la salud, la presencia y crecimiento de una
producción del narcotráfico que se ha introducido en todos los sectores de la sociedad y del
Estado entre otras que agudizan la problemática del conflicto. Sin embargo, existen
investigadores que han considerado un sin número variables o factores sobre el conflicto interno
armado en Colombia, las cuales, a groso modo se muestran en la tabla 4.
_______________________________________
_____
“saqueables”
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
Autores
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
_____
_______________________________________
_____
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
______
_______________________________________
_____
117
Es importante resaltar investigaciones relacionadas con esta temática, cuyo fin primordial
es la resiliencia enfocada hacia las víctimas del conflicto armado en Colombia, para establecer
una base sobre sus necesidades, expectativas y capacidades. De igual manera la relación que
tienen sus Objetivos de investigación, planteamiento del problema, Metodologías utilizadas, a
qué grupo poblacional se enfocaron, cuáles fueron los instrumentos empleados y cuáles fueron
los resultados obtenidos. Las diferentes informaciones bibliografía recopiladas y presentadas en
este estado del arte, enriquecen este trabajo sobre la forma como las víctimas del conflicto
armado en Colombia tuvieron la capacidad de adaptación y reacción a los diferentes eventos
violentos y la forma como pudieron resolverlos para poder acomodarse a la situación y
sobreponerse a los hechos.
Es así como Acosta (2018), en su estado del arte menciona los objetivos más utilizados
en las investigaciones sobre Resiliencia, de los cuales se mencionan los siguientes: Comprender,
desde la mirada de los niñas y niñas, que significa ser víctimas del desplazamiento forzado y
como estas vivencias transformaron su realidad. Establecer la relación entre las estrategias de
resiliencia, el desarrollo y la resignificación de labores ocupacionales en mujeres víctimas de la
violencia. Identificación de factores de personalidad asociados a la resiliencia. Importancia del
arte como mecanismo para el fortalecimiento de la resiliencia en niños víctimas de
desplazamiento.
Con respecto a las diversas metodologías escogidas por Acosta (2018), fue un estudio de
tipo descriptivo, por medio un proceso analítico hermenéutico que interpretó y validó la
experiencia de las víctimas. Empleo de instrumentos cuantitativos como la encuesta de
118
En lo que respecta a los diferentes resultados obtenidos por Acosta (2018), en relación
con los factores de riesgo se encontró que ser niño de sexo masculino está asociado en la
manifestación de problemas asociados a depresión, adaptación social y agresividad; en los
adolescentes, ser de sexo masculino y contar con menor grado de educación propician la
aparición de problemas somáticos, ante ello las victimas expresan la necesidad de recibir más y
mejor atención en salud mental. El grupo de adultos estudiado presentaron niveles de resiliencia
entre el 32% y 61%; en cuanto al grupo de los adolescentes se encontraron altos niveles de
resiliencia asociados a la búsqueda de redes de apoyo, desde esta perspectiva y pese a las
circunstancias, las víctimas han logrado sobrellevar las situaciones y reconstruir sus proyectos de
vida.
organizarse con personas que hayan sufrido las mismas condiciones, con el fin de trabajar en
forma conjunta y restituir sus derechos.
En la tesis doctoral elaborada por Medina (2010), cuyo título es: FARC-EP Y ELN: Una
historia política comparada 1958- 2006, se expresa que, el comportamiento de estas dos (2)
organizaciones, mencionadas en el título, se encuentra definida por la tensión entre una matriz
que define la percepción que se tiene del mundo social y, la comparación de esa matriz con un
mundo real externo. Cada uno de ellos tiene su propia identidad, en donde cada actor construye
su propio sistema de auto referencia, su cultura, su forma de apreciar el universo social,
comportarse en él, la capacidad que ellos tienen de construir la historia del sujeto social y
político a través de una historia de conflicto y confrontación permanente.
Con respecto a los resultados de esta investigación, afirma Medina (2010) que aún están
por escribirse; debido a que en este documento lo más importante es hacer un estudio histórico-
etnográfico o construir una historia comparada de estas dos (2) organizaciones. Dice además que
posee documentos, discursos y otros tipos de documentos sobre sus historias de vida personal e
120
historia de vida de cada uno de los miembros de estas organizaciones que le permiten conocer
todo lo relacionado a estos grupos y construir su memoria. La metodología utilizada fue de tipo
documental sobre fuentes primarias construidas por el autor, debido al sin número de
limitaciones de producción académica existente al respecto sobre las historias de esas
organizaciones. En términos generales las causas del conflicto armado en Colombia se pueden
resumir en tabla 5.
Tesis Autores
_______________________________
___
_______________________________
_____
_______________________________
_____
_______________________________
______
Realizando una compilación sobre los orígenes del conflicto armado en Colombia y sus
razones, se halla que son muy ambiguas, porque de una u otra manera no existe un consenso de
los investigadores sobre los hechos, pero en la actualidad las razones caras y precisas son las que
se señalan en el anterior cuadro y que de una u otra forma se acerca más a la realidad de las
cosas.
122
Este informe de investigación que representa un largo proceso y estudio sobre este tema
en particular y también es el resultado de una larga experiencia en la academia. No parece
necesario justificar los motivos que se indujeron en proponerlo, dado que puede intuir fácilmente
de las líneas precedentes. No obstante, es pertinente que se presenten algunos apartados para
justificar el objeto de estudio de la forma como se ha abordado y la manera de presentarlo.
conflicto armado colombiano. Por mucho tiempo, la región Montes de María ha sido considerada
como un territorio en donde la convivencia, el sentido festivo de la vida y el respeto por ésta y
123
por sus tradiciones, eran valores inherentes a sus pobladores. Este escenario sufre un giro radical
en las tres (3) últimas décadas, cuando se convierte en un “teatro de operaciones de los actores
armados ilegales”, generando persistentes violaciones a los derechos humanos, el desplazamiento
forzado de miles de familias, una disminución progresiva de la actividad económica e
incertidumbre por el futuro de la región y de sus habitantes.
Figura 2. Región de los Montes de María
En estas circunstancias, los Montes de María se han debatido entre el abandono y la débil
presencia institucional del Estado colombiano, con altos niveles de corrupción política y
administrativa, la lucha por la tierra, la violencia generalizada de los grupos armados ilegales y
del narcotráfico, y la resistencia de la población a las dinámicas violentas. En tal sentido, esta
región es una muestra más de la debilidad del Estado para ejercer presencia, una sociedad civil
fragmentada y extensas regiones que siguen siendo tierra de nadie. La falta de confianza de la
ciudadanía en las instituciones, la división de las élites, desigualdades sociales muy marcadas y
la ausencia de una clase dirigente que tenga un claro proyecto de sociedad el cual se encuentra
dividida y es y seguirá siendo un terreno fértil de conflictos sociales (CNRR, 2011).
Según cifras del Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria
Histórica (CNMH), en los 16 municipios de Sucre y Bolívar que conforman esta región del
Caribe colombiano conocida como Montes de María, entre 1985 y 2017 se registraron: 3.197
asesinatos selectivos, 117 masacres, 1.385 personas desaparecidas y 657 víctimas de violencia
sexual (la mayoría de ellas mujeres). Las cifras proporcionadas por CNMH (2020), muestran
que a medida que crecieron las incursiones del paramilitarismo en los Montes de María, crecían
los ataques de la guerrilla, desde el año 1994 hasta 1996 el número de homicidios en los
municipios de Montes de María y en los vecinos a éstos, prácticamente se duplicó. Las masacres
se multiplicaron por seis en Sucre, desde 1996 hasta 1999, en plena expansión de los
paramilitares, los secuestros de la guerrilla se multiplicaron por cuatro, la poca presencia de las
fuerzas militares permitió que en los lugares identificados se masificaran sucesos particulares y
acciones recurrentes que involucraran rupturas entre la población y su territorio.
125
Caribe, sino también por vías fluviales navegables como el río Magdalena y el Canal del Dique.
Al ser la región atravesada por dos grandes carreteras los grupos ilegales la aprovechaban para
buscar otros métodos ilegales de financiamiento como las pescas milagrosas y los secuestros a
viajeros. Arrazola (2014)
Por otro lado, los Montes de María son el corredor estratégico entre la ribera del río
Magdalena y el golfo de Morrosquillo. Este último situado en el sur del mar Caribe, en la costa
norte de Colombia, perteneciente a los departamentos de Sucre y Córdoba. Sirve de conectividad
en el transporte y tráfico de estupefacientes. Toda la droga que se produce en el sur de Bolívar
llega hasta el corregimiento de Macayepo y la alta montaña en el Carmen de Bolívar. Arrazola
(2014)
Figura 4 ubicación geográfica de la región de los montes de maría
Fuente: elaboración tomada de análisis regional de los montes de María, • ideaspaz.org/publicaciones sep 2011.
el control territorial. Esto llegó a tal punto que los habitantes de la región se habían constituido
en objetivo militar por parte de cualquiera de las estructuras militares que operaban allí. Incluso
las votaciones de elección popular y quienes fueran elegidos representaban un peligro inminente
para su seguridad. El esparcimiento territorial de las FARC en los años noventa (90) hacia la
región de los Montes de María se apropió de los territorios dejados por la guerrilla del EPL.
Luego de su desmovilización el 1 de marzo de 1991 y después por la Corriente de Renovación
Socialista, disidencia del ELN, en el año 1994, cuyo antecedente de ocupación en el territorio
había sido el MIR-Patria Libre, movimiento que luego se uniría al ELN en los años ochenta
dentro de la ampliación del movimiento armado como Unión Camilista ELN.
Este grupo guerrillero con ideales guevaristas fue formado por intermedio de la
revolución cubana, cuyos ideales de formación ideológica se centraba en el foquismo, teoría
revolucionaria infundida por el Che Guevara y desarrollada como tal por Régis Debray. El Che
pensaba válidas estas consideraciones fundamentalmente para los países con carencia de
desarrollo industrial, y sustentaba que a los «focos» les correspondían tomar como base social al
campesinado. “No es siempre necesario esperar a que estén dadas (cumplidas) todas las
condiciones para la revolución; el centro insurreccional puede crearlas (Borja, 2018).
pero en algunas ocasiones terminó denigrando a la población civil creyendo que se encontraban
implicados con los grupos sociales al margen de la ley (CNMH, 2020). Por esta razón el
desplazamiento del territorio estableció los repertorios de violencia de los grupos paramilitares,
haciendo que la escenificación pública de la violencia fuese centrada para sellar los territorios y
hacerlos inhabitables, forzando el desplazamiento intensivo y sellando con terror los espacios
públicos para quienes elegían por quedarse o para quienes retornaron.
No hay ningún tipo de motivos que originaron la llegada de las autodefensas a este lugar
en la década de los noventa (90), los cuales tomaron diferentes rumbos: confrontaron a la
insurgencia y a sus colaboradores; controlaron los mercados ilegales de drogas y armas; y
desplazaron a la población de forma masiva e implantaron el terror en los espacios públicos para
quienes optaban por quedarse o para quienes querían retornar a su lugar de origen (Suárez,
2001).
cómplices de los paramilitares. Pues un gobierno democrático que permite 56 masacres se vuelve
bastante cuestionable.
Por otro lado, los movimientos de estas poblaciones han sido provocados de manera
directa e indirecta, por medio de amenazas que buscan atemorizar a los pobladores y de esta
manera impedir el suministro de primera necesidad, como son los alimentos, agua potable y
drogas, debido a los incendios en viviendas, asesinatos selectivos y otros de ésta misma índole.
Todos estos inconvenientes acrecientan los desplazamientos de comunidades y familias,
vulnerando todos los derechos humanos en todas sus dimensiones, desintegrando familias,
comunidades y rompiendo de manera drástica el tejido social.
130
La descripción de esta categoría teórica permitirá concebir el diálogo entre autores, y los
planteamientos teóricos que se han realizado para explicar y entender la dinámica del fenómeno
de la resiliencia. El término resiliencia de acuerdo con Greene y Conrad (2002), citado por
(Villalba, 2003), en donde afirman que este término proviene del vocablo resilium, que expresa
volver de un salto, volver atrás, rebotar, volver al estado inicial”. Sin embargo, Rodriguez
(2018), afirma que “La resiliencia supone una actitud esperanzadora, una confianza activa en la
construcción de un futuro mejor, que haga posible transformar el sufrimiento en posibilidad”
(p.24).
Por todo lo anterior, se puede entender que para ser resiliente es ineludible tomar algunas
decisiones importantes en la vida, como, por ejemplo: comprender que el pasado ya no existe y
que sólo puede reaparecer para hacerse siempre y cuando se les permite. También es importante
131
mantener una condición positiva y alegre frente a la vida, lo que prepara biológicamente para ser
más resilientes. Y por último se debe proveer un propósito en la vida, así sea ayudar a otras
personas para hallar su propio propósito.
Así mismo, Villalba (2003), formula la pregunta básica de la tercera ola "¿Qué es y
dónde está la fuente de energía o motivación para reintegrarse elásticamente?". Que temática trae
el círculo completo para volver a la pregunta más antigua de consulta en resiliencia. A través de
esta premisa sobre la resiliencia, se construye una idea concisa de que está dada como un estado
en asunto dinámico con factores que pueden ser construidos, desarrollados y promovidos; se
exterioriza con la potencialización de la competencias y recursos que el ser humano tiene para
propiciar un entorno positivo de sí mismo inicialmente y después del entorno, para la generación
de soluciones a los problemas y perspectivas de control en la vida, la resiliencia debe ser
suscitada a través de la tonificación de las capacidades con el fin de promover la integridad de la
vida del individuo.
Dicho de otro modo, una de las características que tiene todo ser humano es la capacidad
de adaptación, esa capacidad de asumir los cambios sin alterar el alcance de las metas
propuestas, la adaptación es parte de la supervivencia de todo hombre o mujer. Una persona con
excelente capacidad de afrontamiento a los cambios no solo acepta nuevas pautas estrategias y lo
utiliza para complementar una misión, siempre va más allá de las cosas, dispuesto a imponer su
creatividad al servicio de todos. Villalba (2003),
Aceptar las cosas tal como se ven sin hacer el esfuerzo de pensar cómo perfeccionarse, es
ir rumbo a la mediocridad. Cada uno tiene en sus manos la forma de transformar su propio
132
camino, para ello tiene un arma vigorosa como es la razón, la inteligencia, y la capacidad de
convertir lo negativo en positivo, a través de la actitud con que se afronten las situaciones.
La resiliencia según Walsh (1998), citado por Serrano (2015) implica algo más que la
mera posibilidad de sobrevivir a un suplicio horrible, atravesarlo o eludirlo. No todos los que
sobreviven a estas situaciones son resilientes; algunos quedan atrapados en la condición de
víctimas, relamiéndose las heridas e impedidos de crecer por la ira y la culpa (p.5). Por lo tanto,
suele suceder que no todas las personas tienen la capacidad para reponerse a las adversidades que
se le presentan en la vida. Este concepto de resiliencia solo puede entenderse a través de los
inconvenientes que se presentan en la vida del ser humano, el cual tiene la capacidad de
133
Tal como lo interpretan Walsh (1998) y Serrano (2015) no todas las personas tienen la
capacidad de adaptarse a los cambios, aquellas personas con baja resiliencia culpabilizan de sus
problemas a otros, no asumen su propia realidad ni responsabilidad, culpan a los factores
estresantes externos, se cohíben de actuar y toman malas decisiones el cual trae como
consecuencias muchas frustraciones, les cuesta reinventarse y pueden terminar en enfermedades
mentales.
En los últimos años, la resiliencia está produciendo un gran interés en los profesionales de
distintos ámbitos de la salud y la educación. Probablemente más que un nuevo concepto se trata
de un dominio del conocimiento en el que confluyen observaciones, investigaciones y prácticas
psicosociales, las cuales justifican la capacidad del ser humano para resistir y superar las
adversidades y para construirse con integridad, a pesar de haber sufrido experiencias traumáticas.
En algún momento se tenía la idea que una infancia infeliz, traumática y conflictiva
determinaba una forma inevitable de desadaptación y comportamientos inadecuados en la
adultez, y la influencia del entorno y el medio en donde se desenvuelve el individuo. Hoy la
perspectiva de la resiliencia destaca la complejidad de la interacción humana y el papel activo
del individuo en su desarrollo. Del mismo modo, insiste en que los contextos desfavorables no
afectan a todas las personas por igual y el cambio que caracteriza al ser humano también influye
en la evolución de sus conflictos y trastornos.
Es poco probable que el ser, se desarrolle sin una vida sin dificultades ni problemas, la
con textualidad de la perfección es innegable. La gran mayoría de los individuos se desarrollan
con normalidad y buscan el bienestar, dadas unas condiciones sociales de vida, no lo exime de
las dificultades. El desarrollo de las sociedades evidencia que la mejora en las condiciones
sociales de vida no conduce necesariamente a la salud mental de toda la población. no hay una
claridad ni se sabe con certeza qué circunstancias son las que afectarán negativamente a un niño.
Por ejemplo, no se podría predecir que la víctima de un abuso sexual evolucionará
inexorablemente hacia la prostitución, que el hijo de un esquizofrénico, depresivo, bipolar,
sufrirá una enfermedad mental, ni un menor violentado será un agresor en la vida adulta. Por
134
Ciertamente la mayor parte de las personas resilientes no acuden por los servicios de
salud ni de trabajo social, son “socialmente invisibles”, pero ciertamente existen. Los
profesionales que trabajan con menores en conflicto social y marginación los conocen de forma
intuitiva desde hace mucho tiempo. En Noruega, por ejemplo, a estos niños les llaman “niños
135
diente de león”, por su similitud con la planta frágil que crece por todas partes, incluso en medios
muy difíciles. En la India les representan con la flor de loto, porque es capaz de nacer en aguas
sucias. (Vanistendael y Lecomte, 2002)
Según lo expresado por (Vanistendael y Lecomte 2002) es evidente que las personas
resilientes tienen ciertas capacidades en algunos casos congénitas para afrontar situaciones
negativas y adversas. Estos ínvidos tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse
firmes y luchar por lo que se proponen. Afrontan la adversidad y son capaces de recuperarse más
rápido después de una situación difícil. Y es poco probable que accedan a realizarte una
intervención psicoterapéutica.
capacidad para subsistir y trascender. Las investigaciones con enfoque de resiliencia tienen sus
orígenes desde los años setenta aproximadamente, inicialmente desde algunos países europeos.
Posteriormente en algunos países de américa latina se ha “empezado a gestar la utilización del
término en problemáticas endémicas de cada país” Arciniega, (2005).
Existen en Colombia organizaciones de Víctimas del Conflicto Armado, que son las
encargadas de reivindicar a las víctimas de crímenes cometidos por el Estado, sea por acción y
omisión en acciones perpetradas por miembros de la fuerza pública, paramilitares u
organizaciones al margen de la Ley. Así mismo, propenden por el mejoramiento de la calidad de
vida de los integrantes y sus comunidades; desempeñan un papel importante para estas
comunidades afectadas por este flagelo. Estas organizaciones se congregan de manera estratégica
y apoyan a las víctimas con recursos orientados al tratamiento psicológico, para la reconstrucción
de su proyecto de vida. A estas instituciones pueden concurrir todas las víctimas en busca de
auxilios del Estado y en donde pueden denunciar los hechos por los cuales fueron víctimas de
cualquier tipo de conflicto armado en Colombia; en estas, encuentran apoyo emocional y un
espacio para expresar su dolor sin caer en la discriminación o la indiferencia.
Así mismo, Lengua (2016), afirma que resiliencia es: “la capacidad para recuperarse de
una adversidad, superar situaciones de dolor y continuar la correspondiente proyección de cara al
futuro” (párr. 2); este término se ha convertido en sí mismo en un área de mucho valor e interés,
es un paradigma para la investigación y la intervención social, económica, política y psicológica
137
de la región del Carmen de Bolívar. Los seres humanos tienen la capacidad de adaptarse a los
cambios, todo de pendiente del factor carácter y personalidad individual y el entorno en que se
desarrollan, es por eso por lo que el análisis de la resiliencia y sus resultados en estas
circunstancias permitirán abordar la situación para posteriormente realizar las intervenciones
correspondientes.
Organización Mundial de la Salud 2002, define la violencia como: el uso deliberado de la fuerza
física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otro sujeto, un grupo
o comunidad, que cause o tenga mucha probabilidad de causar lesiones, muerte, daño
psicológico, trastornos del desarrollo o privaciones. La violencia es a y sido siempre uno de los
mayores problemas del país, que claramente atraviesa como sociedad reproduciéndose en todos
los ámbitos de nuestra cotidianidad, manifestándose en todas sus formas.
Estos conflictos; según Ramírez (2016), se vienen dando durante este período; se han
sumado grupos armados como los carteles de narcotraficantes, bandas de criminales,
paramilitares, disidentes de la FARC (desertores que no se acogieron a los acuerdos de Paz)
organizaciones urbanas al margen de la ley o de reivindicación indígena, las cuales el gobierno
ha tratado de erradicar con políticas de dialogo y acciones militares, con el fin de apaciguar
muchos episodios violentos. Estas estructuras operan en pequeños grupos dedicados a labores de
139
A su vez, se podría afirmar que las vicisitudes a los que han sido sometido las víctimas
en Colombia, con base en lo expresado por el Congreso de la República, en su Ley 1448 de
2011, están los homicidios realizados contra algunas comunidades para generar los desalojos y la
perdida de sus tierras, a través de tortura, tratos crueles, brutales, indignos, sanguinarios, por
medio de diferentes tipos de secuestros y extorsiones; también la desaparición forzosa, las tomas
armadas de otras poblaciones, las matanzas indiscriminadas de civiles, el retiro obligado masivo
de familias, los motines , las masacres y muertes, delitos contra la libertad, la integridad sexual y
la violencia de género, las minas antipersonales, el reclutamiento de forzado de menores, y el
despojo de sus tierras.
Estos hechos victimizantes según el Centro Nacional de Memoria Histórica (2014) citado
por Ramírez, et al (2016), “se clasifican como delitos contra la vida, la libertad y la integridad, lo
que ha conllevado a la crisis humanitaria y de derechos humanos, en varias regiones del país”
(p.3). Por otra parte, los resultados del conflicto armado interno en Colombia son muy
complicados, y de diversa naturaleza. Estos resultados dependen de las peculiaridades de los
sucesos violentos generados, tales como: el tipo de victimario, las características de violencia, las
peculiaridades y los aspectos de las víctimas, tales como: edad, género, etnia, situación de
discapacidad, organización, posición política y religiosa, si ha recibido apoyo del gobierno, y del
Estado (Ramírez et al, 2016).
En tal sentido, en la actualidad, se disponen de varios métodos para lograrlo. Al respecto Garcia
y Castillo (2016) definen la Resiliencia como "un proceso dinámico que tiene como resultado la
adaptación positiva en contextos de gran adversidad" (p.543). Esta definición enmarca tres
mecanismos fundamentales que deben estar presentes en el concepto de Resiliencia:
Según Solar (2019), nunca se debe dejar de intentar en la resiliencia, porque hay
innumerables casos de éxito. No obstante, cabe resaltar que en situaciones extremas se genera
una energía única y especial, que, canalizada correctamente, puede ser de gran ayuda para
adaptarse y superar de manera eficiente situaciones similares. Esto permite discernir en la
importancia que se asume analizar la resiliencia en el contexto cultural, otro motivo importante
de análisis que como punto de investigación se podría considerar más adelante en este estudio, es
el aspecto cultural como base de los procesos de resiliencia.
vez, contribuyen a la construcción del sistema intrapsíquico del ser humano. han realizado una
descripción de ellos, los cuales se detallan a continuación:
A través de este tipo de medición es posible diferenciar tres formas diferentes de medir la
adversidad o el riesgo:
Este tipo de medición se caracteriza por medir diferentes factores en un solo instrumento.
Generalmente el instrumento es una escala de eventos de vida negativos donde el individuo debe
especificar aquellos eventos que han estado presentes, como, por ejemplo: Separación de los
padres, enfermedad mental de los padres, experiencia de guerra, entre otros.
La naturaleza del riesgo está determinada por aquello que la sociedad, los individuos o
los investigadores han considerado una situación de vida estresante. Por ejemplo, la experiencia
de un desastre natural o la muerte de un familiar. Ambas situaciones han demostrado afectar al
individuo haciéndole más vulnerable al estrés, por lo tanto, más vulnerable a otros factores de
riesgo.
Refleja las complejidades del mundo real ya que considera la interacción entre los
factores provenientes de los niveles: Social, comunitario, familiar e individual simultáneamente
y cómo esta interacción influencia el desarrollo humano y la superación de la adversidad. La
constelación de múltiples riesgos es un mapeo de las fuentes de adversidad a las cuales se les
asigna un puntaje determinado.
143
En este tipo de medición, las estrategias son similares a las utilizadas para medir la
adversidad, lo que cambia es la forma en que se operacionaliza el constructo.
Este método mide la adaptación en base al logro de metas de acuerdo a la etapa del
desarrollo de la persona. Se dice que son factores múltiples ya que se les pregunta a los
profesores, padres y amigos, además de un test específico para medir la conducta que va a
determinar la adaptación positiva. En cada comunidad el foco de lo que se definirá como
adaptación positiva varía, pero lo importante es que está relacionado con la definición de riesgo.
b) Ausencia de desajuste:
c) Constelación de adaptación:
En este caso se refiere a la unión crítica entre adversidad y adaptación positiva. Los dos
modelos que intentan evaluar el proceso son:
144
Parte de un análisis estadístico que indaga las conexiones entre variables de riesgo o
adversidad, resultados esperados y factores protectores que pueden compensar o proteger los
efectos de riesgo. Este modelo permite replicar aquellos patrones o interacciones que
demostraron ser exitosos en la adaptación resiliente.
Esta forma de medición compara individuos a lo largo del tiempo. Se pregunta que
diferencia a niños resilientes de niños no resilientes a lo largo de su vida o en alguna área en
particular. Este enfoque pretende capturar interacciones entre factores que ocurren en forma
natural y plantear hipótesis respecto a qué fue lo que causó la diferencia en el resultado de la
adaptación.
10. METODOLOGÍA
Para realizar esta exploración se ha tomado como referente la investigación realizada por
la doctora González (2013), empleando el instrumento de medición de resiliencia, adaptado para
Colombia. Dentro de las categorías de análisis que fueron trabajadas en esta investigación se
encuentran: factores protectores internos, factores protectores externos y empatía, enmarcados
desde el enfoque constructivista. Los Factores Protectores Internos hacen referencia a las
características propias del individuo que facilitan la resiliencia. Los Factores Protectores
Externos hacen referencia a las características del ambiente que en el individuo fomenta la
resiliencia, dentro de estas están: la familia, la comunidad y el grupo de pares.
10.1. Diseño
acuerdos de paz (Zulay, 2011), el estudio de caso del municipio el Carmen, departamento de
Bolívar, las investigaciones de tipo mixto se constituyen, día a día, en una excelente alternativa
para abordar temáticas de investigación en el campo educativo.
variables como: factores protectores internos, factores protectores externos y empatía El estudio
se llevó a cabo con 231 voluntarios contactados virtualmente y vía telefónica.
10.3. Instrumento
Esta es una investigación de corte analítico, realizada con la aplicación del instrumento
de medición de resiliencia (Moreno, Fajardo, y González, 2019) adaptado para Colombia bajo la
directriz de la autora. Dentro de las categorías de análisis que serán trabajadas en esta
investigación se encuentran: factores protectores internos, factores protectores externos y
empatía, enmarcados desde el enfoque constructivista. Los Factores Protectores Internos hacen
referencia a las características propias del individuo que facilitan la resiliencia. Los Factores
Protectores Externos hacen referencia a las características del ambiente que en el individuo
fomenta la resiliencia, dentro de estas están: la familia, a comunidad y el grupo de pares. Y la
Empatía se relaciona con la capacidad que tienen las personas para establecer una relación de
manera apropiada y lograr dar respuesta a las necesidades del otro, dar a conocer sus
sentimientos, compartir sus ideas logrando generar un espacio de conexión y un ambiente
favorable.
El valor de la opción Siempre es cinco (5). La mayoría de las veces es cuatro (4), el valor
de la opción Indeciso es tres (3), el valor de la opción Algunas veces es (2), y el valor de la
opción Nunca es (1).
149
Los Factores protectores internos se identifican en los ítems: 17, 18, 20, 21, 24, 23, 25,
26, 27, 28, 29, 30, 31 y 32. Total reactivos = 14. Los Factores protectores externos se identifican
en los ítems: 1,4,5, 6, 10,11,12,13,14,15 y16. Total, reactivos = 11.
Puntuación total para establecer el nivel resiliencia: mínima 32, máxima 160. De los
cuales corresponde por indicación estricta del instrumento los siguientes niveles: resiliencia baja
de 32 a 74 puntos, resiliencia moderada de 75 a 117 puntos y resiliencia alta de 118 a 160
puntos. En el análisis de los resultados se presentan los niveles obtenidos para cada factor.
El coeficiente alfa fue descrito en 1951 por Lee J. Cronbach, es un índice usado para
medir la confiabilidad del tipo consistencia interna de una escala, es decir, para evaluar la
magnitud en que los ítems de un instrumento están correlacionados, El coeficiente Alfa de
Cronbach es un modelo de consistencia interna, basado en el promedio de las correlaciones entre
los ítems. Entre las ventajas de esta medida se encuentra la posibilidad de evaluar cuánto
mejoraría (o empeoraría) la fiabilidad de la prueba si se excluyera un determinado ítem.
Para poder obtener las Alfas de Cronbach, se, se tiene una formula general, de acuerdo a lo
establecido por (Hernández, Fernández, y Baptista, 2003) la fórmula es la siguiente:
En donde:
N = número preguntas
P = promedio de correlaciones
Hay que resaltar que la hipótesis deriva siempre de las variables y las variables derivan de la
teoría, esto significa que todo va concatenado e implica que las variables de esta investigación
son:
e
Fuente: Elaboración propia, (2020).
10.3.4 Hipótesis de Trabajo
Una hipótesis de trabajo es una hipótesis que se acepta provisionalmente como base para
futuras investigaciones con la esperanza de que se produzca una teoría defendible, incluso si la
hipótesis finalmente falla. En este caso la hipo tesis más acertada es:
HA: Los factores que inciden la resiliencia (Y1) de los adultos afectados por el conflicto
armado son; protectores externos(X1), protectores internos(X2) y empatía (X3).
Para este estudio, se planteó realizar la medición de validez en varios momentos con la
participación de personas del común de la población Del Carmen de Bolívar, en su mayoría
adolescentes y adultos quienes de una u otra forma fueron los más afectados directa e
indirectamente por los eventos traumáticos de la época. Por el delicado estado de violencia y el
grado la vulnerabilidad que existe en la región de los Montes de María, se proyecta tomar una
muestra entre 100 y 250 personas. Cabe señalar que se pretende realizar conexión con entidades
del estado, organizaciones no gubernamentales ONG, y fundaciones sin ánimo de lucro, que
operan en el sector, el cual permitirá obtener una mayor información o banco de datos, sobre los
grupos de personas que fueron afectados por las acciones violentas.
Montes de María
Muestreo No probabilístico de
conveniencia
11. RESULTADOS:
Después de haber aplicado el instrumento a las 231 personas de la población del Carmen
de bolívar pruebas se arrojaron los siguientes resultados:
L
A
N A T
LGUN I S
UN MAYO
AS NDECI IEMP OTA
CA RIA DE
VECES SO 3 RE 5
1 VECES L
2
4
Soy sociable. 1 1 7 3 4
.35% 0.76% .17% 6.32% 4.39%
3 2 1 8 9 2
4 6 1 9 23
Soy autónomo. 0 6 7 3 4
.90% .28% .62% 9.01% 6.19%
2 1 1 8 1 2
4 7 7 03 23
Me siento motivado. 0 4 6 3 5
.45% .93% .28% 7.67% 0.67%
1 1 1 8 1 2
1 4 4 13 23
Confío en mí mismo 0 2 6 2 6
.45% .24% .73% 6.01% 4.57%
1 5 1 5 1 2
5 8 44 23
El 82.53% de las respuestas dadas por los encuestados fue positiva, el 6.19% fueron
neutras y el 11.27% fueron negativas. Como se muestra en el grafico el 46.63% de los
encuestados en este factor están siempre presto a brindar lo mejor de sí ante las situaciones que
se le presentan en el camino. Según Campos y Peris, (2011) los factores protectores pueden
considerarse como los recursos que tiene una familia para enfrentar su desarrollo y eventos
vitales. Son características, rasgos, habilidades, competencias, medios, tanto de los individuos de
una familia, de la familia como unidad y de su comunidad. En este caso se analizaron los
indicadores factores protectores internos los cuales permiten analizar o hacen refieren a atributos
de la propia persona: estima, seguridad y confianza de sí mismo, facilidad para comunicarse.
A L
T
N LGUNA I A S
UNC S NDECIS MAYORÍA IEMPR OT
A1 VECES O3 DE VECES E5
AL
2 4
1 8 0 77 1
20
34
El 85.96% de las respuestas dadas por los encuestados fueron positivas, el 5.26% fueron neutras
y el 8.76% fueron negativos. En este factor se muestra que apresar que las personas están
siempre con la oportunidad de dar lo mejor de sí mismo, también es de mucha relevancia que en
159
un porcentaje alto la respuesta la mayoría de las veces aumentó en comparación a los factores
protectores internos. Los factores externos se refieren a condiciones del medio que actúan
reduciendo la probabilidad de daños: familia extendida, apoyo de un adulto significativo, o
integración social y laboral.
11.4 Empatía
Figura 7. Empatía
L
A
AL I T
N MAYORÍ SI
GUNAS NDECISO
UNCA 1 A DE EMPRE 5 OTAL
VECES 2 3
VECES
4
3
17
Empatía
El 86.67% de las respuestas dadas por los encuestados fueron positivas, el 5.92% fueron neutras
y el 7.51% fueron negativas. Se puede afirmar que las personas en su gran mayoría en un 75%
tienen mejores expectativas al futuro y tienen la confianza de que habrá un mejor mañana.
12. CONCLUSIONES
Las victimas que padecieron violencia sociopolítica tienen mayor probabilidad de sufrir
trastornos, por tanto, el impacto de la violencia es significativo y requiere de un acompañamiento
psicosocial para el restablecimiento de sus derechos humanos.
En este sentido, la población habitante del Carmen de Bolívar, se convirtió con el paso
del tiempo en un grupo humano vulnerable por el conflicto armado en la región, entendiendo la
vulnerabilidad como el estado de susceptibilidad al daño por exposición a tensiones asociadas
con el cambio ambiental y social y por la ausencia de capacidad de adaptación.
Así, las víctimas del conflicto armado requieren de un proceso de perdón y reconciliación
que implica reemplazar las emociones negativas hacia un agresor por emociones positivas y
olvidar el agravio. Allí aparece el constructor de la resiliencia, como un proceso en el que, a
pesar de todos los pronósticos negativos, hay una reinvención del sujeto que se erige por encima
de las extraordinarias circunstancias, el fenómeno rebasa la capacidad predictiva de las ciencias
exactas y por tanto se requiere de una comprensión del constructo desde una mirada crítica y
compleja, que aborde al sujeto desde una mirada trans e interdisciplinar.
162
Finalmente, se puede afirmar que la presente investigación sirve como paso previo para
futuras líneas de investigación, que incluyan una investigación empírica encaminada a
profundizar en el conocimiento de otros factores protectores que influyen en la resiliencia.
Siendo consciente de ello se considera oportuno dar continuidad a este estudio planteando como
futuras líneas de trabajo el desarrollo de una investigación empírica sobre otras mediciones de la
resiliencia, evaluación de la resiliencia en otras regiones geográficas y evaluación de la
resiliencia en otros grupos etarios (Lechuga, 2019)
1. Medir en detalle los resultados sobre la capacidad que tienen los habitantes de la
población, en afrontar los diferentes actos violentos producidos por los actores del
conflicto.
2. Analizar los tipos de violencia producida por los acontecimientos, para posteriormente
realizar planes que contribuyan a estabilizar los niveles de confianzas autónoma,
iniciativa, aplicación e identidad, la reconstrucción del crecimiento y desarrollo personal.
3. Con base en resultados obtenidos, realizar una propuesta a los organismos del Estado
para que de una u otra forma asuma éste ciertas responsabilidades en proyectos
encaminados a mejorar la salud mental de la población afectada.
4. Promover la aplicación del Estado Social de Derecho de la región, con la presencia de los
organismos del estado a quien corresponda.
Dolor y resiliencia
La región de los Montes de María es una de las mayormente afectadas por el fenómeno
de la violencia de carácter político y económico, en el país (Alnfonzo y Castiblanco, 2018). Si
bien es cierto que el caso de la lucha de terratenientes contra campesinos por la tenencia de la
tierra se inscribe en un campo casi totalmente social, no es .posible omitir o pretender
desconocer que, en el caso de la violencia actual, inciden factores de índole política,
consecuencia ello, en el decir de los analistas internacionales y del presidente de los Estados
Unidos (2021) de la influencia de algunos países de la región, hoy modelos de dictaduras, que
pretenden incursionar e influir en las decisiones que en materia de gobierno tomará en breve el
pueblo colombiano.
En efecto y tal como se expresó en líneas anteriores, la posesión de la tierra constituye uno de los
puntos neurálgicos del conflicto y de ahí que sea la población campesina, la más humilde, la que
generalmente cultiva la tierra por encargo de sus dueños, la que reciba el impacto más directo, en
los trabajadores y sus familias. Pero en lo relacionado con este trabajo, lo que llama la atención
de su autor, desde la perspectiva profesional y humana, es el daño causado emocionalmente a las
víctimas, las cuales no pueden sustraerse al impacto del dolor que producen la pérdida de seres
queridos y el despojo o desplazamiento de que fueron objeto, en el desarrollo de acciones
supuestamente inscritas en un marco revolucionario, según unos, y en la defensa de lo propio,
según otros.
Las estadísticas mostradas anteriormente son apenas lo que podría calificase como “la punta del
iceberg” si se las compara con la realidad vivida por muchas personas que prefieren quedar en el
anonimato y desconocimiento, porque el temor que padecen es el mismo que vivieron al
momento de la acción violenta que les tocó vivir.
Los Montes de María son una región que, como se ha dicho reiteradamente a lo largo de este
documento, es privilegiada por la naturaleza. Se la conoce comúnmente como la “despensa del
Caribe” en alusión a la abundancia de alimentos que allí se producen, tanto de origen agrícola
como de origen animal. La agricultura y la ganadería son, en efecto, la fortaleza de esta región
pero, simultáneamente, la misma naturaleza jugó una carta en contra de los habitantes de esos
montes.
son muchas las madres y esposas que ni siquiera tienen señas de dónde reposan sus seres
queridos, para rendirles un postrer adiós.
Peltier y Szwarcberg (2019) abordan la temática aquí tratada desde un documento por
ellos publicado y que lleva por título Transformación de las emociones en las víctimas del
conflicto para la reconciliación en Colombia. “… la experiencia traumática despliega una
temporalidad en la que el pasado coexiste e incluso agobia afectivamente el presente de tal
manera que su inscripción en el registro de la memoria y la historia es a la vez solicitado y
frustrado: el trauma ‘no se deja olvidar por nosotros”, dicen las autoras en una cita que hacen de
Francisco Ortega (2008).
Es común que las mujeres sean objeto particular de interés para los actores armados, ya
que son idóneas para dar muestras de la superioridad del agresor y su grupo armado. En
Colombia, la violencia contra la mujer ejerce distintos efectos y, en cuanto tiene que ver con la
violencia directa, las mujeres se vuelven una herramienta para amedrentar o humillar a los
oponentes, en lo que se califica como estrategia de personas interpuestas. (Peltier y Szwarcberg,
2019).
167
Resultado/Producto
Indicador Beneficiario
esperado
Comunidad de los
montes de maría, Secretarías
Artículo en Revista Artículo de Gestión Social Alcaldías y
Indexada. científico Gobernaciones, Institución
Universitaria ITSA, Grupos
de investigación.
Estudiantes,
docentes, Institución
Asesorías investigativas en Trabajo de
Universitaria ITSA,
el tema. grado/tesis de pregrado
comunidad académica. Y
otras entidades
Estudiantes,
Participación con Ponencia Ponencia en
docentes, Institución
en evento nacional y/o evento científico
Universitaria ITSA,
Internacional en Ciencias Sociales Nacional y/o
comunidad académica. Y
o Humanidades Internacional
otras entidades
168
TIEMPO DE DURACION
ACTI SEPT OCT NOV DICE ENE FEBR
VIDADES IEMBRE UBRE IEMBRE MBRE RO 2022 ERO 2022
Seman 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4 1 2 3 4
as
Deter
minar población
Aplica
ción de pruebas
en línea
Proces
amiento de datos
Interpr
etación de
resultados
Presen
tación del PTD al
tutor
Revisi
ón tutor
Public
ación de artículo
científico
Presen
tación al comité
evaluador
Avanc
e TD1 Y TD2.
Disert
ación de tesis
14. BIBLIOGRAFÍA
Acosta, I. (2018). La resiliencia, una mirada hacia las víctimas del conflicto armado
colombiano. Universidad Santo Tomàs.
Álvarez, A. (2014). El conflicto armado en Colombia una perspectiva desde la polemología. En:
ESD. Estudios de seguridad y defensa, Número 3.
Bascon, D. (2012). Resiliencia ¿nuevo concepto o una antigua actitud ante la adversidad?
España: Dialnet.
Campos, C., y Peris, M. (2011). Factores protectores y de riesgo en alumnos de una institución
pública y otra privada. Eureka vol.8.
CNMH. (2020). El museo de la memoria que viajara por lo Montes de María. Centro de
memoria histórica.
Cudris, L., y Barrios, A. (2018). Malestar psicológico en víctimas del conflicto armado. CS, 75-
90.
Domínguez y Fernely (2018) conflicto armado y la cuestión social en Colombia, revista sabia
científica, vol 4 No.1(2018)
Fores, A. & Grané, J. (2011). La Resiliencia: Crecer desde la adversidad. Barcelona: Plataforma
Editorial.
Galtung, Johan (1969). “Violencia, paz e investigación para la paz” en “Sobre la Paz”.
Fontamara.
_____ (2003c) Paz por medios pacíficos. Paz y conflicto, desarrollo y civilización, Bilbao,
Gernika Gogoratuz.
_____ (2006) La trasformazione dei conflitti con mezzi pacifici (Il Metodo TRANSCEND),
Torino, United Nations Disaster Management Training Programme – Centro Studi
Sereno Regis.
_____ (2007) Toward a Conflictology: the quest for trans-disciplinarity, Oslo, TRANSCEND: A
Network for Peace & Development. Galtung, Johan e Ikeda, Daisaku (2007) Scegliere la
pace, Milano, Esperia.
García, X., Salguero, A., Molinero, O., De la Vega, R., Ruiz, R., y Márquez, S. (2015). El Papel
del Perfil Resiliente y las Estrategias de Afrontamiento Sobre el Estrés-Recuperación del
Deportista de Competición. Kronos, 14.
García, A., Vega, I., Montero, P., Velázquez, C., Segrera, Y. (2010). Buenas Prácticas para
superar el conflicto: casos de los Montes de María. En R. González y A. Mason (Eds).
Colombia y el hemisferio frente al nuevo orden global. (pp. 55-103). Barranquilla:
Ediciones Uninorte.
176
Hernández, R., (2017) Rol del psicólogo como agente primario en la violencia escolar.
Universidad San Ignacio de Loyola. Perú.
Histórica, C. N. (2013). Los impactos y los daños causados por el conflicto armado en
Colombia.
Karam, J., Urruego, G., Parra, C., y Castillo, C. (2019). Estrés en el colegio. Dos variables para
reflexionar. Tesis Psicológica, 30-46.
Kaldor Mary, 2013, “In Defence of New Wars”, Stability, 2013, Vol 2, n. 1, pp. 1-16 (p.1)Op.
cit., p. 2.
Medina, C. (2010). Farc-Ep y Eln una historia política comparada (1958- 2006) / Farc-Ep y Eln
A comparative political history (1958-2006).
Molano A. (2015) fragmentos de la historia del conflicto armado (1920-2010). espacio crítico,1-
55
177
Moreno, N., Fajardo, A., y González, A. (2019). Una mirada desde la resiliencia en adolescentes
en contextos. Investigación Psicológica.
ONU. (2019). Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de
delitos y del abuso de poder.
Ojeda, D. (2016). Los paisajes del despojo: propuestas para un análisis desde las
reconfiguraciones socioespaciales. Revista Colombiana de antropología, 2016 -
scielo.org.co
Palma, E., y Castillo, E. (2016). Resiliencia en mujeres viudas por el conflicto armado
vinculadas a funvida en Tumaco.
Ramírez, H., Juárez, N., Parada, F., Guerrero, A., Romero, J., Salgado, Y., . . . Vargas, A.
(2016). Afectaciones psicológicas, estrategias de afrontamiento y niveles de resiliencia de
adultos expuestos al conflicto armado en Colombia. Universidad del Rosario.
178
Sánchez, G., y Peñaranda, R. (2007). Los estudios sobre la violencia: balance y perspectivas.
Unal, 17-32.
Saavedra S (2020) ELN, cada vez más lejos de la paz. Fundación Paz y Reconciliación PARES.
Suarez, E. (2001). Resiliencia. Descubriendo las propias fortalezas. Buenos Aires: Paidós.
Tabares C. (2015) Víctor Manuel Moncayo ..hacia la verdad del conflicto: insurgencia
guerrillera y orden social vigente.11-14
Torrijos V. (2015) Cartografía del conflicto: Pautas interpretativas sobre la evolución del
conflicto irregular colombiano. Repositorio institucional Universidad de Antioquia.1-7
Yaffe, L. (2011). Conflicto armado en Colombia: análisis de las causas económicas, sociales e
institucionales de la oposición violenta. CS, 187-208.
15. ANEXOS
Anexo 1. Batería de medición del nivel de resiliencia en adultos posconflicto González (2010)
citado en Moreno (2019, 65).
V Ítems N A I La Siem
ariable unca lgunas ndeciso mayoría pre
veces
de
veces
1 2 3 4 5
3) soy sociable.
6)soy autónomo.
24)Reconozco habilidades y
fortalezas de quienes me rodean.
trabajo.
Fuente: Elaboración propia (2021). Adaptado de Cuestionario de resiliencia para adultos (Moreno, Fajardo, y Gonzalez, 2019).
Nota: Puntuación total para establecer el nivel resiliencia: mínima 32, máxima 160. De los cuales corresponde por indicación
estricta del instrumento los siguientes niveles: resiliencia baja de 32 a 74 puntos, resiliencia moderada de 75 a 117 puntos y
resiliencia alta de 118 a 160 puntos. En el análisis de los resultados se presentan los niveles obtenidos para cada factor.
Resiliencia baja: 36-78. Resiliencia media :79-121. Resiliencia alta :122-164.
Revista Política, Globalidad y Ciudadanía | Vol. 7, Núm. 14, junio - diciembre 2021 | ISSN 2395-8448 http://revpoliticas.uanl.mx/ 254
Revista Política, Globalidad y Ciudadanía | Vol. 7, Núm. 14, junio - diciembre 2021 | ISSN 2395-8448 | http://revpoliticas.uanl.mx/
RESUMEN
183
El presente artículo es resultado de una investigación que tuvo por objetivo medir la resiliencia
en adultos víctimas del conflicto en el Carmen de Bolívar, Colombia. Para ello, se aplicó un
cuestionario estructurado de breve duración, de 32 reactivos donde se evalúan las variables
factores protectores internos, factores protectores externos y Empatía. Participaron 231 personas
adultas del área geográfica estudiada. Entre los resultados se encontró que entre los factores
protectores interno destaca la confianza en si mismos, consideran que la educación es muy
importante entre los factores protectores externos y con respecto a la empatía confían en un
mejor mañana. Se concluyó que, si bien es limitada la definición y medición de la resiliencia por
la naturaleza dinámica y los múltiples factores de influencia del constructo, la población civil
encuestada evidencia elementos característicos de la conducta resiliente posterior a haber sido
afectados por el conflicto armado en su región.
ABSTRACT This article is the result of an investigation that aimed to measure the resilience of
adult victims of the conflict in Carmen de Bolívar, Colombia. For this, a short, structured
questionnaire of 32 items was applied where the variables internal protective factors, external
protective factors and Empathy were evaluated. 156 adults from the geographical area studied
participated. Among the results, it was found that among the internal protective factors, self-
confidence stands out, they consider that education is very important among the external
protective factors and with respect to empathy they trust in a better tomorrow. It was concluded
that, although the definition and measurement of resilience is limited due to the dynamic nature
and the multiple factors of influence of the construct, the civil population surveyed shows
characteristic elements of resilient behavior after having been affected by the armed conflict in
its region.
1.- INTRODUCCIÓN
Ante los episodios de violencia ocurridos en Colombia, frente al tema del conflicto armado, el
proceso de paz con la guerrilla de las Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC) y
184
Debido a que no se cuenta con suficientes estudios de alcance nacional sobre el fenómeno de la
resiliencia, sus estrategias de prevención y actuación con respecto a los acontecimientos
causados por el conflicto armado en esa región. El presente trabajo es conveniente desarrollar,
para afianzar un mayor conocimiento sobre la ocurrencia de cada tipo de situaciones ante el
afrontamiento de esos eventos traumáticos, sus características y las necesidades de intervención.
Por otra parte, permite ampliar los datos sobre la resiliencia en estos tipos de sucesos
traumáticos, para contrastarlos con otros estudios similares y analizar las posibles variables
según el género, nivel socioeconómico, la gestión de las entidades gubernamentales y el
contexto.
Así mismo, al ser la propuesta de la resiliencia una mirada que cambia los esfuerzos de los
investigadores por analizar la realidad en la medida que centraliza su atención en la población
sana a pesar de estar en un medio insano, para lo cual se hace necesario utilizar las herramientas
teóricas de las ciencias humanas, tales como: la psicología, las ciencias sociales, la medicina y la
política, entre otras.
este sentido, en la actualidad la resiliencia se reconoce como valiosa, por sus posibles
aplicaciones en el área de la salud, la prevención y educación.
Desde la política, por ejemplo: la resiliencia es un tema foco para potencializar a las poblaciones
que muestran la fortaleza necesaria para afrontar infortunios que van desde desastres naturales,
hasta desastres producidos por actividad antropogénica del hombre como las guerras, así como lo
manifiestan algunos autores que han trabajado en resiliencia comunitaria, incrementando el
apoyo humano y económico a programas destinados a este objetivo, con estrategias políticas
encaminadas a mejorar la calidad de vida de dicha región. Esto implica, que la resiliencia
aplicada a las comunidades sea diseñada como una forma de ofrecer afecto y apoyo, para ese
grupo de personas que han sido violentadas por los grupos armados al margen de la ley, para que
tengan la capacidad de desenvolverse, relacionarse y lo más importante que puedan crear
vínculos más cercanos con los demás. Alguien resiliente se caracteriza por ser introspectivo,
independiente y por mantener cierta distancia emocional para afrontar las dificultades (Suárez,
2002).
La investigación aporta a las ciencias sociales en general, la percepción de los factores que
caracterizan la población en situación de desplazamiento generado por la violencia y los eventos
postraumáticos que dejó el conflicto armado en esta región. Un punto de partida en el que se
puedan profundizar la comprensión de la resiliencia desde su propia mirada. En la actualidad se
viven momentos de crisis complejas, una dinámica de cambios constante por lo cual se debe
aprender a convivir con él. Por eso la reconstrucción de resiliencia es uno de los objetivos clave
para las iniciativas de transición hacia otros movimientos sociales. Medir la resiliencia permite
examinar las capacidades de recuperación ante las fatalidades, conocer las estrategias llevadas a
cabo por los individuos para afrontar los riesgos, indagar sobre los factores causantes que
explican su desarrollo saludable y finalmente formular estrategias más adecuadas de intervención
para el fortalecimiento de las comunidades.
El estudio aporta una unidad metodológica, para que en un futuro se realicen investigaciones que
utilicen metodologías compatibles de manera que se posibilitaran análisis conjunto,
comparaciones entre períodos temporales concretos y evaluaciones de las intervenciones que se
realicen o se estuvieran llevando a cabo para la prevención y tratamiento de la resiliencia, la
investigación es viable pues se dispone con los recursos para llevarlo a cabo en la Identificación
186
El territorio colombiano se ha visto afectado por un conflicto armado interno de más de 60 años,
producto de las desigualdades sociales y económicas, según la Unidad para la Atención y la
Reparación Integral a las Víctimas (2021), al 01 de enero de 2020 se tienen en el Registro Único
de Víctimas -RUV 8.553.416 personas afectadas por algún tipo de violencia en el marco de este
conflicto. En el departamento de Bolívar, cuya capital es la ciudad de Cartagena de indias, se
registraron hasta la fecha 650.360 personas que suponen la población total del departamento,
teniendo un referente de 24 % de personas afectadas en esta región, haciéndose necesario el
estudio de diferentes alternativas que permitan a las víctimas superar las situaciones de violencia
en el marco de la construcción de paz desde y para los territorios, (Unidad para la Atención y la
Reparación Integral a las Víctimas, 2021).
Abordar la resiliencia en al marco del conflicto armado en Colombia, representa crear aportes
prácticos que accedan adelantar en el diseño de estrategias que beneficien a las victimas desde un
compromiso que retome sus características individuales y sociales, hacia la potenciación de esa
participación activa entre el ser y el actuar, donde la pertenencia, la identidad, la motivación, la
flexibilidad, la sociabilidad entro otros, crean eco en la reconstrucción individual y social de la
resiliencia. Es un esfuerzo más, para crear nuevas incógnitas a la psicología, en particular a la
psicología social, a la psicología social comunitaria y a la psicología del desarrollo, de allí su
coyuntura disciplinaria.
2. FUNDAMENTO TEÒRICO
No hay una precisión clara de los inicios sobre el tema de la resiliencia, diferentes autores
plantean varios conceptos, pero no hay una exactitud al respeto, pero lo más aportante y es algo
que hay que tener en cuenta el aporte de la resiliencia en el campo de la psicología. A la
187
Historialmente el término resiliencia constituye un amplio constructo teórico que tiene lugar en
los inicios de los años cuarenta. Desde entonces, es posible vislumbrar un concepto basto y
complejo que suscita hoy un gran interés, en quienes trabajan en el campo médico, social,
psicológico y educativo. El cual ocasionó un cambio primordial de la perspectiva respecto a la
posición pasiva, o solamente receptiva del paciente propio de la década de los 60: “en vez de
estudiar las debilidades, las carencias y los medios de compensarlas, se empezó a investigar las
fuerzas y cómo usarlas” (Theis, 2007, p. 78). El término comenzó a usarse desde los años
cuarenta, pero tuvo su desarrollo y aplicaciones importantes en los años sesenta en el campo
educativo, social, médico y psicológico, jugando un papel preponderante en el análisis activo y
pasivo de los pacientes utilizando métodos aplicables en cada caso específico.
Así mismo Theis (2007), comenta que es importante resaltar la importancia que tiene identificar
qué elementos ayudan a superar los problemas y situaciones adversas, esto ¿cómo nos convierte
en personas resilientes?, es decir, individuos con capacidad para desenvolverse de manera
188
positiva ante las adversidades. En un principio se pensó que se nacía siendo resiliente, pero
después se observó que hay personas que ostentan estas capacidades, y otras no. Entonces, se
detectó que se pueden aprender ciertas actitudes que lleven a enfrentar positivamente
circunstancias adversas. Por lo tanto, el análisis y la identificación de la resiliencia, permite
descubrir diferentes elementos para implementar estrategias con el fin de ayudar a los pacientes a
enfrentar efectivamente los diferentes episodios traumáticos. Puesto a que, se pensaba que las
personas según su genética serian resilientes, pero se llegó a la conclusión que cada individuo
reacciona diferentes en cada situación específica y que cada persona puede aprender según sus
actitudes a enfrentarlas.
Según Bascon (2012), la resiliencia se refiere a la “capacidad de los sujetos para sobreponerse a
periodos de dolor emocional, Sé que un sujeto o grupo de personas manifiestan una resiliencia
adecuada cuando pueden sobreponerse a contratiempos o incluso resultar fortalecidos por los
mismos” (p. 91).
La resistencia o la invulnerabilidad tiene que ver con la capacidad física que tiene una persona
para sobrellevar durante un tiempo una determinada fuerza causada por algunos factores o
elementos externos. Si se relaciona con el momento actual, si la fuerza ejercida de este fenómeno
pandémico prevalece la capacidad de aguante de los seres humanos, pueden terminar
rompiéndose, estableciendo su grado de nivel de la resistencia máxima (Bascon, 2012).
Un aspecto importante del ser humano en el afrontamiento de situaciones críticas para el proceso
de recuperación es la resiliencia, que se define como la capacidad que tienen las personas para
hacer frente al dolor, a experiencias difíciles o traumáticas (Wilches, 2010). En estas
circunstancias, sería la resiliencia la que daría la capacidad a este mismo ser humano de
acoplarse y despuntar esta situación del fenómeno pandémico que está sufriendo, y que puede
estar en su nivel máximo de resistencia. Esto quiere decir que, el ser resistentes es lo que hace
resistir con relación a este medio; una nueva forma de vivir sin llegar a dañarse; y la resiliencia
es la capacidad de recuperación cuando ha llegado a romper.
189
La percepción de estrés elevada se asocia con los niveles de resiliencia, a mayor resiliencia
menor nivel de estrés. Las personas que utilizan estrategias de afrontamiento centradas en la
tarea manejan mejor el estrés, disminuyendo sus efectos negativos y aumentando el nivel de
resiliencia. (Arrogante, Pérez y Aparicio, 2015; García, Salguero, Molinero, De la Vega Ruiz y
Márquez, 2015; González y Artuch, 2015; Terzi, 2013).
Teniendo en cuenta el apartado anterior, se puede decir que se deben promover acciones para
contribuir a la inclusión social de la resiliencia, para que se fructifique la vitalidad, la capacidad
y la energía para avanzar prontamente en el presente y construir con el apoyo de un proyecto de
vida, se tiene que considerar y tomar acciones y características que promuevan la resiliencia y
190
que este tema debiese ser prioritario no solo para los profesionales de la salud sino para todas
aquellas personas que necesiten un seguimiento terapéutico (Bronfenbrenner, 1981; García y
Domínguez, 2013).
El dolor emocional y la tristeza son comunes en los individuos que han sufrido grandes
fatalidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia seguramente está
lleno de impedimentos que pueden afectar nuestro estado emocional. La resiliencia no es una
particularidad que la gente tiene o no tiene. Ella incluye conductas, pensamientos y acciones que
logran ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona en el transcurso de su vida y en el
entorno en que se desenvuelve. La resiliencia, por tanto, se construyó partiendo de las
problemáticas de guerra, y de pobreza extrema, que curiosamente son las condiciones que
prevalecen en el contexto actual de Latinoamérica. Esta revisión del nacimiento del constructo
permite avanzar hacia una reflexión más profunda, en la cual se pueda ver de dónde parten las
maneras de delimitar la resiliencia (Rodríguez, 2018).
En Latinoamérica debido a las brechas económicas, el contexto para gran parte de los infantes es
bastante crítico, generando un alto riesgo estadístico de incidir en la delincuencia, drogadicción,
violencia y demás. Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla (1997) en su revisión del estado del arte,
señalan la importancia que tuvo el cambio de enfoque desde la mirada patológica, que promovía
métodos asistencialistas a un enfoque basado en las condiciones que posibilitan un desarrollo
más sano del sujeto, y que por lo tanto re-enrutaría la forma en la que se realizaban las
intervenciones sociales, que permitan actuar preventivamente contra los efectos nocivos de la
pobreza, la violencia, y demás factores de riesgo. Vale la pena aplicar la Resiliencia en la
solución de problemas sociales, sobre todo en nuestra región Latinoamericana, la cual no está
exenta de tantas dificultades de tipo social político y económico, que han heredado de los
primeros colonizadores europeos, es parte de nuestras dificultades, inequidades, desigualdades,
la falta de oportunidades, violación de los derechos humanos y tantas vicisitudes.
la visión que tiene de ellos, considerando así, que no siempre una misma situación desencadena
fatalmente un resultado negativo, sin excluir que una condición difícil aumenta el riesgo de que
surja un problema determinado. (Kotliarenco, Cáceres y Fontecilla 1992).
Los impactos del conflicto armado interno son complejos, de diverso orden, magnitud y
naturaleza. Estos dependen de las características de los eventos violentos sufridos, el tipo de
victimario, las modalidades de violencia, las particularidades y los perfiles de las víctimas, su
edad, género, etnia, condición de discapacidad, experiencia organizativa, adscripciones políticas
y religiosas, el tipo de apoyo recibido, las respuestas sociales frente a los hechos, las víctimas y
las acciones u omisiones del Estado. La población civil de las regiones de los Montes de María
específicamente de la población del Carmen de Bolívar, fueron afectadas por los enfrentamientos
armados producida por grupos armados al margen de la ley, nuestro país aún se sigue estando
expuesta a actos de violencia como homicidios, ataques directos, secuestros y reclutamientos
forzados. Muchas personas se ven la necesidad de huir y renunciar a sus pertenencias. (Centro
Nacional de Memoria Histórica, 2013; Taylor, 2011).
Las acciones que rememoran y enaltecen la memoria de las víctimas y concientizan a la sociedad
civil sobre los sucesos ocurridos por el conflicto armado en el país. Asimismo, estas acciones
hacen parte de las recopilaciones emprendidas por grupos y organizaciones de personas víctimas
de la violencia, líderes, activistas, organizaciones sociales defensoras de Derechos Humanos, y
192
En este campo de estudio, hay que considerar que las personas generan estrategias de
afrontamiento ante situaciones de amenaza, abordadas desde el campo de la salud mental y de la
psicopatología en relación con el estrés, las emociones y la solución de problemas. Las
estrategias de afrontamiento se definen como el conjunto de recursos y esfuerzos
comportamentales y cognitivos orientados a resolver la situación amenazante o adversa, a reducir
la respuesta emocional o a modificar la evaluación que se hace de dicha situación (Lazarus y
Folkman, 1986).
Resiliencia social
En este análisis lo que se pretende expresar que algunas características representan un estado
ideal de resiliencia– en otras palabras, una comunidad que exhibe todas las singularidades en
todos los ejes (temas y componentes) habría alcanzado el nivel de seguridad más alto posible. sin
embargo, como el estado ideal de resiliencia siempre estará fuera de nuestro alcance, las
organizaciones necesitarán escoger aquellas características que les sean más relevantes a las
comunidades, este punto permitirá ampliar dicha medición que se está proponiendo en este
trabajo. Por otro lado, se hace necesario tener claro que la resiliencia no solo sirve para resolver
cualquier tipo de problema y mejorar las condiciones de bienestar, sino un amplio espectro con
respecto a la Vida. Según, la Real Academia Española (2021), este término, proviene del latín y
se deriva del verbo resilio, el cual puede interpretarse como volver de un salto o volver atrás.
193
Este vocablo ha conseguido adaptarse con gran contundencia en el mundo de las ciencias
sociales y es hoy en día bastante utilizado dentro de la psicología.
Existen en Colombia organizaciones de Víctimas del Conflicto Armado, que son las encargadas
de la reivindicar a las víctimas de crímenes cometidos por el Estado, sea por acción y omisión en
acciones perpetradas por miembros de la fuerza pública, paramilitares u organizaciones al
margen de la Ley. Así mismo, propenden por el mejoramiento de la calidad de vida de los
integrantes y sus comunidades; desempeñan un papel importante a estas comunidades afectadas
por este flagelo. Estas organizaciones se congregan de manera estratégica y apoyan a las
víctimas con recursos orientados al tratamiento psicológico, para la reconstrucción de su
proyecto de vida. A estas instituciones pueden concurrir todas las víctimas en busca de auxilios
del Estado y en donde pueden denunciar los hechos por los cuales fueron víctimas de cualquier
tipo de conflicto armado en Colombia; en estas, encuentran apoyo emocional y un espacio para
expresar su dolor sin caer en la discriminación o la indiferencia.
En Colombia, con base en lo expresado por Vásquez (2011) el Instituto de Bienestar Familiar
ICBF, es una entidad pública de carácter descentralizado, es la encargada de proteger los
derechos de todos los niños; así mismo trabaja por la prevención y defensa integral de la primera
infancia, la niñez, la adolescencia y el bienestar de las familias, a través de la atención integral a
niños vulnerables en condiciones de amenaza. Esta entidad cumple la función de restablecer los
derechos de los niños y adolescentes, víctimas del conflicto armado que se presenta en la Región
194
de los Montes de María. En las indagaciones que se han realizado sobre trabajos e
investigaciones en el tema de resiliencia, existe una gran cantidad de material importante sobre
desplazamiento forzado, la violencia generalizada, maltrato, las situaciones de exclusión y
precariedad de la población joven en contexto escolar, son temas propios de las problemáticas
más frecuentemente exploradas a nivel social y político.
Así mismo, la Real Academia de la Lengua (2016), afirma que resiliencia es: “la capacidad para
recuperarse de una adversidad, superar situaciones de dolor y continuar la correspondiente
proyección de cara al futuro” (párr. 2); este término se ha convertido en sí mismo en un área de
mucho valor e interés, es un paradigma para la investigación y la intervención social, económica,
política y psicológica de la región del Carmen de Bolívar. Los seres humanos tienen la capacidad
de adaptarse a los cambios, todo de pendiente del factor carácter y personalidad individual y el
entorno en que se desarrollan, es por eso por lo que el análisis de la resiliencia y sus resultados
en estas circunstancias permitirán abordar la situación para posteriormente realizar las
intervenciones correspondientes (RAE 2019).
diferentes elementos presentados en esos países; pero, son los civiles, quiénes son la parte más
perturbada por estos inconvenientes. Así mismo, Ramírez, Hernández, Romero y Porras (2017),
afirman que en el mundo existen 2.7 millones de víctimas, siendo la población adulta la gran
mayoría de desplazados por los conflictos armados, debido a los intereses políticos internos de
esos países.
La peor parte de las situaciones adversas y traumáticas en los conflictos armados es la población
civil quienes directa e indirectamente quedan en medio de los enfrentamientos bélicos, en su
mayoría enfrentamientos políticos. A nivel mundial existe una taza de 2.7 millones, en su
generalidad personas de la tercera edad (Ramírez et al, 2017). Es importante resaltar que la
Organización Panamericana de la Salud (2002), define la violencia como: el uso deliberado de la
fuerza física o el poder ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otro sujeto, un
grupo o comunidad, que cause o tenga mucha probabilidad de causar lesiones, muerte, daño
psicológico, trastornos del desarrollo o privaciones. La violencia es a y sido siempre uno de
nuestros mayores problemas que claramente atraviesa como sociedad reproduciéndose en todos
los ámbitos de nuestra cotidianidad, manifestándose en todas sus formas.
Todo este tipo de situaciones han venido ocurriendo en nuestro país y no cesaran mientras el
estado no haga presencia territorial en regiones apartadas, sin siquiera suplir las necesidades de
los pobladores en esos lugares, que la violencia trae consigo, donde imperan otros poderes
llamados grupos armados al margen de la ley. Tales como; guerrillas ELN, paramilitares, bandas
criminales - BACRIN, narcotraficantes, a esto se suman los disidentes de la FARC, quienes, a
pesar de tener un proceso de paz vigente, aun hacen presencia conflictiva.
En Colombia, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, (2013), citado por Ramírez et al.
(2016), el conflicto armado interno inició en la década de los cincuenta (50) y sigue presente en
muchas zonas del país, el cual se evidencia en los incesantes enfrentamientos militares de tropas
legales e ilegales que ocurren a lo largo de nuestro territorio, el cual ha permitido afectaciones de
todo tipo de habitantes. Así, en Colombia existen las dos (2) organizaciones al margen de la ley
más longevas de América Latina, como son las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Las dos tradicionales guerrillas más antiguas
de América Latina, como son las FARC y el ELN, a lo largo de estos tiempos se han sumado
como actores del conflicto otro considerable número de grupos armados tales como
196
Estos conflictos según Ramírez et al (2017), se vienen dando durante este período se han sumado
grupos armados como los carteles de narcotraficantes, bandas de criminales, paramilitares,
disidentes de la FARC (desertores que no se acogieron a los acuerdos de Paz) organizaciones
urbanas al margen de la ley o de reivindicación indígena, las cuales el gobierno ha tratado de
erradicar con políticas de dialogo y acciones militares, con el fin de apaciguar muchos episodios
violentos. Estas estructuras operan en pequeños grupos dedicados a labores de inteligencia,
extorsión, tráfico de armas, propaganda, apoyo a guerrilleros heridos, reclutamiento, ampliación
de la organización y diversificación de las fuentes de ingreso el cual es una nueva estrategia
urbana del grupo hoy político FARC. La presencia de milicianos infiltrados en las universidades
públicas, a sus integrantes se les rotula con la palabra “milicianos” Son hombres y mujeres
dedicados a la instrucción política de las comunidades.
Con la frase de Guedán y Ramírez (2005), “Colombia ha sido y es un país abocado a la violencia
endémica”. Expresan que el conflicto armado en Colombia trasciende desde su inicio
independentista, los grandes líderes o también llamados próceres de la independencia entraron en
disputas derivadas en los avances de la colonización, reyertas territoriales y la contraposición de
sus ideales políticos, la complejidad de los antagonismos partidistas, los conflictos relacionados
con la propiedad de las tierras, así el trasfondo de todas estas es prácticamente la debilidad del
estado y su incapacidad para dotarse de medios suficientes para ejercer presencia y autoridad en
buena parte del territorio nacional. A pesar de que se ha avanzado en ese propósito aún falta
mucho por recorrer y la violencia continúa.
Esta enfermedad de la violencia que padece el pueblo colombiano es de vieja data, heredada de
la generación criolla, que tomó las riendas de nuestro país desde la independencia, las
violaciones de los derechos humanos, la imposibilidad del estado de hacer presencia en lugares
inhóspitos, territorios hoy ocupados por las organizaciones al margen de la ley que crean
violencia para ejercer su poder criminal (Guedán y Ramírez, 2005). La violencia en Colombia es
muy compleja y contradictoria en algunos casos incomprensibles, pero de igual forma
vislumbran nuevos desafíos y horizontes en materia de seguridad, pero por ahora mientras llegue
197
a su fin esta violencia ha dejado más de 220.000 víctimas mortales, de las cuales 176.000 eran
civiles. Aun cuando el estado ha tenido avances con respecto a la seguridad y al fortalecimiento
de este, falta mucho por hacer, pasaran años para que en su totalidad se disminuyan los brotes de
violencia, esto es un reto, por ahora el aumento de las víctimas por el posconflicto prevalecen
(Ramos, 2017).
Con relación al tema de las víctimas, según el Congreso de la República (2011), en su Ley 1448
de 2011, se consideran víctimas: Aquellas personas que individual o colectivamente hayan
sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985, como consecuencia de
infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a las
normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto armado
interno. De este modo, ha sido esta misma guerra la que ha arruinado los sueños de miles de
personas, que entre las balas, se pierden sus ilusiones, sus sueños y sus expectativas de vida se
disuelven y esfuman, como el humo originado por un arma de fuego en una noche violenta de
algún campo colombiano, azotado por las balas, la muerte y lo peor, “la incapacidad e
impotencia del Estado” que se evidencia en la cada vez más creciente población en situación de
desplazamiento forzoso que en ciudades capitales de nuestro país.
A su vez, se podría afirmar que las vicisitudes a los que han sido sometido las víctimas en
Colombia, con base en lo expresado por el Congreso de la República (2013), en su Ley 1448 de
2011, están los homicidios realizados contra algunas comunidades para generar los desalojos y la
perdida de sus tierras, a través de tortura, tratos crueles, brutales, indignos, sanguinarios, por
medio de diferentes tipos de secuestros y extorsiones; también la desaparición forzosa, las tomas
armadas de otras poblaciones, las matanzas indiscriminadas de civiles, el retiro obligado masivo
de familias, los motines , las masacres y muertes, delitos contra la libertad, la integridad sexual y
la violencia de género, las minas antipersonales, el reclutamiento de forzado de menores, y el
despojo de sus tierras.
Estos hechos victimizantes según el Centro Nacional de Memoria Histórica (2013) citado por
Ramírez et al. (2017), “se clasifican como delitos contra la vida, la libertad y la integridad, lo que
ha conllevado a la crisis humanitaria y de derechos humanos, en varias regiones del país” (p.3).
Por otra parte, los resultados del conflicto armado interno en Colombia son muy complicados, y
de diversa naturaleza. Estos resultados dependen de las peculiaridades de los sucesos violentos
198
generados, tales como: el tipo de victimario, las características de violencia, las peculiaridades y
los aspectos de las víctimas, tales como: edad, género, etnia, situación de discapacidad,
organización, posición política y religiosa, si ha recibido apoyo del gobierno, y del Estado
(Ramírez, 2016).
Medición de la resiliencia
Resulta prioritario identificar las posibles formas de medición y evaluación de este constructo,
con la finalidad de medir el impacto y la eficacia de los programas de intervención. En tal
sentido, en la actualidad, se disponen de varios métodos para lograrlo. Al respecto Luthar y
Cushing (1999) definen la Resiliencia como "un proceso dinámico que tiene como resultado la
adaptación positiva en contextos de gran adversidad" (p.543). Esta definición enmarca tres
mecanismos fundamentales que deben estar presentes en el concepto de Resiliencia: 1. La noción
de adversidad o amenaza al desarrollo humano, 2. La adaptación positiva de la adversidad, y 3.
El proceso que considera la dinámica entre mecanismos emocionales, cognitivos y
socioculturales. En resumen, las distintas definiciones de Resiliencia subrayan en características
de los sujetos tales como: habilidad, adaptabilidad, baja susceptibilidad, enfrentamiento efectivo,
capacidad, competencia, resistencia a la destrucción, conductas vitales positivas, temperamento
especial y habilidades cognitivas, todas desarrolladas frente a circunstancias estresantes que les
permiten superarlas.
Según Del Solar (2020), nunca se debe dejar de intentar en la resiliencia, porque hay
innumerables casos de éxito. No obstante, cabe resaltar que en situaciones extremas se genera
una energía única y especial, que, canalizada correctamente, puede ser de gran ayuda para
adaptarse y superar de manera eficiente situaciones similares. Esto permite discernir en la
importancia que se asume analizar la resiliencia en el contexto cultural, otro motivo importante
199
de análisis que como punto de investigación se podría considerar más adelante en este estudio, es
el aspecto cultural como base de los procesos de resiliencia.
Medición de adversidad
A través de este tipo de medición es posible diferenciar tres formas diferentes de medir la
adversidad o el riesgo:
Este tipo de medición se caracteriza por medir diferentes factores en un solo instrumento.
Generalmente el instrumento es una escala de eventos de vida negativos donde el individuo debe
especificar aquellos eventos que han estado presentes, como, por ejemplo: Separación de los
padres, enfermedad mental de los padres, experiencia de guerra, entre otros.
Situaciones de vida específica. La naturaleza del riesgo está determinada por aquello que la
sociedad, los individuos o los investigadores han considerado una situación de vida estresante.
Por ejemplo, la experiencia de un desastre natural o la muerte de un familiar. Ambas situaciones
han demostrado afectar al individuo haciéndole más vulnerable al estrés, por lo tanto, más
vulnerable a otros factores de riesgo.
La dificultad de considerar situaciones de vida como eventos estresantes para medir resiliencia,
consiste en discriminar aquellos factores que tienen directa relación con el riesgo (factores
proximales) versus aquellos factores que pueden estar mediando entre el riesgo y el resultado
esperado (factores distales). Constelación de múltiples riesgos. Refleja las complejidades del
mundo real ya que considera la interacción entre los factores provenientes de los niveles: Social,
comunitario, familiar e individual simultáneamente y cómo esta interacción influencia el
desarrollo humano y la superación de la adversidad. La constelación de múltiples riesgos es un
mapeo de las fuentes de adversidad a las cuales se les asigna un puntaje determinado.
200
En este tipo de medición, las estrategias son similares a las utilizadas para medir la adversidad, lo
que cambia es la forma en que se operacionaliza el constructo.
Adaptación según factores múltiples. Este método mide la adaptación en base al logro de metas
de acuerdo con la etapa del desarrollo de la persona. Se dice que son factores múltiples ya que se
les pregunta a los profesores, padres y amigos, además de una prueba específica para medir la
conducta que va a determinar la adaptación positiva. En cada comunidad el foco de lo que se
definirá como adaptación positiva varía, pero lo importante es que está relacionado con la
definición de riesgo.
Constelación de adaptación
En este caso se refiere a la unión crítica entre adversidad y adaptación positiva. Los dos modelos
que intentan evaluar el proceso son:
Modelos basados en variables. Parte de un análisis estadístico que indaga las conexiones entre
variables de riesgo o adversidad, resultados esperados y factores protectores que pueden
compensar o proteger los efectos de riesgo. Este modelo permite replicar aquellos patrones o
interacciones que demostraron ser exitosos en la adaptación resiliente.
201
Modelo basado en individuos. Esta forma de medición compara individuos a lo largo del tiempo.
Se pregunta que diferencia a niños resilientes de niños no resilientes a lo largo de su vida o en
alguna área en particular. Este enfoque pretende capturar interacciones entre factores que ocurren
en forma natural y plantear hipótesis respecto a qué fue lo que causó la diferencia en el resultado
de la adaptación.
Después de haber examinado los diferentes métodos para medir la resiliencia, es necesario
revisar algunos de los instrumentos disponibles que existen en la comunidad científica.
3. MÈTODO
Diseño
contexto natural; no hay estímulos a los cuales se exponga a los sujetos de estudio, dada la
incapacidad de influir sobre las variables y sus efectos (Hernández, Fernández y Baptista, 2017;
Candanoza y Lechuga, 2015).
Según la recolección de los datos de la presente investigación, el diseño adecuado para este
estudio es transaccional- correlacional con el fin de describir relaciones entre las variables. En
esta investigación, como se dijo, la relación será la capacidad de resiliencia que tiene la
población para afrontar eventos catastróficos relacionados con el conflicto armado en Colombia
específicamente el municipio del Carmen, departamento de Bolívar. La base epistemológica de
la investigación es el enfoque empírico analítico que se basa en la percepción directa del objeto
de investigación y del problema (Hernández et al., 2017).
La investigación que en estos momentos está en curso se considera de corte mixto, porque sus
fundamentos están enfocados en analizar la resiliencia de la sociedad colombiana ante el
conflicto armado de las FARC y la firma de acuerdos de paz: el estudio de caso del municipio el
Carmen, departamento de Bolívar, las investigaciones de tipo mixto se constituyen, día a día, en
una excelente alternativa para abordar temáticas de investigación en el campo educativo
(Hernández et al., 2017).
Instrumentos
El valor de la opción Siempre es cinco (5), el valor de la opción, la mayoría de las veces es
cuatro (4), el valor de la opción Indeciso es tres (3), el valor de la opción Algunas veces es (2), y
el valor de la opción Nunca es (1).
203
Los Factores protectores internos se identifican en los ítems: 17, 18, 20, 21, 24, 23, 25, 26, 27,
28, 29, 30, 31 y 32. Total reactivos = 14. Los Factores protectores externos se identifican en los
ítems: 1,4,5, 6, 10,11,12,13,14,15 y16. Total, reactivos = 11.
Puntuación total para establecer el nivel resiliencia: mínima 32, máxima 160. De los cuales
corresponde por indicación estricta del instrumento los siguientes niveles: resiliencia baja de 32 a
74 puntos, resiliencia moderada de 75 a 117 puntos y resiliencia alta de 118 a 160 puntos. En el
análisis de los resultados se presentan los niveles obtenidos para cada factor.
Participantes
Tabla 1.
Medición de la resiliencia en adultos víctimas del conflicto: Caso Carmen de Bolívar, Colombia.
204
4. RESULTADOS
El 82.53% de las respuestas dadas por los encuestados fue positiva, el 6.19% fueron neutras y el
11.27% fueron negativas. Como se muestra en el grafico el 46.63% de los encuestados en este
factor están siempre presto a brindar lo mejor de sí ante las situaciones que se le presentan en el
camino. Según Patterson (1988), los factores protectores pueden considerarse como los recursos
que tiene una familia para enfrentar su desarrollo y eventos vitales. Son características, rasgos,
habilidades, competencias, medios, tanto de los individuos de una familia, de la familia como
unidad y de su comunidad. En este caso se analizaron los indicadores factores protectores
internos los cuales permiten analizar o hacen refieren a atributos de la propia persona: estima,
seguridad y confianza de sí mismo, facilidad para comunicarse.
Ilustración 1.
A L
N LGUNA I A S T
UNC S NDECIS MAYORI IEMPR
A1 VECES O3 A DE E5 OTAL
2 VECES 4
Soy sociable. 1 1 7 36 4
.35% 0.76% .17% .32% 4.39%
3 2 1 81 9 2
4 6 9 23
Soy autónomo. 0 6 7 39 4
.90% .28% .62% .01% 6.19%
2 1 1 87 1 2
4 7 03 23
Me siento motivado. 0 4 6 37 5
.45% .93% .28% .67% 0.67%
1 1 1 84 1 2
1 4 13 23
206
Confío en mí mismo 0 2 6 26 6
.45% .24% .73% .01% 4.57%
1 5 1 58 1 2
5 44 23
lustración 2.
A L
T
N LGUNA I A S
UNC S NDECIS MAYORÍA IEMPR OT
A1 VECES O3 DE VECES E5
AL
2 4
1 22 1 103 8
20
1 3
Empatìa
El 86.67% de las respuestas dadas por los encuestados fueron positivas, el 5.92% fueron
neutras y el 7.51% fueron negativas. Se puede afirmar que las personas en su gran mayoría en un
75% tienen mejores expectativas al futuro y tienen la confianza de que habrá un mejor mañana.
Ilustración 3
L
A
AL I T
N MAYORÍ SI
GUNAS NDECISO
UNCA 1 A DE EMPRE 5 OTAL
VECES 2 3
VECES
4
4 32 26 71 84
2
17
Dolor y resiliencia
211
La región de los Montes de María es una de las mayormente afectadas por el fenómeno
de la violencia de carácter político y económico, en el país (Alnfonzo y Castiblanco, 2018). Si
bien es cierto que el caso de la lucha de terratenientes contra campesinos por la tenencia de la
tierra se inscribe en un campo casi totalmente social, no es .posible omitir o pretender
desconocer que, en el caso de la violencia actual, inciden factores de índole política,
consecuencia ello, en el decir de los analistas internacionales y del presidente de los Estados
Unidos (2021) de la influencia de algunos países de la región, hoy modelos de dictaduras, que
pretenden incursionar e influir en las decisiones que en materia de gobierno tomará en breve el
pueblo colombiano.
En efecto y tal como se expresó en líneas anteriores, la posesión de la tierra constituye uno de los
puntos neurálgicos del conflicto y de ahí que sea la población campesina, la más humilde, la que
212
generalmente cultiva la tierra por encargo de sus dueños, la que reciba el impacto más directo, en
los trabajadores y sus familias. Pero en lo relacionado con este trabajo, lo que llama la atención
de su autor, desde la perspectiva profesional y humana, es el daño causado emocionalmente a las
víctimas, las cuales no pueden sustraerse al impacto del dolor que producen la pérdida de seres
queridos y el despojo o desplazamiento de que fueron objeto, en el desarrollo de acciones
supuestamente inscritas en un marco revolucionario, según unos, y en la defensa de lo propio,
según otros.
Las estadísticas mostradas anteriormente son apenas lo que podría calificase como “la punta del
iceberg” si se las compara con la realidad vivida por muchas personas que prefieren quedar en el
anonimato y desconocimiento, porque el temor que padecen es el mismo que vivieron al
momento de la acción violenta que les tocó vivir.
Los Montes de María son una región que, como se ha dicho reiteradamente a lo largo de este
documento, es privilegiada por la naturaleza. Se la conoce comúnmente como la “despensa del
Caribe” en alusión a la abundancia de alimentos que allí se producen, tanto de origen agrícola
como de origen animal. La agricultura y la ganadería son, en efecto, la fortaleza de esta región
pero, simultáneamente, la misma naturaleza jugó una carta en contra de los habitantes de esos
montes.
las influencias políticas y, desde otro ángulo, la tenencia de las armas. Las consecuencias no
requieren, en concepto de este autor, mayores explicaciones.
Peltier y Szwarcberg (2019) abordan la temática aquí tratada desde un documento por
ellos publicado y que lleva por título Transformación de las emociones en las víctimas del
214
Es común que las mujeres sean objeto particular de interés para los actores armados, ya
que son idóneas para dar muestras de la superioridad del agresor y su grupo armado. En
Colombia, la violencia contra la mujer ejerce distintos efectos y, en cuanto tiene que ver con la
violencia directa, las mujeres se vuelven una herramienta para amedrentar o humillar a los
oponentes, en lo que se califica como estrategia de personas interpuestas. (Peltier y Szwarcberg,
2019).
Kotliarenco, Cáceres & Fontecilla, citados por Grotberg (1997) definen la resiliencia como “la
capacidad que tiene el ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas e
incluso ser transformado por ellas”. Según Ojeda (1995), la resiliencia es “es una combinación
de factores que le permiten a un ser humano, afrontar y superar los problemas y adversidades de
la vida y construir sobre ellos.” (Álvarez y Arango, 2018).
Ciertamente hay que entender que la resiliencia es un fenómeno que se da al interior de cada
persona pero ese solo detalle lo hace algo subjetivo, único en cada caso, dado que cada persona
tiene su configuración espiritual, su propio sentido e interpretación de las cosas, su concepción
de la vida, lo que hace que la resiliencia, con ser un concepto externo, no pueda ser definido de
una manera dogmática, única. Y es que en cada caso aplican también factores externos que
determinan la naturaleza de la sensación que experimenta la víctima ante el daño recibido. No es
lo mismo un familiar muerto por cualquier enfermedad, que contemplar obligadamente cómo el
familiar es asesinado inmisericordemente, como reiteradamente se vivió durante el conflicto en
Colombia.
En el caso de los Montes de María, la violencia no sólo fue el acto en sí con el que se afectó la
integridad de la persona o se le privó de la vida. Existen factores especiales como la injusticia
que perciben las familias ante el familiar ejecutado, secuestrado o expropiado de su propiedad.
Existen también aspectos como la conformación familiar y el grupo comunitario, cada uno de los
cuales es un escenario diferente en el caso de las mujeres (principalmente) de los Montes de
María.
Los daños causados a las víctimas de la región objeto de este trabajo fueron múltiples y de
naturaleza igualmente distinta. Las violaciones, los secuestros, los asesinatos, ejecuciones
públicas que en muchos casos tuvieron que ser presenciadas por las familias de las víctimas, los
desplazamientos de familias enteras, conforman un mosaico difícil de igualar y más difícil aun
de hacer entender de los afectados.
216
FUENTE: CNMH.
Una persona posee bienestar subjetivo si expresa satisfacción con su vida y frecuentes emociones
positivas y, sólo esporádicamente, emociones negativas. Caso contrario es si el individuo expresa
insatisfacción consigo mismo y deja conocer pocas manifestaciones positivas y frecuentes
negativas, lo que permite determinar que tiene un bajo bienestar positivo.
Uno de los problemas para efectos de la resiliencia de las víctimas de los Montes de María es el
desconocimiento de causas; se conocen procedimientos, fechas, nombres, lugares y formas
diversas de actuación de los gestores de la violencia; si bien los esfuerzos de la búsqueda de la
paz se han encausado en dirección a conocer la verdad, ello no ha sido posible ni siquiera
después de la firma de unos acuerdos que los presuntos culpables firmaron supuestamente con el
afán de reconciliarse con las gentes de la región. Muchas madres, padres, hermanos, hijos, etc.,
aún permanecen a la espera de una explicación o, al menos, una pista que les permita hallar los
restos de los seres desaparecidos bajo el impacto de la violencia.
pretende obtener que las víctimas den de sí mucho más de lo que ya han tenido que poner, en una
guerra que no iniciaron pero que han tenido que degustar en su amargura y sinsabores violentos.
Las promesas presidenciales que se dieron en un comienzo, cuando se firmó el acuerdo de paz,
comenzaron a cambiar de contenido cuando surgieron las primeras medidas. Por ejemplo, la Ley
de Víctimas, la Ley de Tierra y otros instrumentos legales que se concibieron como parte del
proceso de recuperación de la paz, han quedado unos olvidados y otros cumplidos a medias, a la
espera de su cumplimiento otros y la mayor cantidad, al parecer olvidados por quien firmara el
acuerdo en nombre del Estado.
Resulta mucho más fácil entender a las víctimas que entender a las autoridades y a la contraparte,
a partir de los contenidos de los acuerdos firmados. Resulta mucho más difícil aun, pretender
“olvido” de lo que no se conoce. Si las víctimas no conocen lo sucedido, si aún esperan a sus
familiares, vivos o muertos ¿qué es lo que se pretende que olviden? Su atención reposa en la
posibilidad de conocer hechos concretos para, a partir de esa verdad, comenzar a considerar la
posibilidad de un perdón sincero e integral y la construcción, entonces sí, de una paz basada en la
seguridad de que hechos como los vividos no serán nunca más parte de sus vidas.
219
220
5. CONCLUSIONES
Las victimas que padecieron violencia sociopolítica tienen mayor probabilidad de sufrir
trastornos, por tanto, el impacto de la violencia es significativo y requiere de un acompañamiento
psicosocial para el restablecimiento de sus derechos humanos.
En este sentido, la población habitante del Carmen de Bolívar, se convirtió con el paso
del tiempo en un grupo humano vulnerable por el conflicto armado en la región, entendiendo la
vulnerabilidad como el estado de susceptibilidad al daño por exposición a tensiones asociadas
con el cambio ambiental y social y por la ausencia de capacidad de adaptación.
Así, las víctimas del conflicto armado requieren de un proceso de perdón y reconciliación
que implica reemplazar las emociones negativas hacia un agresor por emociones positivas y
olvidar el agravio. Allí aparece el constructor de la resiliencia, como un proceso en el que, a
pesar de todos los pronósticos negativos, hay una reinvención del sujeto que se erige por encima
de las extraordinarias circunstancias, el fenómeno rebasa la capacidad predictiva de las ciencias
exactas y por tanto se requiere de una comprensión del constructo desde una mirada crítica y
compleja, que aborde al sujeto desde una mirada trans e interdisciplinar.
Finalmente, se puede afirmar que la presente investigación sirve como paso previo para
futuras líneas de investigación, que incluyan una investigación empírica encaminada a
profundizar en el conocimiento de otros factores protectores que influyen en la resiliencia.
Siendo consciente de ello se considera oportuno dar continuidad a este estudio planteando como
futuras líneas de trabajo el desarrollo de una investigación empírica sobre otras mediciones de la
221
6. REFERENCIAS
Centro Nacional de Memoria Histórica (2013). ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y
dignidad.
Autor.http://centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2013/bastaYa/capitulos/b
astaya-cap2_110-195.pdf.
Congreso de la República (2011). Ley 1448 de 2011. Por la cual se dictan medidas de atención,
asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras
disposiciones. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1448_2011.html.
Galtung, Johan (1969). “Violencia, paz e investigación para la paz” en “Sobre la Paz”.
Fontamara.
Bakeaz/Gernika Gogoratuz.
García, X., Salguero, A., Molinero, O., De la Vega, R., Ruiz, R. y Márquez, S. (2015). El papel
del perfil resiliente y las estrategias de afrontamiento sobre el estrés-recuperación del
deportista de competición. Kronos, 14(1), 1-13.
Larizgoitia, I., Izarzugaza, I., Iraurgi, I., Ballesteros, J., Forero, C., Markez, I., y Alonso, J.
(2011). Impacto de la violencia colectiva en la salud. Resultados del estudio ISAVIC en el
País Vasco. Gaceta Sanitaria, 25(2), 108-114.
Luthar, S. y Cushing, G. (1999). The construct of resilience: Implications for interventions and
social policy. Development and Psychopathology, 26(2), 353–372.
Ortiz Franco, J.D. (2015). La paz pendiente de los Montes de María. La violencia que se fue, y la
que llegó. (Parte 2).
Patterson, J. (1988). Families experiencing stress: The family adjustment and adaptation
response model. Family Systems Medicine, 5(2), 202-237
Suárez, A. (2009). La masacre del salado: esa guerra no era nuestra. https://bit.ly/3v4YY9c
Unidad para la Atención y la Reparación Integral a las Víctimas (2021). Red Nacional de
Información – RNI. https://www.unidadvictimas.gov.co/es/direccion-de-registro-y-gestion-
de-lainformacion/red-nacional-de-informacion-rni/37825.
Terzi, S. (2013). Secure attachment style, coping with stress and resilience among university
students. The Journal of Happiness and Well-Being, 1(2), 97-109.
Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (2010). Indice de riesgo de
victimización 2010-2014. Autor. https://issuu.com/iovasernadiseno/docs/libro_irv.
225
ANEXO
Paradójicamente, en Colombia se pide paz a las víctimas. Son ellas el destinatario de todos los
mensajes oficiales, en los que se incita a “trabajar por la paz”, mensajes que llegan a la
población pero que al parecer no tienen recepción en los autores de la violencia, los cuales ya no
pueden alegar problemas geográficos para la comunicación, porque hoy tienen libertad de
circulación por el territorio nacional.
Las comunidades realizan caminatas por la paz, con globos, pancartas y flores. Entonan cánticos
folclóricos y danzan tristemente al son de los mismos, pero para autocontemplación porque,
aquellos a los que va dirigido el mensaje, no dan señales de su conocimiento ni mucho menos
emiten respuesta concreta y creíble a los campesinos.
Podría decirse que hay una revictimización, incluso por organismos que aparentemente, ante la
ciudadanía, asumen la responsabilidad por los hechos violentos que enlutaron a los hogares de
Montes de María. Cuando desfilan, lo hacen mirando a la lejanía, quizá esperando ver en el
horizonte la aparición de la reparación que esperan y de la paz que un día les robaron, sin más
razones, sin más discursos que los que son capaces de entonar las armas asesinas.
No es rol ni intención del autor de este trabajo de investigación caer en el mismo error que
caracteriza a los actores del conflicto, es decir, revivir dolores sin aportar reparaciones ni
227
soluciones a los problemas que han surgido con la firma de un proceso de paz, en cuya
autenticidad creyeron y en cuyo cumplimiento aún esperan recibir lo que en derecho legítimo les
pertenece, como son sus seres queridos, sus bienes y, además, esa paz que les fue arrebatada por
la avaricia de unos y la intolerancia de otros.
El Salado es un corregimiento que fue inicialmente sometido por la guerrilla de las Farc. De esa
manera, el pueblo se convirtió en un sitio más bajo el régimen guerrillero, que debía cargar con
el estigma de ser tenido en cuenta como un “pueblo de guerrilleros”, lo que convirtió a su
población en un blanco atractivo para las autodenominadas Autodefensas Campesinas. En medio
de estos dos enemigos bélicos y socios narcotraficantes, el pueblo se vio sometido por el miedo,
el terror de ser víctima de cualquiera de los dos grupos, ya que ambos los acusaban de estar
asociado del contrario.
Fueron las Autodefensas las que tomaron por su cuenta la aniquilación de los pobladores. Con
una impartición de justicia injustificada y sin soporte alguno, procedieron a liquidar a los que
ellos señalaban como “colaboradores” de la guerrilla, cuando en realidad no hacían otra cosa que
someterse, por el mismo terror, a las órdenes que les impartían los guerrilleros. El pueblo fue
asolado. La desgracia no tuvo límites. Sólo hombres asesinados, madres desconsoladas, viudas
llorosas y niños que miraban sin comprender cómo sus mayores eran asesinados, sin más
explicación que la voluntad de los asesinos.
Uno de los fundamentos de la resiliencia es la seguridad de haber superado una mala experiencia,
por muchos que sean los daños sufridos. Esto no se da en el caso de Montes de María, donde, a
pesar de las afirmaciones oficiales, de la presencia militar que “garantiza” la seguridad de los
ciudadanos, aún se dan asesinatos sin explicación alguna y, lo que es peor, el narcotráfico se ha
descarado, hasta el punto de no pretender ocultar su presencia en los Montes de María.
228
Desde ese punto de vista, resulta apenas normal que la población se sienta abandonada, quizá
traicionada por un fenómeno que no comprenden, como es la reedición de la violencia, la
presencia de indeseados y la amargura de verse acorralados, con una libertad constitucional
amplia y una libertad real delimitada por la voluntad de los protagonistas de la violencia en el
corregimiento.
Es por esto que se estima que la resiliencia en los habitantes de los Montes de María supera
cualquier otra experiencia similar en el mundo. Una violencia se va, otra violencia llega. No
importa la razón de ninguna de las dos: lo que importa es que los habitantes de la región no
tienen paz, no tienen descanso, como tampoco lo tienen quienes han sido víctimas de los
violentos, que ven en el asesinato, el secuestro, etc., una razón para su existencia.
No se puede pedir más resiliencia que la resignación a permanecer en lo que fuera su tierra, su
hogar y que, sin embargo, sólo les proporciona dolor, pérdidas humanas, injusticias, despojo y
pocas, muy pocas esperanzas de una verdadera justicia, así Colombia sea señalada como “un
ejemplo” y los nobel se paseen por las grandes ciudades del mundo, hablando de la “paz
conseguida” en Colombia.
Para el retorno sólo cumplieron con la condición de seguridad – dice una víctima-, pero lo
importante es que haya condiciones dignas. ¿Cómo vamos a retornar si ni siquiera hay
casas? Aquí todavía hay hambre y desigualdad, y mientras estén esas condiciones, es muy
difícil que haya paz. Es que la paz de una persona que vive en un apartamento en el
quinto piso de un edificio en una ciudad no es la misma que la de un campesino.
(Testimonio citado por Ortiz, 2015).
El anterior testimonio evidencia la realidad que se vive en El Salao, escenario de violencia contra
la indefensa población que se vio en medio de dos contrincantes que justificaban sus acciones en
supuesta participación de la población en el conflicto, cada uno acusando a los habitantes de ser
colaboradores del contrario.
Los habitantes del corregimiento son, al parecer, objeto de atención oficial. Pero una atención a
cuentagotas muy diferente de la que se enunció el día que se firmó el acuerdo con las Farc. Hasta
el momento todo ha sido utópico, puesto que no se ha dado reparación, no hay verdad, no hay
229
Se estima que la nueva expresión violenta que se vive en El Salao incide en el problema,
agravando por sí sola la ya crítica situación que, en materia de resiliencia viven los habitantes del
corregimiento, haciendo más crítica su estabilidad emocional y disminuyendo aun más la
endeble credibilidad que sienten en relación con los acuerdos y promesas gubernamentales.
Desde esta realidad, resulta difícil pedir resiliencia a los habitantes de Montes de María. Cuando
se habla de El Salao, no se menciona un caso único. Simplemente, es una pequeña muestra de lo
que vive toda la región.
Evidentemente, la situación que viven los habitantes de El Salao no es el terreno abonado para
esperar muestras de resiliencia. A menos que se confunda el silencio temeroso, la ausencia de
quejas por la convicción de que no serán atendidas y la permanencia en el sitio por falta de otro
donde esconderse con fortaleza espiritual y posición positiva frente a la desgracia que acosa a la
población.
230
ANEXO
El fenómeno del desplazamiento en los últimos años en Colombia ha sido una de las principales
problemáticas de orden social producto de la violencia que ha expuesto a la población civil a
situaciones de tensión. Tal como lo señala el informe de la Red de Solidaridad Social de 31 de
diciembre de 2004, 1.565.765 colombianos y colombianas se han desplazado, en lo que se ha
descrito como la mayor crisis humanitaria y de derechos humanos en nuestro país. En Colombia
este fenómeno ha sido ampliamente estudiado desde el dolor , el sufrimiento y la patología sin
pensar en la otra cara de la moneda que es la de las potencialidades y recursos de los seres
humanos para afrontar y sobrepasar una situación extrema. Estas potencialidades que poseen los
seres humanos para afrontar situaciones adversas y salir fortalecidos de ellas es lo que se conoce
como la Resiliencia, término tomado de la física que designa la resistencia de un material que
luego de ser sometido a altas temperaturas puede volver a su estado original.
Enriqueciendo esta nueva tendencia, Cirulnik (1999) plantea que Resiliencia “es más que resistir,
es también aprender a vivir... antes del golpe uno estima que la vida nos es debida y la felicidad
también... la prueba cuando uno la sobrepasa cambia el gusto por el mundo”. Este texto sirvió
231
Uno de los estudios que ha hecho aportes es el realizado por Olga Lucía López J. en la
Universidad de Antioquia desde 1999-2001, titulado “El proceso de desplazamiento forzado:
estrategias familiares de sobre vivencia en el oriente antioqueño”, el cual buscó determinar el
impacto del desplazamiento forzado en las familias y, a su vez, visualizar las reacciones y las
formas de afrontamiento que utilizaron frente a este fenómeno. El propósito de la investigación
fue contribuir a trascender el solo papel de víctimas que la sociedad y que las mismas familias
desplazadas se atribuyen, presentándolas como protagonistas activas y como fuerza
transformadora de alto valor social.
Este trabajo deja ver los resultados del estudio con familias en situación de desplazamiento en la
ciudad de Sincelejo y cómo a partir de los relatos de vida y los autorreportes se pudieron
resiginificar los hechos dolorosos, convertidos, a su vez, en experiencias de aprendizaje
significativo, lo que permitió aportar un nuevo conocimiento contextualizado. Este estudio tiene
especial relevancia no sólo por el avance de conocimientos alrededor de la temática, sino
también porque ha permitido legitimar una información surgida desde las experiencias de vida de
los mismos sujetos estudiados integradas en un análisis cualitativo fundamentado desde lo
saludable y lo positivo .
232
ANEXO
El problema de los Montes de María tiene raíces diversas, entre ellas, la desigualdad
terrateniente-campesino y la desigualdad que simbolizó la “ayuda estatal”, supuestamente
dirigida a fortalecer la agricultura y ayudar a la clase campesina de lo que se conoce como la
“despensa del Caribe”. Esa desigualdad en el trato hacia el campesino tiene muchos indicadores,
uno de ellos, por ejemplo, el hecho de que los programas estatales de ayuda al campesino se
diseñaran de manera tal, que el beneficio se canalizaba realmente a manos de los grandes
terratenientes. Para la muestra:
Entre los años 1998 y 2003, un total de 2.391 hectáreas se benefician en la región del
programa Incentivo Forestal, que ejecuta el Ministerio de Agricultura, para apoyar la
protección y producción de bosques nativos. De ese total, 2.345 has, es decir el 98%
corresponden a grandes propietarios y el restante 2% a pequeños productores. (Daniels,
sf).
Esto puede no deberse a una actitud no premeditada del gobierno nacional, pero sí a una actitud
cuidadosamente canalizada por los “voceros de la región”, que ante el gobierno central gestionan
ayudas y programas y, a la hora de aplicarlos, lo hacen de forma sesgada, de tal manera que los
beneficios los reciben los grandes terratenientes. La responsabilidad del gobierno central no es
sin embargo excusable, puesto que se supone que los organismos de control y vigilancia, como la
Contraloría General de la República y la Defensoría del Pueblo, deben apersonarse de
situaciones como la antes señalada, en observancia de los objetivos de cada programa y en
defensa de las clases menos favorecidas, respectivamente.
233
La bondad de las tierras de los Montes de María, su ubicación estratégica cerca al Mar Caribe, y
de la troncal que comunica a la Costa Caribe con el centro de la nación, la erigieron como un
punto geográfico y económico sumamente apetecible. No en vano las guerrillas escogieron ese
punto como refugio y campo de acciones y tampoco fue gratis la intervención de las
autodefensas, que decían combatir a la guerrilla cuando en realidad sólo buscaban una
participación en el reparto de las tierras, ganaderías, cultivos y la posibilidad de explotación del
sector en el manejo de alucinógenos procesaos en esa región.
La intervención del Estado fue exigida a nivel legislativo y político en general. Pero era una
exigencia delimitada a ciertos sectores, con el fin de canalizar, como se expresó antes, las ayudas
oficiales en una dirección determinada, ajena al interés de quienes realmente la necesitaban, es
decir, los campesinos humildes, sin tierra, que habitaban la región y la hacían sostenible con su
producción agrícola, a cambio de paupérrimos salarios que se justificaban con argumentos
basados en la abundancia de productos comestibles, lo que hacía presumir que el campesino no
necesitaba grandes sueldos, porque todo lo tenía a mano gratuitamente.
234
No se trató de una violencia anárquica, sino de una estrategia que se distribuyó por los Montes de
María, inclusive invadiendo los grandes centros poblados. Todo debidamente organizado, tal
como se desprende de lo que a continuación se lee:
235
Resulta fácil hacerse a una idea del poderío armado ilegal que azotó a los Montes de María y que
hoy parece volver, aunque con etiquetas distintas, lo que favorece el discurso del promotor del
acuerdo de paz vigente, en el sentido que se firmó un acuerdo que pone fin a la violencia en
Colombia, cuando las evidencian apuntan abiertamente en dirección contraria.
¿Resiliencia?
La reparación es casi una revictimización. Los favorecidos con el acuerdo de paz no fueron los
campesinos, sino los criminales que hoy se pasean por las ciudades, con sus nombres propios, en
muchas ocasiones con escoltas estatales, en carros blindados y adscritos a organismos oficiales,
de donde devengan grandes ingresos. El campesino, en cambio, sigue viviendo el terror, aunque
se pretenda decir lo contrario. Y es que la tierra sigue siendo generosa; el clima y la
configuración de los suelos son ideales para ganadería, agricultura e incluso minería. Pero esas
oportunidades tienen nombres propios, muchos de ellos correspondientes a personajes de la
política, en la región y a nivel nacional.
A partir de lo anteriormente expuesto, resulta evidente que a las víctimas les resulta poco menos
que imposible olvidarse de un pasado que persiste, aunque con otro nombre y otros autores. A las
236
víctimas no se les ha cumplido el acuerdo, en cuanto tiene que ver con “verdad, justicia,
reparación y no repetición”. Y, obviamente, desde esa perspectiva, pretender una paz resiliente
es una pretensión utópica, por decir lo menos.
Muchas madres, esposas, esposos, padres, hijos, no saben dónde reposan los restos de sus
familiares injusta y cruelmente sacrificados. La reparación es un decir, entre otras cosas, porque
se hicieron unas promesas que luego fueron reformadas por la “Ley de víctimas” y otras
disposiciones legales, en las que aparecen condiciones distintas de las que se prometieron
públicamente, mientras se decía que había “cesado la horrible noche”.
Es imposible hablar de resiliencia cuando muchas madres y esposas aún esperan noticias sobre la
supervivencia de sus seres queridos, arrebatados de sus viviendas campesinas por la fuerza y
reclutados en uno u otro grupo armado, al igual que sucedió con niños con edades incluso
menores de 14 años y niñas impúberes que vieron la vida adulta en el maltrato y la explotación
sexual de los inescrupulosos.
La Psicología, como disciplina científica, tiene muchos recursos que aportar a la búsqueda de
una solución feliz. Infortunadamente, no se tienen los puntos de partida sólidos, como sería una
información clara y seria de los acontecimientos para, conociendo el origen del problema, aplicar
en cada caso las alternativas adecuadas para el logro de un final, si no feliz, al menos
satisfactorio, con el logro de lo realmente alcanzable.