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Hormona de crecimiento

La hormona del crecimiento (GH,


del inglés: growth hormone) es una hormona
proteica secretada por la adenohipófisis. Regula
el crecimiento postnatal, el metabolismo y el
balance electrolítico; aumenta la lipolisis y
disminuye los depósitos de grasa; aumenta la
captación de proteínas y mantiene la masa y fuerza
muscular.

La hormona de crecimiento es un polipéptido de 191 aminoácidos de una sola


cadena sintetizada, almacenada y secretada por las células somatótropas dentro
de las alas laterales de la adenohipófisis. El término hormona somatotropina se
refiere a la hormona del crecimiento producida naturalmente por los animales,
mientras que el término somatropina se refiere a la hormona del crecimiento
producida por la tecnología ADN recombinante, y en humanos es abreviada
«HGH».
La hormona del crecimiento se usa para medicamento con receta para tratar los
trastornos de crecimiento en los niños y en adultos para tratar la deficiencia de
GH.
Fisiología de la Hormona del Crecimiento
La GH es una proteína de 191 aminoácidos. El gen humano de esta hormona es
un integrante de una familia de genes formada por 5 miembros, que se encuentra
en el cromosoma17. Este gen sólo se expresa en las células somatotropas de la
pituitaria anterior, que son las productoras de GH. Una vez sintetizada en el
retículo endoplásmico, esta se transporta a gránulos de secreción que son
liberados ante un estímulo. Estas células productoras de GH son las más
numerosas de la pituitaria. En ratas macho, constituyen entre el 30-40% de las
células de la pituitaria, mientras que en hembras dicho valor es de 20-30%.
Cerca de la mitad de la GH secretada, es transportada a través de la circulación
en asociación a proteínas que se unen a ella (GHBP). Todos los tejidos sensibles
a la GH poseen receptores (GH-R) en las membranas de sus células. Para que la
hormona ejerza su efecto se requiere que se una a estos receptores, los cuales una
vez activados, inician una cascada de fosforilaciones de proteínas intermedias,
que eventualmente conducen a la activación en el núcleo de factores de
transcripción y a los efectos estimulatorios sobre los genes regulados por GH.
Tiene una vida media en el plasma de entre 15 y 20 min luego de la secreción
o de una inyección intravenosa. Luego de una inyección subcutánea o
intramuscular, las concentraciones sanguíneas de GH alcanzan un pico entre 1 y
3 horas posteriores a la inyección y cae hasta niveles indetectables luego de 24
hrs.
La GH circulante se elimina de la sangre a través de una degradación mediada
por receptores, principalmente en el hígado y el riñón. Estos órganos internalizan
los complejos GH-receptor y completan la degradación hasta obtener los
aminoácidos. Solamente mínimas cantidades de GH aparecen en la orina.

Los mayores estímulos para la secreción de GH en el hombre son el sueño, el


estrés y el ejercicio.
La GH estimula varios procesos metabólicos en todas las células, pero una de
las acciones mejor entendidas, es la producción de IGF-I. La GH estimula la
expresión del gen de IGF-I en todos los tejidos. En la mayoría de ellos, el IGF-I
ejerce acciones locales autócrinas y parácrinas, pero el hígado secreto
activamente IGF-I hacia la circulación.

Hasta hace poco tiempo se creía que este IGF-I era el responsable de muchas
de las acciones de GH in vivo. Datos más recientes muestran que el IGF-I
circulante debe ser considerado más como un "marcador" de la acción de GH en
el hígado que como un mecanismo por el cual la GH ejerce sus efectos. Al
respecto, hay fuertes evidencias de un rol central de IGF-I en el mantenimiento
de la masa muscular esquelética y en la hipertrofia y se ha postulado que la falta
de IGF-I sea una de las causas por las cuales el músculo esquelético pierde masa
y fuerza con el transcurso de la edad.
Secreción de GH: pulsatilidad
La secreción espontánea de GH es pulsátil. Los intervalos entre los pulsos
varían según las especies, y son aproximadamente de 2 hs. en humanos y de 3 hs.
en ratas.
El patrón de secreción de GH depende de la interacción finamente regulada de
la GHRH con la SS en las células somatotropas, es decir que tanto la GHRH
como la SS son requeridas para la secreción pulsátil de GH.
El patrón secretorio de GH es sexualmente dimórfico; los machos exhiben
pulsos mayores.
El patrón es influenciado por andrógenos y estrógenos: mientras que los
primeros regulan la amplitud del pulso, los estrógenos, regulan la secreción
basal. A pesar de que los andrógenos y los estrógenos pueden afectar la
expresión del gen de la GH en la pituitaria, sus efectos sobre el ritmo ultradiano
de la secreción de GH, indica que tienen influencia en la secreción de GHRH y/o
SS.
En humanos, un pico en la secreción de GH se observa asociado al sueño
profundo (estados III y IV) y el 70% de la secreción de GH ocurre durante la
noche.
Un número de patrones de dimorfismo sexual observado en enzimas, receptores
y otras proteínas, puede ser atribuible a diferentes patrones de secreción de GH
en machos y hembras.
Acciones de la GH
La principal acción de la GH es estimular la síntesis de proteínas. Es al menos
tan poderosa como la testosterona, y sus efectos individuales son aditivos o
posiblemente sinergísticos. Además, para estimular la síntesis proteica, la GH
simultáneamente moviliza grasa por acción lipolítica directa.
Parece más probable que estimule la síntesis de proteína a través de la
movilización de transportadores de aminoácidos, en una manera análoga a los
trasportadores de glucosa e insulina. El efecto promotor del crecimiento de la GH
requiere de numerosos factores, incluyendo efectores nutricionales
(principalmente proteínas), reguladores hormonales (Ej.: insulina y hormona
tiroidea), factores específicos de tejidos y factores genéticos. De hecho, cuando
se utiliza STH por vía erógena, como las necesidades del organismo de las otras
hormonas aumentan; (tiroides, insulina, cortico-esteroides, gonadotrofina,
estrógenos) esto produce una verdadero desequilibrio en el delicadísimo sistema
de regulación hormonal.
2° Acción sobre el metabolismo de los carbohidratos: ejerce acciones semejantes
a las que realiza la insulina, que aumenta la captación y la utilización de glucosa
y aminoácidos durante las comidas. Sin embargo, los efectos opuestos ejercidos
por la GH y la insulina son de gran relevancia fisiológica.
3° Acción lipolítica que se opone a los efectos lipogénicos de la insulina, y
moviliza ácidos grasos para su uso como fuente de combustible durante el ayuno.
4° Estimula el crecimiento de los órganos (ej.: hipertrofia cardiaca y renal), la
producción de hormonas, el metabolismo, el crecimiento y la maduración
esqueletaria, y la función inmune. Estos efectos son más fácilmente visibles
durante el tratamiento con somatostatina en humanos con deficiencias en su
producción o en animales con GH exógena.
Entre otros efectos, la GH estimula la producción del factor de crecimiento
semejante a la insulina-I (IGF-I)

La administración de GH aumenta la síntesis proteica, que se refleja en un


balance de nitrógeno positivo y un descenso en la producción de urea, y un
aumento de la lipólisis, resultando en una disminución de la grasa corporal.

Niveles según etapas del crecimiento

Tiene un rol limitado en el crecimiento fetal, pero es importante en el período


neonatal (los niveles más altos de GH se observan justo antes del nacimiento y
durante el período postnatal inmediato). También juega un rol muy importante en
el crecimiento durante la adolescencia. Se estabiliza en la adultez para decaer
pasados los 35 años.
Control de su liberación: eje cerebro-pituitario independiente

En este eje, el hipotálamo produce dos hormonas principales: - la hormona


liberadora de hormona del crecimiento (GHRH) y - somatostatina (SS, también
conocida como hormona inhibidora de la liberación somatotropa, SRIH). Estas
hormonas tienen efectos opuestos en la liberación de somatotrofina: la GHRH
estimula la liberación de esta, mientras que la SS la inhibe.

Los inputs neurales hacia el hipotálamo permiten al eje responder a los sueños y
a los ritmos ultradianos, al estrés físico y emocional, y al incremento y descenso
del apetito.
El mayor sitio de producción de GHRH es el hipotálamo basomedial.
Otras hormonas y sustratos metabólicos que afectan la secreción de GH

La hormona tiroidea, los glucocorticoides, los andrógenos, los estrógenos y


otros sustratos metabólicos influencian la secreción de GH. Los mayores efectos
de la hormona tiroidea ocurren en la pituitaria, ocasionando la expresión
aumentada del gen de la GH y la consecuente síntesis de GH.
Las hormonas glucocorticoideas contribuyen a la regulación de la secreción a
nivel pituitario e hipotalámico. En la pituitaria, y al igual que la hormona
tiroidea, contribuyen a incrementar la expresión del gen de la GH.
Los efectos de los esteroides sexuales son complejos. En la pituitaria, los
andrógenos aumentan la expresión del gen de la GH, mientras que los estrógenos
la disminuyen. Por lo tanto las hembras poseen una menor concentración de GH
en la pituitaria que los machos.
Los combustibles metabólicos ejercen su principal efecto a nivel hipotalámico.
La deprivación de proteínas ha sido largamente reconocida por disminuir la
secreción de GH.
Alteraciones en el metabolismo de la glucosa también afecta profundamente la
secreción de GH; la hiperglucemia incrementa la secreción de GH y la
hipoglucemia inducida por insulina, la aumenta en humanos. Cambios en la
concentración plasmática de los ácidos grasos libres o no esterificados (NEFA),
también pueden afectar la secreción de GH. Incrementos de NEFA, suprimen la
liberación de GH, y descensos, la aumentan. Las elevaciones de NEFA en el
suero, bloquea los efectos de la GHRH en la liberación de GH.
Fisiopatologia
La fisiopatología de esta hormona se debe a exceso o deficiencia de sus efectos.
Antes de la pubertad, su deficiencia provoca estatura corta, obesidad y retraso de
la pubertad, en tanto que su exceso da lugar a gigantismo.
La acromegalia es una enfermedad producida por la hipersecreción crónica e
inapropiada de la hormona del crecimiento (GH) que se inicia después del cierre
de los cartílagos de crecimiento. La función hipofisaria normal está sometida a
un estrecho control hipotalámico y de retroalimentación negativa que comprende
la propia GH, el factor de crecimiento similar a la insulina tipo I y las hormonas
hipotalámicas: la hormona liberadora de GH, que potencia la secreción de GH y
su transcripción génica, y la somatostatina, que inhibe su secreción y tiene escaso
efecto en su síntesis. La acromegalia está causada en el 98% de los casos por un
tumor secretor de GH localizado en la hipófisis, mientras que las causas
extrahipofisarias son muy raras. La patogenia de estos tumores hipofisarios sigue
siendo en gran parte desconocida y en su origen se han incluido tanto un defecto
primario de la célula somatotropa hipofisaria como alteraciones en el control
hipotalámico de la secreción de GH. A pesar de que se han descrito defectos
moleculares asociados a estos adenomas, la base molecular de la tumorogenia
hipofisaria está por definir.
Adenomas hipofisarios ectópicos

Los adenomas extraselares productores de GH se originan exclusivamente en


aquellas áreas en las que, por las características del desarrollo embriológico,
pueden persistir restos de células anterohipofisarias, es decir, en el seno
esfenoidal o parafaríngeo.

Tumores periféricos productores de GH


Aunque se ha identificado GH en diversos tumores, como el adenocarcinoma de
pulmón, el cáncer de mama o en los tejidos ováricos, no cumplen los criterios de
producción ectópica de GH, esto es: marcado gradiente en la concentración de
GH en la fuente ectópica, resolución del cuadro clínico de acromegalia después
del tratamiento con éxito del tumor y expresión del ARNm de GH en el tumor;
así, podemos asegurar que es rarísima la acromegalia por producción
heterotópica de GH. Se ha descrito acromegalia en tumor de células de islotes
pancreáticos de localización intramesentérica19 y, más recientemente, en un caso
de linfoma no hodgkiniano20.

Tumores hipotalámicos productores de GH-RH


Algunos tumores hipotalámicos, como los hamartomas, los coristomas y los
gangliocitomas, pueden producir GH-RH y, por tanto, hiperplasia de células
somatrotopas o incluso adenomas hipofisarios productores de GH y, en
consecuencia, acromegalia9,10.

Producción ectópica de GH-RH


El aislamiento y la estructura de la GH-RH se obtuvieron originalmente en un
carcinoide pancreático productor de acromegalia. Se han descrito gran variedad
de tumores extrahipotalámicos productores de GH-RH. Así, hasta en un 25% de
los tumores carcinoides se detecta inmunorreactividad positiva para GH-RH; sin
embargo, la acromegalia es poco frecuente y se han descrito unas decenas de
casos. Además de los tumores carcinoides (principalmente bronquiales), otros
tumores implicados en la secreción de GH-RH son los de islotes pancreáticos, la
feocromocitoma, el tumor medular de tiroides, y el cáncer de mama y
endometrio; en general, parte de los tumores productores de GH-RH se dan en el
contexto de la NEM-110. La resección quirúrgica del tumor productor de GH-
RH debe curar el cuadro y no es necesario realizar cirugía hipofisaria en estos
pacientes21.
Síndromes hereditarios asociados a acromegalia
Hace más de 40 años se describió el primer caso de acromegalia familiar y,
aunque desde el punto de vista epidemiológico y clínico su relevancia es escasa,
sí tiene importancia en el estudio de los mecanismos patogénicos de los tumores
hipofisarios.

Síndrome de McCune-Albright
Se caracteriza por displasia fibrosopolióstica, hiperpigmentación cutánea y
anomalías endocrinológicas, como pubertad temprana, hipertiroidismo, síndrome
de Cushing, hiperprolactinemia y acromegalia. Se ha detectado en estas pacientes
mutaciones del Gsp, tanto en el tejido endocrino como en el no endocrino22. Esta
mutación tiene como resultado una estimulación de la GH-RH que da lugar a
hipersecreción de GH e hiperplasia somatrotopa.

VALORES NORMALES DE LA HORMONA DEL CRECIMEIENTO.


El rango normal para los niveles de Hormona del Crecimiento típicamente es:
Hombres adultos: de 0.4 a 10 nanogramos por mililitro (ng/mL) o de 18 a 44
picomoles por litro (pmol/L)
Mujeres adultas: de 1 a 14 ng/mL o de 44 a 616 pmol/L
Niños: de 10 a 50 ng/mL, o de 440 a 2200 pmol/L

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