1.

Desvanecimiento: Es la disminución progresiva de las ayudas que se le brindan al sujeto para

que lleve a cabo la conducta esperada, con la intención de mantener el comportamiento del
individuo a pesar de la disminución de las ayudas que se le proporcionaron para aprenderlo.

Ejemplo: Una madre de familia desea que su hija ordene sus juguetes después de jugar, así que
la recompensa con un dulce después de dejar todo en el lugar adecuado. Luego de tiempo con
el programa se retiran los reforzadores (dulces) poco a poco hasta eliminarlo por completo, sin
embargo, el habito de acomodar todos los juguetes permanece en la niña.

2. Encadenamiento: Suele utilizarse con mayor frecuencia en personas con capacidades limitadas,
trata de enlazar una actividad con otra y de esa forma lograr un resultado final.

Ejemplo: La maestra al enseñar el proceso que conlleva una división refuerza cada vez que el
niño en cuestión realiza un paso de manera adecuada con una frase alentadora “lo estás
haciendo bien, sigue así” o un comentario por el estilo, y continúa de esa forma hasta resolver el
ejercicio por completo.

3. Moldeamiento: Pretende incrementar la frecuencia de una conducta en una persona que no la

realiza o que no la hace con tanta frecuencia como se desearía. Sirve para establecer conductas
complejas que aún no existen en el repertorio comportamental de un individuo.

Ejemplo: Uno muy conocido es la pequeña canción que se utiliza para atar los cordones de los
zapatos.

4. Terapia de exposición: Se emplea en casos de miedos persistentes y fobias. Como su nombre lo

indica, consiste en exponer al sujeto gradualmente a los estímulos que generan sensaciones
negativas, con el objetivo de producir una habituación a partir del proceso adaptativo.

Ejemplo: Una persona que le teme a los perros se le expone primero a través de la imaginación,
luego con fotografías, después con vídeos, para finalizar con la exposición de un perro real.

5. Terapia implosiva/inundación: Contrario al anterior, se le expone al individuo de manera

directa al estímulo que genera sensaciones aversivas y durante un tiempo prolongado, con la
finalidad de hacer entrar en razón al paciente sobre lo inofensiva que es la situación.

Ejemplo: Exponer a una persona a la oscuridad y que entienda que no es peligroso.

6. Operaciones motivacionales: Consiste en reconocer en qué situaciones un elemento se

convierte en reforzador o un castigo.

Ejemplo: Se pretende recompensar con un helado a una persona por su buen desempeño, PERO
la persona en cuestión es intolerante a la lactosa, por lo que en realidad sería un consecuente
negativo.