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PENSAMIENTO Y LENGUAJE

La relación entre el lenguaje y el resto de la cognición está estrechamente conectada


con uno de los temas de debate e investigación más apasionantes sobre el lenguaje:
¿es el lenguaje una capacidad innata, con la que nacemos, o por el contrario tiene un
origen cultural y, por tanto, es aprendido o adquirido como tantas otras conductas
inteligentes humanas? 

Es obvio que el lenguaje no es la única habilidad cognitiva que tenemos. Es una más
entre todo un entramado de capacidades que abarcan la percepción, la memoria, la
atención, el razonamiento, el pensamiento, la capacidad de cálculo y el resto de lo que
podríamos llamar conductas o habilidades inteligentes. Dicho de otra forma, la
"inteligencia", para la mayor parte de científicos cognitivos, no es una aptitud única y
transparente, sino que la cognición implica numerosos sistemas especializados y
relativamente autónomos.

En primer lugar, Piaget señala que el lenguaje cumple un papel fundamental en el


proceso de la formación de la función simbólica, puesto que a diferencia de las otras de
sus manifestaciones que son construidas por el individuo de acuerdo a sus
necesidades, el lenguaje ya está completamente elaborado socialmente y le provee,
por ello, un conjunto de herramientas cognitivas (relaciones, clasificaciones, etc.) al
pensamiento.

Por un lado, y tal como lo demuestran los experimentos llevados a cabo por Piaget, se
encuentra que el lenguaje no es una condición necesaria ni suficiente para asegurar el
desarrollo del pensamiento lógico.

El significado de la palabra es un fenómeno del


pensamiento mientras esté encargado del lenguaje; y del habla solo si está relacionado
con el
pensamiento e iluminado por él. Es un fenómeno del pensamiento verbal, o del
lenguaje significativo, una
unión de palabra y pensamiento.
Las antiguas escuelas de psicología consideraban que el enlace entre palabra y
significado era un vínculo
de asociación que se establecía a través de percepciones simultáneas y repetidas de
determinados sonidos
y objetos. La asociación entre palabra y significado no puede cambiar su naturaleza
psicológica.

El significado de la palabra es un fenómeno del


pensamiento mientras esté encargado del lenguaje; y del habla solo si está relacionado
con el
pensamiento e iluminado por él. Es un fenómeno del pensamiento verbal, o del
lenguaje significativo, una
unión de palabra y pensamiento.
Las antiguas escuelas de psicología consideraban que el enlace entre palabra y
significado era un vínculo
de asociación que se establecía a través de percepciones simultáneas y repetidas de
determinados sonidos
y objetos. La asociación entre palabra y significado no puede cambiar su naturaleza
psicológica.

El significado de la palabra es un fenómeno del pensamiento mientras esté encargado


del lenguaje; y del habla solo si está relacionado con el pensamiento e iluminado por él.
Es un fenómeno del pensamiento verbal, o del lenguaje significativo, una unión de
palabra y pensamiento. Las antiguas escuelas de psicología consideraban que el
enlace entre palabra y significado era un vínculo de asociación que se establecía a
través de percepciones simultáneas y repetidas de determinados sonidos y objetos. La
asociación entre palabra y significado no puede cambiar su naturaleza psicológica.

En cuanto al problema de la evolución del significado de las palabras, el desarrollo se


reducía a cambios en las conexiones asociativas entre determinadas palabras y
objetos. No se comprende que la evolución histórica del lenguaje también cambia la
estructura del significado y su naturaleza psicológica, es decir, no cambia solo el
contenido de la palabra, sino el modo en que se generaliza la realidad y se refleja a
través de la palabra.

El pensamiento de un niño, debido a que surge como una totalidad borrosa debe
expresarse con una sola palabra. Cuando más diferenciado se torna, se encuentra con
más dificultades para expresarlo en palabras aisladas y así construye un total
compuesto. Recíprocamente, el progreso lingüístico ayuda a avanzar los
pensamientos. Entre pensamiento y palabra existen más diferencias que semejanzas.
La estructura del lenguaje no refleja la del pensamiento. El pensamiento sufre cambios
al convertirse en lenguaje.

Para una imagen verdadera del lenguaje interiorizado se debe partir de que es una
formación específica con leyes propias y relaciones especificas complejas con las otras
formas de la actividad lingüística El lenguaje externo es la conversación del
pensamiento en palabras, su materialización y objetivación; es decir, es para los otros.
El lenguaje interiorizado es habla para uno mismo; aquí el proceso se invierte: el habla
se transforma en pensamientos internos. Y lógicamente sus estructuras tienen que
diferir.
Vygotsky consideró el lenguaje como el instrumento más importante del pensamiento y
les dio importancia a las funciones cognitivas superiores, entre ellas, a las que se
fomenta en la escuela.

Conforme con ello, lo procesos de comunicación y participación compartida en


actividades, por su propia naturaleza, comprometen al niño, a sus compañeros y
cuidadores en la tarea de ampliar el conocimiento del niño y su habilidad de aplicarlo a
nuevos problemas.

De acuerdo con lo mencionado, el autor considera que el primer lenguaje del niño es
esencialmente social, producto de la relación con su entorno más cercano, para que
más adelante sus funciones comiencen a diferenciarse y con ello su lenguaje se
encuentre dividido en forma egocéntrica y comunicativa, las mismas que el autor señal
que son sociales.

El lenguaje social emerge cuando el niño transfiere las formas de comportamientos


sociales, participantes a la esfera personal, al interior de las funciones psíquicas.

En el área del pensamiento interiorizado Piaget fue el primero que prestó atención al
lenguaje egocéntrico del niño y vislumbro su significación teórica, pero no prestó
atención a su conexión genética con el lenguaje interiorizado, y esto constituyo un
obstáculo para la interpretación de las funciones y estructuras. Esa relación, para
Vygotsky, es el problema central.

Una primera conclusión fue que el lenguaje egocéntrico es una etapa del desarrollo que
preexiste al lenguaje exterior: ambos cumplen funciones intelectuales, sus estructuras
son semejantes y el habla egocéntrica desaparece en la edad escolar, cuando
comienza a desarrollarse el habla interiorizada. A partir de esto inferimos que uno se
transforma en el otro.

Con esta conversión, el lenguaje egocéntrico es la clave para el estudio del


interiorizado. El lenguaje egocéntrico es aún un lenguaje vocalizado y audible, o sea
externo. Pero al mismo tiempo lenguaje interior, en cuanto a función y estructura.

Para el estudio del leguaje interior es necesario que se exteriorice, para su análisis
funcional objetivo. El lenguaje egocéntrico proporciona esa exteriorización. Este
método tiene otra ventaja: debido a que el lenguaje egocéntrico puede ser estudiado en
el momento en que algunas de sus características van desapareciendo cuando se
forman otras nuevas, resulta posible determinar los rasgos esenciales del lenguaje
interiorizado y cuales son temporales, y así precisar el objetivo de este movimiento.
Se expondrá la naturaleza del pensamiento egocéntrico destacando las diferencias
entre esta teoría y la de Piaget. Piaget sostiene que el lenguaje egocéntrico es una
expresión directa del pensamiento que constituye un compromiso con la actividad
primaria del mismo y su gradual socialización. Al crecer el niño disminuye la
subjetividad y la socialización progresa Según la concepción de Piaget, el lenguaje
egocéntrico del niño no permanece totalmente egocéntrico, y esto hace que sus
expresiones sean incomprensibles para los otros.

El habla egocéntrica no cumple ninguna función en el pensamiento, simplemente los


acompaña. Y desciende en edad escolar Según la concepción de Vygotsky el
pensamiento egocéntrico desciende a cero en la edad escolar.

El lenguaje para uno mismo se origina a través de diferenciaciones respecto al lenguaje


de los otros. La función del lenguaje egocéntrico es similar a la del lenguaje
interiorizado: sirve de ayuda a la orientación mental y a la comprensión consciente,
relacionada íntima y útilmente con el pensamiento del niño.

Sin embargo, el destino del lenguaje egocéntrico según Piaget se desarrolla


elevadamente. Según Vygotsky es declinadamente, y finalmente se transforma en
lenguaje interiorizado. Entonces, cuando el lenguaje egocéntrico este declina y llega a
cero en la edad escolar, las características estructurales se tornan más y más
pronunciadas.

Todos los factores funcionales, estructurales y genéticos del lenguaje egocéntrico


establecen que el lenguaje se desarrolla en dirección al lenguaje interiorizado. Según
Vygotsky el habla egocéntrica, se origina en la individualización insuficiente del
lenguaje primario y su culminación se encuentra cuando se transforma en lenguaje
interiorizado. Consideramos tres observaciones:

1. El lenguaje egocéntrico se manifiesta solo en presencia de otros y no cuando el


niño está solo.
2. El niño tiene la ilusión de que su lenguaje egocéntrico no dirigido a alguien en
particular, resulta comprensible a quienes lo rodean.
3. El lenguaje egocéntrico no es inaudible ni murmurado.

Estas características no son causales. Desde el punto de vista del niño, el lenguaje
egocéntrico no está separado del social. De acuerdo con nuestro punto de vista,
subjetivamente, el lenguaje egocéntrico posee sus propias funciones; en ese aspecto
es independiente del lenguaje social. Sin embargo, su independencia no es completa
puesto que no es sentido como lenguaje interiorizado, y el niño no lo distingue del
lenguaje de los otros.

 En cuanto a considerar el lenguaje como una condición necesaria (pero no suficiente)
de la constitución de las operaciones, queda por determinar:
a) si las operaciones sólo funcionan en su forma lingüística o si manifiestan
"estructuras de conjunto" o sistemas dinámicos, no formulados en cuanto
sistemas en el lenguaje corriente (por oposición a los lenguajes técnicos).

b) El papel del lenguaje en la terminación de estas estructuras operatorias


eventuales sigue siendo necesario en un sentido constitutivo o a título solamente
de instrumento de formulación y de "reflexión";

c) En el caso en que juegue un papel constitutivo queda por establecer si lo es ante


todo en cuanto sistema de comunicación, con lo que ello comporta de reglas de
control y de precorrección de errores, o si lo es en el sentido de que las
estructuras estarían preestablecidas en un lenguaje completamente terminado.

Según Vygotsky, la relación entre el pensamiento y el lenguaje del niño se da a lo largo


de un proceso evolutivo; no obstante, los progresos de cada uno de estos no son
paralelos; es decir, son independientes y, por más que se pueden confundir entre
ambos, el desarrollo de los mismo es conexos más no lo mismo.

El habla (manifestación del lenguaje) permite que la persona se vaya relacionando de


manera más compleja con su entorno y reciba de éste cada vez más información con la
cual va a construir el conocimiento del mundo de la persona.

Es por ello que Vygotsky le da mucha importancia al lenguaje porque para él, el
primero, es el instrumento mediador por excelencia que le permite al ser humano, en
primer lugar, darse cuenta de que es un ser social porque puede comunicarse con los
demás; en segundo lugar, le permite exteriorizar su pensamiento y, en tercer lugar, a
partir del lenguaje el ser humano va conociendo el mundo y va construyendo sus
esquemas mentales en espacio y tiempo.
Las herramientas psicológicas son el puente entre las funciones mentales inferiores y
las funciones mentales superiores y, dentro de estas, el puente entre las habilidades
interpsicológicas (sociales) y las intrapsicológicas (personales). Las herramientas
psicológicas median nuestros pensamientos, sentimientos y conductas. Nuestra
capacidad de pensar, sentir y actuar depende de las herramientas psicológicas que
usamos para desarrollar esas funciones mentales superiores, ya sean interpsicológicas
o intrapsicológicas.
Tal vez la herramienta psicológica más importante es el lenguaje. Inicialmente, usamos
el lenguaje como medio de comunicación entre los individuos en las interacciones
sociales. Progresivamente, el lenguaje se convierte en una habilidad intrapsicológica y
por consiguiente, en una herramienta con la que pensamos y controlamos nuestro
propio comportamiento.
El lenguaje es la herramienta que posibilita el cobrar conciencia de uno mismo y el
ejercitar el control voluntario de nuestras acciones. Ya no imitamos simplemente
la conducta de lo demás, ya no reaccionamos simplemente al ambiente, con el
lenguaje ya tenemos la posibilidad de afirmar o negar, lo cual indica que el individuo
tiene conciencia de lo que es, y que actúa con voluntad propia. En ese momento
empezamos a ser distintos y diferentes de los objetos y de los demás.
Nuestras funciones mentales inferiores ceden a las funciones mentales superiores; y
las habilidades interpsicológicas dan lugar a las habilidades intrapsicológicas. En
resumen, a través del lenguaje conocemos, nos desarrollamos y creamos nuestra
realidad.
El lenguaje es la forma primaria de interacción con los adultos, y por lo tanto, es la
herramienta psicológica con la que el individuo se apropia de la riqueza del
conocimiento, desde esta perspectiva, el aprendizaje es el proceso por el que las
personas se apropian del contenido, y al mismo tiempo, de las herramientas
del pensamiento.
El aprendizaje es un proceso activo en el que se experimenta, se cometen errores, se
buscan soluciones; la información es importante, pero es más la forma en que se
presenta y la función que juega la experiencia del alumno y del estudiante.

En el aprendizaje o la construcción de los conocimientos, la búsqueda, la indagación, la


exploración, la investigación y la solución de problemas pueden jugar un papel
importante.

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