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Lenguaje interior

Entendemos por lenguaje interior o endofasia: los movimientos articulatorios latentes que


acompañan a la lectura, audición o pensamiento silencioso.
Se trataría de un lenguaje sin sonido, subvocalizado, una actividad previa al habla, un
lenguaje sin voz, una función en sí misma, una forma básica de pensamiento sin palabras. Los
filósofos de la antigüedad consideraban que pensar era hablarse a uno mismo en silencio.
Para Platón el pensamiento y el lenguaje hablado eran una misma cosa, y puede definirse el
pensamiento como 'procesos subvocales en la laringe. Los primeros estudios sobre el
lenguaje interno estaban basados en la introspección y en en observaciones cíclicas sobre los
trastornos del lenguaje, observándose que el lenguaje interno estaba constituido por imágenes
verbales de modalidad diversa (acústica, motora y visual) la interrupción del mismo era
explicable por disfunciones intelectuales relacionadas con la afasia.
Investigaciones posteriores se centraron en el estudio de los componentes motores, de los
micromovimientos de los órganos vocales, a través de aparatos mecánicos de precisión
creciente se concluyó que se producía un incremente de la musculatura vocal en todas las
tareas verbales. Investigaciones realizadas con el método E.M.G. (electromiográfico) indican
que se producen potenciales de lenguaje local, y no simples irradiaciones difusas del tono
muscular, y que las variaciones en las reacciones lingüísticas del E.M.G. dependen: del grado
de dificultad y novedad de la tarea, grado de automatización de las operaciones de
pensamiento, introducción de imágenes, actividad mental e inclinación a un tipo de memoria.
Los impulsos vocálico-motores se detectan no sólo en tareas que impliquen pensamiento
verbal abstracto, sino también en lo visual.
Pruebas experimentales del tipo de mediciones electromiográficas indican que el pensamiento
es una activación de mecanismos cerebrales del lenguaje, y que las diferentes formas de
pensamiento se acompañan de una actividad fisiológica diferente de los órganos articulatorios.
Los resultados, en función de las propiedades gramaticales y semánticas (obtenidos a partir
de las investigaciones sobre los trastornos del lenguaje), son menos concluyentes.
En general, se sostiene que se trata de una forma reducida y condensada del lenguaje en a su
papel en la adquisición del lenguaje infantil, pero existen posturas diferentes. Para Vygotski, el
lenguaje interior posee una función específica, leyes y límites precisos respecto a otras
actividades lingüísticas.
El habla se utilizaría para el pensamiento interno, desarrollándose en el campo de la
semántica, no en el de la fonética y se caracteriza por la conservación del predicado no el
sujeto ni las palabra que con él se relacionan; son, por lo tanto, trazos característicos la
tendencia predicativa y la carencia de palabras. Vygotski establece la siguiente secuencia:
una primera etapa de lenguaje social, a la que seguiría una segunda etapa de lenguaje
egocéntrico, que orienta la actividad mental y conduce a una tercera etapa de lenguaje
interior.
Se trataría de una evolución de lo social a lo individual, en la cual el lenguaje egocéntrico no
queda reducido a ser un simple acompañante de la actividad mental, si no que se constituye
en una ayuda valiosa. El lenguaje egocéntrico desaparece con la edad escolar, hecho que
induce a pensar en su transformación en lenguaje socializado. Este no es un antecedente del
lenguaje externo o su reproducción en la memoria, sino que posee estructuras diferentes. El
lenguaje egocéntrico es, en un principio, equiparable al social, pero en el proceso de
interiorización se va haciendo cada vez menos completo y coherente, reduciéndose a una
estructura predicativa.
Para Piaget, por el contrario, la génesis del lenguaje sigue una secuencia evolutiva que va de
lo individual a lo social, del pensamiento autista o no verbal, lenguaje egocéntrico y lenguaje
social. En este proceso el lenguaje egocéntrico es únicamente un acompañante de la
actividad del niño. Luria pone de manifiesto el papel regulador que posee el lenguaje en la
conducta humana.
Se dan varios estadios:

1. El lenguaje no puede regular la conducta por su escaso nivel de desarrollo.


2. El lenguaje comienza a regular la conducta, pero sólo a través de su acción impulsiva,
no de conexiones significativas.
3. La acción reguladora es ejercida por conexiones significativas producidas por el
lenguaje.
4. Se reduce la necesidad de lenguaje verbalizado y el control es asumido por el habla
interna, que se constituye en el componente más significativo de la actividad reflexiva
y voluntaria.

El lenguaje expresivo y lenguaje comprensivo. El primero de ellos se refiere a la capacidad de


recordar las palabras pertinentes, ordenarlas en oraciones, dando la lógica de nuestro idioma y así
exponer claramente una idea. El segundo se refiere a la capacidad de interpretar los estímulos
auditivos, extraer los significados ya sea al nivel de palabras o de oraciones de lo que hemos oído de
modo que se comprenda el mensaje.

Como ya sabemos el lenguaje se trata de un conjunto de signos, tanto orales como escritos, que a
través de su significado y su relación permiten la expresión, la comprensión y comunicación
humana. Además obtener datos e información suficiente, que sirvan como pautas para la
elaboración de un posterior tratamiento correcto y apto dependiendo de su edad cronológica, en
aquellos aspectos en los cuales el niño presente dificultades.

El lenguaje en educación infantil esta en pleno desarrollo a la hora de comunicarnos con los niños
debemos simplificar el lenguaje que vamos a utilizar para ello es conveniente:
 Hablar más despacio
 Pronunciar correctamente
  Repetir si es necesario
 Respetar el turno de palabra 

La pragmática o pragmalingüística es un subcampo de la lingüística, también estudiado por


la filosofía del lenguaje, la comunicación y la psicolingüística, que se interesa por el modo en
que el contexto influye en la interpretación del significado. El contexto debe entenderse
como situación, ya que puede incluir cualquier aspecto extralingüístico:
situación comunicativa, conocimiento compartido por los hablantes, relaciones
interpersonales, etc. La pragmática toma en consideración los factores extralingüísticos que
condicionan el uso del lenguaje, esto es, todos aquellos factores a los que no se hace
referencia en un estudio puramente formal.

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