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Hoy en día la Función Tutorial del maestro aparece como uno de los pilares
básicos de la calidad educativa y la personalización de la enseñanza. Sin
embargo, esto no ha sido así siempre, sino que ha ido evolucionando a lo largo
de la historia hasta definirse y configurarse con su significado actual.
El ser humano tiene unas necesidades que van más allá del aprendizaje
académico, entre otras: necesidad de discernir problemas y soluciones,
necesidad de tomar decisiones, necesidad de desarrollo y aceptación personal,
necesidad de relacionarse con los demás de manera equilibrada, necesidad de
buscar unos valores propios que guíen sus actuaciones, etc. En síntesis, el ser
humano requiere de atención no sólo a sus capacidades cognitivas, sino a sus
capacidades afectivas, sociales, de autonomía, etc. que le permitan
desarrollarse en todos los ámbitos de su vida.
Sea cual sea la definición, podemos encontrar una serie de aspectos comunes
a todas ellas que caracterizan la Acción Tutorial:
1
Citado en GRAÑERAS PASTRANA, PARRAS LAGUNA (et al.) (2009). Orientación educativa: fundamentos
teóricos, modelos institucionales y nuevas perspectivas. CIDE.
Pero esta labor de ayuda no se desarrolla de manera aislada, sino que debe
entenderse dentro de un proceso mucho más amplio: la orientación educativa.
DÓNDE RESPONSABLES
NIVEL 1 Aula Tutor y docentes
NIVEL 2 Centro Departamentos de Orientación (D.O.)
NIVEL 3 Zona Equipos de Zona (EOEP)
Cada uno de estos niveles tiene una función específica que los diferencia, pero,
a su vez, los tres se complementan compartiendo la misma finalidad: la
personalización de la educación y la contribución al desarrollo de las
competencias y objetivos establecidos en cada etapa educativa.
Función de Orientación
Función Docente
EOEP
Función
Tutorial
MAESTRO/A
D.O. TUTOR
Sin embargo, esta función no ha sido asumida desde los inicios del sistema
escolar, cuya finalidad básica era la instrucción y capacitación profesional; sino
que se ha ido desarrollando a lo largo de la historia de acuerdo a las funciones
asignadas al sistema educativo y al significado que, en cada momento
histórico-social, se ha dado a la educación como tal.
Pero no será hasta 1970, con la Ley General de Educación cuando aparezca
regulada por primera vez la figura del tutor en el sistema educativo español,
enmarcada en el nuevo modelo de atención al alumnado. Así, la ley recoge el
derecho a la orientación educativa y profesional del estudiante que implica:
b. Legislación Actual
La referencia normativa general que enmarca todas las acciones relacionadas
con la función tutoria es la Ley Orgánica, de 3 de mayo, de Educación como
ley educativa vigente en la actualidad en nuestro país.
2
MONTANERO, M. (2008). Modelos de Orientación e Intervención Psicopedagógica. Colección Manuales
UEX, nº 61. Cáceres: Universidad de Extremadura.
3
Establecido a través del Real Decreto 82/1996 de 26 de enero (BOE, 20.2.96)
Por último, dentro del territorio extremeño debemos tener presentes las
Instrucciones de 27 de junio de 2006 que establecen las condiciones
específicas en las que se debe desarrollar la función tutorial en Extremadura,
que veremos más adelante, así como las orientaciones para la elaboración del
Programa de Orientación y Acción Tutorial (tema 3).
Fernández Torres (1991, 12) define al tutor como “la persona que dentro de la
comunidad escolar engloba y se responsabiliza de guiar la evolución del
alumno en lo que atañe a su aprendizaje y evolución personal, sirviendo de
cauce a las intervenciones de las personas implicadas en la educación de los
alumnos, con unas funciones que le son propias”.
Como veremos más adelante, las funciones del tutor recaen no sólo sobre el
alumnado, sino también sobre el profesorado, las familias y otros agentes
educativos.
en los distintos ámbitos: familiar, escolar, social…, para que esa integración
favorezca su desarrollo personal.
Por último, los tutores necesitan capacidades que les permitan aplicar las
diferentes estrategias, técnicas y programas de manera eficaz en función de
cada situación. La formación teórica no cumple sus fines si no se tiene la
capacidad de aplicarla a la realidad en función de las necesidades y
circunstancias, si no ayuda a resolver problemas en la práctica diaria educativa.
Por tanto, podemos decir que la tutoría no es una acción que se desarrolle de
forma aislada, sino que debemos entenderla como una actuación educativa
que debe realizarse de forma colectiva y coordinada, que implique a los tutores,
a todos los profesores y al centro educativo en general.
1. Los alumnos
2. Las familias
3. Otros profesionales
El ámbito sobre el que el tutor actúa de forma más amplia, directa y continua es
el alumno; sin embargo, no podemos olvidar la importancia de todos los
contextos y agentes educativos para desarrollar una labor educativa de
acuerdo a los fines de la acción tutorial (individualización y desarrollo integral
de la persona).
a. El alumnado
Como acabamos de comentar, el alumnado es el ámbito de mayor relevancia
en la acción tutorial. Entre las funciones específicas asignadas al tutor en el
ámbito del alumnado, podemos incluir:
Individuales Grupales
4
Citado en Del Río Sadornil (coord.) (2007). Orientación educativa y tutoría, p. 36. Madrid: Sanz y Torres.
b. Familias
El papel fundamental del tutor con las familias es el de la cooperación y
coherencia en la educación del alumnado. La educación es función de las
familias, pero el tutor debe conocer, informar y colaborar para conseguir que el
alumnado avance en su proceso de enseñanza-aprendizaje. De ahí la
necesidad de programar actuaciones que impliquen a las familias en el
contexto escolar.
INDIVIDUALES GRUPALES
PRESENCIALES Tutoría Reunión Inicial
NO
Agenda Escolar Preparación convivencia
PRESENCIALES
Toma de decisión sobre cómo actuar
PLENA
Toma de decisión sobre salida extraescolar
PARCIAL Información sobre una decisión ya tomada
Asistencia a una
ESPORÁDICA
tutoría
Colaboración y
SISTEMÁTICA participación en un
programa (salud…)
Encuentros individuales
Los encuentros individuales tienen una gran importancia. El trabajo de
orientación de la familia es uno de los más complejos en el Centro ya que debe
aprovecharse cada momento casual de contacto con los padres para realizar
una labor educativa con los mismos en una relación relajada y sin formalismos
que muchas veces logra más resultados que otras vías más estructuradas de la
orientación y educación de padres.
Mantener interesados a los padres por los conocimientos pedagógicos
requiere todo un proceso de análisis de las características propias de forma
individual y de trabajo sistemático para poder brindar la ayuda necesaria y
precisa en el momento oportuno, tener tacto para hacerse entender y no
provocar una negativa rotunda al problema que se quiere dar solución. Por
ejemplo si se necesita hablar con los padres porque se observa dificultades en
la conducta de su hijo, esto se hará a solas, sin palabras chocantes que
puedan crearle predisposición hacia el tema o justificación del asunto. En estos
casos se buscarán las palabras apropiadas que ayuden a los padres a la
comprensión y reflexión del problema, y a su vez poder encausarlos a una
solución conjunta de la dificultad de su hijo.
Esta vía se utilizará fundamentalmente cuando se desee prestar ayuda activa a
los padres cuando exista un problema concreto que se quiera resolver, lo que
de ninguna manera puede quedarse en el simple hecho de presentar el
problema, sino llevar de frente la sistematización del trabajo individual con el
niño, analizando el desarrollo de la dificultad, sus logros o necesidades de
cambio de procedimiento hasta superar dicha dificultad en la unidad de la
familia y la institución.
Reuniones de padres
Las reuniones de padres ofrecen un marco de contenido más amplio donde
prevalece la función informativa y reguladora de la comunicación entre el
educador y los padres de familia con una gama amplia de aspectos a analizar
que pueden ir desde la información del curso del desarrollo de los niños hasta
aspectos organizativos y educativos del centro o el aula
Las reuniones son una de las formas colectiva de trabajar con los padres a las
que hay que imprimirles mayor flexibilidad y creatividad en su forma
organizativa, para lograr que no sean esquemáticas y se adecuen a la
información, orientación y definición de aspectos prácticos que necesitan los
padres.
En el centro se deben promover la realización de reuniones en que sus
objetivos fundamentales sean exponer experiencias educativas que los padres
han trabajado en casa bajo la orientación del educador, a fin de que sirvan al
resto de los padres para mejorar el trato y manejo de sus hijos. También
pueden organizarse preguntas y respuestas que promuevan el análisis de
aspectos importantes, tanto pedagógicos, de alimentación, salud,
comportamiento y en cuya respuesta se observará el desarrollo educativo
alcanzado por los padres y su aplicación en las actividades dentro del hogar.
Siempre se tendrá en cuenta que estas reuniones han de tener un doble
carácter, tanto para demostrar cómo va la formación de los niños en el
desarrollo de hábitos, habilidades y capacidades; como para dar a los
progenitores algunas ideas para la realización de actividades en casa que
reafirmen los conocimientos que los niños aprenden en el centro.
Uno de las cuestiones fundamentales para que estas reuniones se lleven a
cabo de manera eficaz es convocarlas en un horario asequible para los padres
y madres y organizarlas previamente (espacios necesarios, temas a tratar, etc.)
Participación en el aula
La participación de las familias en las actividades propiamente académicas o
escolares dentro del centro escolar, compartiendo actividades con el
profesorado y sus hijos, es una de las estrategias que mayor motivación
proporcionan al grupo clase, aportando coherencia y trabajo cooperativo entre
dos agentes esenciales para la persona: su familia y el centro escolar.
Entre las modalidades de participación en el aula podemos destacar:
Talleres: actividades grupales centradas en el aprendizaje de diferentes
técnicas (taller de papel, de modelado, de teatro, de gastronomía, de
inventos…). En estas actividades las familias pueden responsabilizarse
por grupos del desarrollo de diferentes talleres.
Contenidos específicos del temario (profesiones, cultivos, transportes,
etc.). Muchos maestros aprovechan los conocimientos o materiales de
que dispone la familia para trabajar un tema de clase a través de la
participación familiar. Esta actividad es esencial para desarrollar la
relación entre el currículo y el entorno en el que se desenvuelve el
alumno.
Actividades de aula (como por ejemplo, las experiencias de “grupos
interactivos” que se desarrollan en las Comunidades de Aprendizaje), en
las que diversos adultos se encargan de diferentes actividades cada día.
El alumnado se distribuye en grupos pequeños y va rotando por las
diferentes actividades.
Entre los profesionales con los que debe coordinarse y colaborar el tutor,
destacamos:
CONCLUSIÓN
A modo de conclusión destacar que la Acción Tutorial es esencial para
conseguir los fines educativos que en la actualidad se plantea el sistema
escolar (el desarrollo integral del alumno y la personalización de la educación),
con criterios de calidad y no puede considerarse desligada de la función
docente. El maestro, por el hecho de serlo, debe caminar hacia la Educación
de su alumnado y la educación va más allá de la mera instrucción académica o
transmisión de conocimientos.
BIBLIOGRAFÍA
Referencias bibliográficas