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PSICOPATOLOGIA INFANTIL

UNIDAD 1 TAREA 2
SÍNDROMES CLÍNICOS DEL BEBE

CUADRO SINOPTICO
FACTORES DE RIESGO EN PSICOPATOLOGÍA INFANTIL

REFLEXION

Es importante que como psicólogos se conozcan los factores de riesgo de los


trastornos psiquiátricos se usen habitualmente.

Los factores de riesgo y de protección pueden ser: biológicos o ambientales


(psicosociales); crónicos o agudos; modificables o no modificables; relacionados con el
individuo, su ambiente o su comunidad.

Es claro que un factor de riesgo no afecta igual a un niño que a otro. Un conjunto de
factores de riesgo no siempre provoca el mismo resultado. Esto ocurre porque los
factores de riesgo interactúan entre sí, y con los factores de protección, de manera muy
dinámica, aumentando o disminuyendo el riesgo de presentar un trastorno psiquiátrico.
Así, cada niño tiene su propia vulnerabilidad biológica a presentar un determinado
trastorno psiquiátrico.

Un factor de riesgo no determina la aparición de un trastorno. Incluso cuando el niño


tiene varios factores de riesgo (por ejemplo, madre con depresión, niño con síntomas
depresivos, padre ausente), los factores de protección (por ejemplo, apoyo familiar,
amigos que supongan «buena influencia», vocación profesional) pueden ayudar al niño
a adaptarse a sus circunstancias adversas y a que finalmente él no presente depresión.

El psicólogo goza de una posición privilegiada para informar a las familias sobre cómo
disminuir los factores de riesgo y aumentar los factores de protección modificables.

En esa etapa junto con el pediatra debe tener muy en cuenta los factores de riesgo
genéticos. Actualmente nuestro mejor «test genético» son los antecedentes familiares.
Un niño tiene más probabilidad de presentar un trastorno psiquiátrico si uno de los
padres lo presenta, sobre todo si en el progenitor es grave y/o comenzó en la infancia.
El riesgo es mayor si lo presentan ambos padres, y cuantos más familiares lo
presenten.

El pediatra debe controlar que algunos trastornos psiquiátricos con frecuencia se dan
«juntos». Por ejemplo, si un niño presenta un trastorno de ansiedad, aumenta el riesgo
de que también sufra depresión, sobre todo si es un trastorno de ansiedad
generalizada. Si un niño presenta depresión también aumenta el riesgo de ansiedad.

Es importante tener en el radar todas estas afectaciones y saber cómo se presentan y


porque diagnosticarlas.

REFERENCIAS
● Talarn, A. (Comp.) (2015). Manual de psicopatología clínica. (2a. ed.). Barcelona, Herder Editorial.
● López, M. D. y Polo, M. T. (2015). Trastornos del desarrollo infantil. (2a. ed.). Madrid, Difusora Larousse - Ediciones Pirámide.

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