Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
AREA
Integrantes
CICLO / AULA
6TO - C
PROFESOR
2022
LA POSESIÓN EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO
autor, en nuestro país el Código Civil ha adoptado uno, el cuál debe ser adecuado acorde al
propiedad ante la dificultad que significa acreditar el dominio en cada momento, aunque
prueba de la propiedad. Es decir, la posesión es ahora sólo la mejor fórmula que existe para
Noción de Posesión.
El artículo 896 del C.C.P, nos mencionamos de a forma que debemos de entender la
posesión, o una idea general, el cual nos menciona a la posesión como un ejercicio de hecho
que tiene una personas o más sobre una propiedad, es decir que las mismas pueden disponer de
dicha propiedad a su manera o idea.
Servidor de la Posesión.
El servidor de posesión es todo aquel que posea una propiedad, pero no pueda disponer
de esta, o sea no está a nombre suyo y recibe órdenes para la explotación de la misma. Esto
mayormente está relacionado a como un empleo, es decir el servidor recibirá una remuneración
por cuidar los intereses de dicha propiedad que en este caso pertenecerían a otros.
Quién ejerce la suma tiene que ser poseedor, haberlo sido ser acreedor.
Debe existir un anterior poseedor cuyo periodo será sumado.
Entre ambos y los anteriores poseedores, debe producirse una entrega valida del
bien.
Debe existir homogeneidad entre las posesiones que se suman.
Coposesión
Existe coposesión cuando dos o más personas poseen un mismo bien conjuntamente.
Cada poseedor puede ejercer sobre los bien actos posesorios, con tal que no signifiquen
la exclusión de los demás.
Adquisición de la posesión
La posesión se adquiere por la tradición, salvo los casos de adquisición originaria que
establece la ley.
Tradición
La tradición se realiza mediante la entrega del bien a quien debe recibirlo o a la persona
designada por él o por la ley y con las formalidades que ésta establece
No habiendo el testador determinado especialmente las facultades de los albaceas, tendrán las
siguientes:
1. Disponer y pagar los sufragios y el funeral del testador con arreglo a lo dispuesto por
él en el testamento; y, en su defecto, según la costumbre del pueblo.
2. Satisfacer los legados que consistan en metálico, con el conocimiento y beneplácito del
heredero.
4. Tomar las precauciones necesarias para la conservación y custodia de los bienes, con
intervención de los herederos presentes.
Herencia
Una herencia es aquella masa patrimonial (bienes, derechos y obligaciones) que
adquiere una persona debido a la muerte de su anterior propietario. Quien recibe algo por
herencia recibe el nombre de heredero o legatario.
Legados.
El legado es una forma de sucesión mediante la cual el difunto deja un bien o derecho
a varias personas. El legatario, que es quien recibe esos bienes o derechos, sucederá al fallecido
solo en lo que le ha sido legado y no con carácter general.
¿Dónde se regulan?
Esta figura tiene su base jurídica en el Código Civil a partir del artículo 858:
El testador podrá gravar con mandas y legados no sólo a su heredero, sino también a
los legatarios. Éstos no estarán obligados a responder del gravamen sino hasta donde alcance
el valor del legado.
“Se conserva la posesión, aunque su ejercicio esté impedido por hechos de naturaleza
pasajera”.
CONSERVACIÓN
Se puede adquirir sin violencia la posesión de un fundo ajeno cuando esté vacante por
abandono, por muerte sin sucesor o por larga ausencia de su dueño. En el derecho justinianeo
se conserva la posesión en el caso del ausente sólo con el ánimo. La posesión se
conserva con ánimo propia y tenencia ajena cuando alguien detenta una cosa en nuestro
nombre.
Capítulo tercero: Clases de posesión y sus efectos
Tal como dice el artículo antes mencionado, artículo 905° del Código Civil, el poseedor
inmediato debe reunir dos características: ser temporal y poseer en virtud de un título. Temporal
es lo que tiene término; sujeto a un plazo determinado o determinable. Es lo contrario de lo
permanente, de lo perpetuo. Poseedor temporal es todo aquel que se ha obligado a devolver el
bien. Por tanto, es un poseedor cuya posesión debe terminar en un plazo determinado o por
determinarse. Desde luego, no es el caso del propietario, quien no posee temporalmente. Aquel
posee de manera permanente y no está obligado a restituir la cosa en determinado plazo.
Se puede no tener derecho a poseer y por tanto ser poseedor ilegítimo, por diversas
razones. Así, por ejemplo, es poseedor ilegítimo el que posee sin tener un título, es decir, un
acto jurídico que le da derecho a poseer. El supuesto es el del usurpador. También es poseedor
ilegítimo el que tiene un título, pero ha vencido, ya sea porque estaba sujeto a plazo o porque
concluyó por resolución o por alguna otra circunstancia. Igualmente es poseedor ilegítimo el
que tiene un título viciado: el comprador que entra a poseer en mérito de un contrato nulo.
Finalmente, es poseedor ilegítimo el que tiene un título válido y vigente, pero deriva de una
persona que no tenía derecho, como es el caso del que posee en mérito de un contrato de
arrendamiento celebrado con un usurpador. En todos estos casos el poseedor no tiene derecho
a poseer.
DURACION DE LA BUENA FE
La buena fe dura mientras las circunstancias permitan al poseedor creer que posee
legítimamente o hasta que sea citado en juicio, si la demanda resulta fundada. Jurisprudencia
vinculante: Casación N°458-96 Lambayeque (Editores, 2022) “Este artículo establece que
la buena fe dura mientras las circunstancia permita al poseedor creer que poseen legítimamente
o, en todo caso hasta que sea citado a juicio, si la demanda resulta fundada; que este artículo
precisa hasta que momento dura la buena fe cuando el poseedor crea que posea el bien al
amparo de un título que lo acredite como tal; así mismo la citada norma precisa que el juicio
cuya citación pone fin a la buena fe es uno en que el poseedor sea vencido (guzman, 2020).
Para nosotros, la buena fe es una sola; en consecuencia, tanto su aspecto subjetivo (creencia)
como su aspecto objetivo (comportamiento) deberán concurrir copulativamente para que se
pueda alegar, valga la redundancia, la buena fe y, de ese modo, el ordenamiento jurídico pueda
tutelar el derecho del tercero (o de quien alegue haber tenido buena fe).
Esto último se refiere al estado de ignorancia del tercero (o de la personas que aleguen
haber tenido buena fe) solo será legítimo (buena fe subjetiva) en la medida en que el
comportamiento que lo acompañe sea el correcto (buena fe objetiva); ello implica, en primer
lugar, que el tercero (o las personas que aleguen haber tenido buena fe) actué con diligencia,
es decir, que haya practicado todos los actos necesarios tendientes a buscar la información
relevante acerca de la situación jurídica que lo afecta (por ejemplo, ir a registros públicos y
verificar que el inmueble que pretende adquirir no cuente con cargas y gravámenes); acto
seguido, en ese momento, su estado de ignorancia podrá considerarse legítimo y, así,
finalmente se configura la buena fe. (guzman, 2020)
También podrá serlo quien no reconozca la titularidad de otra persona, conforme los
supuestos del articulo 911 C.C este se clasifica a la posesión en mediata e inmediata, legitima
o ilegitima, y a su vez la posesión ilegitima se sub clasifica de buena o mala fe y la posesión
precaria…”
Será poseedor de mala fe quien, a título de dolo, ejerce una posesión que se sabe
ilegítima; pero también lo será cuando, al darse cuenta de que en realidad su posesión era
ilegítima, el poseedor actúe con culpa al ser consciente de que su título está viciado; sin
embargo, si bien el haber sobrevenido esa situación no modifica su buena fe inicial, sí
determinará su duración
Conforme al artículo 910° del Código Civil, “el poseedor de mala fe está obligado a
entregar los frutos percibidos y, si no existen, a pagar su valor estimado al tiempo que los
percibió o debió percibir.”
• Una persona que cree que tiene derecho a poseer sin tener ningún derecho (por
ejemplo, herederos que no han negado la herencia).
• El dueño sabe que su título no es suficiente para poseer.
A este fin, la posesión como propietario debe ser pacífica, continua y abierta.
Se restituye tanto natural como mixtos. Porque todos ellos pertenecían al dueño de la
cosa, y le fueron quitados injustamente. Lo mismo se aplica a los propietarios de buena fe.
Después de advertirlo, era ajeno al deudor o custodio moroso. En este caso, el ladrón no hizo
daño al propietario, por lo que no tiene que devolver la fruta que el poseedor no debería haber
recibido, aunque no lo haya recibido. El precio de lo robado debe ser mediocre, ni el más alto
ni el más bajo.
“La posesión precaria es la que se ejerce sin título alguno o cuando el que se tenía ha
defenecido.”
La posesión precaria regulada por el artículo 911° del código civil señala que es
ocupante precario el que no cuenta con un título o cuyo título ha fenecido; mas esta redacción
no es del todo adecuada pues omitió el considerar aquel supuesto en el cual la posesión se
ejerce en virtud de un título manifiestamente nulo; pues, si bien es cierto que en este caso el
poseedor cuenta con un título, este se encuentra viciado, de tal forma que es invalido, pues, en
primer término la nulidad supone la ineficacia automática y originaria del negocio jurídico, y
esta al ser manifiesta puede ser declarada de oficio por cualquier juzgador que conozca la causa
en ejercicio de sus potestades y con la finalidad de tutelar el orden público.
CAPÍTULO CUARTO
Presunciones Legales
Presunciones legales
Para poder entender los siguientes artículos del CCP del libro V Derechos Reales.
Capítulo cuarto: Presunciones legales, tenemos que desarrollar la propiedad y luego la
posición.
“La posesión es una relación o estado de hecho. No prejuzga, mas sobre una calificación
jurídica, ni determinamos si este estado de hecho se funda en un derecho, si puede llegar a ser
un derecho o si engendra consecuencias jurídicas; por el momento, el punto de partida debe ser
el que nos dan los sentidos, lo que nos permite la observación directa advertir, para comprobar
un simple estado de hecho, es decir, un contacto material del hombre con la cosa”.
Como manifestación de ese poder, el sujeto ejecuta un con• junto de actos materiales
que se refieren, de ordinario, al aprovechamiento de la cosa.
Estas presunciones legales son conjeturas que hace la ley que permiten establecer un
hecho desconocido a partir de un hecho conocido, son útiles por que simplifican la prueba en
base a situaciones hipotéticas que usualmente ocurren.
“Artículo 913.- Presunción de posesión de accesorios”
“La posesión de un inmueble hace presumir la de los bienes muebles que se hallen en
él”.
“La presunción a que se refiere este artículo no favorece al poseedor del bien inscrito a
nombre de otra persona”.
Cuando una persona quiere continuar con la posesión, esta tiene que demostrar
continuidad, es decir no haber tenido interrupciones de su posesión antigua, según ley este tiene
que ser menos de un año caso contrario se interrumpe la posesión por medio de sentencia.
Clases de mejora.
Encontramos las siguientes clases de mejora de posesión en el artículo 916 del C.C.P
Las mejoras son necesarias, cuando tienen por objeto impedir la destrucción o
el deterioro del bien.
Son útiles, las que sin pertenecer a la categoría de las necesarias aumentan el
valor y la renta del bien.
Son de recreo, cuando sin ser necesarias ni útiles, sirven para ornato, lucimiento
o mayor comodidad.
El poseedor tiene derecho a valor actual de las mejoras necesarias y útiles que existan
al tiempo de la restitución y a retirar las de recreo que puedan separarse sin daño, salvo que el
dueño opte por pagar por su valor actual. La regla del párrafo anterior no es aplicable a las
mejoras hechas después de la citación judicial sino cuando se trata de las necesarias.
El derecho de retención es aquel otorgado por la ley, a aquella persona que posee un
bien por otro, que le permite a ésta rehusar entregar el mismo a su propietario o a la persona a
la que le es debida la entrega -manteniéndonos así legítimamente en posesión del mismo- hasta
que se le pague o garantice un crédito generado a su favor. El crédito garantizado con esta
facultad de retención debe guardar conexión con el bien retenido, como veremos después.
Tradicionalmente se ha entendido que el derecho de retención implica conceder a un acreedor
el derecho a ejercer un acto de justicia privada, es decir hacer justicia por su propia mano. Sin
embargo, algunos autores sostienen por el contrario que el ejercicio del derecho de retención
por un acreedor no constituye un acto de justicia " ... pues no satisface el crédito del retenedor
ni impide definitivamente la entrega de la cosa debida al deudor reclamante. Sólo cautela el
crédito del retenedor." (Leiva, 1981)
Es así, que incluso afirman “que se trataría de una garantía natural y pasiva, pero la
mejor que un acreedor quirografario pueda obtener para su crédito.", debido a que no cuenta
con otra garantía que lo cautele y le asegure la satisfacción del mismo; he ahí su importancia.
Para efectos del presente trabajo, asumiremos que el derecho de retención es en sí una facultad
legal, un mecanismo que se le otorga al poseedor de un bien para presionar a su deudor
(propietario del bien o persona a la que se le es debida su entrega), negándose a devolverle el
bien retenido, hasta que su deudor le pague o le garantice que lo va a hacer.
En otras palabras, asumiremos que el derecho de retención es otorgado por la ley a fin
de cautelar el crédito debido al retenedor, otorgándole un mecanismo de presión legítimo con
el objetivo de que su deudor cumpla con satisfacerlo. Nuestro Código Civil al recoger esta
figura lo hace en el Libro V de los Derechos Reales, como un derecho real de garantía.
Varios autores cuestionan este tratamiento legislativo dado que la institución estudiada
no comparte todas las características esenciales de los derechos reales de garantía.
En tal sentido, nuestra legislación define al derecho de retención como aquel por el cual
un acreedor retiene en su poder el bien de su deudor si su crédito no está suficientemente
garantizado. Este derecho procede en los casos que establece la ley o cuando haya conexión
entre el crédito y el bien que se retiene. Como vemos, el crédito "garantizado" con el derecho
de retención debe estar vinculado con el bien objeto de la retención, no procediendo su
constitución para satisfacer créditos con distinto origen salvo que la ley expresamente lo
permita. Consideramos que esta conexión debe guardarse entre el motivo por el cual se entra a
poseer el bien y el crédito insatisfecho que se busca cautelar.
Artículo 920
Desposeído. La acción se realiza dentro de los quince (15) días siguientes a que tome
conocimiento de la desposesión. En cualquier caso, debe abstenerse de las vías de hecho no
justificadas por las
Circunstancias.
1.- Tradición
2.- Abandono