Está en la página 1de 25

HIGIENE DEL SUEÑO EN ADOLESCENTES DE 15

AÑOS DEL COLEGIO NUESTRA SEÑORA DEL


CONSUELO

Marko Auza, Chiara Consoli, David Neyra


Universidad de Piura-Sede Lima
Psicología del Desarrollo 2
Laura Vargas Villalobos
22/09/2022
2

1. INTRODUCCIÓN
La higiene del sueño en los adolescentes siempre termina resultando un tema, cuanto
menos, interesante de tratar. Sabemos que la adolescencia es una etapa de varios cambios,
tanto a nivel biológico, psicológico, cognitivo, social, etc. Y con ello los diferentes contextos
nuevos a los que los jóvenes se ven expuestos. De entre todos ellos, el sueño no puede
quedarse atrás, implicando parte crucial para su óptimo desarrollo en un futuro adulto. Este es
un proceso de maduración en distintos niveles, mismo proceso que puede verse perjudicado
por la falta de una higiene adecuada del sueño.
El sueño y sus alcances para con el bien o mal del adolescente impactan incluso en su
desempeño académico, en la capacidad que tiene de ser productivo en sus labores y el nivel
de atención que puede invertir en asuntos importantes para su futuro. Es por eso que nuestro
grupo considera pertinente abarcar en su amplitud (dentro de lo posible) la situación actual de
la higiene del sueño en adolescentes de la muestra obtenida e intentar influir positivamente en
la correcta aplicación de la misma.
Se buscará identificar diversos factores influyentes en el contexto de cada alumno.
Entre estos podríamos mencionar las horas de sueño promedio al día, la hora de acostarse y
levantarse tanto en días de semana como fines de semana y comparar ambas respuestas, si se
usa algún método para autorregular sus horarios de sueño, si reciben apoyo o límites por parte
de un tercero (ejemplo: padres de familia), etc. Para luego abarcar toda la información
brindada a manera de taller informativo y dinámico, generando interés sobre el tema a la
muestra sobre la que trabajaremos y brindándoles la información y herramientas necesarias
para una correcta higiene del sueño.
3

2. MARCO TEÓRICO
En primer lugar, la adolescencia es definida por la OMS como “la fase de la vida que
va de la niñez a la edad adulta, o sea desde los 10 hasta los 19 años” (Organización Mundial
de la Salud). Y sobre esta misma definición escogeremos una población específica
(adolescentes de 15 años del Colegio Nuestra Señora del Consuelo) para enfocarnos en tratar
con ellos un tema tan importante como lo es el sueño.
Para un adecuado desarrollo y salud, especialmente, en niños y adolescentes, es
fundamental el sueño. Es menester, un adecuado momento, duración, calidad, y regularidad
de este mismo para que sea saludable y no se produzcan trastornos del sueño. Pero ¿qué es el
sueño? Según Vicario, el sueño es un estado fisiológico, reversible y cíclico, se contrapone al
estado de vigilia y presenta unas características conductuales a través de ciertas
manifestaciones como la reducida ausencia de motilidad y un notorio aumento del umbral de
respuesta ante estimulaciones externas (2016).
Rico-Rosillo y Vega-Robledo coinciden que el sueño es un proceso fisiológico, pero
añaden que se encuentra fuertemente en relación con la periodicidad circadiana, estado en
donde, la reacción a estímulos externos se reduce notablemente (2018). Además, los autores
comentan que “... la privación, disminución o fragmentación del sueño producen alteraciones
neuroinmunoendocrinas” (Rico-Rosillo, M. & Vega-Robledo, G. 2018) que perjudican a las
personas a nivel fisiológico, biológico, psicológico, emocional e incluso energético.
Hoy en día es más común presenciar alteraciones de sueño en adolescentes y jóvenes,
debido a diversos factores tales como, el incremento de las actividades mediante los
dispositivos electrónicos (aumento de series y películas en plataformas digitales, videojuegos
en línea, redes sociales, entre otros), la falta de control de los padres hacia los hijos debido a
la extensión la jornada laboral, la ampliación de actividades estudiantiles fuera del horario
escolar, entre otras situaciones actuales que producen una alteración del sueño.
Y ¿por qué los jóvenes y/o adolescentes no cuidan sus hábitos del sueño como los
adultos?, debemos comprender primeramente lo que es un adolescente y para ello es
necesario fiarse de una definición que ha perdurado a lo largo del tiempo. Aristóteles, en su
libro “La retórica”, capítulo XII dice: “Los jóvenes son por carácter concupiscentes y
decididos a hacer cuanto puedan apetecer. Y en cuanto a los apetitos corporales son, sobre
todo, seguidores de los placeres del amor e incontinentes en ellos. También son fácilmente
variables y enseguida se cansan de sus placeres, y los apetecen con violencia, pero también se
calman rápidamente; sus caprichos son violentos, pero no grandes… también son los jóvenes
apasionados y de genio vivo y capaz de dejarse llevar por sus impulsos… prefieren realizar
4

las cosas que son hermosas que las que son convenientes, porque viven más según su manera
de ser que según la razón, y la razón calculadora se nutre de lo conveniente; la virtud, en
cambio, de lo bello. Y son más amantes de los amigos y compañeros que los de otras edades,
porque gozan con la convivencia y porque todavía no juzgan nada de cara a la utilidad… y en
todas esas cosas pecan por exceso… así pues, tal es el carácter de los jóvenes”.
Desde esa mirada, podemos hacernos una idea de diferentes nuevas conductas que
atraviesan los adolescentes durante esta etapa. Asimismo, no podemos dejar de un lado los
diferentes procesos biológicos que atraviesa el cerebro adolescente que sigue en un proceso
de maduración.
Cárdenas Egúsquiza explica la notoria inclinación por parte de los adolescentes a
volverse vespertinos debido al incremento de hormonas sexuales, presentando una menor
cantidad de horas de sueño y estando directamente correlacionado con el inicio de la etapa
puberal. Específicamente se menciona un retraso en la secreción de la melatonina (hormona
que influye en el sueño y cuya liberación depende del nivel de luz en el ambiente) debido a la
alteración de la sensibilidad a la luz, producto de estos mismos cambios hormonales durante
la adolescencia (2018).
Para ser más específicos, Collado-Mateo, Díaz-Morales, Escribano y Delgado
encuentran a la vespertinidad como la preferencia a realizar actividades por la tarde, más que
los matutinos quienes lo prefieren en las mañanas y se sincronizan mejor dentro del ritmo
circadiano del sueño con la presencia de luz u oscuridad con diferencia de 1.5 y 3 horas antes
que los vespertinos (2013). Por ende, podemos correlacionar la vespertinidad, con la
adolescencia y el inicio de la etapa puberal implicando toda una serie de cambios hormonales
típicos de esta etapa.
Presentado todo lo anterior, ¿cómo podríamos definir cuántas horas de sueño son las
adecuadas para un adolescente? Según la National Sleep Foundation (2020) y la American
Academy of Sleep Medicine (2020) los adolescentes necesitan entre 8 a 10 horas de sueño
diarias. Por lo que podemos inferir que pese a los diferentes cambios biológicos que
atraviesan los adolescentes para acostarse más tarde (vespertinidad), las horas de sueño
siguen manteniendo un margen necesario de duración relativamente acaparador en todo el
día.
Esto último es importante recalcar, porque la adolescencia se caracteriza por ser una
etapa muy escolar y rodeada de muchas actividades que desemboca lógicamente en un menor
tiempo para dedicarle a las horas del sueño afectando negativamente en dichas actividades.
Por mencionar, los problemas o falta de horas del sueño podríamos relacionarlos con el
5

desempeño académico Un estudio realizado por García-Real y Losada-Puente (2022)


encuentra que el ajuste escolar es mejor para aquellos que no presentan problemas al dormir
en comparación de aquellos que sí los presentan.
Lira & Custodio nos mencionan que aquellos escolares del nivel secundario de educación
básica reflejan calificaciones altas cuando adquieren una mejor calidad de sueño. Sin
embargo, aquellos estudiantes que poseen una calidad de sueño inferior a la del primer grupo,
presentan calificaciones bajas. Los investigadores comentan que esto podría verse influido
por alteraciones en los patrones de sueño durante la etapa adolescente, en gran parte por la
actividad endocrina intensa, que generaría un retraso de dos horas aproximadamente al
momento de ir a la cama y al despertar también. Algo que Lira & Custodio aportan es que las
alteraciones de los patrones del sueño podrían verse seriamente comprometidos por la
exigencia escolar (2018).

Vidal menciona que varias redes cerebrales en las que se involucran funciones
ejecutivas como la preparación y respuesta ante cualquier estímulo, la dirección de atención y
la inhibición de distractores, se ven perjudicadas por la perturbación del sueño (2020).
Evidentemente, si tenemos deficiencias en estas funciones ejecutivas, es mayor la
probabilidad de riesgo por la falta de concentración ante circunstancias que puedan tornarse
peligrosas (por ejemplo, conducir con pocas horas de sueño).
La University Health Services menciona distintas consecuencias del no dormir, como
el deterioro del juicio y la concentración, la ralentización del tiempo de reacción, mayor
proclividad a estar irritado, ansioso o enojado, la represión del sistema inmune, entre otras.
También menciona algunas de las labores del sueño como la consolidación de memorias, la
regulación del metabolismo, recuperación de músculos, restauración de la habilidad para
concentrarse y prestar atención, etc.
Entonces, dados estos efectos positivos y negativos referentes a la higiene del sueño,
¿cómo podríamos mejorar nuestros hábitos para con el sueño? . Cárdenas Villamil, Cavanzo
Ramírez y García Manrique sugieren: “Incluir rutinas de sueño saludables, limitar el uso de
dispositivos electrónicos durante la noche, aumentar la actividad física regular y el
establecimiento de horarios de sueño por parte de los padres” (Cárdenas Villamil, J. &
Cavanzo Ramírez, A. & García Manrique, J. 2018). Parece obvio pensar que los dispositivos
electrónicos hasta altas horas de la noche juegan un papel importante en la regulación de las
horas del sueño. Pues, como ya vimos, la exposición a la luz es un factor influyente en la
cantidad de secreción de la hormona del sueño, melatonina.
6

Asimismo, “... un estudio de tipo transversal realizado por ISGlobal con la participación de
250 adolescentes de 17 a 18 años, completaron un test que hace referencia a los dispositivos
móviles, en el cual se evaluó la calidad del sueño por medio de la pulsera ActiGraph de forma
objetiva durante una semana dando como resultado que el hacer más llamadas vía telefónicas,
el constante uso de tablets y la dependencia de los dispositivos móviles está relacionada con
una pésima calidad del sueño y a la vez más fragmentado en adolescentes que usan
constantemente los celulares y tablets” (Cabré, 2019; citado por, Illisaca, J. 2020).
Y esto sucede porque según Gutierrez (2018); citado por Illisaca, comenta que la etapa
adolescente es considerada un factor de riesgo ya que, este sector poblacional representa una
conexión continua a los servicios ofrecidos por los dispositivos móviles y por este motivo, los
adolescentes, se encuentran en una búsqueda constante de sensaciones nuevas, siendo más
sensibles a las nuevas tecnologías (2020). “El uso de dispositivos celulares genera gran
cantidad de dificultades entre una de ellas está su afección en el sueño ya que no solo se
descansa menos horas debido a la constante exposición a las pantallas sino se dan más
despertares en la noche generando un sueño más liviano y en casos más extremos cambia
toda la arquitectura de sueño así vemos reflejado en el sueño que las memorias que se crean
son de manera superficial” (Cabré, 2019; citado por, Illisaca, J. 2020).
Illisaca (2020), nos comenta que dormir mal a causa de los dispositivos móviles, genera
consecuencias en tres ámbitos principalmente: ámbito psicológico, de salud y rendimiento
académico.
En el ámbito psicológico, “...el uso excesivo del celular puede llegar a generar padecimientos
psicológicos como el cibermareo, el síndrome de la vibración fantasma, fobias y adicciones.
Uno de los efectos más comunes es el trastorno de adicción a internet este padecimiento
genera anomalía en la materia blanca en las áreas cerebrales involucradas con atención,
memoria, creatividad, procesamiento de emociones y toma de decisiones” (Castro, 2014).
En el ámbito a nivel de salud, “...genera disfunciones psicológicas también afecta nuestra
salud provocando síndrome de túnel carpiano, síndrome de dequervain, trastornos visuales y
auditivos, rizartrosis del pulgar, etc. El síndrome del túnel carpiano; se produce cuando otros
tejidos en el túnel carpiano como ligamentos y tendones se inflaman y presionan el nervio
mediano. Esa presión puede hacer que parte de la mano le duela o esté entumecida. El
síndrome de Dequervain; se produce inflamación de los tendones en el lado del pulgar en su
muñeca. Estos son tiras de tejido gruesos que conectan los músculos a los huesos. Trastornos
visuales y auditivos; estos sentidos son principalmente afectados por el uso reiterado del
dispositivo móvil. Rizartrosis del pulgar; provoca dolor en la articulación que une el pulgar a
7

la muñeca. Provoca inflamación y sensibilidad a la palpación” (Ramírez & Cruz, 2017; citado
por, Illisaca, J. 2020).
Y por último, en el ámbito del rendimiento académico, “...el uso reiterado del dispositivo
móvil estimula ansiedad y bajo rendimiento académico, en un estudio reciente se informó que
el uso constante del móvil está asociado con las bajas calificaciones, ansiedad y sentimientos
de frustración, por estos sentimientos los estudiantes tienen a pasar más tiempo en sus
celulares inteligentes ya sea activos en sus redes sociales o en juegos en línea lo cual da
resultados adversos en su desempeño académico” (Acero, 2017; citado por, Illisaca, J. 2020).
8

3. DISEÑO DE SESIONES (PLANTILLA)


3.1. PRIMERA SESIÓN
9

3.2. SEGUNDA SESIÓN (TALLER)


10
11

4. DESCRIPCIÓN DEL DESARROLLO DE SESIONES


4.1. PRIMERA SESIÓN
Para la primera sesión (taller), durante la etapa de apertura; en la primera fase,
identificamos a los miembros que participarían de la actividad. Agrupamos a los estudiantes y
a nuestro equipo de entrevistadores alrededor de una mesa e iniciamos un diálogo para
conocer los nombres, apellidos y edades de los participantes. Esta actividad duró alrededor de
dos minutos y estuvo a cargo de Chiara Consoli.
Después de esto, continuamos con una breve presentación individual de cada uno de
los integrantes del equipo de entrevistadores (nombres y apellidos, edad e institución
educativa), la cual fue seguida por la explicación del tema a trabajar en esa sesión. Asimismo,
realizamos una breve descripción del proceso de entrevista que emplearíamos en esta primera
sesión.
Apenas comenzamos a conocernos e interactuar mejor, iniciamos una actividad que
serviría para establecer un buen rapport (aproximación hacia un sujeto o grupo de
individuos). Esta consistió en hacer que cada estudiante se pasará una pelota para que así
pudieran presentarse. Nosotros también formamos parte de esta actividad. De este modo,
podríamos establecer un vínculo más cercano con ellos. Esta actividad duró alrededor de
cinco minutos y fue dirigida por Marko Auza.
La etapa de desarrollo estuvo compuesta por dos actividades distintas: la primera tuvo
como objetivo iniciar con el proceso de entrevista. Para esta actividad decidimos separar a los
alumnos en dos grupos: el grupo de entrevistados y el grupo de entrevistadores, con el fin de
crear una dinámica interesante para los adolescentes. Iniciamos con el grupo A (los
entrevistadores) a quienes les dimos un cuestionario de preguntas relacionadas a la higiene
del sueño. Ellos realizaron las preguntas de manera colectiva al grupo B (los entrevistados).
Cuando se contestó cada pregunta, hicimos el cambio de roles por lo cual el grupo A se
volvió el entrevistado y viceversa. Cada grupo tuvo la oportunidad de tanto hacer como
contestar las preguntas del cuestionario. Durante esta actividad, cada miembro del equipo se
encargó de ir registrando la respuesta de cada participante, y de intervenir (cuando lo
considerábamos pertinente o necesario) haciendo alguna pregunta o comentario sobre alguna
respuesta a las preguntas.
La segunda actividad se basó en tratar de individuar, a través de una conversación
abierta con todos los alumnos, la valoración que cada estudiante tenía acerca de la higiene del
sueño. Se reunió nuevamente a los alumnos alrededor de una mesa para proceder con la
actividad. Comenzamos por comentar las respuestas del cuestionario de la actividad anterior
12

y establecimos un diálogo acerca de la opinión que cada alumno tenía con respecto a cuáles
consideraban ellos eran buenos hábitos de sueño, qué tanta importancia le daban a este y otras
opiniones más que lograron abarcar los temas que hasta el momento habíamos tratado. Así
como para la actividad anterior, cada uno de nosotros fue registrando pequeñas anotaciones
sobre los puntos que consideramos más relevantes de la conversación.
La tercera etapa consistió en el cierre de la primera sesión. Dado que no tuvimos
mucho tiempo a disposición, ya que el tiempo que utilizamos fue únicamente el de tutoría,
desarrollamos una sola actividad de cierre, que consistió en dar una breve descripción acerca
de la importancia de la adecuada higiene del sueño durante la etapa que ellos atraviesan. Y,
mediante un pequeño diálogo, recibir un feedback por parte de los alumnos sobre la primera
sesión.

4.2. SEGUNDA SESIÓN


Para la segunda sesión (taller) se dispuso principalmente de una bolsa que contenía
dulces para recompensar e incitar la participación de los estudiantes, un cerebro armado de
papel para indicar ciertas partes que se ven influenciadas en el sueño, cartas que tenían escrito
en una de las caras algún tema relacionado con el sueño y un dispositivo electrónico para
tomar apuntes. Se dispuso únicamente de 8 estudiantes, ya que los otros 2 tuvieron
contratiempos en llegar a la institución educativa a tiempo.
Para la apertura se inició a las 7:15am con un saludo y presentación breve sobre los
temas a tratar durante toda la sesión y la dinámica que esta incluiría. Dichos momentos
fueron presentados por Marko (temas de la sesión) y Chiara (dinámica). Los contenidos
fueron resumidos a grandes rasgos como acciones favorables y desfavorables para con el
sueño, Referente a la conducta de los entrevistados, se mostraron con mucha más confianza
que la primera vez, sabían en dónde ubicarse desde que ingresaron, saludaron por el nombre
y mostraban curiosidad por los materiales traídos
Durante el desarrollo, empezamos por sentar a todos los estudiantes en un círculo con
sillas, repitiéndoles como en la primera sesión que no hay por qué sentirse juzgados o
incomodados si en algún momento determinado de la sesión el responsable empieza a escribir
en el dispositivo electrónico. Al contrario, esta es una señal de buenas participaciones o
interacciones. A continuación, se les hizo entrega libre a cada estudiante de una carta. Cada
una contenía algún tema relacionado con el sueño en la cara de atrás la cual no podía ver
hasta que se les indique. Cuando se voltee una carta, el entrevistado correspondiente deberá
leer en voz alta lo que dice e intentar relacionarlo con el sueño. Su participación sería
13

recompensada con un chocolate y de igual manera las de sus compañeros que se dispongan a
agregar información o formular preguntas. Rápidamente aumentó la participación de los
entrevistados con comentarios extensos y preguntas relevantes al sueño (incluso cuando se
dejó de disponer de chocolates, el ritmo y la calidad de participaciones no se perdieron). De
entre ellas pudimos destacar el uso de somníferos, las consecuencias de ingerir alimentos
hasta tarde, las horas de mayor productividad, dormir después de haber ingerido alimentos,
entre otras. Algunas de estas intervenciones fueron apoyadas con el cerebro armado a papel,
para indicar (en base a los estudios mostrados a los entrevistados) cómo ciertas partes del
cerebro se ven afectadas por la falta del sueño. La utilización de este material fue de gran
ayuda en despertar más interés de los entrevistados y darles la seguridad de tener respuestas
verídicas a la mano.
El tiempo dispuesto durante esta sesión fue menor que la primera. Significativamente se
dispuso de poco menos de tres cuartos del tiempo original (30 minutos), por lo que la
contestación de la encuesta se tuvo que postergar para ser realizada durante los tiempos libres
de los entrevistados en el día y ser recogida a la hora de salida de sus actividades escolares
(los contenidos de la encuesta eran de corte más breve y objetivo, por lo que no resultó
influyente su ausencia en el taller). Para terminar la etapa del desarrollo de la sesión, se
presentó un folleto brevemente en donde se exponían diversos hábitos y rutinas adecuadas
para el sueño durante la adolescencia
Al término de la segunda sesión, durante el cierre, se dio una reflexión sobre el tema
buscando la participación y retroalimentación de los estudiantes. En este momento fue
explicado el por qué decidimos darle un enfoque de recompensa al sueño con los chocolates
entregados por participaciones (la bolsa con dulces decía “+1 hora de sueño” siento tácito el
mensaje a dar cada vez que uno era entregado). Pues tanto las explicaciones dadas durante el
desarrollo como las de la reflexión final fueron formuladas con un enfoque positivo. De lo
contrario, podían ser vistas como un reto para los entrevistados, y por la etapa de desarrollo
en que se encuentran, resultaría una tentativa no cumplir con los consejos brindados. Luego,
los entrevistados nos brindaron de manera voluntaria sus comentarios respecto a todo el
taller. Todas las respuestas indicaron como elemento en común palabras como “divertido”,
“enriquecedor”, “interesante”, “útil”, entre otras. No se pudo continuar con más comentarios
al respecto porque no disponíamos del tiempo suficiente, así que tuvimos que terminar la
retroalimentación. Volvimos a indicar la necesidad de tener el cuestionario respondido para
final del día. Para finalizar, se dio la despedida y agradecimiento correspondiente a cada
entrevistado por su presencia.
14

4. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Para posibles recomendaciones a brindar, estas deberían ser dadas tanto a los padres
de familia como a los profesores de colegio, ya que son los adultos quienes tienen más
contacto e injerencia con los adolescentes. Son quienes (con la información adecuada)
pueden convertirse en una influencia impulsadora, que ayude en un futuro a los adolescentes
a que aprendan a regular y priorizar sus horas de sueño, creando un hábito saludable que los
beneficiará tanto en el transcurso de su vida escolar como en un futuro.
Consideramos divisibles las recomendaciones en dos grupos: Primero en el ambiente
familiar, ya que lo que recomendaremos a continuación debe ser aplicado en casa y por parte
de los padres. Y en segundo, dentro del ambiente escolar, en donde tanto el departamento de
profesores como el de psicología podrán aplicar estas recomendaciones en función de tanto el
rendimiento escolar como la fomentación de buenos hábitos.

4.1. RECOMENDACIONES A LOS PADRES DE FAMILIA


A lo largo de este trabajo hemos conocido como el uso de diversos dispositivos
tecnológicos, ya sea el celular, una tablet, la computadora o el televisor, se han vuelto un
acompañamiento de todo el día para los adolescentes. Esto implica que tales dispositivos los
acompañen también a la hora de acostarse o dormir, muchas veces impidiendo o alargando el
sueño. La luz que emiten las pantallas impide el funcionamiento de la melatonina, que se
encarga de regular el ciclo del sueño, por lo cual si se usan los dispositivos antes de dormir el
proceso fisiológico se verá alterado lo que consecuentemente afectará de manera negativa el
sueño. Es por esta razón que una de nuestras principales recomendaciones es la de dejar de
usar cualquier tipo de dispositivo electrónico por lo menos media hora antes de dormir. De
esta forma no existirá ningún tipo de exposición a las pantallas y el proceso de liberación de
melatonina no se verá afectado.
A su vez, consideramos adecuado mantener los dispositivos alejados de la cama para
prevenir estar revisándolos antes de dormir o durante la noche si es que uno se despertara. Si
los adolescentes sienten la necesidad de mantener el celular o la tablet prendidos, (aunque
recomendamos que dentro de lo posible sería mejor tenerlos apagados) poner la función de
reposo o silenciarlos (esto no evitará que suene la alarma) proporciona al adolescente la
oportunidad de tener un ciclo de sueño ininterrumpido por la entrada de mensajes o alertas.
Consideramos también necesario, que los padres traten de priorizar en lo posible las horas de
sueño del adolescente. Si por las distancias de la casa al colegio, tiene que levantarse más
15

temprano para poder llegar a tiempo, que trate de dormirse más temprano y así evitar que
llegue al colegio cansado por falta de sueño o reposo.
Por último, creemos necesario recomendar a los padres que le brinden al adolescente
una adecuada rutina que permita regular las horas de sueño para así evitar que estas no sean
sacrificadas a favor de otras actividades.

4.2. RECOMENDACIONES PARA LOS COLEGIOS


Así como actualmente existen muchas campañas informativas en los colegios, acerca
de temas que involucran a los estudiantes de secundaria, tanto como el Bullying, los hábitos
de estudio, prevención de drogas y muchos más que están directamente relacionados a este
momento del desarrollo, creemos importante que los colegios otorguen también campañas
informativas que brinden información tanto a los padres de familia, como a los adolescentes,
acerca de lo que significa la higiene del sueño, por qué es importante y cómo propiciarla y
fomentarla. Sería de suma relevancia que se indiquen las ventajas y desventajas de una
adecuada higiene del sueño para que así tanto el adolescente como el padre tengan
conocimiento de estas, y puedan así fomentar un buen hábito que perdure en la vida del
estudiante.

4.3 Conclusión
La adolescencia es una etapa compleja de la vida. Existen muchos prejuicios e ideas
erradas del por qué los adolescentes actúan de cierta manera, lo que tiende a catalogarlos de
complicados, incomprendidos, vagos o hasta conflictivos. La noción de que el adolescente es
un ser nocturno porque si, se ha venido dando por mucho tiempo, y sin tener la información
adecuada, podemos tender a pensar que en efecto los adolescentes sí son así: complicados,
conflictivos, nocturnos y muchos adjetivos más que han estereotipado esta etapa de la vida
sin conocer verdaderamente la razón detrás de estas concepciones. El tema de la higiene del
sueño fue un tema que nos interesó bastante porque tiene una gran influencia en la vida de las
personas. Muchas veces hemos escuchado que uno pasa un cuarto de la vida durmiendo y si
16

bien esto puede ser cierto o no, lo que hemos ido aprendiendo es que cada etapa de desarrollo
de la vida tiene una relación con el sueño diferente, y la higiene del sueño es de fundamental
importancia durante la adolescencia.
Trabajar acerca de este tema nos dio la oportunidad de poder aprender más acerca de
él y de la gran relevancia que tiene durante la etapa del desarrollo que estamos estudiando.
Hemos aprendido que el cerebro del adolescente atraviesa muchos cambios, y las horas
mínimas de sueño requeridas se deben cumplir, para así poder garantizar un buen descanso,
un buen rendimiento académico y deportivo y sobre todo para tener las energías necesarias
para que pueda rendir durante el día. El patrón de sueño del adolescente difiere del que tienen
tanto los niños como los adultos y aunque los procesos biológicos inciten a que se duerman
más tarde, es esencial que respeten las horas de sueño requeridas para así evitar déficit de
sueño futuros. Uno de los aspectos más considerables que pudimos notar, gracias a las
encuestas que aplicamos y la dinámica de entrevista que realizamos, fue el de la irritabilidad,
el cansancio durante clases, la falta de energías y el mal humor que el dormir poco generaba.
Durante las sesiones y gracias a las diversas actividades que empleamos pudimos
encontrar que la mayoría de las chicas que participaron tendían a acostarse más tarde que los
chicos, sin embargo, se levantaban más temprano porque requerían de más tiempo para
arreglarse y alistarse. Mientras que los chicos tendían a irse a dormir más temprano. Esto nos
sorprendió ya que nosotros teníamos la preconcepción de que este no sería el caso, ya que
generalmente los adolescentes varones suelen ser más desorganizados y desordenados que las
mujeres. Otro punto que notamos fue que la mayoría de los alumnos con los que trabajamos
suele quedarse despierto hasta tarde envuelto en actividades como el uso de distintas redes
sociales, mirando netflix u otros canales de entretenimiento o streaming o, en menor cantidad,
pasando tiempo con su familia. De los diez alumnos solo una se acostaba tarde por dedicar su
tiempo a estudiar. En su mayoría las respuestas que nos dieron en las actividades de
entrevista y encuesta fue que suelen sentirse cansados en las primeras horas de clase y este
cansancio perdura hasta que llegue alguna clase o actividad de educación física. En
conclusión, pudimos notar que la mayoría de los adolescentes tienen una idea o concepción
de que las horas de sueño son importantes, algo que puede haber sido inculcado por sus
familias, pero a pesar de tener este conocimiento no regulan sus horarios ni priorizan sus
horas de sueño.
Una de las tareas más importantes que tuvimos fue la de demostrar a los alumnos la
relación entre estos estados de ánimo y el incumplimiento de las horas de sueño necesarias y
acordes a su edad. Hacer las sesiones y el taller nos dio la oportunidad de poder interactuar
17

con adolescentes y sobre todo nos enseñó la importancia de establecer un buen rapport con el
adolescente para así poder transmitir de manera más significativa el tema que trabajamos.
Con un buen rapport los adolescentes están más dispuestos y motivados a colaborar con
nosotros, más abiertos a participar, a contarnos sus ideas, a compartir sus opiniones.
Por último, consideramos importante y sobre todo fundamental denotar que una de las
mejores formas de trabajar con adolescentes es la de enseñar a forma de motivación,
buscando que los mensajes sean positivos y dentro de lo posible no restrictivos, ya que esto
hará que el mensaje se interiorice de manera más clara y sobre todo hará que el adolescente
no se sienta juzgado sino comprendido.
18

5. BIBLIOGRAFÍA

American Academy of Sleep Medicine (11 de septiembre de 2020. Health


Advisory: Healthy Sleep for Children and Teens During a Pandemic. Recuperado de:
https://aasm.org/wp-content/uploads/2020/09/student-sleep-pandemic-health-
advisory.pdf
Aristóteles (2022). La retórica (trad. Quintín Racionero). Barcelona: Gredos.
Cárdenas Egúsquiza, A. L. (2018). Relación entre el cronotipo y el jet lag
social en el rendimiento académico de adolescentes de cuarto y quinto de secundaria
de colegio particular de Lima, Perú. Universidad Peruana Cayetano Heredia
Collado-Mateo, M., Díaz-Morales, J. F., Escribano, C., & Delgado, P. (2013).
Matutinidad-vespertinidad y ansiedad rasgo en adolescentes. Manual de psicología,
29(1), 90-93.
García-Real, T. J., & Losada-Puente, L. (2022). Relación entre sueño,
dispositivos tecnológicos y rendimiento académico en adolescentes de Galicia
(España). Revista Electrónica Educare, 26(2), 1-19.
Hirshkowitz, M., Whiton, K., Albert, S. M., Alessi, C., Bruni, O., DonCarlos,
L., ... & Hillard, P. J. A. (2015). National Sleep Foundation 's sleep time duration
recommendations: methodology and results summary. Sleep health, 1(1), 40-43.
Illisaca García, J. S. (2020). Calidad de sueño y su relación con el uso de
dispositivos celulares (Bachelor's thesis, Universidad del Azuay).
Lira, D., & Custodio, N. (2018). Los trastornos del sueño y su compleja
relación con las funciones cognitivas. Revista de Neuro-Psiquiatría, 81(1), 20-28.
Masalán, M. P., Sequeida, J., & Ortiz, M. (2013). Sueño en escolares y
adolescentes, su importancia y promoción a través de programas educativos. Revista
chilena de pediatría, 84(5), 554-564.
Organización Mundial de la Salud (s.f.). Salud del adolescente. Recuperado
de: https://www.who.int/es/health-topics/adolescent-health#tab=tab_1
Rico-Rosillo, M. G., & Vega-Robledo, G. B. (2018). Sueño y sistema inmune.
Revista Alergia México, 65(2), 160-170.
UHS sleep. (s/f). Utexas.edu. Recuperado el 23 de septiembre de 2022, de
https://www.healthyhorns.utexas.edu/HT/HT_sleep.html
19

Vicario, M. H. (2016). ¿CUÁNTO DEBE DORMIR LA POBLACIÓN


INFANTOJUVENIL DE 0-18 AÑOS?. PediatríaIntegral, 20(7), 432.
Vidal, J. R. (2020). Interacción entre momento del día y cronotipo sobre los
componentes atencionales.Universidad de la República (Uruguay).
Villamil, J. C., Ramírez, A. C., & Manrique, J. G. (2018). El adolescente
«cansado»: evaluación y manejo en la consulta de medicina familiar. Medicina de
Familia. SEMERGEN, 44(2), 114-120

.
20

6. ANEXOS

6.1. PERMISO DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA A LOS PADRES


21

6.2. SESIÓN 1
22

6.3. SESIÓN 2 (TALLER)

6.4. INFOGRAFÍA
23
24

6.5. CUESTIONARIO
25

También podría gustarte