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CONGRESO NACIONAL
I. CARACTERÍSTICAS
— Como Congreso Pleno, cuando se reúnen ambas Cámaras en pleno en una misma
sala, por ejemplo, cuando es testigo del juramento o promesa que debe prestar el
presidente de la República antes de asumir su cargo o cuando se conforma para escuchar
la cuenta anual que debe rendir el presidente de la República acerca del estado político
y administrativo de la Nación. También para designar el reemplazante del presidente en
ejercicio cuando se ha producido la vacancia del cargo y faltan menos de dos años
para la siguiente elección presidencial.
El Congreso está regulado por el capítulo V de la Constitución, por la LOC del Congreso
Nacional, Ley Nº 18.918, y por los reglamentos internos que cada Cámara ha dictado,
en virtud del artículo 56 de la Constitución.
A. CÁMARA DE DIPUTADOS
Está integrada por un número fijo de 155 miembros elegidos en votación directa por los
distritos electorales que establece la LOC respectiva
(art. 47 inciso 1º) (en la actualidad la de Votaciones Populares y Escrutinios, Nº
18.700). La Carta de 1925 establecía un sistema de crecimiento progresivo de la Cámara
de Diputados de acuerdo al aumento de la población al señalar que se elegía un diputado
por distrito, por cada 30.000 electores o fracción superior a 15.000, llegando a tener esa
Cámara en 1973 la cantidad de 147 diputados.
La Cámara se renueva en su totalidad cada cuatro años (art. 47 inciso 2º).
Para ser elegido diputado se requiere: ser ciudadano con derecho a sufragio, tener
cumplidos 21 años de edad (al momento de la elección y no de la inscripción), haber
cursado la enseñanza media o equivalente y tener residencia (basta la mera residencia y
no el domicilio) en la región a la que pertenece el distrito por el cual se postula durante
un plazo no inferior a dos años contados hacia atrás desde el día de la elección (art.
48). Se entiende que los diputados tienen por el solo ministerio de la ley su residencia
en la región correspondiente mientras se encuentren en ejercicio de su cargo (art. 51 inciso
1º).
B. SENADO
El reemplazante debe reunir los requisitos para ser elegido diputado o senador,
según el caso. Con todo, un diputado podrá ser nominado para ocupar el puesto de un
senador, debiendo aplicarse, en ese caso, las normas anteriormente reseñadas para
llenar la vacante que deja el diputado, quien al asumir su nuevo cargo cesará en el que
ejercía (art. 51 inciso 6º).
El nuevo diputado o senador en todos los casos señalados ejercerá sus funciones
por el término que faltaba a quien originó la vacante (art. 51 inciso 7º).
En ningún caso procederán elecciones complementarias, señala la Constitución, que
era el expediente al cual se recurre en la Carta de 1925 para proveer las vacantes
parlamentarias (art. 51 inciso final).
Se precisa también que los diputados y senadores pueden renunciar a sus cargos, pero
solo cuando les afecte una enfermedad grave que les impida desempeñar y así lo
califique el Tribunal Constitucional (art. 60 inciso final).
III.- FUNCIONES
De acuerdo con el artículo 52, la Cámara tiene dos atribuciones exclusivas, aunque no
se trata de una enumeración taxativa.
1º) Fiscalizar los actos del gobierno. Fiscalizar es criticar y traer a juicio las acciones y
obras de otros. Se formula aquí un juicio de valor acerca de la conveniencia o
inconveniencia sustancial del contenido del acto. Se fiscalizan los actos "del" gobierno y
no los actos "de" gobierno, de modo que ella comprende toda la amplitud de la labor del
Ejecutivo en sus labores de ejecución, administración y gobierno propiamente tal y todos
los órganos del Estado que realizan tales labores. Al respecto, téngase en cuenta
que el Capítulo IV de la Constitución se denomina "Gobierno" y que dentro de él se
hace referencia al presidente de la República, a los ministros de Estado y a todos
los órganos o servicios o reparticiones que conforman la Administración del Estado o
pública, excluyéndose, en todo caso, los entes autónomos descentralizados. Más
concretamente, debe entenderse, en todo caso, que se incluyen dentro de los actos del
Gobierno las actuaciones de las Empresas públicas creadas por ley, así como de
aquellas en que el Estado tiene participación mayoritaria. En ningún caso, la fiscalización
puede incidir en el ámbito privado, de manera que los particulares no están sujetos a
esta fiscalización. Por ello no caen bajo esta fiscalización las Sociedades del Estado, que
se rigen enteramente por el derecho privado. Sin embargo, la Corte Suprema ha
establecido en su jurisprudencia que dichas sociedades (por ejemplo, el Banco Estado) sí
deben contestar los oficios de fiscalización que les remita la Cámara de Diputados. La
expresión "Gobierno" incluye a las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad
Públicas, pero no comprende, en cambio, a los Gobiernos Regionales ni a los
Municipios (en estos casos la fiscalización es de tipo administrativo y no política y cabe
desarrollarla a la Contraloría General de la República), como tampoco al Banco Central.
2º) Declarar si han o no lugar las acusaciones que no menos de diez ni más de
veinte de sus miembros formulen en contra de las siguientes personas (art. 52 Nº 2) (por
los delitos, infracciones o abusos de poder en que incurran en el desempeño de sus
funciones).
La Cámara actúa como órgano acusador. Si aprueba los cargos, los antecedentes pasan
al Senado.
En la Constitución se enumeran taxativamente cuáles son los funcionarios acusables y
sus causas.
A) El "presidente de la República por actos de su administración que hayan
comprometido gravemente el honor o la seguridad de la nación, o infringido abiertamente
la Constitución o las leyes". La acusación se puede interponer mientras el presidente
esté en funciones y en los seis meses siguientes a la expiración de su cargo. Durante este
último tiempo no puede ausentarse del país sin acuerdo de la Cámara, lo cual viene a
constituir una especie de arraigo constitucional que afecta a quienes ejercieron el cargo
de presidentes de la República y que solo se aplica a ellos y no a las demás
autoridades acusables constitucionalmente.
Aprobada la acusación por la Cámara pasa al Senado, el cual debe conocer de la misma
y limitarse a resolver, como jurado, si el acusado es culpable o no de los delitos,
infracciones o abusos de poder que se le imputan (art. 53 Nº 1).
6) Otorgar su acuerdo para que el Presidente pueda ausentarse del país por más de 30
días a contar del tercer domingo del mes de noviembre del año anterior a aquel en que
cese en su mandato.
7) Declarar la inhabilidad del Presidente de la República o del Presidente electo cuando
un impedimento físico o mental lo inhabilite para el ejercicio de sus funciones y declarar
asimismo si los motivos de la renuncia del Presidente son o no fundados y, en
consecuencia, admitirla o rechazarla, debiendo oír, en ambos casos y de manera previa, al
Tribunal Constitucional. El quórum que se exige en estos casos es de la mayoría absoluta
de los senadores presentes. El informe del Tribunal Constitucional debe ser requerido por
el propio Senado.
10) "Dar su dictamen al Presidente de la República en los casos en que éste lo solicite".
En este caso el Senado actúa como un órgano consultivo, parecido al antiguo Consejo
de Estado y, por lo tanto, su parecer no es obligatorio para el Presidente.
Debe mencionarse también como importante atribución del Senado, aun cuando no está
contemplada en el artículo 53, la de designar cuatro integrantes del Tribunal
Constitucional, dos de ellos por iniciativa propia y los otros dos a proposición de la Cámara
de Diputados, debiendo en ambos casos aprobarse la designación por los dos tercios
de sus miembros en ejercicio.
De acuerdo al artículo 54 el Congreso tiene dos atribuciones exclusivas, las que tampoco
son taxativas:
a) Aprobar o desechar los tratados internacionales que le presentare el Presidente
de la República antes de su ratificación. Esto se vio en las atribuciones internacionales
del Presidente.
b) Pronunciarse, cuando corresponda, respecto de los estados de excepción
constitucional. Esto ya se analizó al tratar de los Estados de Excepción.
Al respecto, también cabe mencionar como atribución exclusiva del Congreso otorgar
indultos a quienes fueron condenados mediante el proceso de acusación constitucional.
En el uso de estas atribuciones el Congreso adopta "Acuerdos".
D. FORMACIÓN DE LAS LEYES Y MATERIAS DE LEY
Interesa destacar también que de acuerdo al artículo 63 Nº 20 son materias de ley "toda
otra norma de carácter general y obligatoria que estatuye las bases esenciales de un
ordenamiento jurídico". Se ha señalado que aquí se está contemplando un concepto de
ley de carácter sustantivo o material al referirse a características de fondo de la
norma jurídica denominada ley, estableciendo que debe ser general, obligatoria y que
estatuye las bases esenciales de un determinado ordenamiento jurídico. Todo lo anterior a
diferencia de la definición de ley del Código Civil que es de carácter exclusivamente
formalista.
Igualmente debe señalarse que varias de las materias propias de ley contempladas en el
artículo 63 puede estimarse que forman parte del denominado "Orden Público Económico",
concepto que se estudia a propósito de los derechos en materia económica que consagra
la Constitución. Se encuentran entre las referidas materias las tratadas en los
numerandos 4, 7, 8, 9, 10 y 12.
En particular, cabe destacar que, de acuerdo con el artículo 63 Nº 7, cada vez que el
Estado, sus organismos o las municipalidades quieran contratar un empréstito (préstamo)
se requiere autorización legal previa para el caso (ley que es de iniciativa exclusiva del
Presidente de la República) y el empréstito debe estar destinado a financiar
proyectos específicos, debiendo indicar la ley las fuentes de recursos con cargo a los
cuales deba hacerse el servicio de la deuda. Si el empréstito tiene un vencimiento que
exceda la duración del período presidencial respectivo, se requerirá una ley de quórum
calificado que lo autorice, dado que se está gravando el presupuesto de futuros gobiernos.
También interesa destacar que, de acuerdo con el art. 63 Nº 9, las empresas del Estado
y aquellas en que el mismo Estado (entendido en su amplio sentido, como lo ha
precisado la CGR en su jurisprudencia administrativa) tenga participación (mayoritaria o
minoritaria) no pueden, en ningún caso, contratar empréstitos con el propio Estado, sus
organismos o empresas. Con ello se quiere evitar que se financie con fondos públicos a
empresas públicas o en que el Estado tenga participación y que sean deficitarias o de
mala gestión.
La tramitación de los proyectos de ley está consagrada en la Constitución en los
artículos 65 al 75. Gran parte de esta tramitación se analizó ya al referirnos a la atribución
colegisladora del Presidente de la República, pero interesa detenerse aquí en la etapa de
discusión de la ley por el Congreso.
En efecto, ingresado a su Cámara de Origen una Moción o un Mensaje, el Presidente
de la Cámara respectiva da cuenta a la Sala de tal ingreso y se dispone que pase para
su estudio "en general" —destinado a aprobar o rechazar la "idea de legislar"— a la
Comisión Legislativa que corresponda, según la materia de que trata el Proyecto. Dicha
Comisión elabora un informe y propone aprobar o rechazar en general el Proyecto que
pasa a conocimiento de la Sala, la cual debe pronunciarse sobre el punto. Si la Sala
aprueba en general el Proyecto, vale decir, sus grandes propósitos, vuelve a la Comisión
Legislativa que corresponde para que esta inicie su estudio en particular, artículo por
artículo, pudiendo en esta etapa introducirse enmiendas a instancias del Presidente o de
los parlamentarios. "Todo proyecto puede ser objeto de adiciones o correcciones en los
trámites que corresponda, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado; pero en
ningún caso se admitirán las que no tengan relación directa con las ideas matrices o
fundamentales del proyecto" (art.
69 inciso 1º). Por el contrario, si la Sala rechaza la idea de legislar, entonces el proyecto
debe archivarse y no puede volver a presentarse hasta transcurrido por lo menos un año.
Con todo, si se trata de un Mensaje, el Presidente puede pedirle a la otra Cámara que se
pronuncie para intentar salvaguardar su proyecto.
La discusión en particular de un proyecto en la respectiva Comisión termina con la
emisión por esta de un nuevo informe y un texto del proyecto que en definitiva ella sugiere
aprobar, incorporándose los cambios fruto de las enmiendas que se hayan propuesto. El
informe de la Comisión con el proyecto se somete a votación por la Sala y si esta lo
aprueba con los quórums exigidos de acuerdo al tipo de ley de que se trate, se
estima aprobado por la Cámara de origen y pasa a la revisora para cumplir las mismas
etapas.
E. LEY DE PRESUPUESTOS
Se entiende por Tribunal de Alzada respectivo aquel del lugar donde se cometió el delito
o infracción.
La única excepción a esta norma lo constituye el caso de que el parlamentario sea
sorprendido en delito flagrante, en cuyo caso puede ser privado de libertad sin desafuero
previo, pero para el solo objeto de ser puesto inmediatamente a disposición del Tribunal de
Alzada respectivo, con la información sumaria correspondiente (art. 61 inciso 3º).
De la resolución que se pronuncia sobre el desafuero puede apelarse ante la Corte
Suprema (art. 61 inciso 2º), la cual también conocerá en pleno. Se ha generado una
discusión acerca de si es apelable la resolución que niega lugar al desafuero, y en general
la jurisprudencia se ha afirmado en el sentido de sostener que no es apelable. No
obstante, en jurisprudencia reciente tal criterio ha cambiado y se ha señalado que también
sería apelable la resolución que niega lugar al desafuero. En cuanto al recurso de
casación que pudiera interponer el parlamentario ante la Corte Suprema en contra del
fallo que da lugar al desafuero, la doctrina estima en general que sí sería
procedente.
El tercer privilegio es la dieta, que es la renta que reciben los parlamentarios por sus
labores y que según la Constitución equivale a la remuneración de un Ministro de Estado
incluidas todas las asignaciones que a estos correspondan (art. 62). Esta fórmula
tiene sus ventajas. En primer lugar, implica tener un elemento de referencia objetiva, vale
decir, "la remuneración de un ministro de Estado" y, enseguida, deja en manos del
Presidente de la República el aumentarlas, porque son leyes de iniciativa exclusiva de él
las que aumentan las remuneraciones de los trabajadores del sector público, entre los que
están los Ministros.
Debe también señalarse como privilegio parlamentario el hecho de que en ningún caso
los afectarán las medidas de privación de libertad que pueden adoptarse por el Ejecutivo
durante la vigencia de un estado de Excepción Constitucional (art. 44).