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Cryptosporidium spp

Ciclo evolutivo
Su ciclo de vida se realiza en un único hospedador y dura aproximadamente dos días. Comienza
cuando el ooquiste es ingerido por el hospedador, en el lumen intestinal se desenquista y libera
los esporozoítos. Estos penetran en las células epiteliales del intestino y, muy excepcionalmente,
en las del sistema respiratorio. Dentro de estas células se redondean y comienzan a crecer
transformándose en trofozoítos. Al cabo de un tiempo, el núcleo de los trofozoítos se divide varias
veces, transformándose en esquizonte (ciclo asexual). En el esquizonte se forman los merozoitos,
que son liberados tras la rotura de la célula hospedadora.

Los merozoitos liberados penetran en el interior de nuevas células intestinales repitiendo el ciclo
asexual. Al cabo de dos o más ciclos asexuales, los últimos merozoitos generados sufren una
diferenciación sexual en la célula hospedadora transformándose en gametocitos (masculinos o
micro gametocitos flagelados y femeninos o macro gametocitos). Después se produce la
fecundación en la célula hospedadora que contiene el macro gametocito (ciclo sexual). El cigoto
resultante se desarrolla y da lugar a los ooquistes esporulados infectantes.

Los ooquistes son ovoides, miden de 4-7 micras (μm) y tienen


cuatro esporozoítos en su interior. Pueden ser de dos tipos: de
pared fina, que no salen al exterior y producen la
autoinfección, o pueden generar una cubierta gruesa a su
alrededor y salir al exterior con las heces.

Signos y síntomas
El síntoma más común es la diarrea, que generalmente es líquida. Con frecuencia, acompañan a la
diarrea dolores abdominales. También se pueden presentar náuseas, vómitos, fiebre, dolor de
cabeza y pérdida del apetito. En muchos casos, los signos y síntomas podrían orientar al médico
tratante sobre la posible etiología viral, bacteriana o parasitaria de un cuadro gastrointestinal. El
clínico puede plantearse diferentes diagnósticos presuntivos. Existen probabilidades para que cada
uno de estos diagnósticos pudiera llegar a ser el diagnóstico definitivo. Dicha probabilidad podría
guiar al clínico al uso de métodos de laboratorio para un correcto diagnóstico, en este caso, para
descartar causas parasitarias. Y posteriormente aplicar la terapia específica buscando la
erradicación parasitaria y la mejoría de la sintomatología de los pacientes que consultan
Enfermedad que produce
Puede producir gastroenteritis en humanos. En huéspedes inmunodeprimidos, la infección puede
ser severa y conducir a diarrea persistente y comprometer la vida. Es una enfermedad causada por
un parásito. Este parásito vive en la tierra, los alimentos y el agua. También puede estar en las
superficies contaminadas con heces. Usted puede infectarse si se traga el parásito, si está en su
comida, en el agua que bebe o en la que nada. Es un parásito protozoario que se encuentra en
aguas contaminadas, se lo reconoce cada vez más como el causante de brotes de diarrea cuando
los reservorios de agua han sido contaminados.

Técnicas para su diagnostico


La infección puede ser diagnosticada antemortem por el análisis de heces y postmortem,
mediante un corte histológico de una sección de intestino. La Criptosporidiosis se diagnostica al
demostrar la presencia de ooquistes de Cryptosporidium spp.

Las muestras de heces directas o concentradas, son teñidas y examinadas bajo el microscopio para
identificar a los parásitos en sus formas quísticas. En la actualidad están disponibles una variedad
de métodos para la identificación de Cryptosporidium spp., desde pruebas diagnósticas sencillas
como la microscopía, hasta técnicas más especializadas y sensibles que requieren equipo más
especializado como las técnicas inmunológicas y especialmente, el diagnóstico molecular (Haque y
col., 2007).

MICROSCOPÍA.

La popularidad de esta técnica radica en su simplicidad, ya que no requiere nada más que un
microscopio, el agente y para algunas técnicas, tinciones fácilmente disponibles. La microscopía ha
sido el pilar de las herramientas de diagnóstico por décadas, incluso aunque existan otras técnicas
los resultados aún requieren confirmación por microscopio ya que los nuevos diagnósticos carecen
de estandarización (Riccardi y Momar, 2015). No obstante, algunos autores indican que resulta
muy complicada la identificación de los ooquistes por sus características morfológicas y
transparencia, y por la presencia de impurezas y desechos fecales, particularmente en diarrea
severa

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