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MENCIÓN PLANIFICACIÓN EDUCATIVA

CURSO MOTIVACIÓN PARA EL APRENDIZAJE

¿Cómo motivar nuestro cerebro?

Pensemos en el cerebro cuando se motiva y cuando se desmotiva. Cuando nos preguntamos por
qué es importante el cerebro, una respuesta común es que el cerebro es importante, porque lleva
a cabo funciones cognitivas e intelectuales, incluyendo el pensamiento, aprendizaje, memoria, toma
de decisiones y solución de problemas. Estos son, de hecho, procesos cerebrales muy significativos,
pero el cerebro hace más cosas. No es solo un cerebro pensante, es también el centro de motivación
y emoción: genera los antojos, necesidades, deseos, placer y rango completo de las emociones. En
otras palabras, a medida que el cerebro realiza sus funciones, se ocupa no solo de la tarea que se
esté haciendo (utilizando sus funciones cognitivas e intelectuales), sino que se ocupa en gran
medida de determinar si usted quiere hacerla (cerebro motivado) y del estado de ánimo que tiene
mientras la hace (cerebro emocional).

Todos los estados motivacionales y emocionales implican la participan del cerebro. Realice un
experimento consigo mismo tratando de sentir antojo, hambre o curiosidad sin obtener primero la
colaboración del cerebro. Es difícil ¿no? A medida que realice este ejercicio, aprenderá que en lo
que se refiere a comprender la motivación y la emoción, el cerebro es la estrella del espectáculo.
No obstante, el cerebro tiene una larga lista de actores secundarios, incluyendo a los principales
órganos (hígado, estómago) y a todos los agentes bioquímicos del cuerpo (hormonas) y en el sistema
nervioso central (neurotransmisores).

A continuación, se muestra el cerebro emocional y cómo un acontecimiento agradable activa la


liberación de dopamina, la cual estimula el afecto positivo.

Tenemos que considerar que, dentro del aula, es el docente quien guía y encauza los procesos de
aprendizaje. Por esto, resulta importante, entonces, motivar a los estudiantes a partir de las
emociones positivas, utilizar estrategias pedagógicas que favorezcan, por ejemplo, el desarrollo de
buen clima para el aprendizaje, vincularse con el estudiante, utilizar un lenguaje apropiado, tanto
verbal como no verbal, y que genere altas expectativas, reforzar positivamente; atender a las
necesidades de los estudiantes, al contexto para planificar las actividades; y utilizar metodologías
activas de aprendizaje.

A continuación, se presenta un decálogo para potenciar la motivación en la sala de clase desde el


desarrollo de emociones favorables:
MENCIÓN PLANIFICACIÓN EDUCATIVA
CURSO MOTIVACIÓN PARA EL APRENDIZAJE

1. Te entusiasmarás.

•Te transformarás en un comunicador apasionado. Los estudiantes perciben esa


pasión, y lo que es mejor, se contagia.

2. Utilizarás el humor.

•Crearás una atmosfera distendida que motiva y favorece el aprendizaje.

3. Utilizarás siempre el refuerzo positivo.

•Reforzarás positivamente a los estudiantes en función de su proceso académico.

4. Utilizarás diferentes estrategias metodológicas.

•Planificarás tus clases pensando que será una experiencia enriquecedora, sorpresiva
y variada.

5. Propiciarás la participación activa de los estudiantes.

•Despertarás la curiosidad a través de la generación de un clima participativo y de


protagonismo.

6. Propiciarás que el estudiante descubra por sí mismo el


conocimiento.
•Estimularás la construcción autónoma del saber motivada por el propio deseo de
alcanzar una meta al respecto.

7. Generarás un clima de cercanía y vínculo

•Crearás las bases para una relación enriquecedora.

8. Desarrollarás expectativas en los estudiantes.

•Te transformarás en promotor de su asignatura, enfatice su importancia.

9. Terminarás tus clases con preguntas que estimulen la curiosidad.

•Realizarás preguntas, generarás expectación.

10. Sonreirás

•No olvidarás que la sonrisa siempre transmitirá una emoción positiva en el otro y es
una puerta de entrada para la interacción.

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