MENCIÓN PLANIFICACIÓN EDUCATIVA

CURSO MOTIVACIÓN PARA EL APRENDIZAJE

El rol de la atención y concentración en el aprendizaje

La atención se define como la capacidad de seleccionar la información sensorial y dirigir los procesos
mentales. Es el pilar más importante en el proceso de aprendizaje porque supone un prerrequisito
para que ocurran los procesos de consolidación, mantenimiento y recuperación de la información.

Los ciclos de la atención

Existen ciclos claves de nuestro cerebro que oscilan entre 90 y 110 minutos y nos permiten
mantener la atención. Diversos estudios demuestran que la atención sostenida sólo puede
mantenerse durante cortos períodos de tiempo que no superan los 15 minutos. Aparece el factor
temporal como una variable decisiva en el aprendizaje y es que, además, a nivel neuronal, se
requiere tiempo para fortalecer la sinapsis y no tener que responder a otros estímulos generados.
Como el aprendizaje de nuevos conceptos o destrezas requiere un tiempo de procesamiento y
asimilación, los docentes deberíamos organizar nuestros contenidos en bloques que no superen o
extiendan por más de 20 minutos. Después de cada bloque, para facilitar el aprendizaje y optimizar
los ciclos de atención, deberíamos invertir unos minutos en reflexionar sobre lo explicado o en
descansar.

Cuando la atención se orienta a un foco determinado por más tiempo hablamos de concentración.
El componente principal de esta es la capacidad de focalizar la atención sobre la tarea que se está
desarrollando y no distraerse por estímulos internos o externos. La concentración implica procesos
cognitivos más profundos que la atención, es decir la capacidad de comprensión, análisis e
interpretación, son habilidades que el estudiante no desarrolla desde lo inmediato, muy por el
contrario, necesita de un entrenamiento para la realización de tareas que comprendan estas
habilidades. Captar la atención vendría siendo entonces como la puerta de entrada a la
concentración, la atención por lo general obedece a una respuesta a partir de ciertos estímulos, es
por eso que nuestro desafío como docentes resulta muy interesante, y debemos darle la
importancia que merece a la atención para que el estudiante pueda realizar procesos mentales más
complejos.

Ahora bien, captar la atención depende esencialmente de los motivos y de la orientación del interés.
La atención es, en alto grado, una función del interés. La atención está relacionada con las
aspiraciones y los deseos de la personalidad, con su orientación general, pero también con los
objetivos que ésta se propone. La aptitud del ser humano para plantearse objetivos y tareas es otra
de las esenciales premisas de la atención.

Entonces, se puede señalar que para los procesos de aprendizaje es importante considerar los
siguientes tipos de atención:
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Atención sostenida

•Implica el estado de vigilia y alerta. Para poder potenciar este tipo de atención
es importante dormir bien, mantener una buena postura, planificar nuestras
actividades y tener objetivos claros de aprendizaje.

Atención selectiva

•Su función es inhibir los estímulos sensoriales irrelevantes y seleccionar

voluntariamente aquellos que nos interesan. Este tipo de atención es
importante para aquellas actividades que requieren de manera consciente un
alto nivel de concentración.

Atención dividida

•Es la habilidad que nos permite realizar eficientemente más de una tarea a la
vez. Este tipo de atención se puede entrenar, sin embargo, su uso, debe estar
suscrito a actividades específicas: manejar un auto, andar en bicicleta.

La concentración

La concentración se relaciona con la atención. Esta se define como el aumento de la atención sobre
un estímulo de tiempo determinado, se puede entender entonces la atención a partir del siguiente
esquema:

Análisis, clasificación,
Mantenimiento de la Procesamiento de la
comparación ,
atención información
asociación, entre otros.

Es importante, para el mantenimiento de la concentración, que consideremos factores emocionales,

actitudinales y contextuales que pueden estar interviniendo, pues estos podrían favorecer el
mantenimiento de la concentración, así como también alterarlo.

Para potenciar la concentración de los estudiantes es necesario utilizar diferentes estrategias

pedagógicas que favorezcan el desarrollo de las distintas habilidades del pensamiento. Utilizar, por
ejemplo, dentro de nuestras estrategias los estilos de aprendizaje auditivo, visual y kinestésico, que
favorece la atención y los procesos cognitivos del estudiante, en este sentido, proyectar un video y
reflexionar sobre este, decirles que realicen un esquema (mapa conceptual, diagrama de flujo). Lo
importante es seleccionar como estrategia aquello que esté acorde a las necesidades de la temática
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y de los estudiantes, solo así, potenciaremos la capacidad de concentración, y a su vez el desarrollo

de las distintas habilidades cognitivas (análisis, comprensión, aplicación, entre otras).

Frente a lo anterior, algunas estrategias para aplicar en el aula y así poder potenciar la atención y la
concentración de los estudiantes para los procesos de aprendizaje, pueden ser las siguientes:

• Generar espacios de descanso de la actividad para que se pueda reorganizar el proceso

atencional.
• Realizar cambios de actividad, por lo que las tareas no deben ser monótonas (educar los
espacios de fluctuación)
• Planificar la clase en función de las condiciones y las cualidades de atención de los
estudiantes.
• Evocar la curiosidad en el estudiante sobre aquello que se explica.
• Utilizar metodologías de enseñanza activa.
• Considerar el inicio de la clase como un momento clave para despertar el interés y la
curiosidad en el alumno. Es esta novedad la que activa las redes atencionales de alerta
y orientativa en el alumno y que sirve para abrir el foco de atención, no para
mantenerlo. Por ejemplo, destacar la curiosidad en el aprendizaje, partir con una
pregunta atractiva sobre el tema, provocadora, relacionada con un problema real y
contextualizado, contar una pequeña historia en la que los alumnos tengan que inferir,
a partir de la historia, el tema de la clase, mostrar imágenes representativas del tema
antes de enunciar los objetivos de aprendizaje.
• La capacidad para mantener la atención sostenida varía entre 10 y 20 minutos, lo que
implica que para incrementar la capacidad atencional de los estudiantes, deberían
utilizarse bloques que no superasen los 15 minutos. Este sistema facilita el
procesamiento y consolidación de la información.
• Utilizar una efectiva implementación de recursos no verbales y paraverbales en el
discurso o mientras está explicando una materia. Por ejemplo, desplazarse por la sala
de clase y no generar inflexiones en el tono de voz.
• Evitar preguntas como: ¿Tienen alguna duda? ¿Está clara la información? Por lo general
esta estrategia no funciona para mantener la atención. Utilizar en su lugar preguntas
dirigidas y específicas sobre algún punto del tema que se está tratando.
• Utilizar ejemplos cercanos y contextualizados sobre el tema.
• Controlar el nivel de dificultad de la tarea, en este sentido, observar y evaluar el ritmo
de desarrollo de la actividad, si hay algún estudiante que está más descendido en el
proceso, procurar nivelar, volver a explicar si es necesario.
• Una excesiva o una escasa dificultad facilitará la aparición de la inatención.
• Utilizar el humor a través de alguna anécdota.
• La variedad estimula la atención. Existe una gran diversidad de estrategias pedagógicas
que pueden estimular al cerebro y captar la atención siempre y cuando conlleven
cambio y novedad. Cambiar la distribución de los asientos, procurar que la clase no sea
igual a la sesión anterior, en términos de metodología y actividades.
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• Implementar pausas activas durante la clase, sobre todo cuando es bastante

información la que se va a explicar.