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* Lavado de Verduras, Remedios Refrescantes y

Agua Estancada.

2022

* Práctica Nº 3 presentada a la cátedra de Parasitología


** Alumno de la carrera de Biología
Profesor de Cátedra:
Encargado de Laboratorio: L
INTRODUCCIÓN
En el mundo, el agua contaminada es un problema grave que puede provocar
dolor intenso, discapacidad e incluso la muerte. Las enfermedades comunes
relacionadas con el agua y provocadas por parásitos en todo el mundo
incluyen dracunculosis, esquistosomiasis, amebiasis y giardiasis. Las personas se
infectan y desarrollan estas enfermedades al ingerir o entrar en contacto con agua
contaminada por ciertos parásitos (Romero, 2007).

La contaminación de alimentos por parásitos es un problema de salud pública a


nivel mundial, especialmente en América Latina. Esta región se caracteriza por ser una
de las principales despensas de frutas y vegetales, ya que distribuye considerables
cantidades de estos alimentos a diferentes países del mundo. Se han podido evidenciar
algunos brotes por consumo de alimentos contaminados o mal lavados por protozoos
como Toxoplasma gondii, Giardia duodenalis, Cryptosporidium spp, Trypanosoma
cruzi, Cyclospora cayetanensis y Entamoeba histolytica. Sin embargo, también se ha
establecido que cuando el agente etiológico implicado es un parásito al presentarse
eventos de transmisión alimentar, desafortunadamente, por diferentes circunstancias,
no se realizan los reportes o diagnósticos tempranos, poniendo en evidencia la gran
falencia que presenta este aspecto en la salud pública (Páez et al, 2020).

Los síntomas de una infección parasitaria transmitida por los alimentos varían
mucho según el tipo de parásito. Los protozoos, como especies
de Cryptosporidium, Giardia intestinalis y Cyclospora cayetanensis, suelen provocar
diarrea y otros síntomas gastrointestinales. Las infecciones helmínticas pueden
provocar dolor abdominal, diarrea, dolor muscular, tos, lesiones cutáneas,
desnutrición, pérdida de peso, síntomas neurológicos y muchos otros más según el
organismo determinado y la carga de la infección. Existe tratamiento para la mayoría
de los organismos parasitarios transmitidos por los alimentos. (Carvalho, 2005).
OBJETIVOS

* Identificar diferentes microorganismos que se encuentren presentes en los


diferentes medios preparados.

* Conocer la metodología empleada para realizar exámenes en fresco.

MATERIALES

 Guantes descartables
 Barbijos.
 Vaso de precipitados.
 Tubos para centrifuga.
 Centrifuga.
 Goteros.
 Papel tissue.
 Bandeja para lavado.
 Muestras de verduras y remedios refrescantes.
 Microscopio.
 Portaobjetos- cubreobjetos
 Soluciones: Solución de Lugol.

PROCEDIMIENTOS.

Lavado de Verduras y Remedios Refrescantes


I. Se colocaron las verduras y remedios en una bandeja y se lavó con agua
corriente.
II. El líquido resultante se vertió en los tubos para centrifuga y se llevó a
centrifugación por 5 minutos a 2000 rpm.
III. Se desechó el sobrenadante, el sedimento se colocó en un portaobjetos y se
añadió una gota de Lugol, y se colocó el cubreobjetos.
IV. Se observó al microscopio, se identificó y graficó.
RESULTADOS
DESCRIPCIÓN DE LOS RESULTADOS

Fig 1: Quiste Entamoeba sp A: 400x


Se observó un quiste de forma esférica, que presentaba una pared resistente
de quitina y medía aproximadamente 10 a 15 µm. En el citoplasma tenía barras
cromatoidales de bordes curvos y una masa de glucógeno cuando son inmaduros. Se
dividen por mitosis sucesivas, por lo que al alcanzar la madurez presenta cuatro
núcleos (Páez et al, 2020).

Su ciclo de vida es directo. Cuando los quistes maduros son ingeridos por un
hospedador, estos se desenquistan en el intestino delgado dando lugar a los
trofozoítos. Tanto los quistes como los trofozoítos son eliminados en las heces del
hospedador. Una vez en el exterior, los trofozoítos apenas sobreviven, sin embargo, los
quistes sobreviven en el exterior desde horas hasta meses en función de las
condiciones ambientales donde la transmisión se produce principalmente por la
ingesta accidental de los quistes maduros presentes en el agua y los alimentos
contaminados (ingesta de verduras o frutas crudas y mal lavadas) (Cruz Reyes et al,
2000).

Fig 2: Balantidium sp. (Trofozoíto temprano) A: 400x

Se observó el trofozoíto temprano, éste presentaba una forma ovoide. En su parte


anterior era ligeramente más angosta, presentaba una hendidura, el citostoma, que
permite la entrada del alimento. El cuerpo estaba cubierto de cilios, dispuestos
ordenadamente en hileras; los cilios más grandes estaban alrededor del citostoma
(Romero, 2007).

Presentaba dos núcleos situados en la parte media del parásito: el macronúcleo


de forma arriñonada, en cuya concavidad se ubica el micronúcleo de forma
redondeada, no siempre visible. En el citoplasma se distinguen vacuolas, unas
alimenticias con sustancias nutritivas o de desecho y algunas de ellas vacías o vacuolas
contráctiles. Los cilios y la vacuola contráctil favorecen el movimiento del parásito
(Valle et al, 1998).

Este parásito es el único protozoario ciliado patógeno para el ser humano. En


este, coloniza el intestino grueso y genera una enfermedad conocida como
balantidiosis, la cual presenta síntomas intestinales específicos y es de cuidado si no se
trata oportunamente (Idem).

Fig 3: Entamoeba sp A: 400x

Se observó un trofozoíto de forma irregular ameboide alargada; en su


citoplasma  presentaba un único núcleo con un cariosoma o endosoma central,
cromatina periférica fina distribuida regularmente y vacuolas que pueden contener los
eritrocitos fagocitados del huésped. El ectoplasma era claro, de aspecto vidrioso,
especialmente cuando el organismo está en movimiento,  es la parte externa del
citoplasma, mientras que el endoplasma era más granuloso y muy refrigerante en su
estructura y se encarga específicamente de la nutrición (Valle et al, 1998).

Su ciclo de vida comprende dos estadios: la forma invasiva vegetativa ameboide


(trofozoíto) y la forma de resistencia e infectante (quiste). La amebiasis es una
infección intestinal frecuente en adultos jóvenes, en la mayoría de los casos es
asintomática debido a que los trofozoítos permanecen confinados en el lumen
intestinal. En el caso de producirse síntomas, estos aparecen tras un periodo de
incubación de dos a cuatro semanas y son debidos a que los trofozoítos invaden la
mucosa intestinal dando lugar a la conocida como colitis invasiva aguda  o disentería
amebiana, que consiste en una diarrea simple con moco y sangre o síndrome
disentérico y con dolor abdominal (Carvalho, 2005).
CONCLUSIÓN

Se logró identificar los diferentes microorganismos que se encontraban


presentes en los diferentes medios preparados, donde el lavado de verduras y hierbas
fue necesario para recoger los restos de tierra u hoja además de cualquier agente
biológico patógeno que posteriormente fue observado al microscopio . Además se
conoció la metodología empleada para realizar exámenes en fresco.

BIBLIOGRAFÍA

Carvalho, A.L. (2005). Manual de Parasitología Humana. Editora da ULBRA.

Cruz-Reyes, A., & Camargo-Camargo, B. (2000). Glosario de términos en

Parasitología y Ciencias Afines. Plaza Y Valdés.

Páez, M. C. L., Ospina, A. K., Pineda, C. O., & Terreros, M. J. S. (2020). Enfoque

clínico y de pruebas diagnósticas en parasitología. Universidad

Nacional.

Romero Cabello, R. (2007). Microbiología y parasitología humana : bases

etiológicas de las enfermedades infecciosas y parasitarias (3a ed.).

Medica Panamericana.

Valle, A. G., & de las Mercedes Zamudio Durán, M. (1998). Manual:

microbiología médica : 9o semestre. UNAM, Facultad de Estudios

Superiores Zaragoza, Carrera Química Farmaceutico Biológica.

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