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Análisis crítico sobre el comportamiento de la potestad tributaria en

la actualidad

El objetivo principal del Estado es subsistir y satisfacer las necesidades


que manan de las personas al vivir en sociedad, es por ello que debe
contar con recursos que le permitan cumplir con dicho objetivo; para ello
el ente público precisa de elementos y recursos materiales que deberá
obtener de su patrimonio o de los particulares, dependiendo las
necesidades que pretenda cubrir. Entre las necesidades fundamentales
que al principio el Estado buscaba satisfacer se identifican: la
conservación del orden público, la defensa exterior y la importancia de la
justicia.

De manera que los impuestos fueron en un principio imposiciones con un


fin determinado, como por ejemplo cubrir gastos de guerra, pero con el
tiempo se convirtieron en contribuciones regulares para sustentar la
Hacienda Pública. Entre la terminología que se ha utilizado para nombrar
al fenómeno por el cual el Estado puede establecer de manera general, la
obligación de contribuir a los gastos públicos se encuentran: la
supremacía tributaria, potestad impositiva, poder fiscal, poder de
imposición, poder tributario y potestad tributaria.

De tal manera que el poder del Estado como organización jurídico-política


de la sociedad esta forjado en la constitución, y es allí en donde nace la
potestad que los órganos pueden ejercer bajo el sometimiento al orden
jurídico preestablecido. En base a lo mencionado el poder tributario se
plasma en la Constitución de la nación y es allí donde nace la potestad
tributaria que es ejercida por los órganos a quienes se les atribuye
expresamente.

En tal sentido cuando se hace referencia a la potestad tributaria se habla


de la fuerza que proviene de la propia soberanía del Estado,
caracterizándose la potestad tributaria por ser inherente o connatural al
Estado, la cual procede de la norma suprema, siendo ejercida por el
poder legislativo, la cual faculta para imponer contribuciones mediante ley
y fundamenta la actuación de las autoridades.

Como parte de las características de la potestad tributaria se encuentra


que es aplicada y administrada por el poder público, tiene la facultad para
imponer contribuciones mediante ley, emana de la norma suprema, regula
las funciones de los órganos correspondientes, está determinada por el
poder legislativo, tiene igualdad ya que todas las personas deben
participar en las contribuciones para satisfacer las necesidades públicas y
es permanente es decir que solo se extinguirá cuando perezca el Estado.

Asimismo es importante destacar que la distribución de la potestad


tributaria en Venezuela está dividida en tres partes: Potestad Nacional,
Potestad Estadal y Potestad Municipal, es decir que funciona como una
distribución vertical; la constitución de la Republica es quien cede esta
autoridad a los organismos mencionados estableciendo las competencias
y las limitaciones de cada uno, es decir que ello implica reconocer que
existen alcances y limitaciones basados precisamente en la distribución
por materia de jurisdicción y jerárquicamente entre el Estado, entidades y
municipios.

Es importante señalar que la Potestad Tributaria Estadal, en Venezuela


funciona de manera residual y es de su competencia la organización,
recaudación, control y administración de los ramos tributarios propios
según las disposiciones de las leyes nacionales y estadales, la
recaudación por venta de especies fiscales y todo lo que no corresponda
de conformidad con la constitución a la competencia nacional o municipal.

Por último la Potestad Municipal se encarga de recaudar las tasas por el


uso de sus bienes o servicios, las tasas administrativas por licencias o
autorizaciones, los impuestos sobre actividades económicas de industrias
de comercios, servicios o de índole similar con las limitaciones
establecidas en la constitución los impuestos sobre inmuebles urbanos,
vehículos, espectáculos públicos, juegos y apuestas licitas, propaganda y
publicidad comercial, y la contribución especial sobre plusvalías de las
propiedades generales por cambios de uso o de intensidad de
aprovechamiento con que se vean favorecidas por planes de la
ordenación urbanística; cabe destacar esta Potestad tiene mayores
competencias que la Potestad Estadal ya que son los Municipios los más
cercanos a los sujetos pasivos (personas naturales o jurídicas obligadas
al pago de impuesto, tasas o contribuciones) y aumenta la eficacia en
cuanto a recaudación de los impuestos.

En consecuencia la actuación de la potestad tributaria debe ajustarse a


los lineamientos señalados por la constitución, tanto para lo que se refiere
al establecimiento de los tributos como para la actuación de la autoridad
en la aplicación de la ley. La creación, organización, recaudación,
administración y control de los impuestos deben seguir los lineamientos
señalados por la constitución, respetando la garantía del gobernado para
así evitar juicios de amparo por parte de los contribuyentes, ya que
pudiera dejar sin eficacia un tributo.

Es por ello que a ninguna ley se le otorgará efecto retroactivo en perjuicio


de persona alguna, es decir que las normas no tendrán efectos hacia
atrás en el tiempo, de esta manera se asegura que dichos efectos
comiencen en el momento de su entrada en vigor, esto es para las
autoridades que expiden las leyes y para aquellas que la aplican.

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