El primer pozo de petróleo en Colombia se perforó en 1918 en el campo Cira-Infantas
(Santander), producía 2000 barriles diarios para entonces. Después de 100 años este pozo es el único en el mundo que ha aumentado su producción de crudo constantemente durante este periodo, en el 2018 llego a producir 51.000 barriles de crudo en comparación con los 45.000 barriles del año anterior. Tanto en Colombia, Venezuela y Brasil el petróleo ha impulsado el progreso económico históricamente en la región, además de grandes potencias como Rusia, Estados Unidos, Arabia saudita, entre otros, que de igual forma por medio del petróleo lograron un importante crecimiento económico. Colombia históricamente ha basado su economía en la extracción de petróleo, Fedesarrollo en un cálculo promedio, estima que la contribución de la industria petrolera en estos 100 años ha sido de entre 33% y 55% para las exportaciones totales en dicho periodo, a su vez, la contribución a la inversión extranjera ha sido entre 11,5% y 47,9%. De igual forma y, por consiguiente, la producción del crudo ha aportado alrededor de entre 10% y 25% de los ingresos al Gobierno Nacional Central, siendo la industria petrolera la mayor contribuyente en este sector. Por su parte, la Agencia Nacional de Hidrocarburos destaca el papel que la industria derivada de la extracción de petróleo en la economía nacional, defiendo de este modo a la industria como el motor del crecimiento económico, siendo el petróleo el mayor producto exportado y el mayor contribuyente a las finanzas del Estado. Es imperioso, destacar una vez más la importancia que tiene mantener la industria petrolera para la economía nacional y su crecimiento en los próximos años. Aunque si bien se sabe, en el mundo las principales economías están pasando por una transición energética importante, la economía colombiana no esta en las condiciones industriales ni tecnológicas óptimas para adaptarse ni hacer parte de esta revolución energética, mucho menos después de la crisis economía producida por la pandemia. Por lo anterior, es vital en términos económicos mantener unas reservas de petróleo para un abastecimiento a un mediano y largo plazo como lo anuncio el presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos: “Hay que ver las opciones para seguir garantizando ese suministro de crudo y de gas en el país. Hay que mirar todas las opciones”. Sin embargo, se tiene que la vida útil de las reservas de petróleo se aproxima a los 6 años según el Ministerio de Minas y Energía. Ahora bien, de acuerdo con lo dicho por el ministro Diego Mesa, con la implementación de la tecnología fracking, las reservas de petróleo podrán pasar de los 6.3 años de suministro de petróleo a 23 años de reservas, entre tanto, las reservas de gas pasarán de los 7,7 años a los 35 años de abastecimiento. Por todo lo anterior, se recalca la necesidad de implementar el fracking para la extracción del petróleo en Colombia, para un crecimiento socioeconómico. Según expertos de la Asociación Colombiana del Petróleo, el presidente de la compañía de Ecopetrol, la Agencia Nacional de Hidrocarburos y el Ministerio de minas y energía, la exploración y explotación de yacimientos no convencionales, los cuales nos conducirán a una importante generación de crecimiento en las reservas energéticas del país como se mencionó anteriormente y además, mitigar los posibles riesgos ambientales que se llegasen a presentar como lo expuso el ministro Mesa en la revista Semana: “Los proyectos piloto de investigación integral de yacimientos no convencionales son ejercicios que nos perimirán identificar que esa técnica no tenga afectaciones para el medio ambiente. Eso es lo que se está buscando con estos pilotos”. De este modo se destacan una serie de beneficios para la economía Colombia: (1) como se enuncio anteriormente, gran porcentaje de las inversiones extranjeras totales son debido a la industria petrolífera del país, ante un panorama de innovación y de potencial incremento en la producción del crudo al implementar el fracking, las inversiones extranjeras presentarían un incremento porcentual considerable, lo cual pueda contribuir en la dinámica de crecimiento económico, teniendo en cuenta que según las exploraciones las reservas energéticas podrían triplicarse. (2) Una producción mas eficiente y mayor de petróleo conllevaría a un mayor aporte fiscal al Gobierno Nacional Central, lo cual permitiría una mayor financiación de políticas sociales, que maximice el bienestar de la sociedad. (3) La consolidación de grandes alianzas internacionales en materia de comercio energético. La comercialización energética internacional puede abrir canales que permitan una mayor movilidad tecnológica para Colombia, lo cual le permitiría lograr una transición energética más eficiente. (4) al igual que el anterior, la utilidad que puede producir este sector lograría generar una inversión considerable en energías renovables. Ahora bien, en un contexto regional de igual forma, se destacan una serie de posibles beneficios para la población, los cuales consisten en los siguientes: (1) una vez iniciada la etapa de implementación del mecanismo de producción (fracking), se producirá un incremento en la empleabilidad de la región y consigo un incremento en el demanda y oferta de bienes y servicios, ya que sin este proyecto, la Asociación Colombiana de Petróleo, estima que entre 2000 y 2005 esta industria generó en promedio 181.027 empleos; entre 2006 y 2011 la cifra subió a 202.523; mientras que en 2012 y 2015 aumentó hasta 210.855 puestos de trabajo. Para 2016 y 2017, la cifra llegó a 186.842 empleos. Por su parte, en Dakota del Norte (Estados Unidos) con la implementación del fracking, por ejemplo, la demanda de empleo ha incrementado tan significativamente que hay ciudades, como Willinston, donde el nivel de desempleo está por debajo del 1%. (2) las exploraciones y posteriormente el desarrollo y producción que se generara para los yacimientos no convencionales generasen una demanda agregada en los insumos necesarios para la operación, los cuales deberán ser producidos por industrias locates, generando de este modo un sistema económico de red que cubra gran parte de la industria colombiana, es decir, las externalidades son potencialmente beneficiosas para la economía nacional. En conclusión, se puede argumentar los potenciales beneficios que económicos que traería la implementación del fracking en Colombia, los posibles riegos ambientales serán mitigados mediante la exploración avance, estos serán tratados con los potenciales recursos que pueda percibir el Gobierno Nacional Central. Bibliografía: