¿Es necesario plantear un conflicto ciencia-religión?

“la mente humana, no importa lo altamente preparada que esté, es incapaz de

aprehender el universo. Estamos en la situación de un niño pequeño que entre
a una biblioteca enorme con las paredes cubiertas hasta el techo de libros de
diferentes idiomas. el niño sabe que alguien ha debido escribir esos libros. No
sabe quién o cómo, ni entiende el idioma en el que están escritos. el niño nota
un plan definido en la forma en que están dispuestos los libros, un orden
misterioso que no puede entender sólo es capaz de sospecharlo. Ésta me
parece a mí es la actitud de la mente humana hacia Dios. Vemos un universo
maravillosamente dispuesto, que obedece ciertas leyes, pero solo entendemos
estas leyes superficialmente. nuestras mentes limitadas no son capaces de
apreciar la fuerza misteriosa que me se las constelaciones.” Albert
Einstein

El conflicto entre ciencia y religión existió por mucho tiempo, aun hoy en día
se pueden presentar situaciones en las que se crea conflicto entre la ciencia y
la religión. Considero personalmente que el conflicto que se produjo en la
antigüedad logro entrar a una discusión intergeneracional muy interesante.
Todo radica desde la concepción del ser humano, la forma que nosotros y
nuestro entorno eran concebidos e interpretados dio lugar múltiples formas de
pensamientos, tal vez contradictorias o en ultimas sumamente
complementarias.
La evolución humana, no solo cambia nuestros aspectos físicos, sino que nos
brinda un cambio general y global de todo lo que compone al ser humano. Al
tener presente y como premisa que fue el ser humano en su intento de
supervivencia y de maximizar su bienestar, es quien crea y da forma a la
religión al igual que a la ciencia, se puede argumentar con respecto a las
relaciones causales, que si el hombre evoluciona en todo su ser, las
percepciones, las interacciones, los conocimiento y todo lo que lo compone
que no es en esencial el mismo, sino por él, tiende en definitiva al cambio (los
animales al igual que el mundo en general solo existe, gracia a que el hombre
fue quien creo el concepto de existencia.
Por lo anterior, se presenta la evolución de los aspectos fundamentales en la
vida humana como la ciencia y la religión. La religión (para este análisis no
se tomara la religión como el cumulo de todas las expresiones religiosas
existentes, sino que se tomara de referencia a la religión católica) católica,
desde su nacimiento oficial ha tenido procesos de cambio muy notables
durante los siglos, aunque si bien se tiene claro que los pilares de esta religión
no cambian como lo es los mandamientos y la trinidad, la percepción que se
tiene frente a estos cambia a niveles de organización social y del propio
individuo. Por su parte, la ciencia sufre el mismo proceso de evolución, lo que
hoy puede representar una verdad sobre un evento natural, en el futuro se
podría representar lo contrario, al igual que el método por el que la ciencia
logra su interpretación del mundo puede ser cambiante, la ciencia en
conclusión no es totalmente inmutable.
Teniendo claro lo anterior, se puede establecer una relación de causalidad en
la evolución de la ciencia y la región, y la evolución de un posible conflicto
entre ella. Sin bien, muchos pensadores tanto en el ámbito científico y
religioso han afirmado y planteado relaciones de complementariedad e
individualidad entre la ciencia y la religión, lo cierto es que en su mayoría se
que concluye que son dos precepciones del mundo diferentes, y que son las
diferencias las que permiten la evolución entre las mismas. Es decir, si la
religión fuese la única forma en la que se puede plantear la realidad, tal vez
esta no hubiese presentado evolución alguna, de igual forma la ciencia.
En definitiva, es un tema muy extenso imposible de abordar con rigurosidad
en tan poco espacio. Lo cierto para mí, es que el conflicto en ultimas lleva a
algo mejor, por lo que considero que se debe plantear conflictos formales
entre estas dos ramas del ser humana para lograr mejorarlas, para en ultimas
mejorar nosotros.