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1. ¿Qué es el positivismo?
El positivismo afirma que en la realidad existe un orden único que tiende al progreso
indefinido de la sociedad. Todo lo que ocurre responde a ese orden natural que hay que
descubrir, conocer y aceptar. Así, el ser humano no es el constructor de la realidad social,
propone una suerte de inmovilismo social de orden social descartando la
problematización.
La fuerza de las ideas positivas reflejó el compromiso del liberalismo dominante para
alcanzar el progreso por encima de los obstáculos culturales y religiosos.
Los positivistas fueron también influenciados por las ideas racistas europeas para reducir
a la población indígena, mestiza y negra a un estado social inferior.
Figuras destacadas del postivismo en Latinoamérica fueron Domingo Faustino Sarmiento
(1811-1888) y Juan Bautista Alberdi (1810-1884) en Argentina; Porfirio Díaz (1830-1915)
y Gabino Barreda en México.
2. El Darwinismo social
El darwinismo social es una teoría que pretende aplicar los principios de la evolución al
desenvolvimiento de la historia social. De acuerdo con este enfoque, la supervivencia del
más apto o la selección natural sería visible en los movimientos históricos, donde las
sociedades han competido entre sí para prevalecer.
El darwinismo como ciencia estaba influenciado por su contexto social, específicamente
por el capitalismo que imperaba en Inglaterra. En la lucha por la supervivencia en un
contexto con recursos limitados, algunas “especies” sobrevivieron y otras no (dentro de la
sociedad del siglo XIX).
En esa época las teorías de Darwin estaban en auge, por lo que muchos teóricos y
sociólogos fueron propagadores de estos postulados altamente controvertidos. Los
darwinistas sociales establecieron que las mujeres, los no blancos y la clase baja o
trabajadora no tenían las capacidades físicas y mentales necesarias para prosperar en el
mundo moderno.
El mismo Darwin afirmó que las llamadas “razas salvajes” tenían una capacidad craneal
menor que la del hombre europeo o de clase. En esa época, muchos intelectuales estaban
convencidos de que existía una relación entre el tamaño del cerebro y la inteligencia.
3. Representantes del darwinismo social boliviano
Se tomará en cuenta el trabajo de Jhonny Lazo, quien realiza un esbozo muy ilustrativo
sobre el ideario de ambos autores.
En ese tiempo, las preguntas que surgieron estaban relacionadas con: "¿Cuál era la causa
de todos los males de Bolivia? ¿Cuál la fuente de todos sus desaciertos? ¿Cómo
regenerar a este pueblo? Todo esto por los constates golpes de estado, inestabilidad
política.
Las preguntas que se agitaban en la mente de los hombres que aspiraban a regenerar a
la nación boliviana
A continuación se presentará las ideas más importantes que su biógrafo, Gabriel René
Moreno apunto en un libro sobre Nicomedes Antelo.
- “La filosofía de la evolución, como la han formulado recientemente los positivistas
ingleses y alemanes de la nueva escuela darwiniana, era profesada por Nicomedes Antelo
con fervor de sectario y con autoridad de apóstol.
Consiguientemente, los males del país eran puestos en cuestión desde esa perspectiva
filosófica-política. Es decir, desde el positivismo social expresado en Spencer,
fundamentalmente.
- Antelo sostenía que con el exterminio de la raza india y la mestiza, Bolivia se regeneraría.
Más adelante Moreno cita a Antelo: “...el cerebro indígena y el cerebro mestizo eran
celularmente incapaces para concebir y entender la libertad republicana, con su altivez
deliberativa y sus prestaciones de civismo”.
- Consiguientemente, los males del país eran puestos en cuestión desde esa perspectiva
filosófica-política. Es decir, desde el positivismo social expresado en Spencer,
fundamentalmente.
- Su punto de vista de los MESTIZOS no era nada alentador. Veamos: “Los mestizos,
casta híbrida y estéril para la presente labor tecnológica como el mulo para el
transformismo de las especies asnal o caballar, los mestizos, con un tórax levantado por
los apetitos y su espíritu ungido por el instinto del proselitismo del caudillaje, representan
en la especie humana una variedad subalterna, que corresponde a una degeneración
confusa de la impetuosidad española y el apocamiento indígena.”
- Sigue Antelo con su razonamiento. La unión de los blancos con las indias, ha dado
comienzo al mestizo que es levantisco, rastrero, anárquico y holgazán. “La propensión de
la casta tiende, como es notorio, al ocio, a la reyerta, al servilismo y a la intriga, gérmenes
del bochinche y del caudillaje; bien así como, de otro lado, la estupidez y el amilanamiento
del indio incásico se amoldan a punto para perpetuar en la sociedad en el despotismo.”
Citado por Moreno, Antelo dirá: “… por la virtualidad que es propia del transformismo
desaparezcan cuanto antes el indio y el mestizo de Bolivia, esos dos agentes arcaicos,
incásico uno y colonial el otro; que se extingan bajo la planta de la inmigración europea...”
Con respecto a los puntos principales del problema, se hallan planteados y juzgados con
bastante amplitud en el estudió biográfico que dedicó a Nicomedes Antelo, cruceño
también y con quien compartía Moreno todas sus convicciones sobre etnografía nacional,
con muy pocas diferencias de detalle
Gabriel René Moreno, nos dirá que la incapacidad de los indígenas es cerebral impotencia
etnológica de sus entendimientos. Por tanto, de acuerdo a Moreno: (…) tendrán que
sucumbir a la lucha por la existencia, como están sucumbiendo hoy y se extinguen a
nuestra vista en Australia hombres, plantas y animales, precisamente porque las especies
importadas o las especies nuevas ya aclimatadas poseen mejores condiciones para la
lucha."
Esa visión darwinista también se vio en algunos presidentes de ese siglo. Es el caso de
el general liberal Pando, presidente de Bolivia desde fines del siglo XIX a principios del
siglo XX solicitó la ayuda del líder indígena Villca con el fin de derrotar a los conservadores
del Sur. Pando tenía la siguiente concepción de los pueblos indígenas: “Los indios son
seres inferiores y su eliminación no sería un delito, sino una selección natural, dura y
repugnante (…) pero impuesta por las necesidades del progreso”. Después de estas
aseveraciones, se entiende la lógica de su traición a las comunidades aymaras, las cuales
le habían ayudado a derrotar a los conservadores de Chuquisaca.
Juzga el problema social como de raza, y lo expone con vehemente franqueza al referirse
en concreto a la sociedad boliviana. Considera al aborigen, sea de la montaña o de la
llanura, como inepto por infradotado y consiguientemente como destinado a desaparecer
por la fuerza de la superioridad moral y física del blanco. En cuanto cuanto al MESTIZO,
estima que en él la concurrencia de los progenitores indígena y blanco produjeron un tipo
menos apto por la mutua anulación de los elementos biológicos de las dos razas.
Sus ideas raciales adquieren su máxima nitidez cuando se refieren a su tierra natal
cruceña. Ya hace años que fue señalada al influencia del "carácter cruceño, engreído de
su pura estirpe española", en aquellas ideas, nos parece que hay algo más: Moreno
construyó una especie de paradigma con la peculiaridad racial de Santa Cruz de la Sierra.
Examinándolo podremos percibir mejor aleación de baja ley de doctrinarismo e historia,
lo que a su vez nos permitirá poner a prueba sus quilates científicos.
Hace más de cien años, el historiador Gabriel René Moreno descubrió que el pueblo
boliviano era "celularmente incapaz".
Franz Tamayo Solares fue un poeta, político y diplomático, considerado una de las figuras
centrales de la literatura boliviana del siglo XX. Franz Tamayo fue el primogénito de
Felicidad Solares, mujer de sangre indígena, e Isaac Tamayo Sanjinés, político paceño
que fuera diputado, diplomático y ministro de estado.
1. Sobre la educación
- Tamayo está en contra de la importación acrítica de las teorías desde Europa. “Prejuicio
es este que entre otros hemos bebido en el siglo XVIII francés, sobre todo en medio de
los sueños del ingrato Rousseau”. (13)
El rol de la universidad
- En Bolivia, no hay excepción feliz: liceos y universidades son peores que si no existiesen
Todas estas ridículas universidades y liceos de que estamos plagados en Bolivia, no son
otra cosa que traslaciones y trasplantes de similares europeos a nuestro país.
2. El Bovarysmo en la educación
El bovarysmo consiste “en aparentar, respecto de sí mismo y de los demás, tal vez
sinceramente —no se sabe—, una cosa que no es realmente, y es la simulación de todo:
del talento, de la ciencia, de la energía, sin poseer naturalmente nada de ello”. Se trata
de la simulación de la ciencia pedagógica.
- (los bovarystas) Ignoran la única cualidad y la única labor, que cuenta, tratándose de
ciencia: crear. Pero poseen todos los demás talentos, sobre todo uno, el de calco y el de
plagio, que son los talentos bovárycos por excelencia (26).
3. Sobre la Raza
Tamayo está en contra de “los negadores de la vida, los calumniadores de la raza, por
qué niegan la existencia de un carácter, de una energía nacional” (46).
- Una raza que no sabe jamás qué pensar de sí misma, es una que está en una crisis
transitiva, que está por perecer. Es lo que llamaríamos la duda racial. (49)
- (Por qué no se valora el elemento de la raza?) ¿dónde está el mal fundamental? Todos
los miopes no lo ven sino en las exterioridades palpables y visibles. Se habla de
aislamiento geográfico, de dificultades orográficas y deficiencias fluviales, etc. Se olvida
que Inglaterra no ha sido más que una yesera y los Países Bajos un pantano, y que es un
hecho frecuentemente confirmado en la historia que la grandeza de una raza está en
proporción directa de las dificultades vencidas en su lucha con el medio y con los
elementos ambientes... (50)
- Mientras tanto la cuestión central para nosotros queda siempre: despertar la conciencia
nacional, que equivale a despertar las energías de la raza; hacer que el boliviano sepa
lo que quiere y quiera lo que sepa. (50-51)
- El nuevo oráculo délfico que habrá que grabar sobre la portada de nuestras escuelas,
no será de el haceos sabios sino el de haceos fuertes (54).
5. El cholo
- Por otra parte, ¿es el cholo un buen elemento de orden y estabilidad social? No siempre.
Históricamente hablando, el resorte y material inmediato de todas nuestras revoluciones
políticas ha sido el cholo. Sus condiciones propias han hecho siempre de él una pasta
fácil que se ha amoldado a las locuras y ambiciones de nuestros más viciosos demagogos
(69)
6. El indio
- Que el indio apacente o pesque, sirva o gobierne, encontráis siempre la gran cualidad
de la raza: la suficiencia de sí mismo, la suficiencia en medio mismo, de su depresión
histórica, de su indignidad social, de su pobreza, de su aislamiento, en medio del olvido
de los indiferentes, de la hostilidad del blanco, del desprecio de los imbéciles; la propia
suficiencia que le hace autodidacto, autónomo y porque es preciso aceptar que en las
actuales condiciones de la nación, el indio es el verdadero depositario de la energía
nacional; es el indio el único que en medio de esta chacota universal que llamamos
república, toma a lo serio la tarea humana por excelencia: producir, producir
incesantemente en cualquier forma, ya sea labor agrícola o minera, ya sea trabajo rústico
o servicio manual dentro de la economía urbana.
Hay que aceptar: el indio es depositario del noventa por ciento de la energía nacional. Ya
se trate de rechazar una posible invasión extranjera; ya se trate de derrocar a Melgarejo
o a Alonso; en todas las grandes actitudes nacionales, en todos los momentos en que la
república entra en crisis y siente su estabilidad amenazada, el indio se hace factor de
primer orden y decide de todo. Queda, pues, establecido que en la paz como en la guerra,
la república vive del indio, o muy poco menos. ¡Y es en esta raza que el cretinismo
pedagógico, que los imbéciles constituidos en orientadores de la pedagogía nacional, no
ven otra cosa que vicios, alcoholismo, egoísmo y el resto! Se habla de civilizar al indio...y
éste es otro de los lugares comunes que repiten los bovarystas que saben de todo menos
de la realidad y de la verdad, y que se repite sin saberse cómo ni por qué.
Que el indio se emborracha como una bestia, es verdad, lo mismo que nuestro blanco, y
no se emborracha más ni mejor que el más orgulloso inglés. La verdad es ésta: el
alcoholismo comienza recién a ser un vicio indio por contagio del blanco y comienza recién
a manifestarse en las proximidades de las ciudades blancas y mestizas. En cincuenta
años más tal vez su estrago comenzará a dejarse sentir en la raza recién enviciada.
7. El blanco
- Hay dos fuerzas que la historia ha puesto en América una en frente de otra: el blanco
puro y el indio puro (75)
- La superioridad del blanco se hizo patente en seguida; pero era una superioridad
entendida y convencional. El blanco sabía más por viejo que por sabio, y prevalía más
por astuto que por fuerte. En tanto el indio poseía, como posee, la fuerza primitiva,
material, y estofa de toda cultura posible. El indio posee y conserva la fuerza real y fundial
de la historia. (paraf)
- ¿Cómo explicar el odio real y el desprecio aparente del blanco por el indio? Es el rencor
previo de quien se sabe condenado a claudicar ante el vencido de ayer; y es este
sentimiento malsano que se ha traducido en inhumanas leyes coloniales
8. El mestizo