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30-9-2022

TÉCNICAS OPERANTES
II: REDUCCIÓN DE
CONDUCTAS

Docente: Lic. Edwin Pocoaca Machaca

Estudiantes: Cachaca Siles Alan Pablo

Mamani Quispe Alejandra

Montemayor Montemayor Alvaro Jhasmany

Poma Choque Wara Alejandra

Carrera: Psicología

Semestre: Segundo

Gestión: 2022
1. INTRODUCCIÓN

Para modificar el comportamiento de las personas una buena manera es la


reducción o eliminación de conductas. La forma de reducir o eliminar conductas
operantes, es retirar los estímulos reforzadores y también que vayan seguidas por la
presentación de estímulos aversivos.
Para este objetivo de reducir las conductas operantes, existen diversas técnicas,
algunas variables importantes para realizar las técnicas son:
a) Necesidad de identificar el reforzador que mantiene la conducta.
b) Necesidad de controlar el reforzador que mantiene la conducta.
c) Disposición y trabajo sobre estímulos reforzadores alternativos.
d) Trabajo exclusivo en el desarrollo de conductas alternativas.
e) Implicar de forma más o menos decisiva a las personas del entorno.
f) Necesidad de observar la emisión de todas las conductas.

2. BASES TEÓRICAS
Estas técnicas se fundamentan principalmente en los desarrollos del
condicionamiento operante como: Skinner, 1938, 1953, 1969; Honning y Staddon, 1980 o
en desarrollos más amplios para los que deseen profundizar (Honning y Staddon 1978;
Davey y Cullen, 1988; Domjan, 1999; Fester y Perrot, 1974; Schultz, 2006; Redish,
Jensen, Jonson y KurthNelson, 2007).
3. PROCEDIMIENTOS
3.1. Extinción
3.1.1. Definición y delimitación

Consiste en suprimir el reforzamiento de una conducta previamente reforzada.


Para utilizar esta técnica es necesario:
a) Haber identificado el reforzador o reforzadores que mantienen esa conducta.
b) Poder manipular (controlar o retirar) esos reforzadores.
La extinción es el procedimiento más seguro, en especial a medio y largo plazo, para
reducir conductas operantes, si bien es también el que exige un mayor control de las
condiciones del medio y el más lento en producir los efectos deseados.
3.1.2. Características de la técnica de extinción
1. La aplicación de la extinción produce en los primeros momentos un incremento
en la tasa de aparición de la conducta, y también variaciones en su topografía. Si Purita
no hace caso a la demanda de traerme una cerveza a la primera, intento repetir esta
petición varias veces, incluso cambiando la topografía de la conducta (suplicar, pedir por
favor, gritar, incluso insultar o amenazar).
2. Tras estos primeros momentos, la extinción produce una reducción progresiva
en la conducta que puede llegar a la completa eliminación. Si Purita sigue sin hacer caso,
acabaré, tras varios intentos, por abandonar la petición.
3. Pasado un cierto tiempo es posible que vuelva a aparecer la conducta
extinguida, es decir, que se produzca una recuperación espontánea. Pero si se mantiene
la extinción, la conducta volverá a desaparecer rápidamente y será cada vez menos
probable su reaparición. Es posible que tras un rato o unos días, vuelva a intentar que
Purita me traiga una cerveza, pero si no lo hace abandonaré cada vez antes esta
conducta de petición.
4. La reducción gradual de la conducta depende de la historia y el programa de
reforzamiento que han mantenido dicha conducta. Si siempre ha sido reforzada la
conducta, el efecto de la extinción será más rápido que si sólo fue reforzada algunas
veces. a) Variables que hacen a una conducta más resistente a la extinción: que la
conducta esté muy consolidada, que haya obtenido reforzadores muy potentes, que se
haya mantenido con reforzamiento intermitente, que no se disponga de una conducta
alternativa para obtener el reforzamiento. Hace ya muchos años que Purita me trae la
cerveza, es muy importante para mí el tener la cerveza, en anteriores ocasiones a veces
me ha puesto la cerveza y a veces no, no se dónde tiene las cervezas o tengo problema
para llegar a ella y yo no puedo ponérmela. b) Variables que hacen a una conducta más
fácil de extinguir: que la persona disponga de conductas alternativas o el mayor nivel de
esfuerzo que requiere la conducta. Puedo ponerme yo la cerveza fácilmente. 5. El uso de
la extinción puede facilitar la aparición de conductas emocionales negativas (malestar) y
también de conductas agresivas («agresión inducida por la extinción» Sulzer-Azaroff,
1983). Enfado e incluso gritos o insultos o descalificaciones a Purita por no ponerme la
cerveza.
3.1.3. Forma de proceder
1. Identificar todos los estímulos reforzadores que mantienen la conducta que se
desea extinguir. Si no es posible identificar «todos», o al menos la parte más importante
de éstos, no es adecuado utilizar la extinción.
2. Controlar la presentación de los reforzadores. Es decir, controlar el medio (físico
o social) de tal forma que no se dé ningún reforzamiento a la conducta en extinción. Para
ello suele ser importante integrar en el procedimiento de extinción a las personas del
medio en el que se emiten las conductas. Si no es posible controlar «todos» los
reforzadores o al menos una parte sustancial de éstos, no es adecuado utilizar la
extinción.
3. Aplicar de forma constante la extinción, retirar todos los reforzadores en todas
las ocasiones en que aparece la conducta. Una retirada parcial de reforzadores es un
procedimiento de reforzamiento, no una extinción, y, por tanto, consolida la conducta, no
la extingue.
4. Utilizar junto a la extinción de una conducta el reforzamiento de conductas
alternativas, si es posible incompatibles con la que se pretende eliminar.
5. Es muy útil (no imprescindible) especificar las condiciones de la extinción. Es
decir, señalar a la persona cuya conducta se desea extinguir que a partir de un
determinado momento no habrá reforzadores por emitir dicha conducta.
6. Es útil prevenir a las personas implicadas en el programa de extinción, o
afectadas por la conducta que se desea extinguir, con respecto al incremento inicial de la
conducta bajo extinción, a fin de que entiendan el proceso y mantengan la actuación
adecuada. También de la posible aparición de respuestas emocionales y/o agresivas.
7. Utilizar la extinción sólo si se puede permitir un aumento inmediato de la
conducta que se desea extinguir, y la conducta no es peligrosa para la persona que la
emite u otras personas. En caso contrario, la extinción no está aconsejada, o al menos
como técnica única, para reducir la conducta.
3.1.4. Ejemplos de aplicación de la extinción
Para AJM, joven de 23 años, la forma en que su padre le pide las cosas le resulta
no sólo desagradable sino un auténtico problema. Cada vez que éste quiere que AJM
haga algo (sacar la basura, hacerle un trabajo al ordenador, estudiar, etc.) se lo exige de
forma imperativa y con malos modos. «Ponte inmediatamente a hacer...» AJM le ha
indicado varias veces lo molesta y humillada que se siente cuando le pide estas cosas,
pero la conducta de su padre se mantiene. Se decide aplicar la técnica de extinción para
eliminar esta conducta, junto con el refuerzo de una conducta alternativa (¿Por favor
puedes hacer...?). Tras revisar el número de veces que se da la conducta en la línea-
base, comienza a aplicar ambos procedimientos, extinción y RDI. Hay que señalar que el
primer día fue difícil mantener la extinción dada la conducta especialmente agresiva del
padre, que incluso le amenazó con un castigo importante si no le hacía caso
inmediatamente. Pero el apoyo de su madre, que se ponía a hablar con ella ignorando al
padre, la ayudó a mantener la extinción. Al cabo de diez días la conducta de pedir las
cosas gritando parece haber desaparecido casi por completo, su padre la pide las cosas
de forma mucho más correcta y la relación general de ambos ha mejorado, así como la
autoestima de AJM.
3.1.5. Ventajas y desventajas de la extinción
La mayor ventaja es que probablemente sea el procedimiento más eficaz para
eliminar una conducta a medio y largo plazos. Una conducta que no obtiene reforzamiento
deja de emitirse.
Las principales desventajas se centran en dos aspectos:
a) Las dificultades de su aplicación, pues requiere haber identificados todos los
reforzadores (o la gran mayoría) que mantienen la conducta, cosa a veces complicada.
Por ejemplo ¿qué refuerza la conducta de fumar de un fumador? Es difícil saberlo; de
hecho, a veces dan razones contrarias («me relaja», «me activa», «me sienta mal» ...).
Además, hay que controlar que los reforzadores no aparezcan tras la emisión de ésta.
Dado que muchos reforzadores son sociales (como atención o aprobación), es difícil
conseguir que todas las personas que puedan dispensarlos en los distintos ambientes no
lo hagan.
b) Al comienzo de la extinción se produce el efecto contrario al deseado, aumenta
la conducta y se producen variaciones importantes en la topografía. Este aumento no es
aceptable en muchas conductas. Por otro lado, incluso en las que podría ser tolerable, a
veces las personas afectadas, sobre todo los no expertos, se desaniman o ponen en
cuestión el procedimiento, por lo que dejan de aplicarlo de forma sistemática, en cuyo
caso los resultados son aún peores. Prevenirles de la aparición de este incremento con
frecuencia no es suficiente para evitar esto.
3.2. Tiempo fuera de reforzamiento (TFR)
3.2.1. Definición y delimitación
El procedimiento de TFR consiste en sacar a la persona de la situación en la que
está obteniendo reforzamiento de manera contingente a la emisión de la conducta que se
desea reducir
Para ello es necesario:
a) Haber identificado el reforzador o reforzadores que mantienen esa conducta.
b) Poder retirar a la persona del medio en que se refuerza la conducta o retirar el
medio, de forma que la persona no pueda recibir reforzamiento tras la emisión de las
conductas a eliminar.
3.2.2. Características de la técnica de TFR
1. La aplicación del TFR produce una reducción relativamente rápida de la
conducta a la que sigue.
2. Esta reducción o supresión puede ser mantenida (poco esperable) o temporal.
3. Requiere poder sacar a la persona de la situación en que recibe reforzamiento
por la conducta o retirar dicha situación.
4. Sólo puede usarse durante un período de tiempo, en general breve. Después la
persona volverá al ambiente anterior. Si no se ha cambiado éste, es probable que la
conducta reaparezca.
5. Puede ser considerada como una técnica puente para alterar el ambiente de
forma definitiva o para desarrollar conductas alternativas a la que se quiere reducir.
3.2.3. Forma de proceder
1. Buscar e identificar todos los estímulos reforzadores que mantienen la conducta
que se desea reducir. Si no es posible identificar «todos», o al menos una parte
importante de éstos, no es adecuado utilizar TFR.
2. Constatar que se puede hacer que la persona abandone el ambiente en el que
emite la conducta a eliminar, o retirar este ambiente. En algunos casos, en especial con
niños, será necesario disponer de un ambiente alternativo en el que estar durante el
tiempo que dure el TFR.
3. Aplicar el TFR de forma contingente, inmediata y sistemática todas las veces
que se emite la conducta. Una aplicación parcial funciona como un procedimiento de
refuerzo.
4. Utilizar, junto al TFR, el reforzamiento de conductas alternativas a la que se
pretende eliminar.
5. Es muy útil (no imprescindible) especificar las condiciones del TFR. Es decir,
informar de que a partir de un determinado momento la emisión de la conducta señalada
supondrá el abandono del ambiente en el que puede obtenerse reforzadores.
6. Durante todo el TFR la persona no ha de recibir reforzamiento, en especial no
debe conseguir la atención de las personas implicadas en su control.
7. Si es conveniente disponer de un ambiente alternativo en el que cumplir el TFR,
éste debe estar próximo al ambiente en que se emite la conducta a eliminar. Para ello se
debe disponer un área en la que el sujeto pueda ser aislado sin posibilidades de
entretenerse o realizar otras conductas que le resulten atractivas. Pero no debe implicar
estimulación aversiva o estímulos atemorizantes que provoquen respuestas emocionales.
Sólo un área «aburrida».
8. La persona debe permanecer en situación de TFR hasta que ha trascurrido un
período de tiempo después de haber dejado de emitir la conducta. Suele ser más indicado
empezar con períodos de TFR breves y, si no son eficaces, aumentarlos
progresivamente. La duración del TFR debe implicar un período de tiempo significativo.
3.2.4. Ejemplos de aplicación del TFR
La relación de pareja de FJ y MI es muy buena. Pero hay un problema que les
complica un tanto la convivencia. A ambos les gusta mucho el fútbol, incluso son
«hinchas» del mismo equipo. Sin embargo, cuando están viendo un partido por la
televisión. MI emite, al menor evento, conductas de gritar, insultar o incluso coger objetos
que no siempre siguen intactos después de pasar por sus manos. A FJ le parece este
comportamiento totalmente inadecuado, y lo ha comentado con MI, que también reconoce
que es «un poco exagerado». De hecho, han dejado de ver los partidos con otros amigos,
cosa que siempre les agradaba, pues estos comportamientos de MI les avergüenzan un
poco. Como en otros casos, tratan de superar esta situación de mutuo acuerdo. Deciden
que MI debe reducir ese tipo de conductas. Para ello optan por utilizar la técnica de TFR,
en conjunción con el refuerzo de respuestas alternativas. La forma de llevarla a cabo
consiste en que, cuando estén viendo un partido, cada vez que MI emita una de estas
conductas inadecuadas (gritar, chillar, insultar, saltar del sillón o manipular un objeto de
adorno), FJ le hará una indicación (se ha acordado que sean las palabras clave: «Tiempo
fuera») y MI debe abandonar el salón y dejar de ver la televisión durante seis minutos.
Finalizados éstos, FJ le indicará que puede volver al salón a continuar viendo el partido.
Además, si durante 30 minutos seguidos viendo el partido no ha emitido ninguna de esas
conductas, FJ será el encargado de preparar, inmediatamente, un aperitivo como le gusta
a MI.
3.2.5. Ventajas y desventajas del TFR
La principal ventaja, es que se puede utilizar, aunque no se controle
completamente el medio en que se emite la conducta a reducir, e incluso aun no
conociendo con precisión los reforzadores que la mantienen y entre sus desventajas, que
no cambia el medio, de forma que al volver a él suele reaparecer la conducta indeseada.
También que supone un período de tiempo en blanco, en el que la persona sólo ha de
«no hacer» una cosa
3.3. Costo de respuesta (CR)
3.3.1. Definición y delimitación
El procedimiento de CR consiste en la retirada de un reforzador de forma
contingente con la emisión de una conducta que se desea eliminar. También se denomina
«castigo negativo», en cuanto que es un procedimiento de castigo consistente en «quitar»
algo.

El CR será más eficaz si además de retirar un reforzamiento por la emisión de la


conducta, se reduce el reforzamiento natural que ésta está recibiendo. Además, como con
todas las técnicas de reducción de operantes, es determinante el desarrollo de conductas
alternativas.

3.3.2. Características del costo de respuesta


1. El CR, como todo procedimiento de castigo, puede producir una reducción
rápida y completa de la conducta.
2. Es necesario poder retirar un reforzador de forma contingente a la emisión de la
conducta.
3. Para ello es necesario que la persona disponga de una reserva de reforzadores
que sean efectivos para el sujeto y que se puedan retirar de forma contingente a la
emisión de la conducta a eliminar.
4. Es determinante aplicar el CR de forma consistente y lo más próxima a la
emisión de la conducta a eliminar.
5. Pasado un cierto tiempo es posible que vuelva a reaparecer la conducta pero si
se mantiene el CR, volverá a desaparecer rápidamente y será cada vez menos probable
su reaparición.
6. El uso del CR puede facilitar conductas emocionales negativas (malestar) y
también de conductas agresivas, más que los procedimientos de extinción y TRF.
3.3.3. Forma de proceder
1. Antes de aplicar este procedimiento, considerar si basta con usar
procedimientos menos aversivos, como la extinción, TFR o RD.
2. Usar siempre el CR junto con el reforzamiento positivo de conductas
alternativas más adecuadas.
3. Identificar y controlar algún estímulo reforzador que pueda retirarse de forma
contingente e inmediata y sea relevante en el momento presente para la persona (no tiene
por qué tener relación alguna con la conducta a reducir).
4. Constatar o provocar que la persona acumule una reserva de reforzadores. Con
frecuencia es útil dar una cantidad importante de reforzadores que luego pueden retirarse.
5. Establecer el valor o coste que tendrá la emisión de la conducta a eliminar. La
intensidad del CR es determinante. Es decir, la cantidad de reforzadores que se van a
retirar por cada conducta. En líneas generales, el CR debe suponer una retirada
importante de reforzamiento, que no sea fácil de sustituir. 6. Para calcular la intensidad o
cuantía del CR, ha de tenerse en cuenta la frecuencia inicial de la conducta que se desea
disminuir y la cantidad de reforzadores a retirar de que dispone la persona. La intensidad
del CR debe ser importante para que funcione como castigo; por otro lado, debe poder ser
aplicada tras cada conducta.
7. Si tras las primeras aplicaciones del CR no se produce una reducción
significativa de la conducta es señal de que el CR no es suficientemente intenso. Se debe
aumentar de manera significativa su intensidad, o utilizar un reforzador alternativo más
potente. Con todo no conviene ir aumentando progresivamente el CR: puede producir
habituación y reducir su eficacia.
8. Es importante que el CR no agote la reserva del reforzador de que dispone la
persona («bancarrota»), pues en ese caso podría seguir emitiendo la conducta sin
consecuencias negativas. Hacer que una persona trabaje para superar un «saldo
negativo» es muy difícil.
9. Es muy útil (no imprescindible) especificar las condiciones del CR. Es decir,
informar de que a partir de un determinado momento cada vez que se emita esa conducta
costará una determinada cantidad del reforzador especificado.
10. Es muy útil que haya un feedback constante de los reforzadores perdidos por
emitir la conducta a reducir, así como de los ganados por emitir las conductas
alternativas.
3.3.4. Ejemplos de la aplicación del costo de respuesta
Se quiere reducir una conducta de picar entre horas, que Purita, una joven
dieciochoañera que dispone de una reserva diaria de 10 euros, emite unas 20 veces al
día. El CR podría ser de 0,50 euros por conducta, de forma que si pica 20 veces en todas
tendría contingencias negativas, pero es probable que la intensidad del CR sea muy baja
(«Por 1/2 euros me puedo dar el gusto de picar»). ¿Podría aumentarse el CR hasta 1
euro? Desde luego que sí, pues es previsible que con el comienzo de CR se produzca
una reducción de la conducta de picar y la frecuencia de ésta sería menor de las 20
veces. ¿Podría aumentarse más la cuantía del CR? Probablemente sí, incluso hasta
llegar a los 2 euros, pues con esa intensidad la reducción inmediata que provocaría el CR
haría que la frecuencia de picar bajara de cinco por día. No obstante, el registro de las
conductas sería determinante, para ver lo adecuado de la intensidad del CR.
Alternativamente se podría también establecer un CR que no fuera fijo. Es decir, que la
cantidad por cada vez que pica entre horas fuera diferente. Por ejemplo, por la primera
vez el CR sería 1 euro, por la segunda 1,5 euros, por la tercera 2 euros, por la cuarta 2,5
euros, por la quinta 3 euros. Así cada vez que pica el CR será mayor. Por supuesto la
cuantía del CR puede irse modificando conforme avanza el programa y va reduciéndose
la frecuencia de picar. Así, en la segunda semana podría implicar CR de 3 euros por cada
conducta de picar, incluso más si la frecuencia de picar ha bajado de 4. A la vez habría
que desarrollar una o varias conductas alternativas por las que reforzar (por ejemplo,
podría ser beber un vaso de agua, o hacer un dibujo de lo que no ha comido, o
simplemente que pase una hora sin que haya picado) por las que recibiría un premio
(puede ser 15 minutos de televisión por la noche escogiendo canal, o también puede ser 1
euro por cada una. Si se le dan euros, habrá que tenerlos en cuenta a fin de que no le
resulte fácil compensar los perdidos por picar, lo que implicaría subir el CR por picar).
Cada día habría que registrar las conductas emitidas y los CR o premios.
3.3.5. Ventajas y desventajas del CR
La principal ventaja tiene que ver con sus amplias posibilidades de aplicación,
prácticamente en todos los casos, pues no exigen identificar ni controlar los reforzadores
que mantienen la conducta, incluso se puede crear una reserva de reforzadores al
respecto para poder aplicar el CR. Suele producir una reducción rápida y mantenida de la
conducta. Su principal desventaja es que, al ser un procedimiento de castigo, produce con
frecuencia conductas emocionales y de contracontrol.

3.4. Saciación y práctica negativa

3.4.1. Definición y delimitación


Saciación: presentación repetida de un estímulo reforzador, en un lapso de tiempo

pequeño, hasta que el estímulo pierda su valor reforzante. Práctica negativa: repetición

reiterada de una conducta en un lapso de tiempo corto hasta que la realización de dicha

conducta resulta desagradable (displacentera). Saciación y práctica negativa son dos

procedimientos muy similares; consisten en la repetición en un caso del estímulo

(saciación) y en otro caso de la conducta (práctica negativa), hasta que uno u otra dejan

de resultar atractivos o reforzantes

Durante este período temporal de seguridad, se debe proceder al desarrollo de

conductas alternativas más adaptadas. Pasado este período de tiempo, si no se han

desarrollado conductas alternativas, es probable que vuelvan a producirse las conductas

que se pretendía eliminar. En ese sentido son procedimientos que nunca deben usarse en

solitario.

Ventajas del costo de respuesta

-Reducción de la conducta rápida y duradera. -Facilidad de aplicación en casi

todas las condiciones.

Desventajas del costo de respuestas

-Procedimiento aversivo que puede generar respuestas emocionales y de

contracontrol.

-Suele general evitación del agente de control.

3.4.2. Características de la saciación y la práctica negativa

1. la aplicación de saciación y práctica negativa (PN) produce una reducción

inmediata de la conducta, aunque sólo temporal.

2. Por eso mismo son técnicas que nunca han de aplicarse en solitario, sino en

conjunción con procedimientos para desarrollar conductas alternativas.


3. Tras esta reducción inicial de la conducta, pasado un lapso de tiempo es de

esperar que la conducta vuelva a aparecer.

Características de la Saciación

-Menos útil si la conducta se mantiene por múltiples reforzadores o por

reforzadores sociales

-Útil cuando el reforzador es barato y fácil de suministrar (en especial reforzadores

materiales)

Características de la práctica negativa

-No es necesario identificar el reforzador que mantiene la conducta.

-técnica útil en conductas que llevan implícito el refuerzo

3.4.3. Ejemplos de aplicación de saciación y práctica negativa

Jorge es un niño de 8 años al que le encanta encender cerillas. Prohibírselo o

regañarle por ello sólo ha conseguido que lo intente hacer a escondidas, lo que resulta

más peligroso. Se comienza a aplicar un programa de práctica negativa. El viernes por la

tarde el padre le invita a encender todas las cerillas que quiera, con unas condiciones:

que encienda sólo una cada vez, que la mantenga encendida al menos 15 segundos y

que lo haga encima del cenicero preparado para ello. Jorge empieza a encender con

fruición las cerillas, una caja, dos... Hacia la mitad de la tercera caja (250 cerillas y unos

100 minutos), Jorge presenta evidentes muestras de cansancio y manifiesta querer dejar

de hacerlo. El padre le dice que debe continuar hasta acabar la caja (50 cerillas más).

Cuando acaba, no quiere oír hablar más de cerillas. Es el momento para desarrollar una

conducta alternativa; en este caso se escoge la conducta de entregar las cerillas que

encuentre sin haberlas encendido, por lo que se le premiará con diez minutos para

jugaren la videoconsola. Sin que Jorge lo haya visto, el padre ha colocado algunas

cerillas(diez) por la casa. A lo largo de esa tarde del viernes y mañana del sábado el

padre puede constatar, dado que sabe dónde están las cerillas, si Jorge le entrega todas

las que ha encontrado (lo más probable, dado el efecto de la reciente práctica negativa).

Al día siguiente, sábado por la tarde, se vuelve a repetir la práctica negativa en las

mismas condiciones. Ahora Juan pide dejarlo después de 80 cerillas, pero el padre le
obliga a seguir hasta 120. Durante el resto de la semana se siguen colocando cerillas de

«cebo» y manteniendo el reforzamiento por la conducta incompatible. Durante la semana

se mantiene el programa de «premios» por entregar las cerillas. Al fin de semana

siguiente se puede hacer una sesión más de práctica negativa. También se puede añadir

un programa de CR por cada cerilla no entregada, pero si esto se produce más de una

vez será conveniente repetir al menos una sesión de práctica negativa.

Ventajas de la saciación y PN

-Los estímulos o conductas a utilizar son fáciles de identificar.

-No exigen identificar los reforzadores de la conducta.

-Producen efectos inmediatos

Desventajas de la saciación y PN

-Efectos reducidos en el tiempo.

-A veces no supresión completa de la conducta.

-No utilizables en conductas peligrosas.

-Poco eficaces con conductas mantenidas por reforzamiento social

3.5. Reforzamiento diferencial (RD)

3.5.1 Definición y delimitación

Consiste en reforzar una o varias conductas «diferentes» de la conducta que se

quiere reducir. Se espera que, al aumentar la frecuencia de esta nueva o nuevas

conductas, disminuya Hay varias formas en las que se puede aplicar el reforzamiento

diferencial:

a) Reforzamiento diferencial de otras conductas (RDO): reforzar cualquier

conducta distinta de la que se quiere eliminar.

b) Reforzamiento diferencial de conductas incompatibles (RDI): reforzar sólo

conductas incompatibles con la que se quiere eliminar.

c)Reforzamiento diferencial de tasas bajas (RDTB): reforzar una conducta sólo si

se emite por debajo de cierta frecuencia o tasa.

3.5.2 RDO
Se refuerza cualquier conducta del sujeto, con excepción de la que se pretende

eliminar. Es el procedimiento más simple y menos exigente, pero probablemente no el

más potente. Su aplicación se puede llevar a cabo de varias maneras, dependiendo de los

objetivos a conseguir o la conducta a reducir:

a) Reforzar por cualquier conducta que se emita excepto la conducta a reducir.

b) Reforzar sólo por la emisión de una o varias conductas específicas, en lugar de

la conducta a reducir.

c) Reforzar por un período de tiempo sin que aparezca la conducta a eliminar.

Uso efectivo del RDO

-Informar de la aplicación de RDO.

-Establecer el intervalo temporal de aplicación en función de la conducta a reducir.

-Establecer el reforzador a utilizar.

-Establecer el criterio para obtener el Reforzamiento:

a) Emitir cualquier conducta alternativa a la que se desea eliminar.

b) Emitir la o las conductas específicas (puede usarse sin intervalo temporal

explícito).

c) No emitir la conducta a eliminar durante un período de tiempo.

3.5.3. RDI

Consiste en reforzar una conducta (o varias) que es incompatible con la que se

desea eliminar. Es un procedimiento más exigente que el RDO, pues exige identificar una

conducta incompatible, cosa a veces difícil, pero suele ser de una mayor eficacia, incluso

con menores tasas de reforzamiento (Whitman, Sciback y Reid, 1983; Labrador y

Cruzado, 1993). Por ejemplo, si la conducta que se desea reducir es la de fumar, hay

muchas conductas incompatibles con fumar (bañarse, tener la boca cerrada, comer...),

pero dado que la conducta de fumar puede realizarse en un breve período de tiempo (uno

o dos segundos una aspiración). de la conducta a eliminar. Esto facilitará que en lo

sucesivo la persona pueda identificar cuándo va a llevar a cabo la conducta (o cuándo

desea hacerlo) a eliminar y emita la conducta incompatible en su lugar, manteniéndola el

tiempo suficiente para bloquear la inadecuada.


3.5.4. RDTB

Se refuerza la emisión de una conducta sólo si su frecuencia está por debajo de

un criterio en un intervalo de tiempo prefijado. Es un procedimiento dirigido a reducir una

conducta adecuada, pero cuya frecuencia es incorrecta. En una clase universitaria se

desea que los alumnos intervengan, pero no que acaparen (en especial si es uno solo)

todo el tiempo con sus intervenciones y no dejen progresar en el contenido; parece

conveniente limitar las intervenciones, no eliminarlas. Suele ser útil ayudarse de estímulos

discriminativos que señalan cuándo se obtendrá reforzamiento si se emite la conducta y

cuándo no.

3.6. Sobrecorrección (SC)

3.6.1. Definición y delimitación

El procedimiento de SC consiste en que, tras la realización de una conducta

inadecuada, la persona ha de llevar a cabo una conducta que remedie (en exceso) las

consecuencias negativas de esa conducta inadecuada (sobrecorregir). Se consideran dos

procedimientos de SC:

a) Sobrecorrección restitutiva (SC-R): consiste en compensar el «daño» o

«perjuicio» ocasionado con una conducta restituyendo o mejorando en exceso (sobre

corrigiendo) las condiciones alteradas por esa conducta. Una persona que ha pintado un

grafiti en una pared no permitida deberá limpiar esa pared y pintarla de nuevo con su color

original, o limpiar varias paredes.

Los procedimientos de SC, aunque han sido menos investigados que los

anteriores, han mostrado de forma sistemática su eficacia. Para su aplicación no es

imprescindible identificar el reforzador de la conducta inadecuada, ni tampoco controlarlo.

En algunos casos sus efectos son relativamente rápidos, aunque con frecuencia suelen

ser más bien graduales. En cierta manera es un procedimiento aversivo, en cuanto que

provee contingencias negativas por la realización de una conducta, si bien al centrarse en

contingencias directamente relacionadas con la conducta indeseada, e incorporar unos

aspectos educativos (sobrecorregir o practicar la conducta adecuada), los efectos


colaterales, como respuestas emocionales o conductas de contracontrol, suelen ser

menores.

3.6.2. Características de la técnica de sobrecorrección (SC)

1. La SC tiene como objetivo establecer contingencias aversivas por la emisión de

la conducta a eliminar que contrarresten los efectos del reforzamiento de ésa.

2. Suele producir una reducción rápida de la conducta, aunque no en todos los

casos.

3. Es importante la inmediatez de la aplicación de la técnica, en especial en la SC-

R.

4. Aunque no es imprescindible identificar los reforzadores que mantienen la

conducta, hay que asegurarse de que las contingencias negativas por su emisión son

importantes a fin de contrarrestar el posible efecto de esos reforzadores.

3.6.3. Forma de proceder

1. Antes de la aplicación de la SC, utilizar órdenes que incluyan el rechazo por la

conducta indeseable y que describan la conducta adecuada, o establecer «reglas de

conducta». Pueden ser suficientes para cambiar la conducta (Gelfand y Hartman, 1988).

2. Si se observa que la persona inicia la con conducta indeseable, avisar de la

necesidad de ponerle fin. 3. Si se continúa realizando la conducta tras el aviso, o ya ha

realizado la conducta, aplicar la sobrecorrección de forma inmediata y consistente. La

rapidez de la aplicación es importante, pues al impedir disfrutar del re fuerzo por la

conducta adecuada añadiría los efectos de la extinción, y también el refuerzo de la

conducta alternativa.

4.Es importante que la persona no reciba reforzamiento alternativo (en forma de

atención, aprobación social, prebendas...) durante la realización de la SC. Simplemente

dar las instrucciones para su adecuada realización.

Uso efectivo de la sobrecorrección

-Especificar verbalmente las condiciones de la SC. - Aplicación inmediata y

consistente tras la emisión de la conducta a eliminar.


-Las conductas utilizadas deben guardar relación y ser relevantes con la conducta

a eliminar.

-La duración debe prolongarse cierto tiempo después de restaurado el ambiente. -

Combinar SC-R con reforzamiento de conductas alternativas.

-Utilizar, si es posible, ambas formas de SC de manera conjunta.

3.6.4. Ejemplos de aplicación de la sobrecorrección

Conducta eliminada

-Enuresis nocturna.

-Dejar las cacas del perro en la calle

-Falta de higiene dental (no se lava los dientes).

Estrategias SC-R

-Tras incontinencia, limpiar (cam- biar) ropa, cama, habitación.

-Limpiar varias cacas» de la calle.

-Reordenar el salón y un par de habitaciones más.

Estrategias SC-PP

-Practicar el levantarse de la cama e ir al baño a orinar.

-Practicar el coger una bolsa, salir y recoger algo del suelo.

-Lavar varias veces los dientes (cuatro o cinco) tras cada comida sin hacerlo.

3.6.5. Ventajas y desventajas de la Sobrecorrección

-Ventajas de la sobrecorrección

-Reducción de larga duración de la R. Establece (enseña) conductas adecuadas.

-No tiene tantos efectos negativos como los procedimientos aversivos.

Desventajas de la sobrecorrección

-Sus efectos a veces son graduales, no inmediatos.

-Requiere un cierto tiempo para su aplicación.

-A veces hay dificultades para identificar o establecer las conductas alternativas

adecuadas.

- A veces se considera un método muy infantil


4. CONSIDERACIONES FINALES

No hay duda de la eficacia de los procedimientos den, 1988). expuestos para la

eliminación o reducción de las conductas operantes. Si bien, en función de las

conducciones y de las condiciones ambientales, será conveniente usar unos u otros.

Es importante tener en cuenta que el proceso de eliminar una conducta siempre

requiere dos actuaciones: reducir la conducta en cuestión y desarrollar alguna conducta

alternativa en su lugar.

La mayoría de estos procedimientos se han derivado de forma muy directa de la

psicología del aprendizaje animal y de modelos de «caja negra». Para su aplicación a

personas sin duda es muy útil el uso de instrucciones y de especificaciones verbales de

las condiciones que se van a establecer. De hecho, en muchos casos esta mera

declaración de cambios de condiciones puede producir cambios importantes (Malott,

1989; Davey y Cullen, 1988). Hay que asegurar que el medio favorece las condiciones

para que se mantengan las conductas, de modo que un cambio en éste supondrá

lógicamente un cambio en las conductas. Por eso, si lo que se pretende es que la persona

aprenda estas conductas en determinadas condiciones del medio, para que las mantenga

luego en condiciones menos adecuadas, será necesario dotar a la persona de habilidades

para que los sistemas de autorreforzamiento propios se sobrepongan y compensen a los

provenientes del medio. Es decir, dotarlas de habilidades de autorregulación o

autocontrol, como punto final. Obviamente a este objetivo se dedican los procedimientos.

y técnicas de autocontrol que se abordan en otro capítulo.

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