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1.

EXTINCIÓN:
Consiste en suprimir el reforzamiento de una conducta previamente reforzada, para reducir
o eliminar una conducta. Para utilizar esta técnica es necesario, haber identificado el
reforzador que mantiene la conducta; manipular los reforzadores, y suponer un control
sobre el medio en el que se emite la conducta a reducir o eliminar; la idea es asegurar las
condiciones para que la persona no reciba
reforzamiento tras la emisión de esta.
Características:
- Aplicar la extinción produce en los primeros momentos un incremento en la
aparición de la conducta y variaciones en sus dimensiones.
- Produce una reducción progresiva en la conducta que hasta puede llegar a la
completa eliminación.
- Pasado un cierto tiempo es posible que vuelva a aparecer la conducta
extinguida, pero si se mantiene la extinción la conducta volverá a
desaparecer rápidamente y cada vez se hará menos probable la reaparición.
- El uso de la extinción puede facilitar la aparición de conductas emocionales
negativas y también conductas agresivas.
Procedimiento:
Para utilizar esta técnica, primero es necesario: haber identificado el reforzador o
reforzadores que mantienen esa conducta, y poder manipular (controlar o retirar)
esos reforzadores.
1) Identificar todos los estímulos reforzadores que mantienen la conducta que se desea
extinguir. En caso de no ser posible identificarlos todos, o al menos la parte más importante
de estos, no es adecuado utilizar la extinción.
2) Controlar la presencia de los reforzadores, para que no se refuerce, es decir, controlar el
medio (físico o social) de tal forma que no se dé ningún reforzamiento a la conducta en
extinción. Para ello suele ser importante integrar en el procedimiento de extinción a las
personas del medio en el que se emiten las conductas. Si no es posible controlar «todos»
los reforzadores o al menos una parte sustancial de éstos, no es adecuado utilizar la
extinción.
3) Aplicar de forma constante la extinción, retirar todos los reforzadores en todas las
ocasiones en que aparece la conducta. Una retirada parcial de reforzadores es un
procedimiento de reforzamiento, no una extinción, y, por tanto, consolida la conducta, no la
extingue.
4) Utilizar junto a la extinción de una conducta el reforzamiento de conductas alternativas, si
es posible incompatibles con la que se pretende eliminar.
5) Especificar las condiciones de extinción, es decir, señalar a la persona cuya conducta se
desea extinguir que a partir de un determinado momento no habrá reforzadores por emitir
dicha conducta.
Ventajas: es el proceso más efectivo para reducir conductas a mediano y largo plazo.
Perdura y no requiere de la utilización de estímulos aversivos.
Desventajas: Exige un alto control de las condiciones del medio y es lento en producir los
efectos deseados. Dificultades para identificar y controlar los reforzadores de la conducta,
requiere un incremento inicial de la conducta. Puede haber una aparición de respuestas
emocionales o conductas agresivas.

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