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UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO.

ESCUELA DE PSICOLOGÍA.
CÁTEDRA DE PSICOLOGÍA ESCOLAR.
CURSO 2004-2005.

SEMINARIO: APLICACIÓN DEL MODELO CONDUCTUAL


Material de apoyo preparado por la prof. Janet Guerra (2004)

El modelo conductual es una aproximación al cambio terapéutico que


intenta modificar conductas que interfieran con el funcionamiento adaptativo del
individuo. El estudio se enfoca, como señala Kazdin (1996), “al desarrollo de la
conducta adaptativa, prosocial y a la reducción de la conducta desadaptativa en la
vida diaria”. Las características principales son 1. centrado en la conducta como
un fin en sí misma y como un medio para cambiar el afecto y la cognición, 2.
énfasis en el aprendizaje: el tratamiento se centra en proporcionar experiencias
especiales de aprendizaje para modificar o adquirir conductas y 3. valoración de
la evaluación: se parte de la evaluación de la conducta para identificar el grado y
naturaleza del problema. Luego se evalúan los efectos del tratamiento para
determinar si se han obtenido los efectos deseados.

Pasos de la modificación de la conducta:

1. Selección de la(s) conducta(s) objetivo(s): el primer paso es la escogencia


de la(s) conducta(s) a ser modificada(s) de acuerdo al problema,
precurrencia de la conducta, repertorios conductuales, déficit de los mismos
y recursos para la intervención. Así como decidir aumentar, disminuir o
mantener. La conducta debe ser definida operacionalmente, en términos
objetivos y de las dimensiones que la describen (precisión, frecuencia,
duración, intensidad y/o habilidad).

2. Recolección de línea base: se refiere a medir la conducta y expresarla


gráficamente. Lo cual se realiza por varios métodos: análisis de registros
anecdóticos, análisis de registros acumulativos, entrevistas al adulto
significativo o al niño. Sin embargo, el método más recomendado es la
observación directa de la conducta en el ambiente que ocurre. Existen
varios tipos: línea base simple, concurrente (registro de dos o más
conductas que pueden presentarse simultáneamente), múltiple (dos
conductas iguales en situaciones diferentes o dos conductas diferentes en
una misma situación). La línea base es utilizada para determinar la
efectividad de la intervención durante la fase de la evaluación.

Es importante observar los estímulos que preceden y siguen a la conducta,


así como Identificar los estímulos discriminativos y reforzadores que la
mantienen.

3. Identificación de reforzadores: se refiere a seleccionar reforzadores


deseables y valorados por los alumnos para que cumplan efectivamente su
función modificar la conducta en la dirección deseada. Entre los
procedimientos para identificarlos se cuenta con escalas de preferencias,
listas de reforzamiento, entrevistas con el niño, entrevista con el padre y
observación directa.

4. Intervención y registro: el siguiente paso es programar la intervención,


realizarla y registrar la conducta durante la intervención.

5. Evaluación: se establece la efectividad del tratamiento mediante la


comparación de los datos de línea base y del tratamiento. Si es necesario
se hacen ajustes al tratamiento.

Estrategias de evaluación e intervención:

A. Incremento de conductas:

1. Refuerzo positivo: es aquello cuya presencia incrementa la probabilidad de


ocurrencia de una conducta. En su selección es necesario evaluar lo
valioso o deseable para el niño, así mismo se puede considerar la novedad,
pues si todo permanece constante el niño puede buscar experimentar
situaciones novedosas. A fin de la efectividad del refuerzo hay que
considerar varios elementos. En primer lugar, el refuerzo para se efectivo
debe ser inmediato o su demora ser manejada mediante la presentación de
una señal, se le informa al niño que el refuerzo está por llegar. Es
importante que la inmediación facilita la discriminación de que conducta se
está reforzando. La discriminación también puede ser facilitada si se
especifican claramente las condiciones ambientales o estímulo bajo los
cuales se suministrará el reforzamiento: estímulo discriminativo. En
segundo lugar, la cantidad de reforzamiento adecuado, está depende de el
tipo de refuerzo, condiciones de privación y el esfuerzo necesario para dar
la conducta. En tercer lugar, considerar contingencias competitivas. Cuando
hay contingencias concurrentes en operación en la vida del niño, es decir
cuando hay contingencias que operan para mantener conductas que
compiten con la conducta objetivo, deben sustituirse por contingencias más
poderosas o el refuerzo total fracasará. En cuarto lugar, programa de
reforzamiento, para el incremento de conductas es más efectivo el refuerzo
continuo y para el mantenimiento de conductas bien aprendidas el refuerzo
intermitente. En quinto lugar, hay que tener presente que las reacciones
emocionales pueden interferir con la primera experiencia que tenga el niño
con el reforzador. Asustado o inseguro puede que no logre descubrir lo
bueno que se pierde. Una vez que los niños comienzan a disfrutar de una
experiencia (libro con una historia fascinante, un nuevo juego) este se
convierte en un reforzador y puede hacerse contingente del
aprovechamiento de una tarea específica.
2. Refuerzo negativo: es aquel cuyo retiro incrementa la probabilidad de
ocurrencia de una conducta, es un procedimiento útil para mantener o
incrementar una conducta. Se emplea refuerzo negativo cuando los
refuerzos positivos asequibles no son suficientes para motivar a los
individuos a hacer cosas que les resultan muy difíciles. Sin embargo,
cuando se trata de estímulos aversivos hay que tener cuidado con los
efectos secundarios: escape, evitación y agresión. Siendo estas conductas
reforzadas negativamente al eliminar el estímulo. Economía de fichas:
sistema de intercambio.

3. Moldeamiento y Encadenamiento: es el refuerzo sistemático de


aproximaciones sucesivas a la conducta objetivo o de conductas diferentes
que llevan a un objetivo. De forma que son útiles para el aprendizaje de
conductas nuevas. Es útil entre otros, para la intervención en escritura: la
definición tiene que ser muy fina, que letra como la escribe.
Una consideración importante es cuando pasar al siguiente paso, pues si el
reforzador se proporciona durante mucho tiempo en un paso puede
establecerse rígidamente y ser difícil el paso siguiente y si se pasa muy
rápido a otro paso entonces la nueva conducta puede extinguirse
fácilmente.

4. Modelaje: útil para aprender nuevas conductas y actitudes de tipo social,


fortalecimiento de las ya aprendidas, fortalecimiento o debilitamiento de
inhibiciones (efectos inhibidores o desinhibidores), dirección de la atención.
A fin de utilizar con éxito ésta estrategia los modelos deben ser percibidos
como semejantes al imitador, la conducta del modelo debe ser premiada y
cuando se trata de una cualidad que los imitadores desearían poseer el
modelo debe ser percibido como una persona con prestigio en cuanto a esa
cualidad. Ésta estrategia ha probado ser efectiva en la intervención de la
lectura especialmente cuando se acompaña de acompañada de
corrección. Así mismo, observar a un modelo pensar en voz alta mientras
ejecuta los pasos para solucionar un problema es un método más eficaz
que demostraciones o lecciones.

5. Análisis de tareas: se refieren a la enseñanza de habilidades en secuencia.


Es importante centrarse en la actividad académica que debe aprender el
niño más que en las deficiencias subyacentes que le impiden aprender.
Además, debe considerar suficiente tiempo asignado para aprender.
Resulta muy efectivo combinado con feedback correctivo inmediato y
también con estímulos discriminativos. Por ejemplo en el aprendizaje de la
lectura se han empleado dibujos para establecer la respuesta correcta en
la presencia de palabras o la presencia de figuras flash, a medida que
aprendían, el dibujo gradualmente desaparecía quedando solo las palabras
escritas para controlar la respuesta verbal. (Knowlton 1982)). En la
intervención en matemática Schloss, Sedlak, Elliot Smother (1982) han
probado la efectividad de reforzar la identificación de las operación y su
ejecución o pasos del proceso de solución, pues al emplear solamente el
refuerzo del de resultado correcto es poco efectivo pues el estudiante
puede no conocer o entender la operación.

6. Economía de fichas: es un sistema de intercambio. Los niños ganan fichas


que cambian por recompensas. Más efectivo si su emplea como índice de
auto evaluación del niño: he ganado más fichas que la semana pasada. Es
importante controlar la competencia entre los niños del grupo enfatizar el
logro personal.

7. Contrato de contingencias: se refiere al acuerdo entre el niño y el


especialista que determina las responsabilidades de cada uno en relación
con determinado objeto o actividad. Walker y Shea (1987) lo definen como:
“que el niño haga algo que el quiere hacer después que haga lo que tu
quieras. Si haces X, puedes hacer U y obtener Y”. Esta estrategia es
recomendada primero, para tareas y reforzadores pequeños porque
estimulan el refuerzo frecuente. Segundo, niños mayores para que
comprendan el acuerdo y puedan regular su conducta.

B. Reducción de la conducta:

1. Extinción: es un procedimiento en el que la conducta que ha sido reforzada


previamente ya no vuelve a reforzarse. Es una estrategia bastante sencilla
pero difícil de aplicar. Es necesario considerar varios elementos para su
aplicación. Primero, es necesario que todas las fuentes principales de
refuerzo contingentes sean eliminadas. Segundo, se debe especificar las
condiciones en que se implementara ( dejara de responderle cuando este
en el escritorio trabajando). Tercero, para ser efectivo tiene que mantener
se por tiempo suficiente, es necesario superar la fuerza de la conducta.
Cuarto, estrategia adecuada cuando el problema es pasajero, reciente, no
es grave ni peligroso. Quinto, estrategia efectiva cuando es usada en
combinación con otros procedimientos. Así también hay que considerar las
siguientes limitaciones: primero, lleva tiempo, lo que puede originar
problemas bajo ciertas circunstancias. Segundo, contraindicada ante
conductas peligrosas para los niños o conductas que captan la atención de
los otros niños del grupo pues traerá desorden.

2. Desensibilización: estrategia para disminución de miedos y ansiedad


mediante la presentación repetitiva a un niño relajado del más débil de los
estímulos provocadores del miedo o ansiedad, que han sido listado
previamente. Se presentan hasta que cesen de provocar la reacción de
miedo o ansiedad. Luego se continua con el siguiente estimulo provocador
en la lista. Limitaciones: es un procedimiento que toma mucho tiempo.

3. Castigo por presentación o supresión (costo de respuesta). El castigo es


efectivo cuando es moderado, informativo más que punitivo y acorde con la
falta. Además, debe poseer las características de ser inmediato, suficiente,
igual intensidad, constante. Entre sus efectos negativos está que no
enseña la conducta alternativa, suprime la conducta pero no la elimina
necesariamente y puede traducirse en conductas de evitación y escape.

4. Saciedad: disminución de una conducta como resultado del reforzamiento


continuo o incrementado de esa conducta. Esta estrategia ha probado ser
efectiva en el robo de objetos, préstamo de objetos y dominio del tiempo
(walker y Shea, 1987).

5. Refuerzo de conductas incompatibles o refuerzo diferencial una conducta


que al emitirse imposibilite la conducta indeseable. La eficacia de este
procedimiento depende de la imposibilidad real de realizar la conducta
indeseable al realizar la positiva.

6. Tiempo fuera: se refiere a retirar al niño de un ambiente de reforzamiento,


sacarlo cuando emite la conducta inadecuada. Es importante que se
especifique el tiempo de retiro de la situación. Esta estrategia se usa
cuando es el entorno quien mantiene la conducta. El tiempo fuera puede
ser total o parcial. Total: es el aislamiento de la situación y Parcial: es
cuando el niño se aparta a un área alejada pero se deja que observe las
conductas adecuadas de sus compañeros. En cuanto a la efectividad, esta
depende de varios factores. Primero, debe garantizarse la pérdida de
contacto del niño con los estímulos discriminativos, refuerzos condicionados
e incondicionados que mantienen la conducta. Segundo, constancia y
duración del tratamiento. Tercero, características del niño. Cuarto,
comprensión de las reglas por parte del niño. Más efectivo cuando se
combina con refuerzo de conductas adecuadas.

Bibliografía:

Kazdin, Alan (1996) Modificación de la conducta y sus aplicaciones prácticas.


Edit Manual Moderno segunda edición

Nelson, C y Rutherford, R (1992) behavioral interventions with behaviorally


disordered students

Walker, J. E. Y Shea, T. M. (1987) Manejo Conductual. Un Enfoque Práctico


Para Educadores. México: El Manual Moderno.

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