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Buenos Aires, de septiembre de 2014

Al Sistema Nacional de Arbitraje de Consumo (SNAC)


Av. Julio A. Roca 651 - Capital Federal
República Argentina
S________/________D
Ref.: Solicitud de arbitraje de consumo
Monto del reclamo: $ 741,71

Joaquín E. Martínez, DNI xx.xxx.xxx, constituyendo domicilio en Av. Las Heras xxxx–
8º C de la Capital Federal, me dirijo a Uds. en carácter de reclamante a los efectos de iniciar una
Solicitud de Arbitraje de Consumo, siendo Banco Itaú Argentina S.A. (CUIT 30-58018941-1) la
empresa reclamada, cuyo domicilio legal se encuentra en Victoria Ocampo 360 de esta ciudad,
estando actualmente dicha entidad bancaria adherida al SNAC. El motivo del presente reclamo
se fundamenta en las siguientes consideraciones:

1. Hechos (relación del usuario con el Banco Itaú Argentina S.A.)

a. En el año 2008 se comunicó conmigo el Sr. David Blanes, Ejecutivo de Ventas del
Banco Itaú Argentina S.A. (en adelante “Banco Itaú”) a los fines de poner a disposición
mía una Tarjeta de Crédito VISA de dicha entidad sin costo alguno por emisión ni
renovación, mencionando que dichas condiciones especiales derivaban de mi carácter
de miembro del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, situación que
mantengo desde el año 2007 al día de la fecha.

b. En virtud de resultar atractiva la promoción mencionada en virtud de que la contratación


no me traería aparejado costo alguno por emisión ni renovación de la tarjeta de crédito,
acepté una visita propuesta por el Sr. Blanes en las oficinas de Abeledo Gottheil
Abogados (Av. Eduardo Madero 1020 – 5º Piso), donde desde entonces desempeño mi
profesión de abogado, a los fines de ultimar detalles y entregar al Sr. Blanes la
documentación formal solicitada. Efectivamente mantuvimos dicha reunión, entregué la
documentación solicitada firmando el contrato correspondiente, y posteriormente recibí
en los días siguientes la tarjeta de crédito Visa emitida por el Banco Itaú.

c. Desde entonces hasta el día de la fecha, jamás he hecho utilización de la misma, ni


siquiera por el consumo más pequeño que pueda imaginarse. Vuelvo a destacar, jamás
utilicé la tarjeta de crédito.
d. Durante los años 2010, 2011, 2012 y 2013 nunca recibí un resumen con cargo alguno,
siempre los resúmenes llegaban en cero.

e. “Grata” fue la sorpresa cuando en el mes de junio del año 2014 recibo el Resumen de
Card Itaú Express Nº 045748 con vencimiento el 13/06/2014 por un monto de $ 301,04.
Al recibir el mismo, me dirijo el día 16/06/2014 a la Sucursal de Banco Itau sita en Av.
Las Heras 3015 de esta ciudad, donde se encuentra abierta la cuenta, a los fines de
realizar el reclamo correspondiente, el cual ha cursado bajo el Nº 1673823,
informándome textualmente que “el convenio con el Colegio de Abogados cambió y
por lo tanto tiene que pagar las comisiones por mantenimiento y por renovación de la
tarjeta de crédito”. A los fines de no perder tiempo y terminar con el asunto solicité
expresamente en la entidad que se me cierre la cuenta completa, incluyendo la tarjeta de
crédito y la caja de ahorro asociada a la misma, manifestando que les abonaría la suma
mencionada, lo cual para mi era lo más rápido, dado que por el tiempo que demanda mi
desempeño profesional no puedo perder tiempo en estas cuestiones por una suma tan
pequeña ($301,04). Sin embargo, en ese momento se me informa que si bien el resumen
arrojaba un saldo de $ 301,04, si yo deseaba cerrar la cuenta completa debía abonar un
total de $ 499,71, dado que me cobrarían (i) comisiones por el mantenimiento de
cuenta, (ii) comisiones por renovación de la tarjeta; (iii) la gestión de la cobranza (este
rubro parece irrisorio cuando claramente era yo como usuario el que estaba ofreciendo
abonar); (iv) y el IVA por determinados conceptos.

f. Ante semejante atropello por parte del Banco Itaú, dejo asentado mi reclamo bajo el Nº
1673823 no teniendo respuesta alguna por parte de la entidad, ni por escrito ni en forma
telefónica, con posterioridad al 16/06/2014.

g. En el mes de julio de 2014 recibo el Resumen de Card Itaú Express Nº 044367 con
vencimiento el 15/07/2014 por un monto de $ 320,69, informando que mi cuenta
registra una deuda de $ 499,71 (IVA incluido).

h. En virtud de no haber obtenido respuesta alguna al reclamo efectuado presencialmente


en la entidad, envié con fecha 6/08/2014 una Carta Documento Nº CD 50504374 9 al
Banco Itau Argentina S.A. a los efectos de impugnar el resumen Nº 044367 y rescindir
el contrato de tarjeta de crédito en los términos del Art. 11, inciso b) de la Ley 25.065,
la cual se notificó fehacientemente con fecha 7/08/2014.
i. En los días siguientes, recibo el Resumen de Card Itaú Express Nº 043249 con
vencimiento el 14/08/2014 por un monto de $ 340,17, informando que mi cuenta
registra una deuda de $ 620,71 (IVA incluido), mencionando textualmente lo siguiente:
“le informamos que su inquietud ha sido resuelta. Para obtener detalles acerca de la
misma le solicitamos por favor se comunique al 0810-345-4999”. Al comunicarme con
la entidad al número suministrado, advierto que lejos estaba de haber sido “resuelta la
inquietud”. Por el contrario, se me vuelve a informar telefónicamente que “el convenio
con el Colegio de Abogados fue modificado y por lo tanto tiene que abonar las
comisiones por mantenimiento y por renovación de la tarjeta de crédito”.

j. Durante el mes de septiembre de 2014 recibo el Resumen de Card Itaú Express Nº


043058 con vencimiento el 12/09/2014 por un monto de $ 356,59, informando que mi
cuenta registra una deuda de $ 741,71 (IVA incluido). A pesar de haber sido notificado
al Banco Itau con fecha 7/8/2014 de la rescisión del contrato de tarjeta de crédito, se me
informa que “cuenta con 30 días desde la fecha de recepción de este resumen para
observar los conceptos que se incluyen en el mismo. Se considerará aceptado, en caso
de no registrarse objeciones en dicho lapso”.

2. Incumplimientos del Banco Itaú Argentina S.A.

a. Vengo a manifestar que el Banco Itaú Argentina S.A. ha incurrido en un incumplimiento


esencial del contrato originario que uniera a ambas partes, dado que la condición
esencial era que la Tarjeta de Crédito VISA, no tendría cargo ni costo alguno, Lo
destacado en negrita -vuelvo a mencionar- fue condición esencial de la contratación, la
cual fue tenida en cuenta especialmente por quien suscribe al momento de aceptar y
firmar la adhesión al Contrato de Tarjeta de Crédito, y desde ya que dicha condición fue
la que utilizó la entidad para captar la vinculación de quien suscribe como usuario.

b. Jamás he firmado ni suscripto alguna addenda o modificación al contrato original que


firmé con el Banco, por lo tanto nunca podrían registrarse consumos, comisiones,
cargos, etc. en mi cuenta o Resumen, dado que en virtud de lo dispuesto por el Art. 14
de la Ley 25.065 resulta nula toda modificación unilateral de las condiciones del
Contrato.

c. Los hechos relatados en los párrafos precedentes complementan el objeto de mi reclamo


y resaltan de manera más que evidente la forma en que opera la Denunciada,
avasallando los derechos de los consumidores, explotando su buena fe y confianza en
que se atendrán a lo pactado para, sin autorización alguna de su parte cobrar sin derecho
sumas que exceden lo pactado oportunamente.

d. En el supuesto en particular, cualquier cláusula del Contrato que estipulara la


modificación unilateral, arbitraria e inconsulta, de existir, sería abusiva y por lo tanto
debería tenerse por no escrita en los términos previstos en el art. 37 de la ley 24.240. Al
respecto, la doctrina ha establecido que: “En cuanto a los efectos de estas cláusulas
(refiriéndose a las cláusulas abusivas), la posibilidad de declarar su nulidad sin
perjuicio de la validez del contrato se erige en una importante previsión a favor del
consumidor, quien ve resguardada, de esta manera, sus expectativas respecto de la
contratación querida, sin que esto implique verse sometido arbitrariamente a
condiciones desventajosas impuestas por el predisponerte… En los contratos de
adhesión, funciona similarmente al principio interpretatio contra stipulatorem, en
virtud del cual en caso de duda sobre las estipulaciones, las palabras deben ser
interpretadas en contra del estipulante; y el principio favor debitoris, por el que las
cláusulas o convenciones deben interpretarse en favor del deudor o quien haya
contraído las obligaciones.”1.

e. Señalo adicionalmente a todo evento, que la presente denuncia es totalmente consistente


con mis actos ya que nunca hice uso de la tarjeta de crédito, demostrando con ello que
en ningún momento intenté aceptar la modificación unilateral, abusiva, inconsulta y
arbitraria del Contrato. Sobre el tema la jurisprudencia a indicado que, “Los hechos de
las partes subsiguientes a la celebración del negocio que tienen una relación con la
materia en discusión producen efectos jurídicos y constituyen base cierta de la
interpretación del vínculo que las une.”2

3. El daño y su resarcimiento (Art. 40 bis Ley 24.240)

La ley 24240, en su Art. 40 bis dispone que “Daño directo. Es todo perjuicio
o menoscabo al derecho del usuario o consumidor, susceptible de apreciación pecuniaria,
ocasionado de manera inmediata sobre sus bienes o sobre su persona, como consecuencia de la
acción u omisión del proveedor de bienes o del prestador de servicios.
La autoridad de aplicación podrá determinar la existencia de daño directo al usuario o
consumidor resultante de la infracción del proveedor o del prestador de servicios y obligar a

1
Título: El régimen jurídico de las cláusulas abusivas. Pérez Bustamante, Laura LA LEY 2004-B, 1262.
2
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, sala B. Campanario, P. S.A. c. Plan Ovalo S.A. –
24/09/1998.
éste a resarcirlo, hasta un valor máximo de cinco (5) Canastas Básicas Total para el Hogar 3,
que publica el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina
(I.N.D.E.C.).
El acto administrativo de la autoridad de aplicación será apelable por el proveedor en los
términos del art. 45 de la presente ley, y, una vez firme, respecto del daño directo que determine
constituirá título ejecutivo a favor del consumidor.
Las sumas que el proveedor pague al consumidor en concepto de daño directo determinado en
sede administrativa serán deducibles de otras indemnizaciones que por el mismo concepto
pudieren corresponderle a éste por acciones eventualmente incoadas en sede judicial”.

En este sentido, ocasionado de manera inmediata sobre mis bienes, como


consecuencia de la acción del proveedor de bienes o del prestador de servicios el costo de
traslado a la entidad bancaria Sucursal Las Heras $ 50.- más el costo del envío de la carta
documento $ 120, más intereses y las costas del presente proceso, es un daño directo que debe
ser resarcido por la denunciada en los términos establecidos en el Art. 40 bis de la ley 24.240,
sin perjuicio de las otras indemnizaciones que correspondan a mi parte tal como se solicita en el
presente y sin perjuicio de las que sean reclamadas posteriormente.

4. Pretensión en la instancia arbitral

a. Instrumentar el cierre y/o rescisión sin cargo ni costo alguno de las cuentas que me
vinculan al Banco Itau Argentina S.A., tanto de la tarjeta de crédito como de la caja de
ahorro asociada a la misma, y

b. Obtener el compromiso del Banco Itau Argentina S.A. de abstenerse de informar


“situación deudor” a las entidadades de información comercial y/o financiera como por
ejemplo Veraz, Nosis, Equifax, etc, entre otras.

5. Petitorio

a. Se tenga por presentada y se haga lugar a la presente Solicitud de Arbitraje de


Consumo.

b. Se emplace a Banco Itau Argentina S.A. y se de traslado de la presente.

c. Se proceda a la conformación del Tribunal Arbitral.


d. Se tenga presente la solicitud expresa de daño directo en los términos del Art. 40 bis de
la Ley 24.240.

Sin otro particular saludo a Ud. atte.

Joaquín E. Martínez

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