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Argumentación y
Redacción Jurídica
Contenido
I. Introducción y antecedentes de la argumentación jurídica
A. Naturaleza de la argumentación jurídica
B. Falacias y sus tipos
C. Reglas generales y lineamientos prácticos en la exposición de argumentos
II. Tipos de argumentación
A. Argumento de autoridad.
B. Argumento analógico.
C. Argumento sistemático.
D. El argumento de equidad o equitativo.
E. Argumento a fortiori.
F. Argumento a contrario.
G. El argumento psicológico.
H. Argumento teleológico.
III. Tipos de conectores lingüístico-argumentativos
A. Conectores indicadores de una premisa o de un antecedente lógico.
B. Conectores conclusivos o indicadores de conclusiones.
C. Conectores de reafirmación o de resumen.
D. Conectores aditivos o adicionadores de argumentos.
E. Conectores organizadores o divisores de argumentos.
F. Conectores diferenciadores o modalizadores de argumentos.
G. Conectores contra argumentativos.
H. Conectores de contraste o para contrastar argumentos.
I. Conectores de reafirmación, de síntesis o resumen.
J. Conectores consecutivos de causa o de conclusiones intermedias (no finales).
K. Conectores ejemplificativos o de ejemplificación.
L. Conectores reformuladores rectificativos.
IV. Argumentación en Materia de Hechos
A. Ejemplos prácticos en cada caso y resolución de los mismos en clase.
B. Identificación de elementos y fundamentos para reforzar los argumentos.
C. Elaboración de Actos Administrativos.
V. Lógica jurídica
A. Definición de lógica.
B. Concepto de lógica jurídica.
C. Principios.
Objetivo
Actividad
Unidad 1
Tema “Introducción y Antecedentes de la argumentación
jurídica”
La técnica de la argumentación ha ido tomando cuerpo lentamente, aunque sus orígenes los
encontramos ya en la democracia romana y aún antes en la griega, no fue hasta el siglo XX cuando
personalidades como Theodor Viehweg y Chaim Perelman dieron un paso casi definitivo al comenzar
a hablar de razonabilidad y valores axiología en el Derecho.
A partir de entonces, el pensamiento jurídico rompió con la tradición rigurosa que había predominado
en el continente europeo y reconoce, entre otras cosas, que los derechos fundamentales del individuo
son los principios básicos de la convivencia, además de estar estrechamente vinculados a los poderes
públicos.
Hoy en día, la preocupación por el contendido material y el abandono de un formulismo legal hacen
preciso mostrar de manera panorámica en qué consiste la Argumentación jurídica y de qué forma puede
ayudar a la práctica.
Lo que debe ocuparnos es poner de relieve por qué la argumentación jurídica se ha convertido en parte
fundamental de la enseñanza jurídica en estos días en México.
Sostenemos que más allá de ser una “moda académica”, la introducción de la oralidad en los procesos
penales en muchas de las entidades federativas, con la consecuente remoción de los principios
procesales penales tradicionales y la introducción de otros tantos inmediación, presunción de inocencia,
la libre apreciación de las pruebas, etcétera, han hecho que las partes estén urgidos de “persuadir” a
los tribunales sobre sus peticiones y éstos de “convencer” a aquellos sobre sus resoluciones.
Esta necesidad de “argumentar para convencer” no puede tener una adecuada recepción práctica si
no es que antes se ha destilado correctamente la dogmática que le sirve de sustento.
Por lo antes expuesto, en ésta materia se estudiarán las ideas, conceptos y criterios de aplicación de
la argumentación que permitan al alumno de la maestría en ciencias penales, identificar los
fundamentos para el análisis, su importancia e interpretación en el Derecho Penal, así como su
enseñanza y aprendizaje.1
1 http://www.ula.ve/ciencias-juridicas-politicas/images/NuevaWeb/Prof_Bartolome/bart5.pdf
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Argumentación y Redacción Jurídica
1.- El abogado no argumenta para teorizar acerca de lo que es inferible en un sistema, sino que
argumenta para dar determinada solución aquí y ahora a un problema.
Sea que como asesor aconseje, que como litigante defienda o que como juez falle, en el centro de sus
preocupaciones está el problema concreto de alguien a ser resuelto.
Así como del médico no se espera una lección de anatomía, sino que se pase el dolor por el cual lo
visitamos, y del ingeniero no se espera una charla sobre mecánica de suelos, sino el puente que
resolverá el problema de circulación, del abogado no se espera una clase de teoría de las obligaciones,
sino el lanzamiento del arrendatario que estaba destruyendo la propiedad.
El abogado no argumenta para satisfacer tales o cuales exigencias teóricas de la academia, sino para
ayudar a quien le ha pedido consejo, defensa o justicia ante un problema.
2.- Cualquiera sea la solución que el abogado dé al problema que enfrenta, esa solución siempre
consiste en que determinados terceros actúen de cierta manera.
El abogado, entonces, argumenta para lograr el acuerdo de determinados terceros cuya acción
constituye la solución que él busca dar al problema concreto para el cual se le ha pedido ayuda.
3.- El ejercicio de reconocimiento de los alrededores es que aquellos terceros cuyo acuerdo busca el
abogado con su argumentación, son personas a quienes al igual que al lector y al que escribe les
importan las consecuencias morales y políticas de sus decisiones.
De más está decir que si el abogado argumenta para lograr el acuerdo de determinados terceros cuyo
acuerdo está condicionado por percepciones morales y políticas sobre del caso, el abogado no puede
sino hacerse cargo de dichas percepciones morales y políticas en su argumentación, de manera
explícita o implícita, según sean las circunstancias y su particular estrategia.
Dicho de otro modo, si alguien se acerca a un abogado en busca de consejo, defensa o justicia, lo que
está en juego es demasiado importante para que el abogado se dedique a jugar un juego donde lo que
importe sea la pulcritud lógica con que se jugó.
Contrario a lo que a veces piensan quienes malentienden lo que es el acercamiento pragmático a un
problema, la pregunta por las consecuencias es una pregunta por todas las consecuencias.
Es así como el lector seguramente conoce sentencias en que, por ejemplo, la decisión ha sido
motivada, entre otras cosas, por las consecuencias que el tribunal ha visualizado para la economía
nacional o para la estabilidad institucional.
Pues bien, entre las consecuencias que siempre importan al auditorio cuyo acuerdo el abogado corteja,
se incluye que el argumento no se perciba como caprichosamente alejado de la ley.
Por eso nunca veremos a un abogado invitar a su auditorio a prescindir de los textos legales pertinentes
para resolver un problema, sino que lo veremos previamente invitar a su auditorio a entender de cierta
nueva manera los hechos y los textos legales pertinentes para resolver el problema.
La pregunta por la respuesta correcta, entonces, es la pregunta por las consecuencias de la
argumentación.
Pero rara vez se puede reducir la argumentación completa a una o varias cadenas de inferencia lógica
y, probablemente, nunca se puede reducir así una sentencia interesante.
Esto es así, porque el abogado argumenta para lograr el acuerdo de un determinado auditorio,
haciéndose cargo de percepciones morales y políticas pertenecientes al terreno de los fines
inconmensurables, donde las distancias entre posiciones contrapuestas no se acortan con
fundamentos y puentes lógicos, sino con la atracción del sentido
Sin necesidad de fundamento explícito ni cadenas deductivas, la argumentación del abogado logra que
el auditorio reconozca que la solución propuesta para el caso encarna principios y valores que al
auditorio importan, además de incorporarse coherentemente a su entendimiento global de cómo las
cosas son y debieran ser.
Los instrumentos discursivos con que el abogado logra así dar sentido (no fundamento) a la solución
que propone son la narración de los hechos, el uso de la tradición (incluyendo el uso especial a dar en
el caso a los textos legales) y el vocabulario, imágenes, composición y estilo de su discurso.
Aristóteles señala que hay dos clases de falacias, las lingüísticas y las extralingüísticas.
Petición de principio y entre otras.- es una falacia que implica probar de manera absurda lo que
no es evidente por sí mismo, mediante ello mismo.
Ejemplo: cuando alguien quiere postular algo universalmente, y sólo se puede demostrar
particularmente.
La reunión de varias cuestiones en una.- se presenta cuando alguien quiere demostrar una
sumativa de algo, queriendo tener validez de conjunto, cuando sólo tiene validez individual.
Ejemplo: alguien quiere demostrar la eficacia de algo a nivel político, cultural, ideológico y
jurídico, cuando sólo puede tener validez cultural
CONCEPTO
• Argumento que parece correcto pero que, luego de examinarlo, se demuestra que no lo es.
RELACIÓN DE FALACIAS
• AD IGNORANTIAN (Apelar a la ignorancia). Decir que una afirmación es verdad solamente porque
no se demostró que es falsa.
• AFIRMAR EL CONSECUENTE Ejemplo: Si las calles están heladas el correo se demora. El correo
se demora. Por tanto, las calles están heladas.
• NEGAR EL ANTECEDENTE. Ejemplo: Si las calles están heladas el correo se demora. Las calles no
están heladas. Por tanto, el correo no se demora.
• AMBIGÜEDAD. Usar una palabra en más de un sentido. Son generadas por palabras homónimas.
Citando un ejemplo del documento, está: "No hay pruebas que permitan afirmar que Dios existe, por lo
tanto Dios no existe; o No hay pruebas que permitan afirmar que Dios no existe, por lo tanto Dios
existe", se dice que es falaz porque se acude a la falta de conocimiento sobre esto para afirmar que es
verdadero o falso.
Así dentro del campo jurídico podríamos decir que una afirmación o argumento falaz se daría si
manifestáramos que "No hay legislación en el mundo que permita el consumo de estupefacientes, por
lo tanto en Colombia, tampoco se podrá aceptar", inmediatamente aunque parezca dudoso, este
argumento entraría en esta clasificación porque simplemente se versa sobre una condición de
legislación internacional, más no explica detalladamente, por qué sería ilegal; entonces, dejaría de ser
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falaz si manifestáramos: "No hay legislación en el mundo que permita el consumo de estupefacientes,
porque está demostrado que genera un grave problema de salubridad pública; en Colombia, también
está demostrado dicho problema, por lo tanto tampoco se podrá aceptar".
De esta manera, vemos qué tan importante sería la identificación de estas premisas dudosas,
especialmente en materia de iniciativa legislativa, pues allí es donde se plasma la voluntad soberana,
y esta debe ser empleada bajo argumentos lógicos y no por simples caprichos del congresista.
Por ejemplo: "El presentador Jaime Bayly, dijo que el mejor candidato a la presidencia de la república
es Juan Manuel Santos, por lo tanto, el mejor candidato es sin duda Juan Manuel Santos"; esta
afirmación sería falaz en el sentido que sólo aceptamos a Juan Manuel Santos porque Jaime Bayly dijo
que era el mejor candidato, no por la convicción de sus propuestas de gobierno, es claro que el
reconocimiento que tiene Jaime Bayly es de periodista y presentador, mas no de especialista en el
análisis de la política colombiana.
Finalmente se presenta un tipo de falacia que a su vez, posee tres componentes, como lo es la
denominada "Apelación a la Emoción", que consiste básicamente en acudir y manipular las
emociones y sentimientos carentes de razones lógicas para la persuasión o convencimiento sobre algo,
como lo es el Argumento de "Apelación del Pueblo", "Apelación a la Fuerza" y "Apelación a la
Misericordia".
La primera está muy relacionada con la seducción del discurso político, trata sobre la opinión de las
mayorías, pero que en la elaboración de las premisas no tienen relación directa sobre la conclusión, o
carece a su vez de fundamentos razonables, en el caso de Gilma Jiménez vocera del referendo para
la prisión perpetua de violadores de niños y niñas, manifiesta… "que la mayoría del pueblo colombiano
está de acuerdo con la reforma constitucional para añadir al código penal este tipo de condena.
Por lo tanto debemos aprobarla"… más no fundamenta profundamente sobre los alcances o debilidades
que se obtendrían con esta medida.
De otro modo, está el argumento de "apelación a la fuerza"; el cual busca a partir del sentimiento de
pertenencia de los individuos, la aprobación o rechazo de una propuesta, y dejar marcado que quien
esté en contra de lo establecido, ocupa el rol de enemigo o irrazonable.
Parámetros como este lo hayamos en episodios como la actual política venezolana, en donde
apreciamos cómo el oficialismo incrimina de delincuentes a los que están en contra del ideal del Partido
Socialista.
Durante la segunda guerra mundial, el uso de esta falacia era común en los países del Eje,
especialmente en la Alemania Nazi, en donde se catalogaban a los judíos y los opositores a Adolf Hitler
como conspiradores.
En conclusión, la importancia del tema de las falacias en los asuntos del derecho, radica en saber
identificar cuándo un argumento carece de fundamentos, ya que a falta de esto, se hacen mucho más
impropias y funestas las decisiones de los funcionarios judiciales, como también la labor litigiosa y
social del abogado.
Evita las divagaciones y los juegos de palabras: céntrate en la idea que vas a defender y en la
exposición clara de los argumentos que utilices; que no se conviertan en palabras sin sentido.
Utiliza párrafos para distribuir y organizar cada uno de los argumentos: los párrafos tienen la ventaja
de presentar la información esencial de una idea con los argumentos a favor o en contra. Si el texto
está adecuadamente dividido en párrafos es más fácil de leer y de interpretar por el receptor o
receptores.
Relaciona los distintos párrafos empleando conectores: son los indicadores de que el razonamiento y
el proceso argumentativo siguen un orden lógico. Los párrafos no funcionan aisladamente, sino que
forman parte de un conjunto, al que contribuyen dando unidad y sentido global al texto. Entre ellos
pueden existir distintos tipos de relación: oposición, causa-consecuencia, etc.3
Cuando redactamos una argumentación existe una serie de rasgos lingüísticos que la caracterizan y
que debemos aplicar:
El empleo de la primera persona gramatical (yo o nosotros), dado que se expresa una opinión
propia, en algunos casos incluso sentimientos y emociones.
Suelen predominar sustantivos abstractos de acuerdo con el tema que se trate: pueden ser de
tipo teórico o científico.
Es frecuente el uso de verbos que expresan voluntad (gustar, querer, desear,…); verbos de
dicción (decir, preguntar, manifestar,…), y de pensamiento (creer, opinar, pensar,…).
A veces se emplea la interrogación retórica para llamar la atención del receptor e invitarlo a la
reflexión sobre el tema en cuestión.
Predominio de oraciones largas que expresan causa, consecuencia, condición,…
Empleo de adjetivos valorativos, pues se expresa una opinión o juicio subjetivo.
https://www.edu.xunta.gal/centros/cafi/aulavirtual2/pluginfile.php/26651/mod_resource/content/0/Unidad_6/Web
_txt_arg_I/el_orden_de_los_argumentos.html
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Unidad 2
Tema “Tipos de argumentación”
También conocido como magister dixit (en latín, "el maestro dijo"). Es el argumento que toma como
premisa la opinión de quien es considerado una «autoridad» en el asunto, es decir, de alguien que es
considerado un experto en la materia. Decimos: «x es verdadero porque lo dice N», donde «x» es un
enunciado y «N» la autoridad.
Se trata de un recurso que se basa en testimonios o citas de personas, célebres en muchos casos, o
especialistas en el tema sobre el cual redactamos nuestra argumentación. De esta forma, podemos
conseguir adelantarnos a posibles opiniones contrarias, además de reforzar la idea o tesis que
queremos defender, apoyándonos en expertos que gozan de un gran respeto o prestigio dentro de la
sociedad.
Una definición que da Tarello sobre este tipo de argumento, y la menciona Gerardo Dehesa, dice: “por
el que a un enunciado normativo le es atribuido aquel significado que ya le había sido atribuido por
alguien o por ese solo hecho”.
alguien más y que resulta obligatorio, es válido y por supuesto obligatorio recurrir a él; respecto a este
punto es interesante mencionar la siguiente jurisprudencia:
Respecto al argumento de autoridad basado en la doctrina, se puede mencionar que esto estriba en
el reconocimiento no sólo a nivel nacional sino internacional que tendría el autor respecto al punto
específico a aplicar.
En principio, para poder entender qué es el argumento analógico, es preciso definir la palabra
“analogía”.
Analogía: del griego Üíáëïãßá: ‘proporción’, ‘semejanza’ (de ÜíÜ: ‘conforme a’ y ëïãïó: ‘razón’, ‘patrón’,
‘medida’, ‘conformidad con dos razones’, ‘proporción matemática’) y significa ‘relación de semejanza
entre cosas distintas’.
Con la expresión “analogía jurídica” los juristas entienden una semejanza entre hechos o situaciones
que se encuentran en la base de la interpretación analógica (extensión analógica o razonamiento
analógico).
La expresión “analogía jurídica” o sus equivalentes indican la operación realizada por el intérprete (p.
ej. el juez) para aplicar a un caso no previsto por el orden jurídico las disposiciones jurídicas (legislativas
o consuetudinarias) destinadas a regir casos similares.
De esta forma tenemos que la analogía jurídica aparece dentro del complejo proceso de la aplicación
del Derecho, se manifiesta particularmente en la sentencia jurisdiccional cuando se trata de aplicar una
norma general a un caso concreto no previsto. La aplicación analógica es un medio a través del cual el
intérprete puede superar la eventual insuficiencia o deficiencia del orden jurídico.
El razonamiento analógico es uno de los medios hermenéuticos de que dispone el intérprete para
colmar las lagunas del Derecho, es el “… ‘procedimiento que provee a la falta de la ley mediante la
unidad orgánica del derecho…’ (F. von Savigny)”.
La analogía jurídica es, pues, un procedimiento de integración del Derecho. “El punto esencial de la
analogía radica en la semejanza de una cosa con otra, en la similitud de unos caracteres o funciones
con otros; en este caso la analogía consiste en una atribución de los mismos predicados a diversos
objetos”.
La analogía implica similitud o semejanza, no es lo mismo que la identidad; la identidad excluye la
semejanza; para afirmar lo anterior, basta el examen de los términos.
La identidad anula la analogía porque en la analogía existe una semejanza que, si bien esencial, no es
perfecta. Parte fundamental de la analogía es que una parte, por pequeña que ésta sea, sea diferente
del resto; de no ser así, existiría precisamente identidad, pero no la analogía.
La aplicación del argumento analógico parte del problema de las lagunas de la ley; la laguna se da
precisamente en tanto un caso no está regulado por la ley, por lo que, atendiendo a que se tiene el
imperativo legal de que no puede dejar de resolverse ninguna controversia planteada ante un tribunal,
por mandato del artículo 18 del Código Civil Federal, el juzgador podrá solucionar el caso mediante el
argumento analógico.4
Por otra parte es importante tener presente que la analogía tiene límites y Francisco Javier Ezquiaga
los distingue de la siguiente manera:
4 https://doctrina.vlex.com.mx/vid/oacute-iacute-71477242
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Si partimos de que una analogía es la relación o comparación que establecemos entre dos o más cosas,
objetos o seres, de los cuales señalamos ciertas características para otorgarle sentido y razón.
3.- Los carneros no usan sus cuernos para defenderse sino para luchar con otros machos y procrear
junto a las hembras de la manada.
*Razonamiento: solemos deducir que todos aquellos animales con cuernos o son similares en
cuanto aspectos a los carneros, presentan este comportamiento.
El argumento sistemático entonces es la razón que se funda en que el precepto legal aplicado al caso
a estudio pertenece a un sistema de normas que unidas o correlacionadas dan la justificación de su
aplicación.
II. Las razones lógicas que apelan a la unidad íntima de conexión de los apartados de un
artículo.
III. Los motivos gramaticales, que exigen tomar en consideración la totalidad del artículo para
entender o interpretar una parte.
Nadie niega en el derecho la relevancia del instrumento sistemático en la interpretación pero las
posturas varían a la hora de justificar el fundamento. Para unos, la interpretación ha de ser sistemática
porque el sistema jurídico tiene una lógica interna propia y para otros, la sistematicidad del
ordenamiento, si existe, sería en todo caso un resultado y no presupuesto de la interpretación.
Los que apoyan esta segunda postura resaltan la dificultad de creer en la coherencia de un conjunto
de normas nacidas bajo regímenes políticos diversos y portadoras de finalidades en ocasiones
contradictorias.
Para ellos cualquier agregado de interacciones que elijamos puede ser considerado un sistema, ya que
no son más que construcciones mentales, y el carácter de sistema lo otorga a un objeto de estudio el
sujeto que lo examina.
Esto provoca que la creencia en la sistematicidad objetiva e intrínseca del ordenamiento se convierta
en una cuestión de fe.5
Equidad. (Del latín aequitas-atis, igualdad de ánimo). El antecedente histórico directo del concepto de
equidad se encuentra en Aristóteles, quien habla de la Epiqueya como la prudente adaptación de la ley
general, a fin de aplicarla al caso concreto. La equidad era para Aristóteles, en sí, una forma de justicia.
Este concepto de Aristóteles ha perdurado a través del tiempo sin haber sido modificado en substancia.
En la Edad Media, los escolásticos consideraron la equidad, como un correctivo del Derecho, correctivo
indispensable para que el Derecho no perdiese su fin auténtico.
En la época moderna, Giuseppe Lumia ha definido la equidad como el juicio atemperado y conveniente
que la ley confía al juez.
5 https://doctrina.vlex.com.mx/vid/oacute-iacute-71477242
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La equidad constituye el máximo de discrecionalidad que la ley concede al juez en algunos casos,
cuando la singularidad de ciertas relaciones se presta mal a una disciplina uniforme. Lumia expone que
la equidad no debe confundirse con el mero arbitrio, porque esto significaría un mal uso por parte del
juez de sus poderes; en cambio, cuando decide conforme a equidad, respeta aquellos principios de
justicia que se encuentran recibidos por el ordenamiento jurídico positivo o que son compartidos por la
conciencia común.
A falta de ley aplicable, permite que la sentencia se funde en “los principios generales del derecho”,
abriéndose otra posibilidad para la aplicación del criterio de equidad.
No cabe duda de que el argumento de equidad es el que se desarrolla con la intención de dar a la
resolución el enfoque de que se actúa con justicia.
La equidad no pretende de modo alguno corregir la ley, sino es el modo como el juez, en todo caso,
debe interpretar la ley para arribar a una conclusión más justa y así resolver el problema que tenga
planteado ante su jurisdicción.
Efectivamente no se puede, con pretexto de actuar de manera justa, argumentar de manera equitativa,
desconociendo la norma aplicable al caso concreto o dándole otro sentido, pues no cabe duda de que
algunas normas pudieran ser injustas y, en el caso de que el juez se encontrara en la obligación de su
aplicación, no puede dejar de hacerlo.6
El argumento a fortiori contiene ciertos enunciados que se supone refuerzan la verdad de la proposición
que se intenta demostrar, por lo que se dice que esta proposición es a fortiori verdadera. Respecto al
uso del argumento a fortiori en el campo del Derecho, se ha dicho que se entiende que la solución
6 https://doctrina.vlex.com.mx/vid/oacute-iacute-71477242
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prevista para un determinado caso debe extenderse con mayor razón a otro caso que, en principio, no
ha sido previsto, de ahí que se identifique este argumento, con el analógico.
La finalidad del argumento a fortiori es representar el “tanto más cuanto que” con que se expresa
gramaticalmente el hecho de que una parte de lo que se aduce como prueba viene a agregarse a la
otra, sobreabundando en lo afirmativo.
Las características del argumento a contrario nos las da este propio autor:
c) El argumento a contrario impone como condición para su utilización el silencio de la ley, por
lo que hay que distinguir, para poder utilizar este argumento, dos hipótesis distintas: la
expresamente regulada por el legislador y la otra segunda no mencionada por el legislador. Por
medio del argumento a contrario se entiende que el legislador no ha querido extender esa
regulación a la hipótesis no expresamente recogida en el texto; y
d) El argumento a contrario se basa como muchos otros en la presunta voluntad del legislador
pretendiendo dedicar la voluntad del legislador a partir de sus palabras. A partir de lo redactado
por el legislador para una especie concreta, se deduce que su voluntad ha sido excluir de esa
regulación otra serie de supuestos del mismo género que prima facie hubieran podido
considerarse allí incluidos.
El argumento psicológico sería aquél por el que se atribuye a una regla el significado que se
corresponda con la voluntad del emisor o autor de la misma, es decir, del concreto legislador que
históricamente la redactó. 17
Respecto a este argumento, no cabe duda de que hay que acudir a los trabajos preparatorios y la
exposición de motivos del legislador creador de la norma. Desde luego, coincidimos con J. C. Cueto-
Rua citado por Francisco Javier Ezquiaga Ganuzas en el sentido de que al juez no le interesa el proceso
psicológico de los miembros de los órganos legislativos porque tal estudio sería de imposible ejecución.
En los trabajos legislativos, el legislador explica los principios a los que responde, la finalidad
perseguida, en general los motivos que le han conducido a aprobar esa regulación normativa.
Como lo señalan varios autores, es extremadamente difícil determinar cuándo se está en presencia de
una argumentación teleológica o de una argumentación psicológica, pues cómo desvincular la voluntad
del legislador de la finalidad para la creación de la norma, sobre todo cuando hay quienes niegan la
existencia de una voluntad del legislador contra los que afirman su existencia; para ello, considero
importante referir ambas opiniones.7
7 https://doctrina.vlex.com.mx/vid/oacute-iacute-71477242
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El argumento teleológico se relaciona con el espíritu y finalidad que se ha tenido en cuenta para la
creación de las normas; se dice que esta finalidad siempre debe estar presente, y no sólo cuando la
redacción sea ambigua.
Respecto de cuál sea el fin de la norma, el propio Ezquiaga Ganuzas nos señala la distinción que
algunos autores tienen acerca de esta finalidad: algunos conciben la finalidad como un valor, para otros
es algo intrínseco o inmanente a la ley, hay quien la relaciona con las necesidades sociales o la
evolutividad del Derecho y, por último, en una postura inspirada en la jurisprudencia de intereses, hay
un autor que la identifica con el fin práctico de la norma teniendo presente los intereses cuyo conflicto
esa norma pretende arbitrar.
En cuanto al ámbito tenido en cuenta para buscar la finalidad de un precepto son posibles varias
posturas: el fin concreto del precepto, el fin general de la materia o institución regulado, el fin genérico
del Derecho (la justicia por ejemplo) o los fines de la sociedad en la que el precepto va a ser aplicado;
al efecto se señala:
a) El fin concreto del precepto. Por medio del argumento teleológico se atribuiría al enunciado
aquel significado de los posibles más acorde con el fin concreto que persigue el precepto.
Cuando el legislador promulga cualquier norma concreta lo hace pensando en el fin que ella
debe alcanzar.
b) El fin general de la materia o institución regulada. La finalidad de toda norma jurídica hay
siempre que referirla a los principios de la materia, sin que el intérprete pueda aislarlas de ésos.
c) El fin genérico del Derecho. La finalidad que se busca con interpretación teleológica es la que
persigue el Derecho como conjunto objetivo de normas, en concreto la justicia. El valor justicia
sería un objetivo genérico al que deben responder todas las normas.
d) Los fines de la sociedad en la que el precepto ha de ser aplicado. Aquí lo que se debe tener
en cuenta es la finalidad que persigue la sociedad en el momento en que se desarrolla la
interpretación. Han sido empleadas gran variedad de formas lingüísticas intentando todas ellas
proponer ese carácter evolutivo que debe caracterizar, según algunos, a la interpretación
teleológica; unos hablan de “criterios teleológicos de la sociedad” otros de “sentido común de la
sociedad”, otros de “necesidades de la sociedad”, otros de “sentido común social” y otros de
“realidad de la experiencia o de intereses prevalentes”.
CONCLUSIONES
2. No es necesario que un texto sea oscuro para interpretarlo, pues interpretar es dar significado a una
formulación normativa.
4. Existen distintos tipos de argumento, pero uno considerado como obligatorio para las autoridades de
menor jerarquía, es el argumento de autoridad cuando éste ya es dado en jurisprudencia obligatoria.
5. Los textos jurídicos contienen, en muchos casos, varias alternativas de interpretación; la elección de
una de ellas no puede apoyarse en razones arbitrarias, por lo que para justificar la decisión el
argumento es la clave.
8 https://doctrina.vlex.com.mx/vid/oacute-iacute-71477242#section_10
Unidad 3
Tema “Tipos de conectores lingüístico-argumentativos”
Como aquellas palabras o locuciones verbales, usados por el hablante para introducir oraciones que
cumplan la función de argumentos, a fin de justificar sus distintos planteamientos en el desarrollo del
discurso.
De esta forma, se puede decir, que los Conectores Argumentativos son aquellas palabras usadas
dentro de un texto que pretende ser usado para introducir distintos argumentos o explicaciones, por
parte del hablante, tanto en un texto escrito como verbal
Así mismo, varios lingüistas han señalado que dentro de este tipo de Conectores se pueden contar
once distintos tipos de conectores, según la intención o ideas que quiera introducir el hablante para
argumentar las ideas expuestas dentro del discurso.
Conectores de inicio: este tipo de conectores son usados para dar comienzo al argumento o discurso
argumentativo que desea exponer el hablante, tanto si se trata de un discurso escrito como uno de tipo
verbal.
Dentro de este grupo de conectores destacan los siguientes: para empezar, inicialmente, en principio,
en primer lograr, para empezar diré, para dar inicio, todo empezó cuando, los hechos se iniciaron, etc.
Conectores aditivos: por su parte, este tipo de conectores son usados por el hablante para introducir
nuevos argumentos, añadir nuevos hechos o incluso reiterar los antes expuestos.
Algunos de los conectores argumentativos de tipo aditivos son los siguientes: además, también, así
también, en primer lugar, otra vez, al fin, más aún, lo mismo dicen, como ya he dicho, como se expuso
anteriormente, cónsonos con lo arriba expuesto, igualmente, repitiendo, con ánimos de reiterar, en
suma, junto a esto, al fin, como mencionamos anteriormente, etc.
Conectores de tiempo: así mismo, dentro de los Conectores Argumentativos, se encuentran aquellos
usados para introducir ideas que vengan a aclarar la situación temporal de los hechos o argumentos
expuestos, de acuerdo al momento desde el cual el hablante desarrolla su discurso.
Algunos ejemplos de este tipo de marcadores son: en principio, al principio, entonces, tan pronto,
pronto, en el pasado, futuramente, en esa época, para entonces, posteriormente, etc.
Conectores de lugar: en cuarto lugar, dentro de los Conectores Argumentativos también pueden
encontrarse aquellos destinados a introducir en el texto el espacio donde se encuentra la idea, persona,
objeto o hecho al que se hace referencia.
Dentro de ellos destacan los siguientes: arriba, abajo, de forma cercana, en la cercanía, más lejos,
junto a, etc.
Conectores para ejemplificar: de igual forma, los Conectores Argumentativos incluyen este tipo de
palabras, usadas para introducir o plantear ejemplos o explicaciones.
Entre ellos pueden contarse: así mismo, así también, igualmente, de igual forma, etc.
Conectores de Contraste: este tipo de Conectores Gramaticales son usados para introducir en el
desarrollo del texto argumentativo ideas que sirvan para contrastar, matizar o incluso refutar
afirmaciones hechas con anterioridad.
Algunos ejemplos de las palabras incluidas en este tipo de conectores son los siguientes: en
contraposición, aun así, en oposición, a pesar de lo dicho, sin embargo, etc.
Conectores de Concesión: por otro lado, los Conectores de Concesión también se encuentran dentro
de los Argumentativos, siendo empleados por el hablante para expresar que admite ciertas ideas,
proposiciones, sentencias o hechos.
Entre ellos destacan los siguientes: seguramente, reconozco que, ciertamente, por supuesto que,
asumo que, asumiendo que, etc.
Algunos ejemplos de este tipo de conectores son: de aquí que, consecuentemente, así, por todo lo
dicho, en consecuencia de lo comentado, según lo expresado, de acuerdo a lo comentado, etc.
Conectores de Conclusión: así mismo, se encuentran los Conectores de Conclusión, los cuales son
empleados por el hablante para introducir de forma coherente en el discurso la última idea, o la
conclusión que arroja el texto expresado.
Algunos ejemplos de ellos pueden ser: para acabar, en síntesis, por consiguiente, entonces, se puede
concluir, etc.
Conectores para Finalizar: en última instancia, se encuentran los Conectores para Terminar o
Finalizar, los cuales pueden ser usados por el hablante para introducir la idea final de su discurso, sin
necesidad de que ésta responda a una conclusión o consecuencia, aun cuando su forma pareciera
sugerirlo.
Algunos ejemplos de este tipo de Conectores Gramaticales lo constituyen palabras como las siguientes:
todo acabó, todo terminó, en pocas palabras, para ser breve, finalmente los hechos, esto nos viene a
decir que, el hecho puede referirnos a, para ser preciso, etc.
EJEMPLOS:
▪ La razón es que
▪ Se puede inferir de
▪ Se puede derivar de
▪ Se puede deducir de
▪ En vista de que
▪ Conforme a
▪ Dado que
▪ A causa de
▪ Porque
▪ Se sigue de
▪ Como muestra
▪ En ese contexto
▪ En ese tenor
▪ En tal caso
▪ Puesto que
▪ Ya que
▪ Como
▪ En tanto que
▪ Dado que
▪ Por cuanto
▪ Viendo que
▪ A juzgar por
▪ Por lo tanto
▪ Por ende
▪ Así
▪ De ahí que
▪ En consecuencia
▪ Por consiguiente
▪ Se desprende que
▪ Como resultado
▪ Luego
▪ Consecuentemente (o consiguientemente)
▪ Entonces
▪ En efecto
▪ Efectivamente
▪ Cierto es que
▪ Ciertamente
▪ En síntesis
▪ En breve
▪ Para terminar
▪ En otros términos
▪ En suma
▪ En resumidas cuentas
▪ En fin
▪ Total
▪ Después de todo
▪ Al fin y al cabo
▪ Además
▪ También
▪ Igualmente
▪ De igual manera
▪ De igual modo
▪ De manera similar
▪ De modo semejante
▪ Adicionalmente
▪ A mayor abundamiento
▪ Por un lado
▪ En un aspecto
▪ En otro aspecto
▪ A su vez
▪ En primer lugar
▪ Primeramente
▪ En segundo término
▪ A su vez
▪ En primer lugar
▪ Así mismo
▪ Igualmente
▪ De igual modo
▪ De igual manera
▪ A su vez
▪ En primer lugar.
▪ De hecho (o de facto)
▪ De derecho (o de iure)
▪ En realidad
▪ En el fondo
7) CONECTORES CONTRAARGUMENTATIVOS:
▪ Pero
▪ Empero
▪ Más
▪ Sin embargo
▪ Aun así
▪ No obstante
▪ Con todo
▪ Aun cuando
▪ Eso sí
▪ Si bien
▪ A pesar de todo
▪ Pese a todo
▪ Aunque
▪ Si bien
▪ Eso sí
▪ Ni aun así
▪ Antes bien
▪ Ahora
▪ Ahora bien
▪ Aun cuando
▪ Eso sí
▪ Si bien
▪ A pesar de todo
▪ Pese a todo
▪ En cambio
▪ Por el contrario
▪ Al contrario
▪ De todos modos
▪ A pesar de todo
▪ Pese a todo
▪ Si bien
▪ Si bien es cierto
▪ Si bien
▪ Antes bien
▪ De todas maneras
▪ De todas formas
▪ En efecto
▪ En breve
▪ Para terminar
▪ En otros términos
▪ En suma
▪ En resumidas cuentas
▪ En fin
▪ Total
▪ Después de todo
▪ Al fin y al cabo
▪ De manera que
▪ Por lo que
▪ Por lo tanto
▪ Por ende
▪ Así que
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Argumentación y Redacción Jurídica
▪ Así pues
▪ Por eso
▪ De ahí que
▪ En consecuencia
▪ Por consiguiente
▪ Consecuentemente (o consiguientemente)
▪ Se desprende que
▪ Luego
▪ Entonces
▪ Resulta que
▪ A causa de
▪ Ya que
▪ Luego
▪ Entonces
▪ Luego entonces
▪ Resulta que
▪ A causa de
▪ Ya que
▪ Por ello
▪ Por eso
▪ Dicho motivo
▪ Así pues
▪ Pues
▪ Por tanto
▪ En consecuencia
▪ Por consiguiente
▪ Por ende
▪ Pues
▪ Puesto que
▪ Por lo tanto
▪ Es decir
▪ Por ejemplo
▪ En otras palabras
▪ Como si
▪ Como
▪ Mejor dicho
▪ Más bien
▪ Dígase que
▪ Aclarase que
▪ Es de aclararse que
▪ O sea
▪ Es decir
▪ Esto es
▪ A saber
Unidad 4
Tema “Argumentación en Materia de Hechos”
Al momento en que se argumenta en material de derechos, se debe tener una definición adecuada de
la idea de hecho jurídica. Esto designa a un supuesto jurídico determinado o una hipótesis normativa
específica.
Así, los hechos son aquellos acontecimientos o sucesos que entrañan el nacimiento, transmisión o
extinción de derechos y obligaciones, sin implicar la intervención de una voluntad intencional. En esa
vía, existen hechos independientes de la voluntad del hombre, por ejemplo, el nacimiento o la muerte.
Por otro lado, existen hechos que aunque resultan de la voluntad del hombre no es esto lo que hace
producir las consecuencias jurídicas, por ejemplo, el caso de los delitos.
Por lo anterior, al argumentar en base a hechos jurídicos, implica entender el carácter histórico y fáctico
de los propios hechos jurídicos.
Desde esta perspectiva, la tutela de los derechos depende de los mecanismos empleados para
hacerlos valer: una condición necesaria para ejercer el control de lo que hacen los jueces en el
tratamiento del caso concreto, es la doble instancia integral, que es urgida tanto como ceñida por el
justiciable perjudicado por un acto arbitrario de poder.
La revisión puede abarcar todos los aspectos que fueron objeto de juicio, incluso cuestiones de hecho
y prueba, mediante el debate de argumentos, porque el razonamiento jurídico es justificativo de una
decisión, pero las razones explicativas juegan un papel decisivo, ya que motivar consiste en ofrecer
una justificación a partir de un esquema que contiene enunciados empíricos cuyo establecimiento
depende de razones explicativas adecuadas y suficientes.
Estipulemos, siguiendo a González Lagier, en llamar a los primeros los "hechos a probar" y a los
segundos los "hechos probatorios".
Nuestro autor utiliza teoría de la argumentación de Stephen Toulmin para dar cuenta de las
peculiaridades de este tipo de razonamiento.
De acuerdo con Toulmin, toda argumentación parte de una pretensión, que es aquello que se sostiene,
aquello que se quiere fundamentar.
Si esta pretensión es puesta en duda, debe ser apoyada por medio de razones, esto es, hechos que
den cuenta de la corrección de la pretensión.
Ahora bien, en ocasiones hay que explicitar por qué las razones apoyan la pretensión, y ello debe
hacerse por medio de un enunciado que exprese una regularidad que correlacione el tipo de hechos
que constituye la razón con la pretensión.
Este elemento fundamental de la argumentación es la garantía, que consiste siempre en una regla,
norma o enunciado general.
A su vez, la garantía puede ser apoyada con un respaldo, que trata de mostrar la corrección o vigencia
de esa regularidad.
De acuerdo con Toulmin, pretensión, razones, garantía y respaldo son elementos que deben estar
presentes en toda argumentación o razonamiento, sea del tipo que sea, jurídico, científico, de la vida
cotidiana, etc.
La tesis de Toulmin puede ser trasladada con facilidad al razonamiento judicial en materia de hechos:
los hechos probatorios constituirían las razones del argumento; los hechos a probar, la pretensión o
hipótesis del caso; la garantía estaría constituida por las máximas de experiencia y las presunciones
que autorizan a los jueces a pasar de las razones a la pretensión; y el respaldo estaría configurado por
la información necesaria para fundamentar la garantía.
Veamos ahora las formas argumentativas en las que se puede presentar la inferencia probatoria.
Dado que los argumentos deductivos no contienen más información en la conclusión de la que ya
disponíamos en las premisas, no sirven para aumentar nuestro conocimiento, pero sí son útiles para
presentar de una manera clara la justificación de una decisión o para mostrar cómo se aplican ciertas
propiedades generales a casos particulares.
Inducción ampliativa (o en sentido estricto): Los argumentos inductivos en sentido estricto son
apropiados cuando conocemos una serie de casos y resultados (de acuerdo con la posición que
ocuparían en el silogismo subjuntivo) y queremos extraer la regla que correlaciona unos con otros.
En los argumentos inductivos extraemos una premisa de carácter general a partir del examen de una
serie limitada de supuestos particulares, de manera que la conclusión siempre va más allá de las
premisas.
En una inducción siempre hay un "salto" de las premisas a la conclusión, por lo que la verdad de unas
no nos garantiza la verdad de la otra.
La conclusión de una inducción bien construida podrá ser más o menos probable, pero nunca será
infaliblemente verdadera.
Inducción probabilística: Las reglas generales que podemos obtener por inducción ampliativa pueden
ser universales o probabilísticas. Si son universales, podemos construir con ellas deducciones,
subsumiendo el caso en la regla universal. Obtenemos de esta manera un resultado que será
necesariamente verdadero (si las premisas lo son). Pero si son probabilísticas, al subsumir el caso en
ellas no obtenemos un resultado cuya verdad esté garantizada por las premisas, sino meramente
probable.
En el caso de los metales, sabemos que, por ejemplo, el estaño no comparte la característica de ser
sólido y sin embargo, es un metal, por lo cual no podemos afirmar que algo que sea metal sea
necesariamente sólido.
Abducción: Cuando conocemos la regla y el resultado, podemos inferir el caso por medio de una
abducción. En la abducción razonamos tratando de inferir un hecho particular a partir de otro hecho
que conocemos y de una regla (universal o probabilística) que suponemos correcta. Tampoco
obtenemos de esta forma una conclusión necesariamente verdadera (ni siquiera cuando la regla es
universal), sino sólo una convicción que puede ser más o menos razonable.
Los argumentos abductivos, como el del ejemplo anterior, desde el punto de vista de la lógica deductiva
constituyen falacias (en concreto, la falacia de la afirmación del consecuente). Sin embargo, tienen
cierta fuerza que deriva de su potencialidad explicativa: en el ejemplo anterior, lo que concede fuerza
al razonamiento es que la verdad de dicha conclusión explicaría por qué X, Y y Z son metales.
Las premisas son las razones que se ofrecen como fundamento o apoyo, a fin de que otras personas
puedan aceptar racionalmente la conclusión.
La conclusión, por su parte, es la proposición que se defiende sobre la base de las premisas.
Un requisito importante para que exista un argumento es que debe existir al menos una premisa y una
conclusión, pero debe quedar claro que puede haber más de una premisa.
Pero en este texto reservaremos la palabra razonamiento para referirnos al proceso mental que nos
permite arribar a este tipo de pensamiento, y emplearemos argumento para la expresión lingüística a
través de la cual se expresa el razonamiento.
En todo argumento hay una relación inferencial, es decir, a partir de ciertos datos que nos ofrecen las
premisas extraemos otro que es la conclusión.
El Derecho contempla una gran diversidad de actos administrativos que pueden ser objeto de pluralidad
de clasificaciones.
Una de las más usuales es la que distingue los actos que contienen una regulación de los que no, es
decir, los reglamentos administrativos concretos.
Asimismo, los actos administrativos pueden agruparse en actos expresos, tácitos o presuntos.
Los primeros son aquellos que presentan una clara exteriorización de la voluntad administrativa.
Los actos tácitos son aquellos en los que, aun faltando esa exteriorización de la voluntad, la
administración realiza una conducta de la que se puede deducir racionalmente esa voluntad. En
cambio, en los actos presuntos, no existe ni una manifestación de voluntad, ni una conducta de la que
ésta se pueda deducir, sino que la interpretación del acto viene fijada expresamente por la ley.
Otra clasificación tradicional es la que distingue los actos administrativos resolutorios, o definitivos, de
los actos administrativos de mero trámite.
Aquéllos constituyen el último eslabón de la cadena de elaboración del acto y contienen la voluntad de
la administración.
En cambio, los actos de mero trámite forman parte del procedimiento interno de la administración.
Los actos de trámite únicamente pueden fundamentar un recurso en base a dos circunstancias
excepcionales: cuando determinen la imposibilidad de continuar un procedimiento o cuando produzcan
indefensión.
Una última clasificación es la que contrapone los actos administrativos reglados a los discrecionales.
Los primeros están regulados enteramente por el derecho administrativo, mientras que en los
segundos, el sometimiento al derecho administrativo es sólo parcial.
Elaboración del acto: Ley de Procedimiento Administrativo. La elaboración del acto debe respetar una
determinada forma establecida por la Ley de Procedimiento Administrativo.
Dicha ley persigue dos finalidades básicas: garantizar los derechos de los particulares evitando la
arbitrariedad de la administración y aumentar la eficacia de la actividad administrativa. La elaboración
del acto administrativo conlleva una serie de actos llamados de trámite que conducen a la fase final del
procedimiento, el acto definitivo, mediante el que se exterioriza la voluntad de la administración.
Igualmente, el medio de producción o exteriorización del acto administrativo debe respetar una
determinada forma establecida por la ley en función de la autoridad que lo emite. Así, las disposiciones
normativas del Consejo de Ministros tendrán forma de decreto; las que procedan de un ministro
adoptarán la forma de orden; las emitidas por autoridades y órganos inferiores serán disposiciones.
Todos ellos deberán ir acompañados de la pertinente motivación o escrito en el que la administración
expone los motivos que la han llevado a dictar el acto.
Unidad 5
Tema “Lógica jurídica”
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La palabra deriva del griego antiguoλογική logikḗ, que significa «dotado de razón, intelectual, dialéctico,
argumentativo», que a su vez viene de λόγος (logos), «palabra, pensamiento, idea, argumento, razón
o principio».
La Lógica remite sus primeros historiales a la Grecia antigua donde Aristóteles, comienza a utilizar el
adjetivo lógico, cuyo significado comprende el amplio tipo de acepciones de los términos razón y
palabra. Podríamos considerar la lógica como La ciencia de pensar rectamente, es decir, como un
proceso intelectual ordenado a obtener razonamientos correctos o formalmente válidos (lógica formal
o pura) sino también como un proceso que conduce al conocimiento verdadero (lógica dialéctica o
material).
La primera de ellas es concebir a la lógica como una “ciencia auxiliar” del Derecho, una especie de
“método de investigación” aplicable al Derecho, o bien, conceptualizamos esta lógica del Derecho,
como una “área del conocimiento jurídico”.
La lógica jurídica es una lógica material, es decir, sus reglas principales se encuentran en la lógica
formal, encaminadas a una disciplina como es el caso del derecho.
La lógica jurídica es un método de investigación para entender al Derecho, obtiene su principal fuente
del conocimiento en la razón y no de la experiencia; el empleo de un lenguaje simbólico del Derecho,
permite también formar un paradigma en el conocimiento jurídico, que infiere en resultados perfectos,
es decir, razonamientos tan exactos, como los que nos puede dar las matemáticas.
La lógica jurídica como tal no puede existir, toda vez que no es una especie del género lógica, sino lo
que recibe ese nombre es solamente la aplicación de la lógica a la ciencia del derecho.
KLUG, define la lógica jurídica como la teoría de las reglas lógico-formales que llegan a emplearse en
la aplicación del Derecho. Así mismo, subraya que la lógica jurídica es aplicada intuitivamente por los
jueces en los razonamientos de sus sentencias, pero en ningún momento ha llegado a ser aplicada de
manera reflexiva.
Valorar todas las expresiones del pensamiento, de las acciones y procesos, mediante el
conocimiento de las operaciones lógicas.
Discutir, exponer y demostrar con razonamiento los caminos más viables para la solución de
problemas10
Aplicar los principios y leyes del pensamiento en general al campo del Derecho, a la
jurisdicción, a la doctrina y fundamentos de la misma.11
10 http://jpitacarrion.galeon.com
11 http://jpitacarrion.galeon.com
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1) Principio de identidad: Significa que un concepto idea u objeto son siempre idénticos a sí mismos.
Su característica o naturaleza (sustancia) no varía en el tiempo. Plantea la equivalencia que puede
existir entre un concepto y sus elementos constitutivos (hombre = animal y racional). Deriva su verdad
y validez objetiva de la estructura ontológica de los objetos (ser iguales a sí mismos). Identidad del
imperativo: Todo mandato en que lo mandado es exactamente idéntico a lo que se está realizando, es
necesariamente obedecido. Identidad de lo lógico jurídico: La norma que permite lo que no está
jurídicamente prohibido o prohíbe lo que no está jurídicamente permitido es necesariamente válida.
3) Principio del tercero excluido: Dos juicios contradictorios no pueden a un mismo tiempo ser falsos.
Uno de los dos debe ser verdadero y el otro falso. Se excluye un tercer juicio verdadero entre 2 juicios
contradictorios falsos. Tercero excluido del imperativo: Dos mandatos contradictorios no pueden ser
ambos desobedecidos.
Uno de los dos debe ser obedecido no existe un tercer mandato. Tercero excluido de lo lógico jurídico:
2 normas de derecho contradictorias no pueden ser al mismo tiempo inválidas o inaplicables, una de
las dos debe ser válida. Se excluye la posibilidad de una tercera norma válida en medio de dos
inválidas.
4) Principio de razón suficiente: Todo tiene su razón de ser. Hay razón suficiente para que un juicio
sea verdadero si el objeto al cual se refiere posee una identidad propia y sin determinaciones
contradictorias. Razón suficiente del imperativo: La razón de ser suficiente de cualquier imperativo
jurídico y de todo el derecho es la conducta humana, cuya regulación de acuerdo a cierto valor y fines
es el objetivo del orden jurídico y también su principio. Razón suficiente en lo lógico jurídico: es un
principio lógico y ontológico: lógico porque la razón suficiente de las normas de derecho reside en la
norma primaria, cual es nuestro orden jurídico la constitución política.12
12 ibídem.
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Bibliografía
Referencias Web
http://www.derecho.unam.mx/investigacion/publicaciones/cuadernos/ArgumentacionJuridica-1.pdf
http://www.derecho-administrativo.com/2012/09/acto-administrativo.html
http://www.ijf.cjf.gob.mx/publicaciones/revista/22/22_6.pdf
https://doctrina.vlex.com.mx/vid/oacute-iacute-71477242
http://jpitacarrion.galeon.com
ANEXOS:
Versión
Sentencia: 35/2009 Cuarta Época 2130 1
electrónica.
Pág. 28
CONTRADICCIÓN DE CRITERIOS
EXPEDIENTE: SUP-CDC-9/2009
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ÚNICO. Se confirma la resolución dictada el tres de julio del año en curso, por el
Consejo Local del Instituto Federal Electoral en Quintana Roo, en el recurso de
revisión RSCL/QROO/012/2009, y acumulados.
Nacional, contra la resolución de veintitrés de junio de dos mil nueve, emitida por el
Consejo Local del Instituto Federal Electoral en el Estado de Morelos, en el recurso
de revisión RSCL/MOR/007/2009. Asunto en el que se determinó lo siguiente:
SEGUNDO. Se revoca el fallo de cuatro de junio de este año, emitido por el Consejo
Distrital 01 en el Estado de Morelos en el procedimiento especial sancionador
CD01/PE/PRI/MOR/001/2009, para los efectos precisados en el considerando sexto
de esta sentencia.
CONSIDERANDO:
PRIMERO. Competencia. Esta Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación es competente para conocer del presente asunto, con fundamento
en lo dispuesto por los artículos 186, fracción IV, 189, fracción IV y 232, fracción III,
de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, por tratarse de una posible
contradicción de criterios entre las Salas Regionales de la Tercera y Cuarta
Circunscripción Plurinominal, con sede en Xalapa, Veracruz y el Distrito Federal,
respectivamente.
Para los asuntos en estudio, la fracción segunda incluye como elementos de ese
equipamiento urbano, a los componentes del mobiliario visible utilizado para prestar
a la población los servicios necesarios para el funcionamiento de la ciudad.
3. General, lo que implica que el servicio público está a disposición de todos, con
independencia de que sea aprovechado sólo por algunos;
4. Igualitario, puesto que todos los habitantes tienen el derecho de exigir y recibir el
servicio público, en igualdad de condiciones, calidad y cantidad;
Por otra parte, debe decirse que la invocación de los actores de la argumentación
realizada por la Sala Superior de este Tribunal, al resolver los autos de los
expedientes SUP-JRC-24/2009 y SUP-JRC-26/2009 ACUMULADOS, no les acarrea
beneficio alguno, ya que el problema entonces resuelto por la Sala Superior,
correspondía al ámbito de aplicación de una norma electoral local (artículo 212,
1. Por lo que hace a las infracciones imputables a los partidos políticos, deberá
atenderse a lo siguiente:
(...)
Es criterio sostenido por esta Sala Regional,1 que de la correcta intelección de las
fracciones I y II del inciso b) del párrafo 1 del artículo 7 del Reglamento de Quejas y
Denuncias del Instituto Federal Electoral, y para efectos de la colocación de
Esta Sala Regional considera sustancialmente fundados los motivos de disenso del
demandante, en razón de lo siguiente.
1. Que el transporte público forma parte del equipamiento urbano, pues así lo
contempla expresamente el Reglamento de Quejas y Denuncia en su artículo 7,
párrafo 1, inciso b), fracción I.
a) ...
b) Respecto al incumplimiento de las obligaciones señaladas en el artículo 38 del
Código, así como de los supuestos señalados en el artículo 236 del mismo
ordenamiento, específicamente en lo relativo a la colocación, fijación o pinta de
propaganda electoral, se estará a lo siguiente:
I. Se entenderá por equipamiento urbano a la categoría de bienes, identificados
primordialmente con el servicio público, que comprenden al conjunto de inmuebles,
instalaciones, construcciones y mobiliario utilizado para prestar los servicios urbanos
en los centros de población; desarrollar las actividades económicas y
complementarias a las de habitación y trabajo, o para proporcionar servicios de
bienestar social y apoyo a la actividad económica, cultural y recreativa, tales como:
parques, servicios educativos, jardines, fuentes, mercados, plazas, explanadas,
asistenciales y de salud, transporte, comerciales e instalaciones para protección y
confort del individuo.
II. Se entenderá por elementos del equipamiento urbano, a los componentes del
conjunto de inmuebles, instalaciones, construcciones y mobiliario visible, utilizado
para prestar a la población los servicios necesarios para el funcionamiento de una
ciudad.
III...
...
Inmuebles: Tierras, edificios, caminos, construcciones y minas, junto con los adornos
o artefactos incorporados. (Diccionario de la Lengua Española, 22ª edición, Espasa,
2001).
Conceptos de los cuales se deduce fácilmente que los vehículos automotores del
transporte de pasajeros no entran dentro de las categorías de inmuebles,
instalaciones, construcciones ni mobiliario que es proporcionado por el gobierno
para la prestación de servicio públicos; rubros en los cuales sí hay una prohibición de
colocar propaganda electoral, como son por ejemplo: las estaciones del metro, las
vías ferroviarias, las señalizaciones, los vagones del tren, las bancas de espera, etc.
Además, no pasa inadvertido para este cuerpo colegiado que el consejo local
responsable se limitó a señalar que para esa autoridad resulta evidente que el
término "transporte", se refiere a un servicio público prestado por la autoridad
competente ya que de la lectura del multicitado artículo 7, se desprende la
referencia a servicios identificados primordialmente con el servicio público y de
apoyo a la actividad económica de los centros de población, servicios necesarios para
el funcionamiento de una ciudad. Para mejor comprensión, dijo la responsable, el
término "transporte" significa:
De ahí, que es falsa la aseveración de la responsable: sin que dicho precepto señale
salvedad alguna respecto a dicho concepto, esto es, que se pudiera interpretarse
que sólo hace referencia a determinados elementos relativos al transporte, por lo
que en el caso debe estarse al principio de interpretación jurídica de la ley que reza:
"Ubi lex non distinguit, nec nos distinguere debemus: Donde la ley no distingue,
nosotros no debemos distinguir", toda vez que a criterio de esta Sala Regional la
norma en análisis sí hace referencia a determinados elementos relativos al servicio
de transporte, como lo son los inmuebles, instalaciones, construcciones y mobiliario
y, como ha quedado precisado con antelación, los vehículos automotores del servicio
público de transporte para pasajeros, no entran en ninguna de las referidas
categorías.
c) Que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos.
En ese contexto, debemos destacar que en los recursos de apelación resueltos por
ambas Salas Regionales, la materia de análisis se centró en determinar si los
vehículos destinados al transporte público integran el equipamiento urbano, a fin de
establecer si existió contravención a las disposiciones normativas que prohíben
colocar propaganda electoral en el citado equipamiento.
Así mismo, sostuvo que no es aplicable el criterio sostenido por la Sala Superior al
resolver los juicios de revisión constitucional electoral SUP-JRC-24/2009 y SUP-JRC-
26/2009 acumulados, porque en éstos se analizó una norma electoral local, que a
diferencia del Reglamento de Quejas y Denuncias, no incluye expresamente al
transporte público como parte del concepto de equipamiento urbano.
Por su parte, la Sala Regional del Distrito Federal sostuvo que los vehículos del
transporte público no forman parte del equipamiento urbano, porque si bien el
numeral 7, del Reglamento de Quejas y Denuncias del Instituto Federal Electoral
hace referencia al servicio de transporte, sólo comprende a los inmuebles,
instalaciones, construcciones y mobiliario. Conclusión que apoya en la resolución
emitida por esta Sala Superior al resolver el juicio de revisión constitucional electoral
SUP-JRC-24/2009 y acumulado, sentencia que establece el concepto de
equipamiento urbano excluyendo los vehículos automotores del transporte público.
En ese orden de ideas, resulta inconcuso que se surten los presupuestos necesarios
para la existencia de una contradicción de criterios, la cual versa sobre la inclusión o
no de los vehículos del transporte público de pasajeros en el concepto de
equipamiento urbano.
que se apoya en la ejecutoria dictada por esta Sala Superior en los juicios de revisión
constitucional electoral SUP-JRC-24/2009 y SUP-JRC-26/2009 acumulados, atento a
las siguientes consideraciones:
Artículo 236
1. En la colocación de propaganda electoral los partidos y candidatos observarán las
reglas siguientes:
a) No podrá colgarse en elementos del equipamiento urbano, ni obstaculizar en
forma alguna la visibilidad de los señalamientos que permiten a las personas
transitar y orientarse dentro de los centros de población. Las autoridades electorales
competentes ordenarán el retiro de la propaganda electoral contraria a esta
norma;...
...d) No podrá fijarse o pintarse en elementos del equipamiento urbano, carretero o
ferroviario, ni en accidentes geográficos cualquiera que sea su régimen jurídico; y
Sobre esa base, los artículos 27, párrafo tercero y 73, fracción XXIX-C, de la
Constitución Federal, establecen:
Artículo 27.
...La nación tendrá en todo tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las
modalidades que dicte el interés público, así como el de regular, en beneficio social,
el aprovechamiento de los elementos naturales susceptibles de apropiación, con
objeto de hacer una distribución equitativa de la riqueza pública, cuidar de su
conservación, lograr el desarrollo equilibrado del país y el mejoramiento de las
condiciones de vida de la población rural y urbana. En consecuencia, se dictarán las
medidas necesarias para ordenar los asentamientos humanos y establecer
adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y bosques, a
efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la fundación, conservación,
mejoramiento y crecimiento de los centros de población; para preservar y restaurar
el equilibrio ecológico; para el fraccionamiento de los latifundios; para disponer, en
los términos de la ley reglamentaria, la organización y explotación colectiva de los
ejidos y comunidades; para el desarrollo de la pequeña propiedad rural; para el
fomento de la agricultura, de la ganadería, de la silvicultura y de las demás
actividades económicas en el medio rural, y para evitar la destrucción de los
elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la
sociedad.
Del estudio que de ese numeral realizó esta Sala Superior, se arribó a las siguientes
conclusiones:
...Lo que esta Sala Superior ha determinado en torno al concepto del término
equipamiento urbano, no sólo justifica sus alcances desde un punto de vista
gramatical como los utensilios, instrumentos y aparatos destinados a un fin
determinado, sino que da cuenta al mismo tiempo de la razonabilidad de la
concepción desde un punto de vista teleológico normativo, pues corresponde al
propósito o finalidad de la restricción prevista en el artículo 212, fracción V, del
código electoral local citado.
En esa virtud, esta Sala Superior arriba a la convicción de que los vehículos
destinados al transporte público no deben considerarse como parte del
equipamiento urbano al que se refiere la restricción del artículo 212, fracción V, del
Código Electoral del Estado de Colima y, por ende, en relación con dichos vehículos
no aplica la restricción de fijar o colocar propaganda electoral...
De lo anterior se advierte que los supuestos analizados por esta Sala Superior y las
Salas Regionales son idénticos, contrario a lo sostenido por la Sala Regional Xalapa,
que en su análisis no realizó la confronta de las disposiciones del Código Federal de
En ese tenor, tal facultad reglamentaria tiene como límites tanto las disposiciones
de la ley que regula, como las contenidas en normas superiores que sean aplicables
a la materia que se pretenda reglamentar.
Artículo 7
Cuestiones aplicables al catálogo de infracciones contenidas en el Código
1. Por lo que hace a las infracciones imputables a los partidos políticos, deberá
atenderse a lo siguiente:
...b) Respecto al incumplimiento de las obligaciones señaladas en el artículo 38 del
Código, así como de los supuestos señalados en el artículo 236 del mismo
ordenamiento, específicamente en lo relativo a la colocación, fijación o pinta de
propaganda electoral, se estará a lo siguiente:
I. Se entenderá por equipamiento urbano la categoría de bienes, identificados
primordialmente con el servicio público, que comprenden al conjunto de inmuebles,
instalaciones, construcciones y mobiliario utilizado para prestar los servicios urbanos
en los centros de población; desarrollar las actividades económicas y
complementarias a las de habitación y trabajo, o para proporcionar servicios de
bienestar social y apoyo a la actividad económica, cultural y recreativa, tales como:
parques, servicios educativos, jardines, fuentes, mercados, plazas, explanadas,
asistenciales y de salud, transporte, comerciales e instalaciones para protección y
confort del individuo.
II. Se entenderá por elementos del equipamiento urbano, a los componentes del
conjunto de inmuebles, instalaciones, construcciones y mobiliario visible, utilizado
para prestar a la población los servicios necesarios para el funcionamiento de una
ciudad.
Del análisis integral del precepto transcrito, es dable concluir que las unidades
destinadas al servicio público de transporte no se encuentran comprendidas en la
definición de equipamiento urbano y por ende, esa norma es acorde con lo
establecido en la Ley General que regula el desarrollo urbano a nivel federal.
Bajo esa tesitura, debemos colegir que las disposiciones reglamentarias que sobre el
tópico emite el Consejo General del Instituto Federal Electoral deben circunscribirse
a los parámetros fijados en la Ley General de Asentamientos Humanos, esto es, que
el equipamiento urbano se integra por inmuebles, instalaciones, construcciones y
mobiliario, acepción dentro de la cual no encuadran los vehículos destinados al
servicio de transporte público.
b).- Que los bienes señalados, tengan alguna de las siguientes finalidades:
a).- Parques,
c).- Jardines,
d).- Fuentes,
e).- Mercados,
f).- Plazas,
g).- Explanadas,
i).- Transporte,
j).- Comerciales, e
Conclusión que es coincidente con lo establecido en la fracción II, del citado numeral
7, que contempla como elementos de equipamiento urbano a los componentes del
conjunto de inmuebles, instalaciones, construcciones y mobiliario visible, utilizado
para prestar a la población los servicios necesarios para el funcionamiento de una
ciudad.
Lo anterior, conduce a sostener que dentro del concepto de transporte a que hace
referencia el Reglamento de Quejas y Denuncias, se encuentran todos los bienes
inmuebles, instalaciones, construcciones o mobiliario destinados a la prestación del
servicio público de transporte de pasajeros, supuesto en el cual no se ubican los
vehículos que tienen por objeto la prestación de ese servicio.
Por lo expuesto y fundado, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 186,
fracción IV, 189, IV y 232, fracción III, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la
Federación se
R E S U E L V E:
NOTIFÍQUESE por oficio a las Salas Regionales del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación y al Instituto Federal Electoral, y por estrados a los demás
interesados, acorde a lo dispuesto por el artículo 232, último párrafo de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
MAGISTRADA PRESIDENTA
MAGISTRADO MAGISTRADO
MAGISTRADO MAGISTRADO
MAGISTRADO MAGISTRADO
Como cuestión previa debo advertir que coincido con la mayoría, en cuanto que
existe contradicción entre los criterios sustentados por las Salas Regionales Xalapa y
Distrito Federal de este Tribunal Electoral; sin embargo, contrariamente a lo
sostenido por la mayoría, es mi convicción que, tal como lo determinó la Sala
Regional Xalapa, al resolver los recursos de apelación precisados en la sentencia de
la mayoría, los vehículos destinados al servicio de transporte público, en los centros
de población, sí forman parte del equipamiento urbano; por tanto, la colocación de
propaganda electoral en estos bienes muebles constituye violación a lo previsto en
el artículo 236, párrafo 1, inciso a), del Código Federal de Instituciones y
Procedimientos Electorales, que es al tenor literal siguiente:
Artículo 236
1. En la colocación de propaganda electoral los partidos y candidatos observarán las
reglas siguientes:
a) No podrá colgarse en elementos del equipamiento urbano, ni obstaculizar en
forma alguna la visibilidad de los señalamientos que permiten a las personas
transitar y orientarse dentro de los centros de población. Las autoridades electorales
competentes ordenarán el retiro de la propaganda electoral contraria a esta norma;
Artículo 7
Cuestiones aplicables al catálogo de infracciones contenidas en el Código
1. Por lo que hace a las infracciones imputables a los partidos políticos, deberá
atenderse a lo siguiente:
a) Respecto a la conducta consistente en la contratación, en forma directa o por
terceras personas, de tiempo en cualquier modalidad en radio o televisión, cuando
dicha conducta sea cometida por una coalición o frente, en caso de determinarse su
responsabilidad, los partidos políticos serán sancionados en lo individual.
b) Respecto al incumplimiento de las obligaciones señaladas en el artículo 38 del
Código, así como de los supuestos señalados en el artículo 236 del mismo
ordenamiento, específicamente en lo relativo a la colocación, fijación o pinta de
propaganda electoral, se estará a lo siguiente:
I. Se entenderá por equipamiento urbano la categoría de bienes, identificados
primordialmente con el servicio público, que comprenden al conjunto de inmuebles,
instalaciones, construcciones y mobiliario utilizado para prestar los servicios urbanos
en los centros de población; desarrollar las actividades económicas y
complementarias a las de habitación y trabajo, o para proporcionar servicios de
bienestar social y apoyo a la actividad económica, cultural y recreativa, tales como:
parques, servicios educativos, jardines, fuentes, mercados, plazas, explanadas,
asistenciales y de salud, transporte, comerciales e instalaciones para protección y
confort del individuo.
II. Se entenderá por elementos del equipamiento urbano, a los componentes del
conjunto de inmuebles, instalaciones, construcciones y mobiliario visible, utilizado
para prestar a la población los servicios necesarios para el funcionamiento de una
ciudad.
[...]
Para los asuntos en estudio, la fracción segunda incluye como elementos de ese
equipamiento urbano, a los componentes del mobiliario visible utilizado para prestar
a la población los servicios necesarios para el funcionamiento de la ciudad.
3. General, lo que implica que el servicio público está a disposición de todos, con
independencia de que sea aprovechado sólo por algunos;
4. Igualitario, puesto que todos los habitantes tienen el derecho de exigir y recibir el
servicio público, en igualdad de condiciones, calidad y cantidad;
Por otra parte, debe decirse que la invocación de los actores de la argumentación
realizada por la Sala Superior de este Tribunal, al resolver los autos de los
expedientes SUP-JRC-24/2009 y SUP-JRC-26/2009 ACUMULADOS, no les acarrea
beneficio alguno, ya que el problema entonces resuelto por la Sala Superior,
correspondía al ámbito de aplicación de una norma electoral local (artículo 212,
fracción V del Código Electoral de Colima), que a diferencia de lo previsto por el
artículo 7 fracción I, del Reglamento de Quejas y Denuncias del Instituto Federal
Electoral, no incluye expresamente al transporte público como parte del concepto
de equipamiento urbano, de ahí que se justifique que esta Sala llegue a una
conclusión distinta, puesto que las normas aplicables a cada caso, presentan una
diferencia sustancial.
1. Por lo que hace a las infracciones imputables a los partidos políticos, deberá
atenderse a lo siguiente:
(...)
Resulta oportuno señalar, sólo con efecto ilustrativo, que el vocablo "mobiliario",
utilizado en el artículo 7, párrafo 1, inciso b), fracciones I y II, del Reglamento de
Quejas y Denuncias del Instituto Federal Electoral significa, también para el suscrito,
"Como adjetivo, mueble o móvil"; igualmente se dice que es lo "Concerniente a los
bienes muebles... y a las cosas o derechos a ellos equiparados en su índole jurídica".5
semovientes... o los que cabe mover por una fuerza extraña (del hombre por lo
general, y con referencia a los objetos inanimados), con excepción de lo accesorio
de los bienes inmuebles...6
Asimismo, sólo con fines orientadores, cabe señalar que los artículos 752 y 753 del
Código Civil Federal, al igual que los artículos correlativos de los treinta y dos códigos
civiles de las entidades de la República, establecen al respecto lo siguiente:
Art. 752. Los bienes son muebles por su naturaleza o por disposición de la ley.
Art. 753. Son muebles por su naturaleza, los cuerpos que pueden trasladarse de un
lugar a otro, ya se muevan por sí mismos, ya por efecto de una fuerza exterior.
Antes bien, a juicio del suscrito, entre ambas disposiciones reglamentarias existe
contradicción.
No obstante que, desde la postura que sostengo, parece existir la antinomia aludida,
entre lo previsto en el Reglamento de Quejas y Denuncias y el Reglamento para la
Fiscalización de los Recursos de los Partidos Políticos Nacionales, ésta es superada
atendiendo la regla cronológica, denominada también de la lex posterior, respecto
de la cual Norberto Bobbio, en su libro Teoría General del Derecho, tercera edición,
editorial Themis, 2007, página ciento noventa y cinco, señala que es aquella según
la cual entre dos normas incompatibles prevalece la posterior: lex posterior derogat
priori.
Ahora bien, el Consejo General del Instituto Federal Electoral, conforme a sus
atribuciones, expidió un Reglamento de Quejas y Denuncias, para regular, entre
otros aspectos, precisamente los procedimientos sancionadores relacionados con la
violación a lo previsto en el mencionado artículo 236, párrafo 1, inciso a), del Código
electoral federal, por tanto, en este aspecto, coincido con el criterio sustentado por
la Sala Regional Xalapa, en el sentido que el mencionado Reglamento de Quejas es
el que regula las circunstancias relacionadas con la prohibición de colocar
propaganda en elementos del equipamiento urbano, porque contiene reglas
específicas respecto de las conductas sancionables, así como la manera en que se
desarrolla el procedimiento sancionador atinente y las sanciones aplicables.
Por el contrario, el Reglamento para la Fiscalización de los Recursos de los Partidos
Políticos, no tiene por objeto directo o específico el control sobre la colocación,
fijación o pinta de propaganda electoral porque, como su título indica, regula lo
relacionado con la materia de fiscalización de los recursos de los partidos políticos.
Por lo anterior, considero que lo dispuesto en el artículo 7, párrafo 1, inciso b),
fracciones I y II, del Reglamento de Quejas y Denuncias es el que debe prevalecer, en
este caso, porque es el que regula de manera específica o especial los
procedimientos y sanciones aplicables por colocación de propaganda electoral en
lugares prohibidos.
Finalmente y a título de conclusión reitero que el sentido de mi voto obedece a que,
en mi opinión, los vehículos destinados a la prestación del servicio de transporte
público de personas deben ser considerados parte del equipamiento urbano y que,
por ello, está prohibido fijar o colocar propaganda electoral en tales bienes muebles,
utilizados para el transporte de pasajeros.
En este orden de ideas, resulta claro que tampoco coincido con el texto de la tesis
de jurisprudencia aprobada por la mayoría, respecto de la cual también voto en
contra, sin más consideraciones, por ser aplicables y suficientes las que han sido
expuestas en este voto particular y en mis intervenciones orales en la respectiva
sesión pública.
MAGISTRADO
??
??
??
46
SUP-CDC-9/2009
esis: 35/2009 Gaceta de Jurisprudencia y Tesis en materia electoral, TEPJF Cuarta Época
Gaceta de Jurisprudencia y Tesis en materia electoral, Tribunal
Electoral del Poder Judicial de la Federación, Año 3, Número 5, Pag. 28
2010, páginas 28 y 29.
División de Educación Continua
Liverpool #66 Col. Juárez C.P. 06600 Tel. 5533-1617 al 19, 01800-8-332-322
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de México
Argumentación y Redacción Jurídica
El análisis integral de los artículos 41, base IV, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 236, párrafo 1, incisos a) y d), del Código Federal de
Instituciones y Procedimientos Electorales y 7, fracciones I y II, del Reglamento de
Quejas y Denuncias del Instituto Federal Electoral, en relación con el diverso 2,
fracción X, de la Ley General de Asentamientos Humanos, reflejan que para
considerar a un bien como equipamiento urbano, debe reunir dos requisitos: a).-
Que se trate de bienes inmuebles, instalaciones, construcciones o mobiliario, y b).-
Que tengan como finalidad prestar servicios urbanos en los centros de población;
desarrollar actividades económicas y complementarias a las de habitación y trabajo,
o proporcionar servicios de bienestar social y apoyo a la actividad económica,
cultural y recreativa. En esa virtud, se considera que los vehículos destinados al
servicio público de transporte de pasajeros, no reúnen las características del
requisito identificado con el inciso a), para considerarse equipamiento urbano, toda
vez que no constituyen inmuebles, instalaciones o construcciones, ni elementos de
mobiliario accesorios a éstos, razón por la cual, debe estimarse que la instalación de
propaganda electoral federal en tales vehículos, no constituye una infracción a la
normativa electoral.
La Sala Superior en sesión pública celebrada el nueve de diciembre de dos mil nueve,
aprobó por mayoría de seis votos la jurisprudencia que antecede y la declaró
formalmente obligatoria.