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Tema
Argumentación Jurídica
Presenta
Nantli Cocotzin Ima Cervantes Sánchez
Cinthya Vanessa Sánchez Rodríguez
Profesora
Dra. Laura Leticia Padilla Gil
Materia
Lógica Y Argumentación Jurídica
2
permanentemente a la argumentación; pero, siendo un fenómeno tan complejo no
se le puede reducir solamente a sus aspectos argumentativos, tomándolo
únicamente como argumentación, porque no lo es.
Muy pocos juristas han leído alguna vez un libro sobre la materia y seguramente
muchos ignoran por completo que exista algo así como una teoría de la
argumentación jurídica.
3
Si se piensa en lo que tiene que ser el estudio o la concepción del Derecho y la
importancia que se le debe dar a la argumentación jurídica dentro de los currículos
para la formación de los juristas del futuro, y que una vez egresados puedan
desempeñarse satisfactoriamente en el ejercicio de la profesión, hay que prestar
atención a lo que es precisamente la argumentación; o sea, al estudio de la teoría
y sobre todo, a la praxis de la argumentación, un enfoque teórico-práctico en el
que se aplique la estrategia de aprender a hacer haciendo, o a aprender a
argumentar argumentando.
4
Desde mediados de la pasada centuria la teoría de la argumentación, se ha ido
transformando en una disciplina o estudio interdisciplinario de las diversas formas
empleadas para lograr conclusiones apropiadas mediante el uso de las
herramientas de la lógica, o sea, a través del juego de premisas que permitan
llegar a inferencias acertadas. Para lograr esto, es necesario poner en juego la
noción de la lógica como arte y como técnica, dinamizados en el debate, el
diálogo, la conversación, la persuasión, el consenso y el disenso.
Ejemplo son los montajes discursivos empleados en tele ventas para hacer ventas
masivas de un producto; o con la publicidad empleada para vender un
determinado candidato político, muchas veces en detrimento de sus opositores,
utilizando mecanismos que limitan con la agresión y el desconocimiento de
mínimos principios éticos.
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Desde la perspectiva que se ubique, el principal motivo o interés para el estudioso
de la argumentación radica en establecer si los razonamientos que plantea son
viables, o sea, si tienen fuerza convincente suficiente para ser aceptada por los
sujetos a los cuales se dirige.
Por eso, tendrá que asumir que un argumento no consiste solamente afirmar
alguna tesis por medio de premisas; tampoco es una simple disputa; se trata ante
todo de emitir juicios o tesis que sean susceptibles de ser apoyados o respaldados
con razones y pruebas reales, objetivas y convincentes.
Exponer las razones que sustentan una determinada tesis o premisa esencial en
todo proceso argumentativo en el campo que se planteé. De aquí la necesidad de
que para construir argumentos, haya estudios previos que lleven al argumentado a
analizar detenidamente cuáles son las opiniones con mayor fuerza demostrativa o
son mejores que las otras.
6
Desconocer el lenguaje del contexto en donde se desarrolla la argumentación,
puede traer como consecuencia un uso que resulte molesto o agravante para los
demás, pues el hombre es comprensible en un contexto de redes de comunicación
en el cual el lenguaje es el mediador fundamental.
Como señala Kaufmann (1999, 234), el hombre y el lenguaje solo pueden existir a
un mismo tiempo, y agrega una expresión tomada de W. v. Humboldt: El hombre
es solo hombre a través del lenguaje, pero para descubrir el lenguaje tenía que ser
ya hombre1.
1
Martínez Ubárnez, Simón, “La Teoría De La Argumentación Jurídica en el contexto
Iberoamericano”, Congreso Iberoamericano de Argumentación, 14, 15 y 16 de agosto Universidad
EAFIT, Medellín, Colombia, 2019.
https://www.eafit.edu.co/escuelas/humanidades/departamentos-
/departamento-humanidades/debatecritico/Documents/Mart%C3%ADnez_teor
%C3%ADa_argumentaci%C3%B3n_jur%C3%ADdica_contexto_Iberoamericano.pdf
7
le puede definir como la exposición de razones con las cuales se intenta probar o
refutar una determinada tesis. En su aspecto verbal como argumento, viene a ser
la forma del razonamiento que se emplea para demostrar algo, probando o
refutando una proposición o para convencer a otra persona de la verdad o
falsedad de aquello que se afirma o se niega.
2
Copi, Irvin M. & Cohen, Carl, Introducción a la lógica. México: Lumusa, 2002
8
La argumentación puede emplearse para demostrar una fórmula matemática, para
hacer explícita una ley científica, una fórmula física o química; para exponer las
razones o justificar un veredicto, fundamentar un alegato, una petición, una
refutación o la impugnación de una decisión judicial, en el campo legal y jurídico; y
en general, para demostrar o expresar en qué consiste una situación o tema, que
habitualmente crea contradicción, disparidad o divergencia en el interlocutor o en
un auditorio, o entre los actores de un debate o proceso en el cual no se sienten
bien tratados los intereses o expectativas de las partes o de una de ellas. Así
pues, argumentar bien es también el medio más expedito para defender una idea
u opinión, pues permite aportar las mejores razones que justifique la posición
defendida.
3
Kaufmann, Arthur, Filosofía del derecho. Trad. Luis Villar Borda y Ana María Montoya. Bogotá:
Universidad Externado de Colombia. 1999.
9
La argumentación jurídica es una herramienta de la cual el profesional jurídico no
podrá desentenderse en ningún momento de su ejercicio, si no quiere correr el
riesgo de abocarse a transitar por caminos equivocados. Su contenido en el
campo del derecho debe versar naturalmente, sobre afirmaciones de carácter
normativo expresadas en los textos, ya que, como señala Niklas Luhmann,
El hallazgo del texto relevante para tomar una decisión exige una competencia
especializada y esto constituye un momento constitutivo, a menudo pasado por
alto, de la capacidad jurídica4.
10
Theodor Wiehweg, Chaîm Perelman, Stephen Toulmin, Neil MacKormick, Jürgen
Habermas y Robert Alexy-, esta se construye a partir de tres perspectivas
diferentes, que responden a tres preguntas fundamentales de la práctica jurídica:
cómo argumentar, cómo analizar una argumentación y cómo evaluarla. Teniendo
en cuenta esta aclaración, la teoría unificada de la argumentación jurídica ha sido
entendida en tres perspectivas diferentes: la formal (o lógica), la material y la
pragmática.
11
la contraparte de la corrección de su argumento. En esta concepción destaca la
postura de Theodor Viehweg (1964), quien hace una distinción entre justificación
interna y justificación externa, similar a la teoría de Raz y otros autores de las
razones para la acción. Su teoría es conocida como Tópica, es decir, un conjunto
de tópicos que sirven para desarrollar argumentos; como parte de la retórica su
finalidad es establecer los contenidos del discurso. Viehweg define la tópica como
un ars inveniendi (del sustantivo latín inventio y éste del verbo invenire) es decir,
arte del "hallazgo" pues se trata de una técnica del pensamiento problemático en
la cual el centro lo ocupa un topos o lugar común, ya que el orador debe
seleccionar, hallar, entre un repertorio prefijado de temas los que sean más
adecuados a su exposición. Por tanto, lo que importa en la teoría de Viehweg, no
es el ars iudicandi (consistente en inferir unas proposiciones de otras), sino el ars
inveniendi, que descubre y examina las premisas. Para sustentar su teoría, recurre
al libro de Los Tópicos, el número V de la lógica aristotélica (2001: 307ss) y
analiza el libro de la Invención Retórica, de Cicerón. Precisamente, el primer
párrafo de Los Tópicos, es muy concreto al explicar el sentido de todo el libro,
cuando el estagirita dice: “El fin de este tratado es encontrar un método con cuyo
auxilio podamos formar toda clase de silogismos sobre todo género de cuestiones,
partiendo de proposiciones simplemente probables, y que nos enseñe, cuando
sostenemos una discusión, a no adelantar nada que sea contradictorio a nuestras
propias aserciones”
12
acepta que el problema (aporía) ha de resolverse por medios lingüísticos. La
argumentación por tanto, es una actividad o proceso cuyo desarrollo está regido
por determinadas reglas de comportamiento (lingüísticos) de los actores que
intervienen en ella. Esta concepción de la argumentación jurídica es la que se
encuentra en muchas teorías contemporáneas como las de Stephen Toulmin,
Jurgen Habermas (García Amado, 2006), y coincide con el modelo de la nueva
retórica de Chaîm Perelman (1977), y con la teoría de la argumentación jurídica de
Robert Alexy (1989). En general, en esta perspectiva, la argumentación consiste
en lenguaje, en lo cual se destaca su aspecto pragmático y por eso la
argumentación es inconcebible haciendo abstracción de los sujetos que
argumentan. La argumentación se hace posible en la medida que las partes ceden
y se hacen concesiones; de ahí que una inferencia es el paso de unos enunciados
a otros mediante la aceptación, el consenso; la conclusión es lo que se pretende
que sea aceptado por el otro.
13
visto no solo como funcionario público, sino como la persona que por antonomasia
tiene la potestad de decidir en el campo del derecho. Y en el propósito de decidir
de la mejor forma, el juez siempre intentará reducirlas.
14
propiedades lingüísticas de su enunciado. A partir de su crítica, Vaz Ferreira
ofrece el planteamiento de una lógica viva que él llamó psico-lógica; la cual se
puede entender como una meta-teoría dirigida a la evaluación argumental. En la
práctica, su propuesta es un modelo alternativo al tratamiento de algunos tipos de
falacias; tratamiento que viene vinculado a una ética del entendimiento. La forma
como fue expuesta la lógica vaz ferreirana, su novedad, originalidad y las
aplicaciones prácticas planteadas al campo del derecho –para lo cual no propone
un modelo teórico indicativo sino una serie de ejemplos concretos-, convierten a
este autor en el real precursor de las actuales teorías de la argumentación jurídica,
sobre todo, si se asume que éstas –como se reconocen actualmente-, empiezan a
plantearse en Europa a partir de la mitad del siglo XX.
15
resentimiento: al privilegiar un principio, otro queda sin amparar, lo cual genera
desequilibrio, inequidad.
16
propuestas con diversos elementos originales ofrecen los académicos brasileros
Fábio Schecaira, jurista y filósofo del derecho, adscrito a la facultad de derecho de
la Universidad Federal de Rio de Janeiro, es autor, junto con Noel Struchiner, de
una obra no muy extensa titulada Teoria da argumentaçáo jurídica, cuyo análisis
parten de un análisis del concepto de argumentar, como algo aparentemente
misterioso para el lego, pues a veces se tiene la impresión de que así como los
sofistas en la antigüedad griega, los juristas siempre ponen el lenguaje al servicio
de intereses y objetivos preestablecidos.
Siguiendo una estrategia didáctica, plantean lo que para ellos son dos modos de
argumentar:
Otro importante autor brasilero es Tercio Sampaio Ferraz Junior (1941), filósofo
del derecho, jurista y doctrinante adscrito a la Universidad de Sao Pablo, expone
sus tesis en materia de argumentación en la obra Introdução ao Estudo de Direito:
Técnica, Decisão e Dominação (1988). Su planteamiento parte de la concepción
17
de que en la sociedad actual ha ocurrido una sutil modificación en las líneas de
diferenciación entre política, economía y líneas de decisión jurídica, las cuales se
tornan confusas, De tal modo que el ejercicio político por la autoridad judicante
pasa por actividades con lógicas estructuralmente indiferenciadas, por la estrecha
cercanía entre las diversas tecnocracias decisorias. En esta perspectiva, el
ejercicio jurisdiccional, supuestamente neutral desde el punto de vista político por
el principio de la división de poderes, adquiere contornos nuevos, mediante la
exigencia de pronósticos que en la toma de decisiones, convierten la decisión
judicial en una anticipación de efectos políticos, sociales y económicos; lo cual no
puede desentenderse al construir argumentos orientados hacia las decisiones
judiciales.
El jurista peruano Luis Alberto Solís Vásquez, adscrito al poder judicial peruano en
calidad de Magistrado de Primera Instancia. Autor de diversos artículos publicados
en medios académicos especializados en el campo del Derecho, Docente en la
Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV). En su artículo sobre el
Razonamiento Judicial, Solís establece frontera entre la lógica jurídica y la lógica
formal, la cual considera meramente enunciativa; añade que la lógica jurídica es
esencialmente axiológica, por cuanto involucra criterios valorativos y teleológicos.
Pero la lógica jurídica en sí, no produce decisiones judiciales, sino que constituye
una herramienta para decidir si esa decisión es razonada, previendo una serie de
criterios para controlar la racionalidad de esa decisión; en este sentido, contribuye
a convertir el derecho general abstracto, en un derecho concreto, que se
materializa en lo que el juez emite como sentencia, lo cual implica hacer todo el
análisis lógico jurídico, que involucra la labor interpretativa y de aplicación de la ley
cuidando que esta aplicación se mueva en el sistema jurídico, el cual debe tener
un solo ordenamiento guardando las condiciones de unidad, coherencia, plenitud y
actualidad
18
los cuales debe ajustarse el argumento jurídico (existencia, justificación,
veracidad, identidad, no contradicción, pertinencia y normatividad)
En Colombia Pablo Raúl Bonorino y Jairo Iván Peña Ayazo, son los autores una
obra que se realizó desde 2006 y ha sido reeditada (2008) por encargo de la Sala
Administrativa del Consejo Nacional de la Judicatura –una de las altas cortes del
poder judicial del país- dentro del Plan Nacional de Formación y Capacitación de
la Rama Judicial, que se desarrolla a través de la Escuela Judicial “Rodrigo Lara
Bonilla”. La obra se publicó en medios físicos y virtuales bajo el título de
“Argumentación judicial: construcción, reconstrucción y evaluación de
argumentaciones orales y escritas”, con lo cual la institución oficial, busca cumplir
con el objeto de unificar criterios pragmáticos acerca de la argumentación jurídica
en el país, mediante la modalidad de aprendizaje auto dirigido; pretendiendo
orientar a la comunidad de juristas y operadores judiciales, en el empeño de
mejorar la aplicación en la práctica judicial, bajo el criterio de absoluto respeto por
la independencia del juez o jueza.
Según el autor, “el argumento de la no redundancia, por tanto, sería aquel por el
que se excluye la atribución a un enunciado normativo de un significado que ya ha
sido atribuido a otro enunciado normativo preexistente al primero o
jerárquicamente superior al primero o más general que el primero; debido a que
aquella atribución de significado no fuera excluida, nos encontraríamos frente a un
enunciado normativo superfluo. En consecuencia, el criterio de la no redundancia
o no pleonasticidad sería aquel por el que cada disposición legal debería tener su
6
Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, La argumentación en la justicia constitucional, 1ª ed.,
Editorial y Librería Jurídica Grijley, 2017, pp.295-296
19
incidencia autónoma, un particular significado, y no constituir una mera repetición
de otras disposiciones legales”7.
7
Ídem
20
argumento del honor redundancia es atribuir un significado o varios a cada uno de
los dos con lo que los problemas interpretativos se duplican 8.
Argumento Pragmático
Algunos estudiosos han tomado el principio del efecto útil y el principio de eficacia
y efectividad, este significa que “cuando una disposición es susceptible de dos
sentidos es preferible entenderla en aquel que le permite tener algún efecto antes
que en el sentido con el cual no podría producir ninguno" 11.
21
Argumento Al Absurdo O Apagógico
La argumentación apagógica es otro método de interpretación dentro de la lógica
clásica. Según Ezquiaga, “en esta la reductio ad absordum era una demostración
indirecta qué consistía en afirmar la verdad de una tesis, mostrando cómo la
contradictoria es, a su vez, contradictoria con otra tesis ya demostrada como
verdadera”12. En el teorema de lógico, en el que como sugiere el texto
clásicamente descansa la reducción al absurdo, según Kalinowski en Ezquiaga,
“por la ley de Duns Scoto, que se puede enunciar diciendo qué, si una proposición
implica su propia contraria, debe ser falsa" 13.
22
formalmente lo absurdo de una proposición jurídica pero la mayoría
no hacen tan siquiera una declaración expresa y dan por
sobreentendido el hecho de que apreciar lo absurdo de una
consecuencia es una cuestión de mera evidencia”15.
Para Vander Eycken,”lo único que puede informar cuando existe lo absurdo es el
examen de la realidad y el conocimiento del objetivo perseguido, ya que para él
estaríamos ante una noción esencialmente teleológica… lo absurdo impide poner
un medio de acuerdo con un fin y, por lo tanto alcanzar el fin deseado: algo es
absurdo cuando no está en armonía con la realidad” 16.
Por otra parte Ost y Bobbio, señalan que se considera absurda toda interpretación
que cuestione la imagen de racionalidad del legislador. Y finalmente Tarello, dice
“que se excluyen las interpretaciones que dan lugar a una norma absurda, porque
se cree que el derecho no contiene normas absurdas, porque lo impediría la
racionalidad del legislador”, porque una norma absurda no puede ser válida 17.
Como señala el texto, “la reducción al absurdo es una modalidad del modus
tollens mediante el cual se acepta una de las premisas y se niega la conclusión
con la finalidad de demostrar que negar la conclusión es algo ridículo” 18. Según
esto, “se trata de un argumento que es utilizado a los efectos de excluir una
determinada interpretación en atención a los resultados absurdos a los que ella
deriva en el caso de ser aplicada”19.
Primero hay que entender que es “Modus tollens. Viene de tolere que significa
negar, su forma es:
Sí P entonces q
No q
No P
No se produce el consiguiente por lo que se sabe que tampoco se produce el
antecedente”20.
15
Ibídem, pp. 315-316
16
Ibídem,pp.316-317
17
Ídem
18
Cruceta, José Alberto, et. Al. Argumentación jurídica, Escuela Nacional de la Judicatura,
República Dominicana, s/a, p. 87
19
Ídem
20
Ibídem, p. 82
23
Por tanto, “si la hipótesis planteada lleva a una contradicción lógica, falsa, la
hipótesis contradictoria será verdadera”21.
La pretensión es probar a P
Se niega P
Se asume –P
De ahí se deriva una implicación q
Se muestra q como falso absurdo
Se concluye P
Argumento Teleológico
En el contexto histórico, “Irehing es considerado el precursor de dos grandes
corrientes metodológicas, la teleológica y la jurisprudencia de intereses, a partir de
cuyo éxito es posible comenzar a hablar de la intervención del argumento
teleológico en la interpretación 23. Esto explica cómo es que los problemas
conceptuales han ido de la mano con este instrumento interpretativo 24.
21
Ibídem, p.87
22
Ídem
23
Ezquiaga Ganuzas, Francisco Javier, La argumentación en la justicia constitucional, op.cit. p. 477
24
Ídem
25
Ibídem, p. 480
24
presupuesto de intervención”26. Desde la subjetividad se investigara, y desde la
objetividad se considera incorporada a la norma.
• El fin genérico del derecho. Desde una posición iusnaturalista, el fin debería
ser, la interpretación teleológica en la que se debe perseguir el derecho como un
conjunto de normas. El fin social en la que es precepto es aplicado. El objetivo es
hacia la sociedad y su realidad, y no en la concepción del legislador 27.
Argumento Histórico
Desde la publicación del sistema del derecho romano actual de Savigny, el
argumento histórico se ha convertido en uno de los criterios tradicionales de la
interpretación jurídica. En la historia han existido varias escuelas y diferentes
ideologías de interpretación entre las que destaca la propia escuela histórica del
derecho y del método histórico evolutivo de interpretación 28.
26
Ibídem, p. 481
27
Ibídem, pp. 483-484
28
Ibídem, p. 433
25
• Las lagunas se superan en virtud de la fuerza orgánica del derecho positivo
por medio de la analogía29.
29
Ibídem, p. 434
30
Ibídem, p.435
31
Ídem
32
Ibídem, p. 437
26
En el argumento histórico los elementos de interpretación gramatical lógico
histórico y sistemático de Savigny se consideran preferentemente como el método
histórico que descubre la voluntad del legislador 33.
33
Ídem
34
Ibídem, p. 438
35
Ídem
36
Ibídem, p. 119
27
Entonces “la interpretación debe ser sistemática” 37 lo que conlleva que en la
interpretación de la norma, siempre sea tomado en cuenta el sistema.
“Por sistema extrínseco se entiende la teorización que realiza el jurista del material
normativo proporcionado por el legislador”, por su parte el sistema intrínseco “en el
derecho, el jurista apunta al objeto de su conocimiento, es decir, al conjunto de
preceptos dictados por el legislador”39 Tarello enumera seis:
37
Ídem
38
Ibídem, pp. 119-120
39
Ibídem, p. 122
40
Ibídem, pp. 122-123
28
En el derecho, es de relevancia el instrumento sistemático de interpretación,
porque el sistema jurídico tiene su propia lógica interna.
El Argumento a Cohaerentia
Es aquel por el que dos enunciados legales no pueden expresar dos normas que
sean incompatibles entre sí. Lo señalan como un argumento negativo y auxiliar.
Negativo porque no sirve para acreditar la atribución de un significado, sino al
contrario, para desacreditar la justificación que produce la incompatibilidad de
normas, y auxiliar, porque una vez que son rechazados los significados
incompatibles por medio del argumento a cohaerentia, son necesarias las formas
de intervención de otro argumento, en atribución a un significado compatible 41.
41
Ibídem, 127-128
29
Estos últimos están a favor de interpretaciones correctivas, los partidarios
de la doctrina de la coherencia a favor de interpretaciones abrogadoras42.
42
Ibídem, p. 129
43
Ibídem, p. 130
44
Ibídem, p.153
30
asistemática, esa disposición lógica de las materias traduce la voluntad del
legislador en una información subsidiaria dirigida al intérprete 45.
45
Ibídem, p.154
46
Ídem
47
Ibídem, pp.155-156
31
atribuye por su no conclusión en un contexto normativo determinado. Esto se
determina en una inconstitucionalidad de la norma jurídica 48.
Por otra parte, en la función positiva del argumento sedes materiae, se refiere a
aquellas situaciones en las que su intervención sirve para atribuir un significado a
un anunciado bien justificantes interpretación por el hecho de estar incluido en un
determinado contexto normativo deduciendo ese sentido del contexto en el que se
halla el enunciado. Así se considera que la agrupación de los artículos en
secciones y capítulos tiene una trascendencia mayor que la de la simple
distribución material, de esta forma el autor del texto adopta una sistemática
concreta en que es debida que todos los enunciados incluidos en una sección
capítulo, titulo ciertas características o principios comunes que son de ayuda para
la labor interpretativa. El argumento sedes materiae prácticamente nos adentra en
la auténtica interpretación sistemática entendida Como aquella que recorre el
contenido de otras normas para comprender un enunciado dudoso 49.
El Argumento a Rubrica
Para justificar la diferencia entre los procesos constitucionales para resolver las
pretensiones de declaración de inconstitucionalidad y los conflictos de
competencia se acude a la rúbrica con el que ambos se regulan. Las críticas que
48
Ibídem, p.160
49
Ibídem, pp. 162-163
50
Ibídem, p.165
32
se dirigen a la utilización del argumento rubrica son en general mayores que al
sedes materiae en la práctica, pero son aplicables a ambos y se centran
principalmente en la circunstancia de que sólo excepcionalmente el título de una
ley o de cualquier texto normativo es votado en el parlamento o el congreso por lo
que sólo es una indicación al intérprete que no se le vincula para establecer el
contenido exacto del artículo51.
51
Ídem
52
Ibídem, p. 168
33
es decir, para unos es una relación puramente estática y de ubicación material y
con la interpretación sistemática no se diferenciaría de argumento sedes materiae.
Finalmente también son variadas las posturas doctrinales respecto a que
requisitos se deben exigir a quién mantiene que entre todas las disposiciones
integrantes del ámbito jurídico son pertinentes, para una interpretación sistemática
debe existir una cierta identidad de la materia de tal forma que sólo las normas
pertenecientes a la misma o análoga materia pueden constituirse en contexto de
una disposición. En general los autores prefieren ser descriptivos, neutros o
vagos.
Para Pescatore se distinguen un contexto interno formal y material y, en el
contexto externo jerárquico colateral y el sistema jurídico global 53.
Bien, según la opinión de Manuel Atienza, “el razonamiento jurídico es visto como
una argumentación práctica de carácter peculiar en la que operan razones
(premisas) de dos tipos, unas forman parte del sistema jurídico, y otras son
razones extra sistemáticas, provenientes de la práctica jurídica. El uso de las
razones lleva a plantearse el problema de la relevancia y del peso de las mismas,
así como el de la relación entre las razones jurídicas y las razones morales” 54.
34
cambios continuos, esto sirve para conocer y asociar la razón a las exigencias de
la argumentación jurídica, pero si el derecho y las normas jurídicas están
delimitadas por las instituciones y la formalidad de las misma, el razonamiento
asociado al argumento jurídico también es limitado respecto a lo que dicta la
autoridad. Es así que el razonamiento se construye en un carácter instrumental
para relacionarse esencialmente a la realidad del argumento jurídico.
Sofismas
Klug señala, qué existe una clasificación de los paralogismos están los sintácticos,
los semánticos y los pragmáticos.
55
Cruceta, José Alberto, et. Al. Argumentación jurídica, op.cit., p. 106
56
Ibídem, p.109
35
• El paralogismo sintáctico es aquel razonamiento cuya conclusión no se
deriva de las premisas en consideración a la sintaxis de Tales premisas es decir a
las relaciones formales que existen entre sus palabras y expresiones. El entinema
es un caso de paralogismo sintáctico cuando falta una premisa importante para
establecer el real vínculo con la conclusión.
Entre los sofismas está la homonimia, la anfibología, los sofismas ignoratio elenchi
o de ignorancia, el sofisma de afirmación de consecuente o la fallacia
consequentis, el sofisma de observación incompleta, el sofisma de la observación
y el sofisma de petición de principio.
57
Ibídem, pp.107-108
36
• La anfibología. Es un sofisma verbal en el que hay una deficiencia sintáctica
que produce una doble interpretación; sobrepasa lo conceptual llegando a la
proposición, es decir, la violación se producen la proposición entera al introducirse
un cuarto término. El acento se somete a este sofismas es el caso de afirmativo y
él sí condicional.
37
• Sofisma de falsa analogía. La falsa analogía se produce cuando de la
verdad establecida en un caso estudiado se asume y se concluye como verdadera
para otro caso sin serlo. En este sofismas se violentan las reglas de la inducción.
Conclusiones
58
Ibídem, pp.109-111
38
décadas han ido apareciendo en el medio académico, nuevos esfuerzos y
propuestas en distintos escenarios del ámbito iberoamericano, como bien quedó
planteado en los casos analizados a manera de muestra representativa y que
señalan cómo, desde Perú. México, Brasil, Argentina, Colombia, sumado a las
nuevas tesis que se vienen proyectando en España, especialmente con los
trabajos de Manuel Atienza, también se viene construyendo teoría propia frente a
las necesidades concretas de la realidad de cada país; para mostrar a la
comunidad académica y jurídica, que desde estos ámbitos, estamos en
condiciones de pararnos en nuestros propios pies y pensar con nuestra propia
cabeza para afrontar nuestros propios problemas conceptuales y darles adecuada
respuesta.
Bibliografía
COPI, Irvin M. & COHEN, Carl, Introducción a la lógica. México: Lumusa, 2002.
KAUFMANN, Arthur, Filosofía del derecho. Traducción Luis Villar Borda y Ana
María Montoya. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 1999.
Fuentes electrónicas
39
MARTÍNEZ UBÁRNEZ, Simón, “La Teoría De La Argumentación Jurídica en el
contexto Iberoamericano”, Congreso Iberoamericano de Argumentación, 14, 15 y
16 de agosto Universidad EAFIT, Medellín, Colombia, 2019.
https://www.eafit.edu.co/escuelas/humanidades/departamentos-academicos/
departamento-humanidades/debate-critico/Documents/Mart%C3%ADnez_teor
%C3%ADa_argumentaci%C3%B3n_jur
%C3%ADdica_contexto_Iberoamericano.pdf
40