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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSGRADO

ESPECIALIDAD EN DERECHO CONSTITUCIONAL

Profesor: Mtro. Osmar Armando Cruz Quiroz.

Materia: Estructura Política del Estado


Mexicano.

Alumna: Martha Montserrat Butrón Pérez.

Tema: Reporte de lectura 4. La opinión de los


jueces. Reflexiones sobre los derechos humanos.

Fecha: 1 de marzo de 2019.

La opinión de los jueces. Reflexiones sobre los derechos humanos.


El presente ensayo trata sobre una de las reformas constitucionales de 2011 en materia de
Amparo, es decir, el control de constitucionalidad de los actos de particulares y en
tratándose de las consecuencias que produce la celebración de contratos, se le ha
denominado eficacia horizontal de los derechos fundamentales.
Nos dice Fernando Rangel que la obligación de respetar los derechos humanos no solo
obliga a su cumplimiento solamente al Estado, sino que hay reglas mínimas que también
obligan a los particulares, ya que el respeto de estos asegura la paz social.
Se dice que si entre los derechos humanos fundamentales se encuentran precisamente los de
igualdad ante la ley, el juzgador debe interpretar buscando en todo momento el menor
perjuicio, aún entre particulares.
En este capítulo se ejemplifica con varios casos el principio de control horizontal en el
juicio de amparo, de los cuales destacan, a mi parecer, el que trata sobre honorarios
desproporcionados y la nulidad de acuerdos tomados por la asamblea de condominios.
Algunas reflexiones sobre la definición y el concepto de dignidad humana prevista en
el artículo 1 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Este capítulo aborda distintos vértices concernientes a la dignidad humana.
Walter Arellano nos brinda una perspectiva de noción de dignidad, nos dice que el término
dignidad solemos relacionarlo con un calificativo que dota de superioridad a las personas.
La real academia de la lengua alude a la dignidad como el decoro con que cuenta una
persona.
El autor en este ensayo nos hace énfasis sobre que, el término dignidad ya era previsto en el
artículo 1 de nuestra Carta Magna, sin embargo, tomó mayor envergadura hasta la reforma
de 2011.
Asimismo se da una visión de la interpretación que han adoptado tanto la Suprema Corte
de Justicia como los Tribunales Colegiados de Circuito.

Esta obra me ha abierto un panorama más crítico a los elementos que conforman la
normatividad, para el caso específico, sobre los elementos que conforman los preceptos
constitucionales.
Si bien es cierto que este libro se avoca al estudio del artículo 1 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, también lo es que, el estudio de las diferentes aristas no
es cuestión fácil, ya que como lo vimos en los ensayos, la impartición de justicia y
vigilancia de las normas mucho dependen de la interpretación que dan los jueces en las
diferentes instancias a los múltiples preceptos tanto Constitucionales como legales.
El respeto a los derechos humanos no solo se debe abocar a las relaciones Estado-
gobernado, sino también en la interpretación que los juzgadores hacen al momento de
aplicar las normas en las relaciones que surgen entre particulares, siendo así, en tratándose
de determinaciones que realicen los jueces del orden común, el pronunciamiento será sobre
la validez o nulidad del acto derivado de una relación de coordinación, y para los casos en
que toque pronunciamiento por parte de los Tribunales de Amparo la consecuencia debe ser
siempre la subsistencia o insubsistencia del acto de autoridad reclamado.
Por lo que hace a la aplicación de la dignidad humana en la interpretación de preceptos
constitucionales, no debemos perder de vista que el principal fin que se busca en los
asuntos que son sometidos a la potestad jurisdiccional es el de preservar la calidad única y
excepcional del hombre, salvaguardando en todo momento su dignidad.
Finalmente, de los argumentos que más llamaron mi atención es el que nos dice que la
impartición de justicia, en tratándose de menores, no puede solo adaptarse al estilo
Kelseniano pues la forma más conveniente de tratar a un menor es respetarlo,
primeramente, como persona humana.
Lo cierto es que, en todos los casos los jueces deben velar por los derechos humanos de las
personas, por el sólo hecho de serlo, en armonía con lo establecido por los diversos
preceptos legales aplicables al caso en concreto.

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