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República bolivariana de Venezuela

ministerio del poder popular para la educación


universitaria ciencia, tecnológica
facultad de ciencias económicas y sociales
universidad Dr. José Gregorio Hernández
contaduría pública.

La argumentación como dialogo basado en


razones y las trampas argumentativas.

Nombre apellido:
Amaranta González
CI 30 214 764
Grupo nº 3
Índice.
1.-LA ARGUMENTACIÓN COMO DIÁLOGO BASADO EN RAZONES
a.-Contextos del diálogo:
Disputa personal Debate
Diálogo de persuasión o discusión crítica
Investigación
Negociación
b.-Etapas y reglas del diálogo argumentativo:
Apertura.
Confrontación.
Reglas Negativas que rigen el diálogo
2.- LAS TRAMPAS ARGUMENTATIVAS
a. Falacias formales e informales.
b. Falacias de atinencia:
Ad baculum
Ad hominem
Ad misericordiam
Petición de principio
Ad verecundiam
Ad populum
c. Falacias de ambigüedad:
El equívoco.
La anfibología.
La división.
Desarrollo.
Disputa personal debate.
La Disputa personal es un diálogo en el que el fin es ganar al que se opone a las
ideas que se defienden y, dado que no hay reglas procedimentales que señalen las
condiciones para intervenir, las formas de hacerlo y por cuánto tiempo, los
interlocutores se sienten libres para utilizar diversos recursos legítimos e ilegítimos
(como las falacias y las marrullerías).
El Debate es un diálogo en el que el objetivo es discutir acerca de un tema
previamente fijado. En él participan dos adversarios que defienden tesis opuestas y,
al final, se busca obtener un ganador. Aunque se trata de un diálogo en el que sí
están establecidas las reglas procedimentales acerca de las condiciones bajo las
cuales los participantes pueden intervenir y se apela a argumentos, con frecuencia
sucede que los debatientes acuden a recursos ilegítimos, como las falacias o las
marrullerías, con tal de ganar al adversario.
Diálogo de persuasión o discusión crítica
la Discusión crítica es un diálogo en el que los participantes se plantean un
problema y buscan una respuesta que sea satisfactoria para la mayoría de ellos;
esto se logra por medio de argumentos racionales y partiendo de una base teórica
común. Este tipo de diálogo se da generalmente en contextos académicos en los
que los participantes buscan cooperativamente la verdad. Así, al escuchar los
argumentos de los otros, se pueden modificar los propios en un ambiente de
apertura en el que todos pueden enriquecer su conocimiento.
Investigación
la Discusión crítica es un diálogo en el que los participantes se plantean un problema
y buscan una respuesta que sea satisfactoria para la mayoría de ellos. También
permite hacer mención al conjunto de actividades de índole intelectual y
experimental de carácter sistemático, con la intención de incrementar los
conocimientos sobre un determinado asunto.
En ese sentido, puede decirse que una investigación está determinada por
la averiguación de datos o la búsqueda de soluciones para ciertos inconvenientes.
Cabe destacar que una investigación, en especial en el plano científico, es
un proceso sistemático (se obtiene información a partir de un plan preestablecido
que, una vez asimilada y examinada, modificará o añadirá conocimientos a los ya
existentes)
Negociación
la Discusión crítica es un diálogo en el que los participantes se plantean un problema
y buscan una respuesta que sea satisfactoria para la mayoría de ellos las cuales
tendrán repercusiones inmediatas en el mundo. Aquí sí se recurre a argumentos;
cuando éstos son sustituidos por amenazas para que se acepte un acuerdo
determinado, ya no se habla de una negociación, sino de una imposición o chantaje. 
b.-Etapas y reglas del diálogo argumentativo:
Etapa de apertura. Se presentan los participantes y se dan a conocer las reglas que
regularán el diálogo, es útil y necesario que las reglas sean explícitamente
declaradas y acordadas por los participantes.
Etapa de confrontación. Se anuncia el tema o el problema en torno al cual girará el
debate; además, cada uno de los participantes presenta de manera general sus
argumentos más fuertes para respaldar la postura que defenderán. Todo diálogo
surge desde un problema, una diferencia en las opiniones o una situación que debe
ser resuelta desde los dos lados que constituyen el problema del diálogo. La fase de
la confrontación es donde el problema del diálogo debe ser anunciado o acordado
para que sea clara cuál es la meta del diálogo
Reglas Negativas que rigen el diálogo
Algunas reglas negativas del debate racional son: no hacer afirmaciones para las
cuales se carece de pruebas, no responder preguntas que no sean claras, no ofrecer
proposiciones falsas, no generar ataques verbales, entre otras.
Estos requisitos generales de las cuatro fases del diálogo implican, a su vez, otras
reglas:
Las reglas de relevancia: que el participante no se aleje mucho del punto a discutir
(la meta del diálogo).
Las reglas de cooperación: que el ponente responda las preguntas
cooperativamente y que acepte el compromiso de reflejar su posición con precisión.
Las reglas informativas: que un participante proporcione sus argumentos, al
contrario, el cual puede saber del particular o no.
Para que un diálogo sea fructífero debe hacerse explícitas tanto las cuatro fases
como estas tres reglas.
2.- LAS TRAMPAS ARGUMENTATIVAS
a. Falacias formales e informales.
Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto, pero con apariencia de razonamiento
correcto. Es un razonamiento engañoso o erróneo (falaz), pero que pretende ser convincente o
persuasivo. Todas las falacias son razonamiento que vulneran alguna regla lógica.

Por consiguiente, las falacias formales siempre lo son de forma objetiva, mientras que en el


caso de las informales suele generarse un debate acerca si hay o no error de
argumentación, dado que su naturaleza siempre depende del contexto en el que son
usadas. Las falacias informales son tipos de argumentos inductivos cuyas premisas no logran
establecer la conclusión debido a su contenido.

b. Falacias de atinencia:
Las falacias de atinencia consisten en argumentos donde no existe coherencia
lógica – las premisas no derivan la conclusión-, y se apela al carácter expresivo e
informativo del lenguaje para estimular emociones que implican la aceptación del
argumento dado.
Ad baculum
¿Por qué apelar a la fuerza es una falacia? Cuando usamos la fuerza o la amenaza
de hacer uso de ella en un argumento se comete la falacia conocida como
"Argumentum ad baculum". Realmente no estamos presentando argumentos, sino
amenazando o apelando al miedo para que acepte la validez de alguna conclusión.
Ad hominem
¿Por qué ofender al contrario es una falacia? Cuando se ataca al oponente y no a
los argumentos y evidencias que brinda el oponente se comete la falacia conocida
como "Argumentum ad hominem". No se ataca la verdad de las conclusiones sino el
carácter de quien las dice cuestionando, por ejemplo, su integridad moral, su pasado
oscuro o su honestidad. En virtud de la desaprobación de la persona se busca la no
aprobación de sus razones.
Ad misericordiam
¿apelar a la piedad es una falacia? Si. Al hacerlo cometemos una falacia conocida
como "Argumentum ad misericordiam". Buscar la piedad, la consideración y la
empatía del interlocutor para validar nuestra conclusión, deslegitima el contenido de
nuestros argumentos.
Petición de principio
La falacia Petición de Principio, también llamada Petitio Principii o Argumento
Circular consiste en un argumento en el cual la conclusión que necesita ser probada
ya está presente en alguna de las premisas.
Ad verecundiam
¿la opinión de un famoso es un argumento? No necesariamente, por lo general
cometemos este error conocido como "Argumentum ad verecundiam" cuando
argumentamos apelando al respeto que se puede tener por ciertos personajes
reconocidos, famosos o con ascendencia en el poder, haciendo uso de su opinión
para validar un argumento, que va más allá del dominio de su experticia
Ad populum
¿La aprobación de la mayoría garantiza la veracidad de un argumento? No.
Cometemos un error al argumentar conocido como "Argumentum ad populum"
cuando asumimos que la aprobación de una mayoría cuenta como evidencia a favor
de la veracidad de una idea. Consiste en un llamado al asentimiento del pueblo y las
creencias de las multitudes para validar una conclusión.
c. Falacias de ambigüedad:
Se produce cuando en un mismo argumento se emplean palabras o frases en más de
un sentido, como ocurre en este ejemplo con la palabra igual:  Los sexos no son
iguales, los derechos no pueden ser iguales, No se habla de la misma igualdad a lo
largo del argumento. Primero se emplea en su acepción de identidad (biológica) y más
tarde en su acepción jurídica (igualdad ante la ley). La ambigüedad utiliza conceptos
diferentes que comparten una expresión común. La lengua está llena de vocablos
polisémicos a los que cada uno puede dar un sentido distinto.

El equívoco.
Equívoco se llamará a aquella situación o expresión que podrá ser entendida o
interpretada en más de un sentido o bien que da lugar a la aparición de diversos
juicios; mientras tanto, será el oyente de la expresión o el testigo de la situación en
cuestión quien la interpretará de acuerdo a su propia manera. “Su explicación poco
clara y confusa dio lugar a varios equívocos. El equívoco más común y corriente es
el que se denomina como doble sentido y que justamente se originará a partir de un
término que ostenta más de un significado.
La anfibología.
La anfibología es catalogada como un vicio de dicción y se define como aquello que
se presta para más de una interpretación, o sea, algo que se vuelve ambiguo en su
significado.
La división.
En el pensamiento crítico, a menudo nos encontramos con declaraciones que son
víctimas de la falacia de la división. Esta falacia lógica común se refiere a una
atribución colocada en una clase completa, asumiendo que cada parte tiene la
misma propiedad que el todo. Pueden ser objetos físicos, conceptos o grupos de
personas.
La falacia de la división es similar a la falacia de la composición, pero al revés. Esta
falacia involucra a alguien que toma un atributo de un todo o una clase y asume que
también debe ser necesariamente cierto para cada parte o miembro.

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