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TEORIA DE LA ARGUMENTACIÓN JURÍDICA

1. ASPECTOS GENERALES
Existen situaciones donde ocurre un debate y para participar en ese debate,
sosteniendo una tesis o refutando una tesis, necesitamos ARGUMENTAR.
Para argumentar de manera eficaz debemos entrenarnos en el uso de
diversas técnicas y también, si solo quisiéramos ser espectadores, es
necesario este entrenamiento para juzgar con mejor criterio cual tesis esta
mejor o peor defendida.
El debate como modalidad de competencia, es hoy en día reconocido como
un medio propicio para solucionar problemas en el campo jurídico, político y
científico, ya que nos enriquece con la confrontación de diversos puntos de
vista y nos hace reconocer la provisionalidad de muchas ideas y soluciones.
Pero hay quienes con mayor necesidad deben de argumentar y son
quienes ejercen el poder pues deben justificar los actos que realizan. Si un
padre dona su casa a uno de sus hijos no necesita dar explicaciones, pero
quien condena, quien libera, quien otorga una buena pro para que se
gasten fondos públicos, debe explicar sus actos. En este sentido la
argumentación es una forma de controlar a quienes administran la cosa
pública.
En el Perú actualmente se argumenta mal, basta con revisar los informes
técnicos, los proyectos de ley, las sentencias, artículos de opinión y esto se
debe a que se confía en que la gente lee poco o mal y mucho menos
asume una actitud crítica. Elevar la calidad de los argumentos es
fundamental.
¿Cómo se puede ser un buen argumentador y hacer buenos argumentos?
Existen diversos aspectos que deben ser tomados en cuenta a) la calidad
de la tesis que ofrece como solución al problema b) los argumentos con las
que se sostienen y c) el medio que empleamos para comunicar.
Alguien puede tener una buena idea, pero si no sabe argumentar en su
defensa puede fracasar, como también puede fracasar si teniendo buenos
argumentos y una buena tesis no sabe comunicarla adecuadamente
Fundamentalmente lo que buscamos es dotar al estudiante de espíritu
crítico y de las herramientas para examinar, demoler argumentos y así se
vea incentivado a mejorar los suyo cuando ingrese al debate.

2. TEORÍA DE LA ARGUMENTACIÓN DE MANUEL ATIENZA

¿Qué es la lógica?
La lógica es el estudio de los métodos y principios para distinguir el
razonamiento correcto del incorrecto, no se ocupa por el proceso que se da
en nuestras mentes, sino que se ocupa de los razonamientos ya formados y
que son expresados oralmente o en forma escrita. La lógica es una ciencia
que proporciona métodos y criterios para poder determinar cuando un
razonamiento es correcto y cuando no lo es.
La lógica no se ocupa de determinar si lo que se dice en un razonamiento
es verdadero o falso, solo se ocupa de la estructura del razonamiento. Solo
importa determinar si la forma del ese razonamiento es correcta.

Elementos del razonamiento


Un razonamiento es un conjunto de afirmaciones (proposiciones); para que
haya razonamiento es necesario que una de las afirmaciones llamada
conclusión se derive de las otras llamadas premisas.

Las funciones del lenguaje


El lenguaje es complejo y cumple múltiples funciones por que los propósitos
que nos guían cuando lo usamos son varios. El lenguaje cumple tres
funciones primordiales:
La función informativa: es usada para comunicar información, para
describir sucesos, para razonar acerca de la realidad que nos rodea, para
transmitir ideas, su función es informativa. Estas afirmaciones tienen la
propiedad de ser verdadera o falsas.
La función expresiva: Es cuando utilizamos el lenguaje para comunicar
sentimientos o para despertar en el otro determinadas emociones. La
función no es trasmitir información por lo tanto estas expresiones no son ni
verdaderas ni falsas.
La función directiva: esta función se cumple cuando usamos el lenguaje
con el propósito de ocasionar o de impedir una acción. Las órdenes, los
pedidos y las preguntas son las expresiones más comunes dentro de esta
función. Las ordenes, las preguntas y los pedidos tampoco son ni
verdaderas ni falsas

Tipos de razonamiento
Existen dos tipos de razonamientos,:
Razonamiento deductivo: que son para las premisas que ofrecen pruebas
suficientes para la conclusión
Razonamiento no deductivo: son las premisas que solo ofrecen pruebas
parciales para la conclusión

Las falacias
Se utiliza este término para designar errores en los razonamientos,
(razonamientos inválidos o argumentación incorrecta)
Falacias formales
Son aquellas que parecen validas pero que tienen fallas en su estructura,
muchas veces consideramos que son razonamientos validos porque sus
premisas y su conclusión son verdaderas.

Falacias no formales
Son aquellas argumentaciones incorrectas por fallas en la relación entre las
premisas y la conclusión. Existen varias falacias no formales explicaremos
en qué consiste algunas de ellas:
Falacia contra la persona: En lugar de refutar con argumentos la verdad
de lo que el otro afirma, atacamos a la persona que hace esa afirmación.
Argumento por la ignorancia: Consiste en sostener que una proposición es
verdad porque nadie ha demostrado que sea falsa o sostener que una
proposición es falsa porque nadie ha demostrado que sea verdadera
Falacia de autoridad: se comete esta falacia cuando se pretende apoyar lo
que uno afirma recurriendo a personas famosas o admiradas, pero que no
son especialistas en el tema en cuestión.
Apelación a la fuerza: Se comete cuando no hay razones para defender
una determinada idea y por eso se recurre a la fuerza o amenaza.
El equívoco: es cuando usamos una misma palabra pero con diversos
significados en un mismo argumento.
Falacia de composición: consiste en considerar que las propiedades de
las partes de un todo son propiedades del todo mismo.
Falacia de división: es la inversa a la falacia de composición. Consiste en
argumentar lo que es cierto para el todo es cierto también para cada una de
las partes.

Epistemología
Así como existen historiadores de la ciencia, existen investigadores que se
preocupan por comprender como funciona la ciencia, cuales son los
criterios para determinar que una teoría es científica, porque la ciencia es el
método más adecuado para conocer nuestro mundo o por que el método
científico o los métodos científicos son dignos de nuestra confianza como
se logra alcanzar a un saber objetivo.
La epistemología puede ser definida como la ciencia que se dedica al
estudio de las condiciones de producción y de validación del conocimiento
científico. Interesan los métodos empleados, la coherencia de las teorías,
los requisitos que las pruebas deben cumplir para ser tomados en cuenta.

Contextos de descubrimiento, Justificación y aplicación


Ciencia que puede abordarse desde tres perspectivas diferentes aunque
complementarias.
Contexto de descubrimiento, ej: cómo surgió?, quien lo elaboró por primera
vez?
Contexto de justificación: ej: es cierto lo que afirma la teoría?, cómo
sabemos que esa teoría merece nuestro crédito?
Contexto de aplicación: para qué se usa, en qué se aplica?

El conocimiento común:
a. Es común, es decir, es que hay conocimiento básico, ej: la hora que la
mayoría de las personas de la comunidad en la que viven saben.
b. Gran parte de los conocimientos se obtienen de manera espontánea o al
menos, no son productos de una investigación personal.
c. Este saber es impreciso y también es impreciso el lenguaje que se utiliza
para referirse a él.
d. Estos saberes están determinados por la sociedad en la que vivimos, es
decir, valen para esta sociedad pero no valen para otras sociedades.
e. Este conocimiento común es desordenado pues, se va construyendo al
azar, es decir lo vamos adquiriendo a medida que crecemos, que
tenemos determinadas experiencias, etc.
f. Es un conocimiento que no se interesa demasiado por las causas
El conocimiento común se forma también con la información que nos brinda
la ciencia. Este saber común puede ser enriquecido y corregido por el
conocimiento científico pero nunca podrá ser remplazado

El conocimiento científico
Este conocimiento no es espontáneo, se logra a través de esfuerzo,
estudio, disciplina y investigación.
Este conocimiento es explicativo, pretende saber porque es de una manera
y no de otra.
El conocimiento científico pretende que sus verdades valgan
universalmente. Esta pretensión está estrechamente relacionada con la
pretensión de objetividad.
El acontecimiento científico es sistemático, es un saber organizado y busca
siempre la mayor precisión posible.
Es conveniente aclarar que el hecho de que una teoría utilicé un lenguaje
sumamente preciso no significa que lo que diga esa teoría sea verdadero.
Es importante tener en cuenta que el interés que ha existido por la argumentación
jurídica se ha visto incrementada en las más recientes décadas, ya que a
mediados del siglo pasado, se produjo un resurgimiento en la aplicación de la
lógica al Derecho debido a la posibilidad de aplicar las herramientas de una nueva
lógica matemática y como consecuencia del nacimiento de la lógica deóntica o la
lógica de las normas. De ello, que cuando se habla en la actualidad de
argumentación jurídica se hace referencia a un tipo de investigación que no se
limita al uso de la lógica formal que sería solamente una parte de la misma ni que
se contraponga a ella.

Por lo anterior, Manuel Atienza considera una parte fundamental de la experiencia


o ámbito jurídico a la argumentación, buscando con ello conectar la actividad
argumentativa con los procesos de toma de decisión, de resolución de problemas
jurídicos, pero que en cierta medida las relativiza, siendo así que el enfoque
argumentativo del Derecho propuesto, consiste en considerar los problemas del
método jurídico desde su vertiente argumentativa.

Así también, sostiene que existe una diferencia entre lo que es la argumentación
jurídica y la lógica jurídica, pues ésta trata a uno de los temas clásicos del
pensamiento jurídico, que se aborda de una manera muy diferente a la primera, de
acuerdo a la cultura jurídica y época en que se sitúe. Señala que otro de los
enfoques pueden referirse a tratar a la argumentación como una actividad o una
técnica dirigida a establecer o descubrir las premisas, como una técnica dirigida a
persuadir a otros de determinada tesis o bien, como una interacción social, un
proceso comunicativo que se da entre diversos sujetos con un desarrollo basado
en ciertas reglas.

Asimismo, realiza una distinción básica entre lo que es la argumentación jurídica y


el método jurídico, donde la primera se centra en el discurso jurídico justificativo,
principalmente el de los jueces, en tanto que el segundo, hace referencia a otra
serie de operaciones llevadas a cabo por los juristas y que no tienen un carácter
argumentativo. En ese sentido, señala que a finales de la década de los setentas
del siglo pasado, se elaboró la denominada “Teoría estándar de la argumentación
jurídica” que surge de la distinción entre la decisión y el discurso referido o
conectado con la decisión, así como entre el de carácter justificativo, el descriptivo
y el explicativo.

Dentro de la idea de elaborar una «Teoría de la Argumentación del Derecho»,


Atienza presenta un análisis de las tres concepciones del Derecho (formal,
material y pragmática), que bien diferenciados podrían ser utilizados para
responder las tres interrogantes de dicha Teoría: ¿cómo analizar una
argumentación jurídica? ¿cómo evaluarla? y ¿cómo argumentar el Derecho?
La Teoría de la argumentación de Atienza distingue el concepto o noción, en
especial la argumentación, de concepciones que se aplican en el contexto. La idea
para la noción de la argumentación es tomar elementos comunes, presentes en
todas las situaciones o poder hablar de argumentación (la noción de
argumentación después la lógica, la psicología, lingüística, el Derecho y también
en la vida diaria), y en sustitución hay cuatro aspectos comunes:

1.- Argumentar es el uso del lenguaje (oral, escrito); pero se necesita utilizarla de
cierta manera.
2.- Una argumentación presupone siempre un problema que conlleve la necesidad
de argumentar.
3.- La argumentación puede verse como una actividad de argumentar o como el
resultado de esa actividad: el argumento en el que se necesita distinguir tres
elementos: las premisas, la conclusión y la inferencia (la manera de pasar de los
argumentos a la conclusión).
4.- Argumentar es una actividad racional, en la cual existen criterios para evaluar
si una argumentación es buena o no, o si es mejor o peor.

La distinción entre concepto y concepciones se apoya sobre la idea de que los


elementos citados y que están presentes en todos los tipos de argumentación
pueden ser interpretados de diferentes formas y son precisamente esas formas de
interpretar que reemplazan a las concepciones, es pues, la clave para distinguir
las concepciones unas de otras y la relación entre el problema y la argumentación.

La teoría (o las teorías) de la argumentación jurídica tiene(n) como objeto de


reflexión, obviamente, las argumentaciones que se producen en contextos
jurídicos. En principio, pueden distinguirse tres campos distintos de lo jurídico en
que se efectúan argumentaciones.

El primero de ellos es el de la producción o establecimiento de normas


jurídicas. Aquí, a su vez, podría diferenciarse entre las argumentaciones que
tienen lugar en una fase prelegislativa y las que se producen en la fase
propiamente legislativa. Las primeras de ellas se efectúan como consecuencia de
la aparición de un problema social cuya solución -en todo o en parte- se piensa
que pueda ser la adopción de una medida legislativa. Ejemplo de ello son las
discusiones a propósito de la despenalización o no (y en qué casos sí o no) del
aborto, de la eutanasia o del tráfico de drogas, o de regular el llamado "tráfico de
influencias".

Otro tipo de argumentaciones surgen cuando un determinado problema pasa a ser


considerado por el parlamento o por algún órgano de la Administración, haya sido
o no previamente discutido por la opinión pública. Mientras que en la fase
prelegislativa puede considerarse que los argumentos tienen, en general, un
carácter más político y moral que jurídico, en la fase legislativa los papeles se
invierten, de manera que son las cuestiones de tipo "técnico-jurídico" las que
pasan a un primer plano. En todo caso, las teorías de la argumentación jurídica de
que disponemos no se ocupan prácticamente de ninguno de estos dos contextos
de argumentación.

Un segundo campo en que se efectúan argumentos jurídicos es el de la


aplicación de normas jurídicas a la resolución de casos, bien sea ésta una
actividad llevada a cabo por jueces en sentido estricto, por órganos administrativos
en el más amplio sentido de la expresión o por simples particulares. Aquí, a su
vez, cabría distinguir entre argumentaciones en relación con problemas
concernientes a los hechos o bien al Derecho (estos últimos en sentido amplio,
podrían llamarse problemas de interpretación). Puede decirse que la teoría de la
argumentación jurídica dominante se centra en las cuestiones -los casos difíciles-
relativas a la interpretación del Derecho y que se plantean en los órganos
superiores de la administración de justicia. Ahora bien, la mayor parte de los
problemas sobre los que tienen que conocer y decidir tanto los tribunales como los
órganos no jurisdiccionales de la Administración son más bien problemas
concernientes a los hechos, de manera que los argumentos que tienen lugar con
ocasión de los mismos caen fuera del campo de estudio de las teorías usuales de
la argumentación jurídica.

Finalmente, el tercer ámbito en que tienen lugar argumentos jurídicos es el de la


dogmática jurídica. La dogmática es, desde luego, una actividad compleja, en la
que cabe distinguir esencialmente estas tres funciones:

1) suministrar criterios para la producción del Derecho en las diversas instancias


en que ello tiene lugar; 2) suministrar criterios para la aplicación del Derecho; 3)
ordenar y sistematizar un sector del ordenamiento jurídico.

Las teorías usuales de la argumentación jurídica se ocupan también de las


argumentaciones que desarrolla la dogmática en cumplimiento de la segunda de
estas funciones. Dichos procesos de argumentación no son muy distintos de los
que efectúan los órganos aplicadores, puesto que de lo que se trata es de
suministrar a esos órganos criterios –argumentos dirigidos a facilitarles (en sentido
amplio) la toma de una decisión jurídica consistente en aplicar una norma a un
caso. La diferencia que, no obstante, existe entre ambos procesos de
argumentación podría sintetizarse así: mientras que los órganos aplicadores
tienen que resolver casos concretos (por ejemplo, si se les debe o no alimentar
por la fuerza a los presos en huelga de hambre para obtener determinados
cambios en su situación penitenciaria) O, el dogmático del Derecho se ocupa de
casos abstractos (por ejemplo, el de determinar cuáles son los límites entre el
derecho a la vida y el derecho a la libertad personal y cuál de los dos derechos
debe prevalecer en caso de que entren en conflicto). Con todo, parece claro que la
distinción no puede efectuarse siempre (o, quizás, casi nunca) en forma muy
tajante. Por un lado, porque el práctico necesita recurrir a criterios suministrados
por la dogmática, al menos cuando se enfrenta con casos difíciles (por ejemplo,
para adoptar una decisión fundamentada sobre la primera cuestión antes
planteada, habría que contestar -con carácter previo- a la segunda), al tiempo que
la dogmática se apoya también en casos concretos. Por otro lado, porque en
ocasiones los tribunales (o cierto tipo de tribunales) tienen que resolver casos
abstractos, esto es, sus decisiones pueden no consistir simplemente en condenar
a X a pagar una cierta cantidad de dinero o en absolver a Y de determinado delito,
sino también en declarar que una determinada ley es inconstitucional, que un
reglamento es ilegal, o que una cierta norma debe interpretarse en un cierto
sentido; por lo demás, algunos tribunales, al decidir un caso concreto, crean
jurisprudencia, lo que significa que la regla en que basan su decisión -y que viene
expresada en la ratio decidendi del fallo- tiene un carácter general y abstracto y
vale, en consecuencia, para los casos futuros.
3. LA ARGUMENTACIÓN Y LAS TÉCNICAS DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS.

LA ARGUMENTACION Y LAS TECNICAS DE SOLUCION DE PROBLEMAS

Nuestra capacidad de solucionar problemas está sometida a diversos factores


a) los conocimientos previos (lo que incluye la experiencia, conocimientos
expertos en un área, darnos cuenta que estamos ante un problema y hacer un
plan, memoria, etc.); b) las aptitudes metacognitivas (nuestra capacidad de
evaluar los planes que hacemos para resolver el problema) y c) nuestra
emotividad (estimulo, desagrado, interés, desaprensión)

Este capítulo busca reforzar las habilidades metacognitivas para mejorar el


desempeño en la elaboración de tesis.

Las técnicas para solucionar problemas

¿Qué es un problema?
Problema: aquello que no tiene una solución trivial
Tipos de problemas:
Problemas por resolver. Problemas por demostrar. Problemas de rutina

Por resolver:

El propósito es descubrir un objeto, una incógnita del problema.


Elementos: a) La incógnita se le llama la quaestium o lo que se busca, o lo que
se pide. b) Los datos y c) la condición.

Clases de problemas por resolver:

Teóricos. ¿Cuál diferencia habría entre acto y negocio jurídico? ¿Qué


diferencia entre regla y principio?
Prácticos. ¿Cuál es el argumento más convincente? ¿Qué norma se aplicara
aquí mejor que otras? ¿Quién fue el asesino? ¿a quién corresponde esta
huella digital?

Por demostrar

El propósito consiste en mostrar de modo concluyente la exactitud o la


falsedad de una afirmación claramente enunciada.

Ej. Un testigo que afirme que el acusado se hallaba en casa cierta noche.
Obliga al juez a investigar si dicha afirmación es verdadera y a justificar su
opinión sobre bases tan sólidas como sea posible. (Polya)
Sus elementos:

La hipótesis y la conclusión donde se demuestra o refuta la hipótesis

Problemas de rutina

Problemas que ya tienen una solución establecida, pero sucede que a) se


desconoce el procedimiento ya establecido b) no se tiene habilidad para
dominar el procedimiento. Ej.

¿Cómo presento la demanda ante el juez?


¿Cómo averiguo si la casa está hipotecada?
Problemas excepcionales:
Cuando las reglas generales no son aplicables a un caso particular
¿Cómo se solucionan los problemas?

Existen muchos procedimientos para solucionar problemas. Las misma ciencia


jurídica está dividida en campos que se especializan en dar pautas para
resolver problemas específicos: constitucional, tributario, laboral, penal, etc.
cuyos procedimientos son compartidos por los expertos en esos campos., las
distintas disciplinas como el derecho, la medicina el arte, la matemática tienen
formas diferentes de solucionar problemas:

Lectura: Stephen Toulmin. Los campos especializados:

Debido a que las diferentes empresas humanas tienen distintos objetivos, sus
procedimientos de argumentación conducen a variadas clases de resolución.

A pesar de que los argumentos empleados en todos los campos de


razonamiento práctico son bastante similares en su comienzo – por ejemplo,
todos comienzan con la formulación de una aserción- no existe tal uniformidad
en la forma en que se los conduce hacia una conclusión.

En ciertos foros como el judicial, los procedimientos se articulan sobre una


base adversativa. Es decir, la acción presentada ante la corte incluye dos
partes opuestas o adversarias. En dicho foro, los procedimientos concluyen
cuando -luego de atravesar el debido proceso- la corte emite un veredicto en
favor de una u otra parte. Para llegar a esa resolución. La función esencial de
los procedimientos judiciales es básicamente elegir (o "dictaminar") entre las
dos posiciones adversas más que intentar lograr una posición intermedia y
satisfactoria para ambas partes (de lo que se ocupan las instancias pre-
tribunalicias, como la mediación y la conciliación.)
En empresas racionales como las negociaciones entre sindicatos y patronales,
la meta es justamente la opuesta. La meta es lograr un compromiso
consensuado que sea aceptado por ambas partes. El resultado de una
negociación exitosa no es, consecuentemente, una decisión en favor de una u
otra parte. Por el contrario, la resolución consiste en acceder a una posición
intermedia satisfactoria –o al menos tolerable- para las partes involucradas.

Estos dos modos de procedimiento contrastantes –el adversativo y el


consensuado- no son los únicos posibles. En otros campos de argumentación,
como el artístico, ni un acuerdo ni un fallo son factores esenciales en la
resolución de la discusión. En cambio, la función central de la argumentación
será la de clarificación. Si se nos pregunta como defendemos nuestra opinión
acerca de un libro o una película, por ejemplo, tal petición demandará de
nosotros sólo expresar claramente la relevancia de nuestra aserción en el
contexto de la obra en cuestión. Explicaremos la significancia de nuestra
afirmación más que probar que la misma es correcta. Es cierto que otras
personas podrán discutir la validez de nuestras interpretaciones sobre cierta
obra de arte señalando que nuestras aserciones no son pertinentes respecto
del tema discutido. Pero no siempre es necesario que una perspectiva se
imponga a otra visión alternativa. Insistir que cierta lectura de una novela es la
lectura correcta no contribuye a los objetivos que se persiguen en ese campo.
En la discusión estética, muchas veces es suficiente con que los otros puedan
exclamar: "sí, ya entiendo como uno podría interpretarlo de esa manera." En
tales contextos, podemos concluir una discusión racionalmente sin pretender
que se haya establecido lo "correcto" y lo "incorrecto" del tema debatido.

POLEA: BÚSQUEDA A CIEGAS, HEURÍSTICA, COMPETENCIA Y RACIONAL.

Podemos recurrir a una perspectiva más amplia, esta nos la brinda Polea
quien distingue cuatro procedimientos generales para resolver problemas:

BUSQUEDA A CIEGAS

Búsqueda sin información ni plan: fuerza bruta.


Debe ser exhaustivo, no descartar nada a priori.
Puede ser en anchura. Abarcar todas las ramas del árbol y encuentra la
solución, si la hay, pero es más difícil ocupa más memoria.
En profundidad. Explorar una rama del árbol, hasta agotarlo. No siempre
encuentra la solución ni la vía más corta.

HEURISTICA
Búsqueda de ejemplos de éxito para ser imitados

En derecho: copiar demandas, modelos de sentencias.


En medicina: historias clínicas.
En administración: negocios exitosos o fracasados.
El peligro es que no tiene valor general.

COMPETENCIA

Basado en la confrontación entre rivales, lo que incentivara la recopilación


de la información útil y la creatividad. Ejemplos

Un juicio bajo el modelo acusatorio.


Rivalidad entre teorías científicas.
Rivalidad entre partidos u opciones.

RACIONAL

Basado en el uso de reglas que paso a paso nos llevan a obtener la


solución.
Ej.:
Un juicio bajo el modelo inquisitivo.
Un algoritmo matemático.
Una receta de cocina.

a. EJEMPLOS Y DIFERENCIAS EN LOS MODELOS INQUISITIVO, ACUSATORIO Y


MIXTO.

EJEMPLO DE UN PROCEDIMIENTO RACIONAL EN DERECHO.

Por ejemplo, a los magistrados se les ha enseñado estos pasos para


"analizar y resolver un caso jurídico":

 Una primera aproximación a los hechos del caso


 Selección del Material jurídico aplicable
 La interpretación de los textos jurídicos aplicables
 La subsunción de los hechos establecidos en el caso al
interior del material jurídico interpretado
 La elucidación de la decisión tomada a la luz del sistema
jurídico en su conjunto
 La comunicación de la decisión y su justificación
(Academia de la Magistratura: Razonamiento Jurídico, Lima, AMAG,
2002, pág.26-26, )

EJEMPLO DE UN PROCEDIMIENTO POR COMPETENCIA

Michel Villey en el Compendio de filosofía del derecho, afirmaba que


el método tópico para resolver casos usado por los juristas es el
siguiente:

 Plantear el problema
 Distinguir las tesis opuestas
 Argumentar estableciendo conjeturas y refutaciones
 Cierre
 Decisión

DIFERENCIAS

En un modelo racional de solución de problemas existe un juego de


reglas que cualquiera que los use debe dar el mismo resultado
(ejemplo para todos 2+2= debe dar 4 como resultado, del mismo
modo si sigue al pie de la letra en una recta para preparar puré de
papas en caja "abra la caja, vierta el contenido en una olla con ½ litro
de agua hirviendo, revuelva y mantenga por 2 minutos" a cualquiera
que la use deberá de resultarle un puré de papas.

En los procedimientos por competencia existen un juego de reglas )


como las del ajedrez, o la del football) pero no está garantizado el
éxito, pues dependerá de la estrategia que cada actor emplee.

PROBLEMAS DEL MODELO INQUISITIVO

Sistemas procesales penales.

No puedo hacer ahora un detallado estudio, ni siquiera una


exhaustiva enumeración de la amplia gama de sistemas procesales
penales que existen y han existido, pues ello no es el propósito de
esta intervención.

Con una finalidad eminentemente didáctica se ha acostumbrado


separarlos en tres grandes grupos:

a) Sistema acusatorio, b) sistema inquisitivo y, c) sistema mixto,


tomando en consideración para ello su más sobresaliente
característica. Utilizaremos esta clasificación, sabiendo que con ella
no se agotan todas las posibilidades, pero nos brinda cierto orden
para el desarrollo que nos proponemos hacer. Sistema acusatorio, b)
sistema inquisitivo y, c) sistema mixto, tomando en consideración
para ello sus más sobresalientes característica. Utilizaremos esta
clasificación, sabiendo que con ella no se agotan todas las
posibilidades, pero nos brinda cierto orden para el desarrollo que nos
proponemos hacer.

a. Sistema acusatorio.

Es incuestionable, así nos lo enseña el estudio histórico del


procedimiento penal, que existe una gran relación entre las ideas
políticas propias de una sociedad y el sistema que utiliza para juzgar
a quienes se les atribuye la comisión de hechos delictivo. El sistema
acusatorio resulta propio de regímenes liberales, sus raíces las
encontramos en la Grecia democrática y la Roma republicana, en
donde la libertad y la dignidad del ciudadano -no nos referimos a
quienes no tenían esta categoría- ocupa lugar preferente en la
protección brindada por el ordenamiento jurídico.

El nombre del sistema se justifica por la importancia que en él


adquiere la acusación, ella resulta indispensable para que se inicie el
proceso, pues el acusado debe conocer detalladamente los hechos
por los cuales se le somete ajuicio; veremos luego que la pasividad
del juez es otra característica del sistema, por ello le resulta
imposible actuar de oficio, debe necesariamente ser legalmente
excitada su actuación, excitación que puede proceder cuando se
trata de delitos públicos, de cualquier ciudadano. Otros principios
importantes de este sistema son la oralidad, la publicidad y el
contradictorio. Tanto en Grecia como en Roma la oralidad es
consustancial al proceso, dado que la escritura no había alcanzado el
desarrollo y utilización que más tarde lograría, la forma de expresión
dominada por toda la gente, necesariamente fue la oral, es por ello
que tanto frente al Areópago como ante el Senado se hicieran de
viva voz los planteamientos y de la misma forma se resolvieran los
asuntos llevados a conocimiento de esas instancia. La oralidad y el
hecho de no existir otro ente superior que revisara lo resuelto,
conlleva a que la instancia única sea otra de las características
propias del sistema; sobre la representación del pueblo que juzga, no
existe otra instancia, además no resulta posible rever lo resuelto,
pues las pruebas y en algunos casos el pronunciamiento, no quedan
asentados por escrito. Al confrontar este sistema con el inquisitivo
veremos como en el acusatorio el Juez debe ocupar un puesto más
pasivo en el desarrollo de la contienda judicial, lo que le permite
lograr mayor imparcialidad frente a las partes. En general, el Tribunal
se involucra poco con las tesis de una y otra de las partes,
limitándose a oírlas, al igual que a los testigos y presenciar el recibo
de las otras pruebas necesarias para demostrar el suceso fáctico en
examen.

Al desarrollarse el procedimiento con base a debates, los que se


ejecutan en lugares públicos, hace que la publicidad sea otra de las
condiciones más señaladas del sistema, ella posibilita además la
fiscalización del pueblo sobre la forma en que sus jueces administran
justicia.

La pasividad del juez conlleva a que las partes se desempeñen con


amplia libertad, para aportarle argumentos y probanzas que permitan
mejor resolver, es por ello que el contradictorio adquiere marcada
importancia. Las tesis encontradas de las partes permiten una mejor
búsqueda de la verdad real de lo acontecido. Consecuencia directa
de esa preeminencia de las partes, es el plano de igualdad en que
deben desempeñar sus actuaciones, no puede existir preeminencia
alguna de una sobre otra y toda actuación debe tener una finalidad
propia del procedimiento. Para posibilitar ese plano de igualdad, aún
en relación con el acusado, su libertad ambulatoria durante el
proceso es la regla, su prisión preventiva, la excepción.

Generalmente en los regímenes políticos democráticos se utilizan


sistemas procesales en los que se aplican la mayoría de los
principios que informan este sistema, para posibilitar, en mayor
medida, el respeto a los derechos de los ciudadanos y porque el
pueblo tiene una mayor injerencia en la administración de justicia. La
oralidad conlleva una notable ventaja para el sistema, pero no debe
desconocerse que ella también posibilita un mayor grado de
estigmatización del reo, pues la comunidad tendrá mayor posibilidad
de conocerlo directamente al tener que comparecer personalmente al
debate.

Algunos ven en la oralidad un peligro para que las partes con


facilidad de dicción puedan manipular con sus argumentaciones a los
Jueces; de ese peligro no está exento el sistema escrito, la
capacidad de argumentación puede constituir también una ventaja
para el que escribe bien, los giros efectivos al exponer, pueden
resultar o no ventaja, pero es lo cierto que los Jueces también
desarrollan capacidades propias que les permiten separar, en las
exposiciones de las partes, los argumentos valiosos de aquéllos
planteamientos efectistas que sólo pretenden sensibilizarlos, sin
ninguna razón jurídica, en favor de una de las partes.

b) Sistema inquisitivo.

La utilización de este sistema es propia de regímenes despóticos,


absolutistas y totalitarios, se le relaciona con la Roma imperial y el
Derecho Canónico. En él los derechos de las partes en especial del
imputado, están sobradamente disminuidos. Al Juez se le erige en
amo del procedimiento, es la garantía de la imparcialidad y la
búsqueda de la justicia; para lograrla se permite toda clase de
excesos y aún la actuación de oficio. Al pueblo se le margina de la
administración de justicia, esta función es llevada al ejercicio propio
de magistrados que representan a Dios, al Monarca o al Emperador,
por lo que debe confiarse enteramente en ellos.

Los principios que le informan son casi diametralmente opuestos a


los propios del sistema acusatorio. La oralidad, la publicidad y el
contradictorio, no se avienen con este sistema y son sustituidos por
la escritura, el secreto y la no contradicción. La búsqueda de la
"verdad" se debe permitir no importa el procedimiento a utilizar, si lo
que interesa es poder perseguir a los infieles, no resulta
indispensable que exista la denuncia del hecho, la simple delación es
suficiente, con ella se cubre la identidad de quien comunica al
investigador el hecho y si resulta necesario, se permite la actuación
de oficio; de esa forma se garantiza que todo hecho sea investigado,
no importando que al sujeto que se le atribuye la comisión de la
acción, pueda o no tener conocimiento detallado sobre lo que se le
acusa. Este sistema tiene un claro contenido persecutorio, la
investigación muchas veces se realiza de espaldas al imputado, el
expediente poco a poco se va completando, el recibo de la prueba no
amerita intervención alguna de la defensa, el instructor -que como ya
se dijo se constituye pero se en la garantía de las partes- va dando a
la investigación el giro que estima corresponde, como no intervienen
las partes en el recibo de las probanzas, pero luego tendrán que
referirse a ellas en sus alegatos previos a la resolución final, es
indispensable asentar en actas el dicho de los testigos y el resultado
de las pruebas recibidas, por ello la escritura sustituye a la oralidad.
El imputado no es un sujeto del proceso, es su objeto. Por ello no
resulta característica de este sistema el posibilitar el acceso al
expediente, ni el pueblo puede constituirse en garante de la
administración de justicia, de toda forma ésta se administra en
nombre de Dios, del Monarca o del Emperador. La publicidad no es
indispensable, se constituye por el contrario en un estorbo. El secreto
adquiere importancia pues permite al inquisidor investigar sin los
obstáculos que pueda interponer la defensa, al amparo del secreto
pudieron realizarse toda clase de excesos y aún legitimarse la tortura
para arrancar la confesión, madre a su vez de todas las pruebas.

La defensa pierde toda importancia, el sistema no puede ser


contradictorio. Durante toda la instrucción, etapa principal del
proceso, el imputado queda a merced de los poderes del instructor.
Si no le estaba permitido conocer el contenido del expediente, menos
podría ejercer los derechos propios de la defensa. Pero aún al
denunciante o acusador le estaba vedada cualquier actuación, es por
ello que el contradictorio no puede desarrollarse con base a este
sistema, el Juez sustituye al acusador y se constituye en garantía del
imputado. La fase de juicio resulta ser una mera formalidad, una vez
recopilada toda la prueba se le confiere audiencia a las partes, para
que silo tienen a bien, emitan conclusiones, las cuales no resultan
indispensables para resolver, pues siempre el Juez se pronunciará
aunque aquéllas no se presenten. Algunos ordenamientos
latinoamericanos en sus códigos de procedimiento penal siguen los
lineamientos de este sistema, pero autorizan además una audiencia
oral para que las partes emitan sus conclusiones, con ello se dice se
cumple con las exigencias propias de un sistema moderno de
administración de justicia. Indudablemente ello no es así, esa mala
copia de un debate no es sino otro de los muchos engaños que se le
han hecho a nuestros pueblos, para evitar que adquieran en toda su
dimensión los derechos por los que tanta sangre se ha derramado.
Los déspotas y tiranos que hemos tenido en todo el continente han
encontrado en el sistema inquisitivo, que también sirvió a la Corona
Española para supervisar y mantener su influencia en las Colonias,
un medio idóneo para doblegar al pueblo y postrar a los Órganos
Jurisdiccionales Este nuevo amanecer, este reverdecer de la
democracia que vivimos en la América Indiana debe servir para
revitalizar nuestras instituciones y adecuarlas a los requerimientos
propios de sistemas respetuosos de los Derechos Humanos, la
administración de Justicia también merece esos ajustes, la
proscripción de los ordenamientos procesales fundamentados en el
sistema inquisitivo debe ser una consecuencia. No puedo, por mi
condición de extranjero, criticar las razones históricas que obligaron a
Guatemala a crear, no hace muchos años, un sistema especial de
administración de justicia en materia penal relacionada con la
seguridad del Estado, seguidor en forma casi absoluta de los
principios que informan el sistema a que ahora nos referimos, no
creo que la experiencia haya sido la mejor. El rescate de los
derechos de la sociedad no puede darse sobre el desconocimiento
de los derechos de los ciudadanos, unos y otros deben ir
necesariamente de la mano para que se posibilite el logro de los
fines de toda sociedad democrática.

La doble instancia es posible en este sistema y resulta una


necesidad, pues si la justicia se administrara en nombre de otro -
Dios, Monarca, Emperador- el verdadero titular de la función tiene
que tener la posibilidad de revisar lo que en su nombre se ha hecho
ello es factible pues todo lo actuado consta en un expediente.

La actuación del juzgador en la valoración de la prueba tampoco


tiene la misma amplitud que en el sistema a que nos referimos
anteriormente, al Juez se le dan reglas expresas sobre la forma en
que debe realizar esa valoración, es éste otro medio de control la
pruebas son tasadas en su valor y el juez debe ajustarse a lo que el
derecho le manda a ese respecto.

c.- Sistema mixto.

Su nacimiento se relaciona con la época post-revolución francesa,


pero fueron las voces que desde principios del Siglo XVIII se alzaron
en contra del desconocimiento de derechos que el sistema inquisitivo
conlleva, las que crearon el ambiente necesario para que el cambio
se produjera. El desprestigio del sistema inquisitivo, por el
desconocimiento de esos derechos ciudadanos, motivó al legislador
napoleónico a dedicar sus mayores esfuerzos para encontrar un
procedimiento que tomando lo mejor de los anteriores se constituyera
en un medio eficaz para represión de los delitos, sin desconocimiento
de los derechos del ciudadano. En 1808 se sanciona el Código de
Instrucción Criminal, que entra a regir a partir de 1811, en el que se
ponen en práctica esas ideas de conjunción que dan base al
procedimiento que se ha conocido como mixto y cuyas principales
características son:
a) separación de la instrucción en dos etapas, la instructoria y la de
juicio.

b) preponderancia de la escritura en la primera etapa y de la oralidad


en la segunda.

c) valor preparatorio de la instrucción

d) separación de funciones del acusador, el instructor y el juzgado.

e) garantía de inviolabilidad de la defensa.

f) el juez no es un mero expectante de la contienda, pues toma


contacto directo con las partes y la prueba y dirige el procedimiento.

g) se elimina la doble instancia, posibilitándose la revisión de lo


resuelto mediante el recurso de casación.

El desarrollo que ya hemos realizado del contenido de cada una de


las características y principios de los sistemas, nos relevan de
hacerlo nuevamente en atención al sistema mixto, sólo resulta
indispensable señalar que si bien es cierto en éste se mantiene la
instructiva y en ella prevalece la escritura, no es posible asimilar ésta
etapa al procedimiento inquisitivo, pues la instrucción en el sistema
mixto no se inicia de oficio, requiere de una excitación del órgano
jurisdiccional que al propio tiempo sirve al imputado para adquirir
conocimiento sobre los hechos que se le atribuyen y así plantear la
defensa. A la instrucción tienen acceso pleno todas las partes y a
ellas les está autorizada su intervención en las diligencias
probatorias; además todo lo actuado en la instrucción sólo tiene valor
preparatorio en relación con el juicio, etapa ésta en la que debe
reproducirse totalmente la prueba que ha de servir al juzgador para
resolver el asunto.

4. LA ARGUMENTACIÓN Y SUS TÉCNICAS.


DEFINICIÓN DE KLEIN.
"Lo que una argumentación busca es recurrir a lo colectivamente válido
para convertir algo que colectivamente se ha vuelto cuestionable en algo
colectivamente válido".

Klein: CV + CC= CV

TÉCNICAS DE ARGUMENTACIÓN
Existen diversas técnicas que nos pueden ayudar a mejorar nuestra
capacidad para argumentar de manera eficiente en un debate: técnicas
retóricas, el método de Toulmin, las reglas de la lectura crítica, el examen
de las falacias, las reglas de honestidad científica, etc. Aquí trataremos de
las tres primeras: técnicas retóricas, el método de Toulmin, las reglas de la
lectura crítica.

El reino lógico se ha relajado. Ha nacido una nueva lógica, retórica,


dialéctica y lingüística. Ahora, para resumir nuestro punto de vista,
defenderemos la necesidad de un giro discursivo definitivo en la teoría de la
argumentación para iluminar las diferencias desde una perspectiva
integradora.

La argumentación debe pensarse en relación a las prácticas discursivas, a


la racionalidad cambiante histórica y culturalmente, a la interacción y
refutación. Pensamos que la teoría de la argumentación del lenguaje
ordinario debe regresar a la fusión de emoción y razón de Wittgenstein, a la
totalidad hegeliana (considerando el detalle y cada parte como relacionado
con el todo concreto, el todo como relacionado con cada una de las partes)
a la apreciación pragmática y compleja del argumento de Pierce. La lógica
de los argumentos ya no puede estudiarse desde un punto de vista
científico sin considerar las humanidades. Todas las materialidades del
continuo social deben considerarse si queremos superar el aislamiento y las
visiones fragmentadas de los productos lógicos, los procedimientos
pragmáticos (conflictivos o consensuales) y el proceso de práctica social de
la argumentación. Las visiones parciales, el reduccionismo, desarrollan
instrumentos interesantes, pero un análisis muy pobre de la realidad de la
argumentación, pues reproducen un ser humano unidimensional. La Nueva
Argumentación, la Teoría Integrada, el Nuevo Órganon1 del siglo XXI debe
incluir a la lingüística, a las teorías dialécticas de la crítica, a la retórica,
erística y a los distintos acercamientos modernos de la lógica formal,
informal y natural, que nos ayudan a resolver distintos problemas
argumentativos. La influencia de la audiencia y de la resolución de las
disputas, la aceptación y las reglas, la persuasión y la fuerza del argumento,
la reflexión y prescripción no son universos aislados. La separación
analítica de los componentes, las materialidades y los criterios deben
completarse con un movimiento sintético y reintegrador. Los lugares de la
argumentación deben pensarse como parte de una teoría del sujeto
compleja. Y como último punto, pero no por ello menos importante, la

1
Conjunto de obras de lógica escritas por Aristóteles y compiladas por Andrónico de Rodas siglos más tarde.
Recibió su nombre en la Edad Media
lengua y la cultura tienen mucho que enseñar a los teóricos de la
argumentación, pues no pueden emanar normas universales de la torre de
cristal de la episteme occidental de la racionalidad. El análisis de los
argumentos debe hacerse en su propio contexto extendido real, articulado a
las situaciones comunicativas, a la cultura, al poder y a la ideología. Sin
embargo, incluso si muchos estudiosos no están de acuerdo con estos
puntos de vista y hay una gran cantidad de trabajo por hacer en relación
con la teoría del argumento y la argumentación, hemos mostrado que el
campo de la argumentación no es tan disperso. La posibilidad de una
evaluación discursiva de la argumentación está abierta. Lo que necesitamos
ahora es establecer las principales discusiones para construir un acuerdo,
para romper las barreras, para salvar las brechas entre las teorías. No
defendemos una teoría dominante, sino global e integrada de la
argumentación, con las contribuciones de metodologías características que
no estén terminadas pero son propias del campo. Cada teoría debe
entenderse como parte de la teoría general de la argumentación.2

5. TÉCNICAS RETÓRICAS
LA PERSUASIÓN.
1 Tres pescadores
El arte de hablar persuasivamente nace como una técnica de
adiestramiento. Aporta una pedagogía radical, con efectos individuales e
institucionales. A la persona le confiere técnicas para hacerse escuchar y
para afectar a los demás. Y, en un orden menos aparente pero bastante
más decisivo, dota de marcos de regulación social. Tales marcos operan en
la lonja de justicia, la escuela y el parlamento.

(....)

Cuando uno habla y se dirige a un auditorio, las palabras que salen de la


boca del orador son el resultado de un proceso productivo. Los rétores
reconocen en este comportamiento la realización de cinco operaciones: 1)
invención, 2) disposición, 3) elocución, 4) memoria y 5) acción. Según el
esquema, en el inicio se aportan las ideas y al final se manifiesta el habla,
realización verbal que viene acompañada de gesticulación y de otros
elementos comunicativos no verbales. Ésa es la fórmula de la factoría

2
Reygadas R., Pedro; Haidar E., Julieta Hacia una teoría integrada de la argumentación Estudios sobre las
Culturas Contemporáneas, vol. VII, núm. 13, junio, 2001, pp. 107-139 Universidad de Colima Colima,
México
retórica. En consecuencia, las divisiones evidencian una naturaleza
dinámica, operativa, productiva.

La invención (heurésis) está dedicada a la argumentación de las ideas.


Escoge los tipos de razonamiento convenientes y los cubre con los
elementos materiales que Vengan al caso. A pesar de lo que se pueda
suponer, no se espera gran originalidad del orador. De hecho, hace bien si
sigue los surcos usuales –que no vulgares ni mediocres-, ya que se
asegura así la comprensión y aceptación del público. Entonces, el término
de la operación de invención no remite a un acto creativo, en el sentido de
original o nuevo, sino que bien al contrario señala un esfuerzo de
descubrimiento de los caminos más apropiados para el caso, de entre los
ya establecidos por la convención y los usos discursivos.

Así pues, la invención comporta lanzar una red para atrapar un material
y someterlo a arte. La operación inicial es una doble afirmación, la de la
necesidad del método y la del esfuerzo relativo que pide ese acto
intelectivo. Decimos esfuerzo relativo porque la norma manda hacer pie en
los recursos bien conocidos: el ejemplo, el entimema y el locus. Si los
enunciados con nombre diferente, podemos decir que se trata de la
inducción, la deducción y el tópico, respectivamente. De los dos últimos ya
hemos hablado en el capítulo dedicado al discurso judicial. El entimema se
basa en la deducción, pues propone una premisa general indemostrada,
ambigua, por la pretensión de ser considerada digna de aprobación. Si el
interlocutor niega la premisa mayor del orador, no hay caso de
demostración del punto defendido, puesto que la deducción ha quedado
truncada. Por su parte los tópicos aprovisionan orador de una red de
aspectos con los que iluminar el material de debate.

El ejemplo aporta, como el entimema, un recurso argumentativo de cariz


público, y no científico, ya que participa de elementos emotivos, lógicos.
Ficticios y teatrales. En concreto, el ejemplo es un razonamiento de un
recorrido y descendente. Consiste en proponer una realidad ascendente
particular, que puede ser un hecho, el relato de unos acontecimientos
simplemente, una palabra. Entonces se intenta justificar o, una relación de
analogía entre el ejemplo y la cuestión del debate. Del motivo presentado
como ejemplo –paradigma, en griego-, se ha de inducir una verdad más
amplia y general, a partir de la cual –y en un descenso deductivo, ahora –
se quiere extraer la validez del punto que interesa.

Quintiliano propone un ejemplo en el que dibuja un vínculo analógico entre


unos músicos y los buenos ciudadanos. Recuerda que en cierta ocasión
dos flautista. Ausentes de Roma por mucho tiempo, fueron reclamados por
el Senado con un decreto honorífico. Con mucha más razón, argumenta el
rétor, conviene hacer retornar a los buenos ciudadanos romanos que,
distinguidos durante la República, han sufrido del exilio por causa de los
avatares políticos la calamidad. Hasta aquí, el ejemplo del maestro. Su
mecanismo resulta claro. La verdad general que se presenta aplicable a
ambos casos es que las personas de calidad, a pesar de haber sido
desterradas, merecen ser llamadas de nuevo a la metrópolis.

Es sobradamente conocido el ejemplo de la tradición cristiana que compara


a los humanos con los pajarillos. Argumenta que, si los pájaros no se
preocupan del día de mañana y ni falta que les hace pues Dios se ocupa de
ellos, ¿cómo no ha de hacerlo el hombre, que, con mucha más razón ha de
confiar en la providencia divina, por ser una criatura hecha a su imagen y
semejanza? La anilla deductiva que abraza los dos términos comparados
es la condición común de criaturas de Dios, así como la proverbial
providencia del supremo. No hay que insistir en que este razonamiento se
remonta a una premisa deductiva puramente verosímil. Es decir, un
entimema. Por lo tanto, a menudo las operaciones inventivas se implican
unas en otras y forman procedimientos complejos.

El recurso al modelo de una persona constituye otra variedad de ejemplo.


"Aníbal lo hizo, por tanto tú también puedes ser capaz de hacer lo mismo".
Ello viene a decir que Aníbal y tú son humanos y dignos del mismo valor y
audacia. En la misma línea de demostración. Se puede tomar a alguien
como imagen negativa. Entonces, su cualidad es no tener ninguna o bien
resultar ésta negativa. "Moisés ha visto la película X y dice que le ha
encantado. Así que ni soñar en ir a verla, porque seguro que es malísima."
En este ejemplo, la relación no es analógica sino de contrarios, donde
Moisés representa una figura de referencia, pero para no imitarla. Con un
poco de atención a las conversaciones diarias recolectamos un buen
número de ejemplos, basados todos ellos en las similitudes o disparidades
persuasivas.

2 Las perlas
Si la invención significa descubrir qué decir y la disposición se resume en
ordenar lo que se ha hallado (exordio, narración, demostración y
conclusión). ¿Qué importancia tiene la elocución? La razón de la pregunta
radica en su definición, como ahora veremos. La operación de la elocución
ornamenta las palabras, al precisar el estilo o tono general y al añadir las
figuras, como la metáfora o la metonimia.

La elocución es la operación retórica más comprometida con el lenguaje. Se


ocupa de traducir las estrategias precedentes a un formato verbal
presentable. Ahora bien, con el tiempo, esta tercera operación de formular
en palabras los argumentos ha pasado a ejercer un dominio completo sobre
el resto de operaciones. A partir de la tradición romana, del plan original de
cinco partes se pasa a considerar tres, en detrimento de la memoria y la
acción. Y hay más cambios. De enseñar a hablar se pasa a enseñar a
escribir pulcramente. La retórica llega a ser el arte de la escritura, lo cual la
convierte en elocución pura. Como consecuencia. la literatura se apodera
del lugar que ocupa el discurso inmediato. Además, la memoria oral es
substituida por una memoria visual y una formación del gusto en el registro
escrito. Una tradición secular, que se enraíza en la Edad Media, nos ha
hecho particularmente receptivos a la escritura y a los estilos literarios. No
deja de ser una paradoja que el estudio elocutivo del habla exija recursos
escritos y habilidades lectoras, ya que el análisis se inicia al leer lo que se
ha dicho.

Para exponer las operaciones de "poner en palabras" los argumentos,


hemos de hacernos algunas preguntas. ¿Cómo hablamos? Este
interrogante es demasiado general. En realidad, apunta hacia los recursos
con los cuales confeccionamos el traje del habla. Expresemos la pregunta
de otra forma. ¿Qué diferencia a unas expresiones de las otras, aun siendo
equivalentes?¿Se puede hablar de una desnudez del habla y de un estado
más colorista y figurativo? ¿Cómo podemos conseguir efectos elocutivos y
figuras estilísticas?

Ésas son algunas de las preguntas que se hace la retórica. La estilística o


la lingüística. Con ellas se pone al descubierto una distinción muy cara. No
es lo mismo hablar o escribir persuasivamente que saber en qué consisten
esas destrezas. Arte es conocimiento, no mera práctica. Por lo tanto, la
retórica enseña a hablar o escribir con toda la eficacia que pide el contexto.
Por añadidura, desde su perspectiva teórica domina el sentido de las
elecciones léxicas y estilísticas.

Podemos decir: "los rétores, verdaderos pescadores de perlas", y


probablemente nadie se escandalice del empleo que hemos hecho de los
recursos estilísticos. No obstante, sabemos que los rétores y los
escolásticos no pasan por ser pescadores en absoluto. Mucho menos de
perlas, ya que cuesta imaginarles zambulléndose en mares tropicales, con
un cuchillo entre los dientes, ni regentando un vivero. Pero la frase hace
referencia efectiva a una realidad, que no es literal sino figurada. Por
pescador podemos entender, no ya en el nivel desnudo del lenguaje sino en
otro revestido de apariencia (figura quiere decir apariencia), la persona que
tiene el oficio de conseguir palabras extrayéndolas del mar de la lengua.
Metafóricamente, pescar designa la acción de coger o alcanzar con la
inteligencia. Y la cosecha de perlas da entender que no vale cualquier
palabra, sino aquella que, siendo perfecta en su género o paradigma,
encaja con similar excelencia al uso, al sintagma. En definitiva, al referirnos
a los rétores como pescadores de perlas aludimos a su buen pensar y decir
las palabras, en el marco de un discurso convincente y sensible a la
belleza.

(...)La pintura tiene colores. La arquitectura, volumen y ornamentos. La


lengua, sin embargo, también puede ser pictórica y arquitectónica. La
elección de las palabras y el trenzado que disponen aporta al discurso los
colores y la ornamentación, la iluminación necesaria para animar el habla.
Se logran esos efectos con la apropiada pulsación del sinónimo, el uso del
eufemismo para matizar una designación cruda o para despertar
connotaciones y complicidades, o bien utilizar el recurso rey, la metáfora, al
usar una palabra para dar a entender otra.

La persuasión de la belleza

Cuando hablamos de estilo y de figuras, planea una duda. Tienen sentido


preguntarse si no estamos haciendo crítica literaria en vez de retórica. Es
más, ¿qué influencia tiene el estilo de habla en el auditorio? ¿Tan
importante es? Para dar respuesta a las preguntas podemos atender a la
publicidad, que no en vano ha conseguido un lugar privilegiado en el foro
discursivo actual. Y comprobamos que el uso que hace de los recursos
estilísticos, en el habla, es intensivo: rima las frases; las ritma, al contar el
número de sílabas; e introduce hipérboles o exageraciones, metáforas,
antítesis o contrastes verbales, ironías... Indudablemente, la publicidad
utiliza estos recursos con una finalidad que va más allá de la belleza.

Los elementos estéticos pueden tener una función persuasiva. Y las


figuras constituyen un punto de conexión entre estilo y la argumentación. El
primer aspecto que destaca el en los actos elocutivos es el tono escogido.
Los antiguos lo llamaban estilo, y distinguían tres: noble, sencillo y
moderado. El estilo noble tiene un registro distinguido y serio, que busca
convencer y no ahorra la vehemencia, si conviene. El estilo sencillo o
mantenido se caracteriza por la precisión y sobriedad; lo guía el objetivo de
probar con contención una realidad. Finalmente, el tono moderado
incorpora un registro anecdótico y humorístico, para conseguir así agradar.
Pensando en la publicidad, podríamos catalogar inicialmente los anuncios
según tengan un tono distinguido, desapasionado o divertidamente
distendido. Sin embargo, al iniciar tal clasificación observamos que la
elocuencia consiste indisolublemente en probar (e. sencillo), agradar (e.
moderado) y convencer (e. noble). Sin duda, al hablar podemos escoger
una elocución simple o compuesta de diversos estilos. Lo que sí es seguro
es que a cada uno de ellos corresponde una determinada capacidad de uso
de las figuras; hay restricciones y recomendaciones. Por ejemplo, en una
demostración que pasa por ser veraz y precisa, no se entenderían las
hipérboles o la versificación.

De los comentarios precedentes hemos extraído dos notas básicas del


trabajo estilística. Aparentemente son dos contradictorias, aunque con más
exactitud diríamos que son complementarias. En primer lugar, la producción
de estilo es una actividad libre. El hablante tiene la libertad de emplear o
desestimar los recursos que desee. Si no fuera así, el estilo no existiría, ya
que todo acto de habla vendría a ser semejante al resto de expresiones. En
segundo lugar, no obstante, el uso de las figuras está codificado.

Éstas son reguladas por unas convenciones, unos códigos fijos. Cada figura
forma una estructura que puede ser reconocida y transportada a unos
contenidos que son explícitos. (....)

Puntos cardinales e ironía política

Para orientarse en la navegación entre las palabras, los sabios han


dibujado un mapa en el que se contemplan cuatro puntos cardinales.
Ciertamente, esos puntos no hacen referencia al norte ni al sur, ya que
en la tierra del habla ello no existe. Si están presentes, no obstante,
cuatro dimensiones, entre de las cuales se manifiesta la belleza.

A saber: el sonido de las palabras, el sentido de las palabras, la


construcción sintáctica y los juegos de ideas. Quien sigue este trayecto
recorre toda la carta geográfica de las palabras, en particular indicada para
reconocer la persuasión de la belleza.

Técnicamente, los recursos del lenguaje figurado reciben nombres de


figuras.

1) De dicción, 2) de sentido o tropos, los 3) de construcción y 4) de


pensamiento. Jugar con la dicción permite efectos de plasticidad sonora. En
el titulo de una novela de Cabrera Infante, Tres tristes tigres, hallamos una
sorprendente repetición de sonidos (aliteración). Lo mismo sucede con el
título de otra novela suya, La Habana para un infante difunto. La rima es
otro recurso de dicción, entre otros Nuestra intención es citar sólo algunos
ejemplos para pergeñar los cuatros tipos básicos. Retornando el título de la
novela, La Habana para un infante difunto, bajo él recoge el autor una
historia en la Habana de la revolución cubana, la Habana que el novelista
vivió de joven. El ambiente y parte de la trama se acercan a una escritura
casi autobiográfica. La obra es una mirada afectuosa y nostálgica hacia un
pasado perdido, dejado atrás por el exilio de Guillermo Cabrera Infante. Y el
título –que es en lo que estamos – presenta algunos tropos. El tropo –
cambio, etimológicamente – es la figura que consiste en modificar el sentido
de una palabra. Cuando el titulo reza "un infante" se refiere doblemente al
niño y a Infante, en mayúscula, la persona específica. Con esta forma
señala a una edad y se señala a si mismo, pero hay una diferencia entre los
dos osas significadas: infante, el sujeto cierto, es un todo, en el que se
suman las edades biográficas de la niñez (nacido en 1929), juventud y
madurez. En definitiva, el uso de infante" implica nombrar la totalidad, la
persona, para designar una parte, la infancia, o cual coincide con el tropo
de la sinécdoque (también funciona como designación de parte para
significar el todo). Y el título concluye con un "infante difunto", donde difunto
remite figuradamente a una etapa pedida, acabada, ya sea porque ha
quedado tras, ya porque, además, se han disipado ciertas ilusiones y
encantos. Aquí la defunción e Infante, o la del infante que fue, lo es en un
sentido figurado (metáfora). Su vez, las figuras de construcción juegan con
la sintaxis. Acortan la frase y da por comprendida alguna parte (elipsis).
Dejan la frase inacabada (reticencia). O bien reiteran los términos o las
expresiones (repetición), entre otras operaciones sintácticas. Finalmente,
como cuarto punto cardinal de las operaciones elocutivas, tenemos as
figuras de pensamiento. Ésas no dependen de las palabras, sino del juego
de inteligencia que ofrece el hablante al interlocutor. Por otra parte, a
diferencia de los anteriores recursos, aquí se da un compromiso con la
realidad y lo que se cree de ella. Si afirmamos "Hitler, aquel gran pacifista,
como todos saben...", estamos expresando con las palabras, la gestualidad
y el tono de todo el discurso, que lo que queremos decir es exactamente lo
contrario (ironía). Este recurso queda suficientemente justificado con una
frase popular: "Al revés te lo digo, para que me entiendas". El énfasis
significativo es palmario. Sin embargo, la ironía puede ser un recurso más
ambicioso aún, cuando cubre todo el discurso. En ese sentido, es
memorable el parlamento que Marco Antonio hace en la tragedia de
Shakespeare Julio César. Ante el cadáver de César, el fiel amigo y pariente,
y no menos hábil político, exclama:

– ¡Amigos, romanos, compatriotas! ¡Escuchadme! Vengo a enterrar a


César, no a elogiarlo.

A pesar de lo que anuncia –y su plan se manifiesta poco después – lo que


hace no es enterrar nada (la causa de su muerte, por ejemplo). Elogia la
memoria de César y lo presenta como un gobernante honorable y
magnánimo. A la vez, halaga a los conjurados y asesinos de César, para
conseguir a continuación –con la ironía – hacerlos aparecer, a los ojos de
los romanos, como unos criminales ambiciosos.

La magnífica obra teatral de Shakespeare da al espectador o al lector la


ocasión de disfrutar de la experiencia de un acto retórico. Puede disfrutar
porque hay una belleza literaria y dramática que complace. Y también
puede asistir a una función de argumentación y de maraña emocional que
logra persuadir a los romanos, consiguiendo que piensen lo contrario de lo
que poco antes creían. La escena del parlamento de Marco Antonio es un
modelo atrayente. Comienza con un discurso epidíctico: elogia al
gobernante difunto recordando hechos y leyendo su testamento, en el que
deja a cada ciudadano la suma de 75 dracmas y sus jardines para parques
públicos. Paulatinamente, a medida que el auditorio se enfervoriza, Antonio
pasa al registro de otro tipo de discurso: el deliberativo. En él ya no se habla
de la que ha pasado sino de lo que habría de hacerse. Ya no importa tanto
elogiar a Cesar y censurar a los conjurados. Se trata de un discurso político
con todas las consecuencias. ¿Qué hay que hacer? ¿Qué es aconsejable
hacer a partir de aquel momento? ¿Qué aconseja Antonio? El resultado es
sobradamente conocido. Antonio anima a los ciudadanos al motín y
consigue expulsar de la ciudad a los que señala como traidores. Si
imaginamos una situación similar, un sermón o una alocución televisiva
pueden ser variedades del género deliberativo. En todos esos casos, el
habla sirve como instrumento político, de poder sin medida. Y, además, sin
necesidad de que aparente lo que es. En el ejemplo de Julio César, Antonio
no habla de política. ¡Hace política!

3 La cámara del tesoro


Hemos de suponer que Marco Antonio tuvo que improvisar. En modo
alguno podemos sospechar que recitara un discurso de memoria. La
improvisación, no obstante, demanda del orador una buena memoria
natural y otra más llamada artificial, que es la que se refuerza con ejercicio
y preceptos. De la memoria se dice en un manual atribuido falsamente a
Cicerón, Retórica a Herenio, que la memoria es "la cámara de los
tesoros" y "guardián. De todas las partes de la retórica". En la memoria
Antonio guarda recuerdos del amigo, como los que le suscitan ver el manto
ensangrentado del cadáver:

– Si sabéis llorar, hacedlo ahora.


Todos conocéis este manto. Recuerdo la primera vez que César lo
llevó.
Fue una noche de verano, en su tienda, el día en que venció a la
tribu servia.

Antonio tiene en la mente la imagen de un arma (una victoria) en el manto.


El destino cruel ha añadido a la túnica los desgarros de armas blancas y
sangre, en lo que ha significado la derrota final de César. Pero el amigo le
quiere vengar, y la memoria le ayuda a controlar sus palabras. La memoria
a que nos referimos es la de la práctica discursiva. Sabe y recuerda el
orador cómo comenzar a hablar. Qué argumentos presentar en primer lugar
y cómo conmover a los ciudadanos. Finalmente. Con la lectura del dadivoso
testamento. Quien como Antonio ha sido adiestrado mnemotécnicamente
basa su capacidad en los recursos de los lugares y las imágenes. Los
lugares son similares a los tópicos de la invención: se deposita
mentalmente las ideas. Los nombres o lo que sea en unos lugares: en la
cómoda, en el salón. En el buzón... La memoria funciona así como una
topografía, con muchos sitios a su disposición, en cada uno de los cuales
confiamos temporalmente un objeto. Por otro lado, está el recurso de la
asociación de una imagen a un objeto o una palabra. La clave de la
asociación puede ser la semejanza entre el receptáculo y la cosa que se le
confía.

Todavía tenemos una curiosidad por satisfacer. ¿Cómo habla Marco


Antonio? ¿Cómo pronuncia y gesticula? ¿Produce, como mandan los
cánones. Una buena modulación de la voz e imprime movimiento al
cuerpo? Y, al modular la voz, ¿qué volumen, que firmeza. Que flexibilidad
consigue? ¿Se ajusta el tono al propósito de elogiar a un estadista y de
defender un modelo político? ¿Combina, quizá, la dignidad – en el exordio –
con un tono de exhortación y patetismo. En la peroración?

Las preguntas vienen al caso porque estamos considerando la acción.


Quinta y última parte de las operaciones retóricas. La acción o
pronunciación, escribe Cicerón, es el gobierno de la voz a partir de la
dignidad de las cosas y de las palabras". En consecuencia, en un actor –
como el que encarne a Antonio – puede apreciarse, en su excelencia. La
recitación del discurso, que se compone de gesto y dicción. Y todo el
comportamiento, al recordar lo que ha sido depositado en la memoria por la
invención, la disposición y la elocución, todo este comportamiento,
decíamos. Basa su virtud en la elocuencia del cuerpo, que consta de voz y
movimiento. De la misma manera. La elocución dispone de la elocuencia de
las palabras, la disposición del buen orden, la invención de los apropiados
argumentos, y la memoria. De la fidelidad y viveza del recuerdo.

El personaje de Marco Antonio sigue esos principios con mucha fortuna. Y


aun Observa una regla superior: la de disimular su arte o técnica oratoria.
La palabra ha de ser escuchada como un acto espontáneo, sin preparación.
Así el oyente no aprecia que quien habla se aproveche de la superioridad
que le da la técnica, ni que le quiera engañar o que, a fin de cuentas, no
sea más que teatro, pedantería (Salinas 1541). Al observar este principio de
oro, Antonio cierra el ciclo de la ironía que envuelve su discurso. Ya en la
parte conclusiva de éste confiesa:

– Amigos, y no vengo a ganarme vuestro ánimo.

No soy orador como Bruto, sino, como todos sabéis, un hombre claro y
franco que quiere a su amigo.

Momentos antes de exhortar al tumulto incendiario y al motín popular, niega


toda pretensión. Es decir, niega las intenciones que le animan y que
pertenecen al mundo oculto de la intimidad. Sucede, no obstante, que niega
lo que es más evidente y, al hacerla, consigue que le crean. Consigue
aparentar que no sabe hablar como un orador. Si ello es así pero convence,
según la lógica implícita que late dentro del razonamiento, lo que sucede es
que sus razones son tan sólidas como la roca, tan inamovibles como la
montaña. Ésta es la deducción que se extrae de su planteamiento artificioso
o, digámoslo así, técnico.

Para el que conoce el arte de la retórica, las palabras del romano enuncian
el principio de oro y dibujan las otras partes de la acción, a pesar de la
tópica protesta de ignorancia:

– Pues no tengo ingenio, prestancia, ni soltura, ni gestos, ni dicción,


ni el don de la palabra para excitar las pasiones. Yo hablo sin floreos;
os digo lo que sabéis; os muestro las heridas de César (pobres,
pobres bocas mudas) y les pido que hablen por mí.
Al leer estos fragmentos, descubrimos la maestría de un político eficaz y
brillante. Dice: no sé hablar, no tengo inventiva ni gracia, no adorno las
palabras ni alcanzo las pasiones; tan sólo pido a las heridas que hablen por
mí. Es lo que viene a decir. Y resulta evidente que sus frases crean el
espejismo de la falta de habilidad verbal; no hay que ir lejos para descubrir
las contradicciones. Por ejemplo, en la última frase, cuando pide a las
heridas que hablen por él, se da el recurso elocutivo de la prosopopeya:
hace hablar a una realidad inanimada, no humana. La prosopopeya, como
la ironía, es una figura de pensamiento. Las heridas son "bocas", porque
abren el cuerpo hacia fuera (figura de sentido: metáfora). ¡Cuántas bocas
para un solo cuerpo! (figura de sentido: hipérbole). 1 las bocas, "pobres
bocas mudas", sin embargo hablan (figura de construcción: antítesis); y
suplen la ficticia carencia de elocuencia del buen amigo, futuro triunviro del
imperio y aliado sectario de Cleopatra.

La red del saber

En este punto de recapitulación hemos de decir que las metáforas que


presentan al rétor como "pescador de perlas" y la memoria como
"cámara del tesoro", reiteran los efectos de la belleza que el habla
puede deparar. En concreto, la elocución, que es la operación que da
forma verbal a los argumentos, comprende las notas de la elegancia. La
composición y la distinción. Por su parte, la elegancia se alcanza con
corrección (latinitas) y claridad (explanatio). La composición se ocupa de la
buena variación de sonidos, términos y estructuras sintáctica, para evitar la
cacofonía o el hipérbaton.

Finalmente, la distinción se manifiesta en la ornamentación de las palabras,


con figuras y tropos.

Para ver el gráfico seleccione la opción "Descargar" del menú superior

Cuadro de dos aspectos teóricos de la Retórica, los géneros y las


operaciones Discursivas.

Si contemplamos con candidez los gestos de la operación que produce


belleza, Nos sentiremos intrigados, y tal vez decepcionados, por la conexión
entre la cámara del Si contemplamos con candidez los gestos de la
operación que produce belleza, nos sentiremos intrigados, y tal vez
decepcionados, por la conexión entre la cámara del tesoro y la del poder,
entre esteticismo y palanca política. ¿Cómo puede ser que la distinción del
lenguaje figurado milite en las filas del poderoso? Muy posiblemente,
nuestra observación, tan ingenua pero no por ello desencaminada, ha de
merecer provechosos comentarios de un rétor escéptico. En realidad, si
hacemos memoria, la cuestión del habla y del poder ya está presente, y de
manera exclusiva, en el origen de la técnica, en los conflictos judiciales en
los que intervinieron Córax y Antirante. Y la presencia del poder ha de
permanecer tanto en la comunicación interpersonal como en la ámbito
público, esto es, en aquellas que se valen de medios de comunicación
social. Ciertamente, la actuación de Antonio nos lleva a hablar de estos
extremos:

Comunicación y poder. Y es lo que hemos de considerar en el capítulo


siguiente.

No obstante, el rétor no deja ociosa su inteligencia ni su escritura. Y da


algunas respuestas, que quedan recogidas en la retórica. Esta disciplina va
más allá del Ofrecimiento de unos consejos para la persuasión y de unos
currícula para la escuela, ya que en ello hay una red de saber. Con la red,
tensada por géneros discursivos Y operaciones retóricas, podemos
entender los efectos del habla. Podemos reconocer su cualidad, la
belleza, la intención. Desde esta posición, la retórica se identifica con
la ciencia puesto que es saber: comprensión de los mecanismos y de
los efectos del mundo del lenguaje. Como esa vocación taxonómica,
junto con los afanes de figuras. Y ortodoxia, teoría de los mecanismos,
clasifica operaciones y es la preceptiva que escolta a una tradicional cultura
literaria. De otro lado, la retórica constituye casi una ciencia (protociencia),
si se la examina con criterios en absoluto literarios, puesto que, como
metalenguaje que describe las operaciones de habla, es una cámara del
saber que comunica con los pabellones científicos de la lingüística, la teoría
de la argumentación y la teoría de la comunicación.

EJEMPLO DE DOS DISCURSOS: EL ELOGIO Y LA DEFENSA.


GORGIAS Y EL DERECHO.
En la cumbre de la cultura griega, cuando las escuelas de filosofía
competían entre sí para explicar qué es el ser y cual es el supremo bien,
cuando la democracia florecía como nunca antes había ocurrido en la
humanidad, un gran sabio comenzó a dar la siguiente recomendación para
ganar los pleitos judiciales: lo conveniente era hacer los discursos sin tocar
la verdad, en cambio cuanto más se alejara el discurso de la verdad el éxito
sería seguro. Esto se siguió enseñando por varios siglos, la razón era
sencilla, simplemente sabían que las decisiones se toman por emociones y
no siempre por razones.
Sabemos el nombre de quien propuso semejante recomendación, se
llamaba Gorgias de Leontini (483-482 a. de C. Hasta el 392-389 a. de C).
Fue uno de los primeros sofistas y dedicó su larga vida a perfeccionar y
enseñar la retórica. Oriundo de Sicilia, gracias a su fama de buen orador es
enviado a Atenas para presentarse ante el pueblo, con el fin de lograr una
alianza y así librar a su ciudad de la amenaza militar de Siracusa. Su éxito
fue inmediato logrando ser aceptado y admirado por la sociedad ateniense
y bien pagado pues se atestigua que se hizo rico con sus enseñanzas.
Inventó diversas técnicas oratorias al punto que será tomado en cuenta y
celebrado por todo retórico durante los seiscientos años siguientes y
debería ser considerado como un creador del derecho.

Gorgias exaltó el valor de la persuasión a su máximo extremo, postulando


diversas reglas que él probaba ante el absorto público. Por ejemplo
sostenía que toda tesis tiene un opuesto y cualquier posición puede vencer
según sea bien defendida. Para demostrar esta tesis escéptica, se enfrenta
a las diversas escuelas de filósofos que investigaban sobre el ser,
escribiendo un tratado titulado "Sobre el no-ser" para demostrar que el "no-
ser" es tan posible como "el ser". Cuando afirma que un orador adquiere la
capacidad de hablar sobre cualquier tema, Gorgias, para demostrarlo, no
duda en presentarse ante asambleas públicas y solicitar que se proponga
un tema cualquiera pues con la fuerza de la palabra podía vencer a
cualquier opositor o convencer sobre cualquier asunto, desenvolviéndose
con una gran habilidad. Conoció a Socrátes y Platón, este último hizo un
Dialogo que lleva el nombre del sofista y se cuenta que Gorgias al leerlo
dijo que demostraba que el filosofo sabia escarnecer hábilmente.

Junto con los demás sofistas dio el impulso a la enseñanza abierta al


público frente al carácter hermético de la primeras escuelas filosóficas,
crearon la posibilidad de convertir el espacio judicial en un lugar de
confrontación de posiciones que debían sacar ventaja de todas las
opciones posibles, dejando de lado la perspectiva de una simple imposición
de la autoridad sobre los individuos, ahora el resultado dependía también
de habilidades de litigación oral, creando incertidumbre pero a su vez
posibilitando que el espacio judicial sea imprevisible para todos por igual.
Obviamente que este sistema solo duraba mientras no predominaran los
prejuicios o temores, porque en esos contextos la sentencia ya estaría
cantada de ante mano y sería totalmente previsible. Este aporte no lo
valoramos adecuadamente, pero significó que el espacio judicial tuviera una
dinámica propia, desligándose de la política. Lamentablemente la mala
fama que adquirieron los sofistas y luego la retórica, nos alejan del
conocimiento de sus aportes.

PARA ENTENDER EL ELOGIO Y LA DEFENSA.


Ahora presentamos dos discursos modelos que Gorgias diseño para sus
alumnos. Estos discursos modelos debían ser aprendidos y repetidos de
memoria por el discípulo, ensayando la cadencia, tonalidad, énfasis, en una
minuciosa formación hacia la excelencia. Pero lo que se escapa a la vista
del hombre moderno es que estos discursos modelo aplican rigurosamente
las minuciosas reglas de composición que los retóricos fueron inventando
para lograr el éxito en cada discurso. Cabe precisar que los retóricos
reconocen tres tipos de discursos: el elogio (que comprende la
vituperación), el discurso forense (que comprende la defensa y acusación) y
la deliberación (que versa sobre lo útil), aquí tenemos una muestra de los
modelos correspondientes a la defensa y el elogio.

Para construir cada discurso existían detalladas reglas que el orador


aprendía a utilizar ingeniosamente, mediante su memorización. Veamos El
Elogio de Helena. Con sus dos mil quinientos años de antigüedad, aún está
lleno de vida. El orador se propone un reto: busca ensalzar la imagen de la
mujer más vituperada de Grecia, Helena, que abandonara a su esposo y
con ello, provocaría la guerra de Troya. Ese es el fin del elogio: que todos
terminen alabando al personaje objeto del discurso, tal como en la defensa
se busca mostrar la inocencia del acusado, despertar piedad o disminuir la
ofensa que ha cometido ante los ojos del tribunal. Pero este caso es
particularmente difícil, pues el ateniense desde niño aprende a censurar la
traición cometida por Helena y, por otro lado, al usar la forma del elogio y no
la defensa, se busca la alabanza y esta no admite matices, por tanto se
espera no sólo que sea perdonada por el auditorio o que sea entendida o
admirada por unos cuantos, el orador quiere doblegar a todo el auditorio, no
se conforma con el perdón o el olvido, quiere la admiración, el aprecio,
alzarla al nivel de os héroes, de los grandes. Para agravar el asunto, el
elogio es una oportunidad de mostrar los actos ejemplares del elogiado y
hacer una enseñanza moral, pues la cumbre del que es ensalzado es el
merecer ser imitado por todos, es decir, un elogio que no indique el acto a
imitar no cumpliría las reglas exigidas y no lograría su cometido.

Gorgias aprovecha la oportunidad para ensalzar a la elocuencia y


enseñarla, registrando varias recomendaciones para los oradores, una de
estas es la metodología para actuar frente a los tribunales de justicia, así
nos dice que se puede ganar un proceso si los argumentos son escritos
"con habilidad e independientemente a su veracidad". Conviene aclarar
algunos puntos para valorar esa expresión.

En el mundo griego la mayoría de procesos judiciales se realizaban ante


grandes jurados, para darnos una idea debemos recordar que quienes
juzgarían a Sócrates serian 500 atenienses y eso era lo usual. El proceso
era sencillo: luego de oir a las partes se proponían las alternativas: x es
inocente o x es culpable y pasaban a votación con unas bolillas de colores
que se depositaban en urnas. La defensa se ejercía por el propio acusado,
no podía ser reemplazado por nadie y solo se le consentía leer un discurso,
que usualmente era escrito por algún retórico a cambio de una paga (a
quienes lograron especializarse en esta técnica se les llamo logógrafos).
Obviamente que los oradores que dominaban el arte de apaciguar o
enardecer al jurado llevaban ventaja. Los retóricos, sabían que muchas
decisiones se toman de manera emotiva y a veces tener las premisas
correctas y la perfecta conclusión no servia de nada. En este contexto, la
técnica que propone Gorgias no consiste en mentir sino en dirigirse a las
emociones del auditorio para buscar piedad, odio a la parte contraria, duda,
según convenga. Estas tesis se mantendrían y las veremos repetirse en el
Orador de Cicerón, casi cuatro siglos después, lo que demuestra que eran
parte del canon retórico.

Para comprender como es que el discurso retórico se construye empleando


ciertas reglas y el papel del ingenio, examinaremos las reglas del elogio.
Los autores varían en recomendaciones, por ejemplo Theon recomienda,
para redactar un buen elogio, cerca de treinta y seis temas en el orden
siguiente

Para ver el listado seleccione la opción ¨Descargar trabajo¨ del menú


superior

A esta lista se agregaban otras recomendaciones, por ejemplo los actos


heroicos que hubiera hecho si no hubiera muerto o si hubiera estado
presente, la semejanza a otros héroes, por los actos, por el nombre, en fin
el orador no debía olvidar ninguno de estos pasos. Luego, el propio Elogio a
Helena, sirve de ejemplo de esas reglas.

Cualquier alumno de retórica en la antigüedad sabia de memoria que


Gorgias utiliza como bien exterior el linaje de los padres de Helena, como
cualidad personal utiliza la belleza del personaje, de este modo, toda la
trama de su discurso tienen una reglas directrices que el orador esta
cumpliendo. El arte estriba en saber seleccionar los elementos que se van a
destacar y la oportunidad para introducirlos6.

En la Defensa de Palamedes, encontraran con detalle los problemas de la


técnica judicial para comprobar la culpabilidad y la facilidad de provocar
adhesiones con conjeturas aceptables. Y en esta también se aplican
ingeniosamente las reglas del discurso forense.

En fin, injustamente olvidados en las escuelas de derecho, he aquí a uno de


los que inventaron nuestro derecho, pues como encontrarán en los
manuales de retórica de la antigüedad, les debemos más de lo que
creemos.

LA RETÓRICA Y LOS JUECES.


Con estos discursos mostramos que la retórica fue diseñada para persuadir
a los magistrados y no para que ellos nos persuadan. En la antigüedad y
parte de la edad media los jueces no peroraban ni argumentaban en sus
sentencias, iban directo al grano. Solo en el renacimiento las técnicas
retóricas empiezan a influir en la redacción judicial para ser aborrecidas por
el culto a la sencillez y precisión que dominó en el siglo XVIII y XIX. A pesar
de todas las huellas de la retórica no se pudieron borrar en la práctica
forense. Este periodo esta muy poco estudiado y recientemente ha llamado
la atención sobre el mismo.

En cambio, el papel del llamado silogismo judicial ha sido nulo en la


antigüedad para las discusiones prácticas, porque no era considerado
recomendable para argumentar. Por ejemplo Cicerón en el dialogo Sobre la
Naturaleza de los dioses, a propósito de cómo argumentar sobre las
distintas doctrinas dice que "cuando se hallan reducidas a la breve forma
silogística...están mas expuestas a la critica o censura. Un río de rápida
corriente puede casi del todo o enteramente eludir la corrupción, mientras
que un agua estancada se corrompe fácilmente; así también una fluida
corriente de elocuencia diluye fácilmente las censuras de la crítica, mientras
que un argumento razonado de manera escueta se defiende a si mismo con
dificultad.

¿Entonces que impedía el caos absoluto? ¿Qué impedía que el juez no se


avasallado por los oradores?. Por un lado se tomaron medidas para limitar
la asistencia de retóricos en los pleitos y el uso de ciertos argumentos. Los
griegos, por ejemplo, prohibieron que los retóricos reemplacen o hablen en
los juicios por eso solo se dedicaban a componer los discursos. Se
entrenaba a los jueces contra los efectos de los retóricos, así en el Digesto
se exige al Juez que no se irrite o muestre compasión y muchos asuntos se
prefería dejar a un jurado numeroso antes que a un solo sujeto que es mas
impresionable.

Pero también existe otro factor: el juez estaba mejor enterado de lo que
ocurría a su alrededor, las ciudades hasta el siglo XIX, eran en todo el
mundo el hogar de una pequeña población urbana, 2 a 5% de la población
de cada país, frente a un 90% de población rural, a esto se sumaba la
inmovilidad espacial, la gente no cambiaba de localidad, ni solía viajar mas
que unos cuantos kilómetros. En estas circunstancias el juez promedio no
dependía de las partes para adquirir la información que necesitaba para
decidir. Pero en el siglo XXI todo ha cambiado, las grandes ciudades
concentran el 90% de la población y conocer qué ocurrió en cada caso,
ahora sí depende de lo que las partes digan, por ello se hace extrañar
investigaciones que ayuden a un mejor control de la argumentación que
emplean las partes en litigio, esto sería tan importante como analizar las
sentencias, por ello esperamos que esta lectura permita iniciar un estudio
de las formas de argumentar que usan los litigantes, peritos, inclusive en
los propios documentos que a veces consideramos libres de
argumentación, como son los contratos.

4 ELOGIO DE HELENA.
Perfección para la ciudad es el valor de sus habitantes, para un cuerpo la
belleza, para un alma la sabiduría, para una acción la virtud, para un
pensamiento la verdad. Las cualidades contrarias a éstas implican
imperfección. En un hombre, en una mujer, en un pensamiento, en una
acción, en una ciudad, es preciso honrar con alabanzas lo que sea digno de
alabanza y cubrir de censuras lo que sea censurable. Pues tan erróneo e
inexacto es censurar lo que debe ser alabado como alabar lo que debe ser
censurado. Y es obligación de un mismo hombre proclamar la verdad y
refutar a los que censuran a Helena, mujer sobre la que ha llegado a ser
concorde y unánime la opinión de la tradición poética y el significado de su
nombre, que lleva consigo el recuerdo de acontecimientos infortunados.

Yo quiero, razonando con lógica sobre la peyorativa tradición a ella


referente, liberarla de toda acusación y hacer cesar la ignorancia,
demostrando que sus acusadores están equivocados y descubriendo la
verdad.

Todo el mundo sabe que por su origen y linaje fue excelsa entre hombres y
mujeres la persona a la que se refiere este discurso. En efecto, es sabido
que como madre tuvo a Leda y como padre a un dios, aunque creído un
mortal, Zeus y Tíndaro, de los cuales uno, por serlo, fue creído, el otro, por
ufanarse de ello, fue discutido; y uno era el más poderoso de los hombres y
el otro el señor de todas las cosas.

Por haber tenido tales padres gozó de una belleza igual a la de una diosa, y
esta belleza que tuvo no la mantuvo oculta. Inflamó de muchísimas
pasiones de amor a muchísimos hombres, y con un solo cuerpo consiguió
muchos pretendientes orgullosos por sus grandes cualidades, de los cuales
unos tenían fortunas inmensas, otro gran renombre por la antigüedad de su
nobleza, otra belleza por su vigor físico, otro prestigio por la sabiduría
adquirida. Y todos quedaron bajo un amor ardiente y un deseo invencible.

No voy a exponer quién, por qué y cómo satisfizo su amor hacia Helena,
apoderándose de ella. Pues decir cosas ya sabidas a los que las saben
confirma su saber, pero no les produce placer. En consecuencia, pasando
por alto en mi discurso el tiempo de entonces, voy a penetrar en el principio
del discurso que voy a pronunciar y voy a exponer las causas por las que
era natural que se produjera la marcha de Helena a Troya.

Hizo lo que hizo ya por decisión de la Fortuna, mandato de los dioses o


designio del Destino, ya raptada violentamente, ya convencida con
palabras.

Si por la primera causa, es un mérito para el que es acusado ser acusado,


dado que es imposible impedir la voluntad de un dios con la previsión
humana. Pues ha sido establecido por "la naturaleza no que el más fuerte
sea dominado por el más débil, sino que el más débil sea dominado y
sometido por el más fuerte, y que el más fuerte marque el camino y el más
débil le siga. Y los dioses son más fuertes que el hombre por su poder, su
sabiduría y por otras muchas cualidades. Por tanto, si se ha de atribuir la
causa a la Fortuna o a la divinidad, hay que descargar a Helena de su mala
fama.

Si fue raptada violentamente y sufrió ilegal violencia, y padeció injusta


ofensa, es evidente que el culpable fue el raptor, por haber inferido un
ultraje, pero la raptada, por haberle recibido, fue una desventurada. El
bárbaro que comete un acto bárbaro, merece ser castigado con la ley, con
la palabra y con la acción; con la ley, mediante la pérdida de sus derechos
civiles; con la palabra, mediante una acusación; con la acción, mediante
una sanción penal. Pero, la que fue violentada, privada de su patria y
alejada de sus amigos, ¿cómo lógicamente no sería compadecida antes
que difamada? El uno comete un delito, la otra lo padece. Por tanto, lo justo
es compadecer a ésta y reprobar a aquél.

Si fue convencida y engañada con su espíritu por la palabra, no es difícil en


este caso defenderla y liberarla de toda acusación.

La palabra es un poderoso soberano, que con un pequeñísimo y muy


invisible cuerpo realiza empresas absolutamente divinas. En efecto, puede
eliminar el temor, suprimir la tristeza, infundir alegría, aumentar la
compasión. Voy a demostrar que esto es así, pues es preciso ponerlo de
manifiesto ante la opinión de los que me escuchan.

Yo considero y defino toda poesía como palabra con metro. Esta infunde en
los oyentes un estremecimiento preñado de temor, una compasión llena' de
lágrimas Y una añoranza cercana al dolor, de forma que el alma
experimenta mediante la palabra una pasión propia con motivo de la
felicidad y la adversidad en asuntos y personas ajenas.

Y ahora voy a pasar a otro argumento. Las sugestiones inspiradas mediante


la palabra producen el placer y apartan el dolor. La fuerza de la sugestión
adueñándose de la opinión del alma, la domina, la convence y la transforma
como por una fascinación. Dos artes de fascinación y de encantamiento han
sido creadas, las cuales sirven de extravío al alma y de engaño a la opinión.
Y ¡cuántos han engañado y engañan a cuántos y en cuántas cosas con la
exposición hábil de un razonamiento erróneo' Si todos los hombres tuvieran
completo recuerdo del pasado, conocimiento del presente y previsión del
futuro, ese razonamiento no podría engañarlos del modo como lo hace.
Pero es imposible recordar el pasado, conocer el presente y predecir el
futuro. Y por ello la mayor parte de los hombres y en la mayor parte de las
cuestiones toman la opinión como consejera del alma. Pero la opinión,
siendo incierta e inconsistente, arroja a los que se sirven de ella en
infortunios inconsistentes e inciertos. Y, por tanto, ¿qué causa pudo impedir
que también y de un modo análogo la sugestión dominase a Helena, aun no
siendo la primera vez, con el mismo resultado que si hubiera sido raptada
violentamente?. Pues la fuerza de la persuasión, de la que nació el proyecto
de Helena, es imposible de resistir y por ello no da lugar a censura, ya que
tiene el mismo poder que el destino. En efecto, la palabra que persuade el
alma obliga necesariamente a esta alma, que ha persuadido, a obedecer
sus mandatos y a aprobar sus actos. Por tanto, el que infunde una
persuasión, en cuanto priva de la libertad, obra injustamente, pero quien es
persuadida, en cuanto es privada de la libertad por la palabra, sólo por error
puede ser censurada.
En cuanto a que la persuasión producida por la palabra modela el alma
como quiere, hay que fijarse en primer lugar en las teorías de los fisiólogos,
quienes sustituyendo una opinión mediante la exposición de otra consiguen
que lo que es increíble y oscuro se presente como evidente a los ojos de la
opinión. En segundo lugar en las convincentes argumentaciones de los
discursos judiciales, con las que un solo discurso encanta y persuade a una
gran multitud, siempre que haya sido escrito con habilidad e
independientemente de su veracidad. En tercer lugar en las discusiones de
materias filosóficas, en las que se muestra también la labilidad de la mente
en cuanto hace mutable la confianza en una opinión. Y la misma proporción
hay entre el poder de la palabra respecto a la disposición del alma que
entre el poder de los medicamentos con relación al estado del cuerpo. Así
como unos medicamentos expulsan del cuerpo unos humores y otros a
otros distintos, y unos eliminan la enfermedad y otros la vida, así también
unas palabras producen tristeza, otras placer, otras temor, otras infunden
en los oyentes coraje, otras mediante una maligna persuasión emponzoñan
y engañan el alma.

Así, pues, he demostrado que si fue convencida con la palabra, no fue


culpable, sino que tuvo mala suerte.

Y paso a exponer la cuarta causa con el cuarto argumento. Si lo que originó


sus actos fue el amor, no es difícil que eluda la acusación de culpabilidad
en la que se dice que ha incurrido. Las cosas que vemos tienen la
naturaleza propia de cada una de ellas, no la que nosotros queremos.
Además, mediante la percepción visual el alma es modelada en su modo de
ser. Y así, cuando la vista contempla personas enemigas revestidas de
armadura guerrera con ornamentos guerreros de bronce y de hierro, ya
ofensivos ya defensivos, se aterra y aterra al alma, de manera que muchas
veces huimos llenos de pavor aunque no haya un peligro en el futuro.

La verdad de esta argumentación se presenta como poderosa a causa del


temor que se deriva de la percepción visual, la cual, una vez que se ha
producido, hace que se renuncie a actuar, aunque se sepa lo que es bueno
según la ley y lo que es justo según el derecho.

Por otra parte hay quienes a causa de haber tenido visiones terroríficas,
pierden instantáneamente el juicio a consecuencia de las mismas: hasta tal
punto perturba y destruye a la mente el temor. Y muchos caen en absurdas
enfermedades, en terribles penalidades y en incurables locuras: hasta tal
unto la vista grabó en su espíritu las imágenes de las cosas contempladas.
Y paso por alto muchos ejemplos de visiones espeluznantes, dado que son
semejantes las que no cito a las ya indicadas.

En otro sentido los pintores, cuando representan de modo perfecto un solo


cuerpo y figura usando de muchos colores y cuerpos, deleitan a la vista. La
realización de estatuas de hombres y de dioses produce en los ojos una
dulce afección. Y de esta forma unos objetos dan tristeza a la vista, otro
deseo y a veces muchos objetos producen en muchos hombres amor y
deseo de muchos actos y cuerpos.

Por tanto, si el ojo de Helena originó en su alma deseo y pasión amorosa


del cuerpo de Alejandro,", ¿qué hay en ello de asombroso? Si el amor es un
dios 2 34 , ¿cómo hubiera podido resistir y vencer el divino poder de los
dioses quien es más débil que ellos? Si se trata de una enfermedad
humana y de un error de la mente, no se ha de censurar como si fuera una
culpa, sino se ha de considerar como una mala suerte. Y, en efecto, ella
marchó a Troya, como marchó, a causa de las insidias que padeció en su
alma, no por voluntaria decisión de su espíritu; a causa de la inexorabilidad
del amor, no por intrigas de su arte.

¿Cómo es posible estimar justo el censurar a Helena, la cual hizo lo que


hizo enamorada o persuadida con palabras o raptada con violencia, u
obligada por el poder divino y que, por tanto, escapa por completo a toda
acusación?

He borrado con mi razonamiento la infamia de una mujer; he mantenido la


normal" que establecí al principio de mi disertación; he intentado destruir la
injusticia de un reproche y la ignorancia de una opinión; he querido escribir
este discursos como elogio de Helena, como un producto de mi fantasía.

5 LA DEFENSA DE PALAMEDES3
La acusación y la defensa no pueden versar sobre el hecho de morir,
puesto que la naturaleza con voto manifiesto ha decretado la muerte a

3
Palamedes es el paradigma de héroe cultural −pues a él se atribuía la invención del alfabeto, de los números,
el uso de la moneda, el cálculo de la duración de los meses según el curso de los astros y algunos juegos,
como los dados o las damas− y representa el prototipo de hombre que ha sido acusado de manera injusta. Sus
rencillas con Ulises comenzaron cuando este último fingió haberse vuelto loco para no verse obligado a
luchar en la Guerra de Troya. Palamedes descubrió su engaño y Ulises, en venganza, urdió una auténtica
conspiración contra él: falsificó una carta de Príamo −rey de Troya− destinada a Palamedes en la que este
quedaba retratado como traidor de los griegos. Además, para dar mayor credibilidad al asunto, enterró una
considerable cantidad de dinero bajo su tienda. Cuando los griegos descubrieron ambas cosas, Palamedes fue
condenado a muerte y ejecutado.
todos los mortales desde el mismo día de su nacimiento. La cuestión se
refiere al honor y al deshonor: si yo debo morir de modo natural o ser
condenado a muerte manchado de las máximas infamias y de la más
vergonzosa acusación.

Frente a estas dos posibilidades de muerte, vosotros tenéis poder absoluto


sobre una, yo sobre la otra; yo sobre la que es natural, vosotros sobre la
que se produce con violencia.

Fácilmente podéis vosotros, si queréis, condenarme a muerte; pues tenéis


poder para ello, mientras que yo ninguno tengo. Si mi acusador, Ulises lll,
ha hecho su acusación por amor a Grecia, ya por saber con certeza que yo
he traicionado a Grecia ante los bárbaros, ya por presumir que así ha
sucedido, será un hombre perfecto. ¿Y cómo no lo sería quien salva a su
patria, a sus padres, a toda la Grecia y además castiga al culpable? Pero si
me acusó por envidia, intriga o malquerencia, del mismo modo que en el
caso anterior sería un hombre excelente, así en éste sería el más malvado.

Dado que mi discurso ha de tratar sobre este problema, ¿de qué punto
partiré?, ¿qué diré en primer lugar?, ¿hacia dónde encaminaré mi defensa?
Pues una acusación carente de pruebas produce un manifiesto
aturdimiento, por cuya causa no se sabe qué decir, a no ser que yo me deje
guiar por la verdad estricta y no por mi actual necesidad, consejeras de
desgracias antes que de dichas.

Yo sé con toda evidencia que mi acusador me acusa sin ver con claridad en
este asunto, pues tengo plena conciencia en mí mismo de no haber hecho
nada tal. Y no comprendo cómo alguien podría ver con claridad lo que no
ha acontecido. Pero, si ha hecho su acusación por presumir que las cosas
sucedieron así, voy a demostramos que está equivocado mediante una
doble argumentación: un acto de esta naturaleza, yo, aunque hubiera
querido cometerlo, no habría podido, y, si hubiera podido, no habría
querido.

Voy a comenzar en primer lugar por esta tesis, la imposibilidad de que yo


cometiera la traición.

En efecto, hubiera sido preciso que existiera en primer lugar un punto de


partida de la traición, y este punto de partida habría sido un coloquio (con
los bárbaros), pues las palabras tienen que preceder a las futuras acciones.
Pero, ¿cómo podría haber tenido lugar un coloquio sin haberse celebrado
una entrevista? Y, ¿cómo podría haberse celebrado una entrevista dado
que él", no me ha enviado ningún mensajero ni yo a él tampoco? Ni ha
podido cruzarse ninguna propuesta por escrito sin que nadie la llevase.

Más supongamos que la traición pudo prepararse en un coloquio. Yo, de


alguna manera, me reúno con él, y él, de alguna manera, se reúne
conmigo. ¿Quién está con quién? Un griego con un bárbaro. ¿Cómo
entendernos y hablarnos? ¿Quizás a solas? No comprenderíamos nuestras
palabras. ¿Mediante un intérprete? Entonces un tercero habría sido testigo
de un acto que por naturaleza debe quedar oculto.

Pero admitamos, aunque no sucedió, que esta entrevista tuvo lugar.


Hubiera sido preciso que, después de ponernos de acuerdo,
intercambiáramos una garantía. Y, ¿cuál podría haber sido dicha garantía?
¿Quizá un juramentos ¿Quién confiaría en mí, un traidor? ¿Quizá rehenes?
¿Cuáles? Yo habría entregado a mi hermano, pues no tengo otro; el
bárbaro a uno de sus hijos. De esta forma efectivamente yo tendría una
excelente garantía de su parte y él de la mía. Pero, si esto hubiera
sucedido, sería manifiesto a todos vosotros.

Alguien dirá que nos dimos garantía mediante riquezas, él entregándolas y


yo recibiéndolas. Ahora bien, ¿quizás fueron pocas? No es lógico recibir
pocas riquezas a cambio de tan gran ayuda. ¿Quizá muchas? Entonces,
¿de qué forma se hizo el transporte? ¿Cómo uno solo hubiera podido
hacerlo? ¿O quizá entre muchos? Si muchos intervinieron en el transporte,
muchos habrían sido testigos del complot; si lo hizo uno solo, no sería
mucho lo transportado.

¿Cuándo se hizo el transporte, de día o de noche? Muchos y frecuentes


son los puestos de guardia nocturnos, a través de los cuales no es posible
pasar oculto. ¿Quizá de día? Mas la luz es enemiga de tales actos.

Pero sea. Admitamos, pese a ser las dos alternativas imposibles, que yo,
consiguiendo salir, recibí las riquezas o bien un portador pudo entrar.

Y en este caso, ¿cómo yo, una vez recibidas, las habría podido mantener
ocultas a familiares y extraños? ¿Dónde las habría podido poner? ¿Cómo
las habría podido guardar? De utilizarlas, me habría puesto en evidencia; de
no utilizarlas, ¿qué provecho sacaría de ellas?

Mas admitamos que sucedió todo esto que no ha sucedido: nos reunimos,
hablamos, nos pusimos de acuerdo, recibí riquezas de ellos, las pasé
ocultas y las guardé. En este supuesto tuvieron que llevarse a cabo
aquellos actos para cuya consecución se realizó este complot. Y esto es
aún más imposible que todo lo anteriormente referido.

En efecto, yo los habría hecho o solo o con otros. Pero no era empresa de
un solo hombre. ¿Quizá con otros? ¿Con quiénes? Es evidente que con
cómplices. ¿Libres o esclavos? De hombres libres sólo tengo trato con
vosotros. ¿Quién de vosotros es cómplice? Decidlo. En cuanto a los
esclavos, ¿cómo concederles crédito? Ellos

formulan sus acusaciones voluntariamente, por el deseo de libertad, o


necesariamente bajo el dolor de la tortura"'.

Y, ¿cómo se habría realizado la empresa? Es evidente que hubiera tenido


que introducir enemigos más poderosos que vosotros. Y esto es imposible.
¿Cómo los habría introducido? ¿Por las puertas? Pero la posibilidad de
cerrarlas o abrirlas no está en mí, sino en los guardianes encargados de
ellas. ¿Por las murallas mediante una escala? Imposible, están llenas de
centinelas por todas partes. ¿Abriendo una brecha en las murallas? En este
caso todos lo sabríais sin duda alguna.

La vida bajo las armas en un campamento, discurre a plena luz, y en ella


todos vemos lo que ocurre y todos somos observados por todos. Y por ello
me habría sido absolutamente y bajo todo aspecto imposible hacer aquello
de lo que se me acusa.

Analicemos ahora conjuntamente la segunda alternativa: ¿por qué causa


me hubiera interesado querer cometer la traición, si hubiera podido hacerla?
Nadie quiere gratuitamente arrostrar los más grandes peligros ni cubrirse
por completo de infamia con el mayor de los crímenes. Entonces, y otra vez
vuelvo a la misma pregunta, ¿por qué causa lo hice? ¿Acaso para alcanzar
el poder? ¿Sobre vosotros o sobre los bárbaros? Sobre vosotros es
imposible, que sois tantos v tan insignes que poseéis todas las más
elevadas cualidades: virtudes de los antepasados, inmensidad de riquezas,
superioridad, vigor de espíritu, dominio de ciudades. ¿Sobre los bárbaros?
¿Quién me lo daría? ¿Con qué fuerza impondría mi poder, yo que soy
griego, sobre los bárbaros? ¿Uno solo contra muchos? ¿Por la persuasión
o por la violencia? Ellos no estarían dispuestos a dejarse persuadir, yo no
podría dominarles por la fuerza. ¿O quizá me entregarían voluntariamente y
según mi deseo el poder como recompensa de mi traición? Pero sería una
gran locura confiar en y aceptar algo tal, pues ¿quién elegiría la esclavitud
en lugar de la soberanía, lo peor en lugar de lo mejor?
Quizá alguien diga que yo cometí la traición por afán de dinero y riquezas.
Pero yo tengo la riqueza que me basta y para nada tengo deseo de
inmensos bienes. Pues necesitan muchas riquezas los que gastan mucho,
los que son esclavos del placer y los que persiguen honores mediante la
riqueza y la suntuosidad, pero no los que dominan los placeres sensibles. Y
yo no tengo ninguna de aquellas apetencias. De que digo la verdad pongo
como fidedigno testigo mi vida pasada, y de este testimonio vosotros sois
testigos, pues habéis convivido conmigo y por ello lo sabéis perfectamente.

Y tampoco realizaría un hombre, incluso con una mediana inteligencia, un


acto tal para conseguir honores, pues éstos son consecuencia de la virtud,
no de la maldad. ¿Cómo se otorgarían honores a un traidor a la Hélade?
Además, yo no tenía ninguna necesidad de honores, pues yo los recibía de
los hombres más honorables y por el motivo más honorable, de vosotros y
por mi sabiduría.

Y tampoco nadie cometería una traición para su seguridad, pues el traidor


queda enemistado con todo: con la ley, con la justicia, con los dioses, con la
mayoría de los hombres. Ya que infringe la ley, destruye la justicia,
corrompe a los hombres, deshonra a la divinidad. Y, quien tiene su vida
rodeada de tales y tan grandes peligros, no goza de seguridad.

¿Acaso se haría por el deseo de ayudar a los amigos y dañar a los


enemigos? Con esta intención no se obraría injustamente, pero en mi caso
yo hubiera obtenido un resultado totalmente opuesto: habría perjudicado a
mis amigos y beneficiado a mis enemigos.

Por tanto, la traición no me hubiera reportado ningún provecho, y nadie obra


mal por el deseo de recibir un perjuicio.

La única posibilidad que queda es que yo la cometiera para evitar algún


temor, algún trabajo o algún peligro. Pero nadie podría afirmar que estos
motivos tengan que ver conmigo.

Resumiendo mi discurso diré que los hombres realizan todos sus actos
impulsados por uno de estos dos motivos: para obtener un provecho o para
evitar un castigo. Fuera de estos dos casos, siempre que se obra mal es
por demencia. Y es evidente cuán grandes daños me habría ocasionado si
mi traición hubiera sido real: traicionando a Grecia, me traicionaba a mí
mismo, a mis padres, a mis amigos, a la dignidad de mis antepasados, a las
creencias paternas, a sus tumbas, a la patria, a la más ilustre ciudad de la
Hélade. Aquello que para todo hombre está por encima de todo, yo lo
habría puesto en las manos de los enemigos.
Y pensad también en lo siguiente. De haber cometido la traición, ¿cómo mi
vida no sería ya indigna de ser vivida?. ¿Adónde podría yo volver mi vista?
¿A Grecia? ¿Para recibir el justo castigo de los que injurié? ¿Quién entre
los que soportaron el mal me tendería la mano? ¿Acaso debería quedarme
entre los bárbaros? ¿Abandonando los más elevados valores, privado de la
más estimable honra, viviendo en la más vergonzosa infamia, tirando por
tierra los esfuerzos hechos en mi vida pasada para adquirir la virtud? ¡Y
ocasionarme a mí mismo lo que es más vergonzoso para un hombre, el ser
desgraciado por su propia causa!

Además, tampoco entre los bárbaros gozaría de confianza. ¿Cómo podrían


concedérmela quienes sabrían que yo había cometido el acto más desleal,
el traicionar los amigos a los enemigos? Y, para aquel en quien nadie
confía, la vida no es digna de ser vivida.

Alguien podría acoger benévolamente a quien ha perdido sus riquezas, a


quien ha sido despojado del poder, a quien ha sido desterrado de la patria;
pero nadie, una vez que haya perdido el crédito, puede recobrarlo.

Así pues, creo haber demostrado con mi discurso que ni habría podido ni
habría querido traicionar a Grecia.

Deseo ahora, a continuación de estos argumentos, discutir con mi


acusador. ¿En qué te basas para que un hombre de tu ralea se atreva a
acusar a uno como yo? Pues es interesante conocer cuál es la índole de
quien formula tal acusación y cómo tú, que eres indigno, actúas
indignamente.

¿Me acusas en virtud de una certeza absoluta o por meras suposiciones?


Si lo sabes con certeza, será porque presenciaste la traición, porque
participaste en ella o porque te lo comunicó alguien que tomó parte en la
misma. Si la presenciaste, dinos el modo, el lugar, el tiempo, cuándo, dónde
y cómo la presenciaste. Si participaste en ella, participas también de la
misma acusación. Si te la comunicó un cómplice, éste, sea quien sea, que
venga, se presente y dé testimonio. Y así tu acusación será confirmada con
un testigo.

Hasta ahora ninguno de nosotros ha presentado testigos. Y por ello quizá


sostengas que estamos en análoga situación, tú sin presentarlos para
atestiguar hechos, en tu opinión, sucedidos, yo sin presentarlos para
atestiguar hechos no sucedidos. Pero no es lo mismo. Pues, ¿cómo se
podría testimoniar lo que no ha sucedido? Por el contrario, testimoniar los
hechos acontecidos, es posible e incluso fácil. Y no sólo fácil, sino que tú
tendrías la posibilidad de encontrar no sólo testigos veraces, sino incluso
testigos falsos. Yo, contrariamente, no podría hallarlos ni de una ni de otra
clase.

Es evidente, pues, que tú no tienes certeza de la traición que me imputas.


La única posibilidad es que, sin estar seguro, lo presumes. Y en este caso,
¿cómo te atreves a acusar con la máxima desvergüenza a un hombre de un
delito que lleva aparejado la pena capital, sin estar seguro de la verdad y
basándote sólo en una opinión, el menos fidedigno de los criterios? ¿Tienes
plena conciencia de que éste ha hecho un acto tal? El formular opiniones es
algo común a todo hombre y sobre cualquier cuestión, y en este aspecto tú
no eres más sabio que los demás. Pero no se debe confiar en los que
expresan opiniones, sino en los que tienen certeza; y tampoco se debe
juzgar la opinión más digna de crédito que la verdad, sino, por el contrario,
la verdad más fidedigna que la opinión.

En tus discursos me acusaste de dos cualidades radicalmente opuestas, la


sabiduría y la demencia, las cuales no pueden darse en un mismo hombre.
Efectivamente, al decir que yo soy hábil, extraordinario y lleno de recursos
me atribuyes sabiduría. Cuando dices que traicioné a Grecia, demencia.
Pues es una locura el intentar realizar actos imposibles, inútiles,
vergonzosos, con los que se dañará a los amigos y se beneficiará a los
enemigos, que harán la propia vida odiosa y llena de azares.

Y, ¿cómo es posible creer a un hombre tal, que en un mismo discurso, ante


las mismas personas y sobre el mismo tema sostiene afirmaciones tan
contradictorias? Quisiera preguntarte si consideras a los hombres sabios
insensatos o prudentes. Si insensatos, nueva es la teoría, pero errónea. Si
prudentes, en modo alguno es propio de quienes lo son cometer los
mayores errores,, y preferir el mal teniendo el bien a su alcance.

Por tanto, si soy sabio, no podría haber cometido un error. Si lo cometí es


que no soy sabio. Y, en consecuencia, tú serías un mentiroso en cualquiera
de estas dos alternativas.

Yo no quiero a mi vez, aunque podría, acusarte de haber cometido muchas


e ingentes faltas, antiguas y recientes, pues deseo liberarme de esta
acusación no con tus maldades sino con mis méritos. Por tanto, en lo que a
ti respecta, no diré nada más.

Es ahora, a vosotros, jueces, a los que quiero decir sobre mí algo que me
da vergüenza, pero que es verdadero, que no sería oportuno en quien no
está acusado, pero conveniente para el que lo ha sido. Voy a rendiros
cuenta y a datos razón de mi vida anterior. Y ruego que ninguno de
vosotros, si os recuerdo algo del bien que he hecho, ponga obstáculos a
mis palabras, sino que considere que es necesario para un hombre objeto
de terribles y falsas acusaciones rememoraros algunas de las buenas
acciones que realmente he hecho. Lo cual me es muy agradable.

Lo primero y lo segundo y lo más importante, es que, absolutamente y


desde el principio hasta el fin, mi vida pasada está libre de culpa y exenta
de toda acusación. Nadie ante vosotros podría formular con verdad contra
mí ninguna acusación de maldad. Y así mi propio acusador no ha dado
ninguna demostración de sus palabras, por lo que su discurso es una injuria
sin pruebas.

Yo podría decir, y al decirlo no mentiría ni podría ser refutado, que no sólo


no soy culpable, sino incluso un gran benefactor vuestro, y de los griegos y
de todos los hombres, presentes y futuros. En efecto, ¿quién habría hecho
la vida humana plena de recursos, de carente de ellos; organizada de
desorganizada; con la invención del arte de la guerra, lo más importante
para alcanzar la hegemonía; de las leyes escritas, guardianes de la justicia;
de las letras, instrumento del recuerdo; de las medidas y los pesos,
excelentes medios de cambio en el comercio; de la aritmética, guardián de
las riquezas; de las antorchas, los mejores y más rápidos mensajeros; de
los dados, medio de pasar distraídamente el tiempo de ocio?

¿Con qué finalidad os recuerdo todo esto? Para demostramos que yo


pongo mi mente al servicio de cosas de este tipo, para probaros que estoy
apartado de toda clase de acción perversa y vergonzosa. Pues es imposible
que dedicándome a las primeras pueda también dedicarme a estas otras. Y
estimo que si yo nunca os causé daño, no debo recibirlo de vosotros.

Por mis demás costumbres tampoco merezco padecer ningún castigo, ni de


los jóvenes ni de los viejos. A los vicios no les causo daño, a los jóvenes no
soy inútil; a los afortunados no los envidio; a los desgraciados los
compadezco; no desprecio la pobreza, ni estimo la riqueza más que la
virtud, sino la virtud más que la riqueza; no soy inútil en los consejos ni
inactivo en las batallas, cumpliendo lo que se me ordena y obedeciendo a
mis jefes. Más no me gusta alabarme a mí mismo. Si lo he hecho, ha sido
porque la presente situación, incluso al ser acusado sobre estos puntos, me
obligó a ello para defenderme de la mejor manera posible.

Lo que queda de mi discurso se dirige a vosotros y respecto a vosotros.


Una vez dicho esto, terminaré mi defensa.
La compasión, las súplicas, la intercesión de los amigos son útiles cuando
el juicio está en manos de la multitud. Pero a vosotros, que sois y sois
considerados los primeros entre los griegos, no debo convencemos ni con
la ayuda de mis amigos, ni con súplicas, ni con lamentaciones, sino que
debo liberarme de esta acusación con el más evidente argumento de quien
es justo, mostrando la verdad sin usar de engaño alguno.

Es necesario que vosotros analicéis más los hechos que las palabras, que
no deis más crédito a la acusación que a la defensa, que no consideréis a
un o. deliberación irreflexiva juez más sabio que una meditada, que no
estiméis a la calumnia más digna de fe que las pruebas. Todo hombre
honesto debe tener gran cuidado de no equivocarse en cualquier decisión,
pero aún más en las irremediables que en las que no lo son. A éstas se
puede poner remedio, si se quiere; aquéllas quedan irremediables aunque
se cambie de modo de pensar.

Y decisión irremediable se da cuando unos hombres juzgan a otro acerca


de un delito que lleva consigo la pena de muerte, lo cual ahora se os ha
planteado.

Si por medio de las palabras la verdad de los hechos pudiera presentarse


pura y manifiesta a los que las escuchan, os sería fácil juzgar tomando
como base lo que se os ha dicho. Puesto que no es así, poned bajo
custodia mi persona, deliberad durante un más largo tiempo y pronunciad
sentencia conforme a la verdad. Si os mostraseis injustos, corréis el grave
peligro de manchar un buen nombre y de originar un deshonor. Y para un
hombre honesto la muerte es preferible a una triste fama, pues aquélla es el
fin de la vida, pero ésta una enfermedad incurable.

Si me condenáis a muerte injustamente, será sabido por muchos. Pues yo


no soy un desconocido y vuestra maldad será manifiesta y patente a todos
los griegos. Y seréis vosotros, no mi acusador, quienes cargaréis ante todos
con la responsabilidad de una evidente injusticia, pues en vosotros está la
decisión de la sentencia.

Y no podría existir un error mayor que éste. Pues si hubieseis juzgado


injustamente, no sólo seríais culpables ante mí y ante mis padres, sino
también ante vosotros mismos, al tener conciencia de 1 haber cometido un
acto terrible, impío, injusto e Ilegal, por haber condenado a muerte a un
aliado, a un hombre que os prestó servicios, a un benefactor de la Hélade, a
un griego, siendo vosotros griegos, y todo ello sin haberse demostrado con
evidencia que cometió algún acto injusto y sin haberse presentado
acusación fidedigna.

He pronunciado mi defensa, y ya termino. El recordar en un breve resumen


los argumentos antes expuestos con extensión tiene fundamento ante
jueces de poca envergadura. Que vosotros, los más ilustres helenos entre
los helenos ilustres, no hayáis prestado atención ni recordéis lo antes dicho,
no es lógico ni pensarlo.

6. EL MÉTODO DE TOULMIN
INTRODUCCIÓN
La argumentación es un proceso secuencial que permite inferir
conclusiones a partir de ciertas premisas. Implica un movimiento
comunicativo interactivo entre personas, grupo de personas e incluso entre
la persona y el texto que se está generando, en especial, cuando se
reconoce a la escritura como un acto textual consciente, que permite “elegir
palabras con una selección reflexiva que dota a los pensamientos y a las
palabras de nuevos recursos de discriminación” (Ong, 1987, p. 105). Está
tradicionalmente afiliada, por una parte, a actos verbales de ataque y
defensa, refutativos de un punto de vista en contra de una opinión
establecida, razón que explica la posición de Lakoff y Johnson (1980)
quienes identifican a la guerra como la metáfora que mejor la ilustra, debido
a los términos lingüísticos usados para referir las actividades involucradas:
se ganan y pierden argumentos. La persona a la cual alguien enfrenta al
argumentar es un opositor, cuyas posturas se atacan o defienden. Se
planean y se utilizan estrategias. Si se halla un reducto indefendible, se
abandona y se toma una línea nueva de ataque. Muchas de las cosas que
se hacen con palabras en una discusión se estructuran bajo el concepto de
guerra. La batalla es verbal, y la estructura de la argumentación es ataque,
defensa, contraataque. Se infiere, entonces, que se trata de algo cultural.
Es occidental. Así lo concibieron los griegos. Pero, además, la
argumentación está asociada a actos verbales epistémicos interesados en
la generación y producción de ideas (conocimientos) o en el consenso.
Argumentación implica razonamiento. Aristóteles fue uno de los primeros en
descubrir la existencia de una lógica argumentativa, de naturaleza inductiva
en los discursos sociales, diferente a la silogística y valorada en la
actualidad en función de parámetros como coherencia y adecuación. Una
línea de argumentación inductiva permite inferir a partir de una evidencia
particular con el fin de derivar unas conclusiones. Es lo que Aristóteles en
su Retórica denominó entimema. Por ser un componente fundamental de la
interacción humana, la competencia argumentativa, -definida como la
habilidad para producir argumentos por ethos, por logos y por pathos
(Rodríguez Bello, 1992, 1994)-, ha sido apreciada en todas las culturas,
sobre todo en Occidente, donde se considera un factor clave en el éxito
político, laboral, comunitario, familiar. En el marco de los contextos
académicos en los que se preserva, genera y difunde conocimiento a través
de documentos escritos, la argumentación lógica es una condición
intrínseca del discurso que le aporta solidez al escrito y prestigio personal al
productor del texto. La experiencia de la autora de este trabajo como
docente y editora de revistas le ha permitido constatar que una de las fallas
frecuentes en los artículos de investigación es que no comunican con
precisión y solidez la argumentación subyacente. Las mayores debilidades
encontradas en las primeras versiones de los artículos de investigación que
se consignan, las cuales, obviamente, son devueltas para que se hagan las
modificaciones ad hoc son, entre otras: (a) ausencia de una tesis
específica, punto de vista o aserción que se defiende ante una audiencia
(lector), (b) tendencia a sobregeneralizar, (c) poca capacidad crítica a los
referentes teóricos, los cuales son utilizados sin cuestionamiento alguno y
muchas veces sin adaptarlo al contexto de la investigación que se realiza,
(d) uso de fuentes secundarias, “referencia a un trabajo del cual se tiene
conocimiento por medio de una referencia que hace otro autor” (UPEL,
2003), (e) falta de relación entre las conclusiones y los datos manejados en
el cuerpo del trabajo. Es obvio que la presencia de uno o algunos de estos
aspectos debilita la argumentación de un artículo, le resta densidad
conceptual y argumentativa (contenido convincente) al ponerse de
manifiesto que no se conocen en profundidad los respaldos que sustentan
los argumentos que se admiten, y se crea un vacío de información (falta de
precisión) en el documento escrito. Los problemas confrontados por los
artículos de investigación referidos son un indicador de la poca conciencia
que tienen algunos docentes investigadores sobre la importancia de la
argumentación, un elemento de la competencia comunicativa, que se
adquiere o en forma natural, o en contacto con discursos argumentativos o
gracias a un método. Así lo intuyó Aristóteles, el padre de la retórica como
disciplina: La retórica es correlativa de la dialéctica, pues ambas versan
sobre cosas que, de alguna manera, son conocidas por todos y no las
delimita o incluye ninguna ciencia. Por eso todos, en algún grado, participan
de ambas, ya que todos hasta cierto punto intentan inquirir o resistir a una
razón, defenderse y acusar. Y de ellos unos lo hacen al azar, otros
mediante el hábito que nace del ejercicio. (Retórica, I, 1) Sirvan las palabras
del Maestro para justificar el conocimiento que deben tener los docentes
sobre la argumentación. En tal sentido, este trabajo de naturaleza teórica,
intenta revisar y ejemplificar el modelo argumentativo de Toulmin, uno de
los más conocidos y aplicados en varias disciplinas. Se busca forjar
conciencia sobre la importancia de la argumentación y ofrecer insumos que
permitan, especialmente a los docentes investigadores, ser los primeros
lectores críticos de sus textos.

SOBRE LA ARGUMENTACIÓN INDUCTIVA EN S. TOULMIN


La argumentación inductiva se fundamenta a partir de observaciones o
evidencias específicas, de las cuales se deriva una conclusión,
reafirmación, o prueba de “verdad” con la que se aspira convencer al lector
u oyente. Asociar aserción con conclusión no siempre resulta convincente,
por ello se cita la definición que aporta el Diccionario de Lengua Española
de la Real Academia Española del término conclusión, con el fin de mostrar
que la asociación es tradicional en el marco de los estudios retóricos y
filosóficos: “Proposición que se pretende probar y que se deduce de las
premisas”. Aristóteles en su Retórica presentó el modelo de razonamiento
entimemático y lo asumió como el característico del extenso campo de la
retórica. Para él, entimema es un silogismo de pocas premisas, pues si
alguna de ellas es conocida por el oyente, no es necesario enunciarla
puesto que se supone sobrentendida: ...pues si alguna de estas premisas
es conocida, no es preciso decirlas; pues ésta la presupone el mismo
oyente, como al decir que Dorio ha ganado una corona en una competición,
es suficiente decir que triunfó en Olimpia; y no es necesario añadir que los
juegos olímpicos tienen coronas por premio, pues todos lo saben. (Retórica,
I, 2) Aristóteles, sin obviar otras partes del proceso argumentativo inductivo,
considera que dos son necesarias, la premisa y la prueba (evidencia).
Existen otros modelos, la mayoría de los cuales reconstruye el aristotélico,
al cual se le superponen otras visiones contemporáneas que, no obstante,
siempre invocan su prototipo. El de Stephen Toulmin es uno de ellos, objeto
de atención de este artículo. Nacido en 1922, Stephen Toulmin es un
matemático, con PHD en Cambridge. Fue discípulo de Wittgenstein a quien,
en 1973, rinde homenaje junto con Allan Janik en una obra controversial,
hermosa, profunda, denominada Wittgenstein’s Viena, en español, La Viena
de Wittgenstein (2001). Durante mucho tiempo ha enseñado en
universidades americanas. Su trabajo más ampliamente citado es The Uses
of Argument (1958), en el cual establece un modelo de argumentación que
consta de seis partes a través de las cuales pueden ser analizados los
argumentos retóricos. Este modelo fue ampliado y sirvió de base a la obra
que publicara con Rieke and Janik, en 1979, denominada An introduction to
reasoning. También analiza, en coautoría con Jonsen, el fenómeno de la
argumentación casuística en el libro intitulado The Abuse of Casuistry
(1988). Toulmin (1958) y Toulmin, Rieke and Janik (1979), quienes
conciben a la retórica epistémicamente como una forma de conocimiento
que genera conocimiento, acuerdos y cambios conceptuales, señalan que
la creación de nuevos paradigmas no surge de revoluciones que ignoran las
antiguas creencias y concepciones. El paradigma involucra la lectura crítica
de la realidad en un ambiente de competición en el que la verdad no se
concibe como algo inmutable, sino contingente y creada tanto en un
contexto retórico argumentativo como en uno histórico cultural: …aquellos
que ignoran el contexto en que se hallan las ideas, están destinados a
malentenderlas. En muy pocas y autosuficientes disciplinas teóricas –por
ejemplo, las partes más puras de las matemáticas- uno puede quizá
desgajar conceptos y razonamientos de los medios histórico-culturales en
los que se introdujeron y usaron, y considerar sus méritos y defectos fuera
de tales medios. (Janik y Toulmin, 2001, p. 31.) Toulmin (1992) distingue
entre argumentos substanciales y analíticos. En éstos la conclusión no
trasciende el contenido de premisas universales. En aquéllos se infiere a
partir de los datos del contexto. El razonamiento analítico es el formal y
lógico usado por matemáticos y hombres de ciencias, basado en tesis
preexistentes. El práctico, substancial, no se mide con base en criterios de
corrección o validez, sino de relevancia o irrelevancia, fortaleza o debilidad.

EL MODELO ARGUMENTATIVO DE TOULMIN


El modelo de Toulmin (1958), profundizado en Toulmin, Rieke, and Janik
(1984), se relaciona con las reglas de una argumentación en pasos que
pueden ser precisados en cualquier tipo de disciplina o espacio abierto a la
disertación, al debate. Mediante este modelo, los docentes pueden motivar
a los estudiantes a encontrar la evidencia que fundamenta una aserción. Se
aprende que la excelencia de una argumentación depende de un conjunto
de relaciones que pueden ser precisadas y examinadas y que el lenguaje
de la razón está presente en todo tipo de discurso. Toulmin (1958) cree que
las argumentaciones cotidianas no siguen el clásico modelo riguroso del
silogismo y crea uno adecuado para analizar cualquier tipo de
argumentación en el marco de los discursos sociales: conversación,
periódico, televisión, radio, prensa escrita, entrevista, interacción docente
alumno, médico-paciente, abogado-cliente. Considera que un “argumento”
es una estructura compleja de datos que involucra un movimiento que parte
de una evidencia (grounds) y llega al establecimiento de una aserción
(tesis, causa). El movimiento de la evidencia a la aserción (claim) es la
mayor prueba de que la línea argumental se ha realizado con efectividad.
La garantía permite la conexión. Aserción: los resultados de las elecciones,
posiblemente, no serán confiables. Datos: los partidos políticos tradicionales
han hecho trampa en todas las elecciones. Garantía: si antes han actuado
con trampa, probablemente siempre la volverán a cometer. (Creencia
común). Los otros tres pasos del modelo son respaldo, cualificador modal y
reserva. Así la garantía anterior tiene un respaldo en estudios realizados
por expertos sobre el comportamiento de los políticos en las elecciones con
base en datos estadísticos, en testimonios orales, historias de vida, entre
otros. El cualificador modal indica el grado de fuerza o de probabilidad de la
aserción. La reserva habla de las posibles objeciones que se le puedan
formular. Respaldo: Portillo (un experto) concluye que los países
acostumbrados al fraude electoral, tratan siempre de perpetuar sus
prácticas. Cualificador modal: posiblemente. Reserva: A menos que (a)
todos y cada uno de los partidos políticos tengan una representación en los
escrutinios y que, además, (b) una comisión de ética vigile que los grupos
minoritarios no vendan sus votos.

El modelo contiene seis pasos los cuales se denominan aquí categorías,


debido a que no siempre se explicitan todas en el texto argumentativo:
muchas están implícitas. Éstas han sido traducidas al español de diversas
maneras. Aquí se seguirá la propuesta terminológica de Gutiérrez (s/f) para
algunos vocablos. Para otros, se utilizará la más cercana a la tradición
retórico-argumentativa que parte de Aristóteles. En el siguiente cuadro se
presentan los términos de Toulmin (1958) y de Toulmin, Rieke, and Janik
(1984), en inglés, junto con la traducción de Gutiérrez y la que se propone
en este trabajo. En la última columna se presentan términos afines:

TOULMIN TRADUCCIÓN DE TRADUCCIÓN DE TÉRMINOS


GUTIÉRREZ RODRÍGUEZ BELLO AFINES
1) Claim Pretensión Aserción Conclusión.
Tesis.
Aseveración.
Proposición.
Asunto.
Causa.
Demanda.
Hipótesis.
2) Data Bases Datos Fundamento.
(Toulmin, Argumento.
1958). Evidencia.
Grounds Soporte.
(Toulmin, Rieke Base.
& Janik, 1984)
3) Warrants Justificación Garantía
4) Backing Respaldo Respaldo Apoyo
5) Modal Modalidad Cualificadores Modalidad.
qualifiers modales Matización
6) Rebuttals Posibles Reserva Reserva.
Refutaciones Refutaciones Objeciones.
Excepciones.
Salvedad.
Limitaciones.
Cuadro 1. Traducción al español de los términos del modelo
argumentativo de Toulmin. (Luisa Rodríguez Bello).

En resumen, el esquema opera de la siguiente manera: a partir de una


evidencia (datos) se formula una aserción (proposición). Una garantía
conecta los datos con la aserción y se ofrece su cimiento teórico, práctico o
experimental: el respaldo. Los cualificadores modales (ciertamente, sin
duda) indican el modo en que se interpreta la aserción como verdadera,
contingente o probable. Finalmente, se consideran sus posibles reservas u
objeciones. A continuación se describirán y ejemplificarán cada una de
estas categorías.

ANÁLISIS DE LAS CATEGORÍAS


ASERCIÓN (PREMISA O TESIS)
Aserción (Claim): es la tesis que se va a defender, el asunto a debatir, a
demostrar o a sostener en forma oral o escrita. Expresa la conclusión a la
que se quiere arribar con la argumentación, el punto de vista que la persona
quiere mantener, la proposición que se aspira que otro acepte. Indica la
posición sobre determinado asunto o materia. Es el propósito que está
detrás de toda argumentación, su punto crucial o esencia. Representa la
conclusión que se invoca. Tipos y ejemplos de aserciones Una aserción es
una propuesta que el argumentador quiere que sea aceptada, aun cuando
exprese un juicio que desafía la creencia u opinión ya instalada. Por ello, es
imprescindible que siempre esté acompañada de una buena razón
(evidencia).
Nancy Wood (2001) considera cinco clases de aserciones: factuales,
valorativas, políticas, de causa y de definición:

Aserciones factuales: infieren acerca de hechos, condiciones o relaciones


pasadas, presentes y futuras. Responde a la pregunta: ¿sucedió?, ¿existe?
Ejemplos: • La deserción escolar ha decrecido. • Los textos escolares
difunden un conjunto de valores, estereotipos y prejuicios que permanecen
en el inconsciente colectivo de una sociedad determinada. (Tulio Ramírez).
• Los profesores de Castellano y Literatura sólo evalúan ortografía.
Aserciones valorativas: establecen el valor o mérito de una idea, objeto o
práctica de acuerdo con estándares o criterios suministrados por el
argumentador. Los valores son actitudes positivas o negativas hacia
hechos, situaciones o maneras de actuar. Se basan en indicadores como
“bueno vs malo”, “moral vs inmoral”, “positivo vs negativo”. • Es inmoral que
los profesores denigren de los políticos en el salón de clase. • Los video-
juegos perjudican la actuación escolar de los niños. • El estudio del latín
facilita el aprendizaje de una segunda lengua.
Aserciones políticas (decisiones a tomar): informan sobre lo que debería
hacerse o no, sobre las decisiones a tomar para resolver un problema. •
Deberíamos dedicar más tiempo a la enseñanza del latín. • El Nuevo
Currículo debe profundizar el estudio de asignaturas básicas como
Lenguaje y Matemática. • La Universidad debe invertir más en herramientas
tecnológicas y en registro de publicaciones on-line que en materiales
impresos. • Los estudiantes de la Especialidad Preescolar deben conocer a
fondo las reglas de funcionamiento del código escrito.
Aserciones causales: expresan el motivo por el cual algo ha ocurrido o
habrá de ocurrir, sus efectos. • El uso del computador ha incrementado las
habilidades escritas de los estudiantes. • Los juegos de estrategia
desarrollan habilidades para resolver problemas de Matemática.
Aserciones definitorias: su propósito es describir algo. Responde a las
preguntas: ¿qué es?, ¿cómo debería organizarse?, y ¿cómo es? • Todo
texto es argumentativo. • La pena de muerte es otro crimen. En general,
una aserción debe ser controversial (expresa un punto que es
potencialmente discutible), clara (expresa con claridad y transparencia lo
que quiere decir y evita el uso de términos ambiguos), balanceada (se
verbaliza en términos objetivos, neutros, sin revelar tendencias personales
o prejuicios), desafiante. Al respecto, véase University of Washington
(1998).

EVIDENCIA (GROUND, DATA)


Una aserción sostiene el punto de vista que un investigador trata de
defender sobre un tema específico. La razón por la cual ella se mantiene
está en la evidencia, constituida por los datos o hechos de un caso. Si se
afirma: “Luis Mariano, el cantor de Canchunchú, es oriental” ¿por qué
afirmo o sostengo que Luis Mariano es oriental? La respuesta está en la
evidencia que permite concluir que Luis Mariano es oriental porque nació en
Carúpano, un pueblo precioso del oriente de Venezuela. La evidencia
aporta la razón (información) en la que la aserción se basa. Por ejemplo, si
a un consultorio llega un paciente con fiebre y tos, el médico puede hacer
una aserción (diagnóstico): “probablemente tiene gripe”. Pero si además
llegan otros pacientes con los mismos síntomas, puede aseverar (concluir)
que se trata de una virosis. Los síntomas del paciente serán los datos
(evidencia) de los cuales parte para hacer su aserción. La evidencia está
formada por hechos o condiciones que son observables. Puede ser una
creencia o una premisa (conclusión) aceptada como verdadera dentro de
una comunidad, mas no una opinión. Es el argumento que se ofrece para
soportar la aserción (premisa o tesis). Es la prueba. Existen diversos tipos
de evidencias: estadísticas, citas, reportes, evidencias físicas. Es la mayor
fuente de credibilidad y deriva también del juicio de expertos, autoridades,
celebridades, amigos o de la propia persona. La evidencia es significativa
porque establece la base de toda la argumentación. Cualquier fenómeno,
anécdota, puede brindar la pauta. En un salón de clase el hecho de que los
alumnos muestren pocas habilidades para responder preguntas en forma
oral puede inducir a que un docente exprese las siguientes aserciones que
podrían servir de punto de partida para un trabajo de investigación: • Los
alumnos requieren entrenamiento para el diálogo. • La activación de los
conocimientos previos incentiva la interacción oral. La evidencia también
puede provenir de una persona, experta en una materia o diestra en un
oficio, sin embargo, en el caso de un docente o médico, el salón de clase y
el consultorio son ambientes que generan datos (evidencias) valiosos para
la investigación. A la hora de buscar más evidencias para ahondar sobre un
fenómeno, se exhorta a trabajar con fuentes primarias y evitar el “citado
por”, que revela o descuido o incapacidad para acceder a fuentes
confiables. Los números y las estadísticas ofrecen datos que pueden
convertirse en argumentos férreos. Sin una evidencia, cualquier aserción
(tesis) se invalida o refuta con facilidad. De esta manera, si un maestro
observa que en el sector en donde trabaja (a) hay mucha pobreza y (b) que
muchos niños abandonan el colegio, puede establecer la siguiente aserción:
• La pobreza es una de las causas del incremento de la deserción escolar.
Asimismo, si un docente recoge evidencia de que los niños que ven
programas científicos por la televisión obtienen mejores notas que los que
sólo ven comiquitas, puede establecer la siguiente aserción: • La TV es un
medio excelente para transmitir conocimientos científicos. La anterior
aserción marca el inicio de su investigación. Es el hecho que va a probar, a
demostrar. Indicadores para evaluar la evidencia: Es recomendable evaluar
la evidencia. La página web del Departamento de Comunicación de la
University of Washington, intitulado ARGUMENTATION muestra una serie
de indicadores para evaluar la evidencia en las fuentes impresas y digitales:
actualidad, imparcialidad, que exprese hechos y no opinión, credenciales
del autor. Estos indicadores se expresan mediante preguntas que guían la
evaluación que debe hacer el autor de su escrito en proceso de producción
(o de afinamiento) o para medir la fiabilidad de una fuente consultada: Is the
information current? Is the source biased? Is the author expressing fact or
opinion? What are the credentials of the author? (¿Está la información
actualizada? ¿La fuente es imparcial? ¿El autor expresa un hecho o una
opinión? ¿Cuáles son las credenciales del autor?) (Traducción nuestra) Con
relación a esta cuestión se puede aseverar que la mayor debilidad de los
artículos que se someten a la consideración de los árbitros es que los
escritores no evalúan críticamente la confiabilidad de la evidencia. Es
frecuente leer en los trabajos que se citan autores que no son líderes en la
investigación del tópico en estudio o pioneros de la investigación. Éstos son
referidos por segundas fuentes, lo cual sólo resulta admisible cuando el
segundo autor haya criticado, refutado o encontrado algún tipo de debilidad
o fortaleza que lo haya inducido a plantearse el asunto o tema bajo una
óptica distinta y así poder brindar al que indaga nuevos argumentos o
perspectivas diferentes a las del primer autor. Lo aconsejable es tanto
consultar directamente el trabajo original para precisar el dato en el marco
de su propio contexto, como acudir a la fuente primaria, es decir, a los
creadores de paradigmas y premisas que se han asumido como ciertas
dentro de una comunidad del conocimiento. Situación todavía más
lamentable se observa cuando, en el contexto de los trabajos de
investigación en el área educativa, se citan, por intermedio de un segundo
autor, datos extraídos de obras de investigadores, renovadores, creadores
de paradigmas, de la estatura de Piaget, Ausubel o Vigotsky. En el marco
de este artículo, que se asume como una reflexión, se proponen las
siguientes categorías y subcategorías para evaluar la evidencia, tomando
como punto de partida elementos retóricos, semánticos, pragmáticos. Las
categorías serían: (A) contenido, (B) autor y (C) medio a través del cual se
difunde un trabajo de investigación. La categoría contenido de la evidencia
se evalúa con base en dos subcategorías: (a) actualidad de la información
que se transmite, en el sentido de que ya antes no haya sido superada o
refutada. Es decir, que su contenido se mantenga vigente. Cuando se citan
estadísticas es crucial que se trabaje la data más reciente; (b) pertinencia:
mediante esta subcategoría se evalúa si el contenido se relaciona o no con
la aserción que trata de establecerse. Mediante la categoría autor se
constata su prestigio académico e investigativo apreciado con base en tres
subcategorías: (a) experiencia como investigador, (b) obras publicadas, (c)
conocimiento sobre el tema, que se demuestra por medio de las
publicaciones en torno a ese punto. No se puede obviar el hecho de que se
dan casos en que el autor ha publicado un sólo trabajo sobre el asunto pero
que ha resultado de trascendencia y con un alto nivel de aceptabilidad. La
última subcategoría relacionada con el autor es (d) auctoritas, que se
evalúa mediante el número de citas (referencias) que se hacen de sus
obras. El medio a través del cual se difunde el trabajo es la tercera
categoría propuesta que a su vez contempla tres subcategorías: (a)
prestigio editorial de la publicación: se calibra a través de la calidad de
obras y autores; (b) arbitraje: permite conocer si se trata de un medio que
pone en práctica el sistema de evaluación por pares académicos antes de
publicar el trabajo; (c) sociedad del conocimiento: se determina la existencia
de una sociedad que conforma el equipo responsable de la investigación.
Categorías Subcategorías Contenido Actualidad Pertinencia Autor
Experiencia investigativa Obras publicadas Conocimiento sobre el tema
Auctoritas Medio de difusión Prestigio editorial Arbitraje Sociedad del
conocimiento Tabla No. 2: Categorías y subcategorías para evaluar la
evidencia. (Luisa Rodríguez Bello). Antes de concluir el aspecto relacionado
con la evidencia, se presenta el ejemplo típico que sobre este aspecto cita
el mismo Toulmin (1958) y se agrega otro que cae bajo un patrón similar.
Estos ejemplos servirán de punto de partida para explicar los otros
componentes del modelo. Aserción: Harry es un ciudadano británico (Harry
is a British subject) Evidencia: Harry nació en Bermuda (Harry was born in
Bermuda). Un ejemplo propio sería: Aserción: Isabelita Puerta es española.
Evidencia: su madre nació en España.

GARANTÍA (WARRANT)
¿Y si alguien preguntara y qué tiene que ver que su madre haya nacido en
España? ¿Por qué de esos datos se extrae tal conclusión (aserción)?
Porque existe una garantía que autoriza el paso de los datos a la conclusión
basada en un principio o una ley que establece que los hijos de españoles
son españoles. Como se observa, la aserción y la evidencia no son
suficientes para establecer una argumentación sólida. Faltan otros
elementos que indiquen cómo a partir de una evidencia se obtiene una
aserción (Toulmin, 1958). Tal elemento es la garantía, parte esencial del
argumento, que permite evaluar si la aserción se basa en la evidencia,
siendo el puente del cual ambas dependen. La garantía implica verificar que
las bases de la argumentación sean las apropiadas. Brinda la lógica para la
transición de la evidencia a la aserción. Justifica la importancia de la
evidencia. Por ser la garantía una categoría de la argumentación que
establece la relación entre la evidencia y la aserción, expresa el momento
en el que la audiencia puede disentir de la conclusión a la cual se quiere
arribar: la garantía establece cómo los datos sirven de soporte legítimo a la
aserción: Evidencia Aserción Garantía - El docente inicia sus clases sin
tomar en consideración el conocimiento del alumno sobre el tema. -Los
conocimientos previos del estudiante deben ser integradas al proceso de
enseñanza y aprendizaje. -“Todo conocimiento consiste en asimilar
estructuras mentales y redes conceptuales disponibles con anterioridad”
(Busto). - El alumno no busca ninguna información sobre el tema. - Al ser
evaluados, los alumnos memorizan el conocimiento sin establecer
relaciones con la realidad. -El índice de alumnos reprobados es muy alto.
Justificar el paso de una evidencia a una afirmación bien fundamentada
requiere apelar a consideraciones generales: “What are needed are
general, hypothetical statements, which can act as bridges, and authorise
the sort of step to which our argument commits us.” (“Lo que se necesita
son declaraciones generales, hipotéticas, que pueden actuar como puentes,
y autorizar el paso al cual nuestro argumento nos obliga”) (Toulmin, 1958, p.
98). (Traducción nuestra). Para Toulmin, Rieke y Janik (1984, p. 47) la
diferencia entre evidencia y garantía (hechos y reglas) es sólo funcional. La
aserción no se presenta derivada de una garantía, sino de una evidencia
(datos). La garantía no es una premisa implícita, sino más bien actúa como
un supuesto implícito que, en la forma de una regla, sirve tanto a la
presente argumentación como a otra para inferir una aserción a partir de
ciertos datos. Obliga a que el oyente reconozca la razón para que una
aserción derive de una evidencia. Su función es de conexión entre la
evidencia y la aserción. La conexión es mental, implica una rápida reflexión.
Hay garantías que son específicas para un campo particular de
conocimientos, conformadas por un conjunto de leyes, principios, estatutos,
fórmulas: Evidencia: El niño tiene fiebre. Aserción: Tiene una infección.
Garantía: la fiebre es un indicio de infección. Así pues, una garantía se
expresa mediante una regla o ley que autorice el paso de una evidencia a
una aserción. Por ejemplo, se sabe que existe una ley que prescribe que los
menores de edad están protegidos contra maltratos físicos. Si se encuentra
un caso, un dato (evidencia) de que un menor ha sido víctima de maltrato
físico por parte de un maestro, pariente o vecino, se puede concluir que esa
persona probablemente recibirá un castigo (aserción). La ley funciona como
la garantía que sirve de puente entre evidencia y aserción.

RESPALDO O APOYO (BACKING)


La misma garantía también necesita de un respaldo o apoyo que puede ser
un estudio científico, un código, una estadística, o una creencia firmemente
arraigada dentro de una comunidad. El respaldo es similar a la evidencia en
el sentido de que se expresa por medio de estadísticas, testimonios o
ejemplos. Sin embargo, se distingue en que el respaldo apoya a la garantía,
mientras que la evidencia apoya a la aserción. Una garantía que establece
una relación causal entre “cáncer de mama” y “terapia de reemplazo
hormonal” puede basarse en estadísticas, ejemplos o testimonios de
expertos. Igualmente, un docente investigador que establezca una relación
causal entre “fallas de redacción” y “bajo nivel lector” puede basarse en
ejemplos, en estudios previos sobre el tema o en testimonios de expertos.
El respaldo aporta más ejemplos, hechos y datos que ayudan a probar la
validez de la cuestión que se defiende. Puede contener apelaciones
emocionales, según la audiencia, citas de personas famosas o de expertos.
El respaldo autoriza la garantía y brinda motivos para la validez de un
argumento. Asume la forma de una declaración categórica de un hecho.
Ayuda a que la audiencia comprenda las razones esgrimidas en la garantía.
Es importante porque da credibilidad al argumento y al escritor. La
estadística, los ejemplos y los testimonios sirven de respaldo y
generalmente aparecen combinados. Obsérvese el siguiente ejemplo:
Aserción: la lectura de textos literarios incrementa la capacidad
argumentativa de los estudiantes. Data: (a) Los alumnos con buenos
hábitos de lectura participan más en discusiones. (b) Las alumnas que leen
poemas de amor siempre dan opiniones diferentes. Garantía: La literatura
enseña a pensar. (Creencia ampliamente aceptada). Respaldo: Los trabajos
de Rodríguez (1987) y Tedesco (2003) afirman que la lectura de textos
literarios enseña a resolver problemas y obligan al lector a realizar
inferencias profundas que luego transfieren a sus escritos.

CUALIFICADOR MODAL (MODAL QUALIFIER)


El cualificador modal especifica el grado de certeza, la fuerza de la
aserción, los términos y las condiciones que la limitan. Es la concesión que
se les hace a los otros. Expresa el medio lingüístico mediante el cual la
persona revela el modo en el que debe interpretarse su enunciado. En
efecto, la certeza con la cual se sostienen los argumentos varía en grado y
fuerza, de allí que se hable de conclusiones probables, posibles o
presumibles. La función de un cualificador modal es establecer la
probabilidad. Los argumentos cotidianos no pueden ser conceptuados como
correctos o incorrectos, pues tal calificación depende del punto de vista que
asuma el oyente o lector. De aquí la importancia del cualificador modal a
través del cual se expresa la manera en que el hablante manifiesta la
probabilidad de su aserción a la audiencia. En la vida diaria es necesario
conocer los tipos de frases modales propias de los diversos tipos de
argumentación práctica. Ellos revelan la fuerza de la tesis. Se expresan
generalmente a través de adverbios que modifican al verbo de la aserción
que se discute o a través de adjetivos que modifican a los sustantivos
claves. Algunos modificadores modales son: quizá, seguramente,
típicamente, usualmente, algunos, pocos, algunas veces, la mayoría,
probablemente, tal vez. El modo del verbo es también un cualificador
modal. La mayoría de los razonamientos prácticos se relacionan con la
probabilidad, pues casi siempre hay excepciones, incluso hasta en una ley
científica. Por el hecho de que la fuerza del razonamiento práctico es
relativa, el modificador representa la verbalización de tal fuerza y establece
la seguridad que tiene el autor de la generalidad de su aserción. De allí que
muchas sean introducidas por palabras como “sin duda”, “probablemente”,
que caen dentro de la categorías de adverbios y frases adverbiales con la
función de calificar la aserción. En consecuencia, la aserción no es
categórica.

RESERVA (REBUTTAL).
Al proyectar un trabajo o al reportarlo, el investigador debe anticiparse a
objeciones que la audiencia le pueda formular. Debe prever las debilidades
y transformarlas en asunto de su indagación, con lo cual crecerían
significativamente las posibilidades de desarrollo argumental de la causa
(aserción) que se trata de instaurar. La reserva o refutación es la excepción
de la aserción (conclusión) presentada. En el modelo de Toulmin que se ha
expuesto, los argumentos no se consideran universalmente verdaderos, por
ello estos elementos son claves. Demuestran cómo una aserción puede ser
fortalecida por medio de sus limitaciones. Por existir argumentos que
pueden bloquear el paso de la evidencia a la aserción, se recomienda
pensar en argumentos que puedan contradecir la tesis o punto que se
defiende antes de la divulgación del trabajo con el fin de perfeccionar el
tema al encontrar nuevos respaldos que puedan ayudar a expeler futuras
objeciones. El respaldo contiene el soporte de la garantía que, cuando se
basa en una ley o una teoría puede contener, en sí misma, la reserva o la
excepción a la norma. Con ello, se planifica el nivel de aceptabilidad de la
propuesta. Expresiones como “a menos que”, “a excepción de” fluyen por la
mente del lector/ oyente cuando se acostumbra a una lectura crítica, pues la
argumentación académica se caracteriza por la discusión de posibles
objeciones y por el encuentro de argumentos contrarios a la aserción que
se instaura. La divergencia y la convergencia están en el corazón de la
academia y la definen. La habilidad del investigador para encontrar
rechazos, para contraponer posturas y criterios de los autores sobre un
mismo asunto es fundamental (a) en la elaboración de un marco teórico que
brinde insumos (indicadores) para fundamentar un trabajo, y (b) en la
creación de una nueva aserción que se somete a un nuevo proceso de
argumentación y que se puede convertirse en otro proyecto de
investigación.

EJEMPLOS DE ARGUMENTACIÓN SEGÚN EL MODELO DE TOULMIN.


A continuación se presentan ejemplos que pueden servir de guía para la
producción de textos en el salón de clase o para perfeccionar las ideas que
formarán parte de un proyecto de investigación.
Ejemplo No. 1 del modelo de Toulmin Aserción: En el aula de clase, los
pupitres de los estudiantes y el escritorio y silla del docente deberían ser
sustituidos por mesas redondas de trabajo grupal. Evidencia: -Sentados en
pupitre, los alumnos son obligados a trabajar aislados del grupo. -El pupitre
frena el trabajo cooperativo. -El pupitre ayuda a marcar una diferencia entre
el espacio del docente y el de los estudiantes. Garantía -El rendimiento del
trabajo grupal es superior al individual. Respaldo -El enfoque cooperativo
como estrategia metodológica permite la realización de tareas académicas,
con mayor facilidad. (Jonhson y Jonhson). Reserva A menos que se realice
una actividad o tipo de trabajo necesariamente individual. Cualificador
modal “Debería”.
Ejemplo No. 2 del modelo de Toulmin Aserción: - El bachillerato que se
imparte en instituciones oficiales es, en general, excluyente. Evidencia: - Un
alto porcentaje de egresados de instituciones públicas no aprueban el
examen de ingreso a la Universidad. -La mayoría de los estudiantes que
aprueban el examen de ingreso a la universidad provienen de instituciones
privadas. - Para aprobar el examen de ingreso a la Universidad hay que
tomar cursos especiales que son costosos. Garantía - La igualdad de
oportunidades ha sido un valor entre los venezolanos. Respaldo - La
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra el derecho
al estudio. Reserva - A menos que la persona tenga otros intereses.
Cualificador modal “Debería”
Ejemplo No. 3 del modelo de Toulmin Aserción: - José Martí propicia una
identificación, por vía afectiva y estética, con el indígena latinoamericano en
el texto: “Las ruinas indias”. Evidencia (datos): La evidencia está en el texto
citado: Las ruinas indias, en el cual el Apóstol cubano para atrapar al lector
niño: a) Asocia la historia y los productos culturales de los indígenas con
objetos estéticos como el poema, el cuento y la novela. -No habría poema
más triste y hermoso que el que se puede sacar de la historia americana.
No se puede leer sin ternura…” - Se leen como una novela las historias de
los nahuatles y mayas de México, de los chibchas de Colombia, de los
cumanagotos de Venezuela, de los quechuas del Perú, de los aimaraes de
Bolivia, de los charrúas del Uruguay, de los araucanos de Chile. - “¡Qué
hermosa era Tenochtitlan, la ciudad capital de los aztecas, cuando llegó a
México Cortés! Era como una mañana todo el día y la ciudad parecía
siempre como en feria.” b) Magnifica la grandeza de las obras: - Allí se
describen pirámides mas grandes que las de Egipto; y hazañas de aquellos
gigantes que vencieron a las fieras; y batallas de gigantes y hombres; y
dioses que pasan por el viento echando semillas de pueblos sobre el
mundo; y robos de princesas que pusieron a los pueblos a pelear hasta
morir; y peleas de pecho a pecho, con bravura que no parece de hombres;
y la defensa de las ciudades viciosas contra los hombres fuertes que venían
de las tierras del Norte; y la vida variada, simpática y trabajadora de sus
circos y templos, de sus canales y talleres, de sus tribunales y mercados. c)
Exalta la belleza de las ruinas indias: - Y ¡qué hermosa era Tenochtitlán, la
ciudad capital de los aztecas, cuando llegó a México Cortés! Era como una
mañana todo el día, y la ciudad parecía siempre como en feria. -Pero las
ruinas más bellas de México no están por allí, sino por donde vivieron los
mayas, que eran gente guerrera y de mucho poder, y recibían de los
pueblos del mar visitas y embajadores. (…). Pero ni el Palenque se puede
comparar a las ruinas de los mayas yucatecos, que son más extrañas y
hermosas. -Pero de lo que queda en pie, de cuanto se ve o se toca, nada
hay que no tenga una pintura finísima de curvas bellas, o una escultura
noble, de nariz recta y barba larga…. Garantía - La identidad se construye
socialmente por medio del discurso y la cognición. Respaldo -Los recursos
discursivos están dirigidos a que lector simpatice con el mundo presentado
por el autor medio de sentimientos de admiración o compasión. -El uso de
un estilo hiperbólico está dirigido a causar asombro en el lector. -Al
comparar la historia de América con un poema o novela Martí la define
como portadora de belleza y admiración, la representa estéticamente. -
Retamar, Tedesco, Cintio Vitier afirman la visión indigenista de Martí. (En
este caso deben citarse directamente las palabras de estos críticos).
Reserva - A menos que la persona no comprenda el texto. Cualificador
modal “siempre”.

CONCLUSIONES.
El esquema de Toulmin es efectivo a la hora de planificar la escritura.
Posibilita el encuentro y la delimitación de una aserción, parte medular del
proceso de generación de un conocimiento nuevo. Obliga a una actividad
cognitiva por medio de la cual es posible relacionar y evaluar la evidencia y
la aserción en función de una garantía, actividad que torna activo y
recursivo el proceso de planificación. En efecto, no son suficientes los datos
recopilados. Hace falta verificar su correspondencia con la meta trazada, es
decir, con la aserción a demostrar. Por lo tanto, urge el enriquecimiento
constante del proceso de inventio pues muchos pasos o categorías deben
estar razonados: la aserción se basa en una evidencia, la relación entre
aserción y evidencia se basa en una garantía, y la misma garantía se
fundamenta en el respaldo. Por lo tanto, el proceso de planificación, per se,
asegura la coherencia, preserva el sentido del texto. La fluidez del modelo
de Toulmin está supeditada a la concatenación de los pasos enunciados:
datos -> (garantía) ->aserción <-> respaldo <-> reserva. Sin embargo, su
flujo conceptual depende de que el proceso se haya iniciado con una
aserción que exprese verbalmente la idea precisa que se quiere sembrar en
una audiencia, siempre en consonancia con la evidencia que la soporta. Por
lo tanto, como quiera que una de las mayores dificultades encontradas en
los artículos de investigación producidos por los docentes sea que no
partan de una tesis (aserción) bien definida y que la argumentación sea
débil, porque no se hace un aprovechamiento racional de la información a la
cual se accede, se recomienda el uso del modelo de Toulmin como un
ejercicio previo a la escritura de un artículo, ensayo argumentativo o tesis.
Este ejercicio permitiría clarificar sobre qué escribir, cómo enfocar un tema,
qué tipo de información extra buscar y, sobre todo, garantizar la
racionalidad del crítico. No obstante, como el modelo descrito no aporte
insumos suficientes para la creación de una aserción, se propone aquí un
esquema, de naturaleza didáctica, que guíe la producción de textos
argumentativos, susceptibles, a posteriori, de ser transformados en un
artículo, una vez que se cumplan los rituales propios de la investigación.
Éste, que sirve, además, para la creación de un ensayo, sería el siguiente:
1. Selección de un tema general. 2. Establecimiento de un tópico particular.
3. Búsqueda de evidencias 4. Contextualización del tópico 5. Creación de
una aserción. 6. Expresión de la garantía. 7. Indicación del respaldo de la
garantía. 8. Objeciones. 9. Ratificación de la aserción. El esquema funciona
de la siguiente manera: (1) se parte de la selección de un tema general que
se inscriba en el área de trabajo de la persona y se indagan sus ángulos
menos explotados. Se sabe que cada parcela del conocimiento tiene temas
característicos, como por ejemplo, en el mundo docente, estrategias de
enseñanza, formación docente, valores, lectura y escritura. Además existen
temas de actualidad con influencia en todas las áreas del conocimiento:
medio ambiente, nuevas tecnologías, desempleo, derechos humanos.
Combinar los temas de actualidad con los temas del área permite ir
afinando más el tema objeto del estudio: formación docente y nuevas
tecnologías, estrategias de enseñanza y desempleo. Otra posibilidad para
la definición de un tema está en la combinación de temas de áreas distintas
del conocimiento: educación y salud, nuevas tecnologías de información y
ambiente. Definido el tema, el siguiente paso es (2) la selección de un
tópico particular, con lo cual se reduce el tema y se enfoca en un punto de
interés. Cumplir con este paso implica conocer con mayor profundidad los
temas relacionados y sus asuntos críticos, no desarrollados, cuestionados o
que son objeto de la atención pública. Así, dentro de un tema como
“derechos humanos y lectura y escritura” se podrá estudiar lo relativo a la
“violación de los derechos humanos del niño en el proceso lector”.
Seleccionado el tópico, se procede a la (3) búsqueda de evidencias o datos
específicos que fortalezcan los marcos conceptuales de la persona, en
particular, los trabajos realizados sobre el tópico seleccionado, en caso de
que existieran. Luego procede (4) una contextualización del tópico: implica
su estudio dentro de una realidad determinada. Por ejemplo, en el barrio, en
determinada clase social, en determinado género, en niños, adultos,
adolescentes, en una obra en particular. El contexto orienta al lector sobre
el tópico, le añade una información valiosa, es otra mirada. Seguidamente,
viene (5) la creación de una aserción que se expresa, preferiblemente,
mediante una oración afirmativa o negativa. Se trata de superponer al
tópico otra mirada, la de un sujeto que asume una postura o visión personal
que defenderá o demostrará mediante su escrito. Es la conclusión. A
continuación vienen (6) la expresión de la garantía, (7) el respaldo de la
garantía, (8) las futuras objeciones y, finalmente, (9) la ratificación de la
aserción. Por ser la aserción el centro de una argumentación, -que en el
lenguaje de un artículo de investigación se convierte en objetivo o en
hipótesis, según la naturaleza del trabajo-, es prioritario, siempre, detenerse
en ella, entretenerse con ella hasta que se esté seguro de que la expresión
escrita haya sido lo suficientemente efectiva y transparente como para
evocar el contenido y el juicio que de ella se tiene en mente, que es el
mismo que se aspira instaurar en una audiencia. La aserción es inicio y fin,
punto de partida y punto de llegada, aparece en la introducción y en la
conclusión, expresa el aporte, el camino que abre caminos, mediante un
logos trascendente.

PRESENTACIÓN DEL MÉTODO: CONCLUSIÓN - DATOS - GARANTÍAS - RESPALDOS -


MODALIZACIÓN – REFUTACIONES.
En 1958, el profesor Toulmin de la Universidad de Cambridge publicó un
esquema que tiene la virtud de ofrecer una visión global de todos los
factores que intervienen (o debieran intervenir en un razonamiento). Ayuda
a no olvidar detalles que, en la práctica, pueden ser muy importantes. En
cualquier argumento podemos distinguir seis partes muy distintas:

Conclusión - Datos - Garantías - Respaldos - Modalización -


Refutaciones

Como esto puede parecer un jeroglífico, vamos a verlo por partes.


Pongamos el argumento:

Harry es español porque nació en Mallorca y la ley reconoce nacionalidad


de origen a todos los nacidos en España salvo que ninguno de sus padres
sea español, que no es el caso.

1. ¿qué se afirma?
Un argumento se caracteriza por su conclusión, es decir, por aquello que
Pretendemos sostener. Harry es español.
2. ¿en qué se basa?
Dar razones significa responder a dos porqués sucesivos:
Primera pregunta: ¿por qué dice eso?: ¿Por qué afirma que Harry es
español? La respuesta nos ofrece los datos, por ejemplo los hechos del
caso: Concluyo que Harry es español porque nació en Mallorca.
Segunda pregunta: ¿Y eso qué tiene que ver? ¿Por qué de esos datos se
extrae la conclusión?: porque tengo una garantía que autoriza el paso de
los datos a la conclusión. Por ejemplo, un principio establecido: Los nacidos
en Mallorca son españoles.
Datos y garantía, constituyen las premisas del argumento: Los datos suelen
ser los hechos del caso y como garantía utilizamos principalmente reglas
generales, principios, otros datos.
3. ¿están respaldadas las premisas?
Con frecuencia los datos o la garantía no son evidentes, por lo que hemos
de respaldarlos para que no quepa duda sobre su solidez. En este ejemplo,
los datos se apoyan en un certificado de nacimiento. El respaldo de la
garantía es la legislación sobre nacionalidad.
4. ¿qué fuerza tiene la conclusión? ¿Necesita moralización?
Según la fuerza con que afirmen las cosas, los juicios que expresan
nuestras Conclusiones pueden ser de tres tipos: necesarios, probables,
posibles). Así, pues, si no especificamos nada, la conclusión puede
entenderse de tres maneras:
i) Es seguro que Harry es español. ii) Es probable (presumible) que Harry
sea español. iii) Es posible que Harry sea español.
Nuestros razonamientos, salvo en el caso de las matemáticas, no son por lo
general concluyentes, sino presuntivos, es decir, probables o posibles,
porque se apoyan en premisas que no autorizan afirmaciones categóricas.
Por eso, muchas conclusiones necesitan una matiz calificador como:
probablemente, presumiblemente, plausiblemente, etc. Si no lo hacemos se
nos podrá rechazar la conclusión que presentamos como categórica cuando
no pasa de probable.
Y esto tiene su importancia porque, si, como es habitual, las dos posiciones
en controversia exponen conclusiones presuntivas lo que se dirime en
último término es cuál de ellas parece más probable o, si se trata de
conclusiones posibles, cuál de ellas puede ampararse en una regla de
prudencia.
5. ¿en qué condiciones sería refutable, es decir, fallaría el argumento?
¿Existe alguna posibilidad de que el argumento falle? ¿Existe alguna
circunstancia excepcional que pudiera impedirnos sostener la conclusión?
Dicho de otro modo: ¿Tiene excepciones nuestra conclusión?
La abuela Ana era pelirroja de niña, luego presumiblemente lo es ahora
salvo que haya encanecido, no tenga pelo o se lo tiña.
Dado que nuestras conclusiones pueden ser verdaderas en determinadas
circunstancias y no serlo en otras, nos interesa siempre señalar en qué
condiciones fallaría el argumento o cuáles son las excepciones. De este
modo,
Paradójicamente, aumenta su consistencia porque cierra el paso a las
lesiones más elementales. Utilizamos habitualmente expresiones como:
Salvo que...; si no me equivoco...; si los cálculos no fallan...; si las cosas
siguen
Igual...; excepto esto y aquello... etc.
En el caso de Harry, cabe que el certificado de nacimiento sea falso o que
sus Padres no fueran españoles (excepción prevista en la ley). Son
salvedades que Debemos señalar para conservar la razón:
¿Qué es un buen argumento? Los requisitos
Un buen argumento es el que: se atiene a la cuestión; ofrece razones
sólidas; está protegido ante refutaciones. Si cumple estas condiciones es
bueno y su conclusión debe ser aceptada. Si no las cumple, probablemente
es falaz.
1. ¿se atiene a la cuestión que se debate?
Argumentamos en el seno de una cuestión, a favor o en contra de una de
sus Alternativas Por ejemplo: el jueves habrá eclipse de luna/el jueves no
habrá Eclipse de luna. Sé lo que defiendo: El Jueves habrá eclipse de Luna;
y sé lo que habrá que defender para negarme la razón: el jueves no habrá
eclipse de luna. Mi conclusión no puede ir por otros derroteros. Si la
cuestión no estuviera clara será preciso concretarla antes de exponer los
argumentos:
No se discute si Carlos es prudente o temerario sino si es el responsable
del accidente o no lo es. Yo sostengo que no lo es.
Cuando alguien pretende argumentar fuera de la cuestión decimos que
incurre en la falacia de eludir la cuestión.
2. ¿ofrece razones sólidas?
Llamamos sólidas a las razones que sostienen la conclusión de una manera
convincente. Para lograrlo, han de ser relevantes, suficientes y aceptables.
a. ¿Son premisas relevantes para lo que se afirma o no tienen nada que ver
con ello? Serán relevantes si conducen a la conclusión, si prestan apoyo a
la conclusión.
No se debe condenar a este asesino convicto y confeso porque su anciana
madre no podría soportar tamaño disgusto.
Para evitar la condena del asesino pudiera ser relevante alegar que no es
responsable de sus actos porque está loco. Por el contrario, apelar al dolor
de su anciana madre, a que un día saldrá de la cárcel y tomará venganza, a
que nos ha hecho un favor porque la víctima era un asesino peligrosísimo...
son ejemplos típicos del sofisma patético que es una de las argucias más
frecuentes para eludir la cuestión.
Otros ejemplos de premisas irrelevantes son las falacias del ataque
personal.
(Por ejemplo: No reconozco a este tribunal fascista); de la pista falsa (los
problemas de la juventud marginal no se resuelven a golpe de sentencias);
la falacia populista (todos los vecinos de su barrio piensan que el acusado
es inocente); la falacia genética (no es posible que el hijo de una santa sea
un asesino); y todas las falacias del non sequitur en general, es decir, todas
aquellas en que la conclusión no se sigue de las premisas:
Todos los mahometanos son infieles
Los budistas son infieles
Luego los budistas son mahometanos.
b. ¿Son premisas que aporten base suficiente para sostener la conclusión?
Esto es muy importante en las generalizaciones, en los argumentos
causales y en las pruebas de indicios que no admiten conclusiones válidas
con pocos casos o a partir de anécdotas personales.
Cuando los datos no ofrecen apoyo suficiente a la conclusión surgen
falacias como la afirmación gratuita, la generalización precipitada o la falsa
causa.
En otros casos, por ejemplo en los argumentos morales y en las
deliberaciones, es más difícil señalar cuándo un argumento reúne suficiente
base para sostener la conclusión porque ninguno lo consigue. No existen
premisas que prueben concluyentemente si el aborto es bueno o es malo o
si debo estudiar medicina o farmacia. En estos casos lo que se procura es
acumular muchos argumentos que, por distintos caminos (por distintas
razones), abunden en la misma conclusión.
c. ¿Son premisas aceptables o, si es necesario, tengo un respaldo que las
sostenga?
Este problema no se plantea cuando nuestros datos son objetivos o
indiscutibles, pero esto no es lo frecuente. En la mayor parte de las
ocasiones no debatimos con las evidencias en la mano. Ni siquiera es
frecuente que aportemos premisas de las que se pueda decir que son
verdaderas o falsas. La mayor parte de nuestros debates no se ocupa de la
verdad sino de lo justo, lo conveniente, lo preferible, lo probable... Por eso,
ya que no suelen ser ciertas, es muy importante que nuestras premisas
sean aceptables.
Es aceptable o admisible, cualquier premisa que:
• ofrezca datos objetivos.
• exprese un conocimiento común o personal, un testimonio
incontrovertido, el informe incontrovertido de un experto.
• recoja la conclusión de un argumento ya aceptado.
• pueda probarse, porque cuenta con un respaldo sólido. Por el
contrario, son inaceptables las siguientes premisas:
• un juicio que esté en contradicción con la evidencia, con otro juicio
bien fundado, con una fuente creíble, con nuestro propio
conocimiento, o con otras premisas del mismo argumento,
• un juicio dudoso que no lleve respaldo,
• un juicio confuso, ambiguo o ininteligible.
• un juicio idéntico a la conclusión o basado en un supuesto
cuestionable.
• un juicio que olvide alternativas
Con estas premisas inaceptables surgen las falacias de:
ambigüedad, petición de principio, composición, división, continúo,
olvido de alternativas, wishful thinking, etc
3. ¿Son premisas que suministren un rechazo efectivo a los desafíos
razonables al argumento?
Si el argumento se atiene a la cuestión, sus premisas son relevantes,
ofrecen apoyo suficiente y son aceptables, el argumento está sólidamente
preparado para resistir cualquier crítica. Pese a ello nos pueden atacar por
no matizar la conclusión o no señalar las posibles salvedades. Debemos,
pues, incluir estos aspectos:
• ¿Es una conclusión segura, probable, posible? ¿Es una afirmación
tajante o una mera hipótesis?
• ¿Caben excepciones? ¿Hemos de hacer alguna salvedad referida a
la fiabilidad de los respaldos o los cambios en las circunstancias?
De este modo se le obliga al adversario a limitarse a la defensa de su
propia posición (si puede).

CASOS PRÁCTICOS
EJERCICIO N° 1
(Tomado de la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso Almenara
contra el Consejo Nacional de la magistratura. EXP. N. º 1941-2002-AA/TC)

"Se ha deslizado también la tesis de que el acto reclamado por el recurrente


habría vulnerado el derecho al debido proceso. Este derecho, como ha
recordado el Tribunal Constitucional en diversos casos, es una garantía que
si bien tiene su ámbito natural en sede judicial, también es aplicable en el
ámbito de los procedimientos administrativos. Sin embargo, su
reconocimiento y la necesidad de que éste se tutele no se extienden a
cualquier clase de procedimiento. Así sucede, por ejemplo, con los
denominados procedimientos administrativos internos, en cuyo seno se
forma la voluntad de los órganos de la administración en materias
relacionadas con su gestión ordinaria (v.g. la necesidad de comprar
determinados bienes, etc). Como indica el artículo IV, fracción 1.2, in fine,
de la Ley del Procedimiento Administrativo General, "La institución del
debido procedimiento administrativo se rige por los principios del derecho
administrativo"(….) En tal sentido la ratificación o no de magistrados a cargo
del Consejo Nacional de la Magistratura, se encuentra en una situación muy
singular. Dicha característica se deriva de la forma como se construye la
decisión que se adopta en función de una convicción de conciencia y su
expresión en un voto secreto y no deliberado, si bien esta decisión debe
sustentarse en determinados criterios (cfr. La Ley Orgánica del CNM y su
Reglamento); sin embargo, no comporta la idea de una sanción sino sólo el
retiro de la confianza en el ejercicio del cargo. Lo que significa que,
forzosamente, se tenga que modular la aplicación –y titularidad– de todas
las garantías que comprende el derecho al debido proceso, y reducirse ésta
sólo a la posibilidad de la audiencia"

EJERCICIO N° 2
(Tomado de la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso Almenara
contra el Consejo Nacional de la magistratura. EXP. N. º 1941-2002-AA/TC)

Probablemente, la alegación más trascendente en el orden de las


ratificaciones es que, a juicio del recurrente, al no ser éstas motivadas, con
ello se generaría una lesión del derecho reconocido en el inciso 5) del
artículo 139.° de la Constitución. A juicio del actor, en efecto, la decisión de
no ratificarlo, comunicada mediante el Oficio N.° 393-2001-P-CNM, no fue
motivada, y ello es razón suficiente para obtener una decisión judicial que la
invalide. Es evidente, a la luz de la historia del derecho constitucional
peruano, que las Constituciones de 1920, 1933 y 1979 establecieron, como
parte del proceso de ratificación judicial, la obligatoriedad de la motivación
de la resolución correspondiente. Sin embargo, no ha sido ésta una
exigencia que se haya incorporado al texto de 1993. Por el contrario, de
manera indubitable y ex profeso, los legisladores constituyentes de dicha
Carta optaron por constitucionalizar la no motivación de las ratificaciones
judiciales, al mismo tiempo de diferenciar a esta institución de lo que, en
puridad, es la destitución por medidas disciplinarias (cf. Congreso
Constituyente Democrático. Debate Constitucional-1993, T. III, pág. 1620 y
ss.). Desde una interpretación histórica es evidente que el mecanismo de
ratificación judicial ha sido cambiado y, por ende actualmente percibido
como un voto de confianza o de no confianza en torno a la manera como se
ejerce la función jurisdiccional. Como tal , la decisión que se tome en el
ejercicio de dicha competencia no requiere se motivada. Ello a deferencia,
cabe advertir, de la destitución que, por su naturaleza sancionatoria,
necesaria e irreversiblemente debe ser explicada en sus particulares
circunstancias.

Por cierto, es necesario abundar en que no todo acto administrativo


expedido al amparo de una potestad discrecional, siempre y en todos los
casos, debe estar motivado. Así sucede, por ejemplo, con la elección o
designación de los funcionarios públicos (Defensores del Pueblo, miembros
del Tribunal Constitucional, Presidente y Directores del Banco Central de
Reserva, Contralor de la República, pase a retiro de Oficiales Generales y
Almirantes de las Fuerzas Armadas, y otros) cuya validez, como es obvio,
no depende de que sean motivadas. En idéntica situación se encuentran
actualmente las ratificaciones judiciales que, como antes se ha afirmado,
cuando se introdujo esta institución en la Constitución de 1993, fue prevista
como un mecanismo que, únicamente, expresara el voto de confianza de la
mayoría o de la totalidad de los miembros del Consejo Nacional de la
Magistratura acerca de la manera como se había ejercido la función
jurisdiccional.

EJERCICIO DE APLICACIÓN DE LA TEORÍA DE LOS MODELOS MENTALES.


ERROR DE COMPRENSIÓN CULTURALMENTE CONDICIONADO.
No procede exonerar de responsabilidad al inculpado, miembro de una
Comunidad Nativa, que mata a un brujo de la comunidad por haber
originado daños contra él, en tanto el derecho a la vida es respetado en
todas las sociedades. Sin embargo procede atenuar la pena en virtud a la
aplicación del error de comprensión culturalmente condicionado.

Distrito Judicial de Loreto

EXR Nº 98-302

DICTAMEN PENAL No. 1,046-98

SEÑOR JUEZ:

Viene a esta Fiscalía Provincial Mixta de Maynas, la instrucción seguida


contra TITO TANGOA GUERRA, por el delito contra la vida, El Cuerpo y la
Salud-Homicidio Simple en agravio de ESPIRITU SIQUIHUA MASHACURI.
Fluye de autos, que con fecha 1 6MAY98, en horas de la mañana el
inculpado se apersonó al domicilio del agraviado ubicado en la quebrada de
Santa María, compresión del distrito de Torres Causana (Río Napo),
portando una retrocarga Cal. 16", donde las dos partes intercambian
palabras, motivo por el cual el inculpado le apunta a la altura del pecho a
una distancia de tres metros y lo dispara casi a quema ropa, falleciendo la
víctima en forma instantánea; luego es trasladado conjuntamente con el
testigo Silvio.

A fs. 01/07 corre el atestado policial; a fs. a fs. 9 el acta de incautación del
arma; a fs. 20 la denuncia Fiscal y a fs. 22/23 el auto apertorio de
instrucción con mandato de detención.

TITO TANGOA GUERRA, de 33 años de edad, presta su declaración


instructiva a fs. 24 continuada a fs. 30/32, quien refiere ratificarse en su
declaración policial de fs. 15/18, y que el día de los hechos fue al domicilio
del agraviado, con quien había tenido discusión

y como le había provocado le disparó al pecho luego de ello se retiró a su


casa, donde fue detenido por la policía: el agraviado se encontraba y
siempre se dedica a la brujería, hacía mucha maldad a las personas; en
ningún momento a planificado matar al agraviado.

De los actuados se desprende, que habiéndose vencido el plazo ampliatorio


y encontrándose la instrucción en la etapa de emitir pronunciamiento de ley,
se establece que el inculpado tanto a nivel policial, como judicial se ha
declarado convicto y confeso de¡ delito imputado, acto que lo realizó
supuestamente por haber sido provocado y por practicar la brujería; el
inculpado pertenece a una comunidad Kichwa del Río Napo o Napuruna en
Quicliua, quienes son muy creyentes de la brujería, en donde determinadas
personas causan daño físico y mental de las personas, con su poder o
utilizando brebajes u otros objetos, y con el fin de librarse de estas malas
acciones cometen estos delitos sin mayor remordimiento, sólo con el
propósito de servir a la comunidad; sin embargo nuestra norma sustantivo
no hace distingo de raza, religión, creencias, etc. para aplicar una sanción;
sin embargo puede atenuar sus responsabilidad por las condiciones de su
cultura y aplicárselas una pena menor de¡ mínimo legal; el inculpado acepta
los cargos imputados en su contra y está debidamente demostrado con el
acta de incautación del arma, más no así del cadáver por haber sido
enterrado dentro de la comunidad, con la presencia de determinados
testigos que corroboran lo sucedido; en tal sentido al haberse acreditado la
comisión de¡ delito, as¡ como la responsabilidad de procesado, el suscrito,
Representante de¡ Ministerio Público en aplicación de los Arts. 11, 12, 23,
29, 45, 92, 93 y 1062 del Código Penal FORMULO ACUSACION PENAL
contra TITO TANGOA GUERRA como autor de¡ delito contra la Vida, El
Cuerpo y La salud-Homicidio simple, para quien solicito se le imponga
CINCO AÑOS de pena privativa de la libertad, más al pago de TRES MIL
NUEVOS SOLES por concepto de reparación civil a favor del familiar más
cercano del occiso.

Instrucción: Regularmente tramitado.


Acusado: REO EN CARCEL.
Iquitos, 06 de Octubre de 1998

Iquitos, Quince de Abril de novecientos Noventinueve. -


VISTA: La causa penal número noventiocho trescientos dos, seguida
contra: TITO TANGOA GUERRA, por delito Contra la Vida, el Cuerpo y la
Salud - HOMICIDIO- en agravio de Espíritu Siquihua Mashocuri, de cuyo
proceso fluye que, en fecha dieciséis de Mayo de¡ año en curso, el
imputado TANGOA GUERRA, se apersona al inmueble de¡ agraviado
indicado, ubicado en la Quebrada de Santa María, en el distrito de Torres
Causana (río Napo), lugar en el que luego de una breve discusión, le
apunta con su retrocarga y le dispara a quemarropa a la altura de¡ tórax,
falleciendo dicho agraviado en el acto, a consecuencia de lo gravedad de
dichas lesiones; razón por la que se formula denuncio pena¡ y se abre
instrucción contra el imputado, que, en este sentido tramitada la causa
conforme a su naturaleza, en procedimiento Sumario y habiendo vencido el
respectivo plazo ordinario de instrucción, como el ampliatorio de ley, se
remite nuevamente lo actuado al Ministerio Público, para el
pronunciamiento respectivo, cuyo representante a fs. cincuenta,
cincuentiuno y ciento cinco, formula ACUSACIÓN FISCAL contra el
imputado, TITO TANGOA GUERRA, por delito de HOMICIDIO , en agravio
de Espíritu Siquihua Mashacuri, solicitando CUATRO AÑOS de PENA
PRIVATIVA DE LIBERTAD, mas el pago de TRES MIL SOLES, por
concepto de Reparación Civil en favor del pariente mas cercano del
agraviado, que en este sentido, habiendo precluido la etapa probatoria y
puesto los autos de manifiesto en Secretaría, para los alegatos pertinentes,
no formulan los suyos dichas partes, que siendo ello así, de acuerdo o Ley
la causa ha quedado expeditada para resolver, Y, CONSIDERANDO: Que,
como informa el texto Punitivo Nacional Vigente, se incurre en la figura
Pena¡ de HOMICIDIO SIMPLE, cuando el agente activo, con "animus
dolendi", es decir con intencionalidad y plena conciencia de su acto, "MATA
A OTRO", animus necandi, que la ley sanciona con penalidad que oscila
entre los seis y veinte años de pena privativa de libertad que ciertamente en
el caso de autos, se investigo la circunstancia trágica en que se produce la
muerte del agraviado Siquihua Mashacuri, en horas de la mañana del
dieciséis de Mayo del año noventiocho, en las cercanías de la comunidad
de Estirón - Quebrada Santa María - Río Napo; a manos del imputado TITO
TANGOA GUERRA; quien lo última de un certero disparo de arma de
fuego; a la altura del plexo, que por la gravedad de la lesión ocasionan su
muerte; que, a este respecto, si bien en el proceso y al rendir su instructiva,
Tangoa Guerra, a fs. Cincuentisiete, setenticinco a setentisiete, ampliada a
fs. ochenticinco a ochentiséis, esta vez con la intervención de un intérprete,
que conoce su lengua; se declara en efecto, CONVICTO y CONFESO de¡
delito investigado, señalando que ultimó de un balazo con su retrocarga, al
agraviado SIQUIHUA MASAHACURI; ya que este venia haciéndole daño,
con la brujería, impidiéndole formalizar además su relación convivencia¡ con
una femenina de nombre HUMANTI; se ha planteado también en la
instrucción y en su defensa, como justificación o su acto el hecho de que se
trato de un nativo integrante de la Comunidad Quichua del Napo; que ha
incurrido en el acto de eliminación física de¡ agraviado Siquihua Moshacurí;
en razón de que este según sus costumbres ancestrales, era objeto de
daño por parte de¡ agraviado, quien era un BRUJO reconocido de la zona;
situación ante la que no cabía sino su eliminación física para amenguar el
mal que le causaba; no obstante, tales argumentos como los demás expone
dicho procesado en la instrucción, si bien atendibles como alegaciones de
defensa suya, resultan insuficientes para exonerarle de responsabilidad
pena¡, por el HOMICIDIO investigado: que, en este sentido, es admisible
ciertamente que, habiendo Tangoa Guerra, detectado al autor de su males
hubiera optado por su eliminación física, para acabar con él; sin que
significara ello en su cosmovisión, un acto de magnitud, como para alertar
su sentimiento de culpa; no obstante, la argumentación señalada, como la
propuesta por la defensa, no resulta entera y rigurosamente validas, desde
que, el DERECHO A LA VIDA constituye un bien de superlativo
significación, incluso en las etnias más alejadas y de menos desarrollo
social: que, siendo ello así, es claro que Tangoa Guerra, al quitarle la vida a
ESPÍRITU SIQUIHHUA MASHACURI, no ha solo ha violentado las normas
básica de su entorno, sino las que regulan la vida en sociedad de entidades
ajenas a ella; situación por la que no corresponde sino sancionar su
conducta en el modo y forma establecida por la ley; que a este respecto, si
bien la Constitución Política del Estado Peruano, señala el imperativo de
propender a la integración de etnias y comunidades de nuestra
nacionalidad, respetando su tradición, cultura y costumbres principios que
regula en la misma perspectiva la ley sustantivo penal en su numeral
quince, cuando hace referencia al instituto del "error de comprensión
culturalmente condicionado", es decir aquella disposición, que obliga
exonerar o atenuar la responsabilidad pena¡ de¡ agente que al momento de
obrar, "no ha comprendido el carácter delictuoso de su acto, por sus
costumbres y cultura", no obstante dichas elucubraciones como las demás
expuestas en favor de¡ incriminado, resultan insuficientes, para el propósito
de exonerar a mismo de responsabilidad Pena¡ por el HOMICIDIO de
Espíritu Síquihua Mashacuri, resultando sin embargo valido para considerar
la ATENUACIÓN de la misma; ya que es claro, que la muerte violenta de¡
agraviado, no ha constituido sino la terminación de su vida, bien jurídico
protegido de primer orden, no solo en sociedades como las de¡ imputado,
sino en los grupos y etnias que no han transitado por ella, dado que en
ambas la valoración de la VIDA, es superlativa; que, dicha conclusión, fluye
no sólo de la comprensión del contexto en que se desarrollaba el
encausado, sino del entendimiento de su versión respecto de los hechos,
pues señala allí, que efectivamente ha cercenado una vida, que siendo los
hechos así, resulta claro que al eliminar Tongoa Guerra a Siquihua
Mashacuri, no solo ha infringido una norma básica de su entorno; sino el
que rige nuestra sociedad formal; ya que ha extinguido por su solo designio
y con "animus dolendi", la vida de otro ser humano, señalando únicamente
en su descargo, un hecho que no ha probado mínimamente en el proceso,
es decir que, el agraviado hubiera venido dedicándose a hacerle daño con
sus malas artes; que, el criterio expuesto, tiene sustento, en el propio
PERITAJE ANTROPOLÓGICO, de fs. noventicuatro a noventinueve,
debidamente ratificado en fs. ciento nueve a ciento doce;
(CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES), al señalar en su sexto
párrafo, que "..Todo este soporte legal si bien NO VAN EXIMIR DE LA
PENA A QUIEN COMETA UN DELITO, EN EL CASO QUE NOS OCUPA,
Si BIEN ES UN ACTO PUNIBLE, PUEDE COMPRENDERSE MEJOR LAS
CIRCUNSTANCIAS EN QUE SE COMETIO EL DELITO Y PUEDE
ATENUARSE LA PENA, POR AUSENCIA DE LA CULPA SUBJETIVA...";
que, conforme a ello, justificar el acto de Tongoa Guerra, ciertamente no
solo importaría mantener un estado de impunidad ostensible, sino
convalidar un acto reñido con la ley y las costumbres de los pueblos más
remotos de la nación, que respetan la VIDA HUMANA; que, en este sentido,
si bien existe el imperativo legal de respetar las comunidad y etnias de
nuestra nacionalidad, con sus hábitos, costumbres y tradiciones no puede
tal consideración significar la convalidación de un acto de MUERTE, por
hallarse tal acto reñido con la moral, las normas y costumbres de los
pueblos más alejados y menos desarrollados socialmente, al margen de
que tal convalidación significaría también, una velada permisión para su
reiteración; que, conforme a ello, es claro que Tangoa Guerra es
responsable de¡ acto de muerte del agraviado; situación que no
corresponde ser justificada, si se considera además la forma y
circunstancias en que se produce el evento; (de muerte violenta del
agraviado): que, siendo los hechos como se exponen, es decir habiendo
valorado las pruebas de autos, a la luz del instituto penal del "error de
comprensión, culturalmente condicionado" esgrimido a favor del imputado y,
en el entendimiento de que el etnocentrismo que se alude, no debe
desvirtuar la misma, resulta ineludible retribuir al encausado con la
penalidad establecida por lo Ley para su conducta, en la magnitud de su
respectiva CULPABILIDAD; que, estando a tales razonamientos y de
conformidad a los numerales sexto, doce, primera parte, quince, veintitrés,
veinticinco, veintinueve, cuarenticinco, noventidós, noventicinco y ciento
once del Código Penal y, en armonía del artículo sexto del Decreto
Legislativo número ciento veinticuatro doscientos ochenticinco del Código
de Procedimientos Penales, además con el criterio de conciencia que
facultad la Ley y, ADMINISTRANDO JUSTICIA NOMBRE DE LA NACIÓN,
FALLO: Declarando a TITO TANGOA GUERRA, responsable del delito de
HOMICIDIO, en agravio de Espíritu Siquihua Mashacuri, como tal le
IMPONGO: la PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD DE CUATRO AÑOS,
efectiva, que computado desde el dieciséis de marzo de mil novecientos
noventiocho debe vencer veintisiete de Mayo del año mil novecientos
noventiocho, vencerá el veintiséis de Mayo del año Dos Mil Dos y Fijo: en la
suma de Mil Nuevos Soles, el pago que por concepto de Reparación Civil,
debe efectuar el acusado, en favor del pariente más cercano del agraviado
Espíritu Siquihua Mashacuri y, CONSENTIDA y/o EJECUTORIADA quede
la presente resolución, se ARCHIVE DEFINITIVAMENTE lo actuado,
confeccionándose el respectivo Boletín de Condena y comunicándose a la
Autoridad Pertinente, con copia de la presente Sentencia, debiendo en lo
demás procederse conforme a ley; hágase saber.

EJERCICIO.
1º Brevemente represente el esquema silogístico usado por el Fiscal en su
dictamen
2º Brevemente represente los esquemas silogísticos usado por el Juez en
la sentencia
3º Brevemente represente las alternativas que no fueron contempladas por
el Fiscal o el Juez
4º Explique empleando la teoría de los modelos mentales el razonamiento
del Fiscal
5º Explique empleando la teoría de los modelos mentales el razonamiento
del Juez.

REDACCIÓN DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS. TEXTOS ARGUMENTATIVOS:


ESTRUCTURAS Y CARACTERÍSTICAS: LOS TEXTOS ARGUMENTATIVOS.

1.- INTRODUCCIÓN.
Antes de analizar los textos argumentativos tenemos que considerar
algunas nociones básicas acerca de los textos en general. El análisis de los
textos argumentativos está incluido dentro del análisis del discurso. Esta
rama de la lingüística estudia la organización del lenguaje por encima de las
frases y oraciones, es decir, se trata del texto en todo su conjunto o como
un todo.
Por lo tanto, el término texto se refiere a una secuencia del lenguaje que
tiene un sentido coherente en el uso del contexto. Puede ser hablado o
escrito. Quizá se podría decir que en los textos argumentativos estas
características tienen un especial significado, porque la audiencia es
probablemente menos influenciada por el hablante o escritor si su
argumento es difícil de seguir. Por consiguiente una clara ordenación de
información y conectores lógicos así como marcadores tienen una gran
importancia en la producción de un texto argumentativo efectivo.

Nuestro estudio sobre los textos argumentativos va a ser dividido


principalmente en tres partes. Empezaremos por proporcionar una
definición del texto argumentativo y de los diferentes tipos de textos
argumentativos; más tarde haremos un análisis de la estructura de los
textos argumentativos. Finalmente la tercera parte será dedicada a la
característica de los textos argumentativos.

2. DEFINICIÓN Y TIPO DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS


2.1 DEFINICIÓN
Los textos argumentativos han sido definidos con frecuencia como el
proceso de apoyar o discrepar con una afirmación cuya validez es
cuestionable o discutible. Estos textos tienen como meta persuadir o
convencer la audiencia a la cual se dirige acerca del valor de la tesis por la
cual busca una aprobación. Como el propósito de todo texto argumentativo
es ganar o reafirmar la adherencia de una audiencia, se debe tener en
cuenta a esta audiencia. Estos textos pueden estar en forma de discusión,
de una entrevista, un discurso, una carta, un libro de crítica literaria o un
sermón entre otros.

Los textos argumentativos varían dependiendo del tipo de audiencia a la


cual se dirige. Si el texto se dirige a una audiencia no especializada se
podrá destacar unos principios comunes, un sentido común, valores
comunes y unos lugares igualmente comunes. La base del acuerdo será
más general. Por otra parte, si el texto va dirigido a un grupo especializado
tal como un grupo de filósofos o abogados la base de acuerdo será más
específica.

2.2 TIPOS DE TEXTOS ARGUMENTATIVOS


En cuanto al tipo de textos argumentativos, tendremos en cuenta los
siguientes:
Textos subjetivos:
Este tipo de textos debe de tener su enfoque en el deseo del autor, del
hablante o del codificador a la hora de comunicar sus ideas o simplemente
provocar a su audiencia.

Textos objetivos:
Considerando este tipo de textos, podemos señalar que su enfoque es
afirmar soluciones científicas e investigaciones a unos problemas comunes.

Por lo tanto, en un entorno informal, un debate abierto será más subjetivo


que una conferencia científica, debido al los elementos emocionales y
físicos.

Textos de comentario:
Este tipo de texto es un texto argumentativo que debe dar más información
sobre un aspecto específico, o incluso ofrecer un punto de vista diferente.
Estos textos se pueden encontrar en periódicos, discusiones, pie de
páginas, sermones religiosos, etc.

Textos científicos:
Con respecto a este tipo de textos, podemos afirmar que tenderán a ser
más objetivos, ya que su argumento es apoyado por unos hechos o
afirmaciones más veraces. Dentro de este tipo de textos podemos
mencionar las cartas formales, conferencias y bibliografías.

Podemos mencionar también otro tipo de textos argumentativos en donde


pueden ser incluidos más discursos políticos específicos y escritos, cartas a
periódicos, discusiones informales y textos publicitarios.

3. ESTRUCTURA DE LOS TEXTOS ARGUMENTATIVOS.


Un texto que busca persuadir o convencer a la audiencia no está constituido
por una acumulación de argumentos desordenados, por el contrario
requiere una organización de argumentos seleccionados, presentados
dentro de un orden.

Para que un texto sea persuasivo los argumentos deber estar organizados
de forma muy clara. Si estos argumentos no están organizados, perderán
efectividad porque un argumento no es ni fuerte ni débil en un sentido
absoluto ni para cada audiencia.

El alcance en el que el argumento es aceptado puede variar. El tema


considerado en el texto argumentativo debe propiciar algo de interés en la
audiencia. El escritor usa el principio de su texto no para escribir acerca del
tema sino para ganar la simpatía del lector.

El argumento puede modificar las opiniones o la disposición de una


audiencia. Por lo tanto un argumento que es débil porque no se adapta bien
a la audiencia puede llegar a ser fuerte y efectivo cuando se ha modificado
a la audiencia debido a un argumento previo.

Similarmente, un argumento que es inefectivo porque la audiencia no lo


entiende puede llegar a ser relevante una vez que la audiencia esté mejor
informada.

Por lo tanto, la efectividad de los textos argumentativos puede determinar el


orden en el cual los argumentos deberían ser presentados. La forma está
así supeditada al contenido, a la acción de la mente, al esfuerzo para
persuadir o convencer.

Teniendo en cuenta la descripción clásica de la estructura de los textos


argumentativos, éstos pueden ser divididos en las diferentes secciones que
se señalan a continuación:

1. Introducción
2. Explicación del caso a tratar
3. Esquema del argumento
4. Prueba
5. Refutación
6. Conclusión.

Sin embargo, podemos encontrar otras variantes diferentes de las


propuestas en la descripción clásica de la estructura de los textos
argumentativos; principalmente podemos señalar las de Maccoun y las de
Van Dijk. Sin embargo, antes de explicar las estructuras presentadas por
estos dos autores vamos a considerar otros tipos de estructura de acuerdo
a otros autores.
Según otros autores podemos encontrar dos tipos de estructuras
argumentativas:

Por una parte, está la estructura deductiva, en la que el codificador se


mueve del contexto hacia el texto. La tesis se relata en una proposición
general que a su vez está relacionada con una proposición particular que
sirve como ilustración o prueba. La conclusión es una síntesis de las dos
proposiciones.
Por otra parte, está la estructura inductiva, que es la opuesta de la
deductiva. En esta estructura, la introducción es similar, utilizando una tesis
o antítesis. En este caso, el codificador se mueve hacia unos hechos
particulares dentro del mismo texto, y finalmente, utiliza éstos para llegar a
una conclusión que tiene una generalización o abstracción como base.

Después de esto, vamos a explicar la estructura de los textos


argumentativos de acuerdo a Maccoun. Maccoun encontró diferentes
patrones para organizar los textos argumentativos. Estos son los siguientes:

1. El patrón zig-zag, es decir, si el autor es el que propone una


posición de un patrón estará a favor, en contra, a favor, en contra, a
favor. Pero si el escritor es un oponente, la estructura será en contra,
a favor, en contra, a favor, en contra.
2. Consiste en el problema y la refutación de los argumentos de
oposición seguidos de una solución. La solución sugiere la posición
del autor. Como el modelo del zig-zag, éste requiere una refutación
del argumento de la oposición. El escritor debe mostrar que las
soluciones alternativas son inaceptables.
3. El tercer modelo es el argumento de un lado, en donde el punto de
vista es presentado y por otra parte no se da una refutación.
4. El cuarto modelo es un acercamiento ecléptico, donde el escritor
debe rehusar algunos puntos de vista, aceptar otros o incluso
combinar todos ellos.
5. Este modelo contiene un argumento de la oposición, seguido por
un argumento del escritor.
6. El sexto modelo es el patrón de "otra postura cuestionada". Este
modelo incluye las preguntas pero no una refutación directa del
argumento de oposición.
7. El séptimo y último modelo muestra dos puntos de vista
expresados y mientras uno es favorecido, ambos están dentro del
mismo punto de vista general, teniendo en cuenta el argumento.
De acuerdo con Maccoun, en vez de seguir los elementos del argumento, el
lector debe identificar:

a) el tipo de modelo
b) localizar la suposición del escritor
c) localizar el argumento de la oposición
d) anotar refutaciones directas
e) reconocer indicadores
f) leer el tono de sarcasmo o seriedad del escritor.
A parte del punto de vista de Maccoun podemos también considerar los
textos argumentativos de acuerdo con Teum van Dijk. En su libro titulado
"La Ciencia del Texto", él estableció un término de "superestructura"
definida como una estructura global que caracterizaba el tipo de texto. Por
lo tanto, una estructura argumentativa es una super-estructura sin tener en
cuenta el contenido del argumento. En otras palabras, una super-estructura
es el tipo de forma de un texto cuyo tema es el contenido del texto.
Aunque no hay una teoría general acerca de las super-estructuras podemos
señalar que una teoría sobre super-estructuras particulares no existe,
principalmente acerca de la narración y argumentación.

Considerando los textos argumentativos, la estructura es bastante


conocida. Trata de unas hipótesis y una conclusión. Este modelo puede ser
encontrado en un lenguaje formal e informal de los textos argumentativos.

Vamos a utilizar los siguientes ejemplos para clarificar la estructura


argumentativa:

1. "yo estoy enfermo. Por lo tanto no puedo salir"


2. "Pedro ha sacado unas notas muy bajas. Por consiguiente él ha
suspendido el examen".

La palabra por lo tanto / por consiguiente son palabras pragmáticas más


que semánticas, porque se refieren a la acción deducida de un resultado.

De esta manera, el objetivo de un texto argumentativo es persuadir al que


escucha acerca de la verdad de una aserción referida a los hechos que la
apoyan. La estructura general del texto argumentativo de acuerdo a Van
Dijk puede ser representado de la siguiente forma:

ARGUMENTACION

Estos términos son provisionales y probablemente pueden ser sustituidos


por otros términos principalmente dependiendo del tipo de texto
argumentativo.

4. CARACTERÍSTICAS DE LOS TEXTOS ARGUMENTATIVOS.


Esta sección examinará las características estilísticas, estructurales y
léxicas de este tipo de textos. Sin embargo se debe tener en cuenta que las
características de un texto dependen sobre todo de la subjetividad u
objetividad del acercamiento del codificador en el modo de la presentación
más que en el tipo de texto por sí mismo.
4.1 LAS CARACTERÍSTICAS ESTILÍSTICAS
En el tipo subjetivo de texto argumentativo, el codificador generalmente
elige las formas de la primera o segunda persona del singular ya que el
propósito principal es convencer a la audiencia. Pero en el tipo objetivo
encontramos el pronombre personal "nosotros", utilizado para incluir a
receptor o al decodificador. Esto se encuentra fundamentalmente en las
editoriales de los periódicos.

En el tipo científico la forma de la tercera persona del singular predominará


con muchos verbos pasivos. En algunos textos formales debe haber frases
tales como "nos hemos dado cuenta", "como podemos ver ahora" y así
sucesivamente.

A parte de esta elección formal/informal existen otras posibilidades en el


texto argumentativo. Una vez que el estilo es seleccionado, ayuda a
determinar las elecciones del texto estructural y léxico.

Por otra parte, podemos encontrar un estilo neutro que puede ser usado
para evitar un significado connotacional, siendo unido al argumento y al
estilo de narrativa formal que se usa para mostrar respeto por la audiencia.

En cuanto al estilo irónico, se utiliza para comunicar la falta de respeto del


codificador por el fenómeno que estamos tratando, al tiempo que se intenta
persuadir a la audiencia a que tenga su propio punto de vista. Esto se
consigue por medio del ridículo y la ironía. También se puede encontrar un
estilo vocativo que se utiliza para provocar unas respuestas emocionales en
el receptor.

El estilo persuasivo se utiliza para influenciar al destinatario a que acepte el


punto de vista del codificador.

El estilo técnico se dirige a una audiencia que comparte junto con el


codificador un conocimiento exacto del tema tratado (por ejemplo una
revista médica).

El estilo ilustrativo se utiliza cuando la audiencia no comparte el


conocimiento especializado del codificador e intenta convencer a la
audiencia por medio de ejemplos ilustrativos.

4.2 LAS CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES


En los textos argumentativos debemos encontrar un predominio de los
verbos modales de posibilidad, así como la forma de los condicionales. Sin
embargo, si nos referimos a un argumento personal la primera persona del
singular aparecerá de forma más frecuente. Si el argumento es detallado,
las oraciones y las frases serán consecuentemente más largas y complejas.

En un texto objetivo o científico es más común encontrar la tercera persona


impersonal utilizada en la voz pasiva junto con el tiempo del presente
simple.

4.3 CARACTERÍSTICAS LÉXICAS


Podemos señalar que los aspectos léxicos específicos conectados a los
textos argumentativos no existen como tales. Sin embargo, unos puntos
generales deben ser tenidos en cuenta. Por ejemplo:

La grafología es utilizada para clarificar o enfatizar los puntos de los textos


argumentativos utilizando títulos, subrayados, letras mayúsculas, letras
cursivas y comillas.

La complejidad léxica depende del tipo de texto que se trate. Cuanto más
subjetivo e informal sea el texto más simple será el vocabulario y los verbos
utilizados. Por otra parte, cuanto más objetivo y formal sea el texto se
encontrará una terminología más especialista y un vocabulario menos
emotivo.

5. CONCLUSIÓN GENERAL.
Como conclusión podemos afirmar que un texto argumentativo es un texto
en el que se examina, critica o discute un problema. De esta manera, su
contenido debe o no debe ser teórico. Puede tener varias formas, como por
ejemplo un discurso, una carta, un libro de crítica literaria o un sermón,
entre otros.

Como hemos visto en la estructura del texto argumentativo, éste es


bastante variable ya que depende del tipo de textos que estamos tratando,
así como de los muchos factores que están relacionados con el contexto de
la argumentación.

Hemos visto también las características estilísticas, estructurales y léxicas


de este tipo de textos que depende sobre todo de la subjetividad u
objetividad del acercamiento del codificador, así como del modo de
presentación.
Por lo tanto ambas características y la estructura de este texto dan como
resultado los diferentes tipos de texto argumentativo.

7. REGLAS DE LA LECTURA CRÍTICA


La lectura crítica es una forma de análisis del idioma que no considera un texto
en forma nominal, sino que implica un examen más profundo de las
afirmaciones presentadas así como sus puntos de apoyo y posibles
contraargumentos. La capacidad de reinterpretar y reconstruir para mejorar la
claridad y legibilidad son también componente de la lectura crítica. La
identificación de posibles defectos y ambigüedades en el razonamiento del
autor, además de la capacidad de dirigirse en forma comprensible, es esencial
a este proceso. La lectura crítica, al igual que la escritura académica, requiere
la conexión de los puntos probatorios a sus argumentos correspondientes.

"...una historia tiene tantas versiones como lectores. Todo el mundo toma lo
que quiere o puede de ella y lo cambia a su medida. Algunos eligen algunas
partes y rechazan el resto, algunos estiran la historia a través de su malla de
prejuicio, algunos pintan con ella su propia delicia."

John Steinbeck, El Invierno de Nuestro Disgusto (1961)

No hay relaciones simples entre estos niveles. Como el círculo hermenéutico


demuestra, el entendimiento de simples palabras depende del entendimiento
del texto en forma completa (así como la cultura en qué el texto está
producido) y viceversa: no se puede entender un texto si no se entienden las
palabras en el texto. La lectura crítica de un texto dado implica un examen
crítico de los conceptos utilizados así como la solvencia de los argumentos y el
valor y pertinencia de las suposiciones y las tradiciones en qué el texto está
dado. "Leer entre líneas" es la capacidad de descubrir mensajes implícitos y
sesgos.

DEFINICIÓN DE LECTURA CRÍTICA

Lo primero que hay que hacer para entender el significado del término lectura
crítica, es descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma:

• Lectura, en primer lugar, se trata de un vocablo que emana del latín, más
exactamente del verbo “legere”, que puede traducirse como “leer”.

• Crítica, en segundo lugar, es una palabra de orígenes griegos. Así lo


demuestra el hecho de que procede del verbo “krienin”, que es sinónimo de
“decidir o separar”.
Lectura crítica

El proceso de aprehensión de información que está almacenada en un soporte


y que es transmitida a través de ciertos códigos recibe el nombre de lectura.
Dicho código puede ser visual, auditivo o táctil.

Lo que habitualmente entendemos por leer es un proceso que implica varios


pasos, como la visualización (la mirada sobre las palabras), la fonación (la
articulación oral, ya sea conciente o inconsciente), la audición (la información
que pasa al oído) y la cerebración (se concreta la comprensión).

La crítica, por su parte, es un juicio o examen que se realiza sobre algo. Las
personas que se especializan en realizar juicios sobre obras de arte,
espectáculos y libros reciben el nombre de críticos.

El concepto de lectura crítica hace referencia a la técnica o el proceso que


permite descubrir las ideas y la información que subyacen dentro de un texto
escrito. Esto requiere de una lectura analítica, reflexiva y activa.

La lectura crítica se considera que es una acción que requiere un


correspondiente aprendizaje y que merece la pena dominar. ¿Por qué? Porque
gracias a aquella se puede conseguir beneficiarse de las siguientes ventajas,
entre otras muchas más:

• Se convertirá en una herramienta estupenda para hacer resúmenes de


textos así como para acometer la creación de guías o sumarios.

• Es una buena manera de poder tomar decisiones y establecer unas ideas


que tienen unas bases sólidas.

La lectura crítica, por lo tanto, es el paso previo al desarrollo de un


pensamiento crítico. Sólo al comprender un texto en su totalidad,
desentramando el mensaje implícito del contenido más allá de lo literal, es
posible evaluar sus aseveraciones y formarse un juicio con fundamento.

El único texto que puede criticarse es aquel que se ha entendido. Por eso la
lectura crítica está asociada a una comprensión cabal de la información.
Cuando se logra dicho grado de comprensión, el lector puede aceptar o
rechazar la idea del autor con responsabilidad sobre su decisión. Para
fomentar el pensamiento crítico, pues, primero deben brindarse las
competencias necesarias en lectura crítica.
Tal es el valor que posee la citada lectura crítica que, en muchos rincones del
mundo, se desarrollan cursos sobre ella, con el claro propósito de que los
alumnos aprendan a analizar en profundidad cualquier texto, a valorarlo en
base a los recursos verbales existentes y a establecer relaciones de aquel con
otros documentos.

Por todo ello, lo habitual es que esas propuestas formativas se centren en


desarrollar aspectos tales como la diferencia entre crítica periodística y crítica
académica, el estilo narrativo, la integración de los elementos que dan forma a
un texto, la ambientación, los personajes o el punto de vista.

Si bien la lectura crítica tiene diversas reglas, hemos tomado cuatro que
consideramos esenciales y les hemos dado ciertas indicaciones para poder
aplicarlas adecuadamente al derecho:
El lector debe reflexionar y mostrar en el texto el resultado de la evaluación
siguiente:
Todo texto argumentativo sea escrito u oral adolecerá de estos defectos, pues
el autor debe de culminar su investigación y la exposición de resultados
sacrificando temas importantes.
1. Mostrar donde está desinformado el autor
2. Mostrar donde está mal informado el autor
3. Mostrar donde el autor es ilógico
4. Mostrar donde el análisis del autor es incompleto
El lector activo no deberá tener temor de marcar en el texto las deficiencias
que vaya encontrando, es por ello recomendable usar lápices de distinto color
para cada defecto.

I.- DESINFORMACIÓN
Para mostrar donde esta desinformado el autor recomendamos fijarse en
estos detalles:
• Si no utiliza ejemplos reales: No presentar ejemplos o sólo utilizar
ejemplos imaginarios puede ser una señal de que el autor no tiene
suficiente experiencia o desconoce las limitaciones que la práctica puede
imponer a las teorías, principios o reglas. También puede ser señal de que
no está interesado en compartir el conocimiento que ha adquirido. En
materia judicial su expresión más grave es no usar precedentes judiciales
que confirmen la tesis que se adopta en el caso.
• Si el autor no cita fuentes autorizadas. La revisión de la bibliografía nos
puede dar una advertencia de la calidad de información que nos brinda el
autor. Simplemente si existen investigaciones que no sean mencionadas es
porque se ignoran y lo mismo ocurre si es que no se opina sobre ellas en el
texto. Existen libros que se publican en el 2005 y la bibliografía es de hace
10 años, ese texto ya se vuelve poco fiable.
• Si no presenta información cuantitativa donde debe hacerlo. Es común
usar afirmaciones de este tipo: “han aumentado las demandas de amparo
contra sentencias”, pero no se indica el numero (por ejemplo, entre los
meses de febrero y marzo del año 2003 de un número de x demandas
alcanzó la cifra de….). en muchos proyectos de ley el análisis costo-
beneficio se limita a afirmar “con este proyecto se gastara poquito” o “no
mucho”. Lo cual es incorrecto, pues debe expresarse en términos
cuantitativos. (se gastara 100 y se ahorrará 1000).
• Pregunte sobre la base o datos que respaldan las afirmaciones del autor:
¿qué sabe acerca de lo que está tratando? ¿es sólo teórico o muestra
experiencia? ¿es justo con otras opiniones? ¿Pudo ser más exhaustivo
para recopilar información?
¿las pruebas que ofrece para apoyar sus opiniones son suficientes?,
¿plantea claramente el problema o tesis que trata de sostener?

II.- MAL INFORMADO


Para mostrar donde está mal informado el autor necesariamente debemos
de comparar lo afirmado en el texto con otras fuentes de información.
• Si el autor se apoya en fuentes desactualizadas o insuficientes. si el autor
no tiene un conocimiento directo de los hechos o utiliza fuentes directas
(que presenciaron los hechos) o indirectas (que no presenciaron los
hechos).
• Si el autor no justifica porque emplea cierta autoridad. Por ejemplo “según
Demolombre……. Según Roxin………. Según el perito………….., según el
parte policial……
• Si el autor no comprara sus afirmaciones con otras fuentes discrepantes
• Pregunte sobre la labor que muestra el autor: ¿se ha conformado con
poco?

III.- ILÓGICO
Para mostrar donde es ilógico se debe comprobar:
• Si el autor no hace lo que promete. Por ejemplo un autor muy famoso
afirmaba en el prólogo de su libro que los jueces y abogados deben tener
conocimientos sociológicos y multidisciplinares, etc. y a lo largo de su libro
no utiliza ninguna información sociológica o multidisciplinar. O alguien
proponen un debate sostiene una posición y al final afirma que todos tienen
la razón.
• Si el autor hace un mal uso de marcadores. Los marcadores son palabras
que ayudan a entrelazar párrafos en los textos y a darles sentido.
Se es ilógico cuando por ejemplo, se usa un marcador para introducir un
tema nuevo, y solo se repite lo afirmado anteriormente; o cuando se utiliza
un marcador para presentar un resumen y no se resume; o un marcador
para detallar o dar ejemplos y no se brindan ejemplos, etc.
Argumentación Jurídica
• Si el autor es incapaz de expresar con claridad y brevedad sus ideas: Una
redacción enredada, circular, incoherente solo muestra que el autor o tiene
poca información y trata de ocultarlo o tiene mucha y no sabe manejarla, lo
que también es negativo.
También ocurre cuando el autor no divide los párrafos y secciones,
impidiendo que elector pueda hacerse una idea general del texto antes de
pasar a la lectura detallada.

IV. INCOMPLETO.
Usted debe descubrir donde el autor no pudo investigar más, de ese modo
conseguirá, si le interesa, el paso siguiente para poder aportar y completar
lo que ha quedado sin tratamiento. Podemos preguntarnos lo siguiente: ¿La
conclusión presupone información que no ha sido examinada?, ¿son fiables
sus puntos de vista por las pruebas aportadas?, ¿hizo todo lo necesario
para conocer el objeto o materia que trata?
También el autor es incompleto cuando es capaz de conjeturar contra sus
afirmaciones o examinar alternativas o si no ha sido justo con otros puntos
de vista.
0……00000000
8. Argumentación Jurídica

9. REGLAS Y FORMAS DE LA JUSTIFICACIÓN EXTERNA.

(1) REGLAS Y FORMAS DE INTERPRETACIÓN.


Los cánones de la interpretación han sido objeto de muchas discusiones sobre su
formulación precisa, su jerarquía y su valor, que aquí vamos a obviar. Nos
fijaremos en su estructura lógica:
(1) Norma R
(2) Regla del uso de las palabras W
(3) Norma concreta R’
La función más importante de los cánones de interpretación consiste en la
fundamentación de tales interpretaciones y también pueden fundamentar normas
no positivas.
1. ARGUMENTOS INTERPRETATIVOS:
Los argumentos interpretativos aclaran la función de las formas de argumentación
en el discursos jurídico. Veamos algunas formas concretas de argumentos:

1.1. SEMÁNTICO
Cuando se justifica o se afirma como posible, con referencia al uso del lenguaje,
una interpretación. Los argumentos semánticos pueden usarse para justificar,
criticar o mostrar que una interpretación es admisible, al menos semánticamente y
lo pueden hacer del siguiente modo:
(J.3.1) R’ debe aceptarse como interpretación de R, sobre la base de W
(J.3.2) R’ no puede aceptarse como interpretación de R, sobre la base de
W
(J.3.3.) Es posible aceptar R’ como interpretación de R, y es posible no
aceptar R’ como interpretación de R, pues no rigen ni W, ni W1
El uso de argumentos de esta forma implica la afirmación de la validez o de la no
validez de W y W1

1.2. GENÉTICO
Cuando se justifica una interpretación R’ de R, porque la misma corresponde con
la voluntad del legislador. Este argumento tiene dos formas fundamentales:
La primera consiste en afirmar que R’ era el objeto directo de la voluntad
del legislador.
La segunda cuando se afirma que el legislador persiguió R con los fines Z,
Z1...y la validez de R en la interpretación R’ es necesaria para la realización
de Z.
(1) R es querido por el legislador
(2) Con R el legislador pretende alcanzar Z
Pero una premisa no se sigue de la otra, es necesaria una premisa adicional o
regla de inferencia que establezca: El que el legislador desee que R se interprete
mediante W es una razón para la validez de R’.
U otras reglas de inferencia o premisas adicionales (presupuestas)
(a) El que el legislador persiga R con el fin Z es una razón para que en la
aplicación de R sea obligatorio perseguir Z.
(b) Si es obligatorio perseguir Z, entonces también es obligatorio cualquier
medio necesario para la realización de Z.
Por lo tanto, la voluntad del legislador es sólo una razón para una interpretación.
Esto abre la posibilidad de razones en contra
El esquema argumentativo sería así:
(1) Es obligatorio lograr el estado de cosas Z
(2) Si no se da M, entonces no se logra tampoco Z (es decir, M es una
condición para Z)
(3) Es obligatorio que se dé M
Las formas de la interpretación semántica incluyen enunciados sobre la validez de
las reglas semánticas; las de la interpretación genética enunciados sobre la
voluntad del legislador. Estos enunciados no suelen ser explícitos. Se afirma
sencillamente que una determinada interpretación expresa el tenor de la norma, la
voluntad del legislador o el fin de la norma.
Sin embargo, el expediente de la voluntad del legislador en definitiva remite a
hechos, y de lo que se trata de establecer son hechos

1.3. HISTÓRICO
Cuando se aducen hechos que se refieren a la historia del problema jurídico
discutido, en cuanto a razones a favor y en contra de una interpretación.
El argumento sería así:
(1) Ya una vez se dio una determinada solución al problema que se discute
(2) Esta solución condujo a la consecuencia F
(3) F es indeseable
(4) Las situaciones no son entre sí tan distintas como para que F no ocurra
hoy
(5) Por tanto, la solución en cuestión no es aceptable
Este argumento presupone conocimiento histórico, sociológico, económico y
además incluye en (3) una premisa normativa que tiene que fundamentarse.

1.4. COMPARATIVO
En este tipo de argumentos se toma como referencia en lugar de un estado de
cosas jurídico anterior, un estado de cosas jurídico de otro sistema o sociedad. La
forma del argumento es igual a la anterior sólo que introduce una premisa que
establece el término de comparación. Contiene también argumentos de muchos
tipos y, entre ellos, uno normativo.
1.5. SISTEMÁTICO
Con esta expresión se comprende tanto la referencia a la situación de una norma
en el texto legal (concepto sistema externo de Larenz) como la referencia a la
relación lógica o teleológica de una norma con otras normas, fines y principios.
Aquí sólo se trata de esto último.
En sentido estricto sólo son sistemáticos los que se refieren a las relaciones
lógicas entre normas. La forma más importante de una argumento sistemático es
la indicación de una contradicción normativa.
Si la interpretación R1, por medio de W, R’, contradice a la norma R2, que debe
reconocerse como válida, entonces tiene que abandonarse R1.

1.6. TELEOLÓGICO
No podemos adentrarnos en los conceptos de medio y fin y en los vinculados a
ellos tales como voluntad, intención, necesidad práctica y fin. Los argumentos
teleológico-objetivos no se refieren a fines de personas, sino a fines racionales o
prescritos en un sistema jurídico vigente. El fin está caracterizado normativamente
como un estado de cosas o un suceso prescrito. Veamos la estructura de la
argumentación teleológica:
(a) Estado de cosas prescrito OZ
(b) La interpretación R’ es necesaria para alcanzar o es un medio para Z
(c) Luego, interpretación R’
Como vemos (1) OZ es un enunciado normativo y (2) un enunciado empírico. Para
fundamentar la verdad de 2 necesitamos pruebas empíricas. Luego el argumento
teleológico remite a argumentaciones empíricas. La fundamentación de (1)
corresponde a la validez de la norma que la contiene.
Puede ocurrir que una norma o un grupo de normas no contengan un fin, sino que
establecen varios que o bien se excluyen entre sí o se pueden realizar limitándose
mutuamente. Aquí se debe mostrar como obligatoria una determinada
combinación de fines. Lo que presupone acudir a las reglas de preferencia.

2. FUNCIÓN DE LOS ARGUMENTOS INTERPRETATIVOS EN EL CONTEXTO JURÍDICO.


Hemos considerado a los cánones de interpretación como formas de argumentos
a favor o en contra de una determinada interpretación I, de una norma R a través
de una regla de uso de las palabras (W).
Con excepción de la interpretación semántica, las demás formas de argumentos
pueden ser utilizadas en otros contextos, como por ejemplo, los conflictos de
normas, la restricción del campo de aplicación de las normas, la fundamentación
de normas que no pueden deducirse de la ley.
Los argumentos interpretativos deben ser usados como razonamientos lógicos
cuando satisfacen el REQUISITO DE SATURACIÓN. Este consiste en la exigencia
de que un argumento de una determinada forma sólo es completo si contiene
todas las premisas pertenecientes a esa forma.
De ahí la siguiente regla de la argumentación:
(J.6) Debe resultar saturada toda forma de argumento que haya de contar entre
los cánones de la interpretación.
La teoría del discurso no puede proporcionar un catálogo objetivo y priorizado de
criterios de interpretación. Sólo nos indica reglas y formas cuyo cumplimiento o
utilización hace que aumente el grado de probabilidad de que en una discusión se
llegue a una conclusión correcta, es decir, racional.
Pero sólo sobre la base de esas reglas y formas no puede decirse cuál deba ser el
resultado.
Aunque se puede sostener que para asegurar la vinculación del discurso con el
derecho hay que exigir que los argumentos que expresan mayor vinculación
tengan también un mayor peso prima facie.
(J.7) Los argumentos que expresan una vinculación al tenor literal de la ley o a la
voluntad del legislador histórico prevalecen sobre otros argumentos, a no ser que
puedan aducirse motivos racionales que concedan prioridad a los otros
argumentos
Esta regla deja abierta la cuestión de cuando existen motivos racionales para
asignar un menor peso a los argumentos que expresan una vinculación.
(J.8) La determinación del peso de los argumentos de distintas formas debe tener
lugar según reglas de ponderación.
Estas reglas sólo pueden desarrollarse por referencia a determinados contextos de
interpretación y determinados sectores del Derecho.
(J.9) Hay que tomar en consideración todos los argumentos que sea posible
proponer y que puedan incluirse por su forma entre los cánones de interpretación.
(2) FORMAS ESPECIALES DE ARGUMENTOS JURÍDICOS O ESQUEMAS
ARGUMENTATIVOS ESPECIALES
Bajo esta denominación se alude a algunas formas de argumentación usadas
especialmente en la metodología jurídica y que pueden expresarse como
inferencias lógicamente válidas. Ello no significa, como enseguida se verá, que las
reglas de la lógica agoten toda la argumentación que se lleva a cabo con ellos. De
hecho, cada uno de estos argumentos se basa en una cierta interpretación de las
disposiciones que requiere argumentos interpretativos adicionales. Los esquemas
argumentativos especiales son básicamente cuatro: el argumento a contrario, el
argumento a pari o a simili o analógico, el argumento a fortiori y el argumento
apagógico o de reducción ad absurdum (R. Guastini 1992, M. Gascón 2003).

2.1. ARGUMENTO ANALÓGICO


El razonamiento analógico puede considerarse un método de descubrimiento o de
formulación de premisas que utiliza la deducción y la observación para intuir la
concomitancia de elementos relevantes para explicar y solucionar determinados
fenómenos problemáticos que se presentan. (M. Salguero 2003)
La analogía consiste en una comparación de casos hecha desde un punto de
comparación o tertium comparationis. En ella hay momentos inductivos y abductivos,
puesto que se compara lo más conocido (por ejemplo, la peligrosidad de una arma como
una pistola o un cañón) con lo menos conocido o lo que nos cuestionamos (la peligrosidad
del ácido clorhídrico) atribuyendo a este último la característica incuestionable que tiene el
primero.
La tesis de la relativa indeterminación del Derecho, esto es la constatación de la
existencia de vaguedad, indeterminación, conceptos borrosos y difusos, no significa que
hayan de ser interpretados como ignorancia o carencia o defecto de nuestro conocimiento
de la realidad, sino que han de considerarse como características intrínsecas del lenguaje
natural y del modo de conocer propio del conocimiento de los seres humanos.
En la analogía se produce una mezcla de lógica (comparación de lo que es común) y de
teleología (valoración desde el punto de vista del fin de la norma). El razonamiento
analógico es siempre un juicio problemático plausible en el que la conclusión no se deriva
necesariamente de las premisas. Tanto si la analogía es la búsqueda de la norma
aplicable al caso, cuando existen varias normas que se comparan con una determinada
situación fáctica y se elige una de ellas, o como un argumento que produce una nueva
norma cuando estamos ante un caso de laguna, esto es no existe regulación específica
para el caso. Recordemos que la apreciación de si existe laguna es una cuestión
interpretativa y que el mero silencio de una norma en el sentido de falta de mención
expresa de un supuesto no da lugar a laguna (sólo la falta de regulación).
El razonamiento analógico, por su parte, se desenvuelve en el ámbito de los problemas
de relevancia, esto es de determinación de la norma aplicable al caso y no es de
naturaleza lógico-formal, sino que se trata de un juicio evaluativo, de una valoración de la
justificación de la norma considerada análoga y de sus fines o objetivos. De ahí que la
conclusión no sea cierta, sino sólo verosímil y/o probable. La estructura de este discurso
argumentativo se parece más a una red que a un encadenamiento rígidamente deductivo.
(1) Si p entonces q
(2) No p, pero semejante a p
(3) Luego q

Analogía legis y analogía iuris


La analogía legis es la analogía de la ley y consiste en la transposición de la solución que
una norma dada ofrece para un caso a un supuesto de hecho no regulado en aquella pero
del que podemos argumentar su identidad o semejanza.
La analogía iuris, acude a los principios implícitos para colmar la falta de regulación y
procede de lo particular a lo general, a través de un razonamiento inductivo, de un cierto
número de normas formulando el principio general implícito o tácito informador de todas
ellas y, en un segundo momento se construye el razonamiento analógico. El caso en
cuestión no encuentra solución exacta en ninguna de estas normas, pero queda
subsumido en el principio general extraído.
Ejemplo 1: Inferencia inductiva del principio general a partir de un número determinado de
normas Principio “el deudor ha de indemnizar al acreedor el daño causado por no cumplir
una obligación”. El retraso en el pago de un crédito queda subsumido en este principio
que se aplica a una determinada infracción de créditos no prevista en la legislación.
Ejemplo 2: Principio del enriquecimiento injusto. Este principio se obtiene por inducción de
un conjunto normativo amplio que tiene una unidad de sentido: El legislador no desea que
quién recibe una cosa sin razón jurídica suficiente se enriquezca con ella y tampoco
quiere que la pierda quien la entregó sin esa razón. El principio de enriquecimiento injusto
no queda expresado en ningún precepto exactamente pero podemos inducirlo de todos
ellos pues el criterio de justificación de diversas normas es que “nadie debe enriquecerse
sin causa a costa de otro”
Ejemplo 3: Queremos saber si el socio gestor de una sociedad tiene o no derecho, al
liquidarse ésta, a retener determinados bienes en tanto no se le reembolsen los gastos
que él realizó de su peculio personal. No existe norma predispuesta que regule este
supuesto, pero existen diversas normas que atribuyen un derecho de retención al
poseedor de buena fe, al depositario y a otras figuras. De todas estas disposiciones
puede extraerse un principio que prescriba:
“Cuando como consecuencia de una determinada relación jurídica anterior se han
realizado gastos en cosa ajena y existe la obligación de restituir la cosa, puede
suspenderse esta restitución hasta que los gasto sean abonados”.
Ejemplo 4: Existe laguna en el supuesto de un poseedor de mala fe que ha realizado
gastos útiles. El Código civil tiene en cuenta la buena o mala fe y los distintos tipos de
gastos posibles: necesarios, útiles o suntuarios. De acuerdo con todo ello regula cinco
supuestos, pero no predispone nada para el poseedor de mala fe que realiza gastos
útiles. A partir de los distintos preceptos que regulan estos supuestos y por inducción hay
que extraer un principio implícito o subyacente que satisfaga los principios de coherencia
y consistencia. Pueden formularse dos criterios:
(a) En el caso de gastos útiles y habiendo mala fe el poseedor tiene derecho al
abono del valor que tenga en el momento del traspaso.
(b) Tiene derecho al abono de los gastos o al abono del aumento del valor que
haya adquirido la cosa principal por las mejoras útiles, pero no tiene derecho de
retención.

2.2. ARGUMENTO A FORTIORI


Es aquel procedimiento argumentativo por el que si una norma predica una
solución normativa para un supuesto existen razones para justificar que también
se de esa solución normativa a otro supuesto “con mayor razón”. El criterio en este
caso no es la semejanza o identidad , sino el merecimiento.
El argumento a fortiori tiene dos ámbitos de aplicación: el primero se denomina a
maiore ad minus y el segundo a minore ad maius.
(A).El argumento a maiore ad minus se aplica a calificaciones ventajosas, a leyes
permisivas, a facultades. Significa que el que tiene derecho a lo más (por ejemplo
a disponer de sus bienes) tiene derecho a lo menos (por ejemplo constituir sobre
ellos una hipoteca), también que el que puede lo más puede lo menos.
Razonamiento: si el texto legal L1, se aplica al caso A, entonces con tanta o mayor
razón L1 debe aplicarse al caso B, siendo B menos que A”
Si todos los X pueden hacer A y todo B es A, entonces todos los X pueden hacer
B.
Ejemplo: Si por razón del secreto profesional (art. 24.2 CE) a un abogado se le
permite no declarar ante un tribunal de justicia sobre actos presuntamente
delictivos de su cliente, con mayor razón o a fortiori se le permitirá no declarar ante
las autoridades administrativas o gubernamentales.
Si un banco está autorizado a prestar dinero al 15%, con mayor razón o a fortiori lo
estará para prestarlo al 8%. (B).El argumento a minore ad maius se aplica a
prohibiciones o calificaciones desventajosas. Significa que si se prohíbe lo menos,
por ejemplos fumar en lugares públicos cerrados, se prohíbe lo más, por ejemplo
esnifar cocaína.
Este razonamiento va de lo menor a lo mayor.
Formulación: “Si el acto A está prohibido, entonces el acto B está también
prohibido, si A es un mal menor que B” (Aarnio)
“Si ningún X debe hacer A y todo B es A, entonces ningún X debe hacer B”
(Kalinowski).
Los que toman parte en un complot quedan exentos de responsabilidad, si por una
acción determinada impiden la consumación del hecho proyectado. Estorbar la
ejecución del hecho dando aviso a las autoridades es un caso especial que pude
quedar incluido en la idea amplia de impedir un delito. (Klug)

2.3. ARGUMENTO A CONTRARIO


(1) El argumento a contrario no opera en caso de laguna. (J.A.García Amado,
2001). Suele afirmarse erróneamente que este argumento juega respecto a
aquello sobre lo que la ley guarda silencio.
-Primero hemos de distinguir entre el silencio como falta de mención expresa y el
silencio como falta de regulación, es decir como laguna. Pues no toda falta de
mención expresa de un supuesto significa que el mismo carezca de regulación
preestablecida.
Por otra parte cuando efectivamente no contamos con regulación respecto de un
caso y queda determinada la laguna, es cuando no opera en ningún caso el
argumento a contrario.
Hay laguna cuando un caso no es subsumible bajo alguno de los significados
posibles de la norma, una vez interpretadas con respecto a las reglas semánticas y
sintácticas y vistas en su contexto regulativo las que, en principio, pudiera
pensarse que pueden afectar al caso.
- En el supuesto de que nos encontremos ante un caso de silencio como falta de
mención, no de regulación hemos de tener en cuenta lo siguiente. El argumento a
contrario parte de la tesis de que las expresiones legales significan exactamente lo
que significan y en ningún caso pueden significar otra cosa.
Ejemplo: Norma: en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges, sólo la viuda
tendrá derecho a pensión de viudedad. Este enunciado significa “sólo si se es
viuda se tiene derecho a pensión de viudedad”
¿Y el viudo? El viudo no tiene derecho a pensión de viudedad, según la norma.
Aquí no hay laguna.
2) Para que proceda el argumento a contrario, primero hemos de hacer frente a
problemas de orden interpretativo. Es decir, lo que hace el argumento a contrario
es mostrar el carácter lógicamente incorrecto de la aplicación analógica una vez
que la norma ha sido interpretada en términos de sí y sólo si.
(a) que la mención de un caso asociándolo a una consecuencia supone
que se le debe aplicar esa consecuencia o
(b) que la no mención de un caso no significa falta de regulación de un
caso.
Cuando el silencio legal respecto a un caso significa laguna, el argumento a
contrario no aporta nada al colmado de esa laguna, ni se opone por sí a la
analogía.
3) El argumento a contrario sólo es válido como sustento de una solución cuando
toma pie en una norma cuya estructura es la del bicondicional. Para que funcione
el argumento a contrario necesitamos una norma expresada en bicondicional del
siguiente tenor ”Única y exclusivamente poseerán el derecho D los sujetos que se
encuentren en las situaciones a o b o c” o lo que es lo mismo “únicamente los X y
nada más que los X tendrán derecho a D”. La vinculación estricta del argumento a
contrario respecto al principio de legalidad, la tesis de que el argumento a contrario
supone decidir a partir de lo que afirma la norma para el caso, sólo da lugar a un
razonamiento correcto cuando la norma tiene o recibe a través de la interpretación
que fije sus significados posibles, la estructura formal de un bicondicional.
Razonamiento. Norma:
“Si y sólo si es el caso que F debe imponerse la consecuencia C”
Consideración: Imposible atribuir a un supuesto F’, no subsumible bajo el término
F, que pueda extenderse la consecuencia C mediante la creación de una norma N’
que ligue dicha consecuencia a F’. Es decir, la norma condicional universal de un
razonamiento tiene que ser concebida como bicondicional si ha de poder
obtenerse un enunciado sobre la consecuencia jurídica tanto para el caso de que
se cumpla como de que no se cumpla el supuesto de hecho.
4) El argumento a contrario no funciona en el mismo nivel que la analogía, ni es su
opuesto. Estos dos argumentos no se enfrentan directamente por dos razones
(a) porque cuando el argumento a contrario puede entrar en juego es
porque se ha establecido mediante la interpretación previa que no hay
laguna para el caso que se discute y, por tanto no ha lugar a que se aplique
justificadamente la analogía.
(b) porque cuando de la interpretación se sigue que existe una laguna para
el caso, el argumento a contrario no tiene nada que decir para colmarla,
pues es un argumento que refuerza la idea de que el caso ha de resolverse
según la norma bajo cuyo significado subsume y sin embargo lo que
decimos es que no hay norma y por eso existe laguna.
La concepción lingüística, defendida por J.A. García Amado, no excluye la
presencia de argumentos y consideraciones finalistas, de justicia, intencionalistas,
etc. en la interpretación de las normas jurídicas y, por supuesto, en la
interpretación que hace o no posible la invocación del argumento a contrario. Tales
argumentos concurren legítimamente para fundar o justificar la opción por una de
las interpretaciones posibles o compatibles con la semántica del enunciado
normativo leído en su contexto.

2.4. ARGUMENTO APAGÓGICO O DE REDUCCIÓN AL ABSURDO (M. Gascón 2003)


Mediante el argumento apagógico se sostiene que cierta interpretación de un texto
normativo (prima facie posible) no puede hacerse porque conduciría a resultados
absurdos, por imposibles o por inaceptables. Es un argumento que sirve, por tanto, para
rechazar una interpretación en detrimento de otras, y puede reconstruirse conforme a la
forma lógica del modus tollens:
1. I ÆR (la interpretación I produce el resultado R)
2. Es obligatorio no-R (por absurdo)
--------------------------------------------------------------
3. no-I

La cuestión aquí es cuándo puede sostenerse que una determinada interpretación


conduce a resultados absurdos. Para ello, quien use este argumento tendrá que estar
dispuesto a demostrar dos cosas: 1ª) que la interpretación que se rechaza conduce a un
determinado resultado, es decir, que IÆR; y 2ª) que ese resultado es absurdo, no
deseable o inaceptable desde el punto de vista del ordenamiento jurídico; es decir, que es
obligatorio no-R.
Adviértase que la percepción de lo que es absurdo o, por el contrario, razonable puede
ser algo controvertible. Cuando una interpretación aparece como incuestionablemente
absurda en un contexto histórico dado, el argumento apagógico carece de sentido, porque
sólo serviría para excluir una interpretación que a nadie se le ocurriría proponer jamás.
Ejemplo 1.
Disposición a interpretar. El artículo 24 Constitución española establece que: “Todas las
personas tienen derecho a la tutela judicial efectiva de los jueces y tribunales...sin que en
ningún caso se produzca indefensión”.
Caso dudoso: ¿Se produce indefensión cuando el titular del derecho no es emplazado en
la primera instancia pero es oído después en apelación?
Argumento apagógico: si se interpreta que la indefensión se corrige por comparecer en
apelación (I), entonces se legitimaría la privación del derecho a ser oído en primera
instancia (R); o sea, IÆR. Esta conclusión es inaceptable (es obligatorio no-R). Por
consiguiente, la indefensión no se corrige por comparecer en apelación (no-I).

(3) REGLAS Y FORMAS DE LA ARGUMENTACIÓN DOGMÁTICA


3.1. CONCEPTO DE DOGMÁTICA JURÍDICA
Por dogmática jurídica o dogmática del Derecho hay que entender la ciencia del
derecho en sentido propio y estricto. Esta ciencia comprende, al menos, tres
actividades:
(1) la descripción del derecho vigente
(2) su análisis sistemático y conceptual
(3) la elaboración de propuestas para la solución de casos jurídicos
problemáticos
Correlativamente a estas tres actividades pueden distinguirse tres dimensiones:
(1) La empírico-descriptiva, donde destaca la descripción y prognosis de la
praxis de los tribunales y la averiguación de la voluntad fáctica del
legislador
(2) La dimensión analítico-lógica que incluye el análisis de los conceptos
jurídicos como también la investigación de las relaciones entre las distintas
normas y principios
(3) La dimensión práctico-normativa desde la que se propone y fundamenta
una interpretación de una norma, una nueva norma o una nueva institución
o se realiza la crítica de una decisión judicial sobre la base de sus defectos
prácticos y se elabora una contrapropuesta.
La dogmática tiene básicamente tres tareas:
- El análisis lógico de los conceptos jurídico
- La reconducción de ese análisis a un sistema y
- La aplicación de los resultados de ese análisis en la fundamentación de
las decisiones jurídicas
Un programa como este ha sido sometido a fuertes críticas desde Ihering, tal y
como sabemos. Básicamente porque sólo con medios de análisis lógico y un
razonamiento deductivo no pueden alcanzarse nuevos contenidos normativos.
Como lo que a nosotros nos interesa son los argumentos dogmáticos,
entenderemos que la dogmática no es un conjunto de actividades, sino de
enunciados producidos en el marco de dichas actividades.
(a) Estos enunciados están relacionados con las normas establecidas y con
la jurisprudencia, pero se identifican con la descripción de normas
establecidas, o con los principios o la ratio decidendi de las decisiones
judiciales
(b) Los enunciados de una dogmática se forman, fundamentan y
comprueban en una ciencia del derecho que funciona institucionalmente
(c) Los enunciados dogmáticos tienen contenido normativo, en el sentido
en que pueden aducirse como argumentos para la decisión de cuestiones
que no podrían resolverse únicamente con argumentos empíricos
(d) Entre este tipo de enunciados destacan las definiciones de los
conceptos genuinamente jurídicos (contrato, acto administrativo o legítima
defensa). Estos conceptos designan una realidad normativa y se refieren a
hechos institucionales, esto es hechos que sólo existen si existen las
correspondientes reglas (Searle, Engisch)
(e) Otra categoría de enunciados dogmáticos la forman las descripciones y
caracterizaciones de estados de cosas a cuya producción, eliminación o
conservación debe servir normas individuales o grupos de normas, así
como la determinación de las relaciones de prioridad entre tales estados de
cosas.
(f) También son enunciados normativos las caracterizaciones de principios.
Normalmente los principios son enunciados de un grado tan elevado de
generalidad que no pueden ser aplicados sin añadir premisas normativas
adicionales y, a menudo, quedan limitados por otros principios

3.2. EL USO DE LOS ENUNCIADOS DOGMATICOS


A estos efectos podemos hablar de:
(a) fundamentación dogmática pura cuando en el uso de enunciados
dogmáticos observamos que el enunciado a fundamentar se sigue de estos
enunciados dogmáticos, y también de enunciados dogmáticos, enunciados
empíricos o la adición de formulaciones de normas jurídico positivas.
(b) fundamentación dogmática impura cuando el enunciado a fundamentar
se sigue de premisas normativas adicionales
(c) pero los enunciados dogmáticos no se siguen lógicamente de las
formulaciones de las normas vigentes juntamente con enunciados
empíricos, y por ello, en última instancia, sólo pueden ser justificados a
través de argumentos prácticos de tipo general.
Para su aplicación se procede a su “comprobación sistemática” esta consiste en
ver si el enunciado en cuestión se ajusta sin contradicciones a la serie de los
enunciados dogmáticos ya aceptados así como a las normas jurídicas vigentes.
Así puede tener lugar una especie de “doble control de consistencia”. Si los
enunciados dogmáticos y las formulaciones de normas jurídicas son entre sí
lógicamente compatibles y, en segundo lugar, si las decisiones a fundamentar con
la ayuda de los enunciados dogmáticos y las normas jurídicas, son compatibles
entre sí según puntos de vista prácticos de tipo general.
De ahí:
(J.10) Todo enunciado dogmático, si es puesto en duda, debe ser fundamentado
mediante empleo, al menos, de una argumento práctico de tipo general
(J.11) Todo enunciado dogmático debe poder pasar una comprobación
sistemática, tanto en sentido estricto como amplio.

3.3. FUNCIONES DE LA DOGMÁTICA


Si los enunciados dogmáticos sólo se justifican, en última instancia, a través de
enunciados práctico generales podemos preguntarnos si la argumentación
dogmática tiene sentido como algo autónomo o si es necesaria.
La respuesta es afirmativa, si tenemos en cuenta las funciones que cumple en la
argumentación jurídica. Tiene lugar cuando teniendo en cuenta argumentos
dogmáticos se reproducen determinadas soluciones a cuestiones prácticas.
Esto es así porque la dogmática opera institucionalmente y ello fija durante
periodos de tiempo formas de resolución de problemas. Hay cuestiones que se
dan por aceptadas y no se discuten cada vez, lo que por otro lado llevaría a
resultados distintos.
El mantenimiento de modelos de resolución de problemas y de teorías es acorde
con el principio de universalización.
Esto no significa que una vez se emplee un enunciado dogmático este ya es
inmodificable o no sustituible por otra teoría, o puede ser rechazado o modificado.
Lo único que excluye esta función es que pueda ser abandonado sin más. Las
razones a favor de la mueva solución, teoría o concepto deben ser tan buenas
como para justificar una nueva solución y la ruptura de la tradición.

3.3.1. ESTABILIZACIÓN
Esto se logra por los enunciados dogmaticos que se fijan por prolongados
periodos de tiempo y se pueden reproducir en soluciones prácticas, (la dogmatica
puede servir para crear estabilidad entre la dogmatica jurídica y la casuística), esto
genera que durante largos periodos del tiempo se puedan fijar determinadas
formas de decisión, es importante ya que evita que en varias ocasiones se tome el
mismo tema y se llegue a conclusiones distintas sin violarse la técnica del discurso
jurídico y el discurso practico general.
Esto no quiere decir que una vez aceptado y propuesto un enunciado dogmatico
deba ser sostenido por un periodo de tiempo ilimitado, pero la nueva solución debe
ser mucho mejor que la solución tradicional para romper con esta tradición.
3.3.2. PROGRESO
La institucionalización de la dogmática, esto es el que la discusión jurídica proceda
en una dimensión temporal, objetual y personal, posibilita hacer comprobaciones
que no serían posibles en discusiones puntuales

3.3.3. CONTROL
Son posibles dos tipos de control de consistencia:
La compatibilidad lógica de los enunciados dogmáticos entre sí
La compatibilidad práctico-general de las decisiones a fundamentar con
ayuda de los distintos enunciados dogmáticos.
Las dogmáticas permiten decidir casos no de forma aislada, sino en relación con
toda una serie de casos ya decididos y todavía por decidir. Acrecientan pro ello el
grado de eficacia del principio de universalidad.

3.3.4. DESCARGA
La posibilidad de poder acudir a enunciados ya comprobados y aceptados al
menos de manera provisional, supone una descarga en la medida en que, sin una
razón especial, no es necesaria una nueva comprobación. Se puede renunciar a
discutir cada vez una cuestión de valor.
El valor de descarga, no obstante, depende de una serie de variables como: la
sencillez, la precisión, la riqueza de argumentos, la confirmación de enunciados de
una dogmática, la extensión del consenso sobre estos enunciados.

3.3.5. TÉCNICA
La dogmática desarrolla: conceptos básicos generales, formas de enunciados,
indica el sentido de las normas jurídicas y lo presenta de forma simplificada,
sistemática y capaz de comprender de un modo unitario las normas jurídicas. Así
desarrolla una función de información, promueve la enseñanza y el aprendizaje del
las materias jurídicas.

3.3.6. HEURÍSTICA
En tanto que contiene modelos de solución, distinciones, clasificaciones, teorías,
puntos de vista que no aparecerían si cada vez se discutiera de nuevo,
proporcionan un instrumental que es de utilidad, aun cuando la decisión no esté
determinada y puede ser un fructífero punto de partida para nuevas
observaciones, relaciones y la formulación de nuevas preguntas.
(J.12) Si son posibles argumentos dogmáticos, deben ser usados.

(4) REGLAS Y FORMAS DEL USO DE LOS PRECEDENTES

No vamos a discutir si el precedente es o no fuente de derecho, aunque es un


tema de gran calado en el derecho continental. Examinaremos el papel que
corresponde a los precedentes en la teoría del discurso jurídico. El fundamento del
uso del precedente lo constituye el principio de universalidad, exigencia que
subyace a toda concepción de la justicia, en cuanto concepción formal, de tratar de
igual manera lo igual.
Una de las dificultades mayores en el seguimiento de precedente radica en la
consideración de que nunca hay dos casos completamente iguales. Siempre cabe
encontrar una diferencia. Pero el verdadero problema se traslada por ello a la
determinación de la relevancia de las diferencias.
Es posible que un caso sea considerado igual (hechos iguales) pero se decida
decidirlo de modo distinto al precedente, porque han cambiado la valoración de las
circunstancias. La exclusión de un cambio o apartamiento del precedente sería
incompatible con el hecho de que toda decisión plantea una pretensión de
corrección.
El cumplimiento de la pretensión de corrección forma aparte del cumplimiento del
principio de universalidad, aunque sea sólo una condición. Condición general es
que la decisión esté justificada.
En este caso se plantea como cuestión de principio la exigencia del respeto a los
precedentes, admitiendo apartarse de ellos, pero endosando en tal caso la carga
de la argumentación a quien quiera apartarse.
Rige pues el principio de inercia de Perelman que exige que una decisión sólo
pueda ser cambiada si puede aducirse razones suficientes para ello.
Existe otro supuesto en el que para apartarse de la regla se aducen hechos
especiales o se advierte sobre la falta de determinados hechos. También aquí hay
que aceptar la carga de la argumentación.
Esta surge de la presunción de igualdad expresada por la regla (3.1)
El uso de los precedentes que se base en la mencionada regla de la carga de la
argumentación cumple una serie de funciones valiosas.
Son funciones que se asemejan a las funciones de los argumentos dogmáticos,
sobre todo las funciones de estabilización, de progreso y de descarga. Asegurando
la estabilidad, el precedente contribuye a la seguridad jurídica y a la protección de
la confianza en la aplicación del derecho.
Pero lo específico de las decisiones jurídicas que crean precedente se encuentra
en el hecho de que estos enunciados no se usan sólo para la comunicación de
propuestas, sino para la ejecución de actos. Tienen fuerza ilocucionaria
La razón más importante a favor de la racionalidad del el uso de un precedente es
que responde al principio de universalización y de inercia y ello deriva de los
límites de la argumentación práctica general.
Como hemos señalado, las reglas del discurso no siempre permiten encontrar un
resultado correcto, con frecuencia queda un espacio de lo discursivamente posible.
El llenar ese espacio de decisiones cambiantes e incompatibles entre sí contradice
la exigencia de consistencia y el principio de universalidad.
La introducción de una carga de la argumentación a favor de los precedentes no
puede, por otro lado, contemplarse como una contravención de las reglas del
discurso, mientras no se excluya la posibilidad de que seguir el precedente puede
suponer adoptar una máxima de decisión reconocida como equivocada.
La extensión de la obligación regulada por la carga de la argumentación depende
de la amplitud de las posibilidades de apartarse de los precedentes. Aquí hay que
distinguir entre las técnicas de divergencia y las razones para la divergencia.
La limitación del espacio discursivamente posible, debe verse como racional Las
reglas del precedente serían:
(J.13) Cuando pueda citarse un precedente a favor o en contra de una decisión
debe hacerse
(J.14) Quien quiera apartarse de un precedente, asume la carga de la
argumentación

(5)REGLAS Y FORMAS DE LA ARGUMENTACIÓN PRÁCTICA GENERAL

Las reglas y las formas del discurso práctico general


Las reglas fundamentales
El primer grupo de reglas del discurso práctico racional son las reglas
fundamentales, cuya validez es condición para cualquier comunicación lingüística
en que se trate de la verdad o de la corrección. Estas reglas enuncian los
principios de no contradicción entre normas, de sinceridad, de universalidad y de
uso común del lenguaje.
1. Ningún hablante puede contradecirse
2. Todo hablante sólo puede afirmar aquello que él mismo cree
3. Todo hablante que aplique un predicado F a un objeto a debe estar
dispuesto a aplicar F también a cualquier otro objeto igual a a en todos los
aspectos relevantes
4. Todo hablante sólo puede afirmar aquellos juicios de valor y de deber
que afirmaría asimismo en todas las situaciones en las que afirmara que
son iguales en todos los aspectos relevantes
5. Distintos hablantes no pueden usar la misma expresión con distintos
dignificados.
Las reglas de la razón
El segundo grupo son las reglas de la razón que definen las condiciones más
importantes para la racionalidad del discurso. A la primera de ellas se la puede
considerar como la regla general de fundamentación.
1. Todo hablante debe, cuando se le pide, fundamentar lo que afirma, a no ser que
pueda dar razones que justifiquen el rechazar una fundamentación
1.1. Quien puede hablar puede tomar parte en el discurso
1.2. Todos pueden problematizar cualquier aserción. Todos pueden
introducir cualquier aserción en el discurso. Todos pueden expresar sus
opiniones, deseos y necesidades.
1.3. A nadie se le puede impedir ejercer sus derechos anteriores mediante
coacción interna o externa al discurso.
Las reglas sobre la carga de la argumentación
A las reglas anteriores es preciso añadir un grupo de reglas de carácter técnico,
sobre la carga de la argumentación, cuyo sentido es precisamente, facilitar la
argumentación y conseguir que no quede bloqueada al seguir estrictamente las
reglas de los apartados anteriores. Las reglas que se enumeran a continuación
derivan de las propias reglas de la razón que establecen la igualdad de todos los
participantes en el discurso.
1. Quien pretende tratar a una persona A de manera distinta que a una
persona B, está obligado a fundamentarlo.
2. Quien ataca una proposición o una norma que no es objeto de la
discusión debe dar razón de ello.
3. Quien ha aducido un argumento sólo está obligado a dar más
argumentos en caso de contraargumentos
4. Quien introduce en el discurso una afirmación o manifestación sobre sus
opiniones, deseos o necesidades que no se refiera como argumento a una
manifestación anterior, tiene, si se le pide, que fundamentar por qué
introdujo esa afirmación o manifestación.
Las formas de los argumentos
El cuarto grupo está constituido por las formas de argumentos específicas del
discurso práctico. Alexy parte de que, básicamente, hay dos maneras de
fundamentar un enunciado normativo singular (N): por referencia a una regla (R) o
bien señalando las consecuencias de N.
Si se sigue la primera vía, además de una regla, debe presuponerse un enunciado
derechos que describe las condiciones de aplicación de la misma (supuesto de
hecho); si se sigue la segunda, hay que sobreentender también que existe una
regla que dice que la producción de ciertas consecuencias es obligatorio o es algo
bueno.
Ejemplo:
A ha mentido
Es malo mentir
A ha actuado mal
Al mentir, A causa sufrimiento innecesario
Es malo causar sufrimiento innecesario
A ha actuado mal
Estos argumentos son otra forma de decir lo mismo que Toulmin: un enunciado
normativo cualquiera se fundamenta aduciendo una regla de cualquier nivel o una
razón. En este caso pueden surgir disputas sobre los hechos o sobre las reglas.
En el primer caso, la discusión se desarrollará en el marco del discurso teórico. En
el segundo supuesto podrá justificarse R, señalando las consecuencias de esa
regla más una regla R’ que exija R bajo una condición T ‘. esto da lugar a dos
formas de argumento de segundo nivel.
Posteriormente pueden añadirse reglas que establezcan la prioridad de una regla
respecto de otra, en caso de que se llegue a resultados incompatibles.
Las reglas de la fundamentación
Las reglas de fundamentación se refieren específicamente a las características de
la argumentación práctica y regulan cómo llevar a cabo la fundamentación
mediante las normas anteriores. En este contexto, el principio más importante es el
de universalidad.
1. Quien afirma una proposición normativa que presupone una regla para la
satisfacción de los intereses de otras personas, debe poder aceptar las
consecuencias de dicha regla también en el caso hipotético de que él se
encontrara en la situación de aquellas personas.
2. Las consecuencias de cada regla para la satisfacción de los intereses de
cada uno deben poder ser aceptadas por todos
3. Toda regla debe poder enseñarse en forma abierta y general.
Existe un segundo subgrupo de reglas de fundamentación
1. Las reglas morales que sirven de base a las concepciones morales de
quien habla deben poder pasar la prueba de su génesis histórico—crítica.
Una regla moral no pasa semejante prueba (a) si aunque originariamente
se pueda justificar racionalmente, sin embargo ha perdido después su
justificación o (b) si originariamente no se pudo justificar racionalmente y no
se puede aducir tampoco nuevas razones que sean suficientes.
2. Las reglas morales que sirven de base a las concepciones morales del
hablante deben poder pasar la prueba de su formación histórico—
individual. Una regla moral no pasa semejante prueba si se ha establecido
sobre la base de condiciones de socialización no justificables. Finalmente,
una última regla que trata de realizar el fin del discurso práctico, esto es, la
resolución de cuestiones prácticas.
3. Hay que respetar los límites de viabilidad o “realizabilidad” dados de
hecho.

Los límites del discurso práctico general.


Las reglas del discurso práctico no garantizan que pueda alcanzarse un acuerdo
para cada cuestión práctica (es decir, que se puedan resolver todos los problemas
de conocimiento), ni tampoco que, en caso de que se alcanzase dicho acuerdo,
todo el mundo estuviera dispuesto a seguirlo (problema de cumplimiento).
Algunas de las razones son las siguientes: algunas de las reglas sólo pueden
cumplirse de manera aproximada (2.1.—2.3); no todos los pasos de la
argumentación están determinados; todo discurso debe empezar a partir de las
convicciones normativas de los participantes, las cuales están determinadas
históricamente y son, además variables.
Como señalaba Kant hay diferencias entre la formación del juicio y la formación de
la voluntad: saber lo que es correcto no significa necesariamente estar dispuesto a
actuaren ese sentido.

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