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Recreación
1.1. Antecedentes
La palabra recreación deriva del latín: recreativo y significa “restaurar y refrescar a
la persona.”
La recreación en las civilizaciones más antiguas. Cuando el hombre se vuelve
sedentario y comienza a perfilar los primeros embriones sociales como ser: los
antiguos mayas, Aztecas, Incas, Samuráis (Japón), el hombre incluye actividades
importantes “el juego”, aunque no es como una forma de recreación; si no más
bien de una manera mágico-religiosa.
En Egipto: Floreció en las riberas del rio Nilo, sus pobladores llevaban una vida
fastuosa, por lo que se podría considerar que le dieron una gran importancia a la
recreación. Las actividades recreativas que realizaban consistían en una variedad
de deportes como la gimnasia, la lucha, el levantamiento de pesas y otras
actividades como la caza, la arquería las carreras otras actividades como la caza,
la arquería, las carreras de carros, la música, la danza, la pintura y la escritura. En
Asiria y Babilonia: Estas dos culturas florecieron en el valle de Mesopotamia entre
los ríos Tigres y Éufrates, dentro de las actividades que encontramos estaban los
deportes del boxeo, lucha, arquería, carreras de carros, la caza, la danza, la
música, la escultura, la pintura y los jardines zoológicos y botánicos.
En Grecia: Es la cultura griega donde florece plenamente el ocio como la
recreación, es aquí donde se hacen los fundamentos filosóficos de ambos. En
Grecia es donde se da el concepto de “hombre integral”, se le dio gran importancia
al arte, al conocimiento y a los deportes; ya que el hombre ideal tenía que ser una
combinación de soldado, atleta, político, artista y filósofo. La recreación se daba
con diferentes deportes, la escultura la música, la poesía, el teatro, todo esto
combinado con los juegos sagrados en honor a los dioses.
En Roma: A diferencia de la concepción griega expresada en la Skholé, en Roma
ocio y trabajo se conjugan en una visión más pragmática. El trabajo no tiene como
entre los griegos una significación negativa. El ocio consiste en no trabajar, en un
tiempo libre de trabajo, que se da después del trabajo y para volver a éste.
Cicerón habla de un "Otium como tiempo de descanso del cuerpo y recreación del
espíritu, necesario para volver a dedicarse una vez recuperados al trabajo o al
servicio público". (Munné, 1984:42). Para Cicerón el hombre completo debe
alternar el ocio con el trabajo. El ocio Ciceroniano, que supone siempre el respeto
al gobierno y a sus representantes, no es tiempo de ociosidad, sino de descanso y
de recreo tanto como meditación. Aparece en Roma una clara diferenciación entre
el ocio de los intelectuales y el ocio popular masivo, el cual se reduce al descanso
y por sobre todo a la diversión que se brinda al pueblo a través de los
espectáculos circenses, como anota Munné (1984:43). Frente al antecedente
griego, el Otium de la sociedad romana presenta unas connotaciones nuevas que
responden a un contexto económico y político diferente; en efecto, Roma
introduce, por primera vez, el ocio de masas. Desde los ludí y los munera hasta
los mimos y las comedias (atellane), organizados por Estado en los días de fiesta
que ocupaban casi la mitad del calendario, el ocio popular masivo y anónimo, es
despreciado por las élites que lo alimentan y utilizan como instrumento de
dominación. Se presenta pues entre los romanos una clara distinción entre el ocio
de las masas y el de las élites que ostentan el poder y por lo tanto imponen formas
de diversión institucionalizadas, con la función de mantener a los sectores
populares en un estado de sumisión y embrutecimiento. Este es quizás el aporte
más significativo de la sociedad romana al fenómeno de la recreación y el ocio, un
tiempo que se concibe como libre para que el trabajador lo disfrute, pero que en
realidad no es más que un instrumento para negar su libertad. Este tipo de ocio
popular masivo promovido por el Estado tiene en los espectáculos presentados en
el coliseo romano, su más reconocida expresión, a través de los cuales se llevaba
diversión al pueblo trabajador. La clase dominante de panis et circensee, pero
como lo señala Laurence Giangrande, "el ocio es sinónimo, para el gran público,
de desocupación y de diversión más o menos impuesta por los cónsules o los
emperadores para dominarlo mejor" (Munné, 1984:43) El ocio vivido por la plebe
contrapuesto al ocio de los filósofos señala Munné constituye un medio eficaz para
despolitizar al pueblo, un pueblo que es reducido en gran parte a la condición de
espectador. Se presenta por lo tanto en la sociedad romana una
institucionalización estratificada del fenómeno: el ocio de la plebe opuesto al ocio
de la élite. Entre los griegos y los romanos se da por tanto una relación de
exclusión entre el trabajo y el ocio. El ocio a su vez, implica el permanecer a una
determinada casta (ser ciudadano y de sexo masculino) por lo cual brinda la
oportunidad de gozar de un estado de ociosidad, siendo en cierta medida más
acertado hablar de la ociosidad que del ocio propiamente dicho. Es a partir de la
mentalidad greco-romana cuando se inicia la interpretación, de una manera
concreta, del tiempo libre y de las actividades que se realizan dentro del él (loisir).
Los griegos introducen una concepción de educación para la clase dirigente
estrechamente ligada a actividades del tiempo libre; etimológicamente la "Scholé"
es el medio en el cual se realiza este tipo de educación, por oposición a la
"Ascholé" que designa todas las actividades relativas al trabajo. En la mentalidad
romana el "Otium" designa una actividad propia de la nobleza, por oposición al
"negotium" que se refiere a las actividades productivas realizadas por los estratos
inferiores de la población. El desprecio por el trabajo es una condición para ser
noble. (Kellman y Fernández; 1986:41). En Roma: La recreación y el ocio fueron
de gran importancia para esta cultura, ellos realizaban juegos, festivales
1.2. Definiciones
Son todas las actividades, o incluso situaciones, que resultan divertidas, relajantes
o entretenidas y que nos permiten distendernos de otras responsabilidades.
Decimos que las actividades recreativas son muchas porque, aunque existen
algunas consideradas universales, otras pueden ser subjetivas. Esto significa que
cada persona encuentra recreativa diferentes actividades en base a sus intereses.
Algunas personas se divierten con deportes, otras con juegos, otros viendo
películas, leyendo libros, al aire libre, etc. El objetivo de la recreación es encontrar
o crear un espacio para relajarse, divertirse, disfrutar algo que nos gusta. Es
importante señalar, que, aunque la recreación puede asociarse con actividades de
relajación tienen que tener cierto carácter activo. Esto quiere decir que actividades
como dormir o estar en reposo no cuentan como recreativas. Una actividad
recreativa requiere cierta participación activa y enriquecedora en cierta forma para
las personas.
1.3. Beneficios
Pruebas científicas han comprobado que las personas que se sumergen en el
trabajo u otras obligaciones sin dedicarse a actividades recreativas tienden a sufrir
mayor estrés. Concentrarse únicamente en la rutina del trabajo o del estudio sin
tener descansos provoca cansancio, ansiedad y angustia. La recreación nos
ayuda a descansar física y mentalmente, hallar cierto equilibrio físico, emocional y
hasta espiritual. Realizar actividades recreativas hace maravillas en la salud
mental de cualquiera. Nos permiten ocupar nuestro tiempo en algo que nos gusta,
que disfrutamos y olvidar los problemas por un rato.
1.4. Clasificación
En relación con la clasificación de las actividades recreativas también existen
varias tendencias a partir de los diferentes enfoques asumidos por los
investigadores, a continuación, se enuncian algunas de ellas:
- Rolando Zamora y Maritza García (1988) partiendo de un enfoque de
mercado distinguen tres tipos:
o Las actividades relacionadas con la cultura artística y literaria.
o El turismo.
o Actividades generales de esparcimiento.
- Lupe Aguilar (2000) refiriéndose a los diferentes tipos de actividades,
las divide en cinco categorías:
o Esparcimiento.
o Las visitas culturales.
o Sitios naturales.
o Actividades deportivas.
o Asistencia a acontecimientos programados.
- Aldo Pérez (2003) con relación al interés predominante que
satisfacen en el individuo, las clasifica en cuatro grupos:
o Actividades artísticas y de creación.
o Actividades de los medios de comunicación masiva.
o Actividades educativo físico deportivas.
o Actividades de alto nivel de consumo.